Servicio diario - 05 de julio de 2019


 

Oración, cercanía y sinodalidad – Francisco a los miembros del Sínodo de la Iglesia greco-católica ucraniana
Larissa I. López

El Hospital ‘Bambino Gesù’ firma un acuerdo con los centros de salud de la Federación Rusa
Redacción

Venezuela: Los obispos condenan la muerte del capitán Acosta y el ataque a Rufo Chacón
Larissa I. López

Francia: Bernard Preynat, declarado culpable de abuso sexual a menores
Marina Droujinina

Burkina Faso: Mons. Dabiré pide el bloqueo del flujo de armas a los yihadistas
John Newton

Mes Misionero Extraordinario: “Cada bautizado es un enviado”
Marina Droujinina

Scholas Ocurrentes: Acuerdo para promover deportes con valores en el mundo
Redacción

Bioética: Europa progresa y España se estanca en el desarrollo de los cuidados paliativos
Redacción

Santa Nazaria Ignacia March Mesa, 6 de julio
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

05/07/2019-14:51
Larissa I. López

Oración, cercanía y sinodalidad – Francisco a los miembros del Sínodo de la Iglesia greco-católica ucraniana

(ZENIT- 5 julio 2019).- Hoy, 5 de julio de 2019, en la Sala Bolonia del Palacio Apostólico Vaticano, el Papa Francisco ha recibido en audiencia a los miembros del Sínodo permanente de la Iglesia greco-católica ucraniana.

Durante su discurso, en primer lugar, el Papa se ha referido a la situación “difícil y delicada” que, desde hace más de cinco años, vive Ucrania, una nación “herida por un conflicto que muchos llaman ‘híbrido’, compuesto, como es, por acciones de guerra en las que los responsables se mimetizan; un conflicto donde los más débiles y los más pequeños pagan el precio más alto, un conflicto agravado por falsificaciones propagandistas y manipulaciones de vario tipo, incluido el intento de involucrar el aspecto religioso”.

Francisco ha agradecido la fidelidad a Dios y al Sumo Pontífice que ha demostrado la Iglesia greco-católica ucraniana a lo largo de la historia y que, a menudo han “pagado cara”. Igualmente, el Santo Padre ha señalada que pide a Dios para que “acompañe las acciones de todos los líderes políticos para que no busquen el llamado bien partidista, que al final siempre es un interés a expensas de otros, sino el bien común, la paz”.

Asimismo, confesó que comienza las mañanas y termina las tardes de sus días encomendando “vuestra Iglesia” a la Virgen que Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk le regaló cuando dejó su cargo de obispo auxiliar en Buenos Aires.

Después, el Pontífice habló sobre el papel de la Iglesia en las situaciones de conflicto, en las que debe ofrecer testimonio “de esperanza cristiana”, que no es “una esperanza del mundo”, sino una que nunca defrauda, que no da paso al desaliento, que sabe cómo superar toda tribulación en la dulce fuerza del Espíritu” (ver Rm 5,2-5). Y añadió que “la esperanza cristiana, alimentada por la luz de Cristo, hace que la resurrección y la vida resplandezcan incluso en las noches más oscuras del mundo”, motivo por el que en los tiempos difíciles, “la prioridad para los creyentes sea unirse a Jesús, nuestra esperanza”.

 

Oración, cercanía y sinodalidad

Así, el Obispo de Roma animó a los presentes, como pastores, a tener como preocupación principal “la oración y la vida espiritual”, siendo esta la “primera ocupación” para ellos: “Que todos sepan y vean que en vuestra tradición sois una Iglesia que sabe hablar en términos espirituales y no mundanos (ver 1 Corintios 2:13). Porque del cielo en la tierra, necesita cada persona que se acerca a la Iglesia, no de ninguna otra cosa”.

“Después de la oración viene la cercanía”, explicó Francisco: “la cercanía de los pastores a los fieles es un canal que se construye día a día y que lleva el agua viva de la esperanza. Así se construye, encuentro tras encuentro, con los sacerdotes que conocen las preocupaciones de la gente y se interesan por ellas y los fieles que, a través del cuidado que reciben, asimilan el anuncio del Evangelio que transmiten los pastores”.

Además, describió que la Iglesia es un lugar “donde la puerta está siempre abierta” y les pidió que nunca la cierren “nunca mandar a casa a los que necesitan ser escuchados” ni caer en “la tentación de vivir esclavos del reloj”.

A la oración y la cercanía, el Papa Francisco agrega la “sinodalidad”, pues “ser Iglesia es ser comunidad que camina junta. No es suficiente tener un sínodo, hay que ser sínodo”. Y ofreció tres aspectos que “reavivan” dicha sinodalidad.

 El primero, es el de la escucha porque “es importante que cada uno, dentro del Sínodo se sienta escuchado” y esto significa mostrar “sensibilidad y apertura a las opiniones de los hermanos, también las de los más jóvenes, también las de quienes son considerados menos expertos”.

La segunda es la corresponsabilidad porque “no podemos ser indiferentes a los errores o descuidos de los demás sin intervenir de manera fraternal pero convencida: nuestros hermanos necesitan nuestros pensamientos, nuestro aliento, así como nuestras correcciones, porque, precisamente, estamos llamados a caminar juntos”.

El tercer aspecto tiene que ver con la participación de los laicos, “miembros de pleno derecho de la Iglesia” que “también están llamados a expresarse, a dar sugerencias”.

Por último, el Papa recordó que la sinodalidad también lleva “a ampliar horizontes, a vivir la riqueza de la propia tradición dentro de la universalidad de la Iglesia: a beneficiarse de las buenas relaciones con otros ritos, a considerar la belleza de compartir partes significativas del propio tesoro teológico y litúrgico con otras comunidades, incluso las no católicas, a tejer relaciones fructíferas con otras Iglesias particulares, así como con los dicasterios de la Curia Romana”.

A continuación exponemos el discurso completo del Papa Francisco.

***

 

Discurso del Santo Padre

¡Beatitud, querido hermano arzobispo mayor, Eminencias, Excelencias, queridos hermanos!

Ha sido mi deseo invitaros aquí en Roma para un intercambio fraterno, también con los Superiores de los Dicasterios competentes de la Curia Romana. Gracias por aceptar la invitación, es hermoso veros. Ucrania vive desde hace tiempo una situación difícil y delicada, desde hace más de cinco años herida por un conflicto que muchos llaman “híbrido”, compuesto, como es, por acciones de guerra en las que los responsables se mimetizan; un conflicto donde los más débiles y los más pequeños pagan el precio más alto, un conflicto agravado por falsificaciones propagandistas  y manipulaciones de vario tipo, incluido el intento de involucrar el aspecto religioso.

Os llevo en mi corazón y rezo por vosotros, queridos hermanos ucranianos. Y os revelo que a veces lo hago con las oraciones que recuerdo y que aprendí del obispo Stefano Chmil, entonces sacerdote salesiano; él me las enseñó cuando yo tenía 12 años, en 1949, y aprendía con él a servir la Divina Liturgia tres veces por semana. Os agradezco vuestra fidelidad al Señor y al Sucesor de Pedro, que a menudo habéis pagado cara a lo largo de la historia, y suplico al Señor que acompañe las acciones de todos los líderes políticos para que no busquen el llamado bien partidista, que al final siempre es un interés a expensas de otros, sino el bien común, la paz. Y le pido al “Dios de todo consuelo” (2 Corintios 1: 3) que conforte las almas de los que han perdido a sus seres queridos a causa de la guerra, de los que llevan sus heridas en el cuerpo y en el espíritu, de los que  han tenido que  dejar la casa y el trabajo y enfrentar el riesgo de buscar un futuro más humano en otro lugar, lejos. Sabéis que mi mirada se dirige todas las mañanas y todas las noches a la Virgen que Su Beatitud me regaló, cuando dejó Buenos Aires para asumir el oficio de arzobispo mayor que la Iglesia le había confiado. Frente a ese icono comienzo y concluyo las jornadas encomendando a la ternura de la Virgen, que es Madre, a todos vosotros,  a vuestra Iglesia. Se puede decir que empiezo el día y lo acabo “en ucraniano” mirando a la Virgen.

El papel principal de la Iglesia, ante las complejas situaciones causadas por los conflictos, es ofrecer un testimonio de esperanza cristiana. No es una esperanza del mundo, que se basa en cosas que pasan, que vienen y van, y con frecuencia dividen, sino en la esperanza que nunca defrauda, que no da paso al desaliento, que sabe cómo superar toda tribulación en la dulce fuerza del Espíritu (ver Rm 5,2-5). La esperanza cristiana, alimentada por la luz de Cristo, hace que la resurrección y la vida resplandezcan incluso en las noches más oscuras del mundo. Por lo tanto, queridos hermanos, creo que en los tiempos difíciles, incluso más que en los de paz, la prioridad para los creyentes sea unirse a Jesús, nuestra esperanza. Se trata de renovar esa unión fundada en el Bautismo y arraigada en la fe, arraigada en la historia de nuestras comunidades, arraigada en los grandes testigos: pienso en la muchedumbre de héroes de la vida cotidiana, en esos numerosos santos de al lado que, con sencillez,  en vuestro pueblo respondieron al mal con el bien (ver Romanos 12:21). Ellos son los ejemplos a los que mirar: aquellos que en la mansedumbre de las Bienaventuranzas tuvieron el valor cristiano: el de no oponerse al malvado,  el de amar a los enemigos y orar por los perseguidores (ver Mt 5: 39.44). Ellos, en el campo violento de la historia, plantaron la cruz de Cristo. Y han dado fruto. Estos hermanos y hermanas vuestros que sufrieron persecución y martirio y que abrazados solamente al Señor Jesús, rechazaron la lógica del mundo, según la cual a la violencia se responde con la violencia, han escrito con su vida las páginas más límpidas de la fe en sus vidas: son semillas fecundas de esperanza cristiana. He leído con emoción el libro “Perseguidos por la verdad”. Detrás de esos sacerdotes, obispos, monjas, está el pueblo de Dios que lleva adelante con la fe y con la oración a todo el pueblo.

Hace unos años, el Sínodo de los Obispos de la Iglesia greco-católica ucraniana adoptó el programa pastoral titulado  La parroquia viva, lugar de encuentro con el Cristo vivo. En algunas traducciones, la expresión “parroquia viva” se ha traducido con el adjetivo “vibrante”. En efecto, el encuentro con Jesús, la vida espiritual, la oración que vibra en la belleza de vuestra liturgia transmiten esa hermosa fuerza de paz, que alivia las heridas, infunde valor pero no agresividad. Cuando, como de un pozo de agua de manantial, sacamos esta vitalidad espiritual y la transmitimos, la Iglesia se vuelve fecunda. Se vuelve  anunciadora del Evangelio de la esperanza, maestra de esa vida interior que ninguna otra institución puede ofrecer.

Por eso deseo alentaros a todos vosotros, como pastores del Pueblo santo de Dios, a tener esta preocupación primordial en todas vuestras actividades: la oración, la vida espiritual. Es la primera tarea, no se le puede anteponer ninguna otra. Que todos sepan y vean que en vuestra tradición sois una Iglesia que sabe hablar en términos espirituales y no mundanos (vea 1 Corintios 2:13). Porque del cielo en la tierra, necesita cada persona que se acerca a la Iglesia, no de ninguna otra cosa. Que el Señor nos conceda esta gracia y haga que todos nos dediquemos  a nuestra santificación y a la de los fieles que nos han sido confiados. En la noche del conflicto que estáis atravesando, como en Getsemaní, el Señor pide a los suyos que “velen y oren”; no que se defiendan, ni mucho menos que ataquen. Pero los discípulos se durmieron en lugar de orar y al llegar Judas sacaron sus espadas. No habían orado y  habían caído en tentación, en la tentación de la mundanalidad: la debilidad violenta de la carne había prevalecido sobre la mansedumbre del espíritu. No el sueño, no la espada, no la fuga, (ver Mt 26.40.52.56), sino la oración y la entrega de sí mismo hasta el final, son las respuestas que el Señor espera de los suyos. Solo estas respuestas son cristianas, solo ellas salvan de la espiral mundana de la violencia.

La Iglesia está llamada a llevar a cabo su misión pastoral con diversos medios. Después de la oración viene la cercanía. Lo que el Señor había pedido a sus apóstoles esa noche, que permanecieran cerca de él y que velasen (ver Mc 14, 34), hoy se lo pide a sus pastores: que estén con la gente, velando al lado de los que atraviesan la noche del dolor. La cercanía de los pastores a los fieles es un canal que se construye día a día y que lleva el agua viva de la esperanza. Así se construye, encuentro tras encuentro, con los sacerdotes que conocen las preocupaciones de la gente y se interesan por ellas y los fieles que, a través del cuidado que reciben, asimilan el anuncio del Evangelio que transmiten los pastores. No lo entienden si los Pastores solamente dicen Dios; lo entienden si hacen todo lo posible por dar a Dios: dándose  a sí mismos, estando cerca, testigos del Dios de la esperanza que se hizo carne para recorrer los caminos del hombre. La Iglesia es el lugar de donde se saca la esperanza, donde la puerta está siempre abierta, donde se recibe el consuelo y el estímulo. Nunca cierres, con ninguno, sino corazón abierto; nunca ponerse a mirar el reloj, nunca mandar a casa a los que necesitan ser escuchados. Nosotros somos servidores del tiempo. Nosotros vivimos en el tiempo. Por favor, ¡no caigáis en la tentación de vivir esclavos del reloj! El tiempo, no el reloj.

El cuidado pastoral comprende, en primer lugar, la liturgia que, como ha destacado a menudo el arzobispo mayor, junto con la espiritualidad y la catequesis constituye un elemento que caracteriza la identidad de la Iglesia greco-católica ucraniana. Al mundo, ” tan a menudo aún desfigurado por el egoísmo y la avidez, la liturgia le revela el camino hacia el equilibrio del hombre nuevo ” (S. JUAN PABLO II, Carta Apostólica Orientale lumen, 11): el camino de la caridad, del amor incondicional, dentro del cual se debe encanalar  cualquier otra actividad, para que se nutra el vínculo fraternal entre las personas, dentro y fuera de la comunidad. Con este espíritu de cercanía en 2016 promoví una iniciativa humanitaria, con la que invitaba  a participar a las Iglesias de Europa a ofrecer ayuda a las personas más directamente afectadas por el conflicto. Doy nuevamente las gracias de corazón  a todos los que contribuyeron a la realización de esta colecta, tanto a nivel económico como organizativo y técnico. A esa primera iniciativa, ahora completada sustancialmente, me gustaría que siguieran otros proyectos especiales. Ya en esta reunión se podrá proporcionar alguna información. Es muy importante estar cerca de todos y ser concretos, también para evitar el peligro de que una situación grave de sufrimiento caiga en el olvido general. No se puede olvidar al hermano que sufre, cualquiera que sea la parte de donde viene. No se puede olvidar al hermano que sufre.

A la oración y la cercanía me gustaría agregar una tercera palabra, que es tan familiar para vosotros: sinodalidad. Ser Iglesia es ser comunidad que camina junta. No es suficiente tener un sínodo, hay que ser sínodo. La Iglesia necesita un intenso intercambio interno: un diálogo vivo entre los pastores y entre los pastores y los fieles. Como Iglesia católica oriental, tenéis ya una marcada expresión sinodal en vuestro ordenamiento canónico, que prevé un recurso frecuente y regular a las asambleas del Sínodo de los Obispos. Pero todos los días debemos hacer sínodo, esforzándonos por caminar juntos, no solo con los que piensan de la misma manera, -sería muy fácil- sino con todos los creyentes en Jesús.

Tres aspectos reavivan la sinodalidad. En primer lugar, la escucha: escuchar las experiencias y sugerencias de los hermanos obispos y sacerdotes. Es importante que cada uno, dentro del Sínodo se sienta escuchado. Escuchar es tanto más importante cuanto más se asciende en la jerarquía. La escucha es sensibilidad y apertura a las opiniones de los hermanos, también las de los más jóvenes, también las de quienes son considerados menos expertos. Un segundo aspecto: la corresponsabilidad. No podemos ser indiferentes a los errores o descuidos de los demás sin intervenir de manera fraternal pero convencida: nuestros hermanos necesitan nuestros pensamientos, nuestro aliento, así como nuestras correcciones, porque, precisamente, estamos llamados a caminar juntos. No se puede esconder lo que está mal y seguir adelante como si nada hubiera pasado para defender  el buen nombre propio  a toda costa: la caridad siempre debe vivirse en la verdad, en la transparencia, en esa parresia que purifica a la Iglesia y hace que camine. La sinodalidad -tercer aspecto-, también significa la participación de los laicos: como miembros de pleno derecho de la Iglesia también están llamados a expresarse, a dar sugerencias. Partícipes de la vida eclesial, no solo deben ser acogidos, sino escuchados. Y subrayo este verbo: escuchar. El que escucha, luego puede hablar bien. El que no está acostumbrado a escuchar no habla, ladra.

La sinodalidad también lleva a ampliar horizontes, a vivir la riqueza de la propia tradición dentro de la universalidad de la Iglesia: a beneficiarse de las buenas relaciones con otros ritos, a considerar la belleza de compartir partes significativas del propio tesoro teológico y litúrgico con otras comunidades, incluso las no católicas, a tejer relaciones fructíferas con otras Iglesias particulares, así como con los dicasterios de la Curia Romana. La unidad en la Iglesia será tanto más fecunda cuanto más real sean el entendimiento y la cohesión entre la Santa Sede y las Iglesias particulares. Más precisamente: cuánto más el entendimiento y la cohesión entre todos los obispos y el obispo de Roma. Esto ciertamente no debe “no debe implicar que ellas sufran una disminución en la conciencia de su propia autenticidad y originalidad” (Orientale lumen, 21), sino a plasmarla dentro de nuestra identidad católica, es decir, universal. Como universal, está en peligro y puede erosionarse por el apego a particularismos de diversos tipos: particularismos eclesiales, particularismos nacionalistas,  particularismos políticos.

Queridos hermanos, estos dos días de reunión, que tanto deseaba, sean momentos fuertes de intercambio, de escucha recíproca, de diálogo libre, siempre animado por la búsqueda del bien, en el espíritu del Evangelio. Que nos ayuden a caminar mejor juntos. Se trata, de alguna manera, de una especie de Sínodo dedicado a los temas más importantes para la Iglesia greco-católica ucraniana en este período, agravado por el conflicto militar todavía en curso y caracterizado por una serie de procesos políticos y eclesiales mucho más amplios de los que atañen a nuestra Iglesia católica. Pero os pido este espíritu, este discernimiento sobre el que verificarse: oración y  vida espiritual en primer lugar; luego, cercanía, sobre todo con los que sufren; después, sinodalidad, camino juntos, camino abierto, paso a paso, con mansedumbre y docilidad. Os doy las gracias, os acompaño en este camino y os pido, por favor, que me recordéis en vuestras oraciones. Gracias.

 

© Librería Editorial Vaticana

 

 

 

05/07/2019-11:30
Redacción

El Hospital ‘Bambino Gesù’ firma un acuerdo con los centros de salud de la Federación Rusa

(ZENIT – 5 julio 2019).- La Secretaría de Estado de la Santa Sede, en nombre y por cuenta del Hospital Pediátrico Bambino Gesù, y el Ministerio de Salud de la Federación de Rusia han firmado un Memorando de Entendimiento para mejorar la colaboración bilateral en el campo de la asistencia médica y la investigación científica.

Así informó ayer, 4 de julio de 2019, la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

El acuerdo prevé el desarrollo de proyectos específicos que involucrarán directamente al Hospital Pediátrico Bambino Gesù y los centros de salud de la Federación Rusa.

El memorando fue firmado en Roma en la sede de San Pablo del Bambino Gesù por Mons. Paolo Borgia, consejero de Asuntos Generales de la Secretaría de Estado de la Santa Sede y por Veronika Skvortsova, ministra de Salud de la Federación Rusa. En esa ocasión la ministra Skvortsova y su delegación, acompañados por la presidenta del Bambino Gesù, Mariella Enoc, visitaron los laboratorios de investigación.

La delegación estaba formada por el embajador de Rusia ante la Santa Sede, Alexander Avdeev, y el director del Departamento de Relaciones Exteriores del Ministerio de Salud, Sergey Muravyev.

El director científico del Bambino Gesù, Bruno Dallapiccola, junto con el director del Departamento de Neurociencia, Federico Vigevano, ilustraron a los presentes los ámbitos de investigación más innovadores realizados en los más de 5.000 metros cuadrados de laboratorio: desde investigaciones genéticas con sofisticadas tecnologías de vanguardia hasta el desarrollo de terapias celulares y genéticas para el tratamiento de la leucemia.

El Bambino Gesù ya está activo en Rusia con programas de formación especializada en el campo neurológico y de cirugía neurológica para el personal médico del Hospital Clínico Infantil Morozov en Moscú y del Centro de Investigación y Clínica de Neuropsiquiatría de Moscú y con proyectos para desarrollar protocolos de diagnóstico y tratamiento de los niños con epilepsia.

La firma del memorando de cooperación en el campo de la salud y la visita de la ministra de Salud Skvortsova al Hospital Pediátrico de la Santa Sede son parte de las actividades programadas con motivo de la visita a Roma del Presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, que fue recibido ayer en audiencia por el Papa Francisco.

 

 

 

05/07/2019-09:59
Larissa I. López

Venezuela: Los obispos condenan la muerte del capitán Acosta y el ataque a Rufo Chacón

(ZENIT – 5 julio 2019).- La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), a través de un comunicado de la Comisión de Justicia y Paz difundido ayer, 2 de julio de 2019, condenó la muerte del capitán Rafael Acosta Arévalo y la violencia ejercida hacia el joven Rufo Chacón Parada.

El capitán Rafael Acosta murió por causa de las torturas perpetradas por sus captores y el joven Rufo Chacón Parada ha quedado desfigurado y ciego tras un ataque violento por parte de las fuerzas policiales mientras se manifestaba por la falta de gas en los hogares.

Ante estos trágicos hechos, los obispos manifiestan que el Estado Venezolano “es responsable” y añaden: “No consentiremos la manipulación, el disimulo y la atenuación de estos graves hechos. Es nuestro compromiso como Iglesia, que ve en el rostro sufriente de los familiares y de las víctimas el dolor de nuestro Señor Jesucristo. Estas dos víctimas hoy representan los gritos de muchos otros ciudadanos que han sido sometidos a iguales patrones y sus casos han sido invisibilizados”.

La Comisión de Justicia y Paz del episcopado venezolano continúa denunciando en el comunicado que “la desaparición forzada, la tortura, los tratos crueles, inhumanos o degradantes, excesos policiales” se han convertido en prácticas permanentes dentro del cuerpo militar y policial. Dichas prácticas constituyen un “atentado a la dignidad de la persona y viola las convenciones y tratados suscritos por la República, que hace responsable directamente a los funcionarios que las ordenan, las apliquen, las toleren o que pudiendo impedirlo, no lo hagan”.

Sobre el caso de Rufo Chacón, los obispos señalan que “la desproporción en el uso de la fuerza” ha dejado “secuelas imborrables en la familia”. El joven se ha quedado ciego y desfigurado y “sin ganas de vivir” y su madre está “traumatizada”. Además, a ambos se le niegan los derechos básicos de la vida y también el de manifestarse. “El silencio no es una opción ante tanto atropello”, recalca el documento.

En cuanto a la muerte del capitán Arévalo, exigen que las investigaciones deban realizarse de acuerdo a “los estándares y protocolos internacionales relacionados con los casos de tortura y no como una simple investigación penal”, lo cual supone “la realización de la autopsia de ley adecuada y con expertos independientes” y “preservar de manera adecuada todo el acervo probatorio”.

Además, consideran inaceptable “la precalificación e imputación de homicidio preterintencional con causal, de la cual la Comisión ha tenido información”, que “pretende disimular la grave violación de los derechos humanos infringida contra el Capitán Arévalo”.

Los prelados manifiestan que conocen que los perpetradores de estos crímenes son jóvenes de apenas 22 y 23 años y se lamentan de que este sea el futuro de las Fuerzas Armadas, describiendo a dicha juventud como “víctimas de un sistema que ha permitido esta degradación moral y espiritual en nuestro país”.

Finalmente, la Comisión de Justicia y Paz exhorta a la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos a exigir al Estado venezolano “el cese del patrón de violaciones a los derechos humanos en el país” y a todos los familiares y grupos de Derechos Humanos “a no desfallecer en el instrumento de la denuncia que parece ser hoy no tan asertivo ante un Estado de alta impunidad”.

 

 

 

05/07/2019-15:32
Marina Droujinina

Francia: Bernard Preynat, declarado culpable de abuso sexual a menores

(ZENIT- 5 julio 2019).- El sacerdote Bernard Preynat, de 73 años de edad, ha sido declarado culpable de abuso sexual a menores y destituido del estado clerical, según informó Vatican News, el 4 de julio de 2019, citando una declaración del Tribunal Eclesiástico de Lyon, publicada por la Conferencia Episcopal Francesa. El padre Preynat abusó de unos 70 menores que formaba parte de su propio grupo scout: los Scouts de Saint-Luc, en Sainte-Foy-lès-Lyon, en las décadas de 1970 y 1980.

Este caso condujo a la retirada del cardenal Philippe Barbarin (Arzobispo de Lyon desde 2002), acusado en 2016 de la “no denuncia” de las agresiones sexuales y condenado el 7 de marzo de 2019 por “no haber denunciado los malos tratos a un menor entre 2014 y 2015”. La sentencia ha sido apelada.

El padre Bernard Preynat “ha sido declarado culpable de haber cometido actos delictivos de carácter sexual contra menores de 16 años”, dice la declaración. “Teniendo en cuenta los hechos y su repetición, el gran número de víctimas, el hecho de que Bernard Preynat abusó de la autoridad que le confería su cargo en el grupo scout que había fundado y que había dirigido desde su creación, asumiendo la doble responsabilidad de líder y capellán, el tribunal decidió aplicarle la pena máxima prevista por el derecho eclesiástico en tal caso, a saber, la destitución del estado clerical”.

Tras pronunciar su veredicto, el Tribunal Eclesiástico “considerará ahora el estudio de los reclamos de indemnización económica de las víctimas”.

 

 

 

05/07/2019-16:26
John Newton

Burkina Faso: Mons. Dabiré pide el bloqueo del flujo de armas a los yihadistas

(ZENIT- 5 julio 2019).- Uno de los obispos de Burkina Faso ha pedido a la comunidad internacional que detenga el flujo de armas a los grupos yihadistas que atacan a los cristianos en el norte del país.

En declaraciones para la organización caritativa católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), Mons. Laurent Birfuoré Dabiré de Dori expuso: “Si el mundo sigue sin hacer nada, el resultado será la eliminación de la presencia cristiana en esta área y muy posiblemente en el futuro en todo el país”.

Haciendo un llamamiento a los gobiernos de todo el mundo para que intervengan a fin de detener el suministro de armas a los extremistas islamistas, el Obispo Dabiré expresó: “Las armas que están usando no fueron fabricadas aquí en África”.

“Tienen rifles, ametralladoras y muchas municiones, más de lo que el ejército de Burkina Faso tiene a su disposición. Cuando vienen a las aldeas, disparan durante horas”.

“¿Quién les está suministrando estos recursos? Si no recibieran este apoyo del exterior, tendrían que dejar de hacerlo”.

“Por eso apelo a las autoridades internacionales. Quienquiera que tenga el poder para hacerlo, que ponga fin a toda esta violencia”.

El último incidente tuvo lugar en una aldea rural de la diócesis de Ouahigouya el jueves 27 de junio, pero los informes de la iglesia no han llegado hasta hoy, 5 de julio.

El obispo contó: “Cuando la gente de la aldea de Bani se había reunido para hablar, los islamistas llegaron y obligaron a todos a tumbarse bocabajo en el suelo”.

“Luego los registraron. Cuatro personas llevaban crucifijos. Así que los mataron porque eran cristianos”.

“Después de asesinarlos, los islamistas advirtieron a todos los demás pueblos que si no se convertían al islam, ellos también serían asesinados”.

Según el obispo, este es el quinto ataque contra los cristianos en el noreste del país desde principios de 2019 y eleva a 20 el número de cristianos asesinados.

Mons. Dabiré explicó a ACN que los ataques de los fundamentalistas islámicos se han intensificado desde 2015.

El prelado señaló también: “Al principio, solo actuaban en la región fronteriza entre Malí y Níger”.

“Pero poco a poco se han trasladado al interior del país, atacando al ejército, a las estructuras civiles y al pueblo”.

“Hoy su principal objetivo parecen ser los cristianos y creo que están tratando de desencadenar un conflicto interreligioso”.

Mons. Dabiré añadió que el padre Joël Yougbaré, sacerdote de su diócesis, fue secuestrado por extremistas el 17 de marzo y que se ha visto obligado a cerrar dos parroquias por motivos de seguridad.

Se ha culpado a varios movimientos islamistas como organizadores el creciente número de ataques en Burkina Faso, incluido el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes y el Estado Islámico del Gran Sahara.

 

John Newton y Marta Petrosillo

 

 

 

05/07/2019-16:05
Marina Droujinina

Mes Misionero Extraordinario: “Cada bautizado es un enviado”

(ZENIT- 5 julio 2019).- “Cada bautizado es un enviado” y cada uno “debe responder a su llamada concreta”, afirma Mons. Giovanni Pietro Dal Toso, secretario adjunto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y presidente de las Obras Misionales Pontificias (OMP).

Al inaugurar la 72ª Semana Española de Misionología en la Facultad de Teología de Burgos, el 1 de julio de 2019, recordó que la misión se basa en “la vocación inherente a cada bautizado”, señala L’Osservatore Romano con fecha del 6 de julio.

“La misión del enviado no es diferente de la misión de Jesús mismo, dijo Mons. Dal Toso: ‘Como me envió el Padre, yo también os envío a vosotros’ en una continuidad que transformará al enviado en una voz, un anuncio, una misión”.

La misión, recordó el arzobispo, “comienza con un encuentro personal” con Cristo. Cristo, muerto y resucitado, continuó, es “el sujeto” de la obra misionera, pero también constituye su “objeto” y su “corazón”.

“La missio ad gentes -explicó- conserva toda su relevancia, incluso en territorios como Europa o América, donde “cada vez más personas no son bautizadas, no creen o son indiferentes, o ignoran totalmente la fe”.

“La fuerza del laicismo no debe subestimarse”, dijo Mons. Dal Toso, ya que “se alimenta del consumismo y se difunde fácilmente por todas partes en internet, que no solo es una herramienta, sino también una forma de vida, incluso en los ámbitos tradicionalmente religiosos”.

Entrando en los detalles del programa, el presidente de la OMP indicó los tres eventos principales que marcarán las celebraciones del Mes Misionero en Roma: la vigilia en San Pedro con el Papa (1 de octubre); el rosario misionero que será transmitido en vivo desde la basílica de Santa María la Mayor (7 de octubre) y la celebración eucarística en San Pedro con el Papa durante la Jornada Mundial de las Misiones (20 de octubre).

A nivel local, explicó, se están promoviendo varias iniciativas: peregrinaciones diocesanas o nacionales, oraciones en las parroquias y testimonios de misioneros de diferentes partes del mundo. Entre los ejemplos más significativos se encuentran el de Colombia, que ha convocado una misión a todas las parroquias para la ocasión; Venezuela, Malawi, Kenia y Portugal, que han decidido dedicar un año completo a la misión “con un programa intensivo de formación y estudio”; y Polonia, Haití, Filipinas, Australia y Malawi, que se distinguen por la producción de materiales educativos y formativos.

Subrayando también la importancia de las iniciativas promovidas en España, el arzobispo reafirmó que “la profundización teológica del carácter misionero de la Iglesia es uno de los retos más importantes de la misión hoy”.

Finalmente, Mons. Dal Toso recordó que “118 direcciones nacionales aseguran la presencia de obras en unos 140 países”, lo que hace que esta red sea “verdaderamente universal”.

Es un verdadero “carisma”, expuso, es decir, un don del Espíritu Santo que debemos mantener y defender”, centrado en tres ámbitos esenciales: la oración, el testimonio y la caridad. Sin olvidar el carácter “pontificio” (es el mismo Papa quien nombra a su presidente) que caracteriza a estas obras: son en realidad “un instrumento del Santo Padre para el bien de la Iglesia universal”.

 

 

 

05/07/2019-12:18
Redacción

Scholas Ocurrentes: Acuerdo para promover deportes con valores en el mundo

(ZENIT – 5 julio 2019).- Scholas Occurrentes, Fundación Milán y Think Equal sellaron una importante alianza con el propósito de impulsar una educación de calidad y promover la ciudadanía global a través de la promoción de los valores del deporte, trabajando en conjunto con jóvenes y niños, en entornos educativos públicos, privados, formales y no formales.

La firma se llevó a cabo el pasado viernes, 28 de junio de 2019, en la sede de Scholas en la Ciudad del Vaticano y contó con la presencia de Paolo Scaroni, presidente del AC Milan; Leslee Udwin, fundadora y CEO de Think Equal; y José María del Corral y Enrique Palmeyro, directores mundiales de Scholas Occurrentes.

Por la tarde, el Papa Francisco recibió su camiseta número 29, que él mismo firmó y que será luego subastada para poder ayudar a los diferentes programas de deportes con valores que Scholas está implementando en el mundo.

“Para la Fundación Milán es muy importante este acuerdo ya que de esta manera podremos llegar a las más de 500 mil escuelas y redes educativas que forman parte de Scholas. El deporte es un instrumento de inclusión social y transmite valores dentro y fuera de la vida, por eso este acuerdo es muy importante”, declaró Scaroni tras la firma.

En esta primera etapa, uno de los proyectos que las tres organizaciones llevarán a cabo será el diseño y desarrollo de una plataforma global conjunta que servirá de base para iniciar programas en más de 40.000 escuelas en todo el mundo, comenzando por Australia, Botsuana, China, Estados Unidos, Italia, Indonesia, Mozambique y México. De esta manera, niños y jóvenes de todo el mundo podrán acceder y ser parte de un modelo educativo diferente e innovador basado en el deporte y la tecnología, los valores y las emociones. El primer proyecto conjunto de las tres organizaciones se implementará en septiembre en Mozambique, con motivo de la visita de Su Santidad el Papa Francisco al país.

Scholas trabaja en la recuperación del deporte como escuela de vida a través de la implementación de metodologías y programas que tienen como fundamento rescatar los valores esenciales de la actividad deportiva, con el objetivo de ofrecer a niños y jóvenes que viven en contextos de vulnerabilidad, un espacio de encuentro para su desarrollo personal e involucrarlos con la realidad de sus comunidades. “Desde el origen de Scholas, el propio Papa Francisco pidió a Scholas unir educación, deporte y solidaridad, y justamente este acuerdo con la Fundación Milan y Think Equal es un gran paso para llevar adelante el propósito de superar la pobreza y la exclusión en el mundo”, expresaba Enrique Palmeyro.

Por su lado, Leslee Udwin, Fundadora y CEO de Think Equal, manifestó: “Estoy entusiasmada y feliz por nuestra alianza sólida y amplia enfocada en los niños y jóvenes de todo el mundo, enseñándoles a amar y no a odiar, a romper el ciclo de discriminación, egoísmo e indiferencia. Nuestro esfuerzo conjunto educará a nuestros hijos desde los primeros años en busca de valores, empatía, inclusión y resultados positivos en la vida. Estoy ansiosa de que podamos unir nuestra determinación y nuestras poderosas energías para lograr este objetivo”.

 

Sobre Scholas Occurrentes

Scholas Occurrentes es una organización Internacional de Derecho Pontificio presente en 190 países de los cinco continentes y que a través de su red integra a medio millón de escuelas y redes educativas. Su misión es lograr la integración de todos los alumnos del mundo a través de propuestas tecnológicas, deportivas y artísticas que promueven la educación desde la cultura del encuentro.

 

Sobre Fundación Milán

Fondazione Milan (Fundación Milán) es una organización benéfica pública vinculada al ámbito más amplio de la Responsabilidad Corporativa y la Sostenibilidad de Gruppo Milan. La fundación se creó en 2003 con el simple objetivo de hacer algo bueno para la comunidad y expresar solidaridad con los que tienen dificultades. Desde entonces, Fondazione Milan ha apoyado muchas situaciones de necesidad, tanto en Italia como en el extranjero.

 

Sobre Think Equal

La misión de Think Equal es producir un cambio en el sistema de la educación para poner fin a la mentalidad discriminatoria y al ciclo de violencia en todo el mundo. Think Equal hace un llamamiento a los gobiernos y ministros de educación para que adopten su programa tangible y gratuito que medie todos los aspectos del aprendizaje emocional y social basado en valores para niños de 3 a 6 años.

 

 

 

05/07/2019-09:03
Redacción

Bioética: Europa progresa y España se estanca en el desarrollo de los cuidados paliativos

(ZENIT – 5 julio 2019).- Anualmente, 4,5 millones de personas necesitan cuidados paliativos en Europa; 300.000 españoles fallecen cada año con necesidad de recibirlos y, de ellos, 130.000 presentan problemas complejos que precisarían servicios especializados. La situación está lejos de ser algo puntual, pues según estimaciones basadas en datos de la Organización Mundial de la Salud, estas cifras aumentarán un 30% para 2060, como consecuencia, sin duda, de un creciente aumento de enfermedades no transmisibles y del envejecimiento de la población, que en España conocemos ya muy bien.

La nueva edición del Atlas de Cuidados Paliativos, que se ha presentado en el Congreso Mundial de Cuidados Paliativos (Berlín), es una oportunidad de reflexión sobre el desarrollo de esta disciplina. ¿Cómo estamos respondiendo? y, sobre todo, ¿cómo nos estamos preparando para el futuro?

Europa está haciendo frente al reto, pero lo hace de manera desacompasada. Si bien las políticas sanitarias de cuidados paliativos de los últimos años han promovido un desarrollo notable, y el número de servicios especializados de cuidados paliativos en la mayoría de los países ha aumentado con respecto a 2013, el incremento es insuficiente y ampliamente desigual. Los servicios no son los óptimos para atender las necesidades de los pacientes, se concentran mayoritariamente en pocos países y, lo más importante, no alcanzan las ratios por población que propone la Asociación Europea de Cuidados Paliativos. La situación de España sirve para ilustrarlo: su ratio es de 0,6 servicios especializados por 100.000 habitantes, frente a los 2 por cada 100.000 recomendados. En consecuencia, según la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal), 80.000 personas fallecen cada año en España sin acceso a servicios de cuidados paliativos, lo que les genera un sufrimiento innecesario, con síntomas descontrolados. En definitiva, se ven privados del derecho fundamental a la salud.

Sin embargo, no todo son sombras. Se ha detectado una creciente implantación de servicios paliativos para niños en Europa (de 29 países en 2013 a 38 en 2019) y en España (de 5 a 10 servicios en 6 años); además, se están generalizando marcos legales que regulan la provisión de paliativos (leyes específicas, decretos-leyes, o planes y estrategias nacionales).

 

Acreditación nacional reconocida

La especialización en Medicina Paliativa es otro aspecto fundamental. España, a diferencia de sus vecinos, no tiene una acreditación nacional reconocida para médicos, pero sí está realizando progresos en materia de educación; en torno a un 60% de las facultades de Medicina y Enfermería incluyen ya la asignatura de Paliativos de forma obligatoria. En el resto de la región, la mitad de los países incluyen ya en sus facultades de Medicina y Enfermería asignaturas de cuidados paliativos.

El Atlas muestra que los cuidados paliativos se están integrando en otros niveles asistenciales, en otros ámbitos de la medicina y en otros contextos sociales. Por ejemplo, hasta 12 países tienen sistemas de identificación de pacientes con necesidades paliativas en primaria; los cuidados paliativos se proporcionan en el cáncer avanzado a la vez que la quimioterapia u otros tratamientos específicos; hay centros de referencia de paliativos en Cardiología, y empieza a integrarse en el cuidado de los mayores en residencias en muchos países europeos. Simultáneamente, la concienciación social hacia los cuidados paliativos también crece: cada vez se crean más programas de voluntarios en Europa y hay sociedades profesionales en 41 países.

¿Hemos mejorado? Sí, pero hay que seguir dando pasos. Europa ha desarrollado cuidados paliativos en general, pero lo ha hecho de modo heterogéneo y por detrás de las necesidades de su población. España se ha estancado: no ha habido progresos sustanciales en el número de servicios y muchos equipos están desbordados por una demanda creciente, ahora que los paliativos son más conocidos por la población y más solicitados. Aunque hay buenas experiencias en algunas autonomías, y una prometedora cantera de profesionales más preparados, falta el compromiso político que garantice una cobertura paliativa mayor y de mejor calidad, y el reconocimiento de la especialización para los profesionales (ver más AQUÍ).

 

 

 

05/07/2019-07:00
Isabel Orellana Vilches

Santa Nazaria Ignacia March Mesa, 6 de julio

«Cruzada de amor por la Iglesia. Esta madrileña que había sido Hermanita de los Pobres, se sintió llamada después a la vida misionera. Fundó en Bolivia y extendió su obra por Argentina y Uruguay, entre otros países latinoamericanos»

Junto a María Goretti y a otros santos y beatos, la Iglesia incluye hoy en el santoral a esta española que tuvo la gracia de percibir la llamada de Cristo siendo niña y de acogerla cumpliendo su palabra con absoluta fidelidad en el seguimiento hasta el final de sus días.

Vino al mundo en Madrid, junto a su hermana melliza, el 10 de enero de 1889. Fueron dieciocho vástagos los que nacieron en su cristiano hogar, de los cuales sobrevivieron diez. El momento crucial destacado por sus biógrafos, por arrancar de él su vocación, se produjo a sus 9 años, el día que recibió por vez primera el Cuerpo de Cristo. Las divinas palabras, escuetas, claras, directas, fueron: «Tú, Nazaria, sígueme». Al igual que hicieron los primeros discípulos cuando fueron seleccionados del mismo modo, no titubeó. Aseguró: «Te seguiré, Jesús, lo más cerca que pueda una humana criatura». Estaba en las antípodas del joven rico que dio la espalda a Cristo y de otros que antepusieron a Él diversas ocupaciones. El primer paso que dio la santa fue consagrarle íntimamente su virginidad. Su padre tenía ante sí la ardua tarea de sacar adelante a su numerosa prole y se afincó en Sevilla; desde allí realizó varios viajes a América. Antes de partir con la familia, sobre Nazaria recayeron dos vaticinios. Uno de ellos provino de santa Ángela de la Cruz; le dijo: «Tú irás a América, y volverás con compañeras». El otro fue del jesuita P. Tarín, quien precisó certero: «Hija mía, Dios te ama mucho. Ánimo y adelante. Dentro de unos tres años, Dios te empezará a colmar tus deseos, después te los colmará todos, todos». Era el Jueves Santo de 1906, y ella sustituía a una pobre que debía haber participado en la liturgia del lavatorio de los pies, en el domicilio de la condesa de Casa Galindo.

Tenía 18 años cuando los suyos se embarcaron rumbo a México. En el trayecto hubo una escala en Cuba, y allí observó el talante de dos Hermanitas de los Ancianos Desamparados que habían realizado el viaje sin hacerse notar, eligiendo los asientos menos valorados, y cuyo rostro dejaba traslucir su gran humildad. Ese desarraigo de las cosas del mundo conmovió a Nazaria, que hacía años se sentía llamada a la vida misionera, y decidió unirse a ellas. Realizó el noviciado en España y al conocer que necesitaban voluntarias para América, se ofreció de inmediato movida por su afán apostólico. Su primer destino fue Oruro, Bolivia, y su misión: pedir limosna para los ancianos. No era agradable, menos aún cuando alguna vez recibía por ello un trato grosero. Pero se esforzaba con agrado, poniendo sobre el tapete su arrolladora simpatía, pensando en Cristo y en las personas de avanzada edad que no tenían a nadie más que a ellas. Las calles de la ciudad, recorridas de forma incansable, iban desnudándose ante sus ojos; veía, más allá de recodos y muros, el vacío, la soledad y carencias elementales que formaban parte de la vida de tantos desheredados. Formó parte de la comunidad de Hermanitas doce años.

Tras la lectura de la vida de Catalina de Siena, que le sugirió el nuncio del papa en Bolivia, se sintió llamada a formar una Cruzada al servicio del pontífice. Coincidió que la víspera de Pentecostés de 1920 visitó el Beaterio de Nazarenas de Oruro, que se hallaba en delicada situación, y en el que tenía puesta su mirada el obispo, y sintió esta locución: «Tú serás fundadora y esta casa tu primer convento». Ese mismo año realizó los ejercicios de san Ignacio de Loyola, y comprendió claramente que la vía que debía seguir era instituir una congregación integrada «bajo el estandarte de la cruz» que estuviera «en torno a la Iglesia» en una «cruzada de amor». En enero de 1925 emitió voto de obediencia al papa y abrió su corazón a Mons. Antezana. Ambos convinieron en pedir una prueba a Dios para saber si debía fundar: poder entrevistarse con el nuncio el 12 de febrero de ese año. En marzo Mons. Cortesi dio su visto bueno: «Ha llegado la hora y usted deberá ponerse al frente de este nuevo Instituto». El beaterío fue el lugar donde quedó instaurada su obra, tal como se le anunció. Ella añadió a su voto de obediencia, el de trabajar por la unión y extensión de la Iglesia. En febrero de 1927 profesaron las primeras religiosas. En 1930 fue unánimemente elegida superiora general. Asentó en el corazón de todas este afán: «En amar, obedecer y cooperar con la Iglesia en su obra de predicar el Evangelio a toda criatura, está nuestra vida, el ser lo que somos». «Este es nuestro espíritu: guerrero, fiel, nada de cobardías, todos amores, amor sobre todo a Cristo y en Cristo a todos. Repartirse entre los pobres, animar a los tristes, dar la mano a los caídos; enseñar a los hijos del pueblo, partir su pan con ellos, en fin, dar toda su vida, su ser entero por Cristo, la Iglesia y las almas.»

Viajó a Roma y mantuvo dos emotivas audiencias con Pío XI. En la segunda el pontífice la vio tan firme en su anhelo de trabajar por la sede de Pedro representada en él, que puntualizó: «Sí, y por Pedro a Cristo». Al añadir que estaban dispuestas a morir por la Iglesia, nuevamente el papa matizó: «¿Morir, hija mía? Morir, no. Vivir, vivir y trabajar mucho por la Iglesia». La fundación fue aprobada en 1935. Ella la extendió por Bolivia, Argentina –a demanda del nuncio apostólico en el país, Mons. Cortesi–, Uruguay y también por España, donde se hallaba en 1936. Inmersa en la guerra civil, la comunidad entera fue apresada; su destino: morir bajo los fusiles a manos de los milicianos, como tantos otros. Acogieron el hecho con tal gozo que los dejaron estupefactos. No podían entender que para ellas, que habían recibido la Eucaristía previamente, entrar en la vida eterna era el más preciado galardón. Pero las leyes consulares uruguayas y bolivianas, regidas por el derecho internacional, impidieron su ajusticiamiento. El 6 de julio de 1943 Nazaria entregaba su alma a Dios en Buenos Aires. Juan Pablo II la beatificó el 27 de septiembre de 1992. Francisco la canonizó el 14 de octubre de 2018. Sus restos se veneran en Oruro.