Servicio diario - 23 de enero de 2020


 

Instituto Pontificio Juan Pablo II: «Hay que crear dinámicas abiertas a la pluralidad en la reflexión»
Rosa Die Alcolea

La Autoridad de Información Financiera, dentro del circuito internacional «Egmont Secure Web»
Rosa Die Alcolea

I Congreso de Pastoral para los Ancianos: "La riqueza de los años"
Larissa I López

Venezuela: "Sacerdotes con zapatos rotos"
Larissa I López

Perú: El episcopado entrega la Medalla de santo Toribio de Mogrovejo
Larissa I López

Venezuela: Comunicado de Mons. Moronta sobre el asesinato del padre Rondón
Larissa I López

Univ. de Navarra: Modelos educativos distintos, garantía de "una educación de calidad"
Redacción

Estados Unidos: Francisco nombra a Mons. Pérez como nuevo obispo de Filadelfia
Redacción

Monseñor Enrique Díaz Díaz: «La Palabra»
Enrique Díaz Díaz

San Francisco de Sales, 24 de enero
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

23/01/2020-19:19
Rosa Die Alcolea

Instituto Pontificio Juan Pablo II: «Hay que crear dinámicas abiertas a la pluralidad en la reflexión»

(ZENIT — 23 enero 2020).- El prestigioso canonista Manuel Arroba Conde, especialista en derecho procesal, y juez del Tribunal de La Rota, es decano de la sección de Madrid del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para el Matrimonio y la Familia, la nueva realidad académica cuya erección le había pedido el Papa Francisco al cardenal Carlos Osoro para alumbrar la reflexión sobre esta pastoral tras el Sínodo sobre la Familia de 2015 y la exhortación Amoris laetitia.

El misionero claretiano participó en la presentación de la nueva sección del Instituto, celebrada el miércoles, 22 de enero de 2020, en el Seminario Conciliar de la capital española.

Presidente de la "Utriusque luris", Instituto de la Pontificia Universidad Lateranense, participó en el Sínodo de Obispos celebrado en 2014 y de la decimocuarta asamblea ordinaria celebrada en 2015.

Entre las diferentes novedades que presenta la nueva sección en Madrid, el curso comienza con 16 profesores procedentes de cuatro universidades con presencia en la Iglesia de Madrid (San Dámaso, Comillas, Pontificia de Salamanca y Católica de Murcia, que se ocupará, además, de la gestión y administración).

A continuación, ofrecemos la entrevista concedida por Manuel Arroba en exclusiva a zenit:

***

 

zenit: Los estatutos de la nueva sección del Instituto Juan Pablo II en Madrid fueron publicados en julio de 2019. ¿Qué tal se ha desarrollado el comienzo de curso en la nueva institución?

Un poco faticoso porque claro, poner en marcha con una orientación ya, digamos, estrictamente académica, lo que había... Se trata de un nuevo instituto, en realidad. No es exactamente una continuidad con el anterior. Fundamentalmente por el hecho de no proponer solamente una reflexión en Teología, sino en las ciencias del matrimonio y la familia, por tanto, pues en la economía, la política, la sociología, la psicología... Y claro, es un cambio de rumbo que requiere tiempo para pensar en los profesores, requiere también no correr para plantear las líneas de investigación, y después, sobre todo, en el traspaso material de las cosas, de los archivos, etc, en lo que siempre se tarda mucho. De hecho, el semestre lo hemos comenzado muy tarde, a mitad de noviembre y por eso se va a prolongar el primer semestre casi hasta marzo. Luego ya en el segundo semestre ampliamos el número de días en los que hay clase, de manera que se puedan terminar, razonablemente, que es cuando se suelen acabar los cursos, quizás un poquito más tarde, la última semana en la que vamos a tener un curso intensivo sobre el interés superior del menor.

 

zenit: ¿Hablamos de una renovación o de la fundación de una nueva sección del Instituto en Madrid?

Digamos que este primer año, la opción por parte del centro de Madrid ha sido la de dar prioridad a que tuvieran salida, académicamente reconocida, según las nuevas normas de la Iglesia, los alumnos que ya venían frecuentando este Instituto. Esa ha sido la opción para este año, pero ciertamente ha tenido que asumirse desde el principio lo que es, yo no lo llamaría una renovación, es una invención casi de nuevo, aunque sea, desde la inspiración de Juan Pablo II, de este planteamiento del que hablaba antes, que es un planteamiento, ante todo, en asegurar que la teología sea teología de la familia y no solo ni principalmente del matrimonio, y en segundo lugar, una interdisciplinariedad, por así decir, en lo que son los problemas familiares, con materias que, efectivamente, antes no existían.

Pero hemos hecho lo mejor posible, una especie de equivalencia, de manera que pudieran ser reconocidos, sino totalmente sin aumentar el peso académico lo que ya venían haciendo anteriormente. Por lo que se refiere a los profesores, esta opción ha consistido en servirse de profesores de las universidades pontificias ya presentes en Madrid. Es una opción que no está terminada, está delineada pero no está terminada todavía. Este primer semestre están trabajando dos profesores que ya estaban en la antigua gestión, y por el momento eso es lo que puedo decir con seguridad. Todavía está en marcha el perfeccionamiento último del grupo de profesores, pero la idea es que participen cuatro centros: San Dámaso, Comillas, Salamanca —que tiene aquí algunas secciones de Teología—, y la UCAM, a la que pertenecemos nosotros, que somos los de dedicación plena. Pero además de esto, va a haber profesores de las universidades civiles, uno o dos, y también de otros carismas presentes en la ciudad aunque no tuvieran una experiencia universitaria en estos centros, si no en otros. Además hay también algunas iniciativas que son de relaciones interuniversitarias, tanto de España, en Cataluña tenemos alguna universidad interesada en estar con nosotros, también centros o instituciones que tienen como objetivo la reflexión sobre la familia, sobre todo la reflexión sobre la familia, y de alguna incluso internacional, por ejemplo, ese curso de menores lo va a dar un profesor que es italiano pero que en realidad pertenece a la Universidad Católica de Sidney, por decir alguno. Este es el planteamiento, y queremos que sea lo más abierto posible.

Y como digo, la consecución del grado es grado de licenciatura eclesiástica, por tanto no son diplomas ni másteres, es un grado universitario al que pueden acceder incluso los que no han hecho el bachillerato en Teología, porque este era el problema anterior: la mayor parte de las veces se trataba de diplomas o másteres, lo que llaman títulos propios por ejemplos en las universidades civiles o en las católicas, ¿no? La razón era que no existía esta sección de ciencias del matrimonio y de la familia, a la que se puede acceder con otro tipo de estudios superiores que no sean teológicos.

 

zenit: ¿Cuál es el reto de la nueva sección del Instituto en Madrid para responder a las necesidades actuales de la familia, después del Sínodo sobre la familia y la posterior exhortación apostólica Amoris Laetitia?

Ante todo, el de partir del convencimiento de que el tema de la familia interesa a todo el mundo, incluso a quien parece que no le interesa, o incluso a quien creemos se está dedicando a destruirlo, y por tanto, convertirse en una plataforma de conversión lo más plural posible. Plural no quiere decir que valga cualquier cosa, que no exista el anuncio del Evangelio de la familia... Claro que existe, lo que pasa es que en hacerlo llegar como una buena noticia hay que crear dinámicas que no sean monocordes, que no sean unilaterales, que estén abiertas a la pluralidad en la reflexión, ciertamente, ¿no?

Ese es un reto.

Otro reto, muy unido a este, es el de tener la realidad de la familia como tal, en su globalidad e integralidad, como objeto de la reflexión. Es decir, no ocuparse tan primariamente, como decía anteriormente, de la relación conyugal, incluso de la sola dimensión moral de la relación conyugal, sino todo... desde el Derecho, las fragilidades de varios tipos que recaen sobre la familia, puedan ser objeto de reflexión y de propuesta alternativa. Las ciencias humanas que ahora se incorporan a la reflexión son principalmente la política, la sociológica, la jurídica...

El último reto es que a través de ese convencimiento de que el tema de la familia interesa a todos y sobre todo, desde este enfoque interdisciplinar, procurar establecer dinámicas de relación con la sociedad de mayor encuentro y menos desencuentro.

 

zenit: Usted reclama "superar la excesiva `matrimonialización' del Derecho Eclesiástico en materia de familia". ¿Qué quiere decir con esto?

Quiero decir que, por desgracia, la Teología, ya con el matrimonio ha tenido dificultades, —el sacramento del matrimonio fue reconocido muy tarde— ya ha sido difícil separarse en la Teología del Derecho Canónico. Y el Derecho Canónico está muy centrado en la relación de pareja anterior al matrimonio antes del consentimiento, que es ciertamente fundamental para enjuiciar ciertas situaciones, pero eso no quiere decir que se pueda marginar tanto o reducir a la mínima expresión el desarrollo de la convivencia por una parte y la comprensión del matrimonio como del fundamento de la familia, no solamente como una relación interpersonal. Entonces, eso lo que quiere decir, es que los canonistas, por ejemplo, tenemos que procurar entender la subjetividad canónica que tiene la familia. ¿Qué le corresponde a la familia, incluso como un derecho y un deber en el sistema legislativo eclesiástico? O está solo para lo que se le vaya ocurriendo al responsable pastoral de turno, por ejemplo, esta es una cosa sola.

 

zenit: ¿Esto se ha planteado en el nuevo plan de estudios?

En el plan de estudios tenemos una asignatura que es el derecho canónico de la familia.

 

 

 

23/01/2020-12:15
Rosa Die Alcolea

La Autoridad de Información Financiera, dentro del circuito internacional «Egmont Secure Web»

(ZENIT — 23 enero 2020).- La Autoridad de Información Financiera (AIF) estará finalmente dentro del circuito internacional de información «Egmont Secure Web», tras la decisión del presidente de Egmont, Mariano Federici, de revocar la suspensión a la entidad vaticana para participar en dicho circuito.

«Me complace anunciar que ayer por la tarde el presidente de Egmont, Mariano Federici, revocó la decisión de suspender a la Autoridad de Información Financiera (AIF) del circuito internacional de información 'Egmont Secure Web', tomada el 13 de noviembre de 2019», ha declarado el presidente de la Autoridad de Información Financiera (AIF), Carmelo Barbagallo, según el comunicado de la Santa Sede, difundido este 23 de enero.

La decisión de revocar la suspensión permite reanudar la colaboración de la AIF con las Unidades de Inteligencia Financiera de los demás países con «plena transparencia» y con «un espíritu totalmente cooperativo», se detalla en el comunicado del Vaticano.

«Se trata de una decisión de gran importancia, que confirma la confianza de los dirigentes de Egmont en el sistema de información financiera del Vaticano», aclara Barbagallo.

«La decisión llega tras las aclaraciones proporcionadas por la AIF a Egmont acerca de las circunstancias de carácter excepcional relativas a los hechos que dieron lugar a la suspensión, así como de la garantía por parte de la AIF de que el tratamiento de la información recibida por el circuito de Egmont será, -también gracias a la firma de un memorando de entendimiento con el Promotor de Justicia-, plenamente coherente con las normas que rigen este circuito».

El Papa Francisco nombró el 27 de noviembre de 2019, tras su viaje apostólico a Japón y Tailandia, al presidente de la AIF al Dr. Carmelo Barbagallo, hasta el momento funcionario general con el cargo de asesoramiento de alto nivel en el Directorio del Banco de Italia en materia de supervisión bancaria y financiera y en las relaciones con el Single Supervisory Mechanism.

 

 

 

23/01/2020-16:27
Larissa I. López

I Congreso de Pastoral para los Ancianos: "La riqueza de los años"

(ZENIT — 23 enero 2020).- Del 29 al 31 de enero de 2020 se celebrará en el Centro de Congresos Augustinianum de Roma el I Congreso Internacional de Pastoral para los Ancianos, que será presentado el próximo martes 28.

Así lo ha comunicado hoy, 23 de enero de 2020, la Oficina de Prensa de la Santa Sede a través de una nota.

 

"Revolución de la longevidad"

¿Qué tiene que decir la Iglesia ante lo que se ha llamado la "revolución de la longevidad"? Por iniciativa del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, alrededor de 550 expertos y agentes de pastoral de 60 países de los cinco continentes se reunirán para reflexionar y encontrar juntos las respuestas.

Es la primera vez que la Santa Sede organiza un evento de este tipo, encaminado a la reflexión pastoral sobre un tema que está destinado a marcar la vida de la sociedad y de la Iglesia en las futuras décadas.

 

Tres sesiones temáticas

Tal y como indica la citada nota, el encuentro se dividirá en tres sesiones temáticas: la primera estará dedicada al enfrentamiento contra la cultura del descarte y a la profundización de cómo, de diferentes maneras según el contexto sociocultural de origen, la Iglesia manifiesta su rostro misericordioso permaneciendo siempre cerca de todos los ancianos.

La segunda se centrará en las familias y su responsabilidad con los abuelos y los ancianos: las familias están llamadas a reconocer los dones de la vida y de la fe transmitidas viviendo una conversión pastoral cuyo fulcro sea la gratitud. La Iglesia no puede aceptar que los ancianos se vean privados de un contexto familiar, y cuando sea así, se siente llamada a convertirse ella misma en familia para todos aquellos que viven en soledad. ¡Los ancianos necesitan una familia, y las familias necesitan a los ancianos!

La última sesión estará dedicada a la vocación de los ancianos en la Iglesia. El aumento de la esperanza de vida y la mejora general de la salud han dado a tantas personas una estación más de vida: libre de compromisos laborales, pero todavía con buena salud.

¿Cómo vivir estos años cristianamente? El Papa Francisco ha dicho que se trata de un tiempo nuevo que debemos inventar de alguna manera. ¡No hay jubilación del
Evangelio!

 

Comienzo de la reflexión

El primer congreso internacional de pastoral de los ancianos pretende ser solo el comienzo de una reflexión que el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida ha decidido emprender para responder de manera concreta a las numerosas solicitudes del Santo Padre al respecto.

Por el mismo motivo, se ha creado en su seno una oficina que se ocupará de manera estable de la pastoral de los ancianos en comunicación con las conferencias episcopales, también a la luz de lo que surgirá del congreso "La riqueza de los años".

 

Palabras del Santo Padre

Efectivamente, en este sentido, el Papa Francisco ha compartido en varias ocasiones, como es el caso del prefacio del libro La sabiduría del tiempo, un pensamiento que lleva en su corazón: "Siento que esto es lo que el Señor quiere que yo diga: que se haga una alianza entre jóvenes y mayores".

Para el Pontífice, "este es el momento en el que los abuelos deben soñar" para que los jóvenes puedan "tener visiones". Esto significa que "solamente si nuestros abuelos tienen el coraje de soñar y nuestros jóvenes de profetizar grandes cosas, nuestra sociedad avanzará. Si queremos 'visiones' para el futuro, dejemos a nuestros abuelos que cuenten, que compartan sus sueños".

Por lo tanto, apunta Francisco: "¡Necesitamos abuelos soñadores! Son ellos los que podrán inspirar a los jóvenes a correr hacia delante con la creatividad de la profecía", pues, los jóvenes necesitan de esos sueños "para tener esperanza, para tener un `mañana".

 

 

 

23/01/2020-11:57
Larissa I. López

Venezuela: "Sacerdotes con zapatos rotos"

(ZENIT – 23 enero 2020).- En un reciente viaje a Venezuela “hemos visto sacerdotes con los zapatos rotos porque no tienen medio de transporte para llegar a sus comunidades, ni recursos para comprarse unos nuevos”, informa Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) en una nota.

Los sacerdotes en Venezuela sufren, junto al resto del pueblo, el hambre y la necesidad de lo más básico que presenta este país.

El padre Ángel Colmenares es un joven sacerdote que sirve en un barrio pobre de Catia La Mar, en la periferia de Caracas, y constituye un ejemplo de los más de 1.285 sacerdotes apoyados por ACN en Venezuela, a través de estipendios de Misa.

 

La Iglesia “sufre con su pueblo”

Tal y como declara el padre Ángel en un video de ACN, desde 2014, la situación en el país es muy difícil, “los alimentos y otros bienes se han vuelto tan caros que los venezolanos vivimos en la pobreza”.

El sacerdote indica que la Iglesia “sufre con su pueblo” y, a pesar de la pésima situación, decidió “ser sacerdote para servir a mi país”, pidiendo a Dios que le dé fuerzas “para dar un buen testimonio y permanecer con mi pueblo”.

“Pueden faltarnos los bienes materiales, pero no podrán quitarnos nuestra dignidad”, apunta, y explica, “creo que Dios nunca abandona a sus hijos”, pues “puedo ver reflejado su amor y su obra en la vida diaria de nuestras comunidades”.

 

Donaciones para “mantener viva la fe”

La fe, continúa el sacerdote, es “nuestra fuerza para perseverar” en estas trágicas circunstancias, “la luz que ilumina el camino”. A pesar de las necesidades, el padre señala que con la ayuda de otras personas, que se puede canalizar a través de la campaña “Sostenimiento de sacerdotes: Estipendios de Misas”, los presbíteros pueden seguir sirviendo a las comunidades cristianas desde la pobreza”, trabajando para “mantener viva esa fe”.

Así lo expresa una feligresa de la parroquia de este pastor: “Sin el sacerdote, no sé cómo podríamos continuar aquí, nos faltaría la poca esperanza que nos queda”.

Con estas donaciones “cubro mis gastos y guardo una parte para otras necesidades de la parroquia o de la gente más pobre. Gracias por vuestro apoyo”, transmite el padre Ángel, animando a las aportaciones.

 

Situación de Venezuela

Según los datos ofrecidos por ACN, el 15% de la población venezolana, 4.5 millones de personas, han huido del país. El 30% de los niños en el territorio sufren problemas de desnutrición y casi medio millón de personas son enfermos crónicos que no tienen acceso a medicación.

Al mismo tiempo, el sueldo medio en el país al mes son 5 $, mientras que la cesta básica para sobrevivir sería de 300 $. Productos como un cartón de huevos, harina y arroz cuestan 3,5, 1,1, y 1,6 $, respectivamente.

El 60% de los hogares busca alimento en las calles y el 40% de las embarazadas presentan desnutrición aguda.

 

Otros proyectos de ACN

La Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) sirve a la Iglesia católica en su labor evangelizadora, prioritariamente en las comunidades más necesitadas, discriminadas o perseguidas.

Cuenta con 23 oficinas en el mundo desde donde se informa y desarrollan campañas de sensibilización, oración y búsqueda de fondos para dar soporte a esas necesidades pastorales y caritativas de la Iglesia que más sufre.

En concreto, en Venezuela, además de en la citada campaña, Obispos, sacerdotes, religiosas y laicos colaboran en proyectos de ACN que incluyen comedores para alimentar a personas en situación vulnerable y ayuda para el sustento de comunidades de religiosas y para la formación de seminaristas, sacerdotes y jóvenes.

 

 

 

 

23/01/2020-10:12
Larissa I. López

Perú: El episcopado entrega la Medalla de santo Toribio de Mogrovejo

(ZENIT — 23 enero 2020).- Hoy, 23 de enero de 2020, la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) celebra la ceremonia de entrega de la Medalla de santo Toribio de Mogrovejo que otorga el episcopado peruano.

El acto tendrá lugar en el auditorio de la sede de la CEP a las 11:45, hora local, en el marco de la 115ª Asamblea Plenaria de los obispos del Perú, informa la propia CEP a través de un comunicado.

Además, los prelados del Perú darán a conocer su mensaje con motivo de las Elecciones Parlamentarias 2020, que se realizarán este domingo 26 de enero.

 

Premiados

En esta ocasión, el episcopado entregará este reconocimiento a las siguientes personas e instituciones: Mons. Luis Alberto Barrera Pacheco, obispo de Tarma, con ocasión de sus Bodas de Plata Sacerdotales; la Congregación de las Hijas del Crucificado, por sus 50 años de presencia misionera en el Perú; la Congregación de las Hermanas de San José de Cluny, por sus 150 años de presencia en el Perú; el Instituto de Misioneras Marianas, por sus 100 años de fundación; las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado, por sus 100 años de fundación.

La Medalla de santo Toribio de Mogrovejo se entrega cada año a las personas e instituciones que han resaltado por su destacado y encomiable trabajo a favor de la Iglesia en el Perú.

 

Santo Toribio de Mogrovejo

Nacido en España, santo Toribio (1538-1606) ejerció como consejero de la Inquisición en Granada. Fue nombrado arzobispo de Lima por Gregorio XII, jurisdicción que incluía las diócesis de Cuzco, Cartagena, Popayán, Asunción, Caracas, Bogotá, Santiago, Concepción, Córdoba, Trujillo y Arequipa.

Fue un verdadero organizador de la Iglesia en América, cuya actividad abarcó diez sínodos diocesanos y tres provinciales. Además, fundó el primer seminario de América; intervino contra los derechos particulares de los religiosos, a quienes estimuló para que aceptaran las parroquias más incómodas y pobres; casi duplicó el número de las "Doctrinas" o parroquias, que pasaron de 150 a más de 250.

 

 

 

23/01/2020-15:51
Larissa I. López

Venezuela: Comunicado de Mons. Moronta sobre el asesinato del padre Rondón

(ZENIT — 23 enero 2020).- El obispo de San Cristóbal, Mons. Mario Del Valle Moronta, ha publicado un nuevo comunicado sobre la muerte del sacerdote Jesús Manuel Rondón Molina, que desapareció el pasado 16 de enero y fue encontrado sin vida el 21 de enero.

En dicho comunicado, difundido el 22 de enero de 2020 y motivado por "el principio evangélico de que 'la verdad les hará libres', el prelado indica que "según informaciones emitidas por autoridades, el mencionado sacerdote habría sido asesinado por un menor de edad, quien fuera víctima de abusos sexuales por parte del clérigo, acción que repudiamos".

Del mismo modo, la nota expresa que "lamentamos la muerte trágica del sacerdote y pedimos que la justicia divina se manifieste con misericordia. Oramos por él, por su madre y familiares que atraviesan un momento de dolor y tristeza". También expone que rezan "por quien ejecutara este hecho" e imploran "también para él la misericordia del Dios de la Vida y del Amor".

 

Caso del padre Rondón

Al mismo tiempo, el obispo manifiesta que, como en todas las diócesis de Venezuela, en la de San Cristóbal se han adoptado las normativas de la Iglesia Universal para enfrentar los casos de abusos de menores por parte de clérigos.

En el caso concreto del padre Jesús Manuel Molina Rondón, continúa el texto, una vez recibidas varias denuncias "se realizaron las investigaciones pertinentes y se le dieron medidas cautelares" entre las que estaba la de residir en el Monasterio de las Carmelitas en Rubio, "donde podía celebrar sólo en privado para las religiosas y se le había prohibido el trato con menores de edad mientras durara el proceso respectivo".

Ya se había recibido sentencia definitiva de dimisión del estado clerical y se "había presentado la apelación a los organismos correspondientes de la Santa Sede". No obstante, "a pesar de las múltiples llamadas de atención", el padre Jesús "desobedeció las órdenes y medidas cautelares puestas según lo establecido en el derecho de la Iglesia".

 

Tristeza y preocupación

Mons. Moronta también expresa que su diócesis "garantiza que no se ha encubierto ni a este ni a ningún clérigo que haya sido denunciado e investigado". Este hecho lamentable "nos llena de tristeza y preocupación", pero al mismo tiempo, "tenemos la conciencia clara de haber obrado sin encubrimientos y de acuerdo a lo que exige la Iglesia".

En este sentido, prosigue, piden a las autoridades que terminen de aclarar lo ocurrido pero "sin valerse de este triste suceso para fines políticos o de otra índole", sin hacer generalizaciones.

 

Seguir anunciando la Palabra

Por otra parte, el comunicado recuerda que la mayoría de los sacerdotes "se entregan denodadamente al servicio del pueblo" y que, "a pesar de las dificultades y de las fallas que puedan tener algunos", seguirán "anunciando la Palabra de la Verdad que hace libres, denunciando el pecado del mundo y construyendo el Reino" de Cristo.

"Sentimos el dolor del pueblo de Dios que sufre por muchas causas y que se ahonda por el mal testimonio de unos pocos; compartimos el dolor de las víctimas abusadas (...)" y "sabiendo que ese dolor se identifica con el de Cristo en la Cruz, ponemos nuestra mirada en la fuerza arrolladoramente liberadora de su Resurrección", concluye la nota.

 

 

 

23/01/2020-16:45
Redacción

Univ. de Navarra: Modelos educativos distintos, garantía de "una educación de calidad"

(ZENIT — 23 enero 2020).- "La existencia de modelos educativos distintos en una sociedad plural es indispensable para garantizar una educación de calidad".

Así lo afirmó en la Universidad de Navarra el catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado Daniel Tirapu. El experto de la Universidad de Jaén participó en la jornada académica organizada en el marco de la festividad de San Raimundo de Peñafort, patrón de la Facultad de Derecho Canónico.

 

Pacto de calidad escolar

En su mensaje expuso que en España se quiere apostar por un solo modelo educativo: «El que no lo sigue es considerado un modelo de educación segregadora". Y destacó que "es necesario un serio pacto de calidad escolar".

Durante la sesión recordó algunas cuestiones actuales sobre la libertad de enseñanza en España. Entre ellas, hizo hincapié en la Sentencia del Tribunal Constitucional del 10 de abril de 2018, en la que se desestimaba el recurso de inconstitucionalidad presentado por 50 diputados socialistas contra una serie de artículos de la Ley Orgánica de 2019, para la mejora de la calidad educativa LOMCE. Y señaló que, de los temas abordados por esta sentencia, "los de más repercusión mediática han sido: el tratamiento de los centros de educación diferenciada y la enseñanza de religión como asignatura en Educación Primaria y Secundaria".

Aseguró que "las grandes batallas ideológicas y de sumisión social están en el control de la educación" y puso de relieve la importancia del Derecho a la Educación recogido en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (2007), cuyos puntos principales son tres: el primero, toda persona tiene derecho a la educación y al acceso a la formación profesional y permanente; el segundo, este derecho incluye la facultad de recibir gratuitamente la enseñanza obligatoria; y el tercero, se respetan, de acuerdo con las leyes nacionales que regulen su ejercicio, la libertad de creación de centros docentes dentro del respeto de los principios democráticos, así como el derecho de los padres a garantizar la educación y la enseñanza de sus hijos conforme a sus convicciones religiosas, filosóficas y pedagógicas.

 

Elección de los padres

Para Tirapu, el Derecho a la Educación de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea "cuenta con el equilibrio de tres elementos: la familia, el estado, y la iniciativa social y de las confesiones religiosas". Asimismo, declaró que la novedad radica en el tercer punto: "Porque subraya que el derecho es de todos los individuos, pero la elección del modelo educativo corresponde a los padres".

La facultad de elegir la educación acorde con sus convicciones pedagógicas amplía, a su juicio, la libertad de los padres en su derecho de elección: "A mi entender, supone un claro límite para los Estados a la hora de optar por un único modelo pedagógico. Además, permite abrir posibilidades nuevas y creativas al modelo de escuela tradicional, como instrucción en grupos familiares, a través de Internet o a distancia".

 

 

 

23/01/2020-17:00
Redacción

Estados Unidos: Francisco nombra a Mons. Pérez como nuevo obispo de Filadelfia

(ZENIT — 23 enero 2020).- El Santo Padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la archidiócesis metropolitana de Filadelfia (Estados Unidos), presentada por Mons. Charles J. Chaput.

Igualmente, el Papa Francisco ha nombrado arzobispo metropolitano de Filadelfia (Estados Unidos) a Mons. Nelson Jesús Pérez, hasta ahora obispo de Cleveland, Ohio.

Así lo ha comunicado hoy, 23 de enero de 2020, la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

 

Mons. Nelson J. Pérez

Nació el 16 de junio de 1961, en Miami (Florida). Después de obtener el bachillerato en Psicología en la Universidad Estatal de Montclair en Nueva Jersey (1983), enseñó en la escuela primaria, en el Colegio La Piedad de Puerto Rico.

Completó sus estudios eclesiásticos en el Seminario San Carlos Borromeo de Overbrook (Pensilvania), donde obtuvo el título de Master en Teología (1985-1989) y fue ordenado sacerdote en 1989 para la archidiócesis de Filadelfia.

Después de su ordenación sacerdotal, ocupó los siguientes cargos: vicario parroquial de Saint Ambrose en Filadelfia (1989-1993), subdirector de la Oficina archidiocesana para los hispanos (1990-1993); director y fundador del Catholic Institute for Evangelization (1993-2002); párroco de Saint William en Filadelfia (2002-2009); párroco de Saint Agnes en West Chester (2009-2012).

Además, fue miembro del Consejo Presbiterial de la archidiócesis de Filadelfia (2003-2005), profesor de Psicología y Estudios Religiosos en la Universidad La Salle de Filadelfia (1994-2008).
En 1998 fue nombrado capellán de Su Santidad y el 24 de octubre de 2009 prelado de honor de Su Santidad.

Nombrado obispo titular de Catro y obispo auxiliar de Rockville Centre (Nueva York), recibió la consagración episcopal el 8 de junio de 2012 y el 25 de julio de 2012. Como obispo auxiliar de Rockville Centre fue vicario episcopal del Vicariato del Este y para el apostolado hispano.

El 11 de julio de 2017 fue transferido a la sede de Cleveland (Ohio). En la Conferencia Episcopal es presidente del Comité de Diversidad Cultural de la Iglesia, miembro del Comité Administrativo y del Comité de Libertad Religiosa.

Mons. Nelson J. Pérez habla inglés y español.

 

 

 

23/01/2020-18:05
Enrique Díaz Díaz

Monseñor Enrique Díaz Díaz: «La Palabra»

 

Isaías 8, 23-9, 3: "Los que andaban en tinieblas vieron una gran luz"
Salmo 26: "El Señor es mi luz y mi salvación"
Corintios 1, 10-13.17: "Que no haya divisiones entre ustedes"
San Mateo 4, 12-23: "Conviértanse, porque ya está cerca el Reino de los cielos"

El Papa Francisco nos ha pedido que este tercer domingo del tiempo ordinario esté completamente dedicado a la Palabra de Dios, para comprender la riqueza inagotable que proviene de ese diálogo constante de Dios con su pueblo. Esto nos permitirá hacer que la Iglesia reviva el gesto del resucitado que abre para nosotros el tesoro de su Palabra para que podamos anunciar por todo el mundo esta riqueza inagotable.

Hoy San Mateo nos manifiesta cómo inicia Jesús la predicación de esa Palabra de una manera desconcertante. Trae su mensaje de Buena Nueva y de liberación, pero parece comenzar todo al revés. Comienza cuando precisamente parecía que todo terminaba: " Al enterarse Jesús de que Juan había sido arrestado...". Cuando ha sido silenciada una voz que clamaba verdad y justicia; cuando se confina al silencio a esa figura extravagante que con grito fastidioso y palabra insolente pretendía una renovación interior; cuando sus discípulos tendrían motivos para pensar que la aventura habría terminado... cuando todo parece en contra, es precisamente cuando surge la verdadera Palabra tomando la melodía de la Buena Nueva de la cual Juan sólo era precursor. Cuando parecía que no había nada que hacer y que se apagaban las razones para esperar, brota la verdadera esperanza. Cuando el poder cierra la boca de Juan, la Palabra de Jesús suena mucho más fuerte.

Si parece que Jesús escoge el momento menos adecuado, se complica más cuando constatamos el lugar desde donde inicia. No inicia en Jerusalén que sería el lugar ideal: la ciudad de la paz, junto al templo orgullo de toda la nación, a la sombra del centro religioso y con la garantía de la religión oficial. No, se dirige a la región de la oscuridad, en la Galilea pagana, región de frontera y lugar de paso, donde se encuentran personas de las más diversas razas, culturas y pensamientos religiosos. La región que es considerada de riesgo, en donde hay tiniebla y oscuridad. Ahí es donde debe brillar su luz y así continuará toda su actividad evangelizadora en los lugares de riesgo, de enfermedad, de muerte, de desprecio y marginación. La luz brilla más donde hay oscuridad. Su grito, que anuncia la cercanía del Reino de los cielos, lo acogen sobre todo los que viven sin esperanza, los que esperaban con ansia, aunque parecía que no tendrían nada que esperar y casi ni se atrevían a pedir. Ahora también la Palabra de Jesús sigue llevando su luz y su esperanza a los lugares más insospechados y menos vistosos. Sus discípulos en estos momentos tendremos que seguir sus pasos y ahí donde parece que todo está perdido y condenado, tendremos que hacer brillar su luz. El lugar de crisis es el lugar preciso donde el verdadero cristiano hará brotar señales de vida nueva. Cualquier lugar, por más riesgoso y difícil que parezca, será el lugar apropiado para recibir el soplo que hará nacer una nueva humanidad.

Momento difícil, lugar de riesgo... y para completar el cuadro Jesús escoge como colaboradores a las personas que parecen equivocadas, a las que nosotros habríamos descartado. No busca personalidades reconocidas, ni hombres considerados santos, ni los que conocen las leyes o tienen el poder. Se deja deslumbrar por unos pescadores que se afanan en sus labores y luchan por acomodar sus redes. Hombres de trabajo, honrados, pero casi ignorantes, desconocidos y cobijados por el anonimato que da la familia de los pobres. Y la forma en que se les presenta parece absurda: no ofrece un programa, no diseña una estrategia, simplemente llama a acompañarlo en el camino. Eso sí, promete un cambio, el mismo que Él exigía. No importarán ya las redes, ni los peces, lo más importante ahora serán las personas: "Los haré pescadores de hombres". Y desde ahí, desde su pobreza y pequeñez, los acoge como compañeros de aventura y los deja inquietos. Y ellos lo dejan todo. Bueno, todo es mucho decir pues pocas cosas tendrían, pero lo más importante: dejan una forma de vivir y de pensar. Habría seguramente otras personas que, aún permaneciendo en sus hogares, también dejaron todo lo anterior, pues su palabra y su presencia producen una conmoción interior. Si realmente escuchamos su invitación, nada puede seguir igual. Ahora nuestra vida sólo tendrá sentido cuando aceptemos, en cada momento, que nuestras decisiones e intereses vengan puestos a la luz de su Palabra, de su mirada. Trabajar por el Reino es una constante conversión para encaminar nuestra vida conforme a los deseos de Jesús.

Cambiar no las apariencias externas, sino estar dispuestos a vivir en la inquietud que nos produce su Palabra. Cristo ofrece su paz a quienes han aceptado desestabilizarse y dejarse inquietar. Esos serán sus colaboradores... los que no tienen miedo a perder lo que tienen, a cambio de lo que Jesús ofrece.

Esa Palabra es luz y camino, que hoy puede sacarnos de nuestra apatía o nuestras angustias, para arriesgarnos en la construcción de la paz. Cristo camina con nosotros, lucha y trabaja con nosotros. Y nosotros aceptamos los mismos riesgos que Él aceptó por nosotros. Pablo, su cercano seguidor en su loca aventura, en el pasaje que leemos en este día, nos dice algo que tendremos que tener muy en cuenta si queremos unirnos en esa aventura de ser luz y voz: "Que no haya divisiones entre ustedes". Debemos buscar la unidad y armonía para construir esa paz que tanto necesitamos. Busquemos despertar a nuestra sociedad, que se inquiete y se deje seducir por la Palabras de Jesús, que la vivamos en comunidad para hacer realidad el reino de Dios. Cada uno somos diferentes pero Jesús nos une en un solo cuerpo y en una sola esperanza. En medio de las tinieblas y de la oscuridad que la Palabra de Jesús también resuene y nos llene de esperanza porque Jesús camina con nosotros.

Padre Bueno, concédenos abrir el corazón a la Palabra que transforme nuestras vida y nos ayude a construir el Reino de Jesús, tu Hijo. Amén.

 

 

 

23/01/2020-08:00
Isabel Orellana Vilches

San Francisco de Sales, 24 de enero

«Este aclamado obispo de Ginebra, doctor de la Iglesia, patrón de los escritores y periodistas católicos, por amor a Cristo se impuso doblegar su defecto dominante, y con su gracia, se convirtió en el excelso doctor de la dulzura»

La vida de este «apóstol de la amabilidad», doctor de la Iglesia, es uno de los claros ejemplos de lucha sin cuartel contra el defecto dominante y muestra de que cuando se ama a Dios, con su gracia, todo es posible. Otros ejemplos vemos a diario en esta sección de ZENIT.

Nacido en el castillo de Sales, en Saboya, el 21 de agosto de 1567, fue conquistando la virtud día tras día. En ella condensaba la exquisita enseñanza evangélica que había recibido de su madre, excelente narradora de la fe que desmenuzó ante los ojos inquietos del niño. Heredó su paciencia y constancia, así como la elegancia en el trato. Temiendo su padre que la influencia materna hiciera de él un hombre frágil, designó al riguroso y exigente padre Déage para ser su preceptor. El santo agradeció siempre sus enseñanzas y las acogió humildemente. Eso sí, determinó actuar con los demás de un modo distinto, allanándoles el camino y liberándoles del peso que encierra el perfeccionismo. Al recibir la primera comunión en el colegio de Annecy con 8 años, estableció las consignas que seguiría su vida de entrega a Cristo: orar, visitar al Santísimo, ayudar a los pobres y leer vidas ejemplares. Procuró ser fiel a ellas hasta el fin de sus días.

Sentía ardientes deseos de consagrarse a Cristo, pero su padre lo envió a estudiar a París. Recibió educación en el colegio Clermont de los jesuitas, que combinaba con dos horas diarias de equitación, esgrima y baile, bajo la dirección del padre Déage, en un plan diseñado por él que incluía confesión y comunión semanal. Destacó en retórica, filosofía y teología. La determinación que tomó de consagrarse a la Santísima Virgen le ayudó a superar todas las pruebas que sufrió en esa época, manteniendo incólume su pureza. Sus modelos eran san Francisco de Asís y san Felipe Neri.

A los 18 años era manifiesta su inclinación a la ira. Y, consciente de ello, ponía todo su empeño en contenerla. Se dice que la sangre se agolpaba en sus mejillas en determinadas situaciones incómodas para él. Qué esfuerzos haría para someter este defecto que quienes le conocían, al ver su delicado trato, consideraban que estaba libre de esa tendencia y jamás podrían haber imaginado el combate interior que libraba. Experimentaba también una profunda angustia que le llevaba a pensar en su condenación. Esta idea se le clavó hondamente y trazó en su organismo las huellas de su inquietud: una suma delgadez y el temor por su razón. Le aterrorizaba saber que en el infierno no podría amar a Dios. Este desasosiego se disipó al recitar ante la Virgen la oración de san Bernardo «Acordaos...», y también le ayudó a curar su orgullo.

En 1588 comenzó a estudiar derecho en Padua, como deseaba su padre, sin descuidar la teología que precisaba dominar para ser sacerdote. Aún seguía estrictamente el plan de vida que se trazó a los 8 años. Todos los días hacía su examen particular; tenía presente su defecto dominante: el mal genio, y veía si había actuado con la virtud contraria a esta tendencia. Oraba, meditaba, se proponía ser cada día más amable en su trato con los demás, con la prudencia debida, trayendo a su mente la presencia de Dios. Prosiguió defendiendo su vocación con paciencia y tesón hasta que logró vencer la férrea voluntad de su padre en cuyos planes no entraba la opción de entrega total a Dios, sino que esperaba que hubiera contraído matrimonio eligiendo esa otra forma de vida.

Finalmente, logró su deseo, y fue ordenado sacerdote. Lo destinaron a la costa sur del lago de Ginebra para luchar contra el protestantismo, y allí desplegó todas sus artes obteniendo numerosas conversiones. En esta compleja misión de Chablais tuvo que hacer acopio de paciencia y esperar confiadamente que en el árido corazón de las gentes germinase la semilla de la fe. El arma fue el amor, y así lo confió él mismo a santa Juana Chantal: «Yo he repetido con frecuencia que la mejor manera de predicar contra los herejes es el amor, aún sin decir una sola palabra de refutación contra sus doctrinas». En 1602 fue designado obispo de Ginebra, sucediendo en el gobierno de la diócesis al prelado Claudio de Granier. Fijada su residencia en Annecy, enseguida destacó por su generosidad, caridad y humildad.

Juana Chantal fue una de las incontables personas a las que dirigiría espiritualmente. La conoció en 1604 cuando predicaba un sermón de Cuaresma en Dijón. Con ella fundó la Congregación de la Visitación en 1610. Como rector de almas no tenía precio. Era bondadoso y firme a la par. En su Introducción a la vida devota había hecho notar: «Quiero una piedad dulce, suave, agradable, apacible; en una palabra, una piedad franca y que se haga amar de Dios primeramente y después de los hombres». Acuñó esta conocida apreciación, surgida de su experiencia: «un santo triste es un triste santo». A él se debe también la consigna escrita en su Tratado del Amor de Dios: «La medida del amor es amar sin medida». Preocupado por la genuina vivencia de la caridad evangélica había escrito: «No nos enojemos en el camino unos contra otros». «Caminemos con nuestros hermanos y compañeros con dulzura, paz y amor; y te lo digo con toda claridad y sin excepción alguna: no te enojes jamás, si es posible; por ningún pretexto des en tu corazón entrada al enojo». Así había vivido: entregado a los demás; hecho ascua de amor.

Tras su muerte, acaecida en Lyon el 28 de diciembre de 1622, monseñor Camus manifestó que al extraerle la vesícula biliar hallaron nada menos que 33 piedras. Eso da idea del ímprobo esfuerzo que habría hecho el santo a lo largo de su vida para trocar en mansedumbre y dulzura un temperamento volcánico poderosamente inclinado al mal genio y a la cólera. Fue canonizado el 19 de abril de 1665 por Alejandro VII. Es patrón de los escritores y periodistas católicos.