Servicio diario - 21 de abril de 2020


 

Santa Marta: En este silencio, “podemos crecer en nuestra capacidad de escucha”
Rosa Die Alcolea

El Papa envía una tarjeta firmada por él a un hospital de Roma
Anne Kurian

Chile: El episcopado se reúne en asamblea plenaria por videoconferencia
Christian Vallejo

Colombia: Obispos del Cauca y Nariño exhortan a parar el narcotráfico
Larissa I. López

¿Es posible casarse durante la pandemia del coronavirus?
Alejandro Vázquez-Dodero

Madrid: 25 capellanes atenderán a los pacientes de los hoteles medicalizados
Rosa Die Alcolea

Ayuda a Iglesia Necesitada: Mensajes de solidaridad procedentes de todo el mundo
Larissa I. López

Venezuela: Estreno online del documental “Pastor de Almas”
Christian Vallejo

Píldoras de esperanza (18): “¿Cómo creerán cuando les hable de las cosas del cielo?”
Ricardo Grzona

Marcelo Van: Lanzamiento de una web dedicada al “apóstol de la Misericordia”
Larissa I. López

P. Antonio Rivero: “¿Qué necesitamos para reconocer a Cristo resucitado hoy?”
Antonio Rivero

Beato Francisco de Fabriano, 22 de abril
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

Santa Marta: En este silencio, “podemos crecer en nuestra capacidad de escucha”

Homilía del Santo Padre
(zenit – 21 abril 2020).- El Santo Padre continúa reflexionando sobre los frutos de esta crisis mundial provocada por la pandemia. Esta mañana, en la celebración de la Eucaristía, ha invitado a apreciar el “silencio” en el que convivimos, con el deseo de que “nos enseñe a escuchar”.

Este martes de la segunda semana de Pascua, 21 de abril de 2020, el Obispo de Roma presidió la Misa en la Capilla de la Casa Santa Marta con la participación de algunas religiosas y empleados del Vaticano. Todos los días la celebración es transmitida en vivo en Vatican News y en la página de zenit en Facebook.

“En este tiempo hay tanto silencio. Incluso se puede oír el silencio”, ha observado el Papa. “Que este silencio, que es un poco nuevo en nuestros hábitos, nos enseñe a escuchar, nos haga crecer en nuestra capacidad de escucha. Oremos por esto”.

Las lecturas escogidas para la Misa de hoy son: la Primera Lectura, del libro de los Hechos de los Apóstoles (4, 32-37), el Salmo 92,1ab.1c-2.5 y Evangelio según san Juan (3,5a.7b-15).

La Primera Lectura describe la vida de los miembros de la primera comunidad cristiana que tenían un solo corazón y una sola alma y nadie consideraba lo que les pertenecía como su propiedad, porque entre ellos todo era común y nadie estaba necesitado.

El Papa ha indicado que el Espíritu Santo “es capaz de hacer estas maravillas”. La primera comunidad cristiana “es un modelo, un ideal, un signo de lo que el Espíritu Santo puede hacer si somos dóciles. El Espíritu crea armonía”.

Así, a raíz de este pasaje, Francisco ha advertido de tres cosas que dividieron a las comunidades de los primeros cristianos: el dinero, la vanidad y las habladurías.

A continuación, sigue la homilía completa:

 

Homilía del Papa

Nacer de lo alto es nacer con la fuerza del Espíritu Santo. Nosotros no podemos tomar el Espíritu Santo para nosotros, sólo podemos dejar que nos transforme. Y nuestra docilidad abre la puerta al Espíritu Santo: es Él quien hace el cambio, la transformación, este renacer de lo alto. Es la promesa de Jesús de enviar el Espíritu Santo. El Espíritu Santo es capaz de hacer maravillas, cosas que ni siquiera podemos pensar.

Un ejemplo es esta primera comunidad cristiana, que no es una fantasía, esto es lo que nos dicen aquí: es un modelo, donde se puede llegar cuando hay docilidad y dejar que el Espíritu Santo entre y nos transforme. Una comunidad, digamos, «ideal». Es cierto que inmediatamente después de esto comenzarán los problemas, pero el Señor nos muestra hasta dónde podemos llegar si estamos abiertos al Espíritu Santo, si somos dóciles. En esta comunidad hay armonía. El Espíritu Santo es el maestro de la armonía, es capaz de hacerlo y lo ha hecho aquí. Debe hacerlo en nuestros corazones, debe cambiar muchas cosas de nosotros, pero debe hacer armonía: porque Él mismo es la armonía. También la armonía entre el Padre y el Hijo: es el amor de la armonía, Él. Y Él, con armonía, crea estas cosas como esta comunidad armoniosa. Pero entonces, la historia nos dice – el mismo Libro de los Hechos de los Apóstoles – de tantos problemas en la comunidad. Este es un modelo: el Señor ha permitido que este modelo de una comunidad casi «celestial» nos muestre a dónde debemos llegar.

Pero entonces comenzaron las divisiones en la comunidad. El Apóstol Santiago dice en el segundo capítulo de su Carta: «Que vuestra fe sea inmune al favoritismo personal» – ¡porque lo hubo! «No discriminar»: los apóstoles deben salir y amonestar. Y Pablo, en la Primera Carta a los Corintios, en el capítulo 11, se queja: «He oído que hay divisiones entre ustedes»: empiezan las divisiones internas en las comunidades. Este «ideal» debe ser alcanzado, pero no es fácil: hay muchas cosas que dividen a una comunidad, ya sea una parroquia cristiana o una comunidad diocesana o presbiteral o de religiosos o religiosas… muchas cosas entran para dividir a la comunidad.

Viendo las cosas que han dividido a las primeras comunidades cristianas, yo encuentro tres: primero, el dinero. Cuando el apóstol Santiago dice esto, que no tiene ningún favoritismo personal, da un ejemplo porque «si en su iglesia, en su asamblea, entra un hombre con un anillo de oro, lo ponen inmediatamente adelante, y el pobre queda al margen». El dinero. El mismo Pablo dice lo mismo: «Los ricos traen comida y comen, ellos, y los pobres, de pie», los dejamos allí como para decirles: «Arréglate como puedas». El dinero divide, el amor al dinero divide la comunidad, divide la Iglesia.

Muchas veces, en la historia de la Iglesia, donde hay desviaciones doctrinales – no siempre, sin embargo, muchas veces – hay dinero detrás: dinero del poder, tanto el poder político como el dinero en efectivo, pero es dinero. El dinero divide a la comunidad. Por esta razón, la pobreza es la madre de la comunidad, la pobreza es el muro que protege a la comunidad. El dinero divide, el interés propio. Incluso en las familias: ¿cuántas familias terminaron divididas por una herencia? ¿Cuántas familias? Y ya no se hablaban… Cuántas familias… Una herencia… Se dividen: el dinero divide.

Otra cosa que divide a una comunidad es la vanidad, ese deseo de sentirse mejor que los demás. «Gracias, Señor, porque no soy como los demás», la oración del fariseo. Vanidad, sentirme que… Y también vanidad en mostrarse, vanidad en los hábitos, en el vestir: cuántas veces – no siempre pero sí cuántas veces – la celebración de un sacramento es un ejemplo de vanidad, quién va con la mejor ropa, quién hace eso y lo otro… Vanidad… la mayor fiesta… La vanidad entra ahí también. Y la vanidad divide. Porque la vanidad te lleva a ser un pavo real y donde hay un pavo real, hay división, siempre.

Una tercera cosa que divide a una comunidad son las habladurías: no es la primera vez que lo digo, pero es la realidad. Y es la realidad. Esa cosa que el diablo pone en nosotros, como una necesidad de hablar de los demás. «Qué buena persona es esa…» – «Sí, sí, pero, pero…»: inmediatamente el «pero»: es una piedra para descalificar al otro e inmediatamente algo que oigo decir y así disminuyo un poco al otro.

Pero el Espíritu siempre viene con su fuerza para salvarnos de esta mundanidad del dinero, la vanidad y la habladuría, porque el Espíritu no es el mundo: está contra el mundo. Es capaz de hacer estos milagros, estas grandes cosas.

Pidamos al Señor esta docilidad al Espíritu para que nos transforme y transforme nuestras comunidades, nuestras comunidades parroquiales, diocesanas, religiosas: las transforme, para que podamos avanzar siempre en la armonía que Jesús quiere para la comunidad cristiana.

Comunión espiritual, adoración y bendición Eucarística

Finalmente, el Papa terminó la celebración con la adoración y la bendición Eucarística, invitando a todos a realizar la comunión espiritual con esta oración:

“Creo, Jesús mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Pero como ahora no puedo recibirte sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. No permitas, Señor, que jamás me separe de Ti. Amén”.

Antes de salir de la Capilla dedicada al Espíritu Santo, se entonó la antífona mariana que se canta en el tiempo pascual, el Regina Coeli.

 

Regína caeli laetáre, allelúia.
Quia quem merúisti portáre, allelúia.
Resurréxit, sicut dixit, allelúia.
Ora pro nobis Deum, allelúia.

 

 

 

 

El Papa envía una tarjeta firmada por él a un hospital de Roma

Signo de proximidad
(zenit – 21 abril 2020).- El Papa Francisco envió una tarjeta manuscrita al Hospital Spallanzani de Roma, especializado en enfermedades infecciosas. En ella apreció su lucha contra la COVID-19.

En esta tarjeta, publicada en la cuenta de Twitter del instituto, el Papa agradece al director su carta: “Sé todo lo que los médicos, enfermeras, celadores y personal administrativo están haciendo… Sé que su generosidad no tiene límites”.

“Me gustaría estar cerca de ustedes en este momento, agradeciéndoles su testimonio”, añade: “Como no es posible hacer un mensaje en video, me gustaría que estas líneas me hicieran presente entre vosotros, para decir con vosotros: solo juntos lo lograremos”.

“¡Gracias, muchas gracias!”, concluyó el Papa Francisco antes de ofrecerles la bendición del Señor.

 

 

 

 

Chile: El episcopado se reúne en asamblea plenaria por videoconferencia

Del 20 al 23 de abril
(zenit – 21 abril 2020).- Con motivo del inicio de la 120ª asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile, el pasado 20 de abril de 2020, se reunieron por videoconferencia obispos y administradores de las 27 jurisdicciones del país, informó la propia Conferencia Episcopal Chilena a través de un comunicado.

Durante este encuentro, que se prolongará hasta el próximo 23 de abril y que por primera vez se celebra en remoto, los prelados reflexionarán en torno “a los principales desafíos que surgen en el actual escenario mundial de la pandemia y sus repercusiones en la vida de las personas, en lo inmediato y también a largo plazo”.

 

Apertura de la asamblea plenaria

El presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, monseñor Santiago Silva, declaró en la sesión inaugural de la asamblea plenaria: “Los acontecimientos que hemos vivido como sociedad y como Iglesia en el último tiempo nos desafían a replantearnos el modo de relacionarnos. Hoy, evangelizar significa humanizar. Ante la fragilidad existencial, somos llamados a ofrecer el camino del ‘hombre nuevo’ que propone Jesús”.

 

Saludo del Papa

Igualmente, el nuncio apostólico del país, Mons. Alberto Ortega, agradeció todo el apoyo recibido y entregó el afectuoso saludo del Papa Francisco en su intervención.

“En momentos de mayor dificultad es cuando debemos renovar nuestra pasión misionera y como Iglesia nos corresponde asumir un papel social relevante”, indicó el representante de la Santa Sede.

 

 

 

 

Colombia: Obispos del Cauca y Nariño exhortan a parar el narcotráfico

“La vida es un don sagrado de Dios”
(zenit – 21 abril 2020).- En el contexto de la fiesta de la Divina Misericordia, celebrada el pasado 19 de abril de 2020, segundo domingo de Pascua, los obispos de Popayán, Pasto, Tumaco, Guapi, Ipiales y Tierradentro, exhortaron a frenar “los eslabones de muerte del negocio de narcóticos” en Colombia.

Este llamamiento, fue realizado retomando la exhortación del Papa Francisco a la conversión, con mayor insistencia a “aquellas personas que se encuentran lejanas de la gracia de Dios debido a su conducta de vida (…) en modo particular, los hombres y mujeres que pertenecen a algún grupo criminal”.

 

La vida, don sagrado de Dios

En un comunicado difundido el día 20 de abril por la Conferencia Episcopal de Colombia, dirigido a la opinión pública, los prelados señalaron que “es tiempo propicio para cambiar de vida, paren el tráfico de armas, paren los procesos de corrupción a personas, a organizaciones sociales, instituciones del Estado, paren la deforestación y contaminación de la casa común, paren todos los atentados contra la vida de personas y de comunidades”.

Por otra parte, los miembros del episcopado recuerdan a quienes forman parte del negocio del narcotráfico, negocio de la muerte, que “la vida es un don sagrado de Dios”.

Asimismo, estas personas no pueden seguirpensando que el dinero y las armas los autorizan para destruir vidas humanas y para destruir la casa común, promoviendo el cultivo, proceso químico, tráfico, micro tráfico, consumo, financiadores y así, dejar una herencia de muerte a las siguientes generaciones”, concluyen.

 

 

 

 

¿Es posible casarse durante la pandemia del coronavirus?

Ante las medidas prudenciales decretadas
(zenit – 20 abril 2020).- “¡Vaya!, teníamos fecha para la boda, el expediente matrimonial completo, la iglesia reservada, por supuesto el traje de novia ya acabado, el cura y nuestros amigos y familiares comprometidos, todos ilusionadísimos… y estalla la pandemia y ya no podemos casarnos. Además, ¡tampoco podremos irnos de luna de miel!”.

A priori, menudo mal trago para esos novios lo de esta pandemia y el confinamiento. Ante las medidas prudenciales decretadas al menos a la fecha, en España y otros países –nos referimos a la prohibición de reuniones y observancia del distanciamiento social–, a la mayoría les podrá atacar el desánimo porque se vaya al traste esa celebración, el sueño de sus vidas, en lo que habían puesto toda su ilusión y por lo que estaban rezando tanto.

En muchos casos lo que más costará a los novios será tener que demorar la recepción de la gracia sacramental que principalmente supone su boda. En otros les preocupará igualmente que no puedan asistir sus familiares y amigos, y que no sea posible celebrarlo, en su caso, con el convite y posterior viaje de novios.

 

En principio sí puedes casarte, pero…

Para el contento y tranquilidad de esos novios, a fecha de hoy, en principio sí pueden casarse. La legislación civil no lo impide, aunque habrá que estar pendiente a lo dispuesto en cada momento, pues es algo muy cambiante, que va adaptándose al combate diario contra la COVID-19.

Deberá tratarse de una boda con escaso número de asistentes –hay que adoptar las medidas organizativas previstas por ley, en España y otros tantos países, consistentes en evitar la aglomeración de personas para garantizar la distancia social de al menos un metro entre las personas–. Obviamente habrá que olvidarse del convite –al menos como a uno le gustaría hacerlo– y el viaje de novios.

También habrá que atender a lo señalado por la autoridad eclesiástica en cada momento. Hay obispos que han dispuesto que no se celebren bodas hasta que cesen las medidas de confinamiento establecidas a causa de la pandemia. O sea, dependerá del lugar de que se trate el que pueda o no celebrarse el matrimonio.

 

Naturaleza del matrimonio y rito ordinario

Como señala el punto 1.623 y siguientes del Catecismo, en la Iglesia latina los esposos son los ministros del sacramento y manifiestan su consentimiento ante la Iglesia. El sacerdote –o diácono– que asiste a la celebración del matrimonio, recibe el consentimiento expresado por los esposos en nombre de la Iglesia.

La Iglesia, ordinariamente exige para sus fieles la forma eclesiástica de la celebración del matrimonio, que es un acto litúrgico en el cual además se verifica el nacimiento de ese nuevo estado de vida de los esposos –el de casados– y de ahí la obligación de tener testigos –al menos dos–.

 

Supuestos especiales, también válidos

Además, la Iglesia, buena Madre, prevé que si no hay alguien competente para asistir al matrimonio –el párroco, o sacerdote o diácono en quien delegue– o no se puede acudir a él sin grave dificultad, en los siguientes casos los prometidos pueden contraer matrimonio estando presentes solo dos testigos: peligro de muerte o fuera de peligro de muerte si se anticipa que esa situación grave va a prolongarse durante un mes. En ambos supuestos debería contarse con otro sacerdote o diácono si pudiera estar presente, además de los testigos (can. 1.116 § 1).

Para valorar con acierto las diversas posibilidades que nos brinda el Derecho de la Iglesia y atinar con la mejor decisión se entiende que los novios lo ponderarán con el ministro con quien habían previsto la celebración de su matrimonio. En todo caso, según decíamos, debería contarse en cada momento con lo dispuesto por el ordinario del lugar. Valga esta prevención para los dos aspectos que pasamos seguidamente a comentar.

 

Renovación de las promesas matrimoniales

Quienes celebren su matrimonio durante la pandemia en estas circunstancias tan especiales, al levantamiento del confinamiento, ya sin traba alguna, podrán celebrar una Eucaristía, según dispone el ritual del matrimonio. Este prevé una Misa para la celebración de los aniversarios, con bendición especial de los esposos y anillos y renovación de su propósito de entrega mutua.

El ritual se refiere a los principales aniversarios, y habla de “por ejemplo en el aniversario anual y en los jubileos –XXV, L, LX“. Ahora bien, cabría plantearse la aplicación de ese rito, sin esperar al cumplimiento de plazo de esos aniversarios señalados por el ritual, a la celebración de aniversario tras la pandemia que estamos padeciendo –por ejemplo, al cabo de un par o tres de meses tras el levantamiento del confinamiento–. A esa Eucaristía bien podría seguir el convite y, quizá incluso, el tradicional viaje de novios pospuesto en su día.

 

Bendición de los prometidos

No se trata del sacramento del matrimonio, ni de parte de él. Consiste en una breve celebración voluntaria en torno al matrimonio y que, según indica su ritual –de libre acceso en internet– trata de ayudar a los prometidos a que se preparen mejor para el matrimonio.

Dice el propio ritual que “para mejorar este objetivo, la celebración deberá acomodarse a las circunstancias del momento”. Así, las circunstancias que hoy impone nuestra pandemia nos llevarán a celebrar ese rito ateniéndonos a lo que hayan dispuesto las autoridades para preservar el distanciamiento social y en ningún caso suponiendo ello una reunión –de los prometidos y/o algún familiar o amistad–. Que no se diga que quienes quieren prepararse mejor para su matrimonio no respetan la ley.

Ambos prometidos se hallarán presentes y puede presidir la celebración un laico o un sacerdote –o diácono–. O sea, pueden presidir los padres o cualquier familiar o amigo. Cualquier lugar valdrá para ese rito, preservando la dignidad que merece como celebración sagrada.

Por último, un mensaje de aliento y esperanza para esos novios, por quienes la Iglesia reza especialmente estos días. Dios sabe más y os ama tanto que cuando celebréis vuestro matrimonio bien podréis contar con una especial gracia divina y lo disfrutaréis muchísimo más. Así obran su amor y misericordia infinitos. ¡Ánimo!

 

Alejandro Vázquez-Dodero Rodríguez
Sacerdote, doctor en Derecho Canónico y capellán del Colegio Tajamar de Madrid

 

 

 

 

Madrid: 25 capellanes atenderán a los pacientes de los hoteles medicalizados

Acuerdo del arzobispado con la Comunidad
(zenit – 21 abril 2020).- El arzobispado de Madrid ha acordado con la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid la puesta en marcha de un servicio de capellanía en los hoteles medicalizados, destinado tanto a los enfermos como a quienes los atienden cuando lo requieran, ha informado la Oficina de Información de la archidiócesis esta mañana.

A finales de marzo, la Comunidad de Madrid gestionó en colaboración con la Asociación Empresarial de Hoteleros de Madrid la adaptación de algunos hoteles en la comunidad para los pacientes de coronavirus menos graves.

El arranque de este servicio de la Delegación Episcopal de Pastoral de la Salud con 25 sacerdotes se suma a la atención que están prestando otros 130 capellanes en los hospitales de la diócesis de Madrid y el hospital temporal de IFEMA, donde son testigos del gran trabajo que realizan los sanitarios en primera línea de esta batalla contra la COVID-19.

 

¿Cómo solicitar el servicio?

Estos hoteles cuentan con una condición básica: las habitaciones están pensadas sólo para pacientes no dependientes, solo para cuidados básicos y de seguimiento, porque los hoteles no están diseñados para una actividad sanitaria, y solo como una solución temporal para un máximo de 15 días.

Para solicitar el acompañamiento de los capellanes, los pacientes deberán hacerlo a través del personal sanitario. Los familiares también podrán pedir su presencia enviando un correo electrónico con los datos del ingresado a capellaneshospital@archimadrid.es.

La archidiócesis ha impulsado numerosas iniciativas de acompañamiento espiritual y solidarias en el marco de la crisis sanitaria. El pasado 26 de marzo, el cardenal Carlos Osoro autorizó, junto al alcalde José Luis Martínez-Almedia, que los sacerdotes de Madrid celebraran responsos por las personas fallecidas de coronavirus en el Palacio de Hielo, habilitado como morgue durante esta emergencia sanitaria debido al aumento de defunciones a causa de la pandemia.

Igualmente, el arzobispado ofrece un servicio telefónico de escucha en el duelo y otra línea telefónica de compañía y atención a personas solas con el apoyo de Cáritas Diocesana de Madrid y la Delegación Episcopal de Jóvenes.

 

Hoteles medicalizados

Hasta la fecha, los hoteles medicalizados en la Comunidad de Madrid son doce:

– NH Parla: recibe pacientes de los hospitales Universitario Infanta Cristina de Parla y el Universitario de Móstoles.

– Hotel Barceló Occidental Aranjuez: acoge a pacientes de los hospitales Universitarios del Tajo, Infanta Elena en Valdemoro y Getafe.

– Hotel City House Florida Norte: recibe a pacientes de los hospitales Rey Juan Carlos, Infanta Elena, General de Villalba, Jiménez Díaz y los hospitales privados La Luz, Ruber Internacional, Hospital del Sur, San Camilo, San José y Quirón Salud Pozuelo.

– Ayre Gran Hotel Colón: da soporte a los hospitales Gregorio Marañón, Infanta Leonor de Vallecas, La Princesa y Gómez Ulla.

– Hotel Marriott Auditorium: con afectados de los hospitales del Corredor del Henares, en concreto, del Hospital Universitario de Torrejón de Ardoz, Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares y el Hospital del Henares en Coslada, a los que sumarán pacientes del Hospital Infanta Sofía en el municipio de San Sebastián de los Reyes.

– Hotel Las Provincias, en Fuenlabrada: atiende pacientes derivados del Hospital de Fuenlabrada y Hospital Universitario de Móstoles.

– Hotel Vía Castellana: acoge a pacientes del Complejo Hospitalario La Paz.

– Hotel City House Florida Norte.

– Hotel Ilunion Atrium: se hace cargo de los afectados en el Hospital Ramón y Cajal.

– Hotel Miguel Ángel: acoge a pacientes derivados de los hospitales Clínico San Carlos y Cruz Roja.

– Hotel Euroforum Palacio de los Infantes: se ocupará de los enfermos de los hospitales de El Escorial, La Fuenfría y Guadarrama.

– Hotel Catalonia Plaza Mayor de Madrid: ayudará con los pacientes del Hospital 12 de Octubre, Severo Ochoa y Gomez Ulla.

 

 

 

 

Ayuda a Iglesia Necesitada: Mensajes de solidaridad procedentes de todo el mundo

Temor al COVID-19 en países pobres
(zenit – 21 abril 2020).- Obispos, sacerdotes y religiosas de hasta 50 países de todo el mundo han escrito a la organización benéfica católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) ofreciendo oraciones en respuesta a la pandemia y advirtiendo de la catástrofe a medida que se extiende a algunos de los países más pobres del mundo.

Así lo comunicó ayer, 20 de abril de 2020, la propia fundación, a través de un comunicado firmado por John Pontifex.

Desde Brasil en América Latina hasta Filipinas en el sudeste asiático, pasando por África, Oriente Medio, toda Europa del Este, incluida Ucrania, han llegado mensajes de oración y solidaridad de los socios del proyecto de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) para la organización benéfica y sus benefactores.

 

“Campana de oración”

ACN puso en marcha una iniciativa llamada “campaña de oración” en la que exhortaba a las religiosas de todo el mundo para que rezaran durante esta pandemia. En un plazo de 48 horas, 35 congregaciones de 17 países –incluidos Camerún, Bangladesh, Perú y Bulgaria– respondieron y aceptaron el reto

Desde las Carmelitas Descalzas de Jalingo, Nigeria, llegó el mensaje: “Nuestra comunidad está muy agradecida a ACN y a todos sus benefactores por todo lo que han hecho por nosotros a lo largo de los años”.

“Siempre le recordamos en nuestras oraciones – que [el Señor] se complazca en escuchar todas sus oraciones mientras le gritamos en este gran momento de necesidad”.

 

Paquete de ayudas

A través de mensajes de correo electrónico, muchos de los miembros del clero manifiestan el temor a los estragos que la COVID-19 pueda provocar en los países en desarrollo, afectando a las personas más pobres y vulnerables.

Muchas de ellas corren un riesgo directo de contraer la enfermedad y luchan por conseguir alimentos suficientes para sobrevivir como resultado de las medidas de confinamiento necesarias.

Dichos mensajes llegan después de que ACN anunciara un paquete de ayuda de 5 millones de euros (4,35 libras esterlinas) para sacerdotes y relogiosas, muchos de ellos en primera línea atención a las víctimas del coronavirus y sus familias.

 

Burkina Faso y Uganda

En Kossogha, Burkina Faso, el personal del Seminario Santos Pedro y Pablo informó que tanto ellos como los estudiantes estaban en cuarentena después de que el director espiritual, el padre Justin Savadogo, de 67 años, falleciera a causa de COVID-19 el jueves 16 de abril.

Atrapado en Uganda, con todos los vuelos a Italia cancelados, el misionero salesiano, padre Thomas Varghesev, escribió: “Cuando vemos que miles de personas caen en Europa y Estados Unidos donde los sistemas médicos están tan avanzados, pensamos: ¿cuál será la situación si el coronavirus abraza a los países más pobres del mundo, donde puede que no haya apenas 100 ventiladores en funcionamiento en todo el territorio? Será desastroso”.

 

Myanmar, Siria e India

Desde Birmania (Myanmar), un sacerdote que prefiere permanecer en el anonimato contó a la organización benéfica: “Nosotros también estamos alarmados por esta crisis mundial y, juntos como una comunidad humana, también rezamos por el bienestar de toda la comunidad. También recordamos con cariño a su organización (ACN)”.

Por su parte, el padre católico armenio Antoine Tahhan, destinado en Alepo (Siria), indicó a ACN que, tras nueve años de conflicto, la gente es muy vulnerable al virus, con la economía hecha jirones y muchos hospitales y otros centros de salud cerrados o que solo funcionan parcialmente.

Ante las amplias medidas de cierre que se han aplicado en Alepo, incluido el cierre de iglesias, el padre Tahhan narró: “El sistema de salud se encuentra en un estado frágil y esta es la raíz de las preocupaciones de que el virus pueda propagarse entre la población”.

Con respecto a la situación en una remota aldea de Andhra Pradesh, en el sudeste de la India, el padre Anthony escribió: “Le pido que recen por nosotros. Los casos positivos de coronavirus aumentan cada día. Cerca de mi parroquia hay 19 casos positivos, así que tenemos miedo a ello”.

 

Ayuda a la Iglesia Necesitada

Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) es una Fundación Pontificia. Como caridad católica, ACN apoya a los fieles donde quiera que sean perseguidos, oprimidos o necesitados a través de la información, la oración y la acción.

Fundada en 1947 por el P. Werenfried van Straaten, a quien el Papa san Juan Pablo II nombró “un destacado apóstol de la caridad”, la organización trabaja actualmente en 140 países de todo el mundo.

ACN, que realiza miles de proyectos cada año, proporciona ayuda de emergencia a las personas que sufren persecución, transporte para el clero y los trabajadores laicos de la Iglesia, Biblias para niños, proyectos de medios de comunicación y de evangelización, iglesias, estipendios de misa y otras ayudas para sacerdotes y monjas y formación para seminaristas.

 

 

 

 

Venezuela: Estreno online del documental “Pastor de Almas”

Sobre la vida de Mons. Montes de Oca
(zenit – 21 abril 2020).- La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) estrenará el documental “Pastor de Almas” el próximo 29 de abril de 2020, a las 8  p.m., vía online a través del canal de Youtube “CEV tv”. El largometraje se basa en la vida del siervo de Dios, monseñor Salvador Montes de Oca.

Así lo ha comunicado hoy la propia Conferencia Episcopal, 21 de abril de 2020, a través de una nota.

Debido a la situación que se vive a nivel mundial por la pandemia de la COVID-19, se decidió hacer este estreno a través de las plataformas digitales, para poder hacerlo presente en cada hogar.

Este documental solo es el primero de una colección  preparada por el Departamento de Comunicación de la CEV, “Sendero de Gracia”.

En ella se dará a conocer la vida de los venezolanos que se encuentran camino a los altares.

 

Salvador Montes de Oca

Andrés Salvador María del Carmen Montes de Oca nació el 21 de octubre de 1895 en Carora, estado Lara (Venezuela) y el 6 de septiembre de 1944 fue fusilado por los nazis por acoger a los perseguidos durante la guerra.

La ejecución ocurrió en la localidad de Monte Magno de Camariore, en Lucca, Italia, cuando tenía 48 años.

 

Sinopsis

En Carora vio la luz un niño a finales del siglo XIX en medio de una vida llena de sacrificios. Durante su infancia deseó ardientemente entregar su vida a Dios y a los demás como sacerdote, dando la respuesta definitiva a su vocación. Su firmeza y dedicación hicieron que el Papa Pío XI lo nombrara el II Obispo de Valencia, siendo el más joven de todo el episcopado venezolano.

Su ímpetu servicial de pastor incansable lo llevó a denunciar realidades de la época, en pro de los Derechos Humanos, ocasionando fuertes dificultades con el gobierno de turno, quienes lo expulsaron del país rompiendo relaciones Iglesia-Estado.

Buscando austeridad a su fe inquebrantable se consagró sacerdote sacramentino y luego monje cartujo en Italia, ofrendándose más a la oración y a la adoración eucarística en medio de las persecuciones de Hitler y Mussolini durante la II Guerra Mundial. Por refugiar a los perseguidos, los soldados nazis lo arrestaron, torturaron y fusilaron junto a los monjes cartujos, mostrando firmeza en las adversidades. Con dicho martirio Dios coronó una vida entregada por completa a la causa del Evangelio.

 

Dirección y equipo

La dirección general estuvo a cargo de Pedro Pablo Aguilar, director de Departamento de Comunicación de la CEV y la dirección ejecutiva de Jaime García, productor audiovisual del mismo departamento.

Un equipo formado por músicos, actores del grupo “Expresión Venezuela”, diseñadores, vestuaristas y familiares de este siervo de Dios trabajó de forma ardua durante varios meses para hacer posible este documental, gracias al apoyo de la Fundación Salvador Montes de Oca.

 

 

 

 

Píldoras de esperanza (18): “¿Cómo creerán cuando les hable de las cosas del cielo?”

Martes de la II Semana de Pascua
Reflexión sobre los Evangelios diarios

Invocamos al Espíritu Santo

Espíritu Santo llena de alegría y paz mi corazón y da sabiduría a mi mente para poder entender la Palabra de Dios. Amén.

 

Evangelio según San Juan 3,7b-15.

Jesús dijo a Nicodemo: “Ustedes tienen que renacer de lo alto. El viento sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu”. “¿Cómo es posible todo esto?”, le volvió a preguntar Nicodemo.

Jesús le respondió: “Tú, que eres maestro en Israel, ¿no sabes estas cosas? Te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio. Si no creen cuando les hablo de las cosas de la tierra, ¿cómo creerán cuando les hable de las cosas del cielo? Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo. De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan Vida eterna”.

Palabra del Señor

 

¿Qué dice el texto?

Si no creen cuando les hablo de las cosas de la tierra, ¿cómo creerán cuando les hable de las cosas del cielo?

De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan Vida eterna.

 

¿Qué nos dice Dios hoy en el texto?

Nosotros vivimos en una sociedad científica. Nos gustan las comprobaciones, los libros de ciencia. Los científicos se han vuelto como los sabios del momento que hay que escuchar. Todo quisiéramos tamizarlo con la ciencia y despreciamos a quienes dan opiniones sin una base científica.

El texto del Evangelio de Juan que leemos hoy, continuación del de ayer, es una aproximación a lo que Jesús nos muestra de nuestra incredulidad. Nicodemo, el hombre de la Ley, vino a confrontar a Jesús y preguntarle. Pero pareciera que en este texto podemos aplicar muchos proverbios de nuestra sabiduría popular como “fue por lana y volvió trasquilado”.

Con un poco de humor, pero con energía, Jesús retoma el tema de la incredulidad de las personas. A través de la lectura de los Evangelios vamos viendo cómo Jesús va a ir cambiando la mentalidad. No se trata de la ciencia, no se trata del saber la ley, se trata del ENCUENTRO con una persona, la de nuestro Señor JESUCRISTO.

Jesús anticipó también su muerte en cruz. Cuando recordó que la serpiente que Moisés levantó en el desierto para curar a los que habían sido mordidos por las serpientes. De la misma manera entendamos hoy que en nuestra ansiedad de no saber qué pasará con nuestro futuro, hay una esperanza viviente. Es Jesús, quién por su cruz y resurrección le da un nuevo sentido a nuestra humanidad.

Te invito a poner todas tus angustias, miedos, dolores, tristezas en la cruz del Señor. Para que Él colgado del madero, sea también quien enarbole la salvación personal tuya. Hay una oración a la Santa Cruz de Cristo. Te invito a que tengas contigo una cruz en tu mano, o si tienes alguna en casa, concéntrate en esa cruz. Con fe y con esperanza, repite varias veces esta frase tomada de esa oración. Y ten la confianza plena que el Señor acepta tu inquietud y te da la paz y la armonía para vivir con esperanza.

“Santa Cruz de Jesucristo, haced que alumbre el camino de la salud”.

Te invito a conocer más de nuestro trabajo diario sobre la Lectura Orante de la Biblia

 

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Marcelo Van: Lanzamiento de una web dedicada al “apóstol de la Misericordia”

Publicación de sus ‘Coloquios’ en español
(zenit – 21 abril 2020).- El pasado 19 de abril de 2020, Domingo de la Divina Misericordia, la Asociación Amigos de Van lanzó la página web dedicada a Marcelo Van, joven vietnamita considerado “el apóstol de la Misericordia”.

Así ha informado la citada asociación a través de un comunicado difundido ayer, 20 de abril.

 

Edición de los Coloquios en español

Igualmente, los Amigos de Van acaban de editar en español los Coloquios que Marcelo Van mantuvo con santa Teresita del Niño Jesús, con Jesús y con la Virgen María.

La asociación hermana en Francia, Amis de Van, encargada de la causa de beatificación, ha llevado a cabo la publicación en español. La traducción de las Obras Completas de Marcelo Van está siendo realizada por Cordelia de Castellane y por el P. Álvaro Cárdenas.

 

“El pequeño secretario de Jesús”

Marcelo Van, “el pequeño secretario de Jesús”, recogió por orden del Señor los coloquios o diálogos interiores que tenía con Él, con la Virgen María y con santa Teresita del Niño Jesús. Estos diálogos, de una sencillez asombrosa y a veces desconcertante, enseñan a abrir el corazón a Jesús como lo hacen los niños, llenos de confianza y sin temor.

La Virgen María también conversó con él y lo educó interiormente como una verdadera Madre, así como santa Teresita, que se comunicaba con él y él con ella.

 

Infancia espiritual

Van tenía 14 años cuando la santa francesa comenzó a dirigirse a él por primera vez, dando comienzo a una relación de hermanos que guiaría a Marcelo por el camino de la infancia espiritual hasta llegar a la plenitud del Amor.

La consabida obra presenta precisamente el conjunto de estas conversaciones con sus interlocutores. Los Coloquios constituyen una guía sencilla, segura y adaptada a nuestros tiempos para todo el que desee establecer una relación íntima y profunda con Dios.

 

Marcelo Van

Marcelo Van nació el 15 de marzo de 1928 en Ngäm Giao, una pequeña aldea del Tonkín, hoy Vietnam. Desde niño tuvo que sufrir enormemente por el mal ejemplo y las conductas escandalosas de algunos sacerdotes.

Tras años de sufrimiento entró en los redentoristas, donde pudo ver cumplido su sueño desde niño de vivir consagrado al Señor.

Antes de iniciar su vida religiosa, efectivamente, empezó a tener coloquios interiores con santa Teresita y más tarde con Jesús y con la Virgen María, convirtiéndose en el secretario de su Amor Misericordioso.

 

Muerte y causa de beatificación

Murió a los 31 años de edad en un campo de reeducación comunista en Vietnam extenuado y enfermo a causa de las penalidades que sufrió.

Su causa de beatificación está iniciada y el primer postulador de su causa de beatificación fue el cardenal Van Thuan.

 

 

 

 

P. Antonio Rivero: “¿Qué necesitamos para reconocer a Cristo resucitado hoy?”

Tercer Domingo de Pascua
TERCER DOMINGO DE PASCUA

Ciclo A

Textos: Hechos 2, 14.22-33; 1 Pe 1, 17-21; Lc 24, 13-35

 

Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor en el Noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey (México) y asistente del Centro Sacerdotal Logos en México y Centroamérica, para la formación de sacerdotes diocesanos.

Idea principal: Para reconocer a Cristo resucitado en nuestra vida –y más hoy con la pandemia– necesitamos ojos sin telarañas, pies sin grilletes y corazón sin hielo ni glaciares.

Resumen del mensaje: Jesús resucitado está realmente entre nosotros, aunque nos cueste verlo en medio de tanto dolor y muerte por culpa del coronavirus. Para darnos cuenta de su presencia debemos tener los ojos de la fe bien abiertos a la luz de la Palabra de Dios para entender los signos de Dios hoy, los pies bien ágiles para caminar por la vida con las alas de la esperanza y el corazón en ascuas y enardecido por la Eucaristía para reconocer a Jesús en el partir del pan. Hoy más que nunca, ayudemos a nuestros seres queridos en la casa para pedir a Cristo resucitado nuevos ojos, nuevos pies, nuevo corazón.

 

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, para reconocer la presencia de Cristo resucitado -también hoy- necesitamos los ojos de la fe bien abiertos para dejarnos iluminar por la Palabra de Dios que es luz en el camino de la vida y nos explica todos los eventos -hoy éste del coronavirus- desde la historia de la salvación. La Sagrada Escritura nos da la visión correcta sobre Dios, sobre Cristo, sobre la Iglesia, sobre el hombre y sobre todos los eventos de nuestra vida. La Sagrada Escritura es brújula que marca el norte. Sin ella tendremos una visión horizontalista, relativista y parcial de todo, como los dos discípulos de Emaús. Cuando no, actitudes de protesta, blasfemia y queja continua. Dejemos que Cristo en este tiempo duro nos explique, a través de la Iglesia, las Escrituras para que se nos abra el entendimiento y nos tire las telarañas.

En segundo lugar, para reconocer la presencia de Cristo resucitado necesitamos los pies de la esperanza bien ágiles. Los dos discípulos caminaban apesadumbrados, pues tenían la esperanza quebrada por la desilusión, el desaliento y el desengaño. “Nosotros esperábamos…”. Cristo, al unirse a ellos en el camino, les agiliza el paso, les renueva la esperanza con su presencia y su palabra, y les reprende con cariño, pues sus expectativas estaban a sideral distancia de los ideales del Señor.

Les disipa los proyectos horizontalistas y temporalistas, y los aúpa a una visión sobrenatural para que les renazca la esperanza. Y les resucitó la esperanza, al darles una lectura y exégesis espiritual de los hechos ocurridos en esos días –hoy también para nosotros–, que para ellos –y para nosotros– eran motivo de escándalo y aldabonazo para su esperanza.

Sólo así el cristianismo ni las pruebas que Dios permite no serán un escándalo, ni la cruz una derrota ni la sangre de Cristo un derroche innecesario. Dejemos que Cristo nos reprenda nuestras visiones chatas y alicortas de su misterio humano-divino, y rompa los grilletes de nuestros pies.

Finalmente, para reconocer la presencia de Cristo resucitado necesitamos un corazón enardecido y en ascuas. Sólo así invitaremos a Jesús, como hicieron estos discípulos, a entrar en nuestra casa para celebrar su Pascua eucarística con nosotros y parta su Pan con nosotros en familia en estos momentos privilegiados de confinamiento obligado. Sólo gracias a la Eucaristía el ardor divino fundirá el hielo de nuestro egoísmo que nos tiene petrificados, y disipará la nube de preocupaciones y vanas solicitudes que entenebrecen nuestro espíritu.

La compañía de Jesús eucarístico es siempre santificadora; las comuniones –hoy las espirituales, después las sacramentales–, por más desolados que estemos, tienen una eficacia insospechada. “Quédate con nosotros, Señor, porque ya es tarde”. Con Jesús eucarístico todo se ilumina, los fantasmas y temores huyen. ¡Es Jesús, pero trasfigurado! Aquel rescoldo del camino se ha convertido en ardorosa llamarada. Y Jesús desaparece en ese momento. Quiere que pasemos de su presencia carnal a su presencia espiritual y eucarística.

La resurrección de Cristo inaugura este género de presencia. Pasemos –es lo que significa Pascua- de una visión materialista a una visión de fe. Y con los pies ágiles salgamos a anunciar esta buena nueva: “Cristo ha resucitado” a quienes viven en la oscuridad y en la desolación, y hoy, en la tristeza y, tal vez, en la rebeldía, por la situación del virus. Cristo resucitado derritió el glacial de nuestro corazón y lo convirtió en hoguera devoradora. Y matará, cuando Él lo decida, este coronavirus, para algunos “maldito”, y para los que tenemos fe “es una ocasión para aprender unas lecciones que habíamos olvidado”.

Para reflexionar: ¿Por qué a veces nos pasa en la celebración de la Eucaristía dominical que nuestros ojos no se abren para reconocer a Jesús y nuestro corazón no arde cuando escuchamos las Escrituras? ¿Por qué regresamos a casa con el corazón angustiado como cuando vinimos? ¿No será porque no hemos reconocido al Señor en su Palabra y en el partir del pan, y por lo mismo no partimos el pan con nuestros hermanos?

Para rezar: Con el salmo 15, leído hoy, quiero rezar así: “Por eso mi corazón se alegra, se regocijan mis entrañas y todo mi ser descansa seguro: porque no me entregarás a la muerte ni dejarás que tu amigo vea el sepulcro. Me harás conocer el camino de la vida, saciándome de gozo en tu presencia, de felicidad eterna a tu derecha”. Así hiciste con los discípulos de Emaús, y quiero que lo hagas también conmigo.

 

Para cualquier duda, pregunta o sugerencia, aquí tienen el email del padre Antonio, arivero@legionaries.org

 

 

 

 

Beato Francisco de Fabriano, 22 de abril

Impulsor de la creación de un convento
“Primer fundador de bibliotecas de la orden franciscana. Impulsor de la creación de un convento, bienhechor de los menesterosos. Sentía especial devoción por la Pasión de Cristo que le afligía profundamente arrancando sus lágrimas”

Nació en Fabriano, Ancona, Italia, en febrero de 1251. Era hijo de Compagno Venimbeni, médico, y de Margarita di Federico. Ésta debió haber prometido mediante voto que si tenía un hijo acudiría a Asís en peregrinación. Y cuando el muchacho tuvo edad de viajar lo llevó consigo. En este recorrido sucedió un hecho significativo para el futuro del pequeño. Tuvieron un encuentro con Angelo Tancredi, uno de los discípulos de san Francisco, quien mirando a los ojos del niño vaticinó: “Tú serás uno de los nuestros”. Fue un hecho que el mismo beato narró en su Cronica Fabrianensis redactada en 1319.

Impresionada Margarita por estas palabras, se ocupó de recordar con frecuencia a su hijo que tendría que consagrarse y vincularse a la Orden franciscana, idea con la que creció. Profesionalmente el joven Francisco no quiso seguir los pasos de su padre, y en lugar de cursar medicina eligió la carrera de filosofía. Entre todos los pensadores de la época sintió predilección por san Buenaventura, al que admiraba. En 1267, a los 16 años, ingresó en la Orden de los Hermanos Menores. Mientras hacía el noviciado se le concedió acudir a la Porciúncula donde se hallaba fray León, uno de los primeros seguidores de san Francisco que moriría en 1271. Él, fray Angelo Tancredi y fray Rufino fueron artífices de la Leyenda de los tres compañeros, una de las fuentes capitales para conocer lo que aconteció en torno a la vida del Poverello. Los textos van precedidos de una carta dirigida al ministro general de la Orden, Crescentius de Aesio, fechada en Greccio el 11 de agosto de 1246, que acompaña a las anotaciones tomadas por estos tres discípulos suyos que fueron testigos de sus pasos. Es decir, que ellos no fueron los autores de la obra, pero dieron las claves para conocer la vida de san Francisco.

Una vez que san Buenaventura redactó la Leyenda mayor, reconocida por el capítulo general de París en 1266 (antes había sido aprobada por el capítulo general celebrado en Pisa en 1263), los restantes relatos quedaron fuera de la circulación. Pero indudablemente conocer de primera mano el devenir del fundador, nada menos que a través de fray León, fascinó al beato de Fabriano. Incluso tuvo la fortuna de haber leído los escritos de este fiel seguidor del Seráfico padre, y así lo consignó en la Cronica. “He aquí que yo, fray Francisco de Fabriano, hermano menor inútil e indigno, hago constar en este escrito que he leído y he visto autentificado con el sello del señor obispo de Asís el documento de indulgencia de la Porciúncula… y esto me lo testimonió fray León, uno de los compañeros de san Francisco, hombre de vida probada, al que conocí el año que vine [al convento] y fray León narró haber escuchado de labios de san Francisco cómo la obtuvo [la indulgencia] de nuestro señor y papa Honorio III”.

En 1268 Fabriano culminaba su noviciado en el convento de porta Cervara, y justo ese año falleció el padre Raniero, que había sido rector de Santa María di Civita y con el que san Francisco se confesó en algunas ocasiones. También a él le vaticinó –pero en este caso lo hizo el mismo Poverello–, que un día sería franciscano, como así sucedió. Francisco de Fabriano impulsó la construcción de un nuevo convento en su localidad natal. Al poder adquirir el terreno por una cantidad razonable, juzgó que era un milagro de su fundador que en uno de sus viajes a la localidad había predicho a María, esposa de Alberico, que un día los frailes se establecerían en el lugar. El beato Francisco fue nombrado superior de este convento en 1316, y desde 1318 a 1321. En ese periodo, a propósito de la celebración del segundo capítulo provincial, solicitó la generosa ayuda de los ciudadanos para atender a todos los hermanos que participaban en él y que provenían de todas las Marcas, obteniendo su inmediata respuesta. Como buen franciscano no tenía nada propio. El dinero que le legó su padre lo invirtió en construir una valiosa biblioteca en la que custodió importantes manuscritos. De ahí que se le considere el «primer fundador de bibliotecas» de la Orden franciscana.

De su generosidad sabían bien los menesterosos, a los que ayudaba preparándoles la comida y distribuyéndola en la puerta del convento. Vestía una áspera túnica y se infligía duras mortificaciones, apenas descansaba, y lo poco que dormía lo hacía encima de un duro jergón. Pasaba las horas prácticamente en oración, meditando en los misterios de la Pasión de Cristo, por los que sentía especial devoción; le arrancaban amargas lágrimas. Una gran parte de su tiempo transcurría en el confesionario y en la predicación, pero también atendía a los enfermos y les ayudaba a prepararse para un bien morir.

Fue particularmente devoto de las almas del Purgatorio, por las que oraba y ofrecía sus penitencias. Al respecto se cuenta que, en una ocasión, mientras oficiaba la misa por ellas, como solía hacer con frecuencia, aunque la iglesia estaba casi vacía se escucharon muchas voces que alegremente respondían “Amén” a las oraciones de la antigua liturgia de la misa de difuntos; se cree que provenían de ellas. En todo caso, cuando celebraba la misa siempre se podía apreciar el recogimiento y fervor que acompañaba al beato. Llevaba cuarenta y cinco años en la vida religiosa admirablemente sellados por su virtud cuando le fue vaticinado el día de su deceso, hecho que se produjo el 22 de abril de 1322. Pío VI aprobó su culto el 1 de abril de 1775.