Servicio diario - 12 de agosto de 2019


 

México: El Papa ruega por el "eterno descanso" del cardenal Sergio Obeso
Rosa Die Alcolea

India: El Papa ora por las 190 víctimas mortales del monzón
Rosa Die Alcolea

Brasil: Una Iglesia con rostro amazónico
Rosa Die Alcolea

Vaticano: Nuevos estatutos para el Instituto de Obras Religiosas
Héléne Ginabat

Jornada del Migrante: El Vaticano ofrece un "kit" de preparación para las parroquias
Anne Kurian

San Juan Berchmans, 13 de agosto
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

12/08/2019-17:53
Rosa Die Alcolea

México: El Papa ruega por el "eterno descanso" del cardenal Sergio Obeso

(ZENIT — 12 agosto 2019).- El Papa Francisco ha lamentado la muerte del cardenal mexicano Sergio Obeso Rivera, arzobispo emérito de Jalapa, rogando su "eterno descanso", fallecido el 11 de agosto de 2019, a sus 86 años, tras 48 años de ministerio episcopal y 65 en el sacerdotal.

En su mensaje, el Pontífice recuerda al purpurado como un "abnegado pastor que, durante años y con fidelidad, entregó su vida al servicio de Dios y de la Iglesia", escribe. "Que el Señor Jesús le otorgue la corona de gloria que no se marchita. A todos imparto la bendición apostólica".

El telegrama de condolencias ha sido enviado a Mons. Hipólito Reyes Larios, Arzobispo de Jalapa, este lunes, 12 de agosto de 2019.

De este modo, el Santo Padre ha expresado su "sentimiento de pesar", rogando al prelado de Jalapa que tenga la bondad de transmitirlo también a los familiares del difunto prelado y a cuantos forman parte de esa Arquidiócesis.

 

Pésame de los obispos mexicanos

Asimismo, la Secretaría General de la Conferencia del Episcopado Mexicano, "con gran tristeza y pesar" dieron a conocer la noticia, a través de un comunicado, el 11 de agosto de 2019.

"Desde la certeza de nuestra fe, sabiendo que somos peregrinos en este mundo y que poseemos en prenda la vida futura en Cristo, suplicamos a Dios, Padre Misericordioso, lo reciba en su seno, donde un día nos uniremos todos en el banquete de su Reino", escribieron Mons. Rogelio Cabrera López, presidente de la CEM, y Mons. Alfonso Miranda G. Guardiola, secretario general.

Los prelados mexicanos reconocen su "entrega generosa a la Iglesia" que peregrina en el país, "especialmente la gran labor de coordinación y responsabilidad principal" que desempeñó como presidente de la Conferencia Episcopal durante tres periodos.

Sobre todo, destacan los obispos, en algunos episodios significativos de la historia del país, "participando en las negociaciones de paz y reconciliación de los Acuerdos de San Andrés, en los esfuerzos de restablecimiento de las relaciones entre el Estado Mexicano y la Santa Sede al promover la ley reglamentaria del artículo 130 Constitucional".

En otros trienios fue responsable de los servicios de las Comisiones de Pastoral Social y del Clero, así como gran impulsor del proceso de canonización de San Rafael Guízar y Valencia, señala el comunicado de la CEM.

 

Biografía

El cardenal Sergio Obeso Rivera, Arzobispo emérito de Jalapa (México), nació en Jalapa, México, el 31 de octubre de 1931.

Después de completar sus estudios humanísticos fue enviado a Roma, donde asistió a la Pontificia Universidad Gregoriana, obteniendo un doctorado en Teología. Fue ordenado sacerdote el 31 de octubre de 1954.

Después de regresar a México, pasó diecisiete años en varios puestos en el seminario (prefecto de filosofía, teología, director espiritual y finalmente rector).

El 30 de abril de 1971 fue elegido para la sede episcopal de Papantla, recibiendo la ordenación episcopal el 29 de julio.

El 18 de enero de 1974 fue nombrado arzobispo titular de Uppenna y coadjutor con derecho a la sucesión en la arquidiócesis de Jalapa. El 12 de marzo de 1979 se convirtió en arzobispo de Jalapa.

El 18 de noviembre de 1982 fue elegido presidente de la Conferencia Episcopal de México por dos períodos. En 1995 fue elegido por tercera vez.

El 10 de abril de 2007, Su Santidad Benedicto XVI aceptó su renuncia al cuidado pastoral de la arquidiócesis de Jalapa al alcanzar el límite de edad.

Fue creado y proclamado cardenal por el Papa Francisco en el consistorio del 28 de junio de 2018, con el título de San León I.

 

 

 

12/08/2019-15:52
Rosa Die Alcolea

India: El Papa ora por las 190 víctimas mortales del monzón

(ZENIT — 12 agosto 2019).- El Papa Francisco envía sus "más sentidas condolencias" a los familiares de los 190 fallecidos y miles de heridos a causa de los monzones de los últimos días en Kerala, Karnataka, Maharashtra y Gujarat, ha comunicado la Oficina de Prensa de la Santa Sede, esta mañana, 12 de agosto de 2019.

El Santo Padre ha enviado un telegrama, firmado firmado por el Secretario de Estado Vaticano, cardenal Pietro Parolin, en el que se expresa que Francisco está "profundamente entristecido" por la "trágica pérdida de vidas" en la India.

En este sentido, "el Santo Padre garantiza sus oraciones por los esfuerzos de rescate en curso, y sobre la nación invoca de corazón las bendiciones divinas de la fuerza y la perseverancia", se lee en su mensaje.

Según informa las autoridades locales, ya son 190 personas fallecidas y cerca de un millón fueron evacuados en India por las inundaciones provocadas por el monzón, que suele concentrar el 70% de las precipitaciones del año entre junio y septiembre.

Asimismo, en el estado de Assam, en el noreste de India, quedaron destruidas tras las fuertes lluvias que provocaron inundaciones mortales por cuenta de monzones el 13 de julio de 2019, indica Vatican News. Igualmente, cientos de carreteras continúan bajo el agua, las inundaciones han roto diques y amenazan a las comunidades más vulnerables.

 

 

 

12/08/2019-16:53
Rosa Die Alcolea

Brasil: Una Iglesia con rostro amazónico

(ZENIT — 12 agosto 2019).- Del 6 al 27 de octubre de 2019 se celebrará en el Vaticano la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos sobre la Panamazonía, convocado por el Papa Francisco, sobre el tema: "Amazonía, Nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral".

Brasil es uno de los nueve países que comprende el vasto territorio amazónico. La cuenca del Amazonas está constituida por todos los ríos que drenan al río Amazonas. De acuerdo a los datos ofrecidos por el Documento preparatorio del Sínodo, esta es una de las mayores reservas de biodiversidad, ya que ostenta del 30 a 50% de la flora y fauna del mundo y el 20% de agua dulce no congelada de todo el planeta.

 

Amazonas, mayor estado de Brasil

Amazonas es el mayor de los 26 estados de Brasil, su capital es Manaus. Posee aproximadamente 1.5 millones de kilómetros cuadrados, ocupando más del 18% del territorio nacional. Está ubicado en la región norte del país, limitando al noroeste con Colombia, Perú y Venezuela, así como con los estados brasileños de Roraima, Pará, Mato Grosso, Rondonia y Acre.

Se encuentra dividido en 62 municipios, en un estado de contrastes ya que al mismo tiempo se encuentran las tierras más altas. El estado del Amazonas es bañado por la cuenca hidrográfica amazónica que representa más del 20% del agua dulce del planeta. Los principales ríos son: El Negro (baña la ciudad de Manaus), Amazonas, Solimoes, Madera, Juruá, Purús, Izá, Uaupés y Japurá.

Su población es de 3.323.400 habitantes, encontrándose más de 1.700.000 en Manaus. El clima predominante de la Amazonia es el clima ecuatorial, con una temperatura promedia de 26° C., también es el estado más preservado del país, con más de un 98% de cobertura forestal original.

 

Río Amazonas

El río Amazonas es el más extenso del planeta y el primero en volumen de agua (100.000 metros cúbicos). Nace en Perú, con el nombre de Vilcanota, Solimóes cuando entra en Brasil y, al confluir con el río Negro, en las proximidades de Manaus, recibe el nombre de Amazonas. En algunos tramos tiene una anchura de 10 kilómetros y una profundidad de 100 metros.

En la cuenca amazónica se concentra la mitad de los veinte mayores ríos del mundo que representa una quinta parte de toda la reserva de agua dulce del planeta. Sus ríos, condicionados al régimen de lluvias, constituyen prácticamente las únicas vías de transporte de la zona. Hay más de 20.000 kilómetros de vías fluviales navegables.

Ante los desafíos de la realidad, la Iglesia en la Amazonía, ha dado señales de vitalidad y de su más profunda comunión con aquellos y aquellas que en este contexto son la masa excluida de los planes económicos orientados hacia la región.

Después del Encuentro del CELAM en Medellín, Colombia, en 1968, la Iglesia en América Latina asumió oficialmente la adaptación de la renovación conciliar a la realidad del continente. Este nuevo enfoque eclesiológico también repercutió en la Amazonía.

 

Proyecto Iglesias hermanas

En 1972 la Iglesia de Brasil inició el Proyecto Iglesias hermanas, buscando la solidaridad entre diócesis y regionales, lo que también favoreció la apertura de algunas prelaturas a otras presencias eclesiales, de sacerdotes y laicos, diferentes al instituto al que habían sido confiadas.

También en aquel año fue fundado el CIMI (Consejo Indigenista Misionero); y fue realizada la Asamblea de las dos Regionales amazónicos en Santarém, con la preocupación de pensar y concretizar "una Iglesia con rostro amazónico" que asumiera toda la socio-diversidad de la región, con sus nuevos rasgos humanos.

Se crearon también institutos para la formación de los agentes y de los futuros sacerdotes de la región. En 1975, nació la CPT (Comisión Pastoral de la Tierra), una nueva visión de la Iglesia en relación a los problemas de la tierra, ofreciendo servicios de asesoría, comunicación, jurídica, etc.

Todo ello dio nuevo impulso a la acción evangelizadora en marcha y favoreció el crecimiento de una Iglesia más local, ministerial y laical, demostrando una gran madurez de su caminata.

Las Pastorales Sociales asumieron un papel significativo debido al empobrecimiento-exclusión del pueblo de la región: el fenómeno de la urbanización con su rastro de miseria y violencia, los conflictos que no dejan de suceder (en la ciudad y en el campo), el trabajo esclavo, la prostitución el narcotráfico, el tráfico de armas, llevaron a las Pastorales a asumir las Semanas Sociales, el Grito de los Excluidos y la defensa de los pobres e injustificados.

 

Encuentros de obispos

En 1990 se realizó un encuentro de obispos y coordinadores de pastoral de las diócesis y Prelaturas en Icoaraci, distrito de Belém. Con el tema "En defensa de la vida en la Amazonía", por primera vez, el medio ambiente fue asumido como importante para la defensa de la vida. La Iglesia se unió a un coro de organizaciones que en todo el mundo se preocupan por la Amazonía.

Veinticinco años después de Santarém, las dos regionales amazónicas realizaron un nuevo encuentro en Manaos, evaluando el camino y la realidad de la región. De ese encuentro surgió un documento: La Iglesia se hace carne y habita en la Amazonía, confirmando una línea evangelizadora-pastoral, una mística amazónica ante un cuadro que no ha cambiado mucho en esos años; en ciertos aspectos, se produjo más exclusión y violencia.

En 2003, se creó la Comisión Episcopal para la Amazonía, en 2007 se celebró en Manaos un encuentro interregional que generó un documento titulado Discípulos Misioneros en la Amazonía. Somos Iglesia al servicio del Reino y aprendemos esta misión en el ejercicio de la misión.

En julio de 2012, se celebró en Santarém, otra reunión de los pastores de la Iglesia de la Amazonía para hacer memoria y celebrar los 40 años de la Asamblea de Santarém (y del célebre documento). Fruto de ese encuentro fue una carta al Pueblo de Dios en la Amazonía con un mensaje de los Obispos y las conclusiones del encuentro titulado Iglesia en la Amazonía: Memoria y Compromiso con las principales decisiones de la Asamblea.

En 2013, el Consejo Episcopal para la Amazonía promovió otro encuentro, esta vez con la participación de todos los regionales que forman parte de la Amazonía Legal, incluyendo el Regional Nordeste Cinco del Estado de Maranháo. El Encuentro fue realizado en Manaos y contó con la participación de cerca de 60 obispos.

 

Creación de la REPAM

En septiembre de 2014 se creó la RED ECLESIAL PANAMAZÓNICA (REPAM) para sentar las bases de una red en toda la región a partir del diálogo, articulación y construcción de consensos sobre la misión eclesial en la Amazonía. El encuentro fue realizado en Brasilia y contó con la participación de las Iglesias que componen la Panamazonía.

"La Repam busca ser una Red Eclesial que articula las fuerzas de la Iglesia en un camino progresivo en la defensa de la Casa Común y de los pueblos ".

En noviembre de 2016, en Belém se celebró el II Encuentro de la Iglesia Católica en Amazonía Legal y el Encuentro de las Iglesias Hermanas, y dos años más tarde, se realizó en Manaus el III Encuentro de la Iglesia Católica de la Amazonía Legal, que contó con la participación de 58 obispos de todos los Regionales. El tema central fue el Sínodo Extraordinario sobre la Amazonía, convocado por el Papa Francisco, que tiene como tema: Amazonía: nuevos caminos para la Iglesia y para una Ecología Integral.

Al final del Encuentro, se redactó una carta: "Seguimos los rumbos trazados por el proceso sinodal en la firme esperanza de que el Espíritu que conduce a la Iglesia nos animará y sostendrá en nuestra caminata en esta Amazonía, pues sentimos la necesidad de establecer una unidad en torno a los más diversos desafíos que la Amazonía presenta, inmenso esfuerzo, a veces desconexión de la evangelización, de los movimientos y prácticas pastorales para hacer efectiva esa red de solidaridad y comunión".

 

Historia de la Iglesia Católica

El inicio de la presencia de la Iglesia en la Amazonía, así como en todo Brasil, está relacionada a la complejidad de su descubrimiento y la ocupación por la corona portuguesa. Esta presencia tuvo dos vertientes: la vertiente misionera, confiada a algunas órdenes religiosas, y la vertiente de implantación de la Iglesia, con sus estructuras propias, a través de los obispados. Al mismo tiempo, la presencia de la Iglesia tuvo un significado político y cultural.

La evangelización de la Amazonía comenzó con la llegada de los primeros misioneros en 1617: fueron los Franciscanos de la Provincia de Santo Antonio. En 1626 llegaron los Carmelitas, en 1639 los Mercedarios, que eran españoles, los Jesuitas llegaron en 1652, los Franciscanos de la Provincia de la Piedad en 1693 y los Franciscanos de la Provincia de la Concepción en 1706. De la desembocadura del Amazonas al Alto-Solimóes y al Alto -Rio Negro — distancia equivalente a 3000 Km hacia el oeste (casi no se encuentran misioneros en dirección norte-sur) — cientos de misioneros plantaron la Cruz de Cristo.

Misiones o aldeas, colegios, haciendas e ingenios que daban el apoyo económico, fueron los "lugares" de la evangelización y de la catequesis del mundo indígena amazónico.

La actuación de los religiosos fue significativa para la formación de los primeros núcleos poblacionales de la Amazonía, estableciendo un modelo urbano que se consolidó en todo el interior amazónico.

Con la creación del Obispado de Belén en 1719, el clero diocesano pasó a tener su lugar en la tarea de establecer la Iglesia en la región a través de las pocas parroquias creadas en lugares de mayor concentración poblacional: Belén, Cametá, Vigia, Tefé, Alvelos, Santarém...

En la mitad del siglo XVIII, la intervención de la política económica y cultural en el estado de Maranháo y Gráo Pará para resolver problemas de la frontera con España y la fricción entre los religiosos, sus misiones y los comerciantes portugueses, dio lugar a la expulsión de los jesuitas (la vez en 1661, después en 1684 y definitivamente en 1759/60), los Franciscanos (de la Piedad y de la Concepción), y más tarde, de los Mercedarios de la región. Las misiones fueron transformadas en pueblos y parroquias y el clero diocesano pasó a cuidar las parroquias, aunque con muchas dificultades, pues había pocos sacerdotes. Entre 1760 y 1870, la situación de la Iglesia en la Amazonía podría ser considerada crítica, por la ausencia de los eclesiásticos.

 

Intervención pombalina

La intervención pombalina en la Amazonía hasta hoy es considerada desastrosa no sólo por los perjuicios causados ??a la catequesis, sino también por la marginación de los nativos de la región. Pombal al lado de la política económica implantada en la región materializó una reforma pedagógica basada en la cultura iluminista de la época, que enfatizaba el valor de la razón y de la conciencia, de la ética del orden y de la dedicación, que sacó la educación de las manos de los sacerdotes y la puso en las manos de los laicos, desacralizando de esa forma la alfabetización. Esto fue considerado como una especie de penetración forzada de elementos culturales que, si fueron significativos en Europa, no alcanzaron sus objetivos, o valió solamente para las élites de la ciudad, dejando al pueblo del interior al margen de esos beneficios. Ciertamente, esto diezmó la cultura nativa, que se interiorizó en el bosque aumentando aún más los prejuicios entre la población de la ciudad y del interior, las molestias sociales y culturales que perduran hasta la actualidad.

En ese período fue grande la influencia de laicos y laicas, de las hermandades y cofradías que sostuvieron un catolicismo devocional y familiar en torno a las imágenes marinas, santos y santas, capillas, procesiones, festividades, etc., lo que caracteriza a un catolicismo laico, autónomo en relación con la Iglesia oficial, con graves consecuencias para el crecimiento de la fe. La devoción a Nuestra Señora de Nazaret y al Círio de Nazaret, que surgieron dentro de ese contexto, son la síntesis más completa de la religiosidad amazónica.

 

"Romanización"

Otra etapa que marcó la Iglesia en la región fue la influencia de la "romanización". A partir de 1840 la Santa Sede, a pedido del gobierno, comienza a enviar misioneros a Brasil, para las misiones indígenas del Norte, Nordeste y Centro-Oeste.

Esta nueva fase es caracterizada por el nombramiento de obispos brasileños, en la que la Iglesia católica pasa a organizarse a partir de las orientaciones de Roma. Estos obispos emprendieron una reforma y reorganización de la Iglesia, enfrentando verdaderas batallas para liberarla de las "cadenas" de la tradición colonialista que dio origen a muchos conflictos, con la masonería, con la población católica y con los protestantes que se estaban estableciendo en el Norte de Brasil.

 

Creación de la Diócesis de Manaos

En 1892 se creó la diócesis de Manaos, Belén fue elevada a la Arquidiócesis (1906) y varias nuevas Prelaturas nullius[1] o Prefecturas Apostólicas fueron entregadas a los religiosos[2] que poco a poco, iban llegando a la región desde distintas partes de Europa para actuar sobre todo en las áreas de mayor carencia de la presencia de la Iglesia. Llegaron los Capuchinos (1843), regresaron los Franciscanos (1870), los Espiritanos (1885), Dominicos (1897), Agustinos Recoletos, Barnabitas, Maristas, Benedictinos, Salesianos, Jesuitas, Servitas, Preciosísima Sangre, etc.

Un dato significativo en esta etapa de la historia es la presencia en la región de las Congregaciones religiosas femeninas que actuaban al lado de las Congregaciones masculinas o autónomamente en los hospitales, leprosorios, colegios, orfanatos, escuelas, misiones indígenas: Doroteas, Hijas de Santa Ana, Capuchinas, Dominicas, Hermanas de Santa Catarina, hijas de María Auxiliadora.

El ejemplo más destacado de esta nueva fase son las fundaciones amazónicas, congregaciones religiosas creadas en la región para atender las necesidades y llamamientos venidos de todas partes.

Los religiosos y las religiosas componen un nuevo escenario eclesiológico en la región, desempeñando un papel determinante y activo, en el cual la mística del servicio y del abandono, llevó a muchos de ellos y de ellas a dejar lo mejor de sus vidas en la región, e incluso la propia la vida.

 

* Texto de Monseñor Raimundo Posidonio Carrera de la Mata, Maestro en Historia Eclesiástica

 

 

 

12/08/2019-12:14
Héléne Ginabat

Vaticano: Nuevos estatutos para el Instituto de Obras Religiosas

(ZENIT — 12 agosto 2019).- El Papa Francisco ha firmado un quirógrafo que establece nuevos Estatutos para el Instituto de Obras Religiosas (10R), fechado el 8 de agosto de 2019, anunció la Oficina de Prensa de la Santa Sede el 10 de agosto de 2019. Confirma su misión con vistas a las "obras de religión o de caridad" y refuerza el proceso ya en marcha hacia un cumplimiento cada vez mejor de las normas internacionales.

El objetivo de los nuevos Estatutos, dice el Papa en este quirógrafo, es "continuar adaptando las estructuras y la actividad del Instituto cada vez más eficazmente a las exigencias de los tiempos, en particular, a la colaboración y responsabilidad de los laicos católicos competentes". Ad experimentum por dos años, entraron en vigor desde de su publicación en L'Osservatore Romano el domingo 11 de agosto de 2019.

El Papa recuerda que la misión de este Instituto es "la custodia y administración de los bienes muebles e inmuebles transferidos o confiados al Instituto por personas físicas o jurídicas y destinados a obras de religión o de caridad".

Para Andrea Tornielli, "la renovación de los Estatutos de la IOR representa un paso importante en el proceso de integración de las normas internacionales de transparencia, pero también y sobre todo una renovada fidelidad a la misión original del Instituto de Obras Religiosas".

En cuanto a los órganos de gobierno, el director editorial del Dicasterio de la Comunicación señala en particular que "los mandatos de los miembros de la Comisión Cardenal y de la Junta de Superintendencia serán renovables una sola vez", lo que demuestra "una mayor voluntad de garantizar la renovación de los cargos y de las actividades de control y supervisión".

Además, el papel del prelado, que es uno de los órganos de gobierno, está mejor definido. Es responsable de "mantener un esfuerzo constante con los directores y empleados", "promover la dimensión ética de su trabajo" y asegurar los "archivos de la Comisión del Cardenal". Tiene un mandato de cinco años, renovable una sola vez.

La figura del auditor externo se convierte en estatutaria, formalizando así una práctica que ha estado en vigor durante años para cumplir con las normas internacionales. Es nombrado por la Comisión Cardenal, a propuesta de la Junta de Superintendencia, por un período de tres años consecutivos, renovable una sola vez.

La última modificación de los Estatutos se remonta al 1 de marzo de 1990, con una quirografía de san Juan Pablo II que había dado una nueva configuración al Instituto, conservando su nombre y finalidad. Antes que él, el Papa Pío XII ya había renovado los Estatutos una vez más.

 

 

 

 

12/08/2019-17:18
Anne Kurian

Jornada del Migrante: El Vaticano ofrece un "kit" de preparación para las parroquias

(ZENIT — 12 agosto 2019).- Para la 105a Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado (JMMR), que se celebrará el domingo 29 de septiembre de 2019, la Sección Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral ofrece un "kit" de material en línea: una quincena de documentos que contienen reflexiones, oraciones, e ideas para homilías y encuentros.

El tema de este año es "No se trata sólo de los migrantes". "El Papa Francisco -explica el dicasterio en un comunicado- pretende animarnos a orar y a actuar proponiendo una reflexión sobre el hecho de que los migrantes, los refugiados, los desplazados internos y las víctimas de la trata de personas se encuentran entre los destinatarios de una mayor preocupación, que concierne a todos los habitantes de las periferias existenciales y, en última instancia, a todos nosotros".

Se invita a las iglesias de todo el mundo a celebrar la JMMR "con los migrantes, los refugiados, los desplazados internos, las víctimas de la trata de personas y las organizaciones que trabajan juntas para ayudarles". (...)

El Papa celebrará una Misa a las 10:30 horas, en la Plaza de San Pedro. En su mensaje para este acontecimiento, el Papa invita a cultivar la "compasión", a "actuar de inmediato para aliviar, sanar y salvar". "Se trata de poner al último en primer lugar" porque el verdadero lema del cristiano es "primero el último" y no "yo primero y los otros después".

El Papa advierte contra el "declive moral que nos espera si seguimos cediendo terreno a la cultura del rechazo" y nos invita "a redescubrir ciertas dimensiones esenciales de nuestra existencia cristiana y de nuestra humanidad". Al cuidar de los migrantes, "todos estamos creciendo", dice.

"El problema no es tanto tener dudas y temores", dice el Papa: "El problema es cuando condicionan nuestra manera de pensar y actuar hasta el punto de hacernos intolerantes, cerrados, y quizás incluso.... racistas".

"No se trata sólo de los migrantes: se trata de no excluir a nadie", continúa denunciando la explotación de los recursos naturales y humanos "en beneficio de unos pocos mercados privilegiados" y el comercio de armas: "Los que sufren son siempre los pequeños, los pobres y los más vulnerables, a los que se les impide sentarse a la mesa y se les deja con las 'migajas' del banquete".

Por eso, el Pontífice exhorta a "liberarnos de la exclusión, de la indiferencia y de la cultura del despilfarro" y a "dar cabida a la ternura".

 

 

 

12/08/2019-07:00
Isabel Orellana Vilches

San Juan Berchmans, 13 de agosto

«Jesuita, ángel de virtud, modelo de inocencia y amabilidad. Luchó por su vocación que sostuvo por encima de la opinión de su familia. Es patrón de los jóvenes belgas, y de los estudiantes con san Luís Gonzaga»

Es uno de los tres grandes santos jóvenes que florecieron en la Compañía de Jesús, junto a Luís Gonzaga y Estanislao de Kostka. Vino al mundo en Diest, Bélgica, el 13 de marzo de 1599. Juan, su padre, era un honrado zapatero y curtidor de pieles, propietario del taller «La luna grande». Su madre Isabel procedía de una influyente familia; era hija de un regidor y burgomaestre de la ciudad. Ambos se impusieron a la diferencia de clases y crearon un hogar bendecido con cinco vástagos; tres ofrendaron su vida a Dios. El primogénito Juan mostró precoces rasgos de piedad y una excelsa devoción a la Inmaculada. Quizá una misteriosa intuición acerca de la brevedad de su vida infundió en él este sentimiento: «Si no llego a santo mientras soy joven nunca llegaré a serlo». Acudía a misa al alborear el día ayudando al oficiante en cuantas celebraciones hubiera. Y si al regresar del colegio hallaba la puerta de su casa cerrada, aprovechaba para ir a rezar ante la Virgen. Su inocencia y candor le granjearon la simpatía de quienes le conocían. Valoraban su entrega y la diligencia que mostraba a sus 10 años de edad asistiendo a su madre paralítica tras una enfermedad. Sabían que hacía malabarismos para seguir sus estudios.

El padre Emmerich, canónigo premonstratense de la abadía de Tongerloo, le proporcionó una formación básica, y despertó en su corazón el anhelo de ser sacerdote. Feliz al poder vestir el traje talar, como usualmente hacían los pupilos de un eclesiástico, acrecentó su piedad y su oración. En la biblioteca devoraba la Biblia y las biografías de los santos. A los 14 años, su padre, cercado por graves problemas económicos, le propuso seguir su oficio, lo que suponía relegar por completo su preparación. Juan expuso su ideal con tal convicción, que logró vencer la disconformidad de su progenitor. Con la ayuda de dos tías religiosas beguinas entró al servicio del canónigo padre Froymont en Malinas. Era el primer paso para obtener una beca; con su trabajo podría costeársela. La estancia junto al sacerdote no fue sencilla, aunque Juan tenía cualidades naturales para hacer las delicias de los que convivían a su lado. Dos de los tres niños que le asignaron para que les tutelase ingresaron a su tiempo en la Compañía de Jesús. La Orden se había instalado en Malinas en 1611 y tres años más tarde inauguró un colegio. Juan ingresó en él para disgusto de Froymont, que acogió esta decisión con desagrado. También su padre, que había pensado en su brillante futuro, se resistió; no tenía intención de costear sus estudios.

En el colegio se afilió a la Congregación Mariana. Tras la lectura de la vida de Luís Gonzaga tuvo claro que quería ser jesuita. Además, le impactaba la posición de los religiosos ante la reforma luterana, tenía noticia de las cartas de Francisco Javier y de las gestas de los mártires ingleses. Envío a sus progenitores cartas verdaderamente edificantes, maduras y radicales defendiendo su vocación: «Me causa maravilla, en verdad que vosotros, que deberíais alabar al Señor [...] me exhortéis a no escuchar a Dios Nuestro Señor y a diferir cinco o seis meses la ejecución de mi designio [...]. He resuelto en mi corazón hallarme, dentro de catorce días entre mis hermanos, en la Santa Religión [...] 'Os saludo y adiós', lo mismo que vosotros a mí, cuando entreguéis a este vuestro hijo al Señor Dios, quien me dio a vosotros». Su padre no claudicaba. Apoyaron a Juan el arzobispo y el padre Froymont. La última palabra del Sr. Berchmans fue que aceptaba, pero mantuvo su negativa a correr con los gastos. La réplica del joven, una parecida a la del Poverello, fue que estaba dispuesto a despojarse de todas sus prendas, si era preciso, para cumplir su más ferviente anhelo.

En el noviciado que comenzó en 1616, marcado en su inicio por la prematura muerte de su madre, constataron su caridad, fidelidad y amor a la oración. Todo lo ejercitada con la persistente urgencia que guiaba su acontecer: «Quiero ser santo sin espera alguna. Seré fiel en las cosas pequeñas. Haré, cada cosa como si fuera la última de mi vida». Juan influyó en su padre, que a la muerte de su esposa se ordenó sacerdote y fue canónigo de Diest. Murió un día antes de que él emitiera sus votos, un hecho que le produjo gran consternación y contrariedad, ya que nadie le dio noticias del óbito; lo conoció porque le escribió para fijar la cita de despedida antes de partir a Roma en 1618. Llegó a la ciudad después de recorrer a pie 1.500 km., junto a su compañero Penneman. En el Colegio Romano su piedad y consciencia de la presencia de Dios, que le ayudaba a sobrenaturalizar las cosas, fue de alta y continua edificación para todos. Así lo atestiguaron sus formadores, el padre Piccolomini y el padre Massucci, quien decía que después de san Luís Gonzaga, al que trató, no había conocido a «un joven de vida más ejemplar, de conciencia más pura y de más alta perfección que a Juan».

Aprovechaba cualquier ocasión para santificarse. Superaba los pequeños escollos de la convivencia con paciencia y ternura, aunque humildemente reconocía cuánto le costaba: «Mi mayor penitencia, la vida común». Alegre, bondadoso, brillante desde el punto de vista intelectual, inocente, casto, servicial, con cualidades artísticas reconocidas para el teatro, fue como un ángel para la comunidad. Le guiaba su devoción por la Eucaristía y por María: «Si yo amo a María, estoy seguro de mi salvación y de mi perseverancia. También puedo obtener de Dios todo lo que deseo y soy casi omnipotente. No descansaré hasta haber conseguido un amor tierno hacia mi Madre». Murió tras una breve e inesperada afección pulmonar, influido por la canícula romana que le afectó gravemente, el 13 de agosto de 1621. Su confesión final fue: «no haber quebrantado nunca, en mi vida religiosa, regla alguna ni orden de mis superiores, a sabiendas, y advertidamente, y el no haber cometido nunca un pecado venial». Pío IX lo beatificó el 28 de mayo de 1865. León XIII lo canonizó el 15 de enero de 1888.