De Libros

 

Un sacerdote en el frente del Covid-19

 

El sacerdote Ignacio Carbajosa dedica este libro al sacerdocio y describe la trágica realidad de la vida de enfermos y víctimas

 

 

27/07/20 | José Francisco Serrano Oceja


 

 

 

 

 

“Me impresiona la tensión que este virus ha introducido en nuestras conciencias: la vida no es un juego, pide un significado”, escribe Ignacio Carbajosa. Tensión que se palpa en este diario de un cura en el frente de batalla contra el Covid-19.

Ahora sí que he palpado lo que significa el Covid-19. Prepárense los lectores para un inmersión en el mundo del virus, en la trágica realidad de la vida de quienes lo han padecido, han estado hospitalizados, han entrado en la UVI y, en no pocos casos, han fallecido. Y también en la de los que se han recuperado.

 

Voluntario para la asistencia religiosa

Hasta el presente se han publicado varios libros sobre el Covid. No sé de ninguno que tenga esta perspectiva: el diario de un improvisado capellán de hospital. En esta ocasión es Ignacio Carbajosa, catedrático de Antiguo Testamento de la Universidad Eclesiástica San Dámaso, y responsable de Comunión y Liberación en España, quien ha tenido a bien desnudar su experiencia, que es como desnudar su alma.

Y digo improvisado porque, como él narra al principio del libro, su trabajo principal es la investigación de la Sagrada Escritura. Solo su alma sacerdotal le hizo ofrecerse voluntario para la asistencia religiosa al inicio de la pandemia. Y, como tal, fue destinado al Hospital San Francisco de Asís.

 

Un libro profundamente sacerdotal

El libro, no muy extenso, se lee de un tirón. Y lo que hay que agradecer al autor es que este diario sea un libro dedicado al sacerdocio, profundamente sacerdotal. Es verdad que no obvia descripciones, algunas de ellas dramáticas, de contexto, sobre la vida del Hospital en esos días, sobre las relaciones humanas. Incluso se permite alguna simpática ironía, que dice mucho de su personalidad y de su inteligencia.

Pero la clave de este libro es la cercanía a los enfermos de Cristo sacerdote, alter Christus, otro Cristo, en la cabecera de las camas de los moribundos, en los momentos límites de la vida de las personas, católicos o no católicos, creyentes o no creyentes. Presencia, misericordia y palabra, tres conceptos sobre los que se articula esta apasionante narración.

 

"Tu no puedes morir"

“Esta –escribe en la página 54- es la gran novedad que ha traído la resurrección de Cristo: la persona que amo no termina en la nada. La intuición del que ama (“tú no puede morir”) se ha confirmado en Jesús resucitado. Solo entonces se puede decir con verdad y realismo que hay una relación con el Misterio que hace todas las cosas, hecho carne en Jesús, que es más inevitable, tierna y concreta, que la relación con mi madre, mi hijo, mi marido. Por eso soy sacerdote. Una vocación para la plenitud afectiva, como el resto de los mortales. Por eso entro en las habitaciones…”.

Al margen de los datos, de las historias de vida y de muerte con nombres ficticios, pero tan reales que, en no pocas ocasiones, el lector no las lee, las ve, son interesantes las reflexiones que el autor hace a medida que va contando sus experiencias.

Sobre todo las referidas a su forma de dialogar con quienes se manifestaban increyentes, ante la diversas maneras con las que las personas respondían a la invitación a rezar, o a recibir los sacramentos, al diálogo sobre las preguntas que le hacían los enfermos, y sobre las respuestas.

 

Un baño de realismo

En resumen, un baño de realismo. Mientras el virus campea a sus anchas, este libro nos sumerge en la realidad. En la realidad de lo humano, de los efectos del virus, de la enfermedad, del dolor, de la degradación, de la soledad, de la ausencia, de la muerte, de lo que hace la Iglesia, de su presencia, de la misericordia, y de esa lucha por la vida en la que la fe no es un añadido, es una raíz y razón de sentido pleno.

 

 

 

 

 

 

Ignacio Carbajosa,
Testigo de excepción.
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