Servicio diario - 11 de abril de 2018


 

Caso Barros: Carta del Papa Francisco a los obispos de Chile
Redacción

Nuevo ciclo de catequesis del Papa sobre el Bautismo
Rosa Die Alcolea

¿Por qué bautizar a un niño que no entiende?
Rosa Die Alcolea

Audiencia General, 11 de abril de 2018 — Texto completo
Redacción

Fecha de Bautismo: El cumpleaños del renacimiento
Rosa Die Alcolea

La audiencia de las tres lamas de Kaserhof
Anita Bourdin

El Papa bendice el 'Gen 2', el coche eléctrico de la Fórmula E
Rosa Die Alcolea

Calendario de celebraciones del Papa en abril y mayo
Rosa Die Alcolea

Cristianos y budistas: Prevenir y combatir juntos la corrupción
Redacción

Francia: Marin Sauvageon es recibido por el Papa Francisco
Anita Bourdin

Santa Teresa de Jesús de los Andes, 12 de abril
Isabel Orellana Vilches


 

 

11/04/2018-18:50
Redacción

Caso Barros: Carta del Papa Francisco a los obispos de Chile

(ZENIT — 11 abril 2018).- Publicamos a continuación la Carta que el Santo Padre envió a los Obispos de Chile tras el informe de Mons. Charles J. Scicluna, Arzobispo de Malta, y "promotor de justicia" de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

***

 

Carta del Papa Francisco a los obispos de Chile

A los Señores Obispos de Chile.

Queridos hermanos en el episcopado:

La recepción durante la semana pasada de los últimos documentos que completan el informe que me entregaron mis dos enviados especiales a Chile el 20 de marzo de 2018, con un total de más de 2.300 folios, me mueve a escribirles esta carta. Les aseguro mi oración y quiero compartir con Ustedes la convicción de que las dificultades presentes son también una ocasión para restablecer la confianza en la Iglesia, confianza rota por nuestros errores y pecados y para sanar unas heridas que no dejan de sangrar en el conjunto de la sociedad chilena.

Sin la fe y sin la oración, la fraternidad es imposible. Por ello, en este 2° domingo de Pascua, en el día de la misericordia, les ofrezco esta reflexión con el deseo de que cada uno de Ustedes me acompañe en el itinerario interior que estoy recorriendo en las últimas semanas, a fin de que sea el Espíritu quien nos guíe con su don y no nuestros intereses o, peor aún, nuestro orgullo herido.

A veces cuando tales males nos arrugan el alma y nos arrojan al mundo flojos, asustados y abroquelados en nuestros cómodos "palacios de invierno", el amor de Dios sale a nuestro encuentro y purifica nuestras intenciones para amar como hombres libres, maduros y críticos. Cuando los medios de comunicación nos avergüenzan presentando una Iglesia casi siempre en novilunio, privada de la luz del Sol de justicia (S. Ambrosio, Hexameron IV, 8, 32) y tenemos la tentación de dudar de la victoria pascual del Resucitado, creo que como Santo Tomás no debemos temer la duda (Jn 20, 25), sino temer la pretensión de querer ver sin fiarnos del testimonio de aquellos que escucharon de los labios del Señor la promesa más hermosa (Mt 28, 20).

Hoy les quiero hablar no de seguridades, sino de lo único que el Señor nos ofrece experimentar cada día: la alegría, la paz el perdón de nuestros pecados y la acción de Su gracia.

Al respecto, quiero manifestar mi gratitud a S.E. Mons. Charles Scicluna, Arzobispo de Malta, y al Rev. Jordi Bertomeu Farnós, oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, por su ingente labor de escucha serena y empática de los 64 testimonios que recogieron recientemente tanto en Nueva York como en Santiago de Chile. Les envié a escuchar desde el corazón y con humildad. Posteriormente, cuando me entregaron el informe y, en particular, su valoración jurídica y pastoral de la información recogida, reconocieron ante mí haberse sentido abrumados por el dolor de tantas víctimas de graves abusos de conciencia y de poder y, en particular, de los abusos sexuales cometidos por diversos consagrados de vuestro País contra menores de edad, aquellos a los que se les negó a destiempo e incluso les robaron la inocencia.

El mismo más sentido y cordial agradecimiento lo debemos expresar como pastores a los que con honestidad, valentía y sentido de Iglesia solicitaron un encuentro con mis enviados y les mostraron las heridas de su alma. Mons. Scicluna y el Rev. Bertomeu me han referido cómo algunos obispos, sacerdotes, diáconos, laicos y laicas de Santiago y Osorno acudieron a la parroquia Holy Name de Nueva York o a la sede de Sotero Sanz, en Providencia, con una madurez, respeto y amabilidad que sobrecogían.

Por otra parte, los días posteriores a dicha misión especial han sido testigos de otro hecho meritorio que deberíamos tener bien presente para otras ocasiones, pues no solo se ha mantenido el clima de confidencialidad alcanzado durante la Visita, sino que en ningún momento se ha cedido a la tentación de convertir esta delicada misión en un circo mediático. Al respecto, quiero agradecer a las diferentes organizaciones y medios de comunicación su profesionalidad al tratar este caso tan delicado, respetando el derecho de los ciudadanos a la información y la buena fama de los declarantes.

Ahora, tras una lectura pausada de las actas de dicha "misión especial", creo poder afirmar que todos los testimonios recogidos en ellas hablan en modo descarnado, sin aditivos ni edulcorantes, de muchas vidas crucificadas y les confieso que ello me causa dolor y vergüenza.

Teniendo en cuenta todo esto les escribo a Ustedes, reunidos en la 115a asamblea plenaria, para solicitar humildemente Vuestra colaboración y asistencia en el discernimiento de las medidas que a corto, medio y largo plazo deberán ser adoptadas para restablecer la comunión eclesial en Chile, con el objetivo de reparar en lo posible el escándalo y restablecer la justicia.

Pienso convocarlos a Roma para dialogar sobre las conclusiones de la mencionada visita y mis conclusiones. He pensado en dicho encuentro como en un momento fraternal, sin prejuicios ni ideas preconcebidas, con el solo objetivo de hacer resplandecer la verdad en nuestras vidas. Sobre la fecha encomiendo al Secretario de la Conferencia Episcopal hacerme llegar las posibilidades.

En lo que me toca, reconozco y así quiero que lo transmitan fielmente, que he incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada. Ya desde ahora pido perdón a todos aquellos a los que ofendí y espero poder hacerlo personalmente, en las próximas semanas, en las reuniones que tendré con representantes de las personas entrevistadas.

Permaneced en mí (Jn 15,4): estas palabras del Señor resuenan una y otra vez en estos días. Hablan de relaciones personales, de comunión, de fraternidad que atrae y convoca. Unidos a Cristo como los sarmientos a la vid, los invito a injertar en vuestra oración de los próximos días una magnanimidad que nos prepare para el mencionado encuentro y que luego permita traducir en hechos concretos lo que habremos reflexionado. Quizás incluso también sería oportuno poner a la Iglesia de Chile en estado de oración. Ahora más que nunca no podemos volver a caer en la tentación de la verborrea o de quedarnos en los "universales". Estos días, miremos a Cristo. Miremos su vida y sus gestos, especialmente cuando se muestra compasivo y misericordioso con los que han errado. Amemos en la verdad, pidamos la sabiduría del corazón y dejémonos convertir.

A la espera de Vuestras noticias y rogando a S.E. Mons. Santiago Silva Retamales, Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, que publique la presente con la mayor celeridad posible, les imparto mi bendición y les pido por favor que no dejen de rezar por mí.

Vaticano, 8 de abril de 2018

FRANCISCO

© Librería Editorial Vaticano

 

 

11/04/2018-10:19
Rosa Die Alcolea

Nuevo ciclo de catequesis del Papa sobre el Bautismo

(ZENIT — 11 abril 2018).- El Papa Francisco ha comenzado hoy una nueva serie de catequesis sobre el Bautismo, el 11 de abril de 2018, en la Audiencia General celebrada en la plaza de San Pedro, en presencia de unas 20.000 personas.

El sacramento del Bautismo es el "fundamento de toda vida cristiana", ha recordado el Santo Padre, el primero de los sacramentos y la "puerta" que permite al Señor introducirnos en su Misterio.

En el contexto del tiempo pascual, el Pontífice ha animado a "avivar la conciencia" de que "somos cristianos en la medida que dejamos que Él viva en nosotros".

Para ello —propone el Papa— debemos "volver al origen, al sacramento del bautismo", que es el fundamento de toda la vida cristiana, es el primero de los sacramentos y es la puerta que permite al Señor hacer su morada en nosotros e introducirnos en su Misterio.

 

Hombre nuevo

El verbo griego «bautizar» significa sumergir—ha explicado el Santo Padre—. El baño con el agua simboliza en varias creencias el paso de una condición a otra, es signo de purificación para un nuevo inicio.

"Para nosotros, los cristianos, el bautismo nos sumerge en la muerte y resurrección del Señor, haciendo morir en nosotros al hombre viejo, dominado por el pecado, para que nazca el hombre nuevo, que participa de la vida de la Santísima Trinidad".

 

Renovación del Espíritu Santo

En la Audiencia General, celebrada esta mañana, el Obispo de Roma ha expresado que el Bautismo es el baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo, "porque Dios nos ha salvado por su misericordia con el agua que nos hace criaturas nuevas".

Esto quiere decir que Dios "nos inserta como miembros de su cuerpo", que es la Iglesia, y nos hace misioneros en el mundo, cada uno según su propia vocación, para que el mundo crea y sea transformado, ha aclarado el Papa.

 

Recordar el día del Bautismo

El Papa Francisco ha saludado, al término de su reflexión en español, como de costumbre, a los peregrinos de lengua española venidos de España y Latinoamérica.

Así, los ha animado, en este tiempo pascual, a recordar el día de su bautismo, "que es el mayor regalo que hemos recibido, para que haciendo memoria de nuestra condición de cristianos tomemos conciencia de que pertenecemos a Dios y estamos llamados a ser testigos, en el ámbito donde vivimos, de la alegría de la salvación".

 

 

11/04/2018-16:11
Rosa Die Alcolea

¿Por qué bautizar a un niño que no entiende?

(ZENIT — 11 abril 2018).- "Cuando bautizamos a un niño, en ese niño entra el Espíritu Santo y el Espíritu Santo hace que crezcan en ese niño, desde pequeño, virtudes cristianas que florecerán después", explica Francisco.
El Papa ha respondido así a la propuestas que se plantean muchos padres: "¿Por qué bautizar a un niño que no entiende? Esperemos a que crezca, a que entienda y sea él mismo el que pida el bautismo".

"Hay un antes y un después del bautismo", ha señalado el Santo Padre en la Audiencia General de hoy, miércoles 11 de abril de 2018, dedicada al sacramento del Bautismo.

"Siempre hay que dar a todos esta oportunidad, a todos los niños, la de tener dentro al Espíritu Santo que los guíe durante la vida. ¡No os olvidéis de bautizar a los niños!", ha animado el Papa a todos los padres.

 

Don gratuito

Francisco ha indicado que el sacramento del Bautismo es un don gratuito para todos, adultos y recién nacidos.

El Pontífice ha explicado que "como sucede con una semilla llena de vida", este regalo arraiga y da fruto en una tierra alimentada por la fe. Las promesas bautismales que renovamos cada año en la Vigilia Pascual —ha aclarado el Papa— deben ser reavivadas todos los días para que el Bautismo "cristifique": no hay que tener miedo de esta palabra: el bautismo nos "cristifica", quien ha recibido el bautismo y es "cristificado" se asemeja a Cristo, se transforma en Cristo y se hace de verdad otro Cristo.

 

Cristo vive en nosotros

En su reflexión sobre el sacramento, el Obispo de Roma ha anunciado que el bautismo permite a Cristo vivir en nosotros y a nosotros vivir unidos a él, para colaborar en la Iglesia, cada uno según su condición, en la transformación del mundo.

"Recibido solo una vez, el lavacro bautismal ilumina toda nuestra vida, guiando nuestros pasos hacia la Jerusalén del Cielo", ha indicado el Santo Padre.

 

 

11/04/2018-11:36
Redacción

Audiencia General, 11 de abril de 2018 — Texto completo

(ZENIT — 11 abril 2018).- La audiencia general ha tenido lugar esta mañana a las 9:30 horas en la Plaza de San Pedro donde el Santo Padre Francisco ha encontrado grupos de peregrinos y fieles de Italia y de todo el mundo.

El Santo Padre, terminado el ciclo de catequesis sobre la santa misa, ha dedicado su atención al sacramento del bautismo.

Tras resumir su discurso en diversas lenguas, el Santo Padre ha saludado en particular a los grupos de fieles presentes procedentes de todo el mundo. La audiencia general ha terminado con el canto del Pater Noster y la bendición apostólica.

***

 

Catequesis del Papa Francisco

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Los cincuenta días del tiempo litúrgico pascual son propicios para reflexionar sobre la vida cristiana que, por su naturaleza, es la vida que proviene de Cristo mismo. De hecho, somos cristianos en la medida en que permitimos que Jesucristo viva en nosotros. Entonces, ¿desde dónde podemos comenzar a reavivar esta conciencia si no desde el principio, desde el Sacramento que ha encendido la vida cristiana en nosotros? . Este es el Bautismo. La Pascua de Cristo, con su carga de novedad, nos alcanza a través del Bautismo para transformarnos a su imagen: los bautizados son de Jesucristo, Él es el Señor de su existencia. El bautismo es el "fundamento de toda la vida cristiana" ( Catecismo de la Iglesia Católica, 1213). Es el primero de los sacramentos, ya que es la puerta que permite a Cristo el Señor tomar morada en nuestra persona y a nosotros sumergirnos en su Misterio.

El verbo griego "bautizar significa "sumergir" (véase CIC, 1214). El baño con agua es un ritual común a varias creencias para expresar la transición de una condición a otra, un signo de purificación para un nuevo comienzo. Pero para nosotros, los cristianos, no debe pasar por alto que si es el cuerpo el que se sumerge en el agua, es el alma la que se sumerge en Cristopara recibir el perdón del pecado y resplandecer con la luz divina (cf. Tertuliano, Sobre la resurrección de los muertos, VIII, 3: CCL 2, 931, PL 2, 806). En virtud del Espíritu Santo, el bautismo nos sumerge en la muerte y resurrección del Señor , ahogando en la pila bautismal al hombre viejo, dominado por el pecado que separa de Dios y dando vida al hombre nuevo, recreado en Jesús. En él, todos los hijos de Adán son llamados a una nueva vida. El Bautismo es, pues, un renacimiento. Estoy seguro, segurísimo de que todos nosotros recordamos la fecha de nuestro nacimiento: seguro. Pero yo me pregunto, con algo de duda, y os pregunto a vosotros : ¿Cada uno de nosotros recuerda la fecha de su bautismo? Algunos dicen que sí —está bien-. Pero es un sí algo débil porque quizás muchos no la recuerdan. Pero si celebramos el día en que nacimos ¿por qué no celebrar, o por lo menos recordar, el día del renacimiento? Yo os pongo unos deberes para casa. Los que no se acuerden de la fecha del bautismo, que pregunten a su madre, a los tíos, a los sobrinos, que pregunten: "¿Tú sabes cuál es la fecha de mi bautismo?" . Y no la olvidéis nunca. Y ese día dad gracias al Señor porque es precisamente el día en que Jesús entró en mí, en que el Espíritu Santo entró en mí. ¿Habéis entendido bien los deberes? Todos tenemos que saber la fecha de nuestro bautismo. Es otro cumpleaños: el cumpleaños del renacimiento. No os olvidéis de hacerlo, por favor.

Recordemos las últimas palabras del Señor Resucitado a los Apóstoles; son un mandato preciso: "Id y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo" (Mt 28, 19). A través del lavacro bautismal, el que cree en Cristo se sumerge en la misma vida de la Trinidad.

De hecho, no es un agua cualquiera la del Bautismo, sino el agua sobre la que se invoca el Espíritu que "da vida" (Credo). Pensamos en lo que Jesús dijo a Nicodemo, para explicarle el nacimiento en la vida divina: "El que no nazca de agua y de espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo nacido de la carne, es carne; lo nacido del Espíritu es espíritu "(Jn 3: 5-6). Por lo tanto, el bautismo también se llama "regeneración": creemos que Dios nos ha salvado "según su misericordia, por medio del baño de regeneración y de renovación del Espíritu." (Tito 3: 5).

El bautismo es, por lo tanto, un signo eficaz de renacimiento, para caminar en una nueva vida. San Pablo lo recuerda a los cristianos de Roma: "¿O es que ignoráis que cuantos fuimos bautizados en Cristo Jesús fuimos bautizados en su muerte? Fuimos, pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva"(Rom 6: 3-4).

Al sumergirnos en Cristo, el Bautismo también nos hace miembros de su Cuerpo, que es la Iglesia, y partícipes de su misión en el mundo (Cfr. CCC 1213).Nosotros, los bautizados, no estamos aislados: somos miembros del Cuerpo de Cristo. La vitalidad que fluye de la fuente bautismal se ilustra con estas palabras de Jesús: "Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto"(Jn 15, 5). Una misma vida, la del Espíritu Santo, fluye de Cristo a los bautizados, uniéndolos en un solo Cuerpo (cf. 1 Cor 12:13), con el crisma de la santa unción y alimentado en la mesa eucarística.

El bautismo permite a Cristo vivir en nosotros y a nosotros vivir unidos a él, para colaborar en la Iglesia, cada uno según su condición, en la transformación del mundo. Recibido solo una vez, el lavacro bautismal ilumina toda nuestra vida, guiando nuestros pasos hacia la Jerusalén del Cielo. Hay un antes y un después del bautismo. El Sacramento supone un camino de fe, que llamamos catecumenado, evidente cuando es un adulto quien pide el bautismo. Pero incluso los niños, desde la antigüedad, son bautizados en la fe de sus padres (véase Rito del Bautismo de los Niños, Introducción, 2). Y sobre esto quisiera deciros algo. Algunos piensan : pero ¿por qué bautizar a un niño que no entiende? Esperemos a que crezca, a que entienda y sea él mismo el que pida el bautismo . Pero esto significa no tener confianza en el Espíritu Santo, porque cuando bautizamos a un niño, en ese niño entra el Espíritu Santo y el Espíritu Santo hace que crezcan en ese niño, desde pequeño, virtudes cristianas que florecerán después. Siempre hay que dar a todos esta oportunidad , a todos los niños, la de tener dentro al Espíritu Santo que los guíe durante la vida. ¡No os olvidéis de bautizar a los niños! Nadie merece el Bautismo, que es siempre un don gratuito para todos, adultos y recién nacidos. Pero como sucede con una semilla llena de vida, este regalo arraiga y da fruto en una tierra alimentada por la fe. Las promesas bautismales que renovamos cada año en la Vigilia Pascual deben ser reavivadas todos los días para que el Bautismo "cristifique": no hay que tener miedo de esta palabra: el bautismo nos "cristifica", quien ha recibido el bautismo y es "cristificado" se asemeja a Cristo , se transforma en Cristo y se hace de verdad otro Cristo.

© Librería Editorial Vaticano

 

 

11/04/2018-11:26
Rosa Die Alcolea

Fecha de Bautismo: El cumpleaños del renacimiento

(ZENIT — 11 abril 2018).- "¿Cada uno de nosotros recuerda la fecha de su bautismo?" ha preguntado el Papa Francisco esta mañana, en la Audiencia General, celebrada en la plaza de San Pedro.

El Santo Padre ha mandado deberes para hacer en casa: "Los que no se acuerden de la fecha del bautismo, que pregunten a su madre, a los tíos, a los sobrinos, que pregunten: ¿Tú sabes cuál es la fecha de mi bautismo?". Y no la olvidéis nunca. Y ese día dad gracias al Señor porque es precisamente el día en que Jesús entró en mí, en que el Espíritu Santo entró en mí".

 

Cumpleaños del renacimiento

Francisco ha comentado: Si celebramos el día en que nacimos, "¿por qué no celebrar, o por lo menos recordar, el día del renacimiento?".

"Todos tenemos que saber la fecha de nuestro bautismo. Es otro cumpleaños: el cumpleaños del renacimiento" —ha indicado el Pontífice—. "No os olvidéis de hacerlo, por favor".

 

La exhortación más bella

El Papa ha hecho esta llamada en más de una ocasión. Por ejemplo, en la Audiencia General del 2 de agosto de 2017, en la catequesis del ciclo sobre la esperanza cristiana que ofreció el Santo Padre, señaló que "la exhortación más bella que podemos hacernos unos a otros es la de recordarnos nuestro Bautismo".

 

 

11/04/2018-15:47
Anita Bourdin

La audiencia de las tres lamas de Kaserhof

(ZENIT — 11 abril 2018).- Tres misteriosos peregrinos acompañados de tres lamas, Buffon, Shaquiri y Tiento, saludaron al Papa Francisco antes del comienzo de la audiencia general el miércoles 11 de abril de 2018, en la Plaza de San Pedro.

Le ofrecieron —con lana de alpaca y hechos a mano— una gorra blanca, como es la tradición, y algo bastante inusual, un par de calcetines... Querían agradecer al Papa por lo que hecho "por el bien de la humanidad".

La prensa de Haut Adige (región italiana) —después de toda Italia e incluso de Tyrol!— lo han anunciado: no son los Reyes Magos en la época de la Epifanía, sino tres amigos italianos que hicieron el camino desde Bolzano, en el noreste de la península, hasta Roma, unos 1050 kilómetros a lo largo de la antigua "Via Romea" germánica, al pie de la llama, durante el tiempo de Pascua, desde su Val Renon (en Bolzano, Italia).

Buffon de Oro tiene 11 años, Shaquiri de Oro tiene 7 años, y Tiento de Oro tiene 6 años: son originarias de Argentina pero nacieron en Italia. Viven en Soprabolzano, "Maso Kaserhof' de Walter y Sabine Mair, quienes crían 180 lamas y alpacas, desde 1996 —cada año nacen unos 50 potros allí— pero también vacas y caballos.

Walter Mair, sorprendido por su osadía, —Icasi dos meses de vacaciones!— y sorprendido por la generosa hospitalidad encontrada, hizo esta peregrinación con dos amigos, el abogado Thomas Mohr y el empresario Thomas Burger, quien imaginó este "trekking" católico.

Salieron el 20 de febrero, con la bendición de su párroco, y dividieron el camino en etapas de 25 ó 30 kilómetros, sin planificar de antemano dónde dormir. Han sido alojados diariamente en conventos, parroquias o granjas, teniendo en cuenta la comida que necesitan las tres "sudamericanas".

Volverán a Val Renon mañana, jueves 12 de abril, en el camión que Sabine Mair ha conducido desde Soprabolzano.

 

 

11/04/2018-16:42
Rosa Die Alcolea

El Papa bendice el 'Gen 2', el coche eléctrico de la Fórmula E

(ZENIT — 11 abril 2018).- El Papa Francisco ha bendecido un coche eléctrico de la `Fórmula E', en la plaza frente a la entrada de la residencia Santa Marta, donde vive el Santo Padre, antes de celebrar la Audiencia General.

Se trata de un monoplaza totalmente eléctrico llamado "Gen2", que comienza a competir en la edición 2018/2019 del Campeonato de 'Fórmula E' de la FIA (Federación Internacional del Automóvil), informan en la página web de la 'Fórmula E'.

El "Gen2" se presentó oficialmente el 6 de marzo de 2018 en el Salón del Automóvil de Ginebra. El fundador y CEO de "Fórmula E", Alejandro Agag, estuvo presente en la ceremonia.

El coche cuenta con una batería capaz de almacenar energía para el doble del rango de su predecesor para eliminar la necesidad de intercambios de coches a mitad de carrera, señala el la web especializada en coches "Motorsport".
Tiene una potencia máxima de 250kW, con 200kW disponibles durante las carreras, y tendrá una velocidad máxima de 280 kilómetros por hora, según las especificaciones oficiales.

La máquina Gen2 tendrá un peso mínimo de 900 kg, que incluye el piloto y la batería de 385 kg

Con Marina Droujinina

 

 

11/04/2018-17:39
Rosa Die Alcolea

Calendario de celebraciones del Papa en abril y mayo

(ZENIT — 11 abril 2018).- El Papa Francisco visitará el próximo viernes, 20 de abril de 2018, Alessano (Lecce), en la diócesis de Ugento-Santa Maria di Leuca, y Molfetta (Bari) en la diócesis de Molfetta-Ruvo-Giovinazzo-Terlizzi.

Esta visita pastoral se debe al 25° aniversario de la muerte de Mons. Tonino Bello.

Mons. Guido Marini, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, dio a conocer hoy el calendario de las celebraciones que presidirá el Santo Padre Francisco en los meses de abril y mayo 2018, publicado por la Oficina de Prensa del Vaticano.

 

Ordenaciones presbiterales

El IV Domingo de Pascua, 22 de abril, el Santo Padre celebrará la Santa Misa en la Basílica de San Pedro, a las 9:15 horas, y ordenará a nuevos presbíteros.

Por otro lado Francisco iniciará el mes mariano con el rezo del Rosario en el Santuario del Divino Amore, donde rezará la oración mariana el 1 de mayo, a las 5 pm.

El sábado 19 de mayo, el Pontífice presidirá en las Sala del Consistorio a las 10 horas, el Consistorio Ordinario Público por algunas Causas de Canonización.

Por último, el 20 de mayo, Domingo de Pentecostés, el Papa presidirá la Santa Misa en la Basílica de San Pedro, a las 10 de la mañana.

 

 

11/04/2018-18:02
Redacción

Cristianos y budistas: Prevenir y combatir juntos la corrupción

(ZENIT — 11 abril 2018).- "Este año queremos reflexionar con vosotros sobre la necesidad urgente de que se promueva una cultura libre de la corrupción" proponen los miembros del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso a los budistas, en el mensaje de felicitación por la fiesta del Vesakh.

Esta es la fiesta más importante para los budistas, conmemora los eventos principales de la vida de Buda. Este año se celebrará en la mayoría de los países de tradición budista el 29 de mayo.

La fiesta de Vesakh/Hanamatsuri 2018, en los diversos países de cultura budista se celebra en fechas diversas según las varias tradiciones.

Ofrecemos el mensaje enviado a los budistas por el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso a los budistas, publicado hoy, jueves, 11 de abril de 2018, por la Santa Sede:

Mensaje: 'Cristianos y budistas: Prevenir y combatir juntos la corrupción' Queridos amigos budistas,

De parte del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, os saludamos afectuosamente y os manifestamos nuestros mejores deseos acompañados de oraciones en ocasión del Vesakh. Que esta fiesta lleve alegría y paz a todos vosotros y a vuestras familias y comunidades en todo el mundo.

Este año queremos reflexionar con vosotros sobre la necesidad urgente de que se promueva una cultura libre de la corrupción. Este fenómeno, que conlleva el abuso de utilizar los puestos de poder para conseguir ganancias personales, se ha convertido, en el sector público así como en el privado, en un escándalo tan difundido en el mundo de hoy que las Naciones Unidas eligieron el 9 de diciembre como Día Internacional contra la Corrupción. Debido a la creciente difusión de este delito odioso, gobiernos, organizaciones no gubernamentales, medios de comunicación y ciudadanos en todo el mundo se unen para combatirlo. En cuanto líderes religiosos nosotros también tenemos que contribuir a promover una cultura que esté impregnada de legalidad y transparencia.

La intención de oración de Papa Francisco para el mes de febrero de 2018 era:

"Digamos "no" a la corrupción". Denunciando "el pecado de la corrupción", reconoce que se encuentra en todo el mundo entre políticos, hombres de negocios y ministros eclesiásticos. Al final los que pagan el precio de la corrupción son los pobres, observa el Papa. Recordando las palabras de Jesús a sus discípulos "el que quiera hacerse grande entre vosotros, será vuestro servidor" (Mt 20.26), el Papa subraya que "la única manera de salir de la corrupción [...] es el servicio. De hecho, la corrupción viene del orgullo, de la arrogancia, mientras el servicio humilla y consiste precisamente en la humilde caridad de ayudar a los demás" (Meditación matutina, Domus Santae Marthae, 16 de junio de 2014).

Queridos amigos, como budistas, consideráis la corrupción como un estado mental nocivo, que causa sufrimiento y contribuye a contaminar la sociedad. Vosotros identificáis tres toxinas principales —avaricia, odio y desilusión o ignorancia- como fuentes de esta plaga social que hay que eliminar para el bien del individuo y de la sociedad. El segundo precepto del budismo: "Me comprometo a observar el precepto de abstenerme de tomar lo que no sea dado" enseña a los budistas a discernir si las cosas de las entran en posesión sean realmente indicadas para ellos. Si han sido arrebatadas ilícitamente a otros, es probable que no sea justo que las tengan. Las enseñanzas y la práctica budistas no solamente desaprueban la corrupción, sino también intentan transformar el aspecto nocivo del estado mental, de las intenciones, de los usos y de las acciones de los corruptos.

Sin embargo, aunque nuestras dos tradiciones religiosas denuncien firmemente el mal de la corrupción, reconocemos tristemente que algunos de nuestros seguidores participan en prácticas corruptas, y esto conduce al mal gobierno, a la asociación para la corrupción y al saqueo de los bienes de la nación. La corrupción pone en riesgo la vida, porque conlleva un crecimiento económico bajo, inversiones débiles, inflación, depreciación monetaria, evasión fiscal, desigualdades importantes, escasa educación, infraestructuras de nivel inferior y degradación del medio ambiente. También amenaza la salud y la seguridad de individuos y comunidades. La gente está escandalizada de los políticos incompetentes y corruptos, de una legislación ineficaz y de la incapacidad de investigar sobre los casos de corrupción más relevantes. Han nacido movimientos populistas, a veces motivados y apoyados por el fundamentalismo religioso, que protestan contra las violaciones de la integridad pública.

Creemos que no se pueda responder con el silencio a la corrupción, y que las ideas que nacen de buenas intenciones se demostrarán inadecuadas a menos que no se pongan en práctica, y consideramos que sea necesarios actuarlas para eliminar la corrupción. Nosotros los budistas y los cristianos, enraizados en nuestras respectivas enseñanzas éticas, tenemos que colaborar para prevenir la corrupción eliminando las causas subyacentes y, donde ya exista arrancarla de raíz. En este esfuerzo, nuestra principal contribución será alentar a nuestros respectivos seguidores a crecer en la integridad moral y en el sentido de igualdad y responsabilidad. Nuestro compromiso común en combatir la corrupción tiene que incluir la cooperación con los medios de comunicación y con la sociedad civil para prevenirla y denunciarla; crear una conciencia pública de la corrupción; hacer responsables de sus acciones a los funcionarios públicos que se apoderan de los recursos nacionales sin tomar en consideración sus afiliaciones étnicas, religiosas, políticas o de clase; enseñar e inspirar a todos, pero especialmente a los políticos y al personal de la administración pública, a actuar con la máxima integridad fiscal; exigir los debidos procesos legales para recuperar los bienes robados a causa de la corrupción y entregar a la justicia los responsables de esos delitos; animar a más mujeres a participar a la política; negar la concesión de cargos públicos a los que están implicados en actividades ilegales; e introducir instituciones transparentes e inclusivas basadas en la legitimidad para el buen gobierno, la responsabilidad y la integridad.

Queridos amigos, comprometámonos fácticamente a promover en nuestras familias y en nuestras instituciones sociales, políticas, civiles y religiosas un entorno sin corrupción para vivir una vida honesta e integra. ¡Con este espíritu os deseamos nuevamente una pacífica y alegre fiesta de Vesakh!

Jean-Louis Cardenal Tauran
Presidente

+ Miguel Ángel Ayuso Guixot MCCJ
Secretario

© Librería Editorial Vaticano

 

 

11/04/2018-17:10
Anita Bourdin

Francia: Marin Sauvageon es recibido por el Papa Francisco

(ZENIT — 11 abril 2018).- Marin Sauvageon, el estudiante de Lyon agredido en 2016, se reunió con el Papa Francisco esta mañana, 11 de abril de 2018, en privado, en la Casa de Santa Marta, antes de la Audiencia General.

El joven francés ha participado en la Audiencia, junto con su madre, Audrey, un grupo de la región Centro acompañado por el Cardenal Philippe Barbarin, Arzobispo de Lyon, y Mons. Pascal Roland, Obispo de Belley-Ars.

El diario del Vaticano L'Osservatore Romano, en la edición en italiano del 12 de abril de 2018 habla de un encuentro "con los brazos abiertos".

Marin publicó sus impresiones y una foto de su reunión con el Papa en la cuenta de Facebook que lo apoya. Él comenta: "Un encuentro increíble con un hombre excepcional... Tengo un pensamiento para todos ustedes en este día tan especial para mí. Me voy lleno de fuerza, coraje y esperanza".

El estudiante de Derecho, que entonces tenía 20 años, fue golpeado el 11 de noviembre de 2016 frente al centro comercial de Lyon de La Part-Dieu, por defender a una pareja sorprendida por haberse besado públicamente: trató de razonar con varios jóvenes.

En respuesta, recibió un golpe en la cabeza muy violentamente con una muleta.

Permaneció entre la vida y la muerte, y salió del coma el 27 de noviembre de 2016, pero tiene lesiones irreversibles. Todavía tiene que someterse a una larga rehabilitación en Suiza.

Se ha creado una asociación, La Téte Haute, para financiar la investigación médica sobre el cerebro y las operaciones del joven lionés.

El juicio del presunto agresor de Marin, un menor de edad, se llevará a cabo en Lyon del 2 al 4 de mayo, por "la violencia que implica la mutilación o invalidez permanente, con el uso de un arma".

Traducción de Raquel Anillo (Texto original: Francés)

 

 

11/04/2018-06:43
Isabel Orellana Vilches

Santa Teresa de Jesús de los Andes, 12 de abril

«Cristo: la única ambición que tuvo esta bella mujer chilena, que gozando de un estatus privilegiado, no dudó en abrazarse al rigor de la clausura carmelita. Se curtió en la santidad a la que aspiraba y entregó su vida a los 20 años»

Belleza y virtud, junto a un carácter extremadamente sensible y apasionado que orientó hacia Cristo, fueron rasgos de Juanita Fernández Solar, primera chilena canonizada. Ebria de amor por Él, decía: «Cristo, ese loco de amor, me ha vuelto loca». Pertenecía a una respetable familia de Santiago de Chile, donde nació el 13 de julio de 1900. De un estatus acomodado habían descendido a una clase social menos elevada. Pero cariño no le faltó: «Jesús no quiso que naciese como Él, pobre. Y nací en medio de las riquezas, regalona de todos».

Apegada a la familia, bien cuando tenía que separarse de ella por cualquier motivo o por razones de vida, como la pérdida de su abuelo, no podía evitar que le embargase hondo pesar. Se formó con las teresianas y en el colegio del Sagrado Corazón. Después de una intervención de apendicitis en 1914, parece que por causa de la anestesia tuvo un arranque de mal genio que fue cercenado de raíz por Lucía, su madre. En 1915 la matriculó interna en el colegio y esta decisión surtió el efecto deseado. La adolescente modificó su comportamiento, aunque hubo alguna otra salida de tono como la reseñada, pero fue puntual. Creció siendo una niña bondadosa, devota de la Eucaristía y de María, piedad acrecentada después de recibir la primera comunión. A los 14 años sintió que Dios le invitaba a una entrega total.

Aunque la economía familiar no fuera boyante, cultivó aficiones reservadas entonces a personas de alta posición. Equitación, tenis y natación fueron deportes que practicó y en los que destacó pese a que su salud era endeble. Especialmente sufría de pertinaces y molestas jaquecas que soportaba con entereza. Tocaba el piano, el órgano y la guitarra. Era catequista y estaba involucrada en acciones solidarias. Dispuesta a seguir a Cristo, la vocación carmelita se afianzó en su corazón alentada por la lectura de las biografías de Teresa de Jesús, Juan de la Cruz, Isabel de la Trinidad y Teresa de Lisieux. « Estoy leyendo la VIDA de Santa Teresa. ¡Cuánto me enseña! ¡Cuántos horizontes me descubre!». Si iba a compartir con ellos las mieles del Carmelo tenía que comenzar a imitarles en gestos sencillos, cotidianos, en los que está amasada la santidad: «Hoy me he vencido mucho para no rabiar. Dios mío, tú me has ayudado. Gracias te doy. En los arreglos y recreos he sido perfecta por ellos. Pero no tanto en las clases».

Los compromisos sociales, como su ingreso en sociedad en 1918, le incomodaban por lo inoportunos que eran para el camino emprendido: «Muchas veces no puedo ni hacer oración. En esto consiste mi mayor pena, pues paso constantemente con todos, porque no me dejan un momento. Pero mi vida, puedo decir, es una oración continuada, pues todo lo que hago, lo hago por amor a mi Jesús». En mayo de 1919 ingresó en el convento carmelita de los Andes. Allí tomó el nombre de Teresa de Jesús. Su único afán: Cristo. «Amarte y servirte con fidelidad; parecerme y asemejarme en todo a Ti. En eso consistirá toda mi ambición».

Se despidió de los suyos con cierta aflicción, pero le acompañaba la certeza de que este sacrificio gozosamente ofrecido a Cristo repercutiría en bendiciones para ellos. Cada uno de los miembros de la familia tenía sus problemas, unos más serios que otros, incluidas crisis de fe. Y desde el claustro les alentaba en bellísimas y profundas cartas que rezumaban un gozo impropio de este mundo. Por encima de dificultades comunitarias, como la que tuvo con la responsable de su formación, nada pudo ensombrecer su felicidad al saberse esposa de Cristo. Seguro que la experiencia de Teresa de Lisieux, doctora en las lides convivenciales con algunas hermanas de difícil carácter, ayudó a la santa chilena a sobrellevar con dignidad la situación, amando el silencio que María nos enseñó al guardar las cosas en su corazón. Vivía los matices de la caridad paulina, soportando deslices ajenos con paciencia, disculpándolo todo. Además, contaba con el afecto y ternura de la priora.

En el exterior sus allegados podían respirar tranquilos. En su correspondencia iba desgranando cuánta era su alegría: «Amanecí muy cantora. Hice la celda cantando (pero porque era día de recreo). Formábamos dúo con otra hermanita novicia... Después, en el recreo, todas nos embromaban. Así pasamos la vida, hermanita querida, orando, trabajando y riéndonos... Dios es amor y alegría y Él nos la comunica. Cómo quisiera, desde que tuve uso de razón, haberme aplicado a conocer a este Dios tan bueno. Ámale...». «Todo es sencillez y alegría en el Carmen. Cada una se esmera en poner de su parte cuanto pueda para alegrar a sus hermanas. Verdaderamente es un encanto vivir en medio de santas hermanas, pues todas no forman sino un corazón». Iba labrando su santidad. En su diario había escrito: «La historia de mi alma se resume en dos palabras: 'sufrir y amar'»... «El sufrimiento no me es desconocido. En él encuentro mi alegría, pues en la cruz se encuentra Jesús y Él es amor. Y, ¿qué importa sufrir cuando se ama?».

En 1920 confió a su confesor la íntima persuasión de su inminente deceso. Unos meses atrás en una misiva que envió a su familia había aludido a lo que supone el fin de la vida para una persona de fe: «Para una carmelita la muerte no tiene nada de espantable. Va a vivir la vida verdadera. Va a caer en brazos del que amó aquí en la tierra sobre todas las cosas. Se va a sumergir eternamente en el amor».Pero sin motivos aparentes, puesto que no había ningún indicio de enfermedad, y siendo tan joven —le faltaban tres meses para cumplir 20 años—, se comprende que el sacerdote no diese mayor importancia al comentario que hizo. Con su sencillez y humildad se había revelado como una gran promesa para el Carmelo. No llevaba ni un año en el convento. ¿Quién iba a pensar en tan pronta desaparición? Pero contrajo el tifus el 2 de abril de ese año. Cuatro días más tarde profesó «in articulo mortis» y el 12 falleció. Juan Pablo II la beatificó el 3 de abril de 1987. Él mismo la canonizó el 21 de marzo de 1993.