Servicio diario - 30 de abril de 2020


 

Emanuela Orlandi: Archivado el caso sobre su presunta sepultura en el Vaticano
Rosa Die Alcolea

Día del Trabajador: Solidaridad de la Iglesia ante el reto de la pandemia
Larissa I. López

Santa Marta: Oración especial del Papa por las víctimas anónimas de la pandemia
Larissa I. López

COVID-19: Diario de una parroquia en confinamiento
Rosa Die Alcolea

Nuevo caso de coronavirus en el Vaticano: Empleado en cuarentena en su domicilio
Larissa I. López

COVID-19: Obispos de España proponen medidas para la reanudación del culto público
Larissa I. López

Estados Unidos: ¿Cómo viven la crisis los migrantes hispanos? (5)
Enrique Soros

Sacramentos: Primera Comunión y Confirmación durante la pandemia
Alejandro Vázquez-Dodero

Colombia: Día de la Reconciliación Nacional, obispos llaman a ser “artífices de paz”
Christian Vallejo

Panamá: Iglesia solidaria ante la amenaza de coronavirus
Cristhian Alvarenga

México: “En este tiempo de pandemia, cuidemos a los niños”
Christian Vallejo

Venezuela: Estreno online del documental “Pastor de Almas”
Christian Vallejo

Scholas Occurrentes: Primeros ciberencuentros de jóvenes mexicanos
Christian Vallejo

Píldoras de esperanza (25): “El que cree, tiene Vida eterna”
Ricardo Grzona

Monseñor Enrique Díaz Díaz: “Voz y puerta”
Enrique Díaz Díaz

San Ricardo Pampuri, 1 de mayo
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

Emanuela Orlandi: Archivado el caso sobre su presunta sepultura en el Vaticano

Tras las pertinentes investigaciones
(zenit – 30 abril 2020).- El procedimiento sobre la presunta sepultura en el Vaticano de la joven Emanuela Orlandi queda archivado por el Juez Único del Estado de la Ciudad del Vaticano, lo que deja a la familia la posibilidad de proceder, en privado, a cualquier otra investigación.

En la mañana del jueves, 30 de abril de 2020, la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha dado a conocer esta información en un comunicado de la magistratura.

 

Sin rastro de Emanuela

El expediente se abrió el verano pasado, después de la denuncia de los familiares de la joven desaparecida el 22 de junio de 1983, tras la cual el promotor de Justicia, Gian Piero Milano, y su adjunto, Alessandro Diddi, autorizaron el acceso a dos tumbas situadas en el interior del Cementerio Teutónico, que posteriormente resultaron estar vacías.

En ese contexto, una investigación posterior ordenada por los magistrados llevó al descubrimiento, en una sala subterránea dentro del complejo del cementerio, de miles de fragmentos óseos de diversas épocas y orígenes.

 

Fragmentos encontrados

Las pruebas efectuadas sobre estos hallazgos, llevadas a cabo por el profesor Giovanni Arcudi, perito de oficio, en presencia de los asesores de la familia Orlandi, llegaron a la conclusión de que los fragmentos encontrados se remontan a una época anterior a la desaparición de la pobre Emanuela: los más recientes datan de hace al menos cien años.

De ahí la solicitud de archivo, que “cierra uno de los capítulos de la triste historia”, en la que las Autoridades Vaticanas “han ofrecido, desde el principio, la más amplia colaboración”, indica la magistratura del Estado Vaticano.

Con este espíritu, el procedimiento de archivo deja a la familia Orlandi la posibilidad de proceder, en privado, a cualquier otra investigación sobre algunos fragmentos ya encontrados y conservados, en contenedores sellados, en la Gendarmería.

 

 

 

 

Día del Trabajador: Solidaridad de la Iglesia ante el reto de la pandemia

Mensajes pastorales desde varios países
(zenit – 30 abril 2020)-. Con motivo del Día del Trabajo, que se celebra el 1 de mayo, en esta época particular de la pandemia del coronavirus, las comisiones y pastorales de la Iglesia en diferentes puntos del mundo, envían sus mensajes de reflexión y análisis de la situación.

A continuación, se ofrece un resumen de los respectivos comunicados ofrecidos por las Iglesias locales de varias partes del mundo. En concreto, los de Chile, Uruguay, España e Italia.

 

Chile

La Pastoral de Trabajo de Chile destaca cómo la COVID-19 ha eliminado “uno de los últimos velos que le quedaba a un modelo social, cultural, ambiental y económico basado en la desigualdad, la desprotección y los abusos”.

Los trabajadores, siempre víctimas de este modelo, no solo han tenido que cambiar sus hábitos, y encerrarse en “su individualidad” dentro de casa, sino que se ven amenazados por la pérdida del empleo y con ello “a la falta de su remuneración” y de “la mantención de su familia”.

Frente a esta situación, el Gobierno y su equipo económico presentó un proyecto de ley “que permitirá que los trabajadores y trabajadoras puedan contar con recursos para enfrentar la obtención de alimentos, pagar servicios mínimos, sus cuentas y otros”. Aquella persona que no reciba su salario por ningún motivo, según esta proposición, podrá utilizar un fondo de despido.

No obstante, el texto denuncia que el trabajador “deberá recurrir a sus propios ahorros para una futura cesantía y solventar con ello sus carencias, ¡vaya solución!”, ya que se trata de una medida que, en la práctica, no le costará nada al Gobierno ni a los empleadores.

Desde el parlamento la oposición ha intentado frenar esta disposición y “construir una iniciativa que sea más justa para ellos y sus familias”, enzarzándose en meros litigios políticos con el Gobierno.

 

Uruguay

El presidente de la Pastoral Social- Cáritas Uruguay, mons. Pedro Wolcan Olano, obispo de Tacuarembó, dirigió un saludo junto con los obispos uruguayos, en el que “alienta a la esperanza a los trabajadores y trabajadoras uruguayos, al tiempo que les agradece su solidaridad y capacidad de responder a los desafíos cuando la vida está amenazada”.

“En apenas una semana miles de trabajadores quedaron sin trabajo, pidiendo ser acogidos al seguro de desempleo, mientras, los muchos trabajadores informales se vieron aún más desprotegidos”, apunta el texto, describiendo que “la respuesta del pueblo no se hizo esperar” y rápidamnente “florecieron ‘ollas populares’ y ‘canastas solidarias’ por todo el país, atendiendo las más urgentes necesidades”.

En el mensaje se alude a la carta que el Papa Francisco envió el Domingo de Pascua a los Movimientos Sociales, en la que les decía: “Si la lucha contra el COVID es una guerra, ustedes son un verdadero ejército invisible que pelea en las más peligrosas trincheras. Un ejército sin más arma que la solidaridad, la esperanza y el sentido de la comunidad que reverdece en estos días en los que nadie se salva solo”.

“No estamos solos. Nos tenemos unos a los otros, ese es también el sentido y el mensaje hondo de celebrar el Día de los Trabajadores”, prosigue el prelado. “Pero, los cristianos tenemos además otra certeza que funda nuestra esperanza última y que hoy queremos compartir junto con este saludo: Jesús Resucitó, Él Vive y rema con nosotros”, clarifica.

 

España

En el caso de España, las entidades promotoras de la Iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) ha aportado un manifiesto que recoge la situación del trabajo en España y las principales reivindicaciones.

Estas giran en torno a situaciones como la calidad del empleo, los niveles de desempleo, la pobreza laboral existente, las redes de protección social, los salarios, la seguridad y la salud laboral, la participación de los trabajadores y las trabajadoras en la empresas, el descanso, etc.

Todas estas cuestiones “configuran el concepto de trabajo decente, y son una preocupación y una prioridad de la Iglesia, en palabras del Papa Francisco”, indican en un comunicado.

En este año del gran confinamiento, la ITD incorpora a su manifiesto “una realidad muchas veces silenciada como es el trabajo escasamente valorado de trabajadores que pese a sus condiciones laborales débiles y precarias, son esenciales para el cuidado de la vida”, así como “una serie de reclamaciones para dar respuesta a esta crisis socioeconómica”.

 

Italia

La Conferencia Episcopal Italiana, por su parte, han difundido un mensaje titulado “El trabajo en una economía sostenible”.

En él, los miembros del episcopado subrayan que la emergencia que siguió a la propagación de la COVID-19 “nos enseña que los eventos de la existencia barajan las cartas a veces repentinamente, revelando nuestra realidad más frágil” y “nos ha hecho comprender lo importante que es la solidaridad, la interdependencia y la capacidad de trabajar en equipo para ser más fuertes ante el riesgo y la adversidad”.

Ante la crisis económica y social que enfrenta el país, los obispos sostienen que construir una economía sostenible, diferente, “no solo es posible, sino que es la única manera de salvarnos y estar a la altura de nuestra tarea en el mundo”. “La lealtad al plan de Dios para la humanidad está en juego”, advierten.

 

 

 

 

Santa Marta: Oración especial del Papa por las víctimas anónimas de la pandemia

Testimonio y oración, centro del apostolado
(zenit – 30 abril 2020).- “Recemos hoy por los muertos, los que murieron por la pandemia; y también de manera especial por los muertos – digamos – anónimos: hemos visto las fotografías de las fosas comunes. Muchos…”.

Esta es la petición realizada por el Santo Padre hoy, 30 de abril de 2020, jueves de la tercera semana de Pascua, en la introducción de la Misa en la Casa Santa Marta, transmitida por Vatican News y por la página de Facebook de zenit.

En su homilía, el Papa Francisco meditó en torno al pasaje de hoy de los Hechos de los Apóstoles (Hechos 8:26-40) que relata el encuentro de Felipe con un eunuco etíope, funcionario de Candáce, deseoso de comprender quién era la figura a la que se refería el profeta Isaías. Después de que Felipe le explicara que era Jesús, el etíope se dejó bautizar.

 

El Padre atrae al conocimiento de Cristo

En esta línea, Francisco señaló que es Dios Padre “quien atrae al conocimiento del Hijo. Sin esto, uno no puede conocer a Jesús. Sí, uno puede estudiar, incluso estudiar la Biblia, incluso saber cómo nació, lo que hizo. Pero conocerlo desde dentro, conocer el misterio de Cristo es solo para aquellos que son atraídos por el Padre”.

Y este razonamiento, advirtió el Papa, se puede aplicar a para nuestro apostolado, para “nuestra misión apostólica como cristianos”.

 

Testimonio y oración

En este sentido, insistió: “Si quiero ir a una misión, y digo esto si quiero ir a hacer un apostolado, tengo que ir con la voluntad del Padre para atraer a la gente a Jesús, y esto es lo que hace el testimonio”.

El Padre atrae a través del testimonio de la fe y el Pontífice apunta que también es necesario rezar para que el Padre atraiga a la gente a Jesús: “El testimonio y la oración, van juntos. Sin testimonio y oración no se puede hacer predicación apostólica, no se puede hacer anuncio. El testimonio y la oración son necesarios. Este es el centro de nuestro apostolado”.

Ambos elementos son esenciales porque “nuestro testimonio abre las puertas al pueblo y nuestra oración abre las puertas al corazón del Padre para atraer a la gente”.

 

La misión no es proselitismo

Además, el Obispo de Roma llama a aplicar el mismo esquema a “nuestro trabajo como cristianos”, planteando: “¿Doy testimonio de la vida cristiana, realmente, con mi forma de vida? ¿Rezo para que el Padre pueda atraer a la gente hacia Jesús?”.

Después, aclaró que “ir en misiones no es proselitismo”, es Dios es el que toca los corazones de la gente, las personas “no convertimos a nadie”.

“Pidamos al Señor la gracia de vivir nuestro trabajo con el testimonio y la oración, para que Él, el Padre, pueda atraer a la gente a Jesús”, concluyó el Santo Padre.

A continuación, sigue la transcripción de la homilía completa del Santo Padre ofrecida por Vatican News.

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Homilía del Papa

“Nadie puede venir a mí si el Padre no lo atrae”: Jesús recuerda que incluso los profetas habían predicho esto: “Y todos serán instruidos por Dios”. Es Dios quien atrae al conocimiento del Hijo. Sin esto, uno no puede conocer a Jesús. Sí, uno puede estudiar, incluso estudiar la Biblia, incluso saber cómo nació, lo que hizo. Pero conocerlo desde dentro, conocer el misterio de Cristo es sólo para aquellos que son atraídos por el Padre.

Esto es lo que le pasó a este Ministro de Economía de la Reina de Etiopía. Se puede ver que era un hombre piadoso y que se tomaba el tiempo, en muchos de sus asuntos, para ir a adorar a Dios. Un creyente. Y regresó a casa leyendo al profeta Isaías. El Señor toma a Felipe, lo envía a ese lugar y le dice: “Ve al lado, detente en ese carruaje”, y escucha al ministro leyendo a Isaías. Se acerca a él y le hace una pregunta: “¿Lo entiendes?” – “¡Pero, cómo puedo entenderlo si nadie me guía!”, y hace la pregunta: “¿De quién dice esto el profeta?” “Por favor, sube al carruaje”, y durante el viaje – no sé cuánto tiempo, creo que al menos un par de horas – Felipe explicó: Jesús explicó.

Esa inquietud que este señor tenía en la lectura del profeta Isaías era la del Padre, que lo acercaba a Jesús: lo había preparado, lo había traído de Etiopía a Jerusalén para adorar a Dios y luego, con esta lectura, había preparado su corazón para revelar a Jesús, hasta el punto de que en cuanto vio el agua dijo: “Puedo ser bautizado”. Y él creyó.

Y esto – que nadie puede conocer a Jesús sin que el Padre lo atraiga – es válido para nuestro apostolado, para nuestra misión apostólica como cristianos. También pienso en las misiones. “¿Qué vas a hacer en las misiones?” – “Yo, convirtiendo a la gente” – “Pero detente,  ¡no estás convirtiendo a nadie! El Padre atraerá a esos corazones para que reconozcan a Jesús”. Ir a una misión es dar testimonio de tu fe; sin testimonio no harás nada. Ir a la misión… ¡y los misioneros son buenos! – no significa hacer grandes estructuras, cosas… y detenerse así. No: las estructuras deben ser testimonios. Podéis hacer una estructura hospitalaria, educativa, de gran perfección, de gran desarrollo, pero si una estructura está sin testimonio cristiano, vuestra obra no será una obra de testimonio, una obra de verdadera predicación de Jesús: será una sociedad de beneficencia, ¡muy buena, muy bien! – pero nada más.

Si quiero ir a una misión, y digo esto si quiero ir a hacer un apostolado, tengo que ir con la voluntad del Padre para atraer a la gente a Jesús, y esto es lo que hace el testimonio. Jesús mismo se lo dijo a Pedro cuando confesó que Él es el Mesías: “Eres feliz, Simón Pedro, porque el Padre te lo ha revelado”. Es el Padre quien atrae, y también atrae con nuestro testimonio. “Haré muchas obras, aquí, de aquí, desde allá, de educación, esto, lo otro…”, pero sin testimonio son cosas buenas, pero no son la proclamación del Evangelio, no son lugares que den la posibilidad de que el Padre atraiga al conocimiento de Jesús. Trabajar y ser testigo.

“¿Pero cómo puedo hacer que el Padre se moleste en atraer a esa gente?”. Oración. Y esta es la oración para las misiones: rezar para que el Padre atraiga a la gente a Jesús. El testimonio y la oración, van juntos. Sin testimonio y oración no se puede hacer predicación apostólica, no se puede hacer anuncio. Dará un hermoso sermón moral, hará muchas cosas buenas, todas buenas. Pero el Padre no tendrá la posibilidad de atraer a la gente hacia Jesús. Y este es el centro: este es el centro de nuestro apostolado, que el Padre puede atraer a la gente a Jesús. Nuestro testimonio abre las puertas al pueblo y nuestra oración abre las puertas al corazón del Padre para atraer a la gente. Testimonio y oración. Y esto no es sólo para las misiones, sino también para nuestro trabajo como cristianos. ¿Doy testimonio de la vida cristiana, realmente, con mi forma de vida? ¿Rezo para que el Padre pueda atraer a la gente hacia Jesús?

Esta es la gran regla para nuestro apostolado, en todas partes, y de manera especial para las misiones. Ir en misiones no es proselitismo. Un día… una señora -buena, se veía que era de buena voluntad- se me acercó con dos chicos, un niño y una niña, y me dijo: “Este [niño], Padre, era protestante y se convirtió: lo convencí. Y esta [chica] era…” – No sé, animista, no sé qué me dijo, “y la convertí”. Y la señora era buena: buena. Pero se equivocó. Perdí un poco la paciencia y dije: “Pero escucha, no convertiste a nadie: fue Dios quien tocó los corazones de la gente. Y no lo olvides: testimonio, sí; proselitismo, no”.

Pidamos al Señor la gracia de vivir nuestro trabajo con el testimonio y la oración, para que Él, el Padre, pueda atraer a la gente a Jesús.

El Papa concluyó la celebración con la adoración y la bendición eucarística, invitando a la gente a hacer la comunión espiritual. Aquí sigue la oración recitada por el Papa, de San Alfonso María de Ligorio:

“Creo, Jesús mío, que estáis realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar.
Os amo sobre todas las cosas y deseo recibiros en mi alma.
Pero como ahora no puedo recibiros sacramentado, venid a lo menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si ya os hubiese recibido, os abrazo y me uno del todo a Ti.
Señor, no permitas que jamás. Me aparte de Ti.
Amén”.

Como es habitual, antes de dejar la Capilla dedicada al Espíritu Santo, se entonó la antífona mariana Regina caeli, cantada en este tiempo pascual:

 

Regína caeli laetáre, allelúia.
Quia quem merúisti portáre, allelúia.
Resurréxit, sicut dixit, allelúia.
Ora pro nobis Deum, allelúia.

 

 

 

 

COVID-19: Diario de una parroquia en confinamiento

Testimonio desde la “zona cero” en España
(zenit – 30 abril 2020)-. “Durante este tiempo de confinamiento el Espíritu Santo no ha dejado de actuar”, asegura el sacerdote español Fernando del Castillo, tras casi dos meses de celebraciones virtuales de la Eucaristía, catequesis online y llamadas telefónicas a sus feligreses ancianos.

Las parroquias que administra don Fernando en Vallecas, al sureste de Madrid son dos: San Pablo y Santos Cosme y Damián, que a su vez, forman una unidad parroquial.

El párroco español señala tres claves que han funcionado en su parroquia para este tiempo de confinamiento, durante el cual los fieles no han asistido físicamente a las iglesias: la dimensión espiritual, el descubrimiento de las nuevas tecnologías y los nuevos formatos de la caridad cristiana.

“Hemos vivido una Cuaresma y una semana santa de un modo nuevo pero no por eso menos intenso”, relata a zenit del Castillo. “Estos días han sido una oportunidad para profundizar en nuestra fe para orar para descubrir el propio hogar como lugar donde Dios habita. Hemos podido compartir la fe”.

 

Nuevas tecnologías

La segunda clave de esta experiencia es “descubrir y aprovechar todas las nuevas tecnologías que nos han posibilitado” – desde el teléfono, Whatsapp, ZoomTeamSkype, que las parroquias éramos conscientes de este cauce, pero también nos ha hecho aprovecharlo mejor – y la red como un cauce de creatividad de presencia del Evangelio. Se ha generado, por ejemplo, con los feligreses más mayores o con los que viven solos, una “pastoral telefónica”.

Todos los días, el párroco en la capital española ha telefoneado a ancianos o personas que viven solas en sus hogares: “es la manera de acompañar a la gente mayor que no utiliza Whatsapp o que no utiliza otras tecnologías”, asegura.

 

Matrimonios

Don Fernando celebra diariamente la Eucaristía con muchos matrimonios y familias de sus parroquias, que le acompañan de manera virtual, mediante alguna aplicación digital. “Estos matrimonios, con sus hijos, han convertido su casa un lugar de oración, que algunos ya lo hacen habitualmente, pero otros no”. Por ejemplo, explica el párroco: ponen un pequeño altar en casa, ponerse como si estuvieran en la Iglesia pero en su propio hogar, o participar en la Eucaristía.

La manera en la que los fieles de estas parroquias participan en Misa va más allá de seguirla por la tele o por algún canal de video online. Los diferentes matrimonios interactúan desde sus casas con el párroco, y todos, junto con el sacerdote, han comentado que es “experiencia única y muy buena”, describe don Fernando.

 

Caridad cristiana

La tercera clave es “descubrir nuevos formatos de esa caridad cristiana”. En concreto, en estas parroquia, un grupo de voluntarios de la Fundación Alegra se ofreció para llevar alimentos a las familias necesitadas.

En total, han sido unas 50 familias. El voluntario contactaba personalmente con esa familia, le preguntaba qué alimentos necesitaba y se los llevaba. “Es una iniciativa muy buena”, señala el sacerdote. Vallecas, aunque no es una zona marginal, constituye una zona donde residen personas inmigrantes y trabajadoras “que viven al día, de su salario”, explica.

 

 

 

 

Nuevo caso de coronavirus en el Vaticano: Empleado en cuarentena en su domicilio

Declaración de Matteo Bruni
(zenit – 30 abril 2020)-. En la mañana de hoy, 30 de abril de 2020, “se ha confirmado otro caso positivo de COVID-19 entre los empleados de la Santa Sede”, informa el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede en un comunicado.

De acuerdo a la nota, se trata de una persona “que tenía síntomas desde la primera mitad de marzo y por ese motivo estaba en aislamiento voluntario en su casa”.

“Antes de volver al trabajo, como medida de precaución, el empleado fue sometido a una prueba y dio positivo a la enfermedad. Ahora está, de nuevo, en cuarentena en su domicilio”, concluye la declaración de Bruni.

El pasado lunes, otro empleado de la Santa Sede resultó positivo a la COVID-19. En el comunicado del consabido director, se indicaba que esta persona “había presentado síntomas en marzo permaneciendo en régimen de aislamiento voluntario y continuando su trabajo a distancia”.

Igualmente, añadía que “al no presentar síntomas, el empleado se encuentra ahora en cuarentena y, en vía de precaución, se han tomado las medidas sanitarias pertinentes en los lugares de trabajo y se han efectuado controles entre los colegas, que han dado resultados negativos”.

 

 

 

 

COVID-19: Obispos de España proponen medidas para la reanudación del culto público

Ante el inicio del desconfinamiento
(zenit – 30 abril 2020).- Ante el inicio de la salida del confinamiento en España, anunciado por el Gobierno el pasado martes, la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha difundido hoy, 30 de abril de 2020, un comunicado para informar sobre la reanudación de las actividades eclesiales.

A lo largo de la nota manifiestan que, “después de semanas sin expresar comunitariamente nuestra fe en templos y locales parroquiales, queremos recuperar progresivamente la normalidad de la vida eclesial”. En esta fase de transición, mantienen la propuesta de dispensar del precepto de participar en la Misa dominical y sugieren “a personas de riesgo, mayores y enfermos, que consideren la posibilidad de quedarse en casa y sigan las celebraciones por los medios de comunicación”.

Igualmente, piden a los sacerdotes y colaboradores “que hagan un esfuerzo por facilitar la celebración y la oración, cuidando las medidas organizativas e higiénicas” y recuerdan a las personas que acudan a la iglesia para las celebraciones o para oración personal que “deben hacerlo siguiendo las pautas y recomendaciones que unimos a esta nota, siempre a expensas de las normas de las autoridades sanitarias“.

Los prelados proponen una serie de disposiciones, “aconsejando máxima prudencia en su aplicación que cada diócesis habrá de concretar” e indican que será necesaria “una evaluación continuada que permita valorar su puesta en práctica y modificación en las situaciones que sea necesario, teniendo en cuenta lo que la autoridad sanitaria disponga en cada momento”.

A continuación, sigue la nota de la citada comisión y las medidas de prevención planteadas para la celebración del culto público en los templos católicos durante la desescalada de las medidas restrictivas en tiempo de pandemia.

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La Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española quiere expresar al Pueblo de Dios y a toda la sociedad española:

  1. Nos alegra y damos gracias a Dios, de que la enfermedad vaya siendo controlada y pueda iniciarse, aún con reservas y precauciones, la recuperación de las actividades habituales de nuestra vida común. Tras este tiempo de dolor y sufrimiento a causa del fallecimiento de seres queridos y de los graves problemas sanitarios, sociales, económicos y laborales, hemos de afrontar esta situación con esperanza, fomentando la comunión y sintiéndonos llamados a ejercer la caridad personal, política y social.
  2. Compartimos el dolor de miles de familias ante los fallecimientos causados por esta pandemia. Hemos orado por su eterno descanso y por el consuelo de familiares y amigos; queremos expresar nuestro deseo de celebrar en las próximas semanas las exequias con quienes lo soliciten en cada parroquia, y, más adelante, en una celebración diocesana para manifestar la esperanza que nos ofrece el Resucitado.
  3. Agradecemos de nuevo el trabajo realizado con generosa entrega por tantas personas de los servicios sanitarios y de numerosas actividades que hacen posible la vida cotidiana en nuestra sociedad. De forma especial, reconocemos la disponibilidad y el servicio de los sacerdotes, consagrados y laicos en estas semanas.
  4. Continuaremos impulsando con las personas que se ven afectadas por la crisis económica y social, el trabajo de Cáritas y de otras instituciones eclesiales para paliar estas consecuencias de la pandemia. Ofrecemos los principios de la Doctrina Social de la Iglesia y la acción de los católicos en la reconstrucción de la vida social y económica, siguiendo el “plan para resucitar” del papa Francisco.
  5. Después de semanas sin expresar comunitariamente nuestra fe en templos y locales parroquiales, queremos recuperar progresivamente la normalidad de la vida eclesial. En esta fase de transición, mantenemos la propuesta de dispensar del precepto de participar en la Misa dominical y sugerimos a personas de riesgo, mayores y enfermos, que consideren la posibilidad de quedarse en casa y sigan las celebraciones por los medios de comunicación. Pedimos a los sacerdotes y colaboradores que hagan un esfuerzo por facilitar la celebración y la oración, cuidando las medidas organizativas e higiénicas. Las personas que acudan a la iglesia para las celebraciones o para oración personal, deben hacerlo siguiendo las pautas y recomendaciones que unimos a esta nota, siempre a expensas de las normas de las autoridades sanitarias.
  6. Instamos a las autoridades de las diversas administraciones públicas, a los partidos políticos y organizaciones empresariales y sindicales, a otras asociaciones e instituciones, así como a todos los ciudadanos, al acuerdo y colaboración en favor del bien común. Todos estamos llamados a ser responsables en la convivencia para evitar en lo posible la expansión de la enfermedad y ayudar a los pobres y a quienes más padezcan las consecuencias de esta pandemia.
  7. Nos unimos en la oración común que afianza la fraternidad, suplicamos la gracia del Señor y la luz del Espíritu Santo para discernir lo que Dios nos quiere decir en esta circunstancia; pedimos especialmente por los investigadores a fin de que alcancen un remedio a la pandemia. Nos ponemos bajo la  protección materna de la Inmaculada patrona de España.

 

Medidas de prevención el culto público durante la desescalada

El coronavirus continúa propagándose por España. Dada la grave responsabilidad que supone, para todos, prevenir el contagio de la enfermedad, proponemos estas disposiciones, aconsejando máxima prudencia en su aplicación que cada Diócesis habrá de concretar. Será necesaria una evaluación continuada que permita valorar su puesta en práctica y modificación en las situaciones que sea necesario, teniendo en cuenta lo que la autoridad sanitaria disponga en cada momento.

 

Fases de aplicación

Fase 0: Mantenemos la situación actual. Culto sin pueblo. Atención religiosa personalizada poniendo atención especial a los que han perdido a seres queridos. Preparamos en cada diócesis y parroquias las fases siguientes.

Fase 1: Se permite la asistencia grupal, pero no masiva, a los templos sin superar el tercio del aforo, con eucaristías dominicales y diarias. Quizá con preferencia al acompañamiento de las familias en su duelo.

Fase 2: Restablecimiento de los servicios ordinarios y grupales de la acción pastoral con los criterios organizativos y sanitarios –mitad del aforo, higiene, distancia– y medidas que se refieren a continuación.

Fase 3: Vida pastoral ordinaria  que tenga en cuenta las medidas necesarias hasta que haya una solución médica a la enfermedad.

 

Disposiciones de carácter general

  1. Ante esta circunstancia, prorrogamos la dispensa del precepto dominical, invitando a la lectura de la Palabra de Dios y a la oración en las casas, pudiendo beneficiarse de la retransmisión a través de los medios de comunicación para quien no pueda acudir al templo. También, se invita las personas mayores, enfermas o en situación de riesgo a que valoren  la conveniencia de no salir de sus domicilios.
  2. Se establece el aforo máximo de los templos (1/3 en la primera fase y 1/2 en la segunda) y respetar la distancia de seguridad.
  3. En las Eucaristías dominicales, allí donde sea necesario y posible, procurar aumentar el número de celebraciones cuando haya mayor afluencia de fieles, a fin de descongestionar los templos.
  4. Se recomienda que los fieles hagan uso de mascarilla con carácter general
  5. Las pilas de agua bendita continuarán vacías.
  6. Las puertas de las iglesias se mantendrán abiertas a la entrada y salida de las celebraciones para no tener que tocar manillas o pomos.

 

A la entrada de la celebración

  1. Organizar, con personas responsables, la apertura y cierre las puertas de entrada al templo,ladistribución los fieles en el templo, el acceso a la hora de comulgar y  la salida de la iglesia al finalizar, respetando la distancia de seguridad
  2. Ofrecer gel hidroalcohólico o algún desinfectante similar, a la entrada y salida de la iglesia.

 

A tener en cuenta durante la liturgia

  1. Evitar los coros en la parroquia: se recomienda mantener un solo cantor o algunas voces individuales y algún instrumento. No habrá hoja de cantos ni se distribuirán pliegos con las lecturas o cualquier otro objeto o papel.
  2. El cestillo de la colecta no se pasará durante el ofertorio, sino que el servicio de orden lo ofrecerá a la salida de la misa, siguiendo los criterios de seguridad señalados.
  3. El cáliz, la patena y los copones, estarán cubiertos con  la “palia” durante la plegaria eucarística.
  4. El sacerdote celebrante desinfectará sus manos al empezar el canon de la misa, y los demás ministros de la comunión antes de distribuirla.
  5. El saludo de la paz, que es facultativo, se podrá sustituir por un gesto evitando el contacto directo.
  6. El diálogo individual de la comunión (“El Cuerpo de Cristo”. “Amén”), se pronunciará de forma colectiva después de la respuesta “Señor no soy digno…”, distribuyéndose la Eucaristía en silencio.
  7. En el caso de que el sacerdote fuera mayor, establecer ministros extraordinarios de la Eucaristía para distribuir la comunión.

 

A la salida de la celebración

  1. Establecer la salida ordenada de la iglesia evitando agrupaciones de personas en la puerta.
  2. Desinfección continua del templo, bancos, objetos litúrgicos, etc.

 

Otras celebraciones

  1. La celebración del Sacramento de la reconciliación y los momentos de escucha de los fieles:además de las medidas generales, se ha de escoger un espacio amplio, mantener la distancia social asegurando la confidencialidad. Tanto el fiel como el confesor deberán llevar mascarilla. Al acabar, se aconseja reiterar la higiene de manos y la limpieza de las superficies.
  2. Bautismo: Rito breve. En la administración del agua bautismal, hágase desde un recipiente al que no retorne el agua utilizada, evitando cualquier tipo de contacto entre los bautizandos. En las unciones se puede utilizar un algodón o bastoncillo de un solo uso, incinerándose al terminar la celebración.
  3. Confirmación: En la crismación se puede utilizar un algodón o bastoncillo, como se ha indicado en el caso del bautismo. Obsérvese la higiene de manos entre cada contacto, cuando haya varios confirmandos.
  4. Matrimonio: Los anillos, arras, etc., deberán ser manipulados exclusivamente por los contrayentes. Manténganse la debida prudencia en la firma de los contrayentes y los testigos, así como en la entrega de la documentación correspondiente.
  5. Unción de enfermos: Rito breve. En la administración de los óleos puede utilizarse un algodón o bastoncillo como se ha indicado anteriormente. Los sacerdotes muy mayores o enfermos no deberían administrar este sacramento a personas que están infectadas por coronavirus. En todo caso, obsérvense las indicaciones de protección indicadas por las autoridades sanitarias correspondientes.
  6. Exequias de difuntos: Los funerales y las exequias seguirán los mismos criterios de la misa dominical. Aunque sea difícil en esos momentos de dolor, insistir en evitar los gestos de afecto que implican contacto personal y la importancia de mantener distancia de seguridad.

 

Visitas a la Iglesia para la oración o adoración del Santísimo

  1. Seguir las pautas generales ofrecidas, evitando la concentración y señalando los lugares para la oración y la adoración
  2. No permitir visitas turísticas en la fases 1 y 2 de la desescalada.

 

Utilización de dependencias parroquiales para reuniones o sesiones formativas

  1. En la segunda fase las reuniones en dependencias parroquiales seguirán las pautas utilizadas para las reuniones culturales previstas por el ministerio de sanidad que consiste en un máximo de 1/3 de aforo en lugares cuyo aforo habitual es de 50 personas, respetando la distancia de seguridad y la utilización de mascarillas.
  2. En la tercera fase el aforo pasa a ser de 1/2 en lugares de un aforo habitual de 50 personas y de 1/3 en lugares de un aforo habitual de 80 personas en las mismas condiciones de distancia y utilización de mascarillas.

 

Propuesta de inicio de puesta en marcha de estas medidas

Según las indicaciones recibidas, se comenzará la aplicación de estas medidas desde el lunes 11 de mayo, para que en las celebraciones del domingo 17 de mayo, tengamos una evaluación y una experiencia suficiente de los días anteriores.

 

 

 

 

Estados Unidos: ¿Cómo viven la crisis los migrantes hispanos? (5)

Sacerdotes en Nueva Jersey, Maryland y Texas
(zenit – 30 abril 2020).- En distintas apariciones, zenit refleja la realidad de los hispanos en Estados Unidos en tiempos del coronavirus, su vulnerabilidad, sus angustias, y cómo la comunidad se une para proteger y servir a los más necesitados.

En esta oportunidad, compartimos la terrible pesadilla vivida por un sacerdote colombiano en Nueva Jersey, que contrajo la COVID-19, y cómo el Señor lo sanó; el secreto del P. Evelio, en Maryland, para repartir mil paquetes de comida todas las semanas y generar comunidad; y el relato del P. Juan Molina, en Texas, sobre cómo la comunidad se une para servir a sus hermanos.

 

Tuve unos días terribles de dolor, angustia y soledad

“Dios te cuide. Esta pandemia es mortal. Dios te bendiga”, fueron las palabras de despedida del P. Leonardo Jaramillo al finalizar la entrevista. Es colombiano, párroco de la parroquia San Pablo, de Clifton, en Nueva Jersey, y venía de sufrir las consecuencias de haber contraído el coronavirus.

Así relata la durísima crisis vivida: “Tuve unos días terribles de dolor, angustia y soledad, especialmente el Jueves Santo y el Viernes Santo, en los que pensé que iría a morir. Creo que el Señor me dio a probar de su pasión y dolorosa cruz, fueron momentos muy dolorosos y de muchas lágrimas. Pero el Señor Jesús y su Madre, la Santísima Virgen María, me han estado haciendo más fuerte para ser un testimonio de su amor, misericordia, compasión y sanación”.

 

No podía respirar

Y continúa el relato de su terrible pesadilla: “‘Con razón nuestro corazón ardía, mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras’. Ahora entiendo mejor qué quiere decir este texto del Evangelio, lo pude experimentar el Viernes Santo, aunque ya el Jueves Santo me sentía muy mal”.

“Estaba mirando el Via Crucis que el Papa Francisco presidía en la Plaza de San Pedro. La fiebre comenzó a subir llegando a 39.4 C, mi cuerpo temblaba, mi cabeza parecía que explotaría, no podía respirar, y tenía un fuerte dolor de espalda. Ya mi doctor con me había dicho que si me sentiría mal debería ir a emergencia a uno de los hospitales del área. No fui. Como siempre, debo ser honesto. Tenía temor porque ya había escuchado que todos los hospitales estaban contagiados con el virus. Por eso no fui”, se sinceró.

 

“Confía en mí”, y todo mejoró

Y sigue su relato de angustia y sanación: “Solo me dediqué a orar, y en verdad, ese Viernes Santo pensé que moriría. Le supliqué al Señor que me diera una señal, lo que Él me dijera eso haría. Escuché una voz suave que me dijo: ‘descansa, confía en mí, Yo estoy contigo’. Lo que menos quería era cerrar los ojos o dormir”.

“Estuve llorando, no quería morir tampoco dormir. El Señor hizo que me acostara en mi cama y dormí tres horas. Cuando desperté ya no tenía fiebre, podía respirar mucho mejor, las palpitaciones del corazón comenzaron a normalizarse y el terrible dolor de espalda comenzó a bajar”.

“‘Mi corazón ardía cuando el Señor me habló”. Ahora, soy un testigo del amor, la misericordia y el poder de sanación que tiene el Señor. He sido bendecido con la presencia del Señor y con la protección de la Virgen María, sé que ellos los van a cuidar a cada uno de ustedes y a sus familias”, cierra el P. Leonardo con profunda emoción.

 

Asociación con instituciones para dar alimentos

El P. Evelio Menjivar, salvadoreño, párroco de la parroquia Santa María, en Landover Hills, estado de Maryland, relata sobre la comida que reparte semanalmente, sobre cómo la consigue y sobre cómo esto fortalece la comunidad.

“Con la emergencia creada por el coronavirus, el templo permanece cerrado. Y pareciera que ahora la vida se volcó hacia fuera. El párroco ha logrado asociarse con la concejal del distrito 3 del condado de Prince George, Danielle Glaros y diversas organizaciones locales como Capital Area Food Bank, Brighter Bites y Costal Sunbelt, para distribuir más de mil paquetes de comida todos los sábados en el estacionamiento de la iglesia. Como consecuencia, el trajín de los autos en el estacionamiento, que hacen fila desde muy temprano, y el bullicio de los escasos 20 voluntarios permitidos, le siguen dando vida y calor a esta comunidad”.

 

Sienten que son parte, que importan a otros

Sobre las dificultades que enfrentan sus fieles, Menjivar expresa que “la mayoría de los beneficiados con la distribución de comida son familias inmigrantes hispanas. Esta es la zona del estado de Maryland más duramente afectada por la pandemia”.

Además, prosigue “al ser esta una comunidad dormitorio del área metropolitana de Washington DC, muchos de sus habitantes trabajan el la industria de la hospitalidad y en limpieza de oficinas y por lo tanto, la gran mayoría han perdido su empleo. Muchos, también son indocumentados y por lo tanto no pueden acceder a los beneficios de desempleo, añadiendo así, aún más a su situación de vulnerabilidad”.

Sobre el valor comunitario del apoyo social, el párroco nos explica que “seguramente, el hecho mismo de levantarse muy temprano el sábado, dirigirse hacia la iglesia como de costumbre, saludar a uno que otro hermano de la iglesia desde la ventanilla del auto mientras hacen los zigzags para llegar al puesto de distribución, y por fin, recibir un paquete  de comida, vegetales y frutas frescas crea la sensación, a estas personas, que siguen siendo parte de una comunidad, que todavía importan a otros, que son valioso ante los ojos de Dios y que todavía tienen muchas razones para seguir celebrando la fe y la vida misma”, cierra el P. Menjivar.

 

Sociedad de San Vicente Paul en acción

El P. Juan Molina es administrador parroquial de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, en Helotes, Texas; es vicepresidente ejecutivo del Mexican American Catholic College; y presidente de ANSH, Asociación Nacional de Sacerdotes Hispanos en Estados Unidos, y nos comparte su experiencia en la parroquia.

“Con la pandemia, hemos tenido que aumentar la ayuda que se ofrece por medio de la Sociedad de San Vicente Paul, que es muy activa en la ayuda de muchas familias necesitadas. El apoyo ha sido no solo para ayudar con los pagos de electricidad o renta, sino también con comida y otros bienes. A la Sociedad la apoyan otros grupos parroquiales como la Sociedad del Altar, el grupo de costura y los Caballeros de Colón. Ya por muchos años los caballeros han tenido una colecta de latas de comida y otros alimentos no perecederos y este año esa colecta se ha tenido que extender por varias semanas más”.

 

Mascarillas al por mayor

Según indica el sacerdote, el trabajo para ayudar a los necesitados es comunitario: “Los feligreses, que siempre han sido muy generosos en esta colecta, siguen donando lo que pueden, aunque sea una lata de vez en cuando. Esa colecta no solamente ayuda a la Sociedad de San Vicente de Paul sino también a Caridades Católicas”.

El grupo de costura ha apoyado a la Sociedad costurando almohadas, ropa nueva, y también mascarillas para taparse la boca. Estas mascarillas son distribuidas a los clientes de la Sociedad y en los albergues para los pobres en la ciudad de San Antonio y en Caridades Católicas. La sociedad El Altar también ha ayudado con ropa y otros bienes personales. La parroquia ha contado con una psicóloga por varios años y ahora sigue atendiendo a los pacientes por medio de Telehealth”, comparte el P. Molina.

 

 

 

 

Sacramentos: Primera Comunión y Confirmación durante la pandemia

Debe evitarse la aglomeración
(zenit – 30 abril 2020).- La primavera, en muchos países europeos y del resto del mundo, es la estación favorita para la celebración sobre todo de las primeras comuniones, y en ocasiones de las confirmaciones.

Esta coincide con la finalización del curso escolar, lo que facilita la planificación para la preparación de los candidatos y, también, con el buen tiempo, que siempre invita a celebrar esos acontecimientos con mayor agrado.

Las parroquias o escuelas en las que tendrá lugar la ceremonia anotan con mucha antelación en sus agendas esas celebraciones, y preparan a los candidatos durante bastante tiempo, previendo todo para que lleguen bien preparados a la recepción del sacramento.

 

Aplazamiento de las ceremonias

Con el estallido de la pandemia actual se están aplazando esas ceremonias, principalmente porque suelen ser celebraciones masivas y debe evitarse la aglomeración que conlleva el culto religioso. Muchos obispos han dispuesto la supresión de las ceremonias de culto en sus diócesis. Si bien en varios países las autoridades están ya valorando las fases de “desescalada o desconfinamiento”, que comprenden también la desaparición progresiva de las limitaciones de aforo en los templos para el culto. Además, se siguen recomendando medias de prudencia para evitar contagios en relación con la recepción de la comunión.

 

¿Primeras comuniones?

Quien se estuviera preparando para la primera Comunión podría recibirla durante la pandemia si no estuviera prohibido el culto en su diócesis. Lo haría asistiendo a la Santa Misa, y dentro de ella recibiría la Eucaristía por vez primera. ¡Ésa sería su primera comunión, así de sencillo, así de grande! Pero, en todo caso, acatando las medidas de prudencia previstas en evitación del contagio, como el distanciamiento social.

Nada obsta para que así sea. Esa Eucaristía, además, podría celebrarse en cualquier lugar, aunque lo apropiado sería hacerlo en un templo. Podría contarse con cualquier sacerdote como celebrante, quien consagrará el pan y el vino, para dejar de serlo y convertirse en el Cuerpo y Sangre de Cristo, y seguidamente dará de comulgar por vez primera al candidato. Así, no hubiera sido necesario implicar en la ceremonia a nadie más que a ese sacerdote celebrante.

¿Y si el candidato se cuestiona qué hacer mientras espera el gran día, su primera Comunión, que ha sido prorrogada hasta la finalización de la pandemia? Pues que no se preocupe, y que siga preparándose con tanta ilusión como hasta ahora, recitando la comunión espiritual –a la que nos referimos en un anterior post–; y que ejercite la paciencia, y siga tratando con intimidad a Jesús hasta el momento en que podrá recibirle eucarísticamente.

 

¿Y las confirmaciones?

En el caso de la Confirmación el planteamiento es distinto. Se trata de ese sacramento gracias al cual los bautizados, avanzando por el camino de la iniciación cristiana, quedan enriquecidos con el don del Espíritu Santo y vinculados más perfectamente a la Iglesia (can. 879).

De ordinario ese sacramento lo administra el obispo o el presbítero en quien éste delegue (can. 880). De este modo, se trata de un ministro específico que conferirá el sacramento –para la primera Comunión hemos visto que cualquier sacerdote podría distribuirla–.

Conviene que el rito de la confirmación se celebre en una iglesia y dentro de la Misa; aunque, por causa justa y razonable, puede celebrarse fuera de la Misa y en cualquier lugar digno (can. 881). Esa simple recomendación, motivo de conveniencia por la dignidad del sacramento, llevaría a plantearse postergar la celebración hasta pasado el confinamiento; o, en todo caso, una vez llegada la normalidad en la convivencia social –sobre todo cuando desaparezca la prohibición de reuniones que supongan aglomeraciones para el culto público–.

Además, cabe señalar que en algunas diócesis se han recomendado medidas de prudencia específicamente relacionadas con la recepción de la Confirmación, como el uso de algodón o bastoncillo durante la crismación, o una especial atención a la higiene de manos entre cada contacto cuando en la celebración haya varios confirmandos.

 

Alejandro Vázquez-Dodero Rodríguez
Sacerdote, doctor en Derecho Canónico y capellán del Colegio Tajamar de Madrid

 

 

 

 

Colombia: Día de la Reconciliación Nacional, obispos llaman a ser “artífices de paz”

Próximo 3 de mayo de 2020
(zenit – 30 abril 2020).- Con motivo del Día Nacional por la Reconciliación, los obispos de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) animan a todos los fieles a convertirse en “artífices de paz”.

La celebración tendrá lugar el próximo 3 de mayo de 2020, vía online, tal y como ha comunicado la CEC a través de una nota.

Asimismo, desde la Iglesia Católica de Colombia se invita a todos los ciudadanos a “reconciliarnos con nosotros mismos, con nuestros hermanos y hermanas y con la casa común”, en esta situación de pandemia del coronavirus que se está viviendo.

 

Institución tras la visita del Papa

La iniciativa, que surgió del viaje apostólico del Papa Francisco a Colombia en 2017, tiene como objetivo “experimentar el amor y la misericordia de Dios que nos acompaña” a través de “la oración, la reflexión y el encuentro”, informan desde Vatican News.

Con motivo de esta celebración, el Departamento de Liturgia de la Secretaría Permanente del episcopado colombiano ha preparado algunos subsidios litúrgicos, teniendo en cuenta la situación de emergencia sanitaria.

 

Oración

Igualmente, de acuerdo al citado medio vaticano, los prelados colombianos invitan a rezar “por los gobernantes de las naciones, especialmente de nuestra patria, Colombia, y por todos aquellos que ocupan cargos públicos, para que encuentren la forma correcta de responder a la crisis provocada por la COVID-19, y para que sus acciones estén inspiradas en la verdad, la justicia, el perdón y la reconciliación”.

Sin olvidarse de “las familias que, a causa del coronavirus, sufren dolor y separación, para que experimenten la misericordia de Dios Padre, que los bendice y los acompaña siempre”.

 

 

 

 

Panamá: Iglesia solidaria ante la amenaza de coronavirus

Atención desde el Centro San Juan Pablo II
(zenit – 30 abril 2020).- El Centro de Orientación y Atención Integral San Juan Pablo II, en la arquidiócesis de Panamá, sigue atendiendo en medio de la crisis que vive el país por la pandemia del coronavirus.

Ante una situación bastante complicada está dando respuestas: entregando el desayuno y almuerzo, cortes de cabello y medicamentos a los habitantes de las calles; así como bolsas de comida a trabajadoras sexuales extranjeras y nacionales, ha informado la Oficina de Prensa de la arquidiócesis panameña.

 

Atendiendo a los favoritos de Dios

De acuerdo con Ariel López, director del Centro San Juan Pablo II, “semanalmente apoyamos con bolsas de aseo a los privados de libertad, además se entrega entre 25 a 50 bolsas de alimentos secos a las personas en crisis, trabajadores sexuales y travestis que no pueden salir a las calles” dijo.

Ante la difícil situación económica que viven muchas familias del país canalero a causa de la COVID-19, la Pastoral Social Cáritas de la arquidiócesis de Panamá, en conjunto con agentes de todas las pastorales de la Iglesia Católica, muestran una vez más ser una la Iglesia en salida, al solidarizarse con los más necesitados.

Denia Manguelis, del Departamento de Pastoral Social Cáritas de la arquidiócesis de Panamá, informó que “desde el día 29 de marzo en que se nos comunica que daríamos acompañamiento y asistencia a las parroquias y obras sociales de la Iglesia que se han visto afectadas por la pandemia del coronavirus, elaboramos un programa de ayuda dividido en tres etapas”.

“La Iglesia se hace presente a través de la solidaridad con nuestros hermanos a través de un primer paso de teletrabajo fuerte y arduo con los sacerdotes, agentes de pastorales y laicos para ubicar a aquellas personas con necesidades, en las 96 parroquias y las Obras Sociales de la arquidiócesis”, señaló.

 

Auditoria social para cumplir objetivos

La Contraloría General de la República y la Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Panameña emprenderán una auditoría social para facilitar que el Programa Panamá Solidario cumpla con sus objetivos de llegar a la población más vulnerable, sin discriminación, ni partidismo político, ni intereses particulares.

El contralor general, Gerardo Solís, y el presidente de la Conferencia Episcopal Panameña, monseñor Rafael Valdivieso Miranda, firmaron un convenio de cooperación y apoyo para el desarrollo de la auditoría social al Programa Panamá Solidario con el objetivo de propiciar que los ciudadanos y ciudadanas tomen conciencia de la importancia de la vigilancia de los recursos públicos para el bien común, en esta ocasión, la veeduría de la entrega de bonos y bolsas de comida.

Para cumplir con este convenio, la Iglesia Católica creará equipos de profesionales voluntarios en sus diócesis para establecer líneas de acción que garanticen que los recursos del Estado sean bien utilizados.

Esta auditoría complementará las tareas que viene ejecutando la Mesa Social en la implementación y desarrollo de los planes para mitigar temporalmente el impacto económico causado por la pandemia del coronavirus, especialmente en poblaciones vulnerables, en las familias panameñas y extranjeros que han perdido sus fuentes de ingreso.

 

 

 

 

México: “En este tiempo de pandemia, cuidemos a los niños”

Mensaje de Mons. Garfias por el Día del Niño
(zenit – 30 abril 2020).- Con motivo del Día del Niño en México, celebrado hoy, 30 de abril de 2020, el arzobispo de Morelia y vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), monseñor Carlos Garfias Merlos, expresa: “En este tiempo de pandemia, cuidemos a los niños”.

Así se titula el comunicado difundido por la Oficina de Prensa de la Arquidiócesis de Morelia (OPAM) el pasado 26 de abril de 2020.

El prelado destaca que esta celebración “nos ofrece la oportunidad para considerar la situación actual de los niños y de las niñas en nuestras familias y en la sociedad. Los niños conforman un sector muy vulnerable de la sociedad que necesita del amor, de la atención y de los cuidados de todos”.

 

Sufrimiento infantil

Asimismo, reconoce que “hay mucho sufrimiento infantil causado por la pobreza extrema de muchas familias, por la violencia intrafamiliar, por los abusos sexuales, entre otros…”, y este Día del Niño sirve para que “centremos nuestra atención en la situación de los niños y nos comprometamos a ofrecer a los niños amor y dedicación, buscando alternativas para ello”.

En este sentido, el arzobispo anima a los familiares a acompañar a los más pequeños durante este tiempo de confinamiento en casa porque “necesitan de la comunicación y formación de sus padres o sus tutores, hay que saber hablarles sobre este tema del COVID-19 sin alarmarlos, hay que proporcionarles datos, información oficial de manera que puedan ellos entender su aislamiento social”.

 

“Quedarse en casa”

Asimismo, recalca la importancia de quedarse en casa y evitar el contacto social, momento difícil para los niños por lo que “los adultos necesitan dar algunos mecanismos a los niños para que lidien con la situación. En estas circunstancias sería bueno seguir un horario”.

Por último, el prelado invita a todos a “seguir educando a los niños en todas sus formas, en este momento de pandemia, educarlos en el compromiso social de ser solidarios con nuestras autoridades, a ser responsables de nuestra salud y de la de los demás”.

 

 

 

 

Venezuela: Estreno online del documental “Pastor de Almas”

Sobre la vida de Mons. Montes de Oca
(zenit – 30 abril 2020).- El pasado miércoles 29 de abril de 2020, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) estrenó vía online, a las 8 pm, el documental largometraje Pastor de Almas, a través del canal de YouTube CEV tv.

El largometraje se basa en la vida del siervo de Dios, monseñor Salvador Montes de Oca, tal y como ha comunicado la propia CEV a través de una nota.

“Debido a la situación que se vive a nivel mundial por la pandemia de COVID-19, se decidió hacer este estreno a través de las plataformas digitales para poder hacerlo presente en cada hogar”, indica el comunicado.

Esta es la primera de una colección preparada por el Departamento de Comunicación de la CEV, llamada “Sendero de Gracia” con la que se dará a conocer la vida de los venezolanos que se encuentran camino a los altares.

 

Monseñor Salvador Montes de Oca

Andrés Salvador María del Carmen Montes de Oca nació el 21 de octubre de 1895 en Carora, estado Lara (Venezuela) y el 6 de septiembre de 1944 fue fusilado por los nazis por acoger a los perseguidos durante la guerra.

La ejecución ocurrió en la localidad de Monte Magno de Camariore, en Lucca, Italia, cuando tenía 48 años.

 

Sinopsis

En Carora vio la luz un niño a finales del siglo XIX en medio de una vida llena de sacrificios. Durante su infancia deseó ardientemente entregar su vida a Dios y a los demás como sacerdote, dando la respuesta definitiva a su vocación. Su firmeza y dedicación hicieron que el Papa Pío XI lo nombrara el II Obispo de Valencia, siendo el más joven de todo el episcopado venezolano.

Su ímpetu servicial de pastor incansable lo llevó a denunciar realidades de la época, en pro de los Derechos Humanos, ocasionando fuertes dificultades con el gobierno de turno, quienes lo expulsaron del país rompiendo relaciones Iglesia-Estado.

Buscando austeridad a su fe inquebrantable se consagró sacerdote sacramentino y luego monje cartujo en Italia, ofrendándose más a la oración y a la adoración eucarística en medio de las persecuciones de Hitler y Mussolini durante la II Guerra Mundial. Por refugiar a los perseguidos, los soldados nazis lo arrestaron, torturaron y fusilaron junto a los monjes cartujos, mostrando firmeza en las adversidades. Con dicho martirio Dios coronó una vida entregada por completa a la causa del Evangelio.

 

Dirección y equipo

La dirección general estuvo a cargo de Pedro Pablo Aguilar, director de Departamento de Comunicación de la CEV y la dirección ejecutiva de Jaime García, productor audiovisual del mismo departamento.

Un equipo formado por músicos, actores del grupo “Expresión Venezuela”, diseñadores, vestuaristas y familiares de este siervo de Dios trabajó durante varios meses para hacer posible este documental, gracias al apoyo de la Fundación Salvador Montes de Oca.

 

 

 

 

Scholas Occurrentes: Primeros ciberencuentros de jóvenes mexicanos

Se dieron cita más de 100 jóvenes

(zenit – 30 abril 2020).- El pasado 28 de abril de 2020, Scholas Occurrentes celebró el II Ciberencuentro Mexicano de Jóvenes, en la que se dieron cita más de 100 jóvenes procedentes de diferentes estados de la República Mexicana, como Oaxaca, Sinaloa, Aguascalientes, Jalisco y Ciudad de México.

En esta línea, Scholas continúa realizando encuentros virtuales de jóvenes con la bendición del Papa Francisco, tal y como comunicaron ayer, 29 de abril de 2020, desde la propia organización a través de una nota.

Coincidiendo con la Fase 3 de la pandemia de COVID-19 en México, los jóvenes tuvieron la oportunidad de encontrarse para compartir cómo están viviendo la situación en la que se encuentran actualmente.

Asimismo, se dividieron en grupos y compartieron sus vivencias personales y emociones y se mostraron entusiasmados de poder tener una oportunidad para reflexionar junto a otros jóvenes mexicanos.

 

Encuentros nacionales

Después de participar del Ciberencuentro Mundial de Jóvenes el pasado mes de marzo, donde se encontraron chicos de todo el mundo, la sede de Scholas México ha tenido sus propios encuentros nacionales de jóvenes mexicanos.

En ambos ciberencuentros estuvieron acompañados por los presidentes mundiales de Scholas Occurrentes, José María del Corral y Enrique Palmeyro y por el presidente del consejo asesor de Scholas México, Héctor Sulaimán.

Igualmente, durante el ciberencuentro los jóvenes estuvieron acompañados en su bienvenida por Paola Rojas, periodista y conductora de Televisa y embajadora de Scholas, y por Laura Carrillo, directora de la Agencia Mexicana de Cooperación AMEXCID. Ambas participantes animaron a los jóvenes a crecer personalmente en medio de esta crisis, a aprender de lo que están viviendo y destacaron la importancia de todos los jóvenes para el desarrollo del país en estos momentos tan críticos.

 

Scholas Occurrentes

Scholas Occurrentes es una organización Internacional de Derecho Pontificio presente en 190 países de los cinco continentes y que a través de su red integra a medio millón de escuelas y redes educativas.

Su misión es lograr la integración de todos los alumnos del mundo a través de propuestas tecnológicas, deportivas y artísticas que promueven la educación desde la cultura del encuentro.

 

 

 

 

Píldoras de esperanza (25): “El que cree, tiene Vida eterna”

Jueves de la III Semana de Pascua
Reflexión sobre los Evangelios diarios

Invocamos al Espíritu Santo

Hoy Espíritu Santo quiero pedirte que llenes de alegría y paz mi corazón y da sabiduría a mi mente para poder entender la Palabra de Dios. Amén.

 

Evangelio según San Juan 6, 44-51.

Jesús dijo a la gente: “Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en el libro de los Profetas: Todos serán instruidos por Dios. Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí.

Nadie ha visto nunca al Padre, sino el que viene de Dios: sólo él ha visto al Padre. Les aseguro que el que cree, tiene Vida eterna. Yo soy el pan de Vida.

Sus padres, en el desierto, comieron el maná y murieron. Pero este es el pan que desciende del cielo, para que aquel que lo coma no muera. Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo”.

Palabra del Señor.

 

¿Qué dice el texto?

Les aseguro que el que cree, tiene Vida eterna.

 

¿Qué nos dice hoy a nosotros Dios en el texto?

Sí Señor, estamos muy contentos de creer en Ti y creyendo tendremos la Vida Eterna. Sobre este tema estamos claros. ¿Pero y en esta vida? ¿Qué nos ofreces?

¡Esa es la pregunta que muchos hoy se hacen! Qué pasa con esta vida, la que hoy vivimos. La que decimos que hemos gastado casi dos meses en nuestras casas y hemos pasado por muchas etapas. Seguridad, Confianza, Miedo, conocer de memoria las películas que quería ver, ya estoy perdiendo la esperanza, ya no voy a recuperar ese tiempo, Lamento lo que quería hacer fuera y no hice, y así seguimos la lista interminable.

Y como si esto que nos pasa fuera poco, hoy muchos quisieran ir al templo parroquial los domingos porque nos ha regresado la efusión por lo religioso, pero no podemos, pues la distancia social nos lo impide. ¡Qué frustración en la que vive mucha gente! Pero, ¿no habrá algo bueno en todo este tiempo?

La fe ha comenzado a crecer de una manera nueva, nuestra distancia social se vuelve una oportunidad para en el encuentro con nosotros mismos. Cuántas virtudes escondidas en mi vida no empecé a desarrollar. Tal vez no nos creíamos hábiles para muchas actividades personales, y ahora hemos podido alcanzar. Hemos visto coros a través del internet donde cada cantante desde muchos lugares diferentes aporta algo nuevo y suma a un coro virtual que podemos escuchar. Esto y muchas cosas más en un tiempo atrás no lo hubiéramos podido apreciar tan bien.

En ese encuentro contigo mismo y con el desarrollo de tus virtudes pregúntate: ¿Cómo está mi fe? ¿Qué tanto he desarrollado un encuentro con nuestro Señor Jesús? ¿Cómo es mi seguridad en el Señor, a pesar de la adversidad que vivimos? En este tiempo de estar en casa, ¿he aprendido a alimentarme del Pan de la Palabra de Dios? Es hora de dar la importancia necesaria a un diálogo profundo con el Señor de la Palabra.

Este día, tan importante para mí, en medio de las situaciones que no niego, pero asumo con fe y esperanza, voy a repetir varias veces la frase que Samuel, después de que el Señor lo llamaba, pudo reconocer su voz. Seguro nos pasa, que al igual que Samuel, el Señor habla y nosotros estamos confundidos y aturdidos. Ahora con mayor claridad le decimos:

“Habla Señor, que tu Siervo te escucha”  (1 sam 3,9).

Te invito a conocer más de nuestro trabajo diario sobre la Lectura Orante de la Biblia.

 

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Fundación Ramón Pané

 

 

 

 

Monseñor Enrique Díaz Díaz: “Voz y puerta”

IV Domingo de Pascua
Hechos de los Apóstoles 2, 14, 36-41: “Dios lo ha constituido Señor y Mesías”

Salmo 22: “El Señor es mi pastor, nada me faltará. Aleluya”

I Pedro 2, 20-25: “Han vuelto ustedes al pastor y guardián de sus vidas”

San Juan 10, 1-10: “Yo soy la puerta de las ovejas”

 

Al contemplar las ingentes multitudes que tiemblan de miedo, que  anhelan la paz y que buscan justicia con dignidad, hastiados, llenos de cólera por un mundo tan descompuesto, forzosamente tenemos que recordar las palabras de Jesús que se autoproclama como el Buen Pastor. Quizás a algunos les suene extraño y hasta protesten porque la imagen del Pastor iría muy unida a la imagen de la oveja, o como decimos entre nosotros, a la imagen del borrego, que ha adquirido un sentido peyorativo de manipulación, de seguimiento ciego, de multitud inconsciente.

Las grandes masas son arrastradas por líderes corruptos o son subyugadas por los medios masivos y que aparecen inconscientes, adormecidas, indiferentes ante las graves situaciones. Y hoy, domingo del Buen Pastor, parece un día propicio para que nuestra reflexión nos lleve a una toma de conciencia de todo lo que estamos haciendo y que ha propiciado que este mundo loco y desquiciado se encuentre al borde del precipicio.

Cristo, Buen Pastor, no quiere adormecernos ni solapar responsabilidades ni de criminales ni de autoridades. Nada más lejano de la intención de Cristo. Ha discutido fuertemente con los principales y los fariseos, y ahora lanza una dura crítica a su liderazgo y a su autoridad. Es por tanto un juicio contra quienes no vigilan, quienes abandonan arrastrando consigo a otros, o bien, contra quienes no se acercan de forma correcta al rebaño. Trae a la memoria la dura imprecación que hace el profeta Ezequiel contra los malos pastores de Israel, tiene su aplicación en contra de los dirigentes de los tiempos de Jesús, pero también es palabra viva para hoy y se presenta como crítica dura y actual contra los dirigentes y malos pastores que no tienen en cuenta al pueblo y solamente se aprovechan de sus privilegios y puestos.

Es una acusación tanto para los lobos como para los pastores, pero también es un fuerte silbido, al mismo tiempo enérgico y cariñoso, para que las ovejas no se duerman o no vayan tras engañosas seguridades. La maldad y la injusticia tienen como responsables tanto a los criminales como a las autoridades, pero también lo son el silencio, la indiferencia y el miedo, de un pueblo que calla, que no se levanta y que no ha hecho lo necesario para sacudirse tanta corrupción y tanta mentira.

Cuando Pedro acusaba a la multitud de responsabilidad ante la muerte de Jesús, con el corazón adolorido preguntaron: “¿Qué tenemos que hacer?”. Y Pedro los invita a una conversión de verdad, no a un cambio de escenario ni a cambios externos. Sugiere un cambio donde se borre definitivamente el pecado y se guíen por el espíritu. También hoy ésta debería ser nuestra pregunta y éstas nuestras actitudes. Deberemos poner a Cristo como nuestro Buen Pastor pero también asumir las actitudes correspondientes a un pueblo responsable y consciente de sus obligaciones y sus derechos. Porque todos estamos de acuerdo en reconocer que Cristo es el verdadero pastor, opuesto al mercenario, y es el único guía seguro que va delante de las ovejas y que abre el camino; pero no estamos dispuestos a soportar un examen sobre nuestro papel de pastores, cuidadores y educadores de un pueblo, de una comunidad o de una familia.

Las palabras exigentes de Jesús sobre los bandidos, ladrones y mercenarios, fácilmente las aplicamos a las autoridades, a los responsables y a quienes tienen el deber de velar por nuestros pueblos. Y tenemos razón, porque ellos deben tener muy en cuenta el ejemplo de Cristo y cualquier autoridad o líder moral, tiene la obligación de velar por el bienestar de los ciudadanos y no de aprovecharse de ellos. Pero al mismo tiempo, estas palabras de Cristo son para cada uno de nosotros que tenemos alguna responsabilidad frente a las demás personas: padres de familia, maestros, coordinadores, sacerdotes, catequistas, autoridades… todos tenemos que mirarnos en esta imagen de Jesús y ver cómo estamos realizando nuestra tarea.

El pasaje de este día también insiste en una clara diferencia entre la voz del pastor y la voz del mercenario. La voz del pastor llega hasta nuestro interior y nos da vida. Pero también se escuchan otras voces que adormecen, que engañan y que intimidan. Lo más triste es que hay quienes siguen esas voces y terminan en la muerte. Tendremos que discernir cuál voz estamos siguiendo. Al mismo tiempo Jesús afirma: “Yo soy la puerta de las ovejas”. Una puerta tiene una doble función: abrir y cerrar; proteger y dejar entrar. En este caso es una puerta de exclusión para los salteadores y ladrones y puerta de acceso para los verdaderos pastores.

Una puerta cerrada para quien busca su propio interés y abierta para quien busca dar vida. Una puerta abierta a la libertad y a la intimidad. Y Cristo nos invita a pasar por esa puerta que es Él mismo para abrirnos a la verdadera libertad. Al mismo tiempo es una puerta cerrada a la mentira, a la injusticia y al mal. Jesús nos ofrece un criterio para ver a quién dejamos entrar por esa puerta y cuáles voces escuchamos, “que tengan vida y la tengan en abundancia”. Lo que mata al pueblo, lo que limita la vida, lo que la oscurece, no podemos dejarlo entrar ni permitir que nos manipule.

Este Domingo del Buen Pastor se nos presenta como un silbido potente que nos despierta y nos pone en alerta. No puede el discípulo permanecer pasivo porque la indiferencia ante la injusticia es grave pecado de omisión. Y al mismo tiempo nos invita a estar atentos a distinguir las voces que dan vida plena, de aquellas voces que llevan a la muerte y a la corrupción. ¿Qué estamos haciendo? ¿Vivimos pasivos ante la injusticia, la corrupción y la maldad? ¿Cuál es nuestra responsabilidad cuando al mismo tiempo somos pastores y ovejas?

Jesús, Buen Pastor, enséñanos a dar la vida por las ovejas a nosotros encomendadas, danos la inteligencia y el valor suficientes para proteger a la comunidad, a los jóvenes y a los niños, y concédenos reconocerte a Ti como nuestra Puerta y nuestro Pastor. Amén.

 

 

 

 

San Ricardo Pampuri, 1 de mayo

Orden de Hermanos Hospitalarios
“Este joven cirujano, conocido como doctor santo, e integrante de la Orden de Hermanos Hospitalarios llevó a cabo una intensa labor apostólica en su vida profesional y eclesial. Fue un gran médico de cuerpos y de almas”

En esta festividad de san José Obrero, se celebra también la vida de este santo que nació el 2 de agosto de 1897 en Trivolzio, Pavia, Italia. Al bautizarle le impusieron el nombre de Herminio Felipe, tomando el de Ricardo en su vida religiosa. Era el décimo de once hermanos. A los tres años perdió a su madre y su familia materna se ocupó de él. En 1907 falleció su padre en un accidente de tráfico. Arropado por su tíos Carlos y María, que secundó a su madre lo mejor que pudo, se impregnó de la fe que había en el hogar. Solía orar ante el Sagrario, mostraba gran devoción por la Eucaristía, acostumbraba a rezar el rosario diariamente –del que luego dijo: “este es mi arma predilecta, con esta corona el diablo huye”–, eran frecuentes sus obras de misericordia y fue excelente catequista. Un estado permanente de oración envolvía sus acciones cotidianas.

Su anhelo era ser sacerdote y misionero, pero su salud era delicada y sus familiares le disuadieron, aunque no le pusieron trabas para colaborar con la Acción Católica. Mientras, recibía formación en distintos centros. Y al culminar los estudios en el Liceo se matriculó en la facultad de medicina de la universidad de Pavía. Su tío Carlos, médico, le había animado. Sabía que una persona sensible como él, ferviente católico además, podría asistir a los enfermos con una calidad que está muy por encima del hecho meramente instrumental, clínico, y de una labor profesional impecable que se supone y espera de todo médico. Y efectivamente, el santo tuvo claro que quien tenía frente a él era una persona con sus necesidades espirituales y materiales. Que un galeno ha de buscar remedios para el cuerpo del paciente, pero en manera alguna puede descuidar su alma.

En abril de 1917, en medio de la Guerra Mundial, fue reclutado y tuvo que partir a filas. Al ser estudiante de medicina fue trasladado a la primera línea de fuego. Allí veía el trágico fin de sus compañeros en medio de incontables atrocidades, inútil masacre que acompaña a la barbarie. Luego fue destinado en otra zona algo alejada de la batalla, quedando fuera de peligro. Y cuando el 24 de octubre de ese año el ejército italiano estuvo a punto de ser derrotado, hubo orden de retroceso para todos los soldados, que abandonaron el hospital de campaña y los recursos que tenía. Entonces Ricardo los recogió depositándolos en una carreta tirada por una vaca que condujo durante 24 h. en medio de una brutal y persistente tempestad. Calado hasta los huesos, temblando de frío, puso a salvo todo. Le concedieron la medalla de bronce y el ascenso, pero le quedó como recuerdo una pleuresía de grave repercusión para su vida posterior.

En 1921 obtuvo el título de doctor en medicina y cirugía, y se dispuso a poner en práctica sus conocimientos primeramente junto a su tío Carlos, y luego como suplente en Vernate, hasta que obtuvo la plaza de médico rural en Morimondo, Milán. En esta localidad fue de gran ayuda para el párroco. Fundó con él el Círculo de la Juventud de Acción Católica, de la que fue su primer presidente, y hasta organizó una banda de música, iniciativas que encomendó a san Pío X. Ejercía su apostolado también en otros frentes, como secretario de la comisión misionera de la parroquia, impulsaba ejercicios espirituales para jóvenes y trabajadores, y muchas veces se hacía cargo de los gastos.

Ejerció como médico rural durante seis años. Fue un profesional ejemplar (no solo docto, que también lo era), que asistía a los enfermos sin medir riesgos. Sus pacientes eran mayormente pobres, y movido por su caridad y generosidad les proporcionaba solícitamente no solo la asistencia gratuita sino los medicamentos, alimentos, vestido e incluso dinero. Mientras, había completado estudios durante dos años más, obteniendo la especialización en obstetricia y ginecología. En 1923 fue habilitado como oficial sanitario en la universidad de Pavía. Allí se integró en el círculo universitario Severino Boecio, y colaboró con las conferencias de San Vicente de Paúl. En la primavera de ese año conoció a Riccardo Beretta, que se convirtió en su director espiritual. Y de su mano vislumbró su vocación religiosa. Intentó vincularse a los jesuitas y a los franciscanos, pero su salud era tan precaria que lo rechazaron.

En junio de 1927 ingresó en Milán en la Orden de Hermanos Hospitalarios (Fatebenefratelli). Hizo el noviciado en Brescia y profesó en 1928 tomando el nombre de Ricardo en honor al padre Beretta. En esta ciudad los Hermanos de San Juan de Dios tenían un hospital y fue nombrado director del gabinete de odontología. A este centro acudían fundamentalmente los más necesitados y los obreros, a los que atendió caritativamente, como siempre había hecho. Quienes recibían directamente sus cuidados le estimaban y consideraban una persona fuera de lo común, aunque esta admiración por la virtud que apreciaban en él la tenían también sus hermanos de comunidad, sus compañeros médicos, y el personal sanitario en general. Asumía los trabajos humildes con la misma elegancia y dedicación que su trabajo como médico.

De su vida espiritual, cincelada por la santidad en lo ordinario, dan constancia también las 66 cartas que dirigió a su hermana María Longina, franciscana misionera del Corazón Inmaculado de María que se hallaba destinada en Egipto. El coloquio que ambos mantuvieron pone de manifiesto la grandeza de corazón de este santo, que tuvo en su hermana un modelo a seguir. La vida de Ricardo fue corta. Murió con 33 años el 1 de mayo de 1930 después de agravarse la pleuritis que contrajo en la guerra y que se convirtió en una broncopulmonía. Su breve estancia en Torrino en 1929 obligado por la inflamación pulmonar no le sirvió de nada, como tampoco el traslado sugerido por sus familiares de Brescia a Milán para atenderle convenientemente. No hubo forma de dilatar su existencia. Juan Pablo II lo beatificó el 4 de octubre de 1981, y lo canonizó el 1 de noviembre de 1989. Sus restos se veneran en la iglesia parroquial de Trivolzio, donde era conocido como “doctor santo”.