Servicio diario - 21 de octubre de 2020


 

AUDIENCIA GENERAL
Audiencia general: Orar con los salmos “nos abre al absoluto”
Gabriel Sales Triguero
Ciclo sobre la oración

DOCUMENTOS
Encuentro de Oración: Firma del Llamamiento por la Paz
Larissa I. López
Por líderes religiosos del mundo

IGLESIA LOCAL
Latinoamérica: Obispos condenan la violencia contra iglesias en Chile
Larissa I. López
El pasado 18 de octubre

AUDIENCIA GENERAL
Audiencia general: Catequesis completa, la oración “centro de la vida”
Gabriel Sales Triguero
“Sagrado temor de Dios”

DICASTERIOS
Buque hundido en el mar de Japón: Ayuda del Papa a familias de tripulantes
Larissa I. López
Cercanía y solidaridad

AUDIENCIA GENERAL
Papa Francisco: Juan Pablo II, santo “de profunda espiritualidad”
Larissa I. López
Mañana se celebra su fiesta

DOCUMENTOS
Europa y Latinoamérica: Políticos católicos se unen en torno a ‘Fratelli tutti’
Larissa I. López
Respuesta al llamado del Papa

AUDIENCIA GENERAL
El Papa propone la oración como “antídoto a toda indiferencia”
Gabriel Sales Triguero
Saludo a fieles de lengua española

IGLESIA LOCAL
Guatemala: Iglesia presenta la encíclica del Papa ‘Fratelli tutti’
Cristhian Alvarenga
Y piden una mejor política

IGLESIA LOCAL
España: El Papa nombra al nuevo obispo de León
Larissa I. López
Mons. Luis Ángel de las Heras

ANÁLISIS
Monseñor Felipe Arizmendi: “No apoltronarse”
Felipe Arizmendi Esquivel
“¡No hay por qué pretender grandezas!”

TESTIMONIOS
San Juan Pablo II, 22 de octubre
Isabel Orellana Vilches
El para que inspiró a los jóvenes


 

 

 

Audiencia general: Orar con los salmos “nos abre al absoluto”

Ciclo sobre la oración

octubre 21, 2020 11:02

Audiencia General

(zenit – 21 oct. 2020).- En la audiencia general de esta mañana, el Papa Francisco ha descrito la oración de los salmos como algo “fundamental, que nos abre al absoluto”, evitando “que nos dejemos llevar por la voracidad predadora y poder así llegar a ser plenamente humanos”.

Hoy, 21 de octubre de 2020, el Santo Padre se ha reunido con los fieles en el Aula Pablo VI, y ha retomado las catequesis sobre la oración, bajo el tema “La oración de los salmos”, a la que ha puesto fin en esta sesión.

Continuando con los protocolos para frenar la COVID-19, Francisco no ha podido acercarse a saludar a los fieles que se han acudido al Aula Pablo VI.

En sus palabras en español, Francisco se ha referido a una figura que el salterio presenta a menudo: “el impío”, que es aquél “que vive como si Dios no existiese y cerrado a la trascendencia”.

 

La oración como antídoto

El Pontífice ha señalado que existe una “oración falsa”, en la que se busca “ser admirados, cubrir las propias necesidades o encontrar consuelo“, en la que “el hermano no está presente”, y, por tanto, no es “una oración cristiana”.

Citando el Padrenuestro, ha subrayado como en esta plegaria “el otro se hace importante y nosotros responsables”. Es por esto, continuó, que en la oración encontramos gran cantidad de oraciones íntimas y comunitarias, de modo que la “plegaria personal se alimenta de la liturgia y se convierte en patrimonio de todos” y viceversa.

 

Dios sitúa al hombre

En definitiva, para el Obispo de Roma, “donde está Dios, debe estar el prójimo”. Quien dice amar a Dios y no ama a su hermano “es un mentiroso”, y por ello los salmos lo manifiestan constantemente “para que veamos en ellos la imagen que Dios ha impreso de sí mismo en cada uno de nosotros”.

Este libro de la Biblia recuerda que Dios “escucha el grito de los pobres, nos amonestan sobre el peligro de poner nuestra confianza en las riquezas y abren nuestra mente a su diseño de salvación que está por encima de los planes de las naciones”, concluyó.

 

 

 

 

Encuentro de Oración: Firma del Llamamiento por la Paz

Por líderes religiosos del mundo

octubre 21, 2020 10:05

Documentos
Papa Francisco

(zenit – 21 oct. 2020)-. Representantes de las principales religiones del mundo firmaron un Llamamiento por la Paz durante el 34º Encuentro Internacional de Oración por la Paz ayer, 20 de octubre de 2020, en la plaza del Capitolio de Roma, Italia.

El evento, titulado “Nadie se salva solo. Paz y Fraternidad” y promovido por la Comunidad Sant’Egidio,  contó con la participación del Papa Francisco y del patriarca Bartolomé I junto con representantes del judaísmo, el islam y el budismo, así como con la presencia del presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella.

Después de los discursos de los representantes de las religiones del mundo – ortodoxos, judíos, musulmanes, budistas, sijs – y del Santo Padre, tuvo lugar la lectura de este llamado por parte de una joven.

 

Firma del llamamiento

Los líderes religiosos entregaron a un grupo de niños, que representaban a los diferentes pueblos y culturas del mundo, el texto del llamamiento. Los pequeños, a su vez, brindaron el documento a los embajadores y representantes de la política nacional e internacional situados en las primeras filas.

A continuación, el Santo Padre y los representantes se turnaron para encender una vela y firmar el llamamiento.

 

Tiempo de soñar con la paz

En el texto afirman que “la guerra es un fracaso de la política y de la humanidad” y se comprometen a “a vivir y a proponer solemnemente a los responsables de los Estados y a los ciudadanos del mundo este llamamiento a la paz”.

Asimismo, exhortan a “utilizar los recursos empleados en producir armas cada vez más destructivas, promotoras de muerte, para elegir la vida, curar la humanidad y nuestra casa común”.

“Es tiempo de soñar de nuevo, con valentía, que la paz es posible, que la paz es necesaria, que un mundo sin guerras no es una utopía. Por eso queremos decir una vez más: ‘¡Nunca más la guerra!’”, describe el llamado.

 

Diálogo como antídoto

Igualmente, el texto propone el “diálogo leal, perseverante y valiente” como “antídoto contra la desconfianza, la división y la violencia”, pues este “disuelve desde la raíz las razones de las guerras, que destruyen el proyecto de fraternidad inscrito en la vocación de la familia humana”.

“Las injusticias del mundo y de la historia se sanan no con el odio y la venganza, sino con el diálogo y el perdón”, agrega.

A continuación, sigue el texto completo del Llamamiento por la Paz.

***

 

Llamamiento por la Paz

Congregados en Roma en el “espíritu de Asís”, espiritualmente unidos a los creyentes de todo el mundo y a las mujeres y a los hombres de buena voluntad, hemos rezado todos juntos para implorar el don de la paz en nuestra tierra. Hemos recordado las heridas de la humanidad, tenemos en el corazón la oración silenciosa de tantas personas que sufren, frecuentemente sin nombre y sin voz. Por esto nos comprometemos a vivir y a proponer solemnemente a los responsables de los Estados y a los ciudadanos del mundo este llamamiento a la paz.

En esta plaza del Campidoglio, poco después del mayor conflicto bélico que la historia recuerde, las naciones que se habían enfrentado estipularon un pacto, fundado sobre un sueño de unidad, que posteriormente se llevó a cabo: la Europa unida. Hoy, en este tiempo de desorientación, golpeados por las consecuencias de la pandemia de Covid-19, que amenaza la paz aumentando las desigualdades y los miedos, decimos con fuerza: nadie puede salvarse solo, ningún pueblo, nadie.

Las guerras y la paz, las pandemias y el cuidado de la salud, el hambre y el acceso al alimento, el calentamiento global y la sostenibilidad del desarrollo, los desplazamientos de las poblaciones, la eliminación del peligro nuclear y la reducción de las desigualdades no afectan únicamente a cada nación. Lo entendemos mejor hoy, en un mundo lleno de conexiones, pero que frecuentemente pierde el sentido de la fraternidad. Somos hermanas y hermanos, ¡todos! Recemos al Altísimo que, después de este tiempo de prueba, no haya más un “los otros”, sino un gran “nosotros” rico de diversidad. Es tiempo de soñar de nuevo, con valentía, que la paz es posible, que la paz es necesaria, que un mundo sin guerras no es una utopía. Por eso queremos decir una vez más: “¡Nunca más la guerra!”.

Desgraciadamente, la guerra ha vuelto a parecerle a muchos un camino posible para la solución de las controversias internacionales. No es así. Antes de que sea demasiado tarde, queremos recordar a todos que la guerra deja siempre el mundo peor de como lo había encontrado. La guerra es un fracaso de la política y de la humanidad.

Requerimos a los gobernantes que rechacen el lenguaje de la división, que está sostenida frecuentemente por sentimientos de miedo y de desconfianza, y para que no se emprendan caminos de vuelta atrás. Miremos juntos a las víctimas. Hay muchos, demasiados conflictos todavía abiertos.

A los responsables de los Estados les decimos: trabajemos juntos por una nueva arquitectura de la paz. Unamos las fuerzas por la vida, la salud, la educación y la paz. Ha llegado el momento de utilizar los recursos empleados en producir armas cada vez más destructivas, promotoras de muerte, para elegir la vida, curar la humanidad y nuestra casa común. ¡No perdamos el tiempo! Comencemos por objetivos alcanzables: unamos desde hoy los esfuerzos para contener la difusión del virus hasta que tengamos una vacuna que sea idónea e accesible a todos. Esta pandemia nos está recordando que somos hermanas y hermanos de sangre.

A todos los creyentes, a las mujeres y a los hombres de buena voluntad, les decimos: seamos con creatividad artesanos de la paz, construyamos amistad social, hagamos nuestra la cultura del diálogo. El diálogo leal, perseverante y valiente es el antídoto contra la desconfianza, la división y la violencia. El diálogo disuelve desde la raíz las razones de las guerras, que destruyen el proyecto de fraternidad inscrito en la vocación de la familia humana.

Nadie puede sentirse que debe lavarse las manos. Somos todos corresponsables. Todos necesitamos perdonar y ser perdonados. Las injusticias del mundo y de la historia se sanan no con el odio y la venganza, sino con el diálogo y el perdón.

Que Dios inspire estos ideales en todos nosotros y este camino que hacemos juntos, plasmando los corazones de cada uno y haciéndonos mensajeros de paz.

 

Roma, Campidoglio, 20 de octubre de 2020.

 

© Librería Editora Vaticana

 

 

 

 

Latinoamérica: Obispos condenan la violencia contra iglesias en Chile

El pasado 18 de octubre

octubre 21, 2020 11:34

Iglesia Local
Justicia y Paz

(zenit – 21 oct. 2020)-. Los obispos de la Presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) expresan su solidaridad con la Iglesia de Chile y condenan los actos violentos contra las iglesias de la Asunción de la Virgen María y San Francisco de Borja el pasado domingo, 18 de octubre de 2020.

Tal y como informó L’Osservatore Romano, la manifestación en la plaza Italia, Santiago de Chile, para conmemorar el primer aniversario del inicio de la gran movilización social que estalló 18 octubre de 2019, después de un comienzo pacífico, fue empeorando cada vez más hasta que se corrompió.

 

Asaltos y quema de iglesias

Hombres encapuchados asaltaron primero unas cuantas tiendas y luego prendieron fuego a dos iglesias, la de San Francisco de Borja y la de la Asunción, ambas ubicadas en el centro de Santiago.

La primera, que es utilizada regularmente por la fuerza policial para las ceremonias institucionales, se salvó gracias a la intervención del Cuerpo de Bomberos, mientras que la iglesia de la Asunción, una de las más antiguas de la capital chilena, ha quedado casi destruida.

 

Condena de los actos

“Condenamos este y cualquier acto de sacrilegio o profanación que atente contra la vida espiritual de los fieles y el trabajo evangelizador de la Iglesia, especialmente en estos difíciles tiempos de pandemia que nos toca vivir”, se lee en el mensaje dirigido al presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Monseñor Santiago Silva Retamales.

Los representantes del organismo eclesial confían en que las autoridades esclarezcan con celeridad este acto de violencia “que no puede se puede aceptar de ninguna manera”, sin importar su origen, porque “todos debemos seguir haciendo esfuerzos para vivir en paz, armonía y trabajar por el progreso de nuestros pueblos”.

Igualmente, remiten a las palabras del Papa Francisco que indicó que “en un mundo en el que diversas formas de tiranía moderna trata de suprimir la libertad religiosa, o de reducirla a una subcultura sin derecho a voz y voto en la plaza pública o de utilizar la religión como pretexto para el odio y la brutalidad, es necesario que los fieles de las diversas religiones unan sus voces para clamar por la paz, la tolerancia y el respeto a la dignidad y derechos de los demás” (Discurso en el Independence Mall de Filadelfia, Estados Unidos, 26 de septiembre de 2015).

 

 

 

 

Audiencia general: Catequesis completa, la oración “centro de la vida”

“Sagrado temor de Dios”

octubre 21, 2020 13:48

Audiencia General

(zenit – 21 oct. 2020).- En la catequesis de la audiencia general de hoy, 21 de octubre de 2020, el Papa Francisco ha afirmado que “la oración es la salvación del ser humano”, el “centro de la vida”.

Hoy, 21 de octubre de 2020, el Santo Padre ha continuado con el ciclo de catequesis sobre la oración reflexionando por segunda y última vez en torno al tema “La oración de los salmos”.

La cita de la audiencia general de este miércoles ha tenido lugar en el Aula Pablo VI del Vaticano, ante la presencia de fieles y peregrinos, a los que Francisco no ha podido saludar de cerca debido a los protocolos de prevención de la COVID-19.

Antes de comenzar con la catequesis, Francisco ha señalado la novedad de la forma de realizar el saludo habitual, y ha expresado su pesar por no poder acercarse a saludar por el riesgo de contagio y para garantizar la seguridad de los asistentes.

 

La oración del niño que llora

Previamente a la catequesis sobre la oración en los salmos, el Papa ha comparado la imagen de una madre que amamanta a su hijo con la de “Dios con nosotros”. “Cuando en la Iglesia sucede esto, cuando un niño llora”,  relató, “se sabe que ahí está la ternura de una madre, está la ternura de una madre que es el símbolo de la ternura de Dios con nosotros”.

Asimismo, dijo “no mandéis nunca callar a un niño que llora en la iglesia, nunca, porque es la voz que atrae la ternura de Dios”.

 

El impío y la oración verdadera

Remitiendo a los salmos, el Pontífice habló de la figura negativa del impío que surge a menudo en ellos: “aquella que vive como si Dios no existiera”, la persona que no tiene “ninguna referencia al trascendente, sin ningún freno de su arrogancia, que no teme juicios sobre lo que piensa y lo que hace”.

Frente a ello, apuntó que el salterio presenta la “oración como la realidad fundamental de la vida, la referencia al absoluto y al trascendente”. Esto es lo que “nos hace plenamente humanos”, es el “límite que nos salva de nosotros mismos, impidiendo que nos abalancemos sobre esta vida de forma rapaz y voraz”, en definitiva, la oración es “la salvación del ser humano”.

El Obispo de Roma también indicó que existe una “oración falsa, hecha solo para ser admirados por los otros” y se refirió a las personas que “van a Misa solamente para demostrar que son católicos” o para “hacer una buena figura social”

En este sentido, remarcó que cuando el verdadero espíritu de la oración se acoge con “sinceridad” y desde el corazón, esta nos lleva a “contemplar la realidad con los ojos mismos de Dios”.

 

El salterio, la gran escuela

Asimismo, el Papa Francisco subrayó que la oración es el “centro de la vida”, advirtiendo del mal servicio que supone el de realizarla con cansancio, rezando “como los loros”. “Si hay oración, el hermano, la hermana, también el enemigo, se vuelve importante”, pues “quien adora a Dios, ama a sus hijos” y, por tanto, “quien respeta a Dios, respeta a los seres humanos”.

Después, el Santo Padre afirmó que el libro de los salmos es una “gran escuela” para “aprender esta forma de rezar”, ya que el salterio no usa siempre “palabras refinadas y amables”, sino que lleva a menudo “marcadas las cicatrices de la existencia”.

En definitiva, para Francisco, “donde está Dios, también debe estar el hombre”, de manera que ”si uno dice ‘amo a Dios’ y aborrece a su hermano, es un mentiroso”. “Quien ama a Dios, ame también a su hermano”, remarcó, aclarando que el Señor “no sostiene el ateísmo de quien niega la imagen divina que está impresa en todo ser humano”.

A continuación, sigue el texto completo de la catequesis del Papa.

***

 

Catequesis – 11. La oración de los salmos 2

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy tendremos que cambiar un poco la forma de realizar esta audiencia por causa del coronavirus. Vosotros estáis separados, también con la protección de la mascarilla y yo estoy aquí un poco distante y no puedo hacer lo que hago siempre, acercarme a vosotros, porque sucede que cada vez que yo me acerco, vosotros venís todos juntos y se pierde la distancia y está el peligro para vosotros del contagio. Siento hacer esto pero es por vuestra seguridad.

En vez de ir cerca de vosotros y darnos la mano y saludar, nos saludamos desde lejos, pero sabed que yo estoy cerca de vosotros con el corazón. Espero que entendáis por qué hago esto. Por otro lado, mientras leían los lectores el pasaje evangélico, me ha llamado la atención ese niño o niña que lloraba. Yo veía a la madre que le acunaba y le amamantaba y he pensado: “así hace Dios con nosotros, como esa madre”. Con cuánta ternura trataba de mover al niño, de amamantar.

Son imágenes bellísimas. Y cuando en la iglesia sucede esto, cuando un niño llora, se sabe que ahí está la ternura de una madre, como hoy, está la ternura de una madre que es el símbolo de la ternura de Dios con nosotros. Nunca hacer callar a un niño que llora en la iglesia, nunca, porque es la voz que atrae la ternura de Dios. Gracias por tu testimonio.

Completamos hoy la catequesis sobre la oración de los Salmos. Ante todo notamos que en los Salmos aparece a menudo una figura negativa, la del “impío”, es decir aquel o aquella que vive como si Dios no existiera. Es la persona sin ninguna referencia al trascendente, sin ningún freno a su arrogancia, que no teme juicios sobre lo que piensa y lo que hace.

Por esta razón el Salterio presenta la oración como la realidad fundamental de la vida. La referencia al absoluto y al trascendente —que los maestros de ascética llaman el “sagrado temor de Dios”— es lo que nos hace plenamente humanos, es el límite que nos salva de nosotros mismos, impidiendo que nos abalancemos sobre esta vida de forma rapaz y voraz. La oración es la salvación del ser humano.

Cierto, existe también una oración falsa, una oración hecha solo para ser admirados por los otros. Ese o esos que van a misa solamente para demostrar que son católicos o para mostrar el último modelo que han comprado, o para hacer una buena figura social. Van a una oración falsa. Jesús ha advertido fuertemente sobre esto (cfr. Mt 6, 5-6; Lc 9, 14). Pero cuando el verdadero espíritu de la oración es acogido con sinceridad y desciende al corazón, entonces esta nos hace contemplar la realidad con los ojos mismos de Dios.

Cuando se reza, todo adquiere “espesor”. Esto es curioso en la oración, quizá empezamos en una cosa sutil pero en la oración esa cosa adquiere espesor, adquiere peso, como si Dios la tomara en sus manos y la transformase. El peor servicio que se puede prestar, a Dios y también al hombre, es rezar con cansancio, como si fuera un hábito. Rezar como los loros. No, se reza con el corazón.

La oración es el centro de la vida. Si hay oración, también el hermano, la hermana, también el enemigo, se vuelve importante. Un antiguo dicho de los primeros monjes cristianos dice así: “Beato el monje que, después de Dios, considera a todos los hombres como Dios” (Evagrio Póntico, Tratado sobre la oración, n. 123). Quien adora a Dios, ama a sus hijos. Quien respeta a Dios, respeta a los seres humanos.

Por esto, la oración no es un calmante para aliviar las ansiedades de la vida; o, de todos modos, una oración de este tipo no es seguramente cristiana. Más bien la oración responsabiliza a cada uno de nosotros. Lo vemos claramente en el “Padre nuestro”, que Jesús ha enseñado a sus discípulos.

Para aprender esta forma de rezar, el Salterio es una gran escuela. Hemos visto cómo los salmos no usan siempre palabras refinadas y amables, y a menudo llevan marcadas las cicatrices de la existencia.  Sin embargo, todas estas oraciones han sido usadas primero en el Templo de Jerusalén y después en las sinagogas; también las más íntimas y personales. Así se expresa el Catecismo de la Iglesia Católica: “Las múltiples expresiones de oración de los Salmos se hacen realidad viva tanto en la liturgia del templo como en el corazón del hombre” (n. 2588). Y así la oración personal toma y se alimenta de la del pueblo de Israel, primero, y de la del pueblo de la Iglesia, después.

También los salmos en primera persona singular, que confían los pensamientos y los problemas más íntimos de un individuo, son patrimonio colectivo, hasta ser rezados por todos y para todos. La oración de los cristianos tiene esta “respiración”, esta “tensión” espiritual que mantiene unidos el templo y el mundo.

La oración puede comenzar en la penumbra de una nave, pero luego termina su recorrido por las calles de la ciudad. Y viceversa, puede brotar durante las ocupaciones diarias y encontrar cumplimiento en la liturgia. Las puertas de las iglesias no son barreras, sino “membranas” permeables, listas para recoger el grito de todos.

En la oración del Salterio el mundo está siempre presente. Los salmos, por ejemplo, dan voz a la promesa divina de salvación de los más débiles: “Por la opresión de los humildes, por el gemido de los pobres, ahora me alzo yo, dice Yahveh: auxilio traigo a quien por él suspira” (12, 6). O advierten sobre el peligro de las riquezas mundanas, porque “el hombre en la opulencia no comprende, a las bestias mudas se asemeja” (48, 21). O, también, abren el horizonte a la mirada de Dios sobre la historia: “Yahveh frustra el plan de las naciones, hace vanos los proyectos de los pueblos; mas el plan de Yahveh subsiste para siempre, los proyectos de su corazón por todas las edades” (33,10-11).

En resumen, donde está Dios, también debe estar el hombre. La Sagrada Escritura es categórica: “Nosotros amemos, porque él nos amó primero”. Él siempre va antes que nosotros. Él nos espera siempre porque nos ama primero, nos mira primero, nos entiende primero. Él nos espera siempre. Si alguno dice “Amo a Dios”, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve.

Si tú rezas muchos rosarios al día pero luego chismorreas sobre los otros, y después tienes rencor dentro, tienes odio contra los otros, esto es artificial puro, no es verdad. Y hemos recibido de él este mandamiento: quien ama a Dios, ame también a su hermano” (1 Jn 4, 19-21). La Escritura admite el caso de una persona que, incluso buscando sinceramente a Dios, nunca logra encontrarlo; pero afirma también que las lágrimas de los pobres no se pueden negar nunca, so pena de no encontrar a Dios. Dios no sostiene el “ateísmo” de quien niega la imagen divina que está impresa en todo ser humano.

Ese ateísmo de todos los días: yo creo en Dios pero con los otros mantengo la distancia y me permito odiar a los otros. Esto es el ateísmo práctico. No reconocer la persona humana como imagen de Dios es un sacrilegio, es una abominación, es la peor ofensa que se puede llevar al templo y al altar.

Queridos hermanos y hermanas, que la oración de los salmos nos ayude a no caer en la tentación de la “impiedad”, es decir de vivir, y quizá también de rezar, como si Dios no existiera, y como si los pobres no existieran.

 

© Librería Editora Vaticana

 

 

 

 

Buque hundido en el mar de Japón: Ayuda del Papa a familias de tripulantes

Cercanía y solidaridad

octubre 21, 2020 17:22

Dicasterios
Papa Francisco

(zenit – 21 oct. 2020)-. El Papa Francisco, a través del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral, ha decidido enviar una contribución económica a todas las familias de la tripulación del buque hundido en el mar de Japón, informa el citado Dicasterio en un comunicado difundido hoy, 21 de octubre de 2020.

Esta embarcación, en la que viajaban 39 filipinos, 2 australianos y 2 neozelandeses, “se hundió en el mar del Japón cerca de la isla de Amami Ōshima el pasado 2 de septiembre, después de experimentar una avería en el motor principal mientras estaba en curso el tifón Maysak”, indica la nota.

El barco navegaba desde el puerto de Napier (Nueva Zelanda) hasta el de Jingtang, Tangshan (China),

 

Ayuda económica, espiritual y psicológica

La ayuda económica, en colaboración con las nunciaturas apostólicas y el Apostolado del Mar Stella Maris de Filipinas, Australia y Nueva Zelanda, “se entregará personalmente a las familias de los desaparecidos y de los dos supervivientes, junto con un pequeño regalo personal del Papa Francisco, para mostrar su cercanía y solidaridad”, continúa el texto.

Esta contribución va acompañada, desde los primeros días del naufragio, “de un apoyo espiritual, psicológico y personalizado ofrecido a las familias filipinas por un equipo de profesionales, capellanes y hermanas de los Centros Stella Maris de esa nación”.

El apoyo, que debido a las restricciones de COVID-19 se ha llevado a cabo hasta el momento por medio de las redes sociales y de una plataforma digital, continuará durante varios meses.

Esta obra se encomienda a María Estrella del Mar, “protectora de los marinos, para que infunda valor y fortaleza a todos los familiares para afrontar el futuro sin incertidumbres sino con confianza y serenidad”, concluye el comunicado.

 

 

 

 

Papa Francisco: Juan Pablo II, santo “de profunda espiritualidad”

Mañana se celebra su fiesta

octubre 21, 2020 15:14

Audiencia General

(zenit – 21 oct. 2020)-. El Papa Francisco ha recordado que mañana la Iglesia celebra la memoria litúrgica de san Juan Pablo II “en el año jubilar del centenario de su nacimiento”, durante la audiencia general celebrada hoy, 21 de octubre de 2020.

Como es costumbre, el Santo Padre ha dirigido un saludo a los polacos, resaltando que este santo de Polonia era “un hombre de profunda espiritualidad” que “contemplaba el rostro luminoso de Dios cada día en la oración litúrgica y la meditación de los salmos”.

Igualmente, Francisco invitó a todos los cristianos a comenzar sus días “antes de embarcarse en los no siempre fáciles caminos de la vida diaria”.

 

“La oración de los salmos”

En la catequesis de esta mañana, el Papa ha reflexionado en torno al tema de “La oración de los salmos”, dentro de la serie dedicada a la oración.

A lo largo de la misma, el Pontífice ha destacado que la oración es el “centro de la vida”. “Si hay oración, también el hermano, la hermana, también el enemigo, se vuelve importante”, pues “quien adora a Dios, ama a sus hijos” y, por tanto, “quien respeta a Dios, respeta a los seres humanos”.

 

El primer papa polaco

Juan Pablo II, Karol Wojtyla, nació el 18 de mayo de 1920 y fue el 264º papa de la Iglesia Católica. Se trataba entonces del primer pontífice polaco y el primer papa no italiano en ser elegido después de 455 años.

Su pontificado se prolongó desde el año 1978 al 2 de abril 2005, fecha de su fallecimiento. En el mismo año de su muerte, su sucesor, Benedicto XVI, comunicó el inicio del proceso de beatificación del papa polaco, que tuvo lugar el 1 de mayo de 2011.

El 27 de abril de 2014 fue canonizado, junto con Juan XIII, en una ceremonia oficiada por el Papa Francisco.

 

 

 

 

Europa y Latinoamérica: Políticos católicos se unen en torno a ‘Fratelli tutti’

Respuesta al llamado del Papa

octubre 21, 2020 17:02

Documentos

(zenit – 21 oct. 2020)-. El cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, junto con la Academia Latinoamericana de Líderes Católicos crean una Red Iberoamericana de políticos católicos en Latinoamérica y Europa para responder al llamado del Papa Francisco en su encíclica Fratelli Tutti.

Este grupo de católicos con responsabilidades políticas se reunieron de forma virtual por primera vez este martes, 20 de octubre de 2020, informa la archidiócesis de Madrid en una nota.

Efectivamente, esta red constituye una respuesta a la llamada que hace el Santo Padre en Fratelli tutti a los políticos, a quienes invita a “acercarse, expresarse, escucharse, mirarse, conocerse, tratar de comprenderse, buscar puntos de contacto… a dialogar”.

Un total de 21 representantes públicos de Europa e Iberoamérica, de todos los colores políticos, se han adherido a esta iniciativa.

 

Políticos europeos y latinoamericanos

Junto a los políticos españoles, la red está compuesta también por representantes de Italia, Brasil, México, Colombia, Argentina, Chile, Honduras y Costa Rica. La alcaldesa mexicana Célida López, del partido del presidente López Obrador, la diputada ecologista brasileña Ana Paula Siqueira o el senador chileno Francisco Chahuán, del partido del presidente Piñera, son algunos de ellos.

Entre los once españoles se encuentran Ángel Garrido, consejero de Infraestructuras, Transportes y Movilidad de la Comunidad de Madrid (Ciudadanos); Javier Barbero, concejal del Ayuntamiento de Madrid (Más Madrid); Cristina Esteban, diputada del Congreso (Vox); Dolores Navarro (Partido Popular) y Pilar Sánchez (Partido Socialista Obrero Español, PSOE), diputadas en la Asamblea de Madrid; José Antonio Vázquez, miembro de la Comisión Ejecutiva de Podemos; José Bono (PSOE) o Consuelo Madrigal, exfiscal general del Estado.

 

Palabras del cardenal Osoro

Como promotor e integrante de la red, el arzobispo de Madrid saludó a los presentes, “que militáis en partidos diferentes y que tenéis importantes responsabilidades políticas, con las mismas palabras de san Francisco: paz y bien para todos”.

Asimismo, confesó “con sinceridad” que el encuentro era “un sueño” para él, el de “proponer una forma de vida con sabor al Evangelio”. Además, les agradeció su “generosa participación” y aseguró que, si “logramos ser uno para el otro, estaremos haciendo un milagro impresionante y una aportación fundamental para la vida pública”.

 

Diálogo “fraterno y constructivo”

El vicario episcopal para el Desarrollo Humano Integral y la Innovación de la archidiócesis de Madrid, José Luis Segovia, es secretario de la red junto al director de la Academia de Líderes Católicos, José Antonio Rosas.

Este último aseguró que todos los integrantes de la red “son cristianos que hablan a título particular y desde la fe común”, militantes de distintos partidos políticos en busca de un “diálogo fraterno y constructivo que, en sí mismo, muestre cómo el Evangelio facilita la posibilidad de pensar diferente, respetarse y hasta quererse en la búsqueda del bien común y un futuro mejor para todos”.

 

Academia Latinoamericana de Líderes Católicos

Es una fundación de derecho privado sin fines de lucro que busca formar católicos que a partir de la experiencia cristiana desarrollen su vocación política con la ayuda de la Doctrina Social de la Iglesia.

Su misión es formar líderes desde una perspectiva católica a partir de los principios de la Doctrina Social de la Iglesia para contagiar los valores cristianos en el mundo social, político y económico.

 

 

 

 

El Papa propone la oración como “antídoto a toda indiferencia”

Saludo a fieles de lengua española

octubre 21, 2020 11:54

Audiencia General

(zenit – 21 oct. 2020).- El Papa Francisco pidió al Señor que, a través de la oración de los salmos, “nos veamos libres de la tentación de la impiedad”, “de vivir, e incluso rezar, como si el hermano no existiera” en la audiencia general de hoy, 21 de octubre de 2020.

Además, el Santo Padre añadió que la oración es “el antídoto a toda indiferencia”.

Estas palabras han sido pronunciadas durante el habitual saludo del Papa a los fieles de España y Latinoamérica en la audiencia general de los miércoles.

 

Dios escucha el grito de los pobres

Esta mañana, Francisco se reunió con visitantes de distintas nacionalidades en Aula Pablo VI y ha continuado con la serie de catequesis sobre la oración, bajo el título “La oración de los salmos”.

En ella remarcó que “donde está Dios, debe estar el prójimo”. Quien dice amar a Dios y no ama a su hermano “es un mentiroso”, y por ello los salmos lo manifiestan constantemente, “para que veamos en ellos la imagen que Dios ha impreso de sí mismo en cada uno de nosotros”.

Francisco describió que este libro de la Biblia recuerda que Dios “escucha el grito de los pobres, nos amonestan sobre el peligro de poner nuestra confianza en las riquezas y abren nuestra mente a su diseño de salvación que está por encima de los planes de las naciones”.

 

 

 

 

Guatemala: Iglesia presenta la encíclica del Papa ‘Fratelli tutti’

Y piden una mejor política

octubre 21, 2020 17:55

Iglesia Local

(zenit – 21 oct. 2020).- Desde la sala de la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG), el cardenal Álvaro Ramazzini, coordinador de la Comisión Episcopal de Justicia y Solidaridad, y el padre Juan Luis Carbajal de la Oficina de la Pastoral de Movilidad Humana, presentaron, el pasado 12 de octubre  la encíclica del Papa Francisco Fratelli Tutti, “Hermanos todos”.

 

Oportunidad de abrirnos al dialogo

El padre Luis Carbajal mencionó que esta es la tercera encíclica del Santo Padre, la cual está basada en la amistad social, fraternidad universal y está dirigida tanto a los cristianos como a las personas de buena voluntad y deseosas de justicia social.

“Creo que este documento, esta encíclica Fratelli Tutti viene a confrontarnos, a llamarnos la atención, a movernos de nuestras seguridades, a proponernos la oportunidad de abrirnos al dialogo con aquellos que son diferentes. A pensar en una nueva política que dirige las economías y no una economía que dirige las políticas”, destacó.

 

Poner en práctica una mejor política

El cardenal Ramazzini, expuso sobre la carta encíclica que el Papa Francisco se refería a ella como una forma de vida con sabor a Evangelio e invitó a dejar de lado los prejuicios en torno a la “religión, el proselitismo en contra de la Iglesia Católica y considerarnos hermanos y hermanas”.

Al mismo tiempo, pidió a los políticos guatemaltecos “leer la encíclica y poner en práctica una política para el bien común”.

Y subrayó que el tema de las migraciones “Guatemala lo vive cada día, incluso lo que vivimos como país durante el conflicto armado, en nuestro país el sistema penitenciario en nuestro país es un desastre, tantos presos que ya cumplieron su condena y no pueden salir por requisitos legales, necesitamos una reforma muy profunda”.

La Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG), ha remarcado en el mensaje del pasado 2 de octubre que es urgente la elección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia, cumplir plazos, así como la gravedad del hecho de que “estamos en un país en la práctica viviendo en una cierta anarquía”.

“Aquí hay un montón de leyes que no se cumplen, ahora con el ejemplo de los que tienen que ser los guardianes de la ley, los propulsores de la aplicación de la ley, están minando realmente el sistema democrático y el sistema jurídico de este país. Por eso es lamentable y yo no sé hasta donde haya una conciencia de los que están siendo responsables de este atraso, de que realmente están minando la institucionalidad de nuestro país y eso sí, realmente, es serio”, mencionó el purpurado.

Por varios meses, la elección de magistrados a Corte Suprema de Justicia y Salas de Apelaciones no ha tenido ningún avance en el Congreso de la República del país centroamericano.

 

Elección de la Corte de Constitucionalidad

En la presentación de la encíclica, televisada por medios católicos, el cardenal añadió que ya se comienza a comentar que en abril de 2021 se dará la elección de magistrados de la Corte de Constitucionalidad.

“¿Ustedes como periodistas o ciudadanos consideran que la política en este país está buscando el bien común? Cuando vemos toda esta serie de manejos que ha habido que han impedido la elección de la nueva Corte Suprema de Justicia, ¿creemos que realmente los que están involucrados en todo ello impidiendo que este proceso se realice están buscando el bien común?”, planteó Ramazzini.

En este sentido, afirmó que todo el capítulo quinto de la encíclica está dedicado a una mejor política que busque verdaderamente el bien común.

 

 

 

 

España: El Papa nombra al nuevo obispo de León

Mons. Luis Ángel de las Heras

octubre 21, 2020 12:33

Iglesia Local

(zenit – 21 oct. 2020)-. El Papa Francisco ha nombrado obispo de la diócesis de León, España, a Mons. Luis Ángel de las Heras Berzal, hasta ahora obispo de Mondoñedo-Ferrol, informa hoy, 21 de octubre de 2020, la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

Del mismo modo, anteriormente, ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la misma diócesis, presentada por Mons. Julián López Martín.

La renuncia de Mons. López Martín, obispo de León desde 2002, fue solicitada al cumplir los 75 años, edad canónica en la que los prelados pueden dirigirla al Pontífice.

 

Mons. Luis Ángel de las Heras Berzal

Nació en Segovia el 14 de junio de 1963. En 1981 entró en el noviciado claretiano e hizo su profesión perpetua el 26 de abril de 1986, año en el que recibió su título en Estudios Eclesiásticos.

En la Universidad Pontificia de Comillas estudió la licenciatura en Ciencias de la Educación y, al mismo tiempo, fue responsable de la Pastoral Juvenil en la provincia claretiana de Castilla.

Fue ordenado sacerdote el 29 de octubre de 1988 y se dedicó a la pastoral parroquial con adolescentes, jóvenes en dificultad, marginados y drogodependientes.

 

Labor pastoral

Fue formador de postulantes, superior y maestro de novicios, vicario provincial y prefecto de los seminaristas mayores. También ejerció como delegado del Superior de Formación en la Confederación Claretiana de Aragón, Castilla y León.

En 2007 fue elegido prefecto de Espiritualidad y Formación y ha sido vicario provincial, prefecto de estudiantes y postulantes, y profesor en el Instituto Teológico de Vida Religiosa y en el Colegio Regina Apostolorum de Madrid.

También fue superior provincial de los Misioneros Claretianos de la Provincia de Santiago y presidente de la Confederación Española de Religiosos (CONFER), 2012-2016.

El 16 de marzo de 2016 fue nombrado obispo de Mondoñedo-Ferrol y fue consagrado el 7 de mayo siguiente. Es miembro de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española y presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada.

 

 

 

 

Monseñor Felipe Arizmendi: “No apoltronarse”

“¡No hay por qué pretender grandezas!”

octubre 21, 2020 09:28

Análisis

Monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de San Cristóbal de Las Casas, y responsable de la Doctrina de la Fe en la Conferencia del Episcopado Mexicano, ofrece su reflexión semanal, titulada “No apoltronarse”.

En ella habla sobre la necesidad de no acostrumbrarse a las comodidades, especialmente en la misión “¡No hay por qué pretender grandezas!”, describe, en la difusión de la Buena Nueva.

 

VER

El provincial de una congregación religiosa con presencia en Chiapas me compartió, con dolor y preocupación, que varios de sus frailes se resistían para ir a esos lugares distantes, pobres y marginados, porque ya se habían acostumbrado a la comodidad de la ciudad. Otros dos provinciales no tuvieron sacerdotes disponibles para ir a parroquias que atendían allá, y su misión se cerró. Cuando a veces he expresado en algunos presbiterios la necesidad de apoyar, con personal misionero, a diócesis pobres del país, he encontrado oídos sordos y corazones indiferentes, a pesar de que sus obispos les brindan el permiso y los apoyos necesarios. Hay disponibilidad para desgastarse en la pastoral en comunidades pobres y lejanas de su propio territorio, pero resistencia y temor a ir a lugares lejanos y desconocidos.

No por presumir, pero, siendo joven sacerdote, disfruté mi ministerio en comunidades campesinas e indígenas. Como vicario en Coatepec Harinas, atendiendo las regiones campesinas de Porfirio Díaz y Llano Grande, que con el tiempo fueron nuevas parroquias. Después Zacualpan, con una pobreza inolvidable, pues su población dependía del trabajo en una mina de plata, que estaba cerrada en esos años. Había que andar por barrancas y veredas, a caballo, en mula o a pie. Y luego, como párroco en San Andrés Cuexcontitlán, una comunidad indígena otomí muy marginada, donde a la pobreza se añadía mi desconocimiento de su cultura autóctona. Disfruté mucho esos años y los recuerdo con gratitud a Dios por esas oportunidades.

Sirviendo luego durante veinte años en la formación de futuros sacerdotes, era común que fuéramos con seminaristas a comunidades pobres, campesinas e indígenas, o a colonias urbanas marginadas, en apoyo evangelizador a las parroquias. Insistía a mi obispo que me diera permiso de ir como misionero, alguna temporada, a países centro o sudamericanos, pero nunca me lo concedió. Solo me autorizó ir, durante un mes, a Riobamba, Ecuador, a conocer la experiencia pastoral de Mons. Proaño, tanto con los indígenas como en la formación sacerdotal. Me envió a una comunidad pobrísima de los Andes, a unos cuatro mil metros de altura, con un frío pavoroso y una realidad totalmente distinta a la mía. ¡Cuánto me sirvió!

Y cuando fui enviado como obispo a Chiapas, la pobreza de esa región no fue el mayor problema. Nunca olvido que procedo de una familia sencilla y campesina. En mi pueblo, durante mi infancia, no había luz eléctrica, agua en las casas, escuela primaria completa, sino lodo y barro, una carretera de terracería que, en tiempo de lluvia, era imposible transitar, y muchas otras limitaciones. ¡No hay por qué pretender grandezas!

 

PENSAR

Jesús nos dijo: “Vayan, pues, y hagan discípulos a todos los pueblos: bautícenlos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he mandado.  Sepan que yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de los tiempos” (Mt 28,19-20). “Vayan por todo el mundo y proclamen la Buena Noticia a toda criatura” (Mc 16,15).

El Papa Francisco, en una reciente alocución dominical antes del Ángelus, dijo: “La Iglesia está llamada a ir a las encrucijadas de hoy, es decir, a las periferias geográficas y existenciales de la humanidad, esos lugares marginales, esas situaciones en las que se encuentran acampados y viven fragmentos de humanidad sin esperanza. Se trata de no apoltronarse en las formas cómodas y habituales de evangelización y testimonio de la caridad, y de abrir las puertas de nuestro corazón y de nuestras comunidades a todos, porque el Evangelio no está reservado a unos pocos elegidos. También los que viven al margen, incluso los rechazados y despreciados por la sociedad, son considerados por Dios dignos de su amor. Él prepara su banquete para todos: justos y pecadores, buenos y malos, inteligentes e incultos” (11-X-2020).

Así ratifica lo que tanto nos ha insistido en otros momentos, en particular en su Exhortación Evangelii gaudium, donde asume lo dicho por el Papa Juan Pablo II y por el episcopado latinoamericano en Aparecida: “La actividad misionera es la tarea primordial de la Iglesia…; representa aún hoy día el mayor desafío, el paradigma de toda obra de la Iglesia… No podemos quedarnos tranquilos en espera pasiva en nuestros templos. Hace falta pasar de una pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera” (15). “Todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio” (20).

 

ACTUAR

Que el Espíritu Santo nos ayude a seguir el ejemplo y el mandato de Jesús, para que, renunciando a la comodidad, la pereza, la indolencia, la apatía, la indiferencia, el miedo y el egoísmo, su Buena Nueva llegue por todas partes. Que asumamos, desde la vocación y situación personal, el reto de hacer, con nueva creatividad, algo más para que nuestro mundo sea un poco mejor.

 

 

 

 

San Juan Pablo II, 22 de octubre

El para que inspiró a los jóvenes

octubre 21, 2020 09:00

Testimonios

 

“Prontamente beatificado y canonizado, la vida de este Papa polaco es impactante. Su fortaleza y carisma, su forma de apurar el cáliz mostrando el valor cristiano del sufrimiento sigue grabada en la retina de todos”

Karol Józef Wojtyła, aclamado pontífice Juan Pablo II, conmovió al mundo durante casi tres décadas del siglo XX. Sus gestos de bondad, la capacidad para llegar al corazón de creyentes y no creyentes, sus dotes de comunicador, los incesantes viajes apostólicos en los que no cesó de transmitir el amor de Dios, como hizo con su ingente obra, sedujeron a millones de jóvenes y adultos. El dolor humano, con su carácter de esencial ofrenda a Cristo, ha tenido en él uno de sus insignes valedores. Al ver los estragos del sufrimiento en su persona, todo el planeta pudo constatar la grandeza del mismo cuando se asume como él lo hizo. Así coronó su vida de entrega entrado el siglo XXI, siendo faro para todos los que sufren.

Nació en Wadowice, Cracovia, el 18 de mayo de 1920. Fue el menor de tres hermanos, aunque Olga apenas sobrevivió. Perdió a su madre a los 9 años y poco después a Edmund, el primogénito, un médico que se contagió en el ejercicio de su profesión. Sus padres dejaron en Karol fuertemente arraigada la semilla de la fe católica. Brillante en sus estudios, con una mente privilegiada, cursó filosofía en la universidad Jagellónica de Cracovia. Al mismo tiempo se vinculó a un círculo teatral. En esa época obtuvo varios galardones como jugador de ajedrez. En 1939, durante la invasión nazi, fue peón en una cantera y obrero en una fábrica química. Era un líder nato, joven atractivo, de carismática personalidad y singular magnetismo para atraer a la gente. Gozaba del respeto y admiración de sus compañeros, católicos idealistas y entusiastas, que conformaron el grupo Unia y que defendían a los más débiles. En 1941, en plena ocupación alemana, falleció su padre, oficial del ejército polaco.

La Gestapo iba tras él, y se recluyó en una buhardilla. Un sastre le dio a conocer a san Juan de la Cruz y se entusiasmó. En esa época se sintió llamado al sacerdocio. Tuvo que formarse en el seminario clandestino de Cracovia hasta que el arzobispo, cardenal Stefan Sapieha, acogió al grupo de aspirantes en su palacio. Ordenado sacerdote en noviembre de 1946, él lo envió a Roma. Estudió en el Angellicum doctorándose en teología con una tesis sobre su estimado santo y reformador carmelita español. En Polonia fue vicario parroquial, capellán universitario y profesor de teología moral y de ética en el seminario y en las universidades Jagellónica y de Lublin; era afín al pensamiento de Scheler, sobre el que hizo su tesis. En 1958 Pío XII lo designó obispo auxiliar de Cracovia. En 1962 participó en el Concilio Vaticano II, donde sus intervenciones sobre el ateísmo y la libertad religiosa no pasaron desapercibidas. Pablo VI lo nombró cardenal en 1967. Al fallecer Juan Pablo I, tras su fugaz asunción de la Cátedra de Pedro, fue elegido para sucederle; tomó el nombre de este antecesor.

A partir de entonces, este polaco, primero en ostentar la altísima misión como Vicario de Cristo en la tierra, inició un pontificado excepcional. Enamorado de la Eucaristía y devoto de María, supo llegar al corazón de todos con independencia de razas, credos, edades, profesiones… Fue un atleta de Cristo, sacerdote y obispo ejemplar, un gran Pastor. También filósofo y teólogo destacado, defensor de la moral y de los derechos humanos, de la cultura de la vida, amante de la paz y de la justicia, Papa de los jóvenes y de las familias, adalid de los derechos del no nacido, de los ancianos y de los enfermos. Apóstol de la reconciliación que supo aglutinar a credos diversos en Asís abriendo una vía ecuménica del diálogo interreligioso de un valor incalculable. El Papa viajero que recorrió el mundo una y otra vez abrazando y bendiciendo a todos. En su pontificado se registró la caída de la cortina de hierro y el desmoronamiento del imperio soviético, lo que es atribuido por muchos estudiosos a la presencia de un Papa del este europeo.

El gravísimo atentado sufrido en mayo de 1981, poco a poco fue minando su salud. Perdonó al agresor y siguió viviendo alumbrado por Cristo y por María, que lo rescató de una muerte prematura, pudiendo llevar a cabo de manera heroica su responsabilidad. Afrontó magistralmente numerosos problemas y dificultades que se le presentaron. Fue un hombre de oración que mostró siempre una imponente fortaleza ante las adversidades. Los últimos años de su vida no ocultó al mundo su deterioro físico; se mantuvo al frente de la Sede de Pedro dando ejemplo de su inalterable fidelidad a Cristo y a la Iglesia.

Catorce encíclicas, once constituciones apostólicas y 1060 audiencias públicas celebradas dan prueba del alcance de su entrega y ardor apostólico. En uno de sus mensajes recordó: “La vocación del cristiano es la santidad, en todo momento de la vida. En la primavera de la juventud, en la plenitud del verano de la edad madura, y después también en el otoño y en el invierno de la vejez, y por último, en la hora de la muerte”. Él lo cumplió con creces. Si se pudiera hablar en términos numéricos sería uno de los pocos pontífices que ostentó uno de los récords más altos. Y no solo por los casi veintisiete años de duración de su pontificado, el tercero más largo de la historia. También por la muchedumbre que le siguió en directo y en diferido multiplicando sus palabras y gestos gracias a los diversos medios de comunicación. Ellos mostraron el dolor que produjo su muerte acaecida el 2 de abril de 2005, y el impresionante gentío que se dio cita en su duelo.

Hay que dejar atrás los detractores que tuvo y sigue teniendo, que también han perseguido a otros integrantes de la vida santa, como se ha recordado aquí para otras biografías; ahí está la reciente de Teresa de Calcuta. Es inútil que traten de silenciar con absurdo griterío el eco de las obras de los grandes hijos de Dios. Él es su valedor; no se le puede acallar. Habla a través de los santos aunque pasen los siglos; lo vemos en esta sección de ZENIT todos los días. La realidad es que por sus muchas virtudes Juan Pablo II fue beatificado por Benedicto XVI el 1 de mayo de 2011. Francisco lo canonizó junto a Juan XXIII el 27 de abril de 2014, fiesta de la Divina Misericordia que este gran polaco instituyó.