Servicio diario - 09 de febrero de 2018


 

Francisco apunta al “uso responsable de las tecnologías” para combatir la trata
Rosa Die Alcolea

Malasia-Singapur-Brunei: 14 obispos en Visita ‘ad Limina Apostolorum’
Rosa Die Alcolea

Corea: La Santa Sede en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang
Rosa Die Alcolea

Estonia: Conversación del Papa con el Primer Ministro Jüri Ratas
Redacción

Celebraciones Litúrgicas: Nombrado ceremoniero pontificio un sacerdote de Cracovia
Redacción

Diaconía de la Belleza: Nuevo simposio en Roma del 18 al 25 de febrero
Marina Droujinina

Beato Luis (Alojzije Viktor) Stepinac, 10 de febrero
Isabel Orellana Vilches


 

 

09/02/2018-13:20
Rosa Die Alcolea

Francisco apunta al "uso responsable de las tecnologías" para combatir la trata

(ZENIT — 9 feb. 2018).- El Papa Francisco ha declarado que las iniciativas destinadas a combatir la trata de personas, en su objetivo concreto de desmantelar las redes criminales, deben tener en cuenta el "uso responsable de las tecnologías y los medios de comunicación".

Esta mañana, 9 de febrero de 2018, a las 12 horas, el Santo Padre Francisco ha recibido en audiencia a los miembros del 'Grupo Santa Marta', creado por él para combatir el tráfico de personas y las redes de explotación.

Los días 8 y 9 de febrero, el 'Grupo Santa Marta' se ha reunido en el Vaticano para celebrar la conferencia sobre la "trata de seres humanos" y sobre las "formas modernas de esclavitud".

Asimismo, el Santo Padre ha apuntado en este encuentro al estudio de las "implicaciones éticas de los modelos de crecimiento económico que dan la prioridad a los beneficios en lugar de a las personas".

Es importante destacar de las palabras del Papa el agradecimiento al 'Grupo Santa Marta' por todos los esfuerzos realizados para llevar el "bálsamo de la misericordia" divina a los que sufren. El Pontífice ha apuntado que este también es un "paso esencial para la rehabilitación y la renovación de la sociedad en su conjunto".

Publicamos a continuación el discurso que el Papa ha dirigido a los presentes en el encuentro.

 

Discurso del Papa Francisco

Queridos hermanos obispos:
Queridos amigos,

Os doy la bienvenida, miembros del Grupo Santa Marta, al concluir vuestra Conferencia, dedicada este año a ofrecer una perspectiva mundial sobre la trata de seres humanos y sobre las formas modernas de esclavitud. En calidad de líderes de las fuerzas del orden, de la investigación, de las políticas públicas y la asistencia pastoral, dais una contribución esencial para abordar las causas y los efectos de este flagelo moderno, que sigue causando indecibles sufrimientos humanos.

Mi esperanza es que estos días de reflexión e intercambio de experiencias hayan arrojado todavía más luz sobre la interacción de las problemáticas mundiales y locales de la trata de personas humanas. La experiencia demuestra que esas formas modernas de esclavitud están mucho más extendidas de lo que se podría imaginar, incluso -para nuestra vergüenza y escándalo- dentro de nuestras sociedades más prósperas.

El grito de Dios a Caín, que se encuentra en las primeras páginas de la Biblia — "¿Dónde está tu hermano?" — nos empuja a examinar seriamente las diversas formas de complicidad con las que la sociedad tolera y alienta, particularmente con respecto a la trata con fines sexuales, la explotación de hombres, mujeres y niños vulnerables (véase la Exhortación apostólica Evangelii Gaudium, 211). Las iniciativas destinadas a combatir la trata de personas, en su objetivo concreto de desmantelar las redes criminales, deben tener cada vez más en cuenta los amplios sectores relacionados, como, por ejemplo, el uso responsable de las tecnologías y los medios de comunicación, sin mencionar el estudio de las implicaciones éticas de los modelos de crecimiento económico que dan la prioridad a los beneficios en lugar de a las personas.

Confío en que vuestras discusiones de estos días también contribuirán a incrementar la toma de conciencia sobre la creciente necesidad de ayudar a las víctimas de estos crímenes, acompañándolas en un camino de reintegración en la sociedad y restableciendo su dignidad humana. La Iglesia está agradecida por todos los esfuerzos realizados para llevar el bálsamo de la misericordia divina a los que sufren, porque este es también un paso esencial para la rehabilitación y la renovación de la sociedad en su conjunto.

Queridos amigos, con gratitud por vuestro compromiso y vuestra colaboración en este sector crucial, os expreso mis mejores deseos, acompañados de la oración, para la continuación de vuestro trabajo. Sobre vosotros, vuestras familias y todos aquellos a quienes servís, invoco la bendición del Señor que da sabiduría, fuerza y ??paz. Y os pido, por favor, que recéis por mí.

© Librería Editorial Vaticano

 

 

09/02/2018-08:43
Rosa Die Alcolea

Malasia-Singapur-Brunei: 14 obispos en Visita 'ad Limina Apostolorum'

(ZENIT — 9 feb. 2018).- Catorce obispos de la Conferencia Episcopal de Malasia-Singapur-Brunei se encontraron ayer con el Papa Francisco, 8 de febrero de 2018, en su Visita "ad Limina Apostolorum".

La Oficina de Prensa de la Santa Sede informó de esta reunión el mismo día, a través de un comunicado.

Entre los tres países, cuentan aproximadamente con 1.174 millones de católicos en total: 850.000 en Malasia, 303.000 en Singapur y 21.000 en Brunei (datos de Wikipedia).

La Conferencia Episcopal de Malasia-Singapur-Brunei revisa la posición de la Iglesia en estos países, y también lleva a cabo una variedad de actividades que abarcan, por ejemplo, la juventud, la atención médica y los medios de comunicación.

 

Malasia

El 27 de julio de 2011, la Santa Sede y Malasia establecieron las relaciones diplomáticas entre ambos Estados.

Asimismo, el arzobispo Giovanni Angelo Becciu, Sustituto de la Secretaría de Estado, celebró la Santa Misa el 24 de noviembre de 2017 en la nueva nunciatura apostólica de Kuala Lumpur (Malasia), al día siguiente de su inauguración.

 

Obispos

— Mons. John Wong Soo Kau, arzobispo de Kota Kinabalu.

— Mons. Cornelius Piong, obispo de Keningau.

— Mons. Julius Dusin Gitom, obispo de Sandakan

— Mons. Julian Leow Beng Kim, arzobispo de Kuala Lumpur con los arzobispos eméritos el cardenal Anthony Soter Fernández y Mons. Murphy Nicholas Xavier Pakiam.

— Mons. Anthony Bernard Paul, obispo de Melaka-Johor.

— Mons. Sebastian Francis, obispo de Penang con el obispo emérito Mons. Antony Selvanayagam.

— Mons. Simon Poh Hoon Seng, arzobispo de Kuching.

— Mons. Richard Ng, obispo de Miri.

— Mons. Joseph Hii Teck Kwong, obispo de Sibu.

— Mons. William Seng Chye Goh, arzobispo de Singapur.

— Mons. Cornelius Sim, obispo de Puzia de Numidia, vicario apostólico de Brunei.

 

 

09/02/2018-10:57
Rosa Die Alcolea

Corea: La Santa Sede en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang

(ZENIT — 9 feb. 2018).- Por primera vez en la historia una delegación de la Santa Sede participará en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno 2018 de Corea.

Los Juegos comienzan hoy, 9 de febrero de 2018, se celebrarán hasta el próximo día 25 en la ciudad de PyeongChang, en Corea del Sur, y contarán con la participación de 92 países. Este año también estará presente el Vaticano, gracias a la invitación del Comité Olímpico Internacional (C01).

La delegación vaticana estará encabezada por el subsecretario del Pontificio Consejo de la Cultura, Mons. Melchor Sánchez de Toca, quien explica a Radio Vaticano el significado de la presencia de la Santa Sede en estos juegos, "en calidad de observador", desempeñando un papel especial en el auspicio de diálogo y Paz.

Ver vídeo

 

Esperanza

El Papa expresó su agrado por la participación conjunta de las delegaciones deportivas del norte y sur de la península de Corea: "las delegaciones de Corea marcharán juntas bajo la misma bandera y competirán en un solo equipo", dijo en la Audiencia General del miércoles, 7 de febrero de 2018.

Francisco manifestó que este hecho nos da "esperanza en un mundo donde los conflictos se resolverán pacíficamente a través del diálogo y el respeto mutuo, como el deporte enseña".

 

 

09/02/2018-17:22
Redacción

Estonia: Conversación del Papa con el Primer Ministro Jüri Ratas

(ZENIT — 9 feb. 2018).- El Santo Padre y el Primer Ministro de Estonia han dialogado sobre algunos temas de interés mutuo en el ámbito regional y supranacional, entre los cuales la protección de las riquezas ambientales y las migraciones.

En la mañana de hoy, viernes, 9 de febrero de 2018, el Papa Francisco ha recibido en audiencia al Jüri Ratas, Primer Ministro de la República de Estonia.

La Oficina de Prensa de la Santa Sede lo ha comunicado hoy, 9 de febrero de 2019.

En el curso de las conversaciones, desarrolladas en un clima de cordialidad, se puso de manifiesto el aprecio por las buenas relaciones bilaterales y por la contribución positiva de la Iglesia a la sociedad estonia.

Finalmente, se mencionó el compromiso de la comunidad internacional para la resolución de los conflictos.

Asimismo, el político europeo se ha encontrado sucesivamente con el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, y con Mons. Antoine Camilleri, Subsecretario de Relaciones con los Estados.

 

 

09/02/2018-11:38
Redacción

Celebraciones Litúrgicas: Nombrado ceremoniero pontificio un sacerdote de Cracovia

(ZENIT — 9 feb. 2018).- Mons. Krzysztof Marcjanowicz, ha sido nombrado ceremoniero pontificio. Pertenece al clero de la archidiócesis de Cracovia y es oficial del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.

Información del Vaticano, publicada el 9 de febrero de 2018.

Los ceremonieros pontificios ayudan al Papa en funciones sagradas y en circunstancias particulares también asisten los Cardenales: en los Consistorios, en tomar posesión del Título Cardenal, en Misas u otras funciones sagradas celebradas con especial solemnidad, en las misiones pontificias.

Monseñor Guido Marini era hasta ahora el "maestro" de ceremonias.

La Oficina de Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice es el organismo de la Santa Sede que prepara y supervisa las celebraciones litúrgicas del Papa.

La Constitución Apostólica Pastor Bonus (28 de junio de 1988), de acuerdo con los principios de renovación litúrgica promovidos por el Vaticano II, realizó un cambio significativo hacia la antigua Oficina de Ceremonias Pontificias, y constituyó la nueva Oficina de Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice.

 

 

09/02/2018-12:20
Marina Droujinina

Diaconía de la Belleza: Nuevo simposio en Roma del 18 al 25 de febrero

(ZENIT — 9 feb. 2018).- La Diaconía de la Belleza organiza un nuevo simposio en Roma con conciertos, mesas redondas y celebraciones, del 18 al 25 de febrero de 2018, bajo los auspicios del beato Fra Angelico, cuya memoria litúrgica se celebra el 18 de febrero.

Con motivo de sus cinco años, los miembros de la Diaconía de la Belleza serán recibidos por el Papa Francisco en audiencia privada.

Un movimiento dedicado a los artistas, la "Diaconía" se inició en Roma en octubre de 2012 en el momento del Sínodo para la Nueva Evangelización, bajo la presidencia del Cardenal Paul Poupard, presidente emérito del Consejo Pontificio para la Cultura, por iniciativa de Daniel y Anne Facérias.

 

Simposio

El 18 de febrero de 2018 se inaugurará el simposio con la celebración de la Misa, que presidirá Mons. Rino Fisichella, Presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, en la Basílica de Santa María de la Minerva, en honor a la patrona de artistas, donde descansa el patrón de los artistas, el beato Fra Angelico (v. 1400-1455), pintor, en particular, los famosos frescos de San Marco en Florencia. El P. Riccardo hablará sobre "La belleza a través de un pintor: Fra Angelico".

Durante el simposio, el Cardenal Poupard presidirá la Misa en la Basílica de St. Praxedes el viernes 23 de febrero, a las 11 horas, seguida de una charla sobre "La belleza a través del arte y la fe" a las 11:45 horas.

Habrá una mesa redonda, a la que asistirán el Obispo Mons. Le Gall, el Arzobispo de Toulouse, Michael Lonsdale, Filipo Velardi y Don Alfonso, tendrá lugar en el Instituto Francés `Saint-Louis' el 23 de febrero a las 17 horas.

El debate seguirá a la presentación del documental titulado "Yo encontré la belleza".

El lunes 19 de febrero, a las 19:30 horas, el padre Domenico Manuli, estilista convertido en sacerdote, hablará sobre el tema: "Belleza a través de la moda". Su intervención será seguida por el testimonio de una joven modelo.

El simposio terminará con la misa presidida a las 18 horas, el 24 de febrero por el Obispo Le Gall en 'San Andrea delle Fratte', la Basílica donde la Virgen María se apareció a Alfonse Ratisbona el 20 de enero de 1842.

El espectáculo "María Magdalena" será otorgado por los artistas de la Diaconía de Roma, en el teatro de esta basílica, a las 19:30 horas.

 

 

09/02/2018-07:25
Isabel Orellana Vilches

Beato Luis (Alojzije Viktor) Stepinac, 10 de febrero

«Sufrir y trabajar por la Iglesia fue lo que hizo este arzobispo de Zagreb. Sostuvo la diócesis sitiada por el gobierno, atendiendo a los perseguidos por la fe, hasta que fue martirizado con feroz refinamiento»

Indudablemente hay una diferencia abismal entre quienes tienden a buscar briznas de flaqueza en la Iglesia —aún considerándose integrantes de la misma— y se complacen en airearlas, y aquellos que la llevan anclada en su corazón. Éstos últimos no se reconocen por su afilada lengua sino por su admirable quehacer que persigue restituir con amor el desamor que otros extienden sobre el legado de Cristo. Luís Stepinac forma parte de la pléyade de heraldos de la fe que no escatimaron esfuerzos para sostener la Iglesia con una conducta heroica, saliendo al paso de quienes buscaban su imposible derrota con los brazos abiertos y una firmeza irrevocable que tuvo la última manifestación en su ofrenda medida'. Así encarnó el aserto evangélico: «No hay mayor amor que el que da la vida por un amigo» (Jn 15, 13).

Nació y creció en el seno de una familia profundamente cristiana de la localidad cróata de Krasic, que había acogido con gozo su llegada a este mundo el 8 de mayo de 1898. Heredó de su madre la devoción a la Virgen María, aunque ello no impidió que aflorase alguna crisis interna, como la que se hizo patente en su juventud, siendo militar, tras ser liberado del cautiverio que le mantuvo recluído en Italia. Tiempo después, aborreciendo su vida disipada y su inconstancia ante distintos proyectos, incluido el fracaso de un acordado matrimonio, la misericordia divina salió a su encuentro a través de un sacerdote amigo que le envió un artículo sobre san Clemente María Hofbauer
acompañado de una extensa carta.

El ejemplo del santo redentorista tocó su corazón, y encaminó sus pasos al sacerdocio ingresando en el seminario de Roma. Fue ordenado en octubre de 1930 cuando tenía 32 años. Ya entonces se advirtió su amor por la Iglesia y por el Santo Padre. Regresó a Croacia convertido en doctor en filosofía y teología. Estaba dispuesto a todo por Cristo y renunció a ser párroco rural, que es lo que le agradaba, aceptando las misiones de encargado de la liturgia y notario de la curia del arzobispado: «No sé si permaneceré aquí o no. No importa, pues todos los caminos que están al servicio de Dios llevan al cielo».

En 1934 fue nombrado coadjutor del arzobispado. Tres años más tarde sustituyó a monseñor Bauer como arzobispo de Zagreb, que había fallecido. Su labor en pro de la dignidad humana, que defendió vivamente, y la fidelidad a la Iglesia para la que reclamaba el reconocimiento de sus derechos, unido a la fundación de un periódico católico contrarrestando a la prensa antirreligiosa, le colocaron en el punto de mira. Y tras la invasión de Yugoslavia fue acusado de colaborar con el nazismo. Firme en su determinación a luchar por sus altos ideales, se convirtió en el portavoz de todos los oprimidos y perseguidos. Tuvo la valentía de denunciar los abusos cometidos por los ustachis contra las minorías judía y serbia, amén de condenar toda clase de racismo.

Tras la retirada de las tropas alemanas fue tildado de criminal de guerra siendo encarcelado en 1945. Había ejercitado su caridad con los refugiados, distribuyendo entre ellos vagones de alimentos, ocupándose personalmente de los niños huérfanos, de los prisioneros y de los fugitivos de las montañas. Salvó de la inanición y la muerte a 6.700 niños, que en su mayoría eran descendientes de ortodoxos. Toda una hazaña en tiempos tan convulsos. El mariscal Tito fracasó en su intento de que se escindiera de la autoridad de Roma creando una «Iglesia Nacional» bajo la égida comunista. La resistencia de los obispos croatas a su injusta encarcelación quebró la voluntad del gobernante que se vio obligado a liberarlo, si bien la instauración de la brutal dictadura trajo consigo el asesinato de centenares de sacerdotes así como el encarcelamiento y desaparición de otros. El vehículo en el que viajaba fue apedreado y, previendo una inminente encarcelación, dejó instrucciones para administrar la Iglesia.

A mediados de diciembre de 1945 dirigió un mensaje al clero que sintetiza su existencia: «Tengo la conciencia limpia y en paz ante Dios, que es el más fidedigno de los testigos y el único juez de nuestros actos, ante la Santa Sede, ante los católicos de este Estado y ante el pueblo croata». Más tarde, añadiría: «Estoy dispuesto a morir en cualquier momento». En septiembre de 1946 la milicia irrumpió en la capilla donde oraba y le apresó de nuevo: «Si estáis sedientos de mi sangre, aquí me tenéis», fueron sus palabras. Era el inicio de un durísimo e injusto proceso que afrontó con entereza y una fortaleza admirable. Su madre fue presionada brutalmente para influir en el beato, pero ella le dijo valerosamente: «Yo, tu madre, te prohibo decir lo que te pidan. Piensa en tu alma y cállate, no digas una sola palabra». Ella misma moriría mártir en un campo de concentración.

Luis fue condenado a dieciséis años de prisión y trabajos forzados «por crímenes contra el pueblo y el Estado». Sufrió toda clase de humillaciones y atropellos que aceptó en silencio convirtiendo la celda en un oratorio. En su diario escribió: «Todo sea para la mayor gloria de Dios; también la cárcel». Estando recluído, a finales de noviembre de 1951 Pío XII lo nombró cardenal. El 5 de diciembre de ese año, cediendo a las presiones internacionales, el gobierno yugoslavo consintió en trasladarlo a Krasic bajo libertad vigilada. Un periodista le preguntó: —«¿Cómo se encuentra?». Respondió: —«Tanto aquí como en Lepoglava, no hago más que cumplir con mi deber». —«¿Y cuál es su deber?». —«Sufrir y trabajar por la Iglesia». Murió el 10 de febrero de 1960 siendo fiel a la Iglesia por la cual fue calumniado, condenado y martirizado lentamente, con indescriptible alevosía, aplicándole rayos X cada noche desde un espacio contiguo a la celda que ocupaba. Su lema fue: «Odiar la injusticia y amar la justicia». Juan Pablo II lo beatificó el 3 de octubre de 1998.