Servicio diario - 04 de julio de 2017


Migraciones: abrir dando testimonio de los valores humanos y cristianos de la civilización europea
Sergio Mora

‘El video del Papa’ con las intenciones de Julio: “Estar cerca de quien se alejó de Cristo”
Redacción

Vaticano y Al-Azhar: compromiso común para proseguir el diálogo interreligioso
Redacción

El Papa nombra a su enviado a la clausura del Jubileo de Santa Rosa de Lima
Redacción

Delitos de odio y libertad religiosa
Rafael Navarro-Valls

Domingo XIV del Tiempo ordinario
Antonio Rivero

San Antonio María Zaccaría – 5 de julio
Isabel Orellana Vilches


 

4 julio 2017
Sergio Mora

Migraciones: abrir dando testimonio de los valores humanos y cristianos de la civilización europea

Mensaje del Papa felicitando la iniciativa de Infomigrants.net, portal con noticias sobre migración

(ZENIT – Roma, 4 Jun. 2017).- El papa Francisco envió un mensaje al director de la italiana Agencia de noticias ANSA, Luigi Contu, publicado hoy, en el que felicita la iniciativa del portal Infomigrants.net, en inglés, francés y árabe, con noticias sobre las migraciones realizadas conjuntamente con otros asociados europeos como France Media Monde, Deutsche Welle y el apoyo de la Unión Europea.

“Acompaño con el afecto y aliento a todos, instituciones, asociaciones y particulares, que se abren con sabiduría al complejo fenómeno migratorio con medidas de apoyo adecuadas, dando testimonio de los valores humanos y cristianos que son la base de la civilización europea”, escribió el Santo Padre.

“Deseo expresar mi sincero agradecimiento para esta importante iniciativa”, continúa el Santo Padre. “Espero que por un lado, favorezca la integración de estas personas en el deber de respetar las leyes de los países de acogida; y por otro lado, suscite en la sociedad un compromiso renovado por una auténtica cultura de acogida y de solidaridad”.

“La presencia de tantos hermanos y hermanas que viven la tragedia de la inmigración es una oportunidad para el crecimiento humano, el encuentro y el diálogo entre las culturas, para la promoción de la paz y la hermandad entre los pueblos”.

“Les aseguro mi oración, invocando la protección de Dios, Padre de todos, con el fin de que seamos compañeros de camino de cuantos se ven forzados a dejar la propia tierra a causa de los conflictos armados, ataques terroristas, el hambre, y regímenes opresivos” señala. Y concluye el mensaje desando “que estos migrantes, puedan encontrar hermanos y hermanas bajo cada cielo, que compartan con ellos el pan y la esperanza en el camino común”.

 

04/07/2017-15:16
Redacción

‘El video del Papa’ con las intenciones de Julio: “Estar cerca de quien se alejó de Cristo”

(ZENIT – Roma, 4 Jul. 2017).- En ‘el Video del Papa’ para el mes de julio, presentado por la Red Mundial de Oración, Francisco invita a estar cerca de las personas que se han alejado de Cristo y subraya la importancia de la alegría para impulsar el mensaje del Evangelio.
“No olvidemos nunca que nuestra alegría es Jesucristo, su amor fiel e inagotable” y la tristeza del cristiano cuando “se ha alejado de Jesús”.
“En esos momentos no hay que dejarlos solos. Debemos ofrecerles la esperanza cristiana con la palabra, sí, pero más con nuestro testimonio, con nuestra libertad, con nuestra alegría”.
El Santo Padre invita: “Pidamos por nuestros hermanos que se han alejado de la fe para que, a través de nuestra oración y testimonio evangélico, puedan redescubrir la belleza de la vida cristiana”.

 

04/07/2017-15:01
Redacción

Vaticano y Al-Azhar: compromiso común para proseguir el diálogo interreligioso

(ZENIT – Roma, 4 Jul. 2017).- Un encuentro entre el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso (PCDI) y el Centro Al-Azhar para el Diálogo (CAD), tuvo lugar el 3 de julio en la Nunciatura Apostólica en Egipto.
Lo informó hoy la Oficina de prensa de la Santa Sede, precisando que “siguiendo el precedente acuerdo de 28 de mayo de 1998 y, a la luz de los discursos del Papa Francisco y del Gran Imán de Al-Azhar, Ahmed Muhammad al-Tayyib, durante la histórica Conferencia de Paz de El Cairo el pasado 28 de abril, se ha expresado el compromiso común de proseguir las reflexiones compartidas encaminadas a promover un diálogo interreligioso provechoso y eficaz centrado, en particular, en la promoción de la paz y la construcción de un mundo más justo”.
La Delegación del CAD estaba compuesta por el jeque prof. Mohey al-Din Afifi Ahmed, Secretario General de la Academia de Investigación Islámica de Al-Azhar y coordinador del diálogo en el CAD, y el Dr. Kamal Boraiqa Abdelsalam, miembro del mismo centro.
La delegación del PCDI estaba formada por S. E. Mons. Miguel Ángel Ayuso Guixot, M.C.C.J., Secretario del PCDI, Mons. Khaled Akasheh, Jefe de la Oficina para el Islam, y el P. Jean Druel, O.P., Director del Institut Dominicain des Etudes Orientales de El Cairo.
En la Universidad de Al-Azhar, el papa Francisco precisó que diálogo puede ser
favorecido si se conjugan bien tres indicaciones fundamentales: el deber de la identidad, la valentía de la alteridad y la sinceridad de las intenciones.
Allí recordó también que la religión no es parte del problema sino parte de la solución del mismo y que “como líderes religiosos” estamos “obligados a denunciar las violaciones que atentan contra la dignidad humana y contra los derechos humanos, a poner al descubierto los intentos de justificar todas las formas de odio en nombre de las religiones y a condenarlos como una falsificación idolátrica de Dios: su nombre es santo, él es el Dios de la paz, Dios salam”. Y que “por tanto, sólo la paz es santa y ninguna violencia puede ser perpetrada en nombre de Dios porque profanaría su nombre”.

Texto completo de las palabras del papa Francisco en la Universidad de Al-Azhar

 

04/07/2017-10:44
Redacción

El Papa nombra a su enviado a la clausura del Jubileo de Santa Rosa de Lima

(ZENIT – Ciudad del Vaticano, 4 Jul. 2017).- El papa Francisco nombró a su enviado
especial para la celebración conclusiva del Jubileo Arquidiocesano de Lima, el arzobispo emérito de Quito, el cardenal Raúl Eduardo Vela Chiriboga.
Lo informó este martes la Oficina de prensa de la Santa Sede, precisando que el año jubilar en curso se debe a IV centenario de la muerte de santa Rosa de Lima y que la celebración conclusiva a la que asistirá el cardenal Chiriboga, el 30 de agosto de 2017 es en la capital de Perú
Un Año jubilar o Año santo es un tiempo en que la Iglesia concede gracias espirituales singulares, como las indulgencias, a los fieles que cumplen determinadas condiciones.
Pocos meses después, del 18 al 21 de enero de 2018, el Santo Padre realizará su viaje apostólico a Perú visitando las ciudades de Lima, Puerto Maldonado y Trujillo. El Pontífice llegará desde Chile, donde habrá visitado del 15 al 18 de enero, las ciudades de Santiago, Temuco e Iquique.
Santa Rosa de Lima es patrona de las Américas, Indias y Filipinas y cuenta con seguidores en todo el mundo. “Los pedidos llegan de lugares tan lejanos como como diversos: China, Alemania, Italia, países de África, Francia, Polonia, entre otros”, indican desde el santuario en Lima.

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04/07/2017-06:40
Rafael Navarro-Valls

Delitos de odio y libertad religiosa

Más de 50 millones de personas en el mundo son perseguidas por sus creencias, lo que iguala el número de refugiados de toda la Segunda Guerra Mundial. Esta es la principal conclusión de un Informe Internacional sobre libertad religiosa, presentado
recientemente (Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre, julio 2016) en la Universidad colombiana de La Sabana. Tras un ligero repunte a la baja —indica el Pew Forum en sus informe de abril de 2017— las restricciones impuestas a la libertad religiosa en muchos países parecen incrementarse.
El cristianismo, la religión con más seguidores del mundo es, paradójicamente, una de las más perseguidas. Según el Informe, 394 millones de cristianos viven en países donde no hay libertad religiosa. Un ejemplo es el caso de la Iglesia en Yemen. En la mañana del viernes 4 de marzo de 2016, un grupo de extremistas musulmanes identificados con el Estado Islámico entraron en la casa de las Misioneras de la Caridad en la ciudad de Adén y acabaron con la vida de 4 religiosas y 11 personas, que atendían un albergue para ancianos discapacitados.
El cristianismo es la religión más perseguida
Como anécdota, el documento de la Sabana resalta que en julio de 2014 los yihadistas expulsaron de Mosul, ciudad del norte de Iraq que habían tomado un mes antes, a todas las comunidades religiosas, incluidos los musulmanes no suníes. Obligaron a los cristianos a elegir entre convertirse o marcharse. Les impusieron una fecha límite y el Estado Islámico declaró que para quienes no cumpliesen la orden “solo quedaba la espada”. Una ciudad que hasta hace poco albergaba a 30 mil cristianos, de repente ya no tiene ninguno y por primera vez en 1.600 años no se celebra misa o liturgia dominical.
Otro informe, este de la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa
(USCIRF, 2017) , es taxativo : “La Comisión concluye que el estado de la libertad religiosa en el mundo empeora, tanto en la extensión como en la intensidad de las violaciones observadas”. Este año, el informe evalúa a cuarenta países. La USCIRF propone al Departamento de Estado de Estados Unidos una lista negra de dieciséis estados “especialmente preocupantes”, donde la represión contra la religión es más fuerte que en otros lugares. Entre los habituales de la lista negra, se encuentran Birmania, China, Eritrea, Irán, Corea del Norte, Arabia Saudí, Sudán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán
Según el Observatorio sobre la Intolerancia y la Discriminación contra los
Cristianos en Europa (2016), existen actualmente 241 casos de persecución a creyentes en este espacio territorial, entre ellos la bomba que explotó en 2013 en la Basílica del Pilar de Zaragoza (España) y el cóctel molotov lanzado contra una iglesia recién reformada en Lucca (Italia).
En España los ataques a la libertad religiosa han aumentado
Si nos centramos ahora en España, los ataques a la libertad religiosa han
aumentado un 11% respecto de 2015. Así lo recoge el informe del Observatorio
para la Libertad Religiosa y de Conciencia 2016. Según este estudio, de 187 agresiones contra la religión en 2015 se ha pasado a 205 (cuando solo 91 tuvieron lugar en 2014). Las agresiones a los lugares de culto (39) y el escarnio a la
religión (39) completaron el esquema de los ataques más frecuentes a la libertad religiosa. Las pintadas en mezquitas y templos fueron las más comunes, seguidas de las profanaciones y robos en las iglesias.
El documento revela que de los 208 ataques, 152 se han dirigido contra cristianos (el 73 % del total) y, en concreto,147 a católicos (el 70%). Respecto a otras religiones, doce de las agresiones se realizaron contra los musulmanes y siete tuvieron como objetivo los judíos. Según el Informe, la libertad religiosa está amenazada en España, ya que “el miedo a manifestar las propias creencias crece debido a los diferentes tipos de ataques: desde vejaciones a la persona hasta violencia contra lugares de culto”.
Dos últimos eventos lo confirman. Me refiero al ataque físico contra una religiosa en Granada (el agresor gritó: “¡por ser monja!”), cuando acababa de acompañar a un grupo de niños a una escuela cercana. El segundo es el lanzamiento de artefactos incendiarios contra la capilla de la Universidad Autónoma de Madrid, acompañado con pintadas de este tenor: “la iglesia que ilumina es la que arde”.
Un doble estandar
Si me he permitido estas referencias a estos informes solventes, es porque el crecimiento de hechos intolerantes, se acompaña en el plano jurídico de un
auténtico boom de litigios in re religiosa: desde el Tribunal Supremo de Estados Unidos al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, pasando por Tribunales Supremos y Cortes intermedias de Justicia de prácticamente toda Europa, Latinoamérica y partes muy definidas de Asia.
La razón de esta catarata de hechos y sentencias en materia religiosa es compleja, pero tal vez una de ellas es la proliferación de una especie de derecho “líquido”, que de tan adaptable pierde con frecuencia su consistencia. Es el triunfo del llamado “double standard” que, como recuerda el profesor Martínez–Torrón, implica la actitud “inconsciente, pero siempre inconsistente” de aplicar un doble rasero. Afrentas y provocaciones que no se aceptarían en materia de raza o de orientación sexual se admiten sin problema cuando se trata de religión, especialmente si es la mayoritaria. Una especie de abdicación social ante determinadas intolerancias, que la democracia no puede permitir y debe hacer lo posible por erradicar. Se trata de combatir tanto los gobiernos totalitarios como sus correlatos, encarnados en visiones totalizadoras del poder público.
Un fenómeno contradictorio
En otras palabras: abandonar esa visión sesgada del poder político como instrumento primordialmente diseñado para imponer una “filosofía” beligerante por la vía legislativa. Esta filosofía —todavía hay zonas de Europa Occidental donde se conserva— tiende a sustituir la antigua teocracia por una nueva ideocracia . Una religión tal vez incompleta, sin Dios y sin vida después de la muerte, pero que quiere ocupar en las almas de los ciudadanos el lugar de las convicciones morales. Más en concreto, el problema estriba en que algunos sectores políticos entienden que el Estado debe resumir en sí todas las verdades posibles. Como me decía con buen humor un colega: es un intento de “volver a meter a Jonás en el oscuro vientre de la ballena”.
Lo curioso de esa postura es la contradicción en que incurre. Por un lado, hace razonablemente de la democracia una herencia preciosa que salvaguardar; de la libertad, la atmósfera que permite respirar sin la intoxicación de las nieblas totalitarias; de la solidaridad, un objetivo prioritario en el marco de una política que despierte y estimule. Y a pesar de los repetidos asaltos que han sufrido de diversas ideologías, siempre acaban reapareciendo en las diversas etapas de la evolución del pensamiento jurídico. La razón de esta permanencia —y he aquí la
contradicción de los agresores del fenómeno religioso— es que precisamente lo que atacan (la tradición jurídica judeo-canónica ) ha aportado a Occidente el básico patrimonio común de derechos fundamentales que hoy lo estructuran. Los
derechos del hombre no comienzan con la Revolución Francesa, sino que hunden sus raíces en aquella mezcla de hebraísmo y cristianismo que configura el rostro psicológico y social de Europa. La misma modernidad europea, que ha dado al mundo el ideal democrático y los derechos humanos, toma los propios valores de su herencia cristiana. Norberto Bobbio- filósofo agnóstico, ideólogo del socialismo liberal- insiste en este punto cuando afirma que el gran cambio en el reconocimiento del hombre como persona “tuvo inicio en Occidente con la concepción cristiana de la vida, según la cual todos los hombres son hermanos en cuanto hijos de Dios”. Algunos intentan disminuir —cuando no anular— el peso específico de esta aportación, de modo que difunden la idea de que hoy no merecería mayor atención que la de los anatomistas en torno a un cadáver. Para ellos, el progreso iría acorralando a la religión en guetos rodeados de altos muros, difíciles de escalar. De ahí las agresiones al sentimiento religioso y de ahí su continuo retorno.
Mientras a través de una adecuada educación cívica no se muestre la conexión entre el cristianismo y los grandes ideales de la democracia occidental, los “delitos de odio” continuarán zigzagueando, movidos —sobre todo— por minorías cuya intolerancia descansa sobre una profunda ignorancia.

Rafael Navarro-Valls, catedrático, académico y presidente de la Conferencia Permanente de Academias Jurídicas y Sociales de Iberoamérica

 

04/07/2017-05:09
Antonio Rivero

Domingo XIV del Tiempo ordinario

Ciclo A – Textos: Zac 9, 9-10; Rom 8, 9.11-13; Mt 11, 25-30

P. Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor de Humanidades Clásicas en el Centro de Noviciado y Humanidades y Ciencias de la Legión de Cristo en Monterrey (México).
Idea principal: Todos, quien más quien menos, experimentamos el cansancio en nuestra vida, en sus diversas formas.
Resumen del mensaje: ¿Dónde está la fuente de nuestro descanso y paz? Dios nos responde hoy en las lecturas. Camino para el descanso interior del alma es acudir a Cristo con humildad (primera lectura y evangelio). Camino que nos destruye la paz es el desorden egoísta (segunda lectura).
Puntos de la idea principal:
En primer lugar, veamos los distintos cansancios que sufrimos todos. Está el
cansancio físico, propio de nuestro desgaste por el trabajo manual, profesional y ministerial: se cansa el obrero, la madre de familia haciendo las faenas de casa, el profesor dando sus clases, el médico y el enfermero en el hospital, el empresario
y el sacerdote, el comunicador y el deportista. Está el cansancio psicológico y
afectivo, provocado por personas que nos rodean, tal vez en nuestra propia casa, y que no están de acuerdo con nosotros, que no comparten la misma fe y amor, que nos son hostiles o indiferentes; este cansancio nos agobia y gasta nuestras
energías. Está el cansancio espiritual, permitido por Dios para probar nuestra fe, esperanza y caridad; cuántas veces sentimos cansancio en la fe y en la esperanza.
Está el cansancio moral de quien lleva a cuestas su conciencia pesada y no logra deshacerse de sus culpas y pecados.
En segundo lugar, ¿qué hacer con nuestros cansancios? Dios te diría que acudas a su Hijo Jesús que hoy te ha dicho: “Venid a mí todos los que estáis cansados y
agobiados por la carga, y Yo os daré descanso”. Te espera en la Eucaristía para fortalecer tus fuerzas espirituales. Te espera en la confesión para reponer tus fuerzas rotas. Te espera en la lectura de los santos evangelios para animarte y
consolarte. San Pablo te diría hoy en la segunda lectura: “No viváis conforme al
desorden egoísta, sino conforme al Espíritu”, es decir, vive una vida honesta y honrada siguiendo los diez mandamientos. El profeta Zacarías también tiene un
consejo para tu paz y descanso interior: “Vive en la humildad”, pues no hay vicio que más destruya la paz que la soberbia. Si fuéramos un poco más sencillos, no amantes de grandezas, si tuviéramos “ojos de niño” y un corazón más humilde, tendríamos mayor armonía interior, una paz más serena en nuestras relaciones con los demás, una sabiduría más profunda y una fe más estimulante y activa. Seríamos más felices y encontraríamos paz y descanso en Cristo Jesús.
Finalmente, Dios hoy también nos compromete a ayudar a nuestros hermanos, a
ser cireneos, pues muchos de ellos sufren cansancios más duros que los nuestros. Date tiempo y diálogo con esos que están en la cuneta con cansancio del alma y del corazón. Acércate a ellos para ayudarles a llevar ese fardo pesado, como hace Cristo con nosotros. Y sobre todo, no eches en las espaldas de los otros tus sacos de disgustos y reclamos, tus rebeldías y enojos. Al contrario, pon tu espalda para que otros te carguen sus penas y dolores.
Para reflexionar: ¿Cuáles son mis cansancios? ¿Qué hago ante mis cansancios?
¿Ayudo a mis hermanos para aliviar sus cansancios o les hundo más en ellos? Medita en esta frase de san Gregorio Magno sobre el evangelio de hoy: “Es un yugo áspero y una dura esclavitud el estar sometido a las cosas temporales, el ambicionar las terrenales, el retener las que mueren, el querer estar siempre en lo que es inestable, el apetecer lo que es pasajero, y el no querer pasar con lo que pasa. Porque mientras desaparecen a pesar de nuestros deseos todas estas cosas que por la ansiedad de poseerlas afligían nuestra alma, nos atormentan después por miedo de perderlas”.
Para rezar: Medita en la oración del hombre cansado, no sea que te veas reflejada en ella: “Estoy cansado, Señor, estoy harto de la vida. La gente dice que la vida es corta; a mí ahora me parece larga, eternamente larga. No sé qué hacer con la vida. Podría vivir aún el doble de lo que he vivido, quizá el triple, y me estremezco de sólo pensarlo. La carga, la rutina, el puro aburrimiento de vivir. No me quejo ahora del sufrimiento, sino del abrumador cansancio de la existencia. Recorrer las mismas calles, hacer los mismos quehaceres, encontrarse con la misma gente, decir las mismas vaciedades. ¿Es eso vivir? Y si eso es vivir, ¿merece la pena?”. Reza también con el Salmo 39, 12:
“Escucha, Señor, mi oración,
haz caso de mis gritos,
no seas sordo a mi llanto:
porque yo soy huésped tuyo,
forastero como todos mis padres.
Aplácate, dame respiro
Antes de que pase y no exista”.

 

04/07/2017-04:14
Isabel Orellana Vilches

San Antonio María Zaccaría – 5 de julio

(ZENIT – Madrid).- Antonio María fue otro rayo de luz para la Iglesia, como san Cayetano y san Ignacio, en una época marcada por las ansias de reforma que en lo eclesial discurría entre una ferviente búsqueda de Dios y la tibieza de miembros de la Iglesia, incluidos pontífices y prelados, que habían sucumbido bajo el influjo mundano del Renacimiento. Antes de morir dejó este excelso legado a los suyos: «No quiero que seáis santos pequeños: os quiero grandes santos. No digáis nunca: ¡solamente hasta aquí!, en vuestras ascensiones espirituales, porque siempre queda cuesta por subir. Es preciso que corramos como locos no sólo hacia Dios, sino también hacia los prójimos, porque en ellos entregamos a Dios lo que no podemos darle directamente, no teniendo Él necesidad de nuestros bienes».
Nació a finales de 1502 en Cremona, Italia. Su padre era de ascendencia genovesa y origen patricio. Fue hijo único, aunque estuvo rodeado de sus parientes cercanos, tíos y primos, que compartían un palacio destinado también al próspero negocio de paños de lana de su propiedad. A buen seguro que la unidad existente entre todos, coronada por el patriarca de la familia, tendría su trascendencia en la formación del futuro santo que vio cómo iban dejando este mundo paulatinamente algunos de estos seres queridos, uno de ellos su propio padre. Cuando su madre Antonieta enviudó, él tenía año y medio de vida, una edad en la que el perfil de los rostros amados suele permanecer desdibujado. Pensando en su bien, ella no volvió a casarse. Transmitió a su hijo el valor de la abnegación, de la pobreza y de la renuncia en beneficio del prójimo. Tan bien asimiló esta lección el santo que siempre huyó de lo superfluo y ostentoso. En su adolescencia se desprendió sin dudarlo de su capa de terciopelo para que se cubriese con ella un pobre harapiento. Este gesto, tras el que se adivinan otros similares, se producía en unas circunstancias calamitosas para su ciudad: damnificados por el desbordamiento del río, fiebres y miseria por doquier. Para alguien de su sensibilidad era un escenario ante el que no podía quedar impasible.
A los 15 años comenzó estudios de filosofía en Pavía donde permaneció tres años.
Entre tanto, Lutero clavaba en las puertas del castillo de Wittenberg su repulsa contra las indulgencias, plasmadas en las famosas 95 tesis. En diciembre de 1520 quemó la bula de excomunión papal. Ese año Antonio María se había trasladado a Padua para cursar medicina. Como universitario y creyente, vivió de lleno las consecuencias derivadas de este funesto episodio que tuvo gran repercusión en el ambiente universitario en el que se movía. Renunció a la herencia que le correspondía, y solo aceptó lo preciso para vivir.
En 1524, nada más concluir los estudios de medicina, regresó a Cremona. Eligió la carrera para poder ayudar al prójimo y enseguida vio que sus anhelos iban más allá del cuidado del cuerpo. Comenzó a frecuentar a los dominicos, y consagró su virginidad a María. También se fraguó su vocación sacerdotal. Confió este sentimiento a su director espiritual y después de cursar los estudios eclesiásticos, en 1528 se ordenó sacerdote. En su primera misa, y en el instante de la consagración, se produjo un hecho sobrenatural: el altar quedó inundado de luz durante un tiempo mientras era escoltado por ángeles que se unían a su adoración a Cristo.
Las catequesis con niños de diversa condición fue una de sus primeras acciones apostólicas. Las impartía en la iglesia de San Vitale orientando sus vidas evangélicamente frente a las ideas profanas y laxas defendidas por la corriente renacentista predominante. A este grupo infantil se fueron uniendo sus madres y el resto de familiares. Querían escuchar a este apóstol que salía a la calle con el crucifijo en la mano a buscar a la gente que andaba por el mal camino, y que en medio del asfalto les exhortaba a la penitencia y al arrepentimiento de sus pecados. Puso en marcha a las angélicas con el apoyo de la condesa de Guastalla, Luisa Torelli, que adquirió una casa para llevar vida de perfección con otras jóvenes.
En 1530 se trasladó a Milán, donde se involucró en la Sociedad de la Sapiencia Eterna. Conoció entonces a Giacomo Antonio Morigia y a Bartolomé Ferrari, que deseaban iniciar una sociedad de sacerdotes. Al conocer al santo se materializó su proyecto dando lugar a los Clérigos regulares de San Pablo (barnabitas), nombre que aludía al lugar de reunión, la iglesia de San Bernabé. Esta fundación les acarreó no pocos disgustos y amenazas de personas exaltadas, como un predicador que arremetió contra ellos tildándolos de fanáticos y locos. Fueron denunciados ante el arzobispado, el Senado y la Inquisición. Lleno de confianza Antonio Maria acudió al tribunal, y en el transcurso del proceso los jueces comprendieron que todo era fruto de una calumnia. El acusador inicuo se retractó antes de morir, mientras el santo lo acogía en sus brazos.
A este enamorado de Cristo y de María se debe el toque de las tres de la tarde todos los viernes, y las cuarenta horas de adoración al Santísimo Sacramento solemne y perpetua, prácticas que inculcó a los fieles y que siguen vigentes. También constituyó una congregación para los casados con el fin de introducir el espíritu de la reforma en las familias. Con indecible fatiga, debido a la lucha que mantuvo día tras día, cayó extenuado en Guastalla. Ni siquiera podía trasladarse con sus hermanos de comunidad, y rogó que le enviasen con su madre a Cremona. Ésta, al verle en tal estado a sus 36 años, estalló en llanto. Y él le dijo: «¡Ah, madrecita, dejad de llorar! En breve, gozaréis conmigo de aquella gloria eterna en que, desde ya, espero entrar». Vaticinó que él moriría el día de la octava de san Pedro y san Pablo, y así sucedió el 5 de julio de 1539. León XIII confirmó su culto el 3 de enero de 1890, y lo canonizó el 27 de mayo de 1897. Fue considerado por sus paisanos «Padre de la Patria» y «Ángel en carne».