Servicio diario - 31 de enero de 2020


 

Argentina: El Papa conversa con Alberto Fernández sobre pobreza y deuda económica
Sergio Mora y Rosa Die

Congreso para Ancianos: Los mayores, “presente” y “mañana” de la Iglesia
Larissa I. López

Hermana María: La vocación contemplativa, “misión de vida escondida en la Iglesia”
Larissa I. López

“Los niños son esperanza”: Nuevo libro en italiano del Papa Francisco
Marina Droujinina

Santa Marta: Dios conceda la gracia de “enviarnos siempre un profeta”
Larissa I. López

Haití: La Nunciatura albergará las negociaciones para un diálogo nacional
Marina Droujinina

Premios ¡Bravo! 2019, de la Conferencia Episcopal: “La mejor cualidad es la bondad”
Rosa Die Alcolea

Madrid: Los cardenales O’Malley y Zuppi irán a las jornadas “Evangelizar la gran ciudad”
Rosa Die Alcolea

Beato Luigi Variara, 1 de febrero
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

31/01/2020-16:04
Sergio Mora y Rosa Die

Argentina: El Papa conversa con Alberto Fernández sobre pobreza y deuda económica

(Ciudad del Vaticano, 31 enero 2020).- El Papa Francisco, argentino de nacimiento, recibió este viernes en el Vaticano al presidente Alberto Fernández, por primera vez como jefe de estado, en una audiencia que duró 42 minutos.

Durante el encuentro, celebrado este viernes, 31 de enero de 2020, a las 10:30 horas, el nuevo mandatario argentino se reunió con el Pontífice, con el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, a quien acompañaba Mons. Mirosław Wachowski, subsecretario para las Relaciones con los Estados, ha informado la Oficina de Prensa Vaticana en un comunicado.

Según esta nota, en las conversaciones examinaron la situación del país, con especial referencia a algunos problemas como la crisis económico-financiera, la lucha contra la pobreza, la corrupción y el narcotráfico, la promoción social y la protección de la vida desde su concepción.

Tras la reunión, el mandatario argentino ofreció una rueda de prensa, en la que destacó lo mucho que se rieron juntos ambos líderes, aseguró que hablaron mucho sobre la pobreza en el país y apuntó que la deuda con el FMI fue una de las principales preocupaciones que estuvieron presentes en la conversación.

El viaje a Argentina, una cuenta pendiente de Jorge Bergoglio desde que se convirtió en Papa hace casi 7 años, no ha sido tratado durante el encuentro, informa el diario “La Nación”.

Además, conversaron sobre la importante contribución de la Iglesia Católica en favor de toda la sociedad argentina, “especialmente de los sectores más vulnerables de la población”, señala el Vaticano.

Horas después del final del encuentro, Fernández publicó en su cuenta de Twitter este mensaje: “Francisco significa mucho para mí, es un líder moral que me reencuentra con la mejor Iglesia. Además, tenemos preocupaciones en común, como la pobreza y el hambre que muchos argentinos padecen. Sé que contamos con su apoyo para atender esos problemas tan urgentes”.

 

Comitiva argentina

La agenda del presidente Fernández inició hoy en la Basílica de San Pedro, donde Mons. Sánchez Sorondo, canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias celebró una misa en las llamadas catacumbas del Vaticano, debajo de la Basílica, lugar de los mausoleos de diversos pontífices.

Poco después, a las 10 horas, en el Patio de ‘San Damián’ un piquete de la Guardia Suiza rindió honores al presidente argentino que bajaba de su auto acompañado por la primera dama Fabiola Yáñez, para su visita de Estado.

La comitiva estaba compuesta por diversos ministros, entre los cuales el canciller Felipe Solá; la ministra de Justicia, Marcela Losardo; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz; el secretario de Culto, Guillermo Oliveri; el jefe de Gabinete de Cancillería, Guillermo Chávez, y el vocero presidencial Juan Pablo Biondi.

 

Aborto en Argentina

La audiencia inició en un clima muy cordial en la biblioteca privada del Palacio Apostólico y siguió a puertas cerradas, para tratar diversos temas relacionados a la situación del país latinoamericano.

Entre los temas espinosos existentes ha figurado el aborto, que es parte del programa del gobierno de Fernández, que contrasta con la posición de la Iglesia que defiende la vida desde la concepción hasta su término natural.

La pobreza en Argentina ha sido también un tema de debate en la audiencia, y el apoyo que el país sudamericano pueda conseguir para negociar o dejar de pagar la deuda al Fondo Monetario Internacional.

Siempre en el Vaticano, Fernández a continuación fue recibido por secretario de estado, el cardenal Pietro Parolin, quien fue nuncio en Venezuela durante varios años, y que se ocupa de los asuntos más concretos en las relaciones bilaterales de este Estado soberano.

 

“Imagen del Negro Manuel”

Al concluir la misma, en el intercambio de dones el presidente le regaló una artesanía de un centro de atención a diversamente hábiles: la Asociación Civil Granja Andardos; un libro con imágenes sobre las cafeterías y bares famosos de Buenos Aires; un atril con una pequeña cruz tallada; y un calendario color rosado ‘Ellas’, sobre la paridad, realizada por dicho centro.

Por su parte Francisco le regaló una «Imagen del Negro Manuel», el esclavo que encontró la imagen de la Virgen de Luján. Y al entregarle una estatua artesanal con el tema de la Paz les dijo: «Les deseo que se vuelvan mensajeros de Paz». El Papa le escribió además una dedicatoria en la exhortación Christus Vivit, el mensaje de la Jornada Mundial de la Paz de este año, que indicó había firmado ayer. Y en un cierto momento también le leyó a Fernández, que se encontraba con su pareja, la «oración del buen humor» de santo Tomás Moro.

 

Reunión con Sergio Mattarella

Por la tarde el presidente argentino tiene una agenda muy intensa, en la que figura un encuentro con el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, y poco después con el presidente italiano Sergio Mattarella.

Ayer jueves, poco después de aterrizar en el aeropuerto Leonardo Da Vinci, el presidente tuvo un encuentro con el estadounidense David Beasly, director ejecutivo del Programa Alimentario Mundial (WFP), el organismo de asistencia alimentaria de las Naciones Unidas con sede en Roma. Mañana sábado en cambio, el presidente Fernández tiene previsto encontrarse con otro dirigente de Naciones Unidas, el director de la FAO, el chino QU Dongyu.

El viaje proseguirá el domingo en Berlín, donde Fernández se reunirá con la primer ministra Angela Merkel; el martes continuará a Madrid con el presidente del gobierno español Pedro Sánchez y el miércoles se reunirá con el presidente francés Emmanuel Macrón, siempre buscando apoyo para renegociar la deuda externa de su país.

 

 

 

 

31/01/2020-13:49
Larissa 1. López

Congreso para Ancianos: Los mayores, “presente” y "mañana” de la Iglesia

(ZENIT – 31 enero 2020).- El Papa Francisco considera que los mayores “son también el presente y el mañana de la Iglesia”, que, junto con los jóvenes, “profetiza y sueña” e insiste en la relevancia de que estas dos generaciones se comuniquen entre ellos.

En la mañana de hoy, 31 de enero de 2020, el Santo Padre recibió en audiencia a los participantes del I Congreso Internacional de Pastoral para los Ancianos cuyo tema es “La Riqueza de los Años”.

Este encuentro fue organizado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, y se ha celebrado del 29 al 31 de enero en el Centro de Congresos “Augustinianum” de Roma.

 

“La riqueza de los años”

Para Francisco, la “riqueza de los años” es la de “cada persona que tiene a sus espaldas muchos años de vida, experiencia e historia”, “el tesoro precioso que toma forma en el camino de la vida de cada hombre y mujer, sin importar sus orígenes, procedencia, condiciones económicas o sociales”, pues “la vida es un regalo, y cuando es larga es un privilegio, para uno mismo y para los demás. Siempre, siempre es así”.

El Papa destacó cómo en el siglo XXI, “la vejez se ha convertido en una de las características de la humanidad” y cómo a ella le corresponden hoy “diferentes estaciones de la vida: para muchos es la edad en la que cesa el esfuerzo productivo, las fuerzas disminuyen y aparecen los signos de la enfermedad, de la necesidad de ayuda y del  aislamiento social; pero para muchos es el comienzo de un largo período de bienestar psicofísico y de liberación de las obligaciones laborales”.

En ambas situaciones y ante la desorientación e incluso “la indiferencia y el rechazo” social, el Pontífice indicó que es necesario definir la manera de vivir estos años y que ha acogido con gran interés este primer congreso centrado en la pastoral para mayores: “Necesitamos cambiar nuestros hábitos pastorales para responder a la presencia de tantas personas mayores en las familias y en las comunidades”.

 

Mirar al futuro

Al mismo tiempo, el Obispo de Roma recordó que en la Biblia, “la longevidad es una bendición” porque “nos enfrenta a nuestra fragilidad, a nuestra dependencia mutua, a nuestros lazos familiares y comunitarios, y sobre todo a nuestra filiación divina” y que el anciano, “incluso cuando es débil, puede convertirse en un instrumento de la historia de la salvación”.

También apuntó que, “consciente de este papel irremplazable de los ancianos”, la Iglesia “se convierte en un lugar donde las generaciones están llamadas a compartir el plan de amor de Dios, en una relación de intercambio mutuo de los dones del Espíritu Santo” que “nos obliga a cambiar nuestra mirada hacia las personas mayores, a aprender a mirar el futuro junto con ellos”.

 

Revolución de la ternura

“La profecía de los ancianos se cumple cuando la luz del Evangelio entra plenamente en sus vidas; cuando, como Simeón y Ana, toman a Jesús en sus brazos y anuncian la revolución de la ternura, la Buena Nueva de Aquel que vino al mundo para traer la luz del Padre”, señaló el Santo Padre.

Por este motivo, demandó: “No os canséis de proclamar el Evangelio a los abuelos y a los ancianos” yendo a ellos “con una sonrisa en vuestro rostro y el Evangelio en vuestras manos”.

Francisco también aludió al hecho de que en las sociedades secularizadas de muchos países la mayoría de los padres no cuentan con la formación cristiana y la fe que los abuelos pueden transmitir a sus nietos, de manera que estos “son el eslabón indispensable para educar a los niños y a los jóvenes en la fe”. Es preciso, por tanto, “incluirlos en nuestros horizontes pastorales” considerándolos “como uno de los componentes vitales de nuestras comunidades”.

A continuación sigue el discurso completo del Papa.

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Discurso del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas,

Os doy mi cordial bienvenida a vosotros, participantes en el primer Congreso internacional de pastoral de los ancianos – «La Riqueza de los Años» – organizado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida; y agradezco al cardenal Farrell sus amables palabras.

La «riqueza de los años» es la riqueza de las personas, de cada persona que tiene a sus espaldas muchos años de vida, experiencia e historia. Es el tesoro precioso que toma forma en el camino de la vida de cada hombre y mujer, sin importar sus orígenes, procedencia, condiciones económicas o sociales. Porque la vida es un regalo, y cuando es larga es un privilegio, para uno mismo y para los demás. Siempre, siempre es así.

En el siglo XXI, la vejez se ha convertido en una de las características de la humanidad. En unas pocas décadas, la pirámide demográfica – que una vez descansaba sobre un gran número de niños y jóvenes y tenía  pocos ancianos en la cumbre – se ha invertido. Si hace tiempo los ancianos hubieran poblar un pequeño estado, hoy pueden poblar un continente entero. En este sentido, la ingente presencia de los ancianos es una novedad en todos los entornos sociales y geográficos del mundo. Además, a la vejez corresponden hoy diferentes estaciones de la vida: para muchos es la edad en la que cesa el esfuerzo productivo, las fuerzas disminuyen y aparecen los signos de la enfermedad, de la necesidad de ayuda y del  aislamiento social; pero para muchos es el comienzo de un largo período de bienestar psicofísico y de liberación de las obligaciones laborales.

En ambas situaciones, ¿cómo vivir estos años? ¿Qué sentido dar a esta fase de la vida, que para muchos puede ser larga? La desorientación social y, en muchos casos, la indiferencia y el rechazo que nuestras sociedades muestran hacia las personas mayores, llaman no sólo a la Iglesia, sino a todo el mundo, a una reflexión seria para aprender a captar y apreciar el valor de la vejez. En efecto, mientras que, por un lado, los Estados deben hacer frente a la nueva situación demográfica en el plano económico, por otro, la sociedad civil necesita valores y significados para la tercera y la cuarta edad. Y aquí, sobre todo, se coloca la contribución de la comunidad eclesial.

Por eso he acogido con interés la iniciativa de esta conferencia, que ha centrado la atención en la pastoral de los ancianos e iniciado una reflexión sobre las implicaciones que se derivan de una presencia sustancial de los abuelos en nuestras parroquias y sociedades. Os  pido que no se quede en una iniciativa aislada, sino que marque el inicio de un camino de profundización y discernimiento pastoral. Necesitamos cambiar nuestros hábitos pastorales para responder a la presencia de tantas personas mayores en las familias y en las comunidades.

En la Biblia, la longevidad es una bendición. Nos enfrenta a nuestra fragilidad, a nuestra dependencia mutua, a nuestros lazos familiares y comunitarios, y sobre todo a nuestra filiación divina. Concediendo la vejez, Dios Padre nos da tiempo para profundizar nuestro conocimiento de Él, nuestra intimidad con Él, para entrar más y más en su corazón y entregarnos a Él. Este es el momento de prepararnos para entregar nuestro espíritu en sus manos, definitivamente, con la confianza de los niños. Pero también es un tiempo de renovada fecundidad. «En la vejez volverán a dar fruto», dice el salmista (Sal 91, 15). En efecto,  el plan de salvación de Dios también se lleva a cabo en la pobreza de los cuerpos débiles, estériles e impotentes. Del vientre estéril de Sara y del cuerpo centenario de Abraham nació el Pueblo Elegido (cf. Rom 4:18-20). De Isabel y el viejo Zacarías nació Juan Bautista. El anciano, incluso cuando es débil, puede convertirse en un instrumento de la historia de la salvación.

Consciente de este papel irremplazable de los ancianos, la Iglesia se convierte en un lugar donde las generaciones están llamadas a compartir el plan de amor de Dios, en una relación de intercambio mutuo de los dones del Espíritu Santo. Este intercambio intergeneracional nos obliga a cambiar nuestra mirada hacia las personas mayores, a aprender a mirar el futuro junto con ellos.

Cuando pensamos en los ancianos y hablamos de ellos, sobre todo en la dimensión pastoral, debemos aprender a cambiar un poco los tempos de los verbos. No sólo hay un pasado, como si para los ancianos sólo hubiera una vida detrás de ellos y un archivo enmohecido. No. El Señor puede y quiere escribir con ellos también nuevas páginas, páginas de santidad, de servicio, de oración… Hoy quisiera deciros que los ancianos son también el presente y el mañana de la Iglesia. Sí, ¡son también el futuro de una Iglesia que, junto con los jóvenes, profetiza y sueña! Por eso es tan importante que los ancianos y los jóvenes hablen entre ellos, es muy importante.

La profecía de los ancianos se cumple cuando la luz del Evangelio entra plenamente en sus vidas; cuando, como Simeón y Ana, toman a Jesús en sus brazos y anuncian la revolución de la ternura, la Buena Nueva de Aquel que vino al mundo para traer la luz del Padre. Por eso os pido que no os canséis de proclamar el Evangelio a los abuelos y a los ancianos. Id a ellos con una sonrisa en vuestro rostro y el Evangelio en vuestras manos. Salid a las calles de vuestras parroquias y buscad a los ancianos que viven solos. La vejez no es una enfermedad, es un privilegio. La soledad puede ser una enfermedad, pero con caridad, cercanía y consuelo espiritual podemos curarla.

Dios tiene un pueblo numeroso de abuelos en todo el mundo. Hoy en día, en las sociedades secularizadas de muchos países, las generaciones actuales de padres no tienen, en su mayoría, la formación cristiana y la fe viva que los abuelos pueden transmitir a sus nietos. Son el eslabón indispensable para educar a los niños y a los jóvenes en la fe. Debemos acostumbrarnos a incluirlos en nuestros horizontes pastorales y a considerarlos, de forma no episódica, como uno de los componentes vitales de nuestras comunidades. No sólo son personas a las que estamos llamados a ayudar y proteger para custodiar sus vidas, sino que pueden ser actores de una pastoral evangelizadora, testigos privilegiados del amor fiel de Dios.

Por esto doy las gracias a todos los que dedicáis vuestras energías pastorales a los abuelos y a los ancianos. Sé muy bien que vuestro compromiso y vuestra reflexión nacen de la amistad concreta con tantos ancianos. Espero que lo que hoy es la sensibilidad de unos pocos se convierta en el patrimonio de cada comunidad eclesial. No tengáis miedo, tomad iniciativas, ayudad a vuestros obispos y a vuestras diócesis a promover el servicio pastoral a los ancianos y con los ancianos. No os desaniméis, ¡adelante! El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida continuará acompañándoos en este trabajo.

Yo también os acompaño con mi oración y mi bendición. Y vosotros por favor, no os olvidéis de rezar por mí ¡Gracias!

 

© Librería Editorial Vaticano

 

 

 

 

31/01/2020-09:00
Larissa I. López

Hermana María: La vocación contemplativa, "misión de vida escondida en la Iglesia"

(zenit – 31 enero. 2020)-. La hermana María describe la misión de las consagradas contemplativas como “las raíces del árbol, que permanecen ocultas”, pero, que, como tales, por medio de la oración, “tratamos que la savia llegue a todo el árbol de la Iglesia y del mundo”.

“Por eso nuestra misión de vida escondida, de amor tanto a Dios como a los hermanos, de vida fraterna en comunidad, sigue siendo actual en el mundo de hoy, pues precisamente de lo que este esté más necesitado sea de la oración”, continúa.

Con motivo de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, celebrada por la Iglesia en la Fiesta Litúrgica de la Presentación de Jesús el 2 de febrero, zenit ha entrevistado a la hermana María, religiosa de la Visitación del Monasterio de Sevilla.

 

Día Mundial de la Vida Consagrada

Sobre el Día de la Vida Consagrada, la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica del Vaticano en un artículo publicado en Osservatore Romano, subraya que se trata una jornada de oración por las vocaciones y de acción de gracias al Señor “por el don de tantos consagrados y consagradas que, en tierras de misión o en las dificultades de la vida y del trabajo cotidiano, viviendo en contextos a menudo incluso difíciles, cuidan de los últimos y más frágiles y son testigos y anunciadores de la presencia de Dios en el mundo”.

En esta circunstancia todas las personas consagradas renuevan su compromiso de ser “luz del mundo y sal de la tierra”, de trabajar por la paz y la fraternidad, acogiendo la invitación del Papa a ser “hombres y mujeres que iluminan el futuro”.

 

Orden de la Visitación de Santa María

La Orden de la Visitación de Santa María es un Instituto Religioso de vida contemplativa fundado por san Francisco de Sales y santa Juana Francisca Frémyot de Chantal en 1610 en Annecy (Saboya, Francia).

También en el siglo XVII, se produjeron las apariciones a santa Margarita María de Alacoque en Paray-le-Monial, religiosa de la Orden, que junto a su director espiritual, el jesuita san Claudio de la Colombière, impulsaron esta devoción difundiendo los mensajes del Sagrado Corazón de Jesús.

 

Año Jubilar

En el año 2020 la familia visitandina, presente tanto en monasterios en España como en Latinoamérica, celebra el primer centenario de la canonización de santa Margarita María de Alacoque. Con motivo del mismo, la Santa Sede concedió un Año Jubilar para todos los conventos de la Orden de la Visitación, en curso desde el 16 de octubre de 2019 hasta el 17 de octubre de 2020.

Las hermanas de la Visitación, también conocidas como salesas, están llamadas a vivir el Santo Evangelio siguiendo los Consejos Evangélicos de pobreza, castidad y obediencia, con un espíritu de profundad humildad para con el Señor y de dulzura para con el prójimo, atentas siempre a la renuncia del “hombre viejo” para vivir de la Voluntad Divina.

 

Guardia de Honor del Sagrado Corazón

En el seno de la Orden nació también en 1863 la Asociación Eucarística Guardia de Honor del Sagrado Corazón (Hora de Presencia al Corazón de Jesús) con el fin de responder a la queja de Jesucristo: “Busqué quien me consolara y no lo hallé”.

De este modo, los asociados de hora en hora, continúan la misión de la primera Guardia de Honor del Calvario (María, san Juan y María Magdalena) comprometiéndose a dedicar una hora de su día a ofrecer al Corazón de Jesús todo lo que haga  durante ese tiempo, sin cambiar su ocupación diaria (trabajo, estudio, deporte, oración, sana diversión…).

A continuación ofrecemos la entrevista completa con la hermana María.

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zenit: ¿Cómo describiría la misión de las consagradas de clausura en la Iglesia?

Hermana María: ¡Dios sea bendito! Me alegra mucho comenzar con esta pregunta porque para nosotras ha sido difícil aceptar que nos hicieran una entrevista en un medio de comunicación que se lee en todo el mundo.

Nuestra misión en la Iglesia como religiosas contemplativas es esencialmente oculta. Tanto los documentos pontificios como toda la espiritualidad contemplativa a lo largo de la historia nos han definido como “el corazón de la Iglesia”. El corazón siempre está oculto, si en el cuerpo místico de la Iglesia nosotras representamos ese corazón es esencial que estemos ocultas, escondidas, ya que en el momento en el que el corazón sale al exterior, el cuerpo muere.

No obstante, nuestra vida, por ser contemplativa, no significa que no sea apostólica. Al contrario, al vivir de la misma vida de Dios y esa intimidad con el Señor en una entrega que procuramos que sea lo más radical posible, esperamos que Él recoja nuestra oración como un incienso que después disperse por todo el mundo.

También nos comparan con las raíces del árbol, que permanecen ocultas, pero, por medio de la oración, tratamos que la savia llegue a todo el árbol de la Iglesia y del mundo. Por eso nuestra misión de vida escondida, de amor tanto a Dios como a los hermanos, de vida fraterna en comunidad, sigue siendo actual en el mundo de hoy, pues precisamente de lo que este esté más necesitado sea de la oración.

 

zenit: ¿Cuál es el día a día o la rutina de una religiosa dentro de la Orden de la Visitación?

Realmente la rutina no existe para una religiosa de la Visitación, ya que cada momento o minuto vivido para Dios siempre es nuevo, nunca tiene ese matiz de ser igual que establece la palabra “rutina”.

Nuestros días son muy sencillos, no hay nada llamativo, nada extraordinario. Vivimos alternando la oración con el trabajo y la vida en comunidad. En la oración toma un sentido especialísimo nuestra misión propia en la Iglesia con el rezo de la Liturgia de las Horas, que procuramos realizar de la manera más solemne posible, cantado en la mayoría de las distintas horas, y esto realmente marca el horario de nuestro día.

Vivimos a partir de lo que la Liturgia nos va prescribiendo. Empezamos el día con una hora de oración y la Santa Misa y después el rezo de los laudes. Luego se va alternando, a lo largo del día, el rezo de la mencionada liturgia con el trabajo y la vida fraterna en las reuniones comunitarias, que también son importantes para no perder el espíritu de familia que es tan propio de la Orden de la Visitación.

Los trabajos que realizamos son los corrientes de la vida del monasterio y de cualquier familia: costura, cocina, lavandería, limpieza, arreglos de la casa, atender la sacristía…Estas labores son desempeñadas por todas las hermanas, incluso las más mayores, dentro de sus posibilidades.

Por ejemplo, en la actualidad somos 15 hermanas. Yo soy la sacristana y la hermana que me ayuda tiene 87 años. A pesar de su edad, no deja de venir todos los días a preparar los vasos sagrados para la Santa Misa y a hacer lo mismo con mucho esmero para el día siguiente, siempre pendiente para ayudar en lo que pueda dentro de este oficio.

 

zenit: ¿Cómo descubrió que el Señor le llamaba para la vida consagrada?

Mi experiencia a la hora de descubrir la vocación se puede resumir en dos elementos. El primero es el deseo que el Señor puso en mi corazón de pertenecerle solo a Él, de ser solo suya, de darle todo.

En segundo lugar, me influyó mucho el mirar al mundo, la necesidad que este tenía de oración. Ver el sufrimiento de las personas, la impotencia que experimentaba al percibir la dura realidad actual y sentir que no podía llegar a todo.

Ante la magnitud de lo que había que hacer, el Señor me hizo ver que en el don total de la persona podía traducirse ese deseo de llegar a todo y a todas partes. Porque el único capaz de ello es Dios, al corazón del hombre solo llega Él. Es decir, que el Señor puede tomar esta entrega de la vida completa como una pequeña gota de agua y llevarla como una lluvia a todo el mundo, a donde sea necesario.

Encontré en la Orden de la Visitación la respuesta a estas dos aspiraciones que Dios había puesto en mi corazón. Además, en concreto, me atrajo muchísimo la importancia que en ella se da a la vida de caridad entre las hermanas, a la dulzura que enseña san Francisco de Sales. Cuando vine a pasar unos días con la comunidad para discernir mi vocación me llamó mucho la atención cómo se trataban las hermanas, cómo se querían sinceramente unas a otras.

Algo que también resultó fundamental en mi vocación fue que nuestra orden estuviese dedicada especialmente a la Santísima Virgen, modelo de toda alma consagrada, y en el Misterio de la Visitación, momento en el que María se hace dócil al Espíritu Santo y, movida por la caridad, canta el Magnificat de alabanza divina. Este misterio de la Visitación, además, encierra el corazón de Jesús oculto en María y el corazón de María lleno del de Jesús.

 

zenit: ¿Qué aconsejaría a las personas que se plantean su vocación sobre esta opción de vida o a las que pueden considerarla?

Yo les aconsejo simplemente que se pongan delante del Señor, delante de la Eucaristía, a los pies de Jesús crucificado. Que le miren y se dejen mirar por Él, porque creo que no puede haber mayor felicidad en el mundo que pertenecer totalmente a Dios. Cuando nos ponemos delante de Él dispuestos a hacer su voluntad, “no perdemos nada, lo ganamos todo”, como decía Benedicto XVI.

Igualmente, para discernir la vocación les aconsejo que se pongan en contacto con un sacerdote o con una persona consagrada, que les acompañe en el camino de ver la voluntad de Dios en su vida.

Por otro lado, ya que existe la posibilidad en casi todos los monasterios de vivir unos días de experiencia vocacional, a aquellas personas que sientan esa inquietud hacia la vida contemplativa, les animó a acercarse a ellos. De este modo, pueden comprobar por sí mismos cómo vivimos y cuál es nuestra espiritualidad, sea la de la Orden de la Visitación o la de cualquier otra por la que se sientan atraídos.

 

zenit: ¿Tienen previsto alguna actividad especial para celebrar la Jornada de la Vida Consagrada?

Este día lo vivimos, por supuesto, rezando por la vida consagrada, porque es nuestra misión. En esa jornada, el Señor se mantiene expuesto durante un tiempo más prolongado para que cada una pueda dedicar más espacio a adorarlo, a estar con Él, pues, en definitiva, eso es la vida consagrada, estar con Él.

Además, celebramos la procesión de las velas justo antes de la Misa, en la que participan también los fieles que asisten a la misma. Las hermanas hacemos la procesión por el interior del monasterio hasta llegar al coro y los feligreses van por la parte exterior del mismo, hasta llegar a la iglesia.

Esta comienza en el locutorio, donde el sacerdote bendice las velas de los participantes en la procesión. Durante el recorrido vamos cantando a Cristo “luz de las naciones” porque ese gran día de la luz renovamos nuestra entrega y las velas simbolizan la propia consagración. Los feligreses, por su parte, renuevan su propia fidelidad al Bautismo.

 

zenit: Su orden fue fundada por san Francisco de Sales y por santa Juana Francisca Frémyot de Chantal, háblenos sobre la influencia del testimonio y escritos de estos santos en la Orden…

La influencia y el testimonio de nuestros santos padres fundadores es muy grande, no solo para la Orden de la Visitación, pues la espiritualidad salesiana se ha ido difundiendo en múltiples congregaciones religiosas que se han inspirado en su espiritualidad de humildad, de dulzura.

Por otro lado, su obra Introducción a la vida devota, aunque se escribiera hace tres siglos, sigue siendo actual y su contenido espiritual y sus enseñanzas son recomendables para cualquier cristiano que quiera vivir en profundidad su fe.

En concreto, en el carisma propio de la Visitación, el ser hijas de san Francisco de Sales, doctor del amor de Dios, consiste en vivir esencialmente de ese amor de Dios, buscar siempre la pureza en amor de Dios y en el amor a los hermanos. Se centra en la humildad para con Dios y la dulzura para con el prójimo, dos virtudes características de nuestro fundador que constituyen la base de nuestra Congregación.

Unido a san Francisco de Sales está nuestra santa madre, Juana Francisca de Chantal, modelo para todos los estados de la vida. Ella fue esposa, madre, viuda y, por último, fundadora de nuestra Orden. En todos esos estados fue un alma santa que solo buscaba a Dios y su vida cambió al encontrarse con san Francisco de Sales.

 

zenit: En pleno año jubilar por el primer Centenario de la Canonización de Santa Margarita María de Alacoque, hermana de la Visitación ¿cuáles son los frutos que esperan de él?

Este año es muy importante para toda la Orden de la Visitación porque el Señor, al manifestarse a santa Margarita María quiso dar a nuestra orden el don más precioso que podía haberle dado, el de su corazón. Por eso nosotras al celebrar este centenario queremos hacer más nuestro, si cabe, todo este mensaje que el Señor le transmitió a santa Margarita, hacerlo vida y transmitirlo a los demás.

El mensaje que Nuestro Señor le transmitió a santa Margarita sigue siendo hoy plenamente actual. En su principal revelación, Dios le dijo: “He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres y que no ha ahorrado nada hasta el extremo de agotarse y consumirse para testimoniarles su amor. Y, en compensación, solo recibe de la mayoría de ellos ingratitudes por medio de sus irreverencias y sacrilegios, así como de las frialdades y menosprecios que tienen para conmigo en este Sacramento de Amor”, refiriéndose a la Eucaristía.

Y continuó, indicándole, “al menos tú, ámame”, un mensaje dirigido a todas las personas que debemos de escuchar cada uno en nuestro interior, tratando de dar al Señor ese amor que espera de nosotros en la Eucaristía, donde Él lo pide, y poniendo el acento en la reparación por ese amor que muchos le niegan.

En definitiva, consiste en estar con Él. Si nos diéramos cuenta del tesoro infinito de la Eucaristía, la maravilla de la presencia de Dios con nosotros, creo que no habría quien pudiera alejarnos del Sagrario.

Esperamos muchos frutos de cada uno de nuestros monasterios, de nuestras hermanas, vivir con mayor profundidad la devoción al Sagrado Corazón de Jesús y también que otras personas que no conocen este tesoro infinito, se acerquen a él y lleguen a vivir de esa vida de Dios, que es lo más importante y la fuente de la completa felicidad.

Esperamos también que el Señor pueda tocar los corazones de muchas personas que acudan a nuestros monasterios para seguir con esta misión nuestra de dar al Corazón de Jesús al mundo, por medio de la oración y de la vida contemplativa en silencio.

 

zenit: ¿Qué supone para ustedes la existencia de la Guardia de Honor del Sagrado Corazón?

Para nosotras la Guardia de Honor supone un vínculo muy importante con todas las personas seglares y laicas que participan de la Devoción al Corazón de Jesús y la difunden por el mundo entero. No solo en nuestros monasterios, sino en todos los lugares en los que la Guardia de Honor está presente, aportando esa gloria, amor y reparación al Corazón de Jesús que expresa su lema.

 

 

 

 

31/01/2020-08:50
Marina Droujinina

"Los niños son esperanza": Nuevo libro en italiano del Papa Francisco

(zenit— 31 enero 2020).- Los niños son esperanza: este es el título del libro en italiano del Papa Francisco dirigido a los más pequeños, que acaba de ser publicado en Milán por la editorial Salani, indica la edición de L'Osservatore Romano en italiano del 30 de enero de 2020.

El Papa invita a los pequeños a ser felices — porque "Jesús nos quiere mucho" — e incluso a "bailar" para mostrar a todo el mundo lo importante que es vivir con alegría. "Baila y expresa la alegría que hay en tu corazón", escribe el Papa. "Baila ahora que eres un niño, así no serás muy serio cuando crezcas".

Escrito en un lenguaje adaptado a los pequeños lectores, el libro de 36 páginas está adornado con imágenes vívidas y coloridas creadas por Sherre Boyd, ilustradora neoyorquina nacida en Italia.

En este libro, precisa el diario del Vaticano, el Papa "acompaña dulcemente los diferentes momentos" del día del niño, "sugiriendo vías de reflexión". Viéndolos jugar, recomienda: "Sed felices cuando estéis con los demás", o, imaginándolos en un momento de dificultad o tristeza, Francisco aconseja: "Jesús entiende tus problemas. Reza en silencio y deja que las palabras salgan de tus lágrimas". El Papa aprovecha este "diálogo" con los pequeños para hablar del espíritu de compartir, de la tolerancia, de la paz, de la generosidad. Aborda estos temas "con un lenguaje simple y frases cortas, casi 'susurradas', como si fueran los preciados consejos de un abuelo".

L'Osservatore Romano recuerda que el Papa Francisco "concede siempre", "en toda circunstancia", "una particular atención" a los niños. Al reunirse con los invitados del dispensario pediátrico Santa Marta en el Vaticano hace dos años, el Papa declaró: "Para comprender la realidad de la vida, es necesario abajarse, como nos abajamos para besar a un niño".

 

 

 

31/01/2020-12:36
Larissa I. López

Santa Marta: Dios conceda la gracia de "enviarnos siempre un profeta"

(zenit – 31 enero 2020).- El Papa Francisco pidió: “Que el Señor nos conceda la gracia de enviarnos siempre un profeta – puede ser el vecino, el hijo, la madre, el padre – que nos abofetee un poco cuando nos deslizamos en esta atmósfera donde todo parece ser legítimo”.

Hoy, 31 de enero de 2020, en la homilía de la Misa en la Casa Santa Marta, el Santo Padre ha reflexionado en torno al pasaje del segundo libro de Samuel, centrado en la figura del “santo rey David”, informa Vatican News.

 

Conciencia del pecado

En dicho fragmento, David, deslizándose por una vida cómoda, olvida que fue elegido por Dios.

De acuerdo al medio vaticano, Francisco se refirió a los pecados de David: el censo de la gente y la historia de Uriya que hizo matar a su esposa Betsabé después de que la dejó embarazada. Él elige el asesinato porque su plan para arreglar las cosas tras cometer adulterio, fracasa. David, describió, “continuó su vida normal. Silencio. Su corazón no se movió”.

 

Espíritu de la mundanidad

“Pero, ¿cómo el gran David, que es santo, que había hecho tantas cosas buenas, que estaba tan unido a Dios, pudo hacer eso? Eso no es algo que se hace de la noche a la mañana. El gran David, se deslizó lentamente”, expuso.

Y continuó: “Hay pecados del momento: el pecado de la ira, un insulto, que no puedo controlar. Pero hay pecados en los que uno se desliza lentamente, con el espíritu de la mundanidad. Es el espíritu del mundo el que te lleva a hacer estas cosas como si fueran normales. Un asesinato…”.

En este sentido, el Obispo de Roma describió cómo el pecado se apodera lentamente del hombre aprovechando su comodidad. “Todos somos pecadores”, “pero a veces pecamos en el momento. Me enfado, insulto. Entonces me arrepiento”. En otras ocasiones, sin embargo,  “nos dejamos llevar a un estado de vida en el que… parece normal”. Y puso como ejemplo que se puede concebir como normal el “no pagar a la criada como se debe pagar” o pagar la mitad de lo que es justo a los trabajadores del campo.

 

Mal de nuestro tiempo

Así, el Papa Francisco indica que, a pesar de que algunos pueden parecer “buenas personas” “que van a Misa todos los domingos, que se llaman a sí mismos cristianos, cometen pecados graves porque han caído “en un estado en el que has perdido la conciencia del pecado. Y ese es uno de los males de nuestro tiempo. Pío XII dijo: perder  la conciencia del pecado”.

Para señalar que esta realidad no forma parte del pasado, el Santo Padre remitió a un reciente incidente en Argentina en el que unos jóvenes jugadores de rugby mataron a un camarada en una pelea después de una noche de movida. Los chicos que intervinieron en el suceso, apuntó, se convirtieron en “una manada de lobos”.

 

Escuchar a los demás

Francisco subrayó que “tantas veces una bofetada de la vida” es necesaria para parar, para detener el deslizamiento progresivo hacia el pecado y que es preciso que haya alguien como el profeta Natán, al que Dios envió para mostrar su error a David.

“Pensemos un poco: ¿cuál es la atmósfera espiritual de mi vida? Soy cuidadoso, siempre necesito que alguien me diga la verdad, ¿no lo creo? ¿Escucho el reproche de algún amigo, el confesor, el marido, la mujer, los niños, que me ayuda un poco?”, cuestionó.

Y finalmente, mirando esta historia de David, “del rey Santo David”,  el Pontífice invitó a cuestionarse: “si un santo fue capaz de caer así, tengamos cuidado, hermanos y hermanas, también nos puede pasar a nosotros. Además, preguntémonos: ¿En qué atmósfera vivo?”.

 

 

 

 

31/01/2020-10:05
Marina Droujinina

Haití: La Nunciatura albergará las negociaciones para un diálogo nacional

(zenit— 31 enero 2020).- En respuesta a la petición del presidente del país, Jovenel Moise, varias fuerzas políticas y algunos miembros de la sociedad civil, la Santa Sede y el Papa Francisco han dado permiso para poner a disposición los locales de la Nunciatura Apostólica en Haití con el fin de iniciar un diálogo político nacional, informó Vatican News el 30 de enero de 2020. La Nunciatura albergará las negociaciones, pero conservará su neutralidad.

En una nota publicada hace poco tiempo, la Nunciatura afirma que "no participará en discusiones políticas" y, de acuerdo con su vocación específica, "no apoya a ningún partido político ni a ningún actor político de la vida nacional". "Al poner a disposición los locales de esta Conferencia, la Nunciatura Apostólica, en comunión con la Conferencia Episcopal Haitiana, está motivada únicamente por el deseo de ofrecer una oportunidad para la paz y la estabilidad en Haití", explicó.

Esta conferencia política para poner fin a la crisis será organizada por el Comité Haitiano para la Iniciativa Patriótica (CHIP) y contará con la participación de la Oficina de las Naciones Unidas en Haití, representada por Helen La Lime, y la Organización de los Estados Americanos (OEA), representada por Cristóbal Dupy.

Durante más de un año, recuerda Vatican News, Haití ha atravesado una grave crisis política, institucional, social y económica. Desde julio de 2018, los ciudadanos se movilizan para exigir la dimisión del presidente Jovenel Moise: numerosas manifestaciones callejeras afectan al país.

 

 

 

31/01/2020-17:14
Rosa Die Alcolea

Premios ¡Bravo! 2019, de la Conferencia Episcopal: "La mejor cualidad es la bondad"

(zenit — 31 enero 2020).- "La mejor cualidad es la bondad" ha testimoniado el periodista español José María Carrascal, al agradecer el premio ¡Bravo! Especial que le ha concedido la Conferencia Episcopal Española, este viernes, 31 de enero de 2020.

En nombre de los galardonados, el escritor ha tomado la palabra: "Y es que la bondad es la característica de las almas egregias, de los corazones grandes. Si me dieran a elegir entre un país de ciudadanos inteligentes y un país de buenos ciudadanos elegiría sin duda el segundo. Y estoy seguro de que viviría más feliz".

La Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social (CEMCS) ha entregado esta mañana los Premios ¡Bravo¡ 2019 en la sede de la Conferencia Episcopal. Con estos galardones, que cumplen este año su 50 edición, la Comisión reconoce "por parte de la Iglesia, la labor meritoria de todos aquellos profesionales de la comunicación en los diversos medios, que se hayan distinguido por el servicio a la dignidad del hombre, los derechos humanos y los valores evangélicos".

El acto ha estado presidido por el presidente de la CEMCS, Mons. Ginés García Beltrán, y ha contado con la presencia del nuncio apostólico en España, Mons. Bernardito Auza; el secretario general de la CEE, Mons. Luis Argüello; el administrador apostólico de Toledo, Mons. Braulio Rodríguez; el obispo emérito de Segovia, Mons. Ángel Rubio; y obispos miembros de la Comisión: Mons. Salvador Giménez Valls; Mons. Sebastiá Taltavull; y Mons. José María Gil Tamayo.

 

Premiados

Los premiados han sido: José María Carrascal, periodista y escritor, con el premio especial, la Agencia "Servimedia", en su 30 aniversario, en la categoría de prensa; Javier Llano, director de emisoras musicales del grupo COPE, ha recibido el premio de radio; y el programa "Volando voy", de Jesús Calleja en televisión.

Asimismo, Lucía González-Barandiarán ha sido premiada en la categoría de cine por su trayectoria en la distribución del cine de inspiración cristiana, Fernando Salaverri ha ganado el premio de música, la Campaña "Tenemos que vernos más — Escapa" de Leo Burnettpara Ruavieja, ha sido galardonada en publicidad, el premio ¡Bravo! De Nuevas Tecnologías ha sido para Antonio Moreno, y el reconocimiento al trabajo diocesano en Medios de Comunicación ha sido para Juan Díaz Bernardo, delegado en la Archidiócesis de Toledo.

 

50 Aniversario de los Premios ¡Bravo!

Por su parte, Mons. García Beltrán, presidente de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social (CEMCS) y obispo de Getafe, ha indicado el gran cambio de la profesión desde la primera edición de los premios ¡Bravo! hace ahora 50 años.

El prelado ha explicado que la mirada a la comunicación es, y ha de ser, optimista, aunque sin olvidar los retos a los que se enfrenta esta profesión: en primer lugar, el desafío digital. "Estos medios técnicos no deben oscurecer la labor sacrificada y vocacional del profesional. La comunicación ha de tener su centro en la humanidad, una comunicación de los hombres para los hombres!".

El segundo reto que ha planteado es el de la verdad. "El mismo entorno digital ha hecho que la información se multiplique exponencialmente y junto al trigo de la verdad se siembre la cizaña de las noticias falsas. Hará falta que la formación de los comunicadores incluya desarrollar un sexto sentido que permita encontrar la verdad, la información de confianza, para prestar un buen servicio a la sociedad".

Y en tercer lugar, Mons. García Beltrán apuesta por la necesidad de formación. “Se extiende la impresión de que las herramientas convierten a cualquier persona en periodista. Sin embargo, el periodismo, cualquier ámbito de la comunicación, está formado por buenos profesionales con años de preparación, de experiencia, de relaciones personales que son fuente de la información. Optar por estos periodistas es optar por la calidad, el rigor, al tiempo que permite cumplir los tres fines de esta profesión: formar, informar y entretener”.

 

Miembros del Jurado

El Jurado para la concesión de estos “Premios ¡Bravo!” se reunió en Madrid el 2 de diciembre de 2019 y estuvo compuesto por Mons. José Mª Gil Tamayo, obispo de Ávila y miembro de la CEMCS, que actuó como presidente; y los vocales: Dña Silvia Rozas, directora de la revista “Ecclesia”; D. Jesús Pulido, director de la BAC; D. José Luis Restán, director editorial de la Cadena COPE; D. Rafael Ortega, presidente de la Unión Católica de Informadores y Periodistas de España (UCIP-E); D. Ulises Bellón, director del Departamento de Prensa de la CEMCS; D. Juan Orellana, director del Departamento de Cine de la CEMCS; Dña. Carmen María Alonso, decana de la Facultad de Comunicación de la UPSA; y D. José Gabriel Vera, director de la Oficina de Información y del Secretariado de la CEMCS, que actuó como Secretario del Jurado.

 

 

 

 

31/01/2020-10:25
Rosa Die Alcolea

Madrid: Los cardenales O'Malley y Zuppi irán a las jornadas "Evangelizar la gran ciudad"

(zenit— 31 enero 2020).- El cardenal Seán Patrick O'Malley, arzobispo de Boston, y el cardenal Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia, participarán la próxima semana en las jornadas organizadas por la Universidad San Dámaso de Madrid dedicadas a "Evangelizar la gran ciudad".

La Facultad de Teología de dicha universidad y la Vicaría Episcopal para el Clero de la Archidiócesis acogerán del 3 al 5 de febrero de 2020 las III jornadas de actualización pastoral para sacerdotes, dedicadas al tema "Evangelizar la gran ciudad: Madrid 2020".

Estas jornadas, con entrada libre hasta completar aforo, contarán con la presencia de los dos cardenales residentes en Roma, que hablarán sobre los nuevos areópagos de la evangelización, y serán presididas y clausuradas por el cardenal Carlos Osoro Sierra, arzobispo de Madrid y gran canciller de la Universidad San Dámaso.

El cardenal O'Malley, arzobispo de Boston, es presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores, y miembro del Consejo de Cardenales que asesoran al Papa Francisco, quienes actualmente trabajan en la Constitución Apostólica —sobre la reforma de la Curia Romana— cuyo título provisional es Praedicate evangelium, llamada a sustituir a la actual Constitución Apostólica Pastor Bonus de Juan Pablo II, en vigor desde el 28 de junio de 1988.

El arzobispo de Bolonia, Matteo Zuppi, fue creado cardenal por el Papa Francisco el pasado 5 de octubre de 2019. Asimismo, el prelado es gran prior de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén en la región italiana Emilia-Romaña, de la cual al mismo tiempo es desde 2016 presidente de su Conferencia Episcopal.

 

Anunciar a Cristo en la gran ciudad

Asimismo, intervendrá Luca Bressan, vicario episcopal para la Acción Social, Cultura y Caridad de la archidiócesis de Milán, que disertará sobre "anunciar a Jesucristo en la gran ciudad", y Jesús Domínguez Rojas, director de la Oficina de Estadística y Sociología de la Iglesia, de la Conferencia Episcopal Española, cuya conferencia se titula "Madrid 2020".

Profesores de San Dámaso impartirán ponencias en estas jornadas. Javier Ma Prades López hablará sobre "el testimonio como clave de la nueva evangelización", y Juan Carlos Carvajal Blanco hará un recorrido por los últimos 50 años de misión eclesial de la Iglesia de Madrid.

También habrá un espacio dedicado a escuchar voces testimoniales. Los sacerdotes Lucas Berrocal de la Cal y Jesús González Alemany explicarán cómo es el día a día en sus parroquias en relación a la nueva evangelización.

Se puede obtener más información sobre el horario y el programa de conferencias en la web de la Universidad.

 

 

 

31/01/2020-08:31
Isabel Orellana Vilches

Beato Luigi Variara, 1 de febrero

«La mirada de un santo, exceptuando la de Dios, no tiene parangón con ninguna otra. Penetra los entresijos del corazón, consuela, anima, seduce, arrastra... Luigi tuvo esta experiencia con Don Bosco y se propuso conquistar el cielo»

De entre los muchos jóvenes que Don Bosco conmovió con su poderoso carisma, algunos conquistaron la santidad y uno de ellos fue Luigi, un muchacho nacido el 15 de enero de 1875 en Viarigi, Asti, Italia. Estudiaba en Valdocco y fue de los tantos que acogió expectante y lleno de júbilo al fundador mientras compartía juegos con otros compañeros en el patio del Oratorio.

Nadie es capaz de mirar como un santo, excepto Dios. Y desde esta perspectiva contempla aquél lo que le rodea. Luigi se sintió profundamente traspasado por la mirada de Juan al punto de cambiarle la vida. Y llevado de su mano, urgido por la autoridad moral, compendio de la virtud que destilaba, junto a su ternura y aliento, se adentró por las formidables veredas de la perfección. Tenía que ser así, porque un santo no busca prosélitos, no espera que revierta en él la atención y gratitud de las personas a las que se dirige, sino que vuelen hacia Dios. De tanta generosidad emana una fuerza misteriosa que atrae a todos con independencia de edades y condiciones.

Luigi acariciaba la idea de encontrarse con Don Bosco, como él mismo narró de forma deliciosa: «Estábamos en la estación de invierno. Jugábamos una tarde en el amplio patio del Oratorio, cuando de repente se oyó gritar de un lado a otro: ¡Don Bosco!... ¡Don Bosco! Instintivamente nos abalanzamos todos hacia el sitio donde aparecía nuestro buen Padre, a quien sacaban a dar un paseíto en un coche. Pronto se vio Don Bosco rodeado de su querida turba infantil. Yo buscaba afanosamente el modo de situarme en algún punto donde pudiera verlo a mi gusto, pues deseaba ardientemente conocerlo. Me acerqué lo más que pude y, en el momento de ser ayudado a subir al coche, me dio una dulce mirada y sus ojos se fijaron detenidamente en mí; tenía la seguridad de haber conocido a un santo y que ese santo había leído en mi alma algo que solo Dios y él pudieron saber».

Cursó estudios eclesiásticos y antes de ser ordenado partió a Colombia, a un lugar donde habitaba el dolor de forma desgarrada: el leprosorio de Agua de Dios. Así lo soñó y demandó a sus superiores. Don Rúa se lo había concedido dando respuesta a la petición efectuada por el padre Unía que se hallaba en el lazareto y que lo seleccionó personalmente en Turín. Llegó el intrépido apóstol en 1894, con 19 años, entregando a Cristo el néctar de su juventud. Portaba la gracia de tocar el corazón de todos con sus muchas cualidades que aliviaron a los enfermos; una de ellas la música, cuyas notas se extendían por aquél valle de lágrimas a través de la banda musical que él mismo creó. Fue ordenado sacerdote en 1898 y centró su labor apostólica entre la infancia y la juventud herida por tantas desdichas. Lo tenía claro: «Nadie sirve más a Jesús, que el que sirve a los enfermos en nombre de Jesús». Les prestó su voz luchando por sus legítimos derechos y persiguió la justicia en bien de todos en una época que aislaba cruelmente a los afectados por la lepra. Con su valentía y tesón contribuyó a mejorar la situación. Fue un ángel de esperanza.

Dos centenares de jóvenes mujeres que, o bien habían contraído la enfermedad, o ésta era triste patrimonio de sus padres, se formaban bajo la atenta mirada del padre Variara como integrantes de la Asociación de Hijas de María. Por sus circunstancias personales era impensable que la llama de la vocación que prendía en el espíritu de la mayoría pudieran encauzarla en algún Instituto religioso. Y Luigi, consciente de la situación, en 1905 les dio la Congregación de las Hijas de los Sagrados Corazones y esta consigna: «Ser todas de Jesús, he ahí vuestro anhelo y vuestro cielo». Ellas se ofrecían gozosas a Cristo como víctimas expiatorias. Que estos enfermos tuvieran una Institución donde canalizar su entrega religiosa era algo inexplorado en la Iglesia. Seguro que en las numerosas dificultades que tuvo que atravesar a partir de ese momento, el recuerdo de Don Bosco fue acicate para los días y noches de Luigi, alumbrándole en su quehacer junto a María Auxiliadora y sosteniéndole ante la incomprensión del estamento eclesial y la reticencia de ciertos superiores suyos.

Sensato, humilde, prudente y abnegado, no sin dolor, abrazado a la cruz, en 1919 obedientemente partió hacia nuevas misiones confiando a la Virgen su obra. Pasó por Bogotá, Mosquera, Barranquilla y Táriba, pero jamás olvidó a los enfermos ni a sus hijas, que sostuvo con una correspondencia epistolar de tal hondura que tuvo un peso fundamental en su causa de beatificación. Cuando se sintió morir, pidió que le enviaran a Cúcuta. No era el lazareto, pero se hallaba en la tierra que había regado con sus sufrimientos. Murió el 1 de febrero de 1923. Tenía 48 años. Había sido fidelísimo a esta convicción: «Seamos pues firmes en la vocación, humildes ante Jesús y solo a Jesús busquemos en todo». Juan Pablo II lo beatificó el 14 de abril de 2002.