Servicio diario - 14 de octubre de 2019


 

El Papa encomienda a la Virgen el sufrimiento de Ecuador
Larissa I López

Obispos de los países amazónicos muestran su apoyo a Ecuador
Larissa I López

Sínodo: La Iglesia comprometida contra la violación de derechos de los pueblos
Redacción

Sínodo de la Amazonía: El valor del perdón
Anne Kurian

Domenico Giani presenta su dimisión como comandante de la Gendarmería Vaticana
Larissa I López

Movimientos populares: Entrega del Pronunciamiento de Guaranema para el Sínodo Amazónico
Larissa I López

`Anglicanorum coetibus': Simposio en el 10° aniversario de la Constitución Apostólica
Redacción

Santa Teresa de Jesús, 15 de octubre
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

14/10/2019-17:00
Larissa I. López

El Papa encomienda a la Virgen el sufrimiento de Ecuador

(ZENIT — 14 oct. 2019).- En la mañana de hoy, 14 de octubre de 2019, el Papa Francisco elevó una oración por el pueblo de Ecuador, confiándolo a la Virgen, "nuestra Madre", para que Ella logre la paz.

Después de rogar a Dios que los trabajos del Sínodo de la Amazonía sigan desarrollándose en el espíritu de la cooperación, el Papa se refirió al conflicto vivido en Ecuador.

"Encoméndemos a nuestra Madre a los hermanos ecuatorianos que han sido matados en estos días, heridos, perseguidos, presos, que Ella ponga paz y los acompañe en este momento de tanto sufrimiento, sobre todo entre los indígenas del Ecuador, fueron las palabras del Santo Padre, indica Vatican News.

 

Llamamiento en el Ángelus

Esta oración de Francisco se produce un día después del llamamiento al país latinoamericano realizado ayer durante su discurso del Ángelus, tras la canonización de cinco beatos, entre ellos John Henry Newman.

En ese llamamiento, alentó la búsqueda de la paz social y el respeto de los derechos humanos y se sumó al dolor de los muertos, los heridos y los desaparecidos.

 

Acuerdo entre las partes

De acuerdo a la misma fuente, Patricia Gualinga, líder indígena del Pueblo Quíchua de Sarayaku que se encuentra en el Sínodo a pesar de los problemas para salir de Ecuador, señaló que este paro nacional ha provocado una de las crisis más fuertes de los últimos años en el país.

Por otro lado, se mostró contenta por el acuerdo entre las partes logrado ayer a través del diálogo: la derogatoria del decreto y la creación de uno nuevo que permite que Ecuador vuelva a vivir un ambiente de paz y de esperanza.

Durante la pausa del café en el Sínodo, Patricia Gualinga y algunos obispos ecuatorianos, hablaron con el Papa, comentándole sobre la situación y la repercusión del diálogo conseguido.

Francisco, por su parte, expresó su satisfacción al saber que los indígenas no usaron la violencia para tratar el conflicto.

 

Conversaciones

Efectivamente, informa Vatican News, después de once días de protestas que presentan un balance de siete fallecidos, -según la Defensoría del Pueblo, ya que para los indígenas las bajas son diez- se ha llegado a una solución de paz.

Al comenzar el momento de diálogo, el presidente Lenín Moreno, felicitó a los indígenas por haberse desmarcado de los grupos violentos: "Ustedes no son responsables de lo que ha pasado estos días", les dijo.

Estas conversaciones se mantuvieron bajo el auspicio de la Conferencia Episcopal y el Sistema de Naciones Unidas en Ecuador.

 

Solidaridad entre obispos

El pasado sábado, 12 de octubre de 2019, los presidentes de los episcopados de la Amazonía, presentes en el Sínodo, escribieron una carta de apoyo a Mons. Eugenio Arellano Fernández, presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE).

En ella manifiestan su respaldo al compromiso del episcopado peruano con la paz y su llamado al diálogo al Gobierno y a las distintas fuerzas políticas y sociales.

 

 

 

14/10/2019-08:37
Larissa I. López

Obispos de los países amazónicos muestran su apoyo a Ecuador

(ZENIT — 13 oct. 2019).- Los obispos de los países amazónicos mostraron a Mons. Eugenio Arellano Fernández, presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), el respaldo al compromiso de su episcopado con la paz y su llamado al diálogo al Gobierno y a las distintas fuerzas políticas y sociales "frente a la grave situación que afecta al pueblo ecuatoriano y que viene cobrando vidas humanas y muchos heridos en las protestas".

Dicho mensaje fue transmitido a través de una carta emitida el pasado sábado, 12 de octubre de 2019, desde el Vaticano, donde se encuentra en curso el Sínodo de la Amazonía.

Los prelados felicitan al episcopado ecuatoriano por el comunicado enviado el pasado 9 de octubre, en el que "como Consejo de Presidencia de la CEE, dan a conocer su preocupación, reflexión y propuestas", indica la misiva.

Por otro lado, manifiestan que coinciden con la idea de que "el proceso de diálogo podría incluir una gestión de mediación y agenda temática de común acuerdo entre las partes" y consideran "muy positivo que el sistema de Naciones Unidas y la Academia hayan demostrado su interés de facilitar el proceso de mediación".

También se identifican plenamente con el llamamiento de los obispos ecuatorianos "a continuar trabajando hacia un acuerdo final que viabilice el retorno a la calma y el necesario fortalecimiento de la democracia".

Finalmente, se unen en oración a todos ellos "para que se concreten en el Ecuador puntos en común que devuelvan la paz a vuestra nación y se avance en encontrar una justicia sostenible para la vida y la dignidad humana, especialmente de las personas más vulnerables".

La carta está firmada por: Mons. Miguel Cabrejos Vidarte, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana; Mons. José Luis Azuaje, presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela; Mons. Oscar Urbina, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia; Mons. Ricardo Centellas, presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana; y Mons. Walmor Oliveira de Azevedo, presidente de la Conferencia Nacional de los Obispos del Brasil.

 

 

 

14/10/2019-13:01
Redacción

Sínodo: La Iglesia comprometida contra la violación de derechos de los pueblos

(ZENIT —14 oct. 2019).- Hoy, 14 de octubre de 2019, con la novena Congregación General se ha iniciado la segunda de tres semanas del Sínodo Especial para la Región Panamazónica, que finalizará el 27 de octubre. Esta mañana estaban presentes 179 Padres sinodales. Junto con el Papa, elevaron una oración por Ecuador, indicó Vatican News.

El Sínodo es un Kairós, un tiempo de gracia: la Iglesia escucha, en actitud empática y camina junto a los pueblos originarios de la selva: periferias geográficas y existenciales que han recibido el don de contemplar diariamente el "Fiar', la primera palabra pronunciada por Dios. La creación es de hecho una Biblia verde que revela al Creador y en la celebración de los sacramentos el compromiso ecológico encuentra su fundamento más profundo.

 

La contribución en el contexto internacional

La Iglesia está llamada a hacer oír su voz. Algunos han dicho que las representaciones pontificias podrían seguir desempeñando un papel esencial en los gobiernos y en los organismos internacionales para promover las demandas del pueblo amazónico sobre sus derechos a la tierra, al agua y a los bosques. Además, la Iglesia en la Amazonía está llamada a promover una economía circular que respete la sabiduría y las prácticas locales. También se invocó la creación de un observatorio eclesial internacional sobre la violación de los derechos humanos del pueblo amazónico. Por consiguiente, la exhortación es: los países industrializados deben expresar una mayor solidaridad hacia los países con economías frágiles, también porque aportan un mayor índice de contaminación. El Sínodo, con la multiplicidad de intervenciones e ideas que resuenan en la sala de audiencias, está reforzando en los participantes la idea de una Iglesia unida en torno a los desafíos de la región panamazónica. Cada región del mundo siente propia la Amazonía y los frutos de esta asamblea especial beneficiarán a la Iglesia Universal.

 

La comunicación fomenta la interconexión

La Amazonía es un mundo multiétnico, multicultural y multirreligioso donde muchas semillas de la Palabra ya han echado raíces y están dando frutos. Es deseable crear un ecosistema de comunicación eclesial panamazónica que refleje la interconexión de toda la humanidad. La idea es tejer no tanto una red de cables, sino de personas humanas. En efecto, las grandes dificultades de movilidad en esta región ilimitada exigen urgentemente una mayor eficacia y ubicuidad de los medios de comunicación social. Al mismo tiempo, es necesario ayudar a las personas a poder leer críticamente la información difundida de forma superficial por algunos medios de comunicación, desenmascarando cualquier forma de manipulación, distorsión o espectacularización.

 

Formación permanente y catecumenado para una Iglesia en salida

En vista de la disminución significativa del número de comunidades religiosas en la región, como es el caso, por ejemplo, del estado de Pará, en Brasil, donde se ha pasado de la pastoral de la presencia a la de la visita, se pide a las congregaciones religiosas que recuperen su entusiasmo misionero. Al mismo tiempo, es necesario ofrecer caminos de formación y catecumenado constantes, basados no solo en libros de estudio, sino también en la experiencia en el campo en contacto directo con la cultura local. Asumir un rostro amazónico significa comprender los signos y símbolos propios de estos pueblos y vivir juntos en una perspectiva de diálogo e interculturalización, favoreciendo la profundización de una teología india, para que la liturgia responda cada vez más a la cultura local. Esto implica un dinamismo: es decir, salir de nuestras estructuras y perspectivas. En algunos casos, la Iglesia que sale de la Amazonía ya es una realidad. Son muchos los ejemplos de presencia pastoral destinada a animar a los pueblos indígenas, olvidados por el mundo, a tomar las riendas de su destino en sus propias manos. Sin embargo, nunca se ha de ceder a la tentación de una evangelización basada exclusivamente en programas de bienestar. Al mismo tiempo, la Iglesia está llamada a afrontar los desafíos que plantea, por una parte, la proliferación de las sectas religiosas y, por otra, la cultura relativista de los países industrializados.

 

Ministerios y discernimiento

La presencia es esencial. No solo de sacerdotes y obispos, sino también colaboradores laicos, hombres y mujeres. Un animador, sea catequista, lector, curador de enfermos, diácono o ministro extraordinario de la Eucaristía, ejerce su sacerdocio bautismal cuando asume una actitud de servicio y no de poder o dominio. Valiosas colaboradoras en la misión de la Iglesia en la Amazonía son las mujeres, insustituibles en el cuidado, custodia y protección de la vida de los samaritanos. Al mismo tiempo, en el campo de la educación, se destacó la urgencia de transmitir la fe, motivando a los jóvenes a construir sus propios proyectos de vida, promoviendo el cuidado de la Casa Común, aumentando el rechazo del flagelo de la trata de personas, combatiendo el analfabetismo y la deserción escolar. Hay que ayudar a los jóvenes a integrar los conocimientos ancestrales con los conocimientos más modernos para que ambos contribuyan al "buen vivir". Bajo la acción del Espíritu, cum Petrus y sub Petrus, se insta a la Iglesia a que se convierta a una perspectiva amazónica y a que emprenda sin temor un discernimiento y una reflexión sobre el tema del sacerdocio, escuchando también la hipótesis de la ordenación de las personas casadas, sin diluir nunca el valor del celibato. De hecho, debemos tener siempre presente la tragedia de las poblaciones que no pueden celebrar la Eucaristía por falta de sacerdotes o que reciben el Cuerpo de Cristo solo una o dos veces al año. Se ha sugerido una reflexión sobre una posible actualización de la Carta Apostólica Ministeria Quaedam de Pablo VI. También se propone la introducción de diáconos permanentes y diáconos indígenas que, a través del ministerio de la Palabra, ayudarán a la población local a comprender mejor los Textos Sagrados.

 

Protección de la Casa Común y explotación irresponsable

También se avanza en la idea de crear comunidades cristianas eco-interculturales abiertas al diálogo interinstitucional e interreligioso que enseñen nuevos estilos de vida orientados al cuidado de la Casa Común. Las empresas petroleras y madereras —denunciadas — dañan el medio ambiente y socavan la existencia de los pueblos. De hecho, los pueblos indígenas no obtienen ningún beneficio de la extracción de recursos, la silvicultura y la minería de sus tierras. Por lo tanto, es necesario exponer con firmeza la corrupción desenfrenada que alimenta las desigualdades y las injusticias y preguntarnos qué dejaremos a las generaciones futuras. También hay que combatir la gran amenaza que supone el tráfico de drogas, junto con cualquier complicidad que lo alimente.

 

Acceso a la alimentación y respeto a los ecosistemas

Igualmente hay espacio para el tema de la soberanía alimentaria: cada pueblo tiene derecho a elegir qué cultivar, qué comer y cómo garantizar el acceso a los alimentos respetando los ecosistemas. Una parte significativa de la biodiversidad agroalimentaria de la Amazonía es todavía desconocida y ha sido preservada hasta ahora por las poblaciones locales. No puede acabar siendo explotada por unos pocos y arrebatada a la multitud, como ocurrió en el ámbito médico, donde las plantas y los ingredientes activos han enriquecido a las multinacionales farmacéuticas, sin nada que devolver al pueblo.

 

 

 

14/10/2019-17:23
Anne Kurian

Sínodo de la Amazonía: El valor del perdón

(ZENIT —14 oct. 2019).- El valor del perdón en el seno de los pueblos indígenas de la Amazonía que descubren el anuncio de Jesús, esto subrayaron los misioneros presentes en el Sínodo de los obispos dedicado a esta región, durante la sesión informativa del 14 de octubre de 2019.

El obispo venezolano José Ángel Divassón Cilveti dio testimonio de la misión de los salesianos, que acompañan desde 1957 al pueblo yanomami que vive en Venezuela y Brasil. Se trata, dijo, de "compartir la vida de las comunidades", sin "decirles lo que tienen que hacer", porque "son ellos los que tienen que tomar las riendas de sus destinos".

Sí, por ejemplo, se les puede ofrecer "instrucción", pero "no deben depender de otros para nada". Por lo tanto, la misión no es llegar como "colonizadores", imponiendo el propio punto de vista, sino "comprender lo que ellos piensan". Según el obispo, "el Evangelio trae cosas nuevas", como el perdón, cuyo valor aprenden los pueblos indígenas: "la capacidad de perdonar les ha ayudado a resolver ciertos problemas, han logrado superar numerosos conflictos".

Mons. Carlo Verzeletti, obispo de Castanhal, Brasil, habló de la falta de sacerdotes en amplios territorios donde la práctica de los sacramentos se está haciendo difícil. Deseó la ordenación de hombres casados — viri probati — para que la Eucaristía pudiera ser celebrada en las comunidades. Estos no serán "sacerdotes de segunda clase", subrayó, sino "personas preparadas que llevan una vida ejemplar" y que podrían llevar a cabo "un trabajo extraordinario".

Para José Gregorio Díaz Mirabal, presidente de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica(COICA), que representa a más de 400 pueblos, "si no hacemos nada por el planeta y por la humanidad, todos desapareceremos". De hecho, el pueblo venezolano de Curripaco expresó la voluntad de sus "hermanos emplumados" de "defender a la Madre Tierra".

"Queremos que se delimiten nuestros territorios, queremos tener títulos... gritamos para que se escuche nuestro grito", dijo ante la prensa, denunciando en particular la "invasión" de los grandes proyectos de desarrollo y los asesinatos de los que son víctimas los pueblos indígenas. Y pidió a los líderes protección contra los "nuevos dioses del mundo civilizado", las grandes organizaciones financieras y comerciales.

 

 

 

14/10/2019-14:14
Larissa I. López

Domenico Giani presenta su dimisión como comandante de la Gendarmería Vaticana

(ZENIT — 14 oct. 2019).- Domenico Giani, comandante de la Gendarmería Vaticana, "ha presentado su dimisión al Santo Padre por amor a la Iglesia y fidelidad al Sucesor de Pedro".

Así lo ha informado hoy, 14 de octubre de 2019, la Oficina de Prensa de la Santa Sede a través de un comunicado.

Esta decisión, indica la citada nota, se ha producido después de que el pasado 2 de octubre algunos medios de comunicación publicaran una orden confidencial, firmada por el propio Domenico Giani "sobre las consecuencias de ciertas limitaciones administrativas impuestas a personal de la Santa Sede". Se trata de una publicación que "perjudicaba gravemente tanto la dignidad de las personas implicadas como la imagen de la Gendarmería".

Ante ello y con el fin de "asegurar la debida serenidad a la investigación en curso, coordinada por el promotor de Justicia y realizada por el Cuerpo de Gendarmería, ya que el autor de la divulgación externa de la orden confidencial -reservada a los pertenecientes al Cuerpo de la Gendarmería y de la Guardia Pontificia Suiza- sigue siendo desconocido, y aunque el Comandante no tenga ninguna responsabilidad personal en el desarrollo de los acontecimientos (...)", Giani ha decidido renunciar a su cargo.

 

Palabras del Papa Francisco

Según indica el comunicado, al recibir la dimisión, el Papa Francisco ha mantenido una conversación con Domenico Giani, expresando "su aprecio al comandante por su gesto, expresión de libertad y sensibilidad institucional, que honra al comandante Giani y el trabajo que ha realizado con humildad y discreción al servicio del Ministerio Petrino y de la Santa Sede".

Igualmente, el Santo Padre ha rememorado "los veinte años de fidelidad y lealtad incuestionables de Domenico Giani" y subrayado "cómo dando un testimonio excepcional en muchas partes del mundo, el comandante Giani ha sabido construir y garantizar en torno al Pontífice una atmósfera constante de tranquilidad y seguridad".

Finalmente, el comunicado expone que, en su despedida de Domenico Giani, Francisco mostró su agradecimiento por "la extrema competencia demostrada en el desempeño de sus muchas y delicadas tareas, también a nivel internacional, y por el indiscutible profesionalismo que ha aportado a la Gendarmería Vaticana".

 

 

 

14/10/2019-10:32
Larissa I. López

Movimientos populares: Entrega del Pronunciamiento de Guaranema para el Sínodo Amazónico

(ZENIT —14 oct. 2019).- Ante la celebración del Sínodo de la Amazonía, en curso del 6 al 27 de octubre de 2019, representantes de movimientos populares hicieron entrega al cardenal Pedro Barreto, presidente delegado de la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la región Panamazónica, del Pronunciamiento de Guaranema.

Dicho pronunciamiento, documento de “aliento y de compromiso” sobre el Sínodo de la Amazonía dirigido al Papa y los padres sinodales, pretende acompañar a los participantes en el mismo y señala la ​preocupación y el compromiso de los movimientos populares en la lucha contra la crisis​ socioambiental​, por la defensa de una ecología​ integral​, por vivir ​en ​armonía con la “casa común”, por mitigar el impacto del cambio climático y, también, para ​respaldar las propuestas y sugerencias recogidas en el Instrumentum laboris de esta Asamblea Especial del Sínodo de los obispos.

 

Campaña de Acción Global

Efectivamente, la declaración fue resultado de un encuentro celebrado en Guaranema, Brasil, a principios del mes de septiembre de 2019, en el que participaron representantes de movimientos populares de Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Nicaragua, Paraguay, Perú y Venezuela. Con su labor, estos movimientos organizan a trabajadores excluidos, campesinos indígenas, trabajadores cristianos, trabajadores rurales sin tierra, trabajadores agropecuarios, militantes por los derechos humanos y la defensa del territorio.

Al mismo tiempo, para continuar apoyando al Sínodo y responder a la situación de injusticia, los movimientos populares firmantes y adheridos al Pronunciamiento de Guaranema convocan la Campaña de Acción Global Amazonía, Resistencia y Vida, que se realizará del 12 al 18 de octubre, siendo su principal jornada el 16 de octubre, coincidiendo con el Día Mundial de la Soberanía Alimentaria.

 

Motivación del pronunciamiento

El Pronunciamiento de Guaranema, surgió ante la conciencia de que la región amazónica se encuentra, "en el centro de una disputa de sentidos y de proyectos socioeconómicos opuestos, en medio de una crisis socioambiental sistémica", indica Abraham Canales, responsable de la Oficina de Comunicación de Encuentro Mundial de Movimientos Populares.

En la Amazonía es patente un proceso de apropiación y explotación de territorios y bienes comunes, marcado por el avance del agronegocio, de la explotación mineral y petrolífera y de los grandes proyectos de infraestructura a ellos asociados, detrás de los cuales se encuentran los intereses de multinacionales, el capital financiero y el complejo armamentista, "que buscan imponer sus intereses económicos por encima de los modos de vida de los pueblos amazónicos", subraya la misma fuente.

Todo ello se manifiesta en la deforestación, la ocupación ilegal de los territorios para la explotación de bienes naturales y, en consecuencia, en la expulsión de los pueblos indígenas y campesinos, legitimando "la violencia, los fundamentalismos, el racismo, la criminalización de las organizaciones populares, la persecución y asesinato a sus líderes", expuso el representante de los estos movimientos.

 

Contenido

El contenido del pronunciamiento, en línea con el documento de trabajo del Sínodo, alienta una Iglesia que camine con los pueblos, que accione y reaccione en defensa de los derechos de los mismos y de la Amazonía.

Supone también, de acuerdo al mencionado portavoz, una denuncia contra el modelo predatorio y explotador de los bienes comunes de la población en esta región y coincide en que la defensa de los derechos territoriales de los pueblos indígenas es condición indispensable para avanzar en una perspectiva política del bien común, del "buen vivir" y en pos de una ecología integral.

También celebra que el Instrumentum Laboris incluya la sugerencia de la agroecología, la agricultura familiar campesina e indígena, comunitaria y agroflorestal, pues constituyen caminos imprescindibles para conseguir la soberanía alimentaria. En definitiva, valoran la promoción de una nueva conciencia ecológica, dentro de la perspectiva del "buen vivir", que permita superar la cultura imperante del consumismo, el descarte, los femicidios y el ecocidio.

 

Movimientos populares

Los movimientos populares han mantenido tres encuentros mundiales con el Papa Francisco: Roma, 2014; Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, 2015; y de nuevo Roma en 2016.

Estos encuentros son un espacio de hermandad entre las organizaciones de base de los cinco continentes, una plataforma construida por diversos movimientos populares en torno a la invitación del Pontífice a que los pobres y los pueblos organizados no se resignen y sean protagonistas del proceso de cambio.

Su finalidad es promover la cultura del encuentro con el propósito de dar la batalla, sin soberbia pero con coraje, sin violencia pero con tenacidad, por la dignidad humana, por la naturaleza y por la justicia social. Igualmente, pretende favorecer la organización de los excluidos para construir desde abajo la alternativa humana a esta globalización excluyente que arrebata hasta los derechos sagrados al techo, al trabajo y a la tierra, las conocidas como "3T", criterios esenciales de justicia social.

 

Papa Francisco

"Los movimientos populares expresan cómo la 'fuerza del nosotros' sea la respuesta a la `cultura del yo' que mira únicamente a la satisfacción de los propios intereses. La 'fuerza del nosotros', cultiva el sueño de un mundo distinto y más humano".

Estas son las palabras de Francisco en torno a esta realidad incluidas en la presentación del libro La irrupción de los movimientos populares. El Rerum Novarum de nuestro tiempo, recientemente presentado en el Vaticano.

 

 

 

14/10/2019-11:04
Redacción

`Anglicanorum coetibus': Simposio en el 10° aniversario de la Constitución Apostólica

(ZENIT — 14 oct. 2019).- El próximo 15 de octubre de 2019, con motivo del décimo aniversario de la Constitución Apostólica Anglicanorum coetibus, promulgada por el Papa Benedicto XVI en 2009, se celebrará un Simposio en el Aula Magna de la Pontificia Universidad Gregoriana.

El evento está copatrocinado por la Facultad de Derecho Canónico de la Pontificia Universidad Gregoriana y la Congregación para la Doctrina de la Fe, a diez años de la promulgación de la Constitución Apostólica y de sus Normas Complementarias.

A la luz de esta experiencia, el Simposio reunirá a expertos en Teología, Derecho Canónico y Liturgia que con sus intervenciones pretenden dar a conocer más ampliamente a la Iglesia universal el rico contenido de estos documentos y su desarrollo práctico. Los ordinarios de cada uno de los tres Ordinariatos personales estarán presentes y describirán los éxitos logrados y los desafíos surgidos en esta primera década.

 

Programa

El cardenal Luis Francisco Ladaria Ferrer, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, presentará el acto a las 9.15 horas. La sesión de la mañana, moderada por el padre Ulrich Rhode, decano de la Facultad de Derecho Canónico de la Pontificia Universidad Gregoriana incluye tiempo para preguntas y debates.

Por su parte, el arzobispo Agustín Di Noia, secretario adjunto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, aborda el contexto histórico del desarrollo de la Anglicanorum coetibus, mientras que el padre Gianfranco Ghirlanda, profesor emérito de la Pontificia Universidad Gregoriana y consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe, tratará de los elementos canónicos de la Constitución Apostólica y de las Normas Complementarias.

La sesión vespertina será moderada por el Rev. Walter R. Oxley, oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe. En ella, el profesor Hans Jürgen Feulner, licenciado en Teología, de la Universidad de Viena, analizará las disposiciones litúrgicas para los Ordinariatos Personales. Le seguirá el Rev. Mons. Mark Langham, capellán católico de la Universidad de Cambridge que hablará de las implicaciones ecuménicas de la Anglicanorum coetibus.

El simposio concluirá con una mesa redonda, en la que participan el Reverendísimo Steven J. Lopes, ordinario del Ordinariato Personal de la Cátedra de San Pedro en América del Norte, Mons. Keith Newton, ordinario del Ordinariato Personal de Nuestra Señora de Walsingham en Gran Bretaña y Mons. Carl Reid, ordinario del Ordinariato Personal de Nuestra Señora de la Cruz del Sur en Australia.

 

 

 

14/10/2019-07:14
Isabel Orellana Vilches

Santa Teresa de Jesús, 15 de octubre

«Fundadora de las carmelitas descalzas, doctora de la Iglesia, la primera mujer que recibió este alto honor. Apóstol incansable, escritora, poeta, mística excepcional. Es una de las grandes maestras de la vida espiritual»

En este mes de octubre misionero el santoral nos ofrece la vida de dos insignes carmelitas, ambas de nombre Teresa, que unieron a Jesús. Teresa de Lisieux, de cuya trayectoria se hizo puntual eco esta sección de zenit hace unos días, y la fundadora Teresa de Cepeda y Ahumada, considerada una de las grandes figuras de la Iglesia, de poderoso influjo en santos y beatos. Imposible precisar el número de personas anónimas que la eligieron y continúan tomándola como modelo, pero seguro que son multitud. Se han vertido tantas reflexiones en torno a ella que nada nuevo se puede añadir. Seguimos admirados de su entrega, agradeciendo a Dios su fecunda existencia.

Nacida el 28 de marzo de 1515 en Ávila, España, tenía una personalidad impactante. Mujer de empuje, audaz, soñadora, apóstol incansable, mística y doctora de la Iglesia, primera a la que se le confirió tan alto honor, escritora, poeta..., ha logrado que su vida y obra, que mantiene su frescura original, prosiga en lo alto de este podium de santidad. Se enamoró de Cristo precozmente, y quiso derramar su sangre por Él siendo mártir a la edad de 6 años; huyó para ello con su hermano Rodrigo, pero los encontraron. La vida eremítica formó parte de sus juegos infantiles. Después, pasó un tiempo entre devaneos, atrapada por el contenido de libros de caballería y el cortejo de un familiar. Su madre murió dejándola en la difícil edad de los 13 años. Internada por su padre a los 16 en el colegio de Gracia, regido por las madres agustinas, echaba de menos a su primo, que era el galán que la pretendía.

Aunque se hallaba en contacto con la vida religiosa, el mundo seguía disputándosela a Cristo; ser monja no estaba en sus planes. Hasta que en 1535, después de ver partir a Rodrigo, casarse a una de sus hermanas, e ingresar una amiga en el monasterio de la Encarnación, hablando con ésta descubrió su vocación, y entró en el convento a pesar de la oposición paterna. Una grave enfermedad la devolvió a los brazos de su padre en 1537. Luchó contra la muerte y venció, atribuyéndolo a san José, aunque le quedaron secuelas. En 1539 volvió a la Encarnación. La vida en el convento era, como hoy se diría, demasiado light. Tanta apertura y comodidades, entradas y salidas, no eran precisamente lo más adecuado para una consagrada. Y en la Cuaresma del año 1544, el de la muerte de su padre, ante la imagen de un Cristo llagado, con ardientes lágrimas suplicó su ayuda; le horrorizaba ofenderle.

Era su amor vehemente, sin fisuras, alimentado a través de una oración continua: « La oración no consiste en pensar mucho, sino en amar mucho». Comenzó a experimentar la vida de perfección como ascenso de su alma a Dios, y a la par recibía la gracia de verse envuelta en místicas visiones que incendiaban su corazón, aunque hubo grandes periodos templados por una intensa aridez. Susurros de su pasión impregnaban sus jornadas de oración: «Vivo sin vivir en mí, y tan alta vida espero, que muero porque no muero...». Demandaba fervientemente la cruz cotidiana: «Cruz, descanso sabroso de mi vida, Vos seáis la bienvenida [...]. En la cruz está la vida, y el consuelo, y ella sola es el camino para el cielo...».

Hacia 1562 vivió la experiencia mística de la transverberación: «Veía un ángel cabe mí hacia el lado izquierdo, en forma corporal, lo que no suelo ver sino por maravilla [...]. No era grande, sino pequeño, hermoso mucho, el rostro tan encendido que parecía de los ángeles muy subidos que parecen todos se abrasan. Deben ser los que llaman querubines [...]. Veíale en las manos un dardo de oro largo, y al fin del hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle, me parecía las llevaba consigo, y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios».

En otra de las visiones le fue dado a contemplar el infierno. Fue tan terrible que determinó el rigor de su entrega y emprendió la reforma carmelitana así como su primera fundación. Tenía 40 años, y Dios iba marcándole el camino que debía seguir. San Juan de la Cruz se unió a su empeño. La reforma no fue fácil. Las pruebas de toda índole, insidias del diablo, contrariedades, problemas internos, dudas y vacilaciones de su propio confesor, así como el trato hostil dispensado por la Iglesia, entre otros, le infligieron grandes sufrimientos. A pesar de su frágil salud, tenía un potente temperamento y no se dejaba amilanar; menos aún, cuando se trataba de Cristo. Así que, acudió a los altos estamentos, se codeó con reyes y nobleza, fue donde hizo falta, y se entregó en cuerpo y alma a tutelar y enriquecer espiritualmente las fundaciones con las que regó España. Todas nacieron a impulso del mismo Dios que las inspiraba.

Era una excepcional formadora. Tenía alma misionera; lloró amargamente pensando en las necesidades apostólicas que había en tierras americanas, donde hubiera querido ir. Plasmó sus experiencias místicas en obras maestras, imprescindibles para alumbrar el itinerario espiritual como «El camino de la perfección», «Pensamientos sobre el amor de Dios» y «El castillo interior», que no vio publicadas en vida. La Inquisición estuvo tras ella; incluso quemó uno de sus textos por sugerencia de su confesor. Fortaleza y claridad, capacidad organizativa y sabiduría para ejercer el gobierno, confianza y entereza en las contrariedades, humildad, sencillez, sagacidad, sentido del humor, una fe y caridad heroicas son rasgos que también la definen.

Devotísima de San José decía: «solo pido por amor de Dios que lo pruebe quien no creyere y verá por experiencia cuan gran bien es recomendarse a ese glorioso Patriarca y tenerle devoción». Aunó magistralmente contemplación y acción. Recibió dones diversos: éxtasis, milagros, discernimiento... Murió en Alba de Tormes el 4 de octubre de 1582. Pablo V la beatificó el 24 de abril de 1614. Gregorio XV la canonizó el 12 de marzo de 1622. Pablo VI la declaró doctora de la Iglesia el 27 de septiembre de 1970.