Servicio diario - 28 de junio de 2020


 

El Papa en el Ángelus: La gratitud, “característica distintiva del cristiano”
Larissa I. López

Ángelus: El Papa llama a rezar por Siria, Yemen y Ucrania
Larissa I. López

México: El Papa nombra al nuevo obispo de la prelatura de Huautla
Larissa I. López

Europa Occidental: El Papa nombra visitador apostólico para los armenios
Larissa I. López

Iglesias Orientales: Irak, separación de la eparquía de Zakho
Larissa I. López

San Pedro y san Pablo, 29 de junio
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

El Papa en el Ángelus: La gratitud, “característica distintiva del cristiano”

Palabras antes del Ángelus

junio 28, 2020 13:00

Angelus

(zenit – 28 junio 2020).- A las 12 del mediodía de este domingo, 28 de junio de 2020, el Papa Francisco se ha asomado a la ventana del estudio del Palacio Apostólico vaticano para recitar el Ángelus con los fieles y peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro y ha subrayado que la gratitud es “característica distintiva del cristiano”

El Santo Padre ha comentado el Evangelio (cf. Mateo 10, 37-42) en el que Jesús pide a sus discípulos que tomen en serio las exigencias del Evangelio “incluso cuando esto requiere sacrificio y esfuerzo”.

 

Dos demandas

Así, la primera demanda se refiere a situar el amor de Dios por encima del familiar: “Jesús ciertamente no pretende subestimar el amor a los padres y a los hijos, pero sabe que los lazos de parentesco, si se ponen en primer lugar, pueden desviarse del verdadero bien”, dice el Papa.

En segundo lugar, Jesús “El que no toma su cruz y me sigue no es digno de mí” y esto consiste en “seguirlo por el camino que Él mismo ha recorrido, sin buscar atajos. No hay amor verdadero sin una cruz, es decir, sin un precio a pagar por persona”, indica Francisco.

Y añade que “llevada con Jesús, la cruz no da miedo, porque Él siempre está a nuestro lado para apoyarnos en la hora de la prueba más dura, para darnos fuerza y coraje”.

 

Gratitud contagiosa de Dios

Finalmente Francisco señala que “la plenitud de la vida y la alegría se encuentra al entregarse por el Evangelio y por los hermanos, con apertura, aceptación y benevolencia” y, de este modo, “podemos experimentar la generosidad y la gratitud de Dios”.

Se trata de una gratitud “contagiosa” que “nos ayuda a cada uno de nosotros a mostrar gratitud hacia aquellos que se preocupan por nuestras necesidades” y que constituye un “simple pero genuino signo del Reino de Dios, que es el reino del amor gratuito y generoso”.

A continuación sigue la traducción no oficial de las palabras del Papa al introducir el Ángelus ofrecida por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

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Palabras del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En este domingo, el Evangelio (cf. Mateo 10, 37-42) expresa con fuerza la invitación a vivir plenamente y sin vacilación nuestra fidelidad al Señor. Jesús pide a sus discípulos que tomen en serio las exigencias del Evangelio, incluso cuando esto requiere sacrificio y esfuerzo.

Lo primero que les exige a quienes le siguen es poner el amor a Él por encima del amor familiar. Dice: “El que ama a su padre o a su madre, […] a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí” (v. 37). Jesús ciertamente no pretende subestimar el amor a los padres y a los hijos, pero sabe que los lazos de parentesco, si se ponen en primer lugar, pueden desviar del verdadero bien. Lo vemos: ciertas corrupciones en los gobiernos se dan precisamente porque el amor por la parentela es mayor que el amor por la patria y ponen en los cargos a los parientes. Lo mismo con Jesús: cuando el amor [por los familiares] es mayor que [el amor por] Él, no va bien. Todos podríamos dar muchos ejemplos a este respecto. Sin mencionar las situaciones en las que los lazos familiares se mezclan con elecciones opuestas al Evangelio. Cuando, por el contrario, el amor a los padres y a los hijos está animado y purificado por el amor del Señor, entonces se hace plenamente fecundo y produce frutos de bien en la propia familia y mucho más allá de ella. En este sentido, dice Jesús la frase. Recordemos también cómo reprende Jesús a los doctores de la ley que privan a sus padres de lo necesario con el pretexto de dárselo al altar, de dárselo a la Iglesia (cf. Mc 7,8-13). ¡Los reprende! El verdadero amor a Jesús requiere verdadero amor a los padres, a los hijos, pero si primero buscamos el interés familiar, esto siempre nos lleva por el camino equivocado.

Luego dice Jesús a sus discípulos: “El que no toma su cruz y me sigue no es digno de mí” (v. 38). Se trata de seguirlo por el camino que Él mismo ha recorrido, sin buscar atajos. No hay amor verdadero sin cruz, es decir, sin un precio a pagar en persona. Y lo dicen muchas madres, muchos padres que se sacrifican tanto por sus hijos y soportan verdaderos sacrificios, cruces, porque aman. Y si se lleva con Jesús, la cruz no da miedo, porque Él siempre está a nuestro lado para apoyarnos en la hora de la prueba más dura, para darnos fuerza y coraje. Tampoco es necesario inquietarse por preservar la vida, con una actitud temerosa y egoísta. Jesús amonesta: “El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí —es decir, por amor, por amor a Jesús, por amor al prójimo, por servir a los demás—, la encontrará” (v. 39). Es la paradoja del Evangelio. Pero también tenemos, gracias a Dios, muchos ejemplos. Lo vemos en estos días. ¡Cuánta gente, cuánta gente lleva cruces para ayudar a otros! Se sacrifica para ayudar a quienes lo necesitan en esta pandemia. Pero, siempre con Jesús, se puede hacer. La plenitud de la vida y la alegría se encuentra al entregarse por el Evangelio y por los hermanos, con apertura, aceptación y benevolencia.

De este modo, podemos experimentar la generosidad y la gratitud de Dios. Nos lo recuerda Jesús: “Quien a vosotros acoge, a mí me acoge […]. Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños […] no perderá su recompensa” (vv. 40; 42). La generosa gratitud de Dios Padre tiene en cuenta hasta el más pequeño gesto de amor y de servicio prestado a nuestros hermanos. En estos días, un sacerdote me contó que se había conmovido porque un niño de la parroquia se le acercó y le dijo: “Padre, estos son mis ahorros, una cosa pequeña, es para sus pobres, para aquellos que hoy lo necesitan a causa de la pandemia”. ¡Pequeña cosa, pero grande! Es una gratitud contagiosa que nos ayuda a cada uno de nosotros a mostrar gratitud hacia aquellos que se preocupan por nuestras necesidades. Cuando alguien nos ofrece un servicio, no debemos pensar que todo no es debido. No, muchos servicios se realizan de forma gratuita. Pensad en el voluntariado, que es una de las mejores cosas que tiene la sociedad italiana. Los voluntarios… ¡Y cuántos de ellos dejaron sus vidas en esta pandemia! Se hace por amor, simplemente por servicio. La gratitud, el reconocimiento, es en primer lugar una señal de buenos modales, pero también es una característica distintiva del cristiano. Es un simple pero genuino signo del reino de Dios, que es el reino del amor gratuito y generoso.

Que María Santísima, que amó a Jesús más que a su propia vida y lo siguió hasta la cruz, nos ayude a ponernos siempre ante Dios con el corazón abierto, dejando que su Palabra juzgue nuestro comportamiento y nuestras opciones.

 

 

 

 

Ángelus: El Papa llama a rezar por Siria, Yemen y Ucrania

Palabras después de la oración mariana

junio 28, 2020 13:41

Angelus

(zenit – 28 junio 2020).- Tras el rezo del Ángelus, el Papa Francisco ha llamado hoy, 28 de junio de 2020, a rezar por la situación en Siria, Yemen y Ucrania occidental.

Apelando a labor de los dirigentes, Francisco se ha referido a la crisis sociopolítica y económica del pueblo sirio y sus países vecinos, como el Líbano, agravadas por la pandemia; a la crisis humanitaria vivida en Yemen y a los damnificados por las inundaciones en Ucrania occidental.

Igualmente, el Santo Padre ha saludado a los fieles y peregrinos presentes en la plaza de San Pedro, llegados desde Italia y otros países, en especial a una delegación de la República del Congo.

A continuación sigue la traducción no oficial de las palabras del Pontífice tras la oración mariana ofrecida por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

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Palabras del Papa

Queridos hermanos y hermanas:

El próximo martes, 30 de junio, se celebrará la cuarta Conferencia de la Unión Europea y las Naciones Unidas para «apoyar el futuro de Siria y su región». Oremos por esta importante reunión, para que pueda mejorar la dramática situación del pueblo sirio y de los pueblos vecinos, en particular de Líbano, en el contexto de graves crisis sociopolíticas y económicas que la pandemia ha hecho aún más difíciles. ¡Pensad que hay niños con hambre que no tienen comida! Por favor, que los líderes sean capaces de hacer la paz.

También os invito a rezar por la población de Yemen. También en este caso especialmente por los niños que sufren a causa de la grave crisis humanitaria. Así como por los afectados por las graves inundaciones en el oeste de Ucrania: que puedan experimentar el consuelo del Señor y la ayuda de los hermanos.

Dirijo mi saludo a todos vosotros, romanos y peregrinos procedentes de Italia y otros países. ¡Veo banderas: polaca, alemana y otras! En particular, saludo a todos los que participaron esta mañana, aquí en Roma, en la misa de rito congoleño, rezando por la República Democrática del Congo. Saludo a la delegación congoleña presente. ¡Qué gente estupenda estos congoleños!

Os deseo a todos un buen domingo. Por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo! Y nos vemos mañana para la fiesta de san Pedro y san Pablo.

 

 

 

 

México: El Papa nombra al nuevo obispo de la prelatura de Huautla

Mons. Ruíz Urquín

junio 28, 2020 14:08

Iglesia Local

(zenit – 28 junio 2020).- El Santo Padre nombra a monseñor Antonio Ruiz Urquín, obispo prelado de la prelatura de Huautla (México), del clero de Tuxtla Gutiérrez, hasta ahora responsable de la formación permanente del clero de esa archidiócesis.

Así informó ayer, 27 de junio de 2020, la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

Sobre este nombramiento, Mons. Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), expresó en un comunicado que los obispos del país “Nos unimos en alegría y oración con la Iglesia que peregrina en la Prelatura de Huautla y deseamos a Mons. Guadalupe Antonio Ruíz Urquín un fecundo desempeño en su encomienda Episcopal que el Señor le ha confiado”.

 

Monseñor Guadalupe Antonio Ruíz Urquín

Nació en Tapitula, Estado de Chiapas, el 21 de abril de 1971. Formado en los seminarios de San Juan de Los Lagos y Tuxtla, fue ordenado sacerdote el 19 de marzo de 1997 e incardinado en la archidiócesis metropolitana de Tuxtla Gutiérrez.

Se licenció en Teología en ITEPAL (Bogotá) y posteriormentese doctoró en Teología en la Pontificia Universidad Lateranense.

Ha ejercido como profesor, vicerrector y rector del seminario, capellán de la Rectoría de San Judas Tadeo en Tuxtla y rector de la Universidad Católica Juan Pablo II en Tuxtla. Actualmente está a cargo de la Formación Permanente del Clero y es vicario inscrito en la catedral metropolitana.

 

 

 

 

Europa Occidental: El Papa nombra visitador apostólico para los armenios

Francisco acepta la renuncia de su predecesor

junio 28, 2020 14:39

Roma

(zenit – 28 junio 2020).- El Santo Padre aceptó la renuncia presentada por Mons. Jean Teyrouz del oficio de visitador apostólico para los fieles armenios residentes en Europa Occidental, informó ayer, 27 de junio de 2020, la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

Igualmente, el Vaticano confirmó que el Papa Francisco nombró visitador apostólico para los fieles armenios residentes en Europa Occidental a Mons. Elie Yéghiayan, obispo de la eparquía Sainte-Croix-de-Paris (Francia).

 

Mons. Elie Yéghiayan

Nació en Alepo (Siria) el 29 de mayo de 1950. Ingresó en el Instituto del Clero Patriarcal de Bzommar y fue ordenado sacerdote el 24 de marzo de 1974. Ha ocupado diversos cargos: director de escuela, rector del Seminario Menor de Bzommar, rector del Pontificio Colegio Armenio de Roma, y miembro del Consejo de Administración y ecónomo general de Bzommar.

En 2016 se le confió el cuidado pastoral de la parroquia de la Santa Cruz de Zalka en Líbano. El Papa lo nombró obispo de la eparquía de Sainte-Croix-de-Paris de los armenios, Francia, en junio de 2018.

Además del árabe y el armenio, habla italiano y francés.

 

Visitador apostólico

Según indica Monseñor Joaquín Llobell, referendario del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, juez del tribunal de apelo del Estado de la Ciudad del Vaticano, y profesor de Derecho canónico en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz , “un visitador apostólico apostólico es una persona encargada por la Santa Sede, normalmente por el Papa, para tomar conciencia objetiva de un problema”.

De este modo, “teniendo datos de primera mano que no estén deformados por intereses varios”, es posible “poder tomar una decisión justa”. El objetivo fundamental, subraya el experto, “es conocer bien la situación para resolver justamente el problema”.

 

 

 

 

Iglesias Orientales: Irak, separación de la eparquía de Zakho

Y nombramiento de su obispo

junio 28, 2020 15:17

Iglesia Local

(zenit – 28 junio 2020).- El cardenal Louis Raphaël Sako, patriarca de Babilonia de los Caldeos, con el consentimiento del Sínodo de Obispos de la Iglesia Patriarcal, ha separado la eparquía de Zakho (Irak) de la de Amadiyah, a la que se había unido el 10 de junio de 2013, comunicó la Oficina de Prensa de la Santa Sede ayer, 27 de junio de 2020.

Del mismo modo, el Vaticano informó de que el Sínodo de Obispos de la Iglesia Patriarcal de Babilonia de los Caldeos ha elegido canónicamente como obispo de la eparquía de Zakho (Irak), a corepiscopo Felix (Saeed) Dawood Al Shabi, a quien el Santo Padre Francisco ha dado su consentimiento.

En la Iglesia Católica, se distinguen dos grupos de ritos: los de las Iglesias Occidentales y los de las Iglesias Orientales. Los Iglesias Occidentales están directamente sujetas al Pontífice, y lo consideran su patriarca. Las Iglesias Orientales tiene su propia jerarquía, sistema de gobierno y como ley general el Código Canónico de las Iglesias Orientales. También el Sumo Pontífice ejerce su autoridad sobre ellos, pero por intermedio de la Congregación de Iglesias Orientales.

 

Corepiscopo Felix (Saeed) Dawood Al Shabi

Nació en Karemlesh (Irak) el 19 de enero de 1975. Hizo el bachillerato en Teología en el Babel College de Bagdad y, posteriormente, se licenció en Derecho Canónico en el Pontificio Instituto Oriental de Roma en 2002. Actualmente está preparando su doctorado en Derecho Canónico en Roma en la Pontificia Universidad de Letrán.

Fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1998 en Bagdad por el patriarca Raphaël Bidawid. De 1998 a 1999 sirvió en Mossul como sacerdote en la iglesia de San José.

Sucesivamente prestó servicios en varias parroquias de la eparquía de Saint Peter Apostle en San Diego (Estados Unidos.). En 2007 fue nombrado corepiscopo, y luego vicario del obispo para el Estado de Arizona (EE.UU.) de 2009 a 2018. Habla árabe, caldeo, inglés e italiano.

 

 

 

 

San Pedro y san Pablo, 29 de junio

Heraldos de la Nueva Evangelización

junio 28, 2020 09:00

Testimonios

 

“Columnas de la Iglesia. Heraldos de la Nueva Evangelización, el testimonio de estos dos grandes apóstoles continúa mostrando al mundo el poder de la gracia de Dios que nos transforma y convierte faro de luz para nuestros semejantes”

No hay figuras más destacadas que estos apóstoles para ilustrar la fecha del día en un santoral. Los Santos Padres los han considerado dos columnas sobre las que descansa la Iglesia. Continúan interpelando al hombre de hoy, alumbrando a quien se propone unirse con la Santísima Trinidad.

Un océano de amor vería el Maestro en los ojos del humilde pescador de Betsaida para erigir sobre él la Iglesia. Tras la rudeza de sus manos y rostro curtidos en el mar apreciaría un tierno corazón refulgiendo en su mirada. Impetuoso, impulsivo, imprevisible e incluso contestatario cuando atendía a la escueta razón, y se le paralizaba el pulso al sospechar la pérdida de su Maestro por ignorar todavía el trasfondo mesiánico albergado en sus palabras, el apóstol era una piedra preciosa a la espera de ser tallada, un hombre de raza, pura pasión… Se ha tendido a subrayar la debilidad que Pedro mostró tras el prendimiento de Cristo, relegando a un segundo plano la globalidad de sus edificantes gestos que sostuvieron la Iglesia hasta derramar su sangre. Fue pronto en el seguimiento; se anticipó a la petición de lo que se considera legítimo, como es la familia. En ello se asemejaba al resto de los apóstoles, ciertamente, pero Cristo se fijó en él de forma especial. Al conocerle, le saludó por su nombre: “Tú eres Simón…” y le dio otro apelativo, el de Cefas. Todo un símbolo, una señal; le proporcionó nueva identidad y ésta incluía el cambio sustantivo para su vida. El llamamiento personal continúa teniendo este signo para nosotros; exige una transformación, como devela el evangelio que le sucedió a Pedro.

Él se aventuró a responder al Maestro en nombre de los apóstoles desde lo más hondo del corazón, de forma inspirada, rotunda. Había resonado en su interior la voz divina y lo reconoció como Mesías: una auténtica y explícita profesión de fe. Es obvio que no podemos confesar a Dios si no lo entrañamos. Por ese acto, Cristo lo denominó “bienaventurado”, edificando sobre él su Iglesia al instante. Es verdad que vaciló y se dejó llevar por sus temores desoyendo la advertencia del Maestro, sin tomar conciencia de la fatalidad en la que incurriría; por eso no puso coto a tiempo a su flaqueza, sucumbió y lo negó. Pero de la radicalidad de su posterior respuesta, que vino envuelta en amargas lágrimas, se extraen incontables lecciones, teniendo como trasfondo la misericordia y el perdón divino. Toda debilidad, sea del orden que sea, es susceptible de modificación, porque contamos con la gracia para renacer día tras día.

Pedro protagonizó uno de los instantes más tiernos del evangelio, cuando Cristo le preguntó tres veces si le amaba. Con ese consuelo en su corazón aglutinó a los apóstoles, anunció la Palabra, sufrió cárcel, conmovió a las gentes sorprendidas de que un galileo hablase con tanta fuerza, afrontó las dificultades surgidas en las comunidades, hizo milagros…; en suma, amó hasta la saciedad. Estaba al frente de todos, junto a María, cuando recibieron el Espíritu Santo. Apresado durante la persecución de Nerón el año 64, a punto de ser ajusticiado en la cruz, sintiéndose indigno de morir como Cristo, pidió que le crucificaran boca abajo.

A su vez, Pablo, el más grande misionero que ha existido sobre la faz de la tierra, es un ejemplo vivo de lo que significa el compromiso personal en el seguimiento de Cristo testificando la Palabra con independencia del humano sentir, del “temor” y del “temblor” que se pueda experimentar. No fue miembro de la primera comunidad, pero su admirable impronta apostólica nada tiene que envidiar a la de los Doce. Judío, originario de Tarso, nació entre los años 5-10 d.C. Formado bajo la tutela del prestigioso Gamaliel en Jerusalén, al conocer la existencia de los seguidores de Cristo, considerados como una secta, se propuso luchar contra ella descargando toda su fuerza.

Si su trayectoria anterior a la conversión fue la de un celoso defensor del ideal en el que creía, ese que le indujo a actuar fieramente, después de haber quedado cegado por la luz del Altísimo camino de Damasco, no le faltaron arrestos para anunciar el evangelio; en su pecho albergaba un volcán de pasión. Este infatigable apóstol de los gentiles, precursor de la Nueva Evangelización, nos enseña a difundir la Palabra a los alejados de la fe y no solo a los creyentes; hacerlo a tiempo y a destiempo en los paraninfos universitarios o en los suburbios, en ámbitos donde mora la increencia y en los que ya anida la fe. Nos insta a enriquecer los nuevos areópagos que las presentes circunstancias ofrecen. Él hubiera aprovechado convenientemente los actuales mass media: prensa, radio, televisión, Internet, redes sociales… Estos recursos puestos al alcance de un apóstol de su talla habrían dado la vuelta al mundo impregnados del amor de Dios.

Dio testimonio de su arrebatadora entrega a Cristo sin ocultar cuántas penalidades atravesó por Él: cárceles, azotes, naufragios, peligros constantes, hambre, sed, frío, falta de abrigo y de descanso, agresiones a manos de salteadores, etc. A todo ello hemos de estar dispuestos si de verdad queremos seguir a Cristo. Pablo pudo ponerse como ejemplo, con tanta modestia y libertad en el amor, porque ya no vivía en sí mismo; era Cristo quien estaba en él, de quien provenía su fuerza y su gloria; Él le confortaba. Viajó incansablemente, venció la resistencia de ciudades dominadas por la idolatría y de los que quisieron doblegarle, superó reticencias de sus propios hermanos, y convirtió a indecibles con su vida, palabra, milagros y prodigios. Ansiaba tanto llegar a la meta, que luchaba para que después de haberla predicado, no fueran otros los que la conquistaran quedándose rezagado en el camino. Libró perfectamente su combate, corrió hasta el fin, firme en la fe. Todo lo consideró basura con tal de ganar a Cristo, gastándose y desgastándose por Él. Constituye un ejemplo incuestionable para nuestra vida. Coronó la suya entregándola bajo el golpe de espada que le asestaron en la Vía del Mar hacia el año 67.