Servicio diario - 17 de octubre de 2019


 

"El Evangelio debe inculturarse": Encuentro del Papa con un grupo de indígenas en Roma
Rosa Die Alcolea

'Nuestra Madre Tierra': Nuevo libro del Papa Francisco
Larissa I López

El limosnero del Papa preside el funeral de una mujer sin hogar
Rosa Die Alcolea

Sínodo: Llamamiento para la supervivencia de los pueblos indígenas
Larissa I López

Costa Rica: Los obispos apoyan la campaña "40 días por la Vida"
Larissa I López

España: Un equipo de Manos Unidas acude al Sínodo Amazónico
Redacción

Scholas Ocurrentes participa en el Simposio de Jóvenes en el Vaticano
Redacción

Monseñor Enrique Díaz Díaz: "Oración y esperanza"
Enrique Díaz Díaz

San Pedro de Alcántara, 18 de octubre
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

17/10/2019-17:10
Rosa Die Alcolea

"El Evangelio debe inculturarse": Encuentro del Papa con un grupo de indígenas en Roma

(ZENIT — 17 oct. 2019).- El Papa Francisco se reunió esta tarde con un grupo de unos 40 indígenas, entre los que se encontraban los participantes en el Sínodo para la Región Panamazónica y otras iniciativas que se están llevando a cabo en Roma en estos días.

El encuentro ha tenido lugar este jueves, 17 de octubre de 2019, a las 15:30 horas, ha informado Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

 

"El Evangelio es como una semilla"

Tras unas palabras de dos indígenas en representación de los pueblos amazónicos, el Papa dirigió unas palabras a los presentes, subrayando que el Evangelio "es como una semilla que cae en la tierra que encuentra y crece con las características de esta tierra", apunta Matteo Bruni en su comunicado.

Con referencia a la región amazónica, el Santo Padre señaló los peligros de las nuevas formas de colonización. Finalmente, refiriéndose a los orígenes del cristianismo, nacido en el mundo judío, desarrollado en el mundo greco-latino y que luego llegó a otras tierras, como la eslava, oriental, americana, Francisco reiteró que el Evangelio debe inculturarse, porque "el pueblo recibe el anuncio de Jesús con su propia cultura".

 

Voz de los pueblos indígenas

El encuentro se abrió con un breve discurso a dos voces, leído por una mujer y un hombre, representantes de los pueblos indígenas, que a través de ellos agradecieron al Santo Padre la convocatoria del Sínodo y pidieron su ayuda para hacer realidad su deseo de asegurar una vida pacífica y feliz a sus pueblos, cuidando su tierra, protegiendo sus aguas, para que puedan disfrutar de sus descendientes.

Asimismo, en la reunión han estado presentes monseñor Roque Paloschi, arzobispo de Porto Velho (Brasil), el cardenal Claudio Hummes, relator general y presidente de la Comisión para la redacción del documento final, y los cardenales Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los Obispos, y cardenal Pedro Barreto, presidente delegado del Sínodo Amazónico.

 

 

 

17/10/2019-09:39
Larissa I. López

`Nuestra Madre Tierra': Nuevo libro del Papa Francisco

(ZENIT — 17 oct. 2019).- Nuestra Madre Tierra, el nuevo libro del Papa Francisco, será publicado por la editorial del Vaticano el próximo 24 de octubre de 2019, informó Vatican News.

Con un prólogo escrito por Bartolomé I, Patriarca de Constantinopla, la obra contiene una recopilación de los discursos, mensajes y homilías en los que Francisco se refiere a la defensa del medioambiente y llama a la promoción de una vida digna para todas las personas.

Entre todos ellos, se encuentra un texto inédito del Santo Padre en el que solicita pedir perdón por el daño causado a nuestro planeta.

 

Perdón y arrepentimiento

Aunque el libro no se publicará hasta la citada fecha, el diario italiano Corriere della Sera ha difundido extractos de dicho texto inédito del Pontífice, reproducidos por el mencionado medio vaticano.

En uno de estos fragmentos, Francisco expresa que sin un verdadero arrepentimiento de las personas sobre su estilo de vida, la lucha por la protección del medioambiente no servirá: "Sueño sinceramente con un crecimiento en la conciencia y un verdadero arrepentimiento por parte de todos nosotros, hombres y mujeres del siglo XXI, creyentes y no, por parte de nuestras sociedades, por dejarnos llevar por lógicas que dividen, crean hambre, aíslan y condenan. Sería bonito poder pedir perdón a los pobres, a los excluidos; entonces podríamos arrepentimos sinceramente incluso del mal hecho a la tierra, el mar, el aire, los animales...".

Por otra parte, el Papa también habla sobre pedir y conceder el perdón, "acciones que solo son posibles en el Espíritu Santo, porque Él es el artífice de la comunión que abre los cierres de los individuos; y se necesita mucho amor para dejar de lado el propio orgullo, darse cuenta de que estabas equivocado y para tener la esperanza de que son realmente posibles nuevos caminos".

Así, indica el Obispo de Roma, el arrepentimiento "es una gracia para ser humildemente implorada al Señor Jesucristo, para que en la historia, nuestra generación sea recordada, no por sus errores, sino por la humildad y la sabiduría de haber podido revertir la ruta".

 

La bondad y el amor

Otra de las partes divulgadas por el periódico italiano trata sobre la conexión de todo "en la bondad y en el amor", de manera que "cada falta de amor tiene repercusiones en todo".

Por tanto, el Papa Francisco considera que la crisis ecológica que vivimos hoy día es "uno de los efectos de esta mirada enferma sobre nosotros, sobre los otros, en el mundo, con el paso del tiempo, una mirada enferma que no nos hace percibir todo como un regalo ofrecido por descubrirnos amados".

 

Otras cuestiones

Al mismo tiempo, apunta a cómo en la actualidad se tiene conciencia de que fenómenos como la contaminación, el cambio climático, la desertificación, la migración ambiental, el consumo insostenible de los recursos del planeta, la acidificación de los océanos y la reducción de la biodiversidad "son aspectos inseparables de la inequidad social".

Además, revela Vatican News, el Santo Padre escribe sobre la creciente concentración de poder y riqueza en manos de unos pocos, las denominadas sociedades del bienestar, los disparatados gastos militares, la cultura del descarte y la falta de consideración del mundo desde el punto de vista de las periferias, así como la falta de protección de niños y menores, de los ancianos vulnerables y de los niños no nacidos.

 

 

 

17/10/2019-11:27
Rosa Die Alcolea

El limosnero del Papa preside el funeral de una mujer sin hogar

(ZENIT — 17 oct. 2019).- El limonero apostólico Mons. Konrad Krajewski, ha presidido esta mañana el funeral de una mujer polaca sin hogar de 63 años que falleció el pasado 13 de febrero, tras dos días de hospitalización en el Hospital San Carlo de Nancy a causa de una grave neumonía.

La Oficina de Prensa de la Santa ha comunicado este jueves, 17 de octubre de 2019, que el funeral se ha celebrado a las 9:30 horas, en la iglesia parroquial de San Romano Martire, que es la parroquia más cercana a la estación Tiburtina, donde Hanna Lidia Czajer, de nacionalidad polaca, vivía desde 2014 y donde se enfermó gravemente durmiendo en la calle.

El cardenal polaco Krajewski ha celebrado la Misa de exequias, acompañada por cantos y por el sonido del órgano, se ha desarrollado ocho meses después de su muerte debido a los procedimientos burocráticos.

Solo en estos días el magistrado ha ordenado el fin de la investigación y, por lo tanto, ha dado la posibilidad de que el funeral se pudiera celebrar.

 

 

 

17/10/2019-11:59
Larissa I. López

Sínodo: Llamamiento para la supervivencia de los pueblos indígenas

(ZENIT — 17 oct. 2019).- En su intervención durante el Sínodo de la Amazonía, Yesica Patiachi Tayori hizo un llamamiento urgente para la supervivencia de los pueblos indígenas.

Ayer, 16 de octubre de 2019, a mitad de los trabajos del Sínodo, Yesica Patiachi, docente bilingüe del pueblo indígena Harakbut y miembro de la pastoral indígena del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado (Perú) participó en el briefing informativo diario.

 

Denuncia

La profesora denunció en esta sesión con los medios de comunicación la situación de los pueblos originarios, declarando que "quieren hacernos desaparecer y cuestionando "¿Dónde está la ONU, las instancias internacionales? (...). Los abusos, los asesinatos, tantas víctimas de la trata de personas, abusos sexuales, el maltrato a la mujer: ¿dónde podemos denunciar estos delitos?".

Al mismo tiempo, indicó que "ningún periodista se enfocó en nuestra protesta", por lo que verdaderamente no presentan una "tribuna" donde exponer estos crímenes y desean que su causa llegue "a la conciencia humana".

"Los pueblos indígenas somos y seremos los guardianes de los bosques", dijo Yesica, lamentando que, aunque el cuidado de la casa común constituye "una responsabilidad de todos", estos pueblos originarios son los que experimentan los "crímenes contra la casa común".

 

Ayuda del Papa

Además, la docente expresó el "miedo" que ostentan los indígenas porque están olvidando su lengua, asfixiados "por modelos de desarrollo que vienen de fuera y no respetan la vida". Y agregó, que se sienten discriminados "por hablar una lengua distinta" y considerados como objetos de exhibición "y no como una cultura viva".

Finalmente, Yesica Patiachi pidió ayuda al Papa Francisco para llevar el mensaje de los pueblos indígenas "a los organismos nacionales e internacionales", para evitar "que nos extingamos", ser respetados y dueños de su propio destino.

 

Los Harakbut

Tayori, que, ante el Papa, en Puerto Maldonado (Perú) fue la encargada de pronunciar el discurso de los pueblos indígenas, habló sobre la historia de su tribu amazónica, los Harakbut, que viven en Perú.

Según indica la página de los Misioneros de la Consolata, en el siglo XIX, durante la época de extracción del caucho, los hombres blancos explotaron la mano de obra indígena hasta el límite de la esclavitud.

Cuando los indígenas se negaron a esto último, los ejecutaron. En un solo día, cuenta la profesora, asesinaron a 10.000 miembros de esta tribu. Sus cuerpos fueron arrojados al río Madre de Dios y las personas que bebieron de su agua también murieron. Se estima que el 90% de la población fue diezmada.

 

José Álvarez, Apaktone

A principios del siglo XX llegó la misión católica de los dominicos. Entre ellos destaca la figura del padre José Álvarez, a quienes los Harakbut llamaban Apaktone (papá
anciano), que se encargó de su evangelización y los defendió de los extractores del caucho.

Así, Yesica lo recordó con gratitud porque, quizás, si no hubiese sido por él, "yo no estaría acá para contarles mi versión, para dar a conocer mi protesta".

 

Con Anne Kurian

 

 

 

17/10/2019-13:04
Larissa I. López

Costa Rica: Los obispos apoyan la campaña "40 días por la Vida"

(ZENIT — 17 oct. 2019).- Los obispos de Costa Rica manifiestan su apoyo a la campaña "40 días de por vida", que "quiere unir a los creyentes en la oración para que el aborto no sea nunca legalizado en Costa Rica y sea extirpado en todo el mundo".

Así informó la propia Conferencia Episcopal de Costa Rica a través de un comunicado.

Esta campaña surge alrededor del debate suscitado en el país costarricense ante la interpretación de la ley sobre el aborto terapéutico. Esta práctica está permitida en Costa Rica solo cuando la vida de la madre está en riesgo, mientras que para la Organización Mundial de la Salud, el aborto debe considerarse terapéutico cuando no solo la salud física, sino también la salud mental de la madre se encuentra en peligro.

No obstante, el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, ha prometido firmar este año una norma técnica para regular dicho aborto terapéutico, de manera que los movimientos pro-vida, respaldados por los obispos, se han movilizado contra la disposición.

Así, en su nota, los prelados remiten a las palabras del Papa Francisco con respecto a esta cuestión: "¿Cómo puede ser terapéutico, civil o simplemente humano un acto que suprime la vida inocente e indefensa en su inicio?... ¿Es justo "deshacerse" de una vida humana para resolver un problema?... No se puede, no es justo "deshacerse" de un ser humano, aunque sea pequeño para resolver un problema... Vale la pena acoger cada vida porque cada hombre vale la sangre de Cristo mismo".

En definitiva, los representantes de la Iglesia en Costa Rica instan al presidente a no firmar dicha norma, pues "bien vale la pena defender a quienes no tienen voz para clamar por su vida".
Igualmente, los obispos animan a unirse a todas las actividades organizadas por la mencionada campaña mediante "la oración y el ayuno, las vigilias y diferentes actividades comunitarias para convertirnos todos en verdaderos promotores de la Cultura de la Vida en nuestro país, tan asediado en los últimos años por ideologías foráneas que atentan contra la dignidad de la vida humana".

 

 

 

17/10/2019-15:56
Redacción

España: Un equipo de Manos Unidas acude al Sínodo Amazónico

(ZENIT — 17 oct. 2019).- Un equipo de Manos Unidas se trasladará a Roma del 19 al 23 de octubre para cubrir la última etapa del Sínodo para la Amazonía, en curso del 6 al 27 de octubre.

Manos Unidas es una ONG española de la Iglesia católica y de voluntarios, que trabaja para apoyar a los pueblos del Sur en su desarrollo y en la sensibilización de la población.

Esta entidad trabaja en la Amazonía desde hace más de cuatro décadas, junto con sus socios locales, en diferentes sectores de cooperación. Uno de los objetivos de la organización es mejorar las condiciones de vida en la Amazonía a través de la defensa de los derechos humanos de los pueblos indígenas, así como de la preservación del medioambiente.

 

Actividades paralelas

En Roma, esta delegación de Manos Unidas dará cobertura a diferentes actos en los que la organización está involucrada. Además, entrevistará a personas relevantes relacionadas con el desarrollo en la Amazonía y se difundirán informaciones de primera mano sobre este evento eclesial de relevancia universal.

Entre las actividades paralelas al Sínodo en las que estará presente Manos Unidas se encuentran una mesa redonda del Consejo misionario indigenista sobre experiencias de los pueblos indígenas en la defensa y cuidado de los territorios, un video-fórum organizado por el Vicariato de Jaén — Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica, la presentacion del Informe de Vulneración de Derechos Humanos de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) o una tertulia de reflexión organizada por esta misma red.

 

Participantes

En los eventos a los que este equipo intervenga, también participarán diferentes organizaciones y representantes de las comunidades indígenas vinculados a diversas actividades para dar a conocer los desafíos a los que se enfrentan y con el fin de plantear líneas de acción.

Así, Manos Unidas compartirá actos con Delio Siticonatzi, representante indígena del pueblo Ashaninka (Perú), Antonio Flavia, representante indígena de la región Maranhao (Brasil), Inés Zambrano, auditora del Sínodo y superiora General de las Lauritas y Mons. Martínez de Aguirre, obispo de Puerto Maldonado y secretario del Sínodo.

 

 

 

17/10/2019-16:39
Redacción

Scholas Ocurrentes participa en el Simposio de Jóvenes en el Vaticano

(ZENIT — 17 oct. 2019).- Ayer, 16 de octubre de 2019, culminó el Simposio de Jóvenes en el Vaticano en el que participó la Fundación Scholas Occurrentes.

Bajo el lema Liderazgo intergeneracional: Laudato si' y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, contó con la participación de 85 expertos y cientos de jóvenes de todo el mundo que vienen desarrollando proyectos en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y buscan promoverlos dentro del marco moral descrito en la Encíclica Laudato si'.

Este simposio ha sido organizado por la Pontificia Academia de las Ciencias y por la división juvenil de la Red de Soluciones para un Desarrollo Sostenible, SDSN por sus siglas en inglés, una iniciativa global lanzada por el ex secretario general de Naciones Unidas Ban Ki-Moon en 2012.

 

Sesión inaugural

En la sesión inaugural del evento, que tuvo como sede la Casina Pío IV, participaron Monseñor Marcelo Sánchez, canciller de la Academia Pontificia de Ciencias; Jeffrey Sachs, director de la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, SDSN;  Antonio Guterres, asesor especial sobre ODS del secretario General de la ONU; Lorenzo Fioramonti, ministro de Educación, Universidades e Investigación de Italia; Dho Young-Shim, presidenta de la Organización Internacional de Deportes y Turismo para la Paz y la Prosperidad; José María del Corral, presidente mundial de la Fundación Scholas Occurrentes; y Siamak Sam Loni, fundador de la división juvenil de la SDSN.

Esta sesión trató sobre la importancia del rol de los liderazgos juveniles en inculcar los ODS, el Acuerdo de París sobre el cambio climático, y la encíclica Laudato sí‘ alrededor del mundo.

En su intervención, Del Corral, insistió en el reto que en temas de educación plantean los ODS, específicamente el Objetivo 4, que  aboga por una educación de calidad: “Si pensamos que la educación pasa por la escuela y es un problema del docente, estamos completamente equivocados; es un reduccionismo, un enciclopedismo”, explicaba.

 

Organizaciones

Haciendo énfasis en el lema de este año, el liderazgo intergeneracional, respondieron al llamado del simposio decenas de líderes de la sociedad civil, comunidades religiosas, líderes empresariales y de la academia, para ofrecer su orientación y asociación con los líderes juveniles y construir una red mundial sólida de generadores de cambios intergeneracionales que trabajen para avanzar en la Agenda 2030.

Efectivamente, la Fundación Scholas Occurrentes se unió a este grupo de organizaciones para ofrecer su experiencia y sus metodologías, que pueden ser útiles a los jóvenes para emprender los proyectos de ODS.

Además de Scholas, entre las organizaciones participantes se cuentan el Centro Ban Ki-Moon para Ciudadanos Globales; el Grupo de Liderazgo Climático, conocido como el C40; el Instituto de las Naciones Unidas para la Formación Profesional y la Investigación, UNITAR; UNLEASH, el laboratorio de innovación global de la ONU, así como universidades de élite de todo el mundo como Harvard, Columbia, Oxford, University College London, entre otros.

 

Scholas Occurrentes

Scholas Occurrentes es una organización Internacional de Derecho Pontificio presente en 190 países de los cinco continentes y que a través de su red integra a medio millón de escuelas y redes educativas. Su misión es lograr la integración de todos los alumnos del mundo a través de propuestas tecnológicas, deportivas y artísticas que promueven la educación desde la cultura del encuentro.

 

 

 

17/10/2019-07:00
Enrique Díaz Díaz

Monseñor Enrique Díaz Díaz: "Oración y esperanza"

 

Éxodo 17, 8-13: "Mientras Moisés tenía las manos en alto, dominaba Israel" Salmo 120: "El auxilio me viene del Señor"
II Timoteo 3, 14-4,2: "El hombre de Dios será perfecto y enteramente preparado para toda obra buena".
San Lucas 18, 1-8: "Dios hará justicia a sus elegidos que claman a él"

 

Sin oración el hombre se queda clavado en sus propias limitaciones y en sus propios egoísmos. Sin oración el alma es tierra árida que nunca dará fruto. Sin oración el hombre vagará sin sentido y solitario. La oración es el encuentro con Dios.

Si pensamos en la oración como en una especie de santuario o de oasis donde podemos renovar nuestras fuerzas, donde encontramos paz, donde podemos reconocernos y valorarnos a nosotros mismos delante de Dios, descubriremos que no es algo secundario o de lo que podríamos prescindir. Es algo vital. Un gran pensador definía la oración como el respiro del alma, de tal forma que responde en primer lugar a una necesidad instintiva y solamente después se puede preguntar el por qué. Pero para hacer la oración necesitamos estar preparados, buscar la soledad y los espacios necesarios, sentirnos en presencia de Dios. Y no solamente en su presencia sino tratar de mirar con los ojos de Dios. Cuando Jesús insiste en la necesidad de una oración perseverante a algunos podría parecerles que es terquedad y egoísmo querer que Dios actúe conforme a nuestros deseos. Pero si buscamos "adaptar" nuestros ojos y nuestros deseos a los deseos de Dios, la oración se transforma en fuente de paz y de serenidad para afrontar las dificultades, para recibir no tanto lo que deseamos sino lo que Dios, en su bondad, dispone para nosotros.

Me impresiona este relato donde Jesús no escatima endosarle a Dios un traje de juez inicuo que a regañadientes y molesto accede a las peticiones legítimas de una viuda, con tal de resaltar la necesidad de una oración constante y confiada. Nadie más débil y solitario para pedir justicia que una viuda: sin familia, sin derechos, sin palabra, ante las injusticias recibidas y la indiferencia de quien debería hacer justicia; pero con una fe y una insistencia que logran doblegar la pasividad del perverso juez. Gran enseñanza para cada uno de nosotros, no porque la imagen del juez injusto case bien con un Dios que es bondad y justicia, sino porque la imagen de la viuda débil e impotente cuaja perfectamente con nuestra situación en un territorio asolado por la injusticia, donde nuestros gritos buscando soluciones se ahogan en la sangre de las víctimas, en la corrupción de las instituciones y en el miedo de todos los ciudadanos. La tentación es encerrarnos en nuestras propias seguridades y, mientras no nos toque la desgracia, dejar pasar todos los acontecimientos que están minando la esperanza y la seguridad de todos los mexicanos.

Quizás la parábola refleje la situación de las primeras comunidades ansiosas por una segunda venida de Jesucristo, pero en constante peligro de sucumbir en un medio hostil. Pero también refleja la situación presente en nuestra sociedad donde se hace palpable la injusticia que golpea sobre todo a los marginados e inocentes. El grito de la viuda es el mismo grito que no cesa día y noche como una oración de los oprimidos por un sistema injusto y por una guerra sin sentido. Es el grito desesperado del pequeño y débil que se siente impotente y sin confianza en sí mismo y que no tiene más remedio que acudir a Dios para resolver sus conflictos. Sin embargo, la actitud de la viuda no manifiesta un conformismo o una indiferencia: su oración está sostenida por una fe y una constancia que son capaces de doblegar los obstáculos más fuertes.

Jesús, el hombre de oración permanente, nos enseña la necesidad de orar siempre y sin desfallecer. Para El, como Hijo primogénito, estar en comunicación profunda con su Padre, era lo más connatural. Nosotros, hijos adoptivos del mismo Padre, por Cristo, ¡cómo necesitamos aprender a vivir en una relación semejante! Que el Espíritu Santo nos ayude a lograrlo. Entonces seremos hijos en verdad.

La imagen de Moisés, en la primera lectura, con los brazos alzados al cielo es una bella enseñanza de lo que alcanza la oración. Cuando Moisés ora, el pueblo vence; cuando Moisés se cansa, el pueblo es derrotado. Con nuestra oración, podemos lograr que el pueblo salga vencedor de sus enemigos y de sus esclavitudes. Orar en nombre del pueblo y a favor suyo, como lo hacemos sobre todo en la Eucaristía y la liturgia de las Horas. Con esta confianza, hay que acudir siempre a Él. La celebración de la Eucaristía es el culmen de toda oración.

Con frecuencia nos desesperamos porque nuestra oración no obtiene los resultados que nosotros esperábamos. Pero sería una grave equivocación pensar que es inútil. Nuestra oración es eficaz porque nos hace vivir con fe y confianza en el Padre y en actitud solidaria con los hermanos. Nos hace más creyentes y más humanos. Purifica nuestros criterios y amplía nuestros horizontes. Alienta nuestra esperanza para continuar batallando en la refriega diaria y nos sostiene en los momentos de angustia y desaliento. Quien se entrega confiado y generoso a la oración, quien dialoga con Dios sin desanimarse, descubre que no está solo, que a su lado, a veces silencioso y escondido, camina un Dios misericordioso.

En la oración encontramos el camino, la luz, la vida y la fuerza para transformar este mundo, donde hay jueces, autoridades, legisladores y ciudadanos en general que no temen a Dios ni respetan a los demás. Para superar el clima de sospecha y desconfianza que nos invade, de descalificación entre personas y partidos, necesitamos abrirnos al diálogo con Dios en la oración sencilla, humilde y confiada. Padre, en tus manos pongo mi vida.

Padre Misericordioso, ante nuestra impotencia y nuestra desesperación frente al mal y a la injusticia, nos abandonamos confiadamente en tus manos bondadosas para que, sin tardar, hagas brillar tu justicia. Amén.

 

 

 

17/10/2019-07:36
Isabel Orellana Vilches

San Pedro de Alcántara, 18 de octubre

«Reformador franciscano, excepcional asceta. Un hombre que decidió inmolarse por amor a Cristo infligiéndose severísimas penitencias. Fue amigo y consultor de santos, aclamado por prelados, nobles y plebeyos»

Hoy festividad del apóstol san Lucas, la Iglesia celebra también la vida de este gran penitente y reformador español, que vino al mundo en un siglo cuajado de santos como Ignacio de Loyola, Teresa de Jesús, Juan de la Cruz, Juan de Dios, Juan de Ávila, Francisco de Borja y Francisco Solano, entre otros, para unirse a esta pléyade de heraldos de Cristo.

Vio la luz hacia 1499 en Alcántara, Cáceres, noble tierra extremeña, cuna de conquistadores. Y habría de emularlos siguiendo los pasos de su santo fundador, Francisco de Asís, arrebatando incontables conversiones con sus extraordinarias mortificaciones y disciplinas. Estaba dotado de una memoria prodigiosa, excepcional inteligencia, y una voluntad invencible, todo lo cual puesto a los pies de Cristo, como hizo él, no podía por menos que revertir en una cascada de bendiciones. Fue un hombre de gran finura de trato, con una potencia taumatúrgica excepcional. El magnetismo de su virtud inundaba los corazones de quienes le escuchaban.

Su padre, gobernador de Alcántara, se ocupó de que recibiese esmerada educación en Salamanca. Allí estudió filosofía y derecho. Rozaba el umbral de la juventud y ya cursaba leyes. De hecho al cumplir los 16 años, había aprobado el primer curso. Espiritualmente sabía lo que quería. Pero el seguimiento tiene siempre un coste: el completo abandono en las manos de Dios. Y cuando se posa en el alma la invitación del Altísimo, ésta puede debatirse entre el temblor de un amor incomparable que le desborda, y la luz aparentemente inextinguible de un mundo que no termina de
desvanecerse pugnando por cegarla. En ese estío Pedro vacilaba entre dos clásicos caminos, incompatibles entre sí: el mundo y Dios, y tuvo que hacer frente a un abanico de tentaciones que iban y venían sin darle respiro. En esas se encontraba, sosteniendo con firmeza las bridas de la fe, cuando fue en pos de unos religiosos franciscanos descalzos que pasaban por su localidad natal y a los que vio transitar delante de su propia casa. No tuvo que salir a buscarlos siquiera; los tuvo a la mano. Tampoco consultó a sus progenitores; al verlos los siguió, escapándose con ellos.

Profesó en 1515 en el convento de Majarretes, colindante a la localidad de Valencia de Alcántara, cercana a Portugal. La infancia del santo se había caracterizado por su piedad y caridad encarnadas en una oración continua. El convento era un paraíso para alguien como él que iba a entrar en los anales de la ascética por su celo en conquistar la santidad sin ahorrar sacrificios. Allí pudo dar rienda suelta a su ardiente amor por la Santísima Trinidad y su tierna devoción por María. Sintiéndose arrebatado, y ya signado por favores sobrenaturales, vivía exclusivamente para Dios, ajeno, podría decirse, a toda necesidad y particularidades de este mundo. Todo ello aderezado por sus mortificaciones y durísimas penitencias, que a muchos podrían parecerles inauditas. En su inmolación amorosa llegó un momento en que perdió el sentido del gusto, la tierra era su lecho, un clavo en la pared su almohada, las noches una vigilia de oración, etc. Fue portero, barrendero, cocinero y hortelano. La cocina le dio algunos sinsabores porque se distraía y le reconvenían por ello. Nombrado superior de varios conventos desempeñó esta misión ejemplarmente.

Como predicador no tenía precio. Quienes le oían (buscaba que el auditorio fuese de gente pobre) se convertían, sintiendo que sus palabras procedían directamente del cielo. Era aclamado por obispos, reyes y plebeyos. Buscando la soledad de la oración, fue a Lapa donde escribió un texto sobre la misma. En 1556 en El Pedroso reformó la Orden de «estricta observancia» que fue aprobada por el papa. En 1560 conoció a Teresa de Jesús y la ayudó espiritualmente con su claridad y experiencia para que pudiese dilucidar el trasfondo de las visiones que tenía, poniéndola en contacto, además, con expertos y virtuosos confesores. Su apoyo fue decisivo para que ella pudiera llevar a cabo la reforma carmelitana.

Teresa hizo este impactante retrato de él, que tanto conmueve, máxime cuando procede de la autoridad de una santa como ella: «Me dijo que en los últimos años no había dormido sino unas poquísimas horas cada noche. Que al principio su mayor mortificación consistía en vencer el sueño, por lo cual tenía que pasar la noche de rodillas o de pie. Que en estos 40 años jamás se cubrió la cabeza en los viajes aunque el sol o la lluvia fueran muy fuertes. Siempre iba descalzo y su único vestido era un túnica de tela muy ordinaria. Me dijo que cuando el frío era muy intenso, entonces se quitaba el manto y abría la puerta y la ventana de su habitación, para que luego al cerrarlas y ponerse otra vez el manto lograra sentir un poquito más de calor. Estaba acostumbrado a comer solo cada tres días y se extrañó de que yo me maravillase por eso, pues decía, que eso era cuestión de acostumbrarse uno a no comer. Un compañero suyo me contó que a veces pasaba una semana sin comer, y esto sucedía cuando le llegaban los éxtasis y los días de oración más profunda pues entonces sus sentidos no se daban cuenta de lo que sucedía a su alrededor. Cuando yo lo conocí ya era muy viejo y su cuerpo estaba tan flaco que parecía más bien hecho de raíces y de cortezas de árbol, que de carne. Era un hombre muy amable, pero solo hablaba cuando le preguntaban algo. Respondía con pocas palabras, pero valía la pena oírlo, porque lo que decía hacía mucho bien...».

Murió el 18 de octubre de 1562 en Arenas de San Pedro, Ávila. Hizo muchos milagros. Se apareció varias veces a Teresa que reconoció haber obtenido por medio de él, cuando se hallaba en la gloria, «enormes favores de Dios». En una de esas ocasiones le confió: «Felices sufrimientos y penitencias en la tierra, que me consiguieron tan grandes premios en el cielo». Gregorio XV lo beatificó el 18 de abril de 1622. Clemente IX lo canonizó el 28 de abril de 1669.