Servicio diario - 25 de octubre de 2020


 

ANGELUS
Ángelus: El verdadero amor de Dios se expresa en el amor al prójimo
Raquel Anillo
Palabras antes del Ángelus

ANGELUS
Ángelus: Oración por Nigeria
Raquel Anillo
Palabras después del Ángelus

CIUDAD DEL VATICANO
Consistorio para la creación de 13 cardenales el 28 de noviembre
Anne Kurian-Montabone
Nueve votantes y cuatro no votantes

CIUDAD DEL VATICANO
Mons. Felipe Arizmendi será creado cardenal por el Papa
Larissa I. López
Colaborador semanal de zenit

CIUDAD DEL VATICANO
P. Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia, será cardenal
Larissa I. López
Tras el Consistorio del 28 de noviembre

CIUDAD DEL VATICANO
Monseñor Celestino Aós, nuevo cardenal
Larissa I. López
Arzobispo de Santiago de Chile

TESTIMONIOS
Beata Celine Chludzińska Borzęcka, 26 de octubre
Isabel Orellana Vilches
Fundadora de las Hermanas de la Resurrección


 

 

 

Ángelus: El verdadero amor de Dios se expresa en el amor al prójimo

Palabras antes del Ángelus

octubre 25, 2020 12:53

Angelus

(zenit – 25 octubre 2020).- “La vida moral y religiosa no se puede reducir a la obediencia ansiosa y forzada, sino que debe tener el amor como principio”, advirtió el Papa Francisco durante el Ángelus de este domingo 25 de octubre de 2020.

Desde la ventana de su despacho en el Palacio Apostólico que da a la Plaza de San Pedro, el Papa también advirtió: “Mientras haya un hermano o hermana a quien cerremos el corazón, estaremos lejos de los discípulos que Jesús quiere que seamos”.

“Muchas veces nosotros descuidamos el escuchar al otro porque es aburrido o porque me quita tiempo, o de llevarlo, acompañarlo en sus dolores, en sus pruebas… ¡Pero siempre encontramos tiempo para chismorrear, siempre!”,  le dijo a la escasa multitud que acudió a pesar de las nuevas restricciones para combatir la propagación de la COVID-19.

El Papa nos invitó a no olvidar la “adoración” a Dios, en su meditación introduciendo la oración mariana.

AK

A continuación, siguen las palabras del Papa, según la traducción oficial ofrecida por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

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Palabras antes del Ángelus

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En la página evangélica de hoy (cfr. Mt 22, 34-40), un doctor de la Ley pregunta a Jesús cuál es “el mandamiento mayor” (v. 36), es decir el mandamiento principal de toda la Ley divina. Jesús responde sencillamente: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente” (v. 37). Y a continuación añade: “El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (v. 39).

La respuesta de Jesús retoma y une dos preceptos fundamentales, que Dios ha dado a su pueblo mediante Moisés (cfr Dt 6, 5; Lv 19, 18). Y así supera la trampa que le han tendido para «ponerle a prueba» (v. 35). Su interlocutor, de hecho, trata de llevarlo a la disputa entre los expertos de la Ley sobre la jerarquía de las prescripciones. Pero Jesús establece dos fundamentos esenciales para los creyentes de todos los tiempos, dos fundamentos esenciales de nuestra vida. El primero es que la vida moral y religiosa no puede reducirse a una obediencia ansiosa y forzada. Hay gente que trata de cumplir los mandamientos de forma ansiosa o forzada, y Jesús nos hace entender que la vida moral y religiosa no puede reducirse a una obediencia ansiosa y forzada, sino que debe tener como principio el amor. El segundo fundamento es que el amor debe tender juntos e inseparablemente hacia Dios y hacia el prójimo. Esta es una de las principales novedades de la enseñanza de Jesús y nos hace entender que no es verdadero amor de Dios el que no se expresa en el amor al prójimo; y, de la misma manera, no es verdadero amor al prójimo el que no se deriva de la relación con Dios.

Jesús concluye su respuesta con estas palabras: “De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas” (v. 40). Esto significa que todos los preceptos que el Señor ha dado a su pueblo deben ser puestos en relación con el amor de Dios y del prójimo. De hecho, todos los mandamientos sirven para realizar, para expresar ese doble amor indivisible. El amor por Dios se expresa sobre todo en la oración, en particular en la adoración. Nosotros descuidamos mucho la adoración a Dios. Hacemos la oración de acción de gracias, la súplica para pedir alguna cosa…, pero descuidamos la adoración. Adorar a Dios es precisamente el núcleo de la oración. Y el amor por el prójimo, que se llama también caridad fraterna, está hecho de cercanía, de escucha, de compartir, de cuidado del otro. Y muchas veces nosotros descuidamos el escuchar al otro porque es aburrido o porque me quita tiempo, o de llevarlo, acompañarlo en sus dolores, en sus pruebas… ¡Pero siempre encontramos tiempo para chismorrear, siempre! No tenemos tiempo para consolar a los afligidos, pero mucho tiempo para chismorrear. ¡Estad atentos! Escribe el apóstol Juan: “Quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve” (1 Jn 4, 20). Así se ve la unidad de estos dos mandamientos.

En el Evangelio de hoy, una vez más, Jesús nos ayuda a ir a la fuente viva y que brota del Amor. Y tal fuente es Dios mismo, para ser amado totalmente en una comunión que nada ni nadie puede romper. Comunión que es un don para invocar cada día, pero también compromiso personal para que nuestra vida no se deje esclavizar por los ídolos del mundo. Y la verificación de nuestro camino de conversión y de santidad está siempre en el amor al prójimo. Esta es la verificación: si yo digo “amo a Dios” y no amo al prójimo, no va bien. La verificación de que yo amo a Dios es que amo al prójimo. Mientras haya un hermano o una hermana a la que cerremos nuestro corazón, estaremos todavía lejos del ser discípulos como Jesús nos pide. Pero su divina misericordia no nos permite desanimarnos, es más nos llama a empezar de nuevo cada día para vivir coherentemente el Evangelio.

Que la intercesión de María Santísima nos abra el corazón para acoger el “mayor mandamiento”, el doble mandamiento del amor, que resume toda la ley de Dios y de la que depende nuestra salvación.

 

 

 

 

Ángelus: Oración por Nigeria

Palabras después del Ángelus

octubre 25, 2020 14:22

Angelus

(zenit – 25 octubre 2020).- Después de la oración del Ángelus de este domingo 25 de octubre de 2020, el Papa Francisco ha manifestado su preocupación por los enfrentamientos en Nigeria pidiendo la oración por el cese de la violencia.

Saludando a continuación a los peregrinos reunidos en la Plaza San Pedro y anunciando para el 28 de noviembre un consistorio para el nombramiento de trece nuevos cardenales.

A continuación, siguen las palabras del Papa, según la traducción oficial ofrecida por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

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Palabras después del Ángelus

Queridos hermanos y hermanas:

Sigo con particular preocupación las noticias que llegan desde Nigeria, sobre los enfrentamientos violentos sucedidos recientemente entre las fuerzas del orden y algunos jóvenes manifestantes. Recemos al Señor para que se evite siempre todo tipo de violencia, en la constante búsqueda de la armonía social a través de la promoción de la justicia y del bien común.

Os saludo a todos vosotros, romanos y peregrinos venidos de diferentes países: familias, grupos parroquiales, asociaciones y fieles. En particular, saludo al grupo “Célula de evangelización” de la parroquia San Miguel Arcángel en Roma; y también a los chicos de la Inmaculada, ¡que son bastantes hoy!

El próximo 28 de noviembre, en la vigilia del primer domingo de adviento, celebraré un Consistorio para el nombramiento de trece nuevos cardenales.

Recemos por los nuevos Cardenales, para que, confirmando su adhesión a Cristo, me ayuden en mi ministerio de Obispo de Roma, por el bien de todo el santo pueblo fiel de Dios.

A todos os deseo un feliz domingo. Por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta pronto!

 

 

 

 

Consistorio para la creación de 13 cardenales el 28 de noviembre

Nueve votantes y cuatro no votantes

octubre 25, 2020 13:57

Ciudad del Vaticano
Papa Francisco

(zenit – 25 octubre 2020).- El Papa Francisco anunció un consistorio para la creación de 13 cardenales el 28 de noviembre de 2020, el día antes del Adviento: entre ellos, nueve electores y cuatro no electores mayores de 80 años.

Tres sacerdotes se encuentran entre los nuevos cardenales, dos de los cuales serán de Asia, uno de África, dos de América Latina, uno de América del Norte y siete de Europa (Italia).

Tras el Ángelus que presidió en la plaza de San Pedro el 25 de octubre, el Papa dio la lista:

 

Mons. Mario Grech, secretario general del Sínodo

Mons. Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos

Mons. Antoine Kambanda, arzobispo de Kigali en Ruanda.

Mons. Wilton Gregory, arzobispo de Washington en Estados Unidos.

Mons. José Fuerte Advincula, arzobispo de Capiz en Filipinas.

Mons. Celestino Aós Braco, arzobispo de Santiago de Chile.

Mons. Cornelius Sim, vicario Apostólico de Brunei.

Mons. Augusto Paolo Lojudice, arzobispo de Siena.

Hermano Mauro Gambetti, Guardián del Sagrado Convento de Asís.

 

Los cuatro no votantes son:

Mons. Felipe Arizmendi Esquivel, arzobispo emérito de San Cristóbal de las Casas en México.

Mons. Silvano Tomasi, ex observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Ginebra.

P. Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia.

El p. Enrico Feroci, párroco del Santuario del Divino Amor, ex director de Cáritas en Roma.

 

 

 

 

Mons. Felipe Arizmendi será creado cardenal por el Papa

Colaborador semanal de zenit

octubre 25, 2020 17:29

Ciudad del Vaticano
Papa Francisco

(zenit – 25 oct. 2020)-. El Papa Francisco ha anunciado la creación como cardenal de Mons. Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de San Cristóbal de las Casas y colaborador de zenit, después del Ángelus de hoy, 25 de octubre de 2020.

El obispo emérito recibirá el birrete cardenalicio en el próximo Consistorio del 28 de noviembre de 2020, en Roma, junto a otros 12 cardenales: entre ellos, nueve electores y cuatro no electores mayores de 80 años.

 

Monseñor Felipe Arizmendi

Nació el 1 de mayo de 1940 en Chiltepec, municipio de Coatepec Harinas (Estado de México, entonces arquidiócesis de México y hoy diócesis de Toluca).

Estudió Humanidades y Filosofía en el Seminario de Toluca y Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca, España, donde obtuvo la licenciatura en Teología Dogmática, especializándose después en Liturgia.

 

Tareas pastorales

Ordenado sacerdote el 25 de agosto de 1963 en Toluca, desempeñó, entre otras, las siguientes tareas: vicario-cooperador en tres parroquias diferentes, prefecto de filósofos y profesor en el seminario, párroco, director espiritual y profesor en el seminario menor, encargado de la pastoral vocacional, rector del seminario, profesor de Liturgia y de Teología Pastoral.

También fue miembro de la Comisión Diocesana de Liturgia, director de la Oficina Diocesana de Catequesis, miembro del Equipo de Pastoral Juvenil, secretario y presidente del Consejo Presbiteral, coordinador de la Comisión Diocesana de Comunicaciones Sociales y vicario general.

A nivel nacional fue miembro del Equipo Nacional de Pastoral Vocacional y de la Organización de Seminarios de México, de la que también fue presidente durante algún tiempo. También fue miembro del Equipo Interdisciplinario de Asesores de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

En el trienio 1986-1989 presidió la Organización de Seminarios de América Latina y más tarde trabajó como experto en el Departamento de Vocaciones del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).

 

Ordenación episcopal

El 7 de febrero de 1991 fue nombrado obispo de Tapachula y recibió la ordenación episcopal el 7 de marzo siguiente. Durante este período fue secretario general del CELAM.

El 31 de marzo de 2000 el Santo Padre Juan Pablo II lo nombró obispo de San Cristóbal de Las Casas hasta el 3 de noviembre de 2017.

Mons. Arizmendi es colaborador semanal de zenit, con artículos de opinión y análisis.

 

 

 

 

P. Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia, será cardenal

Tras el Consistorio del 28 de noviembre

octubre 25, 2020 17:53

Ciudad del Vaticano
Papa Francisco

(zenit – 25 oct. 2020)-. El Papa Francisco ha anunciado la creación como cardenal del padre Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia, después del Ángelus de hoy, 25 de octubre de 2020.

El padre Cantalamessa recibirá el birrete cardenalicio en el próximo Consistorio del 28 de noviembre del presente año, en Roma, junto a otros 12 cardenales: entre ellos, nueve electores y cuatro no electores mayores de 80 años.

 

Padre Raniero Cantalamessa

Nació en Colli del Tronto, Ascoli Piceno, Italia, el 22 de julio de 1934. Ordenado sacerdote en 1958, se graduó en Teología en Friburgo, Suiza, y en Literatura Clásica en la Universidad Católica de Milán.

Ya como profesor titular de Historia de los Orígenes Cristianos y director del Departamento de Ciencias Religiosas de la Universidad del Sagrado Corazón de Milán, fue miembro de la Comisión Teológica Internacional de 1975 a 1981 y, durante doce años, miembro de la delegación católica para el diálogo con las Iglesias pentecostales.

 

Predicador de la Casa Pontificia

En 1979 dejó la enseñanza para dedicarse a tiempo completo al ministerio de la Palabra. Fue nombrado por Juan Pablo II predicador de la Casa Pontificia en 1980; confirmado por Benedicto XVI en 2005 y en 2013 por el Papa Francisco en ese cargo.

Cada semana, en Adviento y Cuaresma, predica una meditación en presencia del Papa, cardenales, obispos, prelados y superiores generales de órdenes religiosas.

Es llamado a hablar en muchos países del mundo, a menudo también por hermanos de otras denominaciones cristianas. Recibió el título Honoris Causa en Derecho de la Universidad de Notre Dame en South Bend, Indiana, en Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Macerata y en Teología de la Universidad Franciscana de Steubenville, Ohio.

Además de los libros científicos escritos como historiador de los Orígenes Cristianos, sobre la Cristología de los Padres, la Pascua de Resurrección en la Iglesia Antigua y otros temas, ha publicado numerosas obras sobre espiritualidad, fruto de su predicación en la Casa Pontificia, traducidos a una veintena de idiomas.

 

 

 

 

Monseñor Celestino Aós, nuevo cardenal

Arzobispo de Santiago de Chile

octubre 25, 2020 18:24

Ciudad del Vaticano
Papa Francisco

(zenit – 25 oct. 2020)-. El Papa Francisco ha anunciado la creación como cardenal de monseñor Celestino Aós Braco, arzobispo de Santiago de Chile, después del Ángelus de hoy, 25 de octubre de 2020.

El obispo español recibirá el birrete cardenalicio en el próximo Consistorio del 28 de noviembre del presente año, en Roma, junto a otros 12 cardenales: entre ellos, nueve electores y cuatro no electores mayores de 80 años.

 

Monseñor Celestino Aós Braco

Nació en Artaiz, arquidiócesis de Pamplona, España, el 6 de abril de 1945. Completó sus estudios filosóficos en Zaragoza y sus estudios teológicos en Pamplona. Obtuvo la Licenciatura en Psicología en la Universidad de Barcelona, España.

Hizo su profesión religiosa temporal como franciscano capuchino en 1964 en Sangüesa y su profesión perpetua en1967 en Pamplona. Fue ordenado sacerdote en Pamplona el 30 de marzo de 1968.

Como sacerdote desempeñó los siguientes cargos: en España fue profesor en Lecaroz – Navarra, vicario en Tudela, profesor en Pamplona y vicario en Zaragoza.

Enviado a Chile en 1983 fue vicario parroquial de la Parroquia de Longavi, superior de la Comunidad de Los Ángeles, párroco de San Miguel en Viña del Mar, superior de la Comunidad de Recreo, vicario episcopal para la Vida Consagrada de la diócesis de Valparaíso y vicario parroquial de la parroquia de San Francisco de Asís en Los Ángeles, diócesis de Santa María de Los Ángeles.

Mons. Aós Braco fue también ecónomo provincial de los Capuchinos en Chile, promotor de Justicia del Tribunal Eclesiástico de Valparaíso, juez del Tribunal de la arquidiócesis de Concepción y Tesorero de la Asociación Chilena de Derecho Canónico.

 

Ordenación episcopal

Nombrado obispo de Copiapó el 25 de julio de 2014, recibió la ordenación episcopal el 18 de octubre siguiente. El 23 de marzo de 2019 fue nombrado administrador apostólico sede vacante et ad nutum Sanctae Sedis de la arquidiócesis de Santiago de Chile.

El 27 de diciembre de 2019 el Santo Padre Francisco lo nombró arzobispo de Santiago de Chile.

 

 

 

 

Beata Celine Chludzińska Borzęcka, 26 de octubre

Fundadora de las Hermanas de la Resurrección

octubre 25, 2020 09:00

Testimonios

 

“Polaca. Fundadora, junto a su hija, de las Hermanas de la Resurrección; es el primer caso que se da en la Iglesia. Celine Chludzińska Borzęcka perdió varios hijos y esposo, viendo en ello la mano de Dios que le permitió ser religiosa, como siempre anheló”

La vida de esta beata es una historia de fidelidad en la espera. Nunca dudó de que la voluntad divina guiaba sus pasos, aunque durante un tiempo otras personas la condujeron por una vía distinta a la añorada, que era la consagración religiosa. Al final, se cumplió su honda impresión, y aunque había dado un gran rodeo, llegó al destino soñado.

Nació el 29 de octubre de 1833 en Antowil, antigua ciudad polaca, que pertenece en la actualidad a Bielorrusia, en el seno de una acomodada familia. Era la pequeña de dos hermanos. Con una infancia feliz, que calificó como “años de oro”, rodeada de afecto y sintiéndose llamada a ofrendarse por completo a Dios, a los 21 años contrajo matrimonio con Józef Borzęck en la catedral de Vilna.

No le fue posible oponerse a la voluntad de sus padres y del prelado, o no lo vio conveniente. Consideraron que lo mejor que podía hacer era desposarse, y a ellos sometió su criterio, que siempre se movió con la certeza de que Dios estaba en medio de lo que iba aconteciéndole.

Celine Chludzińska Borzęcka se afincó en Obremszczyzna, pero no se olvidó de su vocación. Sus quehaceres cotidianos no la apartaban de la oración. Su ascesis estaba impregnada también con el sacrificio. Además, fue golpeada por el dolor en lo que más afecta a una madre: sus hijos. El primero de ellos, Casimiro, nacido en 1855, murió ese mismo año. Tras un periodo de gozo por la llegada al mundo de su hija Celine en 1858, nuevamente en 1861 pasó por el duro trance de tener que enterrar a otra hija, María, que no sobrevivió.

Finalmente, en 1863 nació Hedwig, que iba a recorrer junto a ella el sendero religioso al que siempre aspiró. Ese año Celine se involucró en la lucha para rescatar a los prisioneros que iban a ser ejecutados en medio de los conflictos bélicos desatados en una dividida Polonia. Las autoridades rusas la detuvieron y dio con sus huesos en la cárcel, llevando con ella a la pequeña recién nacida.

En 1869 otro zarpazo recayó sobre la familia. Llevaba dieciséis años casada cuando Józef sufrió un derrame cerebral y quedó paralítico. Buscando para él los mejores especialistas, todos partieron a Viena, confiando en su recuperación. Celine le proporcionó atenciones y ternura a raudales, pero en 1874, hallándose en su domicilio de Obremszczyzna, murió. Tomó a sus hijas Celine y Hedwig, y viajó a Roma al año siguiente segura de que estos dolorosos acontecimientos obedecían a un plan divino. Aún recorrió Polonia, Viena y Roma junto a ellas, atendiendo a su educación, pero siempre en un estado de búsqueda, a la espera de entender la previsión de Dios sobre su vida.

En 1879 la joven Celine Chludzińska Borzęcka contrajo matrimonio con un muchacho polaco, y la beata coincidió con el cofundador y superior general de la Congregación de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, el siervo de Dios padre Piotr Semenenko, que aspiraba a poner en marcha la rama femenina. En esa época, 1881, ella y Hedwig se disponían a fundar un convento de inspiración carmelita. Pero las conversaciones con Semenenko les hicieron cambiar de plan. En 1882 madre e hija comenzaron a ser parte de su sueño, preparándose junto a otras cinco aspirantes para acometer la vida religiosa.

En 1884 se asentaron en una casa que tres años más tarde dio lugar a una escuela para niñas sin recursos. Se daba la circunstancia de que en el edificio vivía la familia della Chiesa, hallándose entonces en el domicilio, monseñor Giacomo della Chiesa, que sería pontífice Benedicto XV. Y mientras el padre Semenenko auxiliaba a Celine y a su hija alentándolas en la misión, algo que hizo hasta su muerte en 1886, ellas también contaban con la admiración del que llegaría a ser Vicario de Cristo en la tierra, que fue su capellán y catequista.

A estas intrépidas mujeres les enardecía saber que había infinidad de personas a quienes la esperanza parecía darles la espalda, que nunca habían tenido la gracia de que alguien les transmitiera la fe, que les hablara del Dios vivo. La beata conocía muy bien el drama humano plagado de sufrimiento y de injusticias a mansalva. Estaba convencida de que debían “llevar la moral y el renacimiento religioso a la sociedad”.

La fundación, que por primera vez en la historia de la Iglesia acometían una madre y una hija al unísono, surgía de la confianza en Dios; sabían que Él las acompañaría. Contaron con la ayuda del cardenal Parocchi, entonces vicario de Roma.

El 6 de enero de 1891 ambas emitieron los votos perpetuos, y otras tres religiosas tomaban el hábito; esa fecha la consideraron como el día en el que surgía la Congregación de las resurreccionistas, con el objetivo de proporcionar educación a las niñas pobres, que se hizo extensivo después al cuidado de los enfermos. Hedwig fue su primera superiora general. Fueron abriendo casas rápidamente en países del Este.

En Polonia tuvieron que extremar la prudencia. Aún quedaban restos de la ocupación rusa, y trabajaron clandestinamente, estableciendo la fundación en Czestochowa, cerca de Jasna Góra, y en Varsovia. Fueron momentos de grandes recuerdos para Celine que había vivido de lleno el inicio de la invasión. Luego dieron el salto a América, sellándola con la apertura de una casa y una escuela en Chicago en 1900. En 1905 la fundación recibió el decretum laudis.

Hedwig, que tiene abierta causa de beatificación, murió repentinamente en Kety, Polonia, el 27 septiembre de 1906; tenía 43 años. Celine no solo volvió a sufrir la pérdida de otro de sus hijos, sino la de su fiel compañera y hermana en religión. Fue un durísimo golpe. En 1911 el primer capítulo general de la Orden la eligió superiora general, misión que asumió hasta el final de sus días.

Celine Chludzińska Borzęcka entregó su alma a Dios el 26 de octubre de 1913 en Malopolskie, Cracovia, cuando iba de camino a Varsovia en visita apostólica; estaba a punto de cumplir 80 años. Fue beatificada el 27 de octubre de 2007 por el cardenal Saraiva que actuó como Delegado de Benedicto XVI.