Servicio diario - 24 de junio de 2019


 

Ordenación del obispo auxiliar de Santiago de Chile: "Compete más al obispo servir que dominar"
Rosa Die Alcolea

Francia: Mons. Michel Dubost, administrador apostólico de Lyon
Anne Kurian

"María se levantó y partió sin demora", tema de la XXV JMJ de Lisboa 2022
Larissa I López

"Alimenten y propaguen el fuego de Cristo" — El Papa Francisco a los jóvenes
Larissa I López

Vaticano: Visita de una delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla
Redacción

San Juan Bautista, una figura que siempre "deja espacio a Dios" — Homilía del cardenal Becciu
Larissa I López

China: Fallecimiento de Mons. Stefano Li Side, obispo de Tianjin
Redacción

ENTREVISTA al Patriarca Twal: "Los cristianos de Tierra Santa existimos, pero hemos perdido nuestra influencia"
Deborah Castellano Lubov

San Juan Bautista: Atraer no a uno mismo, sino a Jesús
Anne Kurian

San Guillermo de Vercelli, 25 de junio
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

24/06/2019-17:19
Rosa Die Alcolea

Ordenación del obispo auxiliar de Santiago de Chile: "Compete más al obispo servir que dominar"

(ZENIT – 24 junio 2019).- “Compete más al obispo servir que dominar, según el mandamiento del Maestro” recordó el Santo Padre Francisco en la ordenación episcopal de Mons. Alberto Ricardo Lorenzelli Rossi, salesiano, obispo auxiliar de la archidiócesis de Santiago de Chile, el sábado, 22 de junio de 2019, en la Basílica Vaticana.

"Ama con amor de padre y de hermano a todos aquellos que Dios te confía", exhortó el Papa al nuevo obispo auxiliar de Santiago de Chile, a quien nombró el 22 de mayo de 2019. Y le pidió estar cerca de los sacerdotes, "¡muy cerca!". "Que cuando te busquen te encuentren inmediatamente, sin burocracia: directamente", expresó.

En este sentido, el Pontífice instó al nuevo prelado a acompañar de cerca a los sacerdotes y diáconos, “tus colaboradores”, le dijo. Asimismo, señaló: “Sé cercano a los pobres, a los indefensos y a todos los que necesitan acogida y ayuda” y “exhorta a los fieles a cooperar en el compromiso apostólico y escúchalos de buena gana”.

 

El obispo es siervo

El obispo es “siervo, pastor, padre, hermano, nunca un mercenario”, recordó el Papa a Alberto Lorenzelli, en presencia de los cardenales, obispos y sacerdotes. “Episcopado” es el nombre de un servicio, no de un honor, aclaró Francisco.

“En cuanto a ti, queridísimo hermano elegido por el Señor, nunca te olvides de tus raíces, de tu madre, de tu familia- tus raíces. Reflexiona que has sido elegido de entre los hombres y para los hombres, has sido constituido en las cosas que conciernen a Dios”, le pidió el Santo Padre.

 

Perpetuar el ministerio

Para perpetuar este ministerio apostólico de generación en generación, proclamó el Papa, “los Doce reunieron a los colaboradores y, con la imposición de las manos, les transmitieron el don del Espíritu recibido de Cristo, que les confirió la plenitud del sacramento del Orden”.

Así, “a través de la sucesión ininterrumpida de obispos en la tradición viva de la Iglesia, este ministerio primario ha sido preservado y la obra del Salvador continúa y se desarrolla hasta nuestros días”.

 

Hijo de migrantes italianos

Alberto Lorenzelli fue ordenado sacerdote el 24 de enero de 1981 en Sampierdarena, Génova. Nació el 2 de septiembre de 1953 en Isidro Casanova, provincia de Buenos Aires, Argentina. Hijo de Ricardo Lorenzelli y Emma Rossi. Su familia es de migrantes italianos llegados a Argentina, quienes regresaron a Italia a principios de la década del Setenta.

Es Licenciado en Teología en la Pontificia Universidad Urbaniana de Roma, Bachiller en Filosofia y en Ciencias de la Psicología en la Pontificia Universidad Salesiana de Roma.

Desde el 1 de marzo de 2012 hasta el 27 de enero del 2018 fue Inspector de la Inspectoría Salesiana de Chile. Actualmente es director de la Comunidad Salesiana presente en el Vaticano.

La homilía que el Papa pronunció durante la celebración eucarística fue, según indicó la Oficina de Prensa Vaticana, esencialmente la homilía prevista en el Ritual para la Ordenación de Obispos, a la que, sin embargo, añadió algunas de sus consideraciones. A continuación, sigue el texto.

***

 

Homilía del Santo Padre

Queridos hermanos e hijos,

Reflexionemos cuidadosamente sobre la alta responsabilidad eclesial a la que está llamado este hermano nuestro. Nuestro Señor Jesucristo, enviado por el Padre para redimir a los hombres, envió a su vez a los doce apóstoles al mundo, para que fueran llenos del poder del Espíritu Santo para proclamar el Evangelio a todos los pueblos y reunirlos bajo un solo pastor, para santificarlos y conducirlos a la salvación.

Para perpetuar este ministerio apostólico de generación en generación, los Doce reunieron a los colaboradores y, con la imposición de las manos, les transmitieron el don del Espíritu recibido de Cristo, que les confirió la plenitud del sacramento del Orden. Así, a través de la sucesión ininterrumpida de obispos en la tradición viva de la Iglesia, este ministerio primario ha sido preservado y la obra del Salvador continúa y se desarrolla hasta nuestros días. En el obispo rodeado de sus sacerdotes está presente en medio de vosotros el mismo Señor nuestro Jesucristo, sumo sacerdote para siempre.

Es Cristo, en efecto, quien en el ministerio del obispo continúa predicando el Evangelio de la salvación, es Cristo quien continúa santificando a los creyentes a través de los sacramentos de la fe. Es Cristo quien en la paternidad del obispo acrecienta con nuevos miembros su cuerpo, que es la Iglesia. Es Cristo quien, con la sabiduría y la prudencia del obispo, guía al pueblo de Dios en la peregrinación terrena hacia la felicidad eterna.

Por tanto, acoged con alegría y gratitud a este hermano nuestro, a los que los obispos asociamos hoy con la imposición de manos al Colegio Episcopal. Rendidle el honor que se debe al ministro de Cristo y a los dispensadores de los misterios de Dios, al cual se confía el testimonio del Evangelio y el ministerio del Espíritu para la santificación. Recordad las palabras de Jesús a los Apóstoles: “El que os oye a vosotros me oye a mí; el que os desprecia a vosotros me desprecia a mí y el que me desprecia a mí, desprecia al que me envió”.

En cuanto a ti, queridísimo hermano elegido por el Señor, nunca te olvides de tus raíces, de tu madre, de tu familia- tus raíces. Reflexiona que has sido elegido de entre los hombres y para los hombres, has sido constituido en las cosas que conciernen a Dios. “Episcopado” es el nombre de un servicio, no de un honor. Compete más al obispo servir que dominar, según el mandamiento del Maestro: “Quien sea el más grande entre vosotros que sea como el más pequeño. Y quien gobierna, que sea como el que sirve”. El obispo es siervo, pastor, padre, hermano, nunca un mercenario.

Anuncia la Palabra en cada ocasión: oportuna y no oportuna. Amonesta, reprocha, exhorta con toda magnanimidad y doctrina. Y a través de la oración -no olvides que la primera tarea del obispo es la oración-  Así decía San Pedro el día que creó a los diáconos: “Para nosotros la oración y el anuncio de la Palabra”; un obispo que no reza es un mercenario. Y a través de la oración y la ofrenda de sacrificio por tu pueblo, saca de la plenitud de la santidad de Cristo la riqueza multiforme de la gracia divina.

En la Iglesia que te ha sido confiada, sé fiel guardián y dispensador de los misterios de Cristo, puesto por el Padre a la cabeza de su familia, sigue siempre el ejemplo del Buen Pastor, que conoce a sus ovejas, que es conocido por ellas y que  no ha dudado en dar su vida por ellas. Cerca del pueblo de Dios, para conocer el pueblo de Dios del que fuiste elegido.

Ama con amor de padre y de hermano a todos aquellos que Dios te confía. Ante todo, a los sacerdotes y diáconos, tus colaboradores. El prójimo más cercano del obispo son los sacerdotes y los diáconos. Cerca de los sacerdotes: ¡muy cerca! Que cuando te busquen te encuentren inmediatamente, sin burocracia: directamente. Sé cercano a los pobres, a los indefensos y a todos los que necesitan acogida y ayuda. Exhorta a los fieles a cooperar en el compromiso apostólico y escúchalos de buena gana.

Presta mucha atención a los que no pertenecen al único redil de Cristo, porque ellos también te han sido confiados a ti en el Señor. Recuerda que en la Iglesia católica, reunida en el vínculo de la caridad, estás unidos al Colegio Episcopal y debes llevar en ti la solicitud de todas las Iglesias, ayudando generosamente a las más necesitados.

Vela con amor sobre todo el rebaño, vela este rebaño donde el Espíritu Santo te pone para dirigir la Iglesia de Dios y hazlo en el nombre del Padre, de quien debes ser imagen, en el nombre de Jesucristo, su Hijo, por quien has sido constituido maestro, sacerdote y pastor; y en el nombre del Espíritu Santo que da vida a la Iglesia y con su potencia sostiene nuestra debilidad. ¡Que así sea!

 

© Librería Editorial Vaticano

 

 

 

24/06/2019-17:37
Anne Kurian

Francia: Mons. Michel Dubost, administrador apostólico de Lyon

(ZENIT — 24 junio 2019).- El Papa Francisco nombró al Arzobispo Michel Dubost, de 77 años, como "administrador apostólico" de la Arquidiócesis de Lyon, el 24 de junio de 2019. El cardenal Philippe Barbarin, que se retiró del cargo hace tres meses, sigue siendo el actual arzobispo, pero sus poderes se delegan en el administrador.

En efecto, el administrador es nombrado "sede plena y ad nutum Sanctae Sedis", como se explica en el directorio para el ministerio pastoral de los obispos: "En circunstancias particulares, la Santa Sede puede disponer de manera extraordinaria que se coloque un administrador apostólico en una diócesis que tenga un obispo propio. En este caso, el obispo diocesano colaborará, por lo que le pertenece, en el cumplimiento pleno, libre y sereno del mandato del administrador apostólico".

El obispo Dubost, hasta ahora obispo emérito de la diócesis de Evry-Corbeil-Essonnes, se encargará ahora de los asuntos de la diócesis de Lyon, perturbada en los últimos años por el juicio del cardenal Philippe Barbarin. El Papa no aceptó su dimisión, bajo la presunción de inocencia, pero el arzobispo de Lyon decidió retirarse del gobierno de su diócesis durante algún tiempo, el 19 de marzo. La dirección de la diócesis fue confiada al vicario general moderador, P. Yves Baumgarten.

El primado de los galos, nombrado arzobispo de Lyon en 2002, está implicado desde 2016 por "no haber denunciado" las agresiones sexuales a un sacerdote de su diócesis, el padre Bernard Preynat, que abusó de unos 70 menores en el movimiento Scout en los años setenta y ochenta (en la época del cardenal Albert Decourtray, cuyos sucesores inmediatos fueron los arzobispos Jean Balland y Louis-Marie Billé). El 7 de marzo, el Cardenal fue declarado culpable de "no denunciar los malos tratos a un menor entre 2014 y 2015" y condenado a seis meses de prisión condicional. Apeló contra la sentencia, así como contra la fiscalía de Lyon.

 

Biografía de Mons. Dubost

Ordenado sacerdote el 24 de mayo de 1967, fue vicario de Notre-Dame-de-Bercy; capellán de la escuela Saint-Jean-de-Béthune de Versalles, luego de los colegios y liceos de Versalles (1967-1975). En 1976, fue nombrado secretario general de FOCS (Federación de Organizaciones de Comunicación Social), cargo que ocupó hasta 1982. Mons. Dubost fue entonces director de las Capellanías de Educación Pública de la Diócesis de París (1982-1988).

En 1983, fue nombrado párroco de la parroquia de Saint-Jacques-du-Haut-Pas en París. Permaneció allí hasta 1989 antes de ser nombrado Obispo de la Diócesis del Ejército el 9 de agosto de 1989, luego Obispo de la Diócesis de Evry-Corbeil-Essonnes en 2000, a cargo de la cual renunció en 2017 por límite de edad.

En la Curia de Roma, Mons. Dubost es miembro del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. En la Conferencia Episcopal Francesa, es miembro de la Comisión para la Misión Universal como director de la Obras Pontificias Misionales y del Consejo para la Solidaridad como obispo acompañante del CCFD — Terre Solidaire.

 

 

 

24/06/2019-12:46
Larissa I. López

"María se levantó y partió sin demora", tema de la XXV JMJ de Lisboa 2022

(ZENIT- 24 junio 2019).- Durante la audiencia con los participantes en el XI Foro Internacional de los Jóvenes, el pasado sábado, 24 de junio de 2019, el Papa Francisco anunció el itinerario trienal de las Jornadas Mundiales de la Juventud.

Tal y como informa el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, el tema elegido por el Santo Padre para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Lisboa en 2022 será: " María se levantó y partió sin demora" (Lc 1,39).

Asimismo, para los dos años precedentes, en la Jornada Mundial de la Juventud del Domingo de Ramos, el Papa invita a meditar sobre los versículos: "¡Joven, a ti te digo, levántate!" (cf. Lc 7,14; Christus vivit, 20) y "¡Levántate! ¡Te hago testigo de las cosas que has visto!" (cf. Hch 26,16), respectivamente.

Este camino espiritual marcado por el Pontífice continúa en coherencia con la reflexión iniciada en la última Jornada Mundial de la Juventud de Panamá en 2019 y con el camino sinodal, en particular con la Exhortación Apostólica Christus vivit.

En dicha exhortación, Francisco cita el versículo de Lc 7, 14, exhortando a los jóvenes a dejarse tocar por la fuerza del Señor resucitado y retomar el "vigor interior, los sueños, el entusiasmo, la esperanza y la generosidad" que caracterizan a la juventud.

Estos tres temas presentan en común la invitación a los jóvenes a "levantarse", a apresurarse a vivir la llamada del Señor y difundir la buena noticia, como hizo la Virgen María después de haber pronunciado su "Aquí estoy". El verbo "levantarse" en el texto original de San Lucas tiene también el significado de "resucitar, "despertar a la vida".

 

La Jornada Mundial de la Juventud

Las Jornadas Mundiales de la Juventud constituyen una iniciativa promovida en sus inicios por el Papa Juan Pablo II, que dedicó siempre una atención especial a los jóvenes.

Tiene lugar todos los años a nivel diocesano, en el Domingo de Ramos, y cada dos o tres años como un encuentro internacional, en una ciudad escogida por el Papa.

Estos encuentros internacionales han reunido a millones de jóvenes para celebrar su fe y su pertenencia a la Iglesia y han contado siempre con la presencia de los distintos pontífices.

 

 

 

24/06/2019-11:42
Larissa I. López

"Alimenten y propaguen el fuego de Cristo" El Papa Francisco a los jóvenes

(ZENIT- 24 junio 2019).- “El texto de Emaús dice que Jesús encendió un fuego en los corazones de los discípulos (cf. Lc 24,32). Como saben, el fuego, para que no se apague, tiene que expandirse, sino se convierte en cenizas, tiene que propagarse. Por ello, ¡alimenten y propaguen el fuego de Cristo que tienen en ustedes!”, explicó el Papa Francisco a los jóvenes.

El pasado sábado, 22 de junio de 2019, el Santo Padre se reunió en audiencia con los participantes en el XI Foro Internacional de los Jóvenes, organizado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, en Sassone di Ciampino (Roma), y cuyo tema tratado es "Jóvenes en acción en una Iglesia sinodal".

Este evento presenta el objetivo de promover la implementación del Sínodo 2018 sobre "Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional".

En primer lugar, Francisco subrayó el protagonismo de los jóvenes en el proceso de conversión pastoral anhelada por los padres sinodales y ha señalado que dicho protagonismo “no es un gesto de diplomacia y buena voluntad, o son protagonistas o no son nada; o van delante del tren o terminarán siendo vagón de cola, arrastrados por la marea”.

Después, el Santo Padre ha comentado el pasaje de los discípulos de Emaús, un episodio en el que el Señor les había acompañado en el camino, pero esos dos discípulos solo lo reconocieron al partir el pan. Se trata de un texto paradigmático para comprender la misión de la Iglesia en relación con los jóvenes y a través del cual, el Pontífice piensa que Dios puede hablarles especialmente.

Así, el Papa considera que “como los discípulos de Emaús, fuimos llamados para llevar la luz de Cristo en la noche del mundo. Ustedes, queridos jóvenes, están llamados a ser la luz en la obscuridad de la noche de tantos compañeros que aún no conocen la alegría de la vida nueva en Jesús”.

Igualmente, el Obispo de Roma señaló que después de haber participado en el consabido foro, los presentes deben sentir la necesidad de compartir lo vivido con sus comunidades: “A Jesús lo encontramos, sobre todo, en la comunidad y por los caminos del mundo. Cuanto más lo llevemos a los demás, más lo sentiremos presente en nuestras vidas”.

El Papa Francisco recordó  que los jóvenes son “el hoy de Dios, el hoy de la Iglesia” y que todos son “miembros de un único cuerpo”.

“Piensen esto: En el mundo cada vez más son las divisiones; y las divisiones traen guerras, traen enemistad. Y ustedes tienen que ser el mensaje de la unidad. Que vale la pena andar por este camino. Solo caminando juntos seremos de verdad fuertes”, recalcó.

Finalmente, el Pontífice anunció que para la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa, en 2022, el tema será: María se levantó y partió sin demora (Lc 1,39). Asimismo, para los dos años precedentes, el Papa invita a meditar sobre los versículos: “¡Joven, a ti te digo, levántate!” (cf. Lc 7,14; Christus vivit, 20) y “¡Levántate! ¡Te hago testigo de las cosas que has visto!” (cf. Hch 26,16).

A continuación exponemos el discurso íntegro del Papa Francisco.

***

 

Discurso del Santo Padre

Queridos jóvenes:

Estoy muy contento de encontrarlos al finalizar el XI Fórum Internacional de los Jóvenes, organizado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, con el objetivo de promover la implementación del Sínodo 2018 sobre Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional. Felicito al Cardenal Farrell y a todos sus colaboradores por esta iniciativa, que reconoce en ustedes, jóvenes, los primeros protagonistas de la conversión pastoral tanto deseada por los padres sinodales. Esta palabra “protagonista” no es un gesto de diplomacia y buena voluntad, o son protagonistas o no son nada; o van delante del tren o terminarán siendo vagón de cola, arrastrados por la marea. Protagonistas. Ustedes son jóvenes y jóvenes en acción en una Iglesia sinodal, y por eso han meditado y reflexionado en los últimos días.

Agradezco al cardenal Farrell sus palabras, a vos la lectura de la proclamación final y al cardenal Baldisseri, que fue el que llevó el Sínodo adelante, su presencia. Gracias.

El Documento final de la última Asamblea sinodal ve «el episodio de los discípulos de Emaús (cf. Lc 24,13-35) como un texto paradigmático, o sea, modélico, para comprender la misión eclesial en relación a las jóvenes generaciones» (n. 4). Cuando los dos discípulos estaban sentados a la mesa con Jesús, él «tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron» (Lc 24,30s). No es casualidad que hayan podido celebrar la solemnidad del Corpus Christi precisamente los días en que estaban reunidos en este encuentro. ¿No será que el Señor quiera abrir una vez más sus corazones y hablarles mediante este pasaje del Evangelio?

La experiencia que vivieron los discípulos de Emaús los empujó de modo irresistible a ponerse de nuevo en camino, a pesar de haber recorrido once kilómetros. Está oscureciendo, pero ya no tienen miedo de caminar de noche, pues es Cristo quien ilumina su vida. También nosotros, un día, encontramos al Señor en el camino de nuestra vida. Como los discípulos de Emaús, fuimos llamados para llevar la luz de Cristo en la noche del mundo. Ustedes, queridos jóvenes, están llamados a ser la luz en la obscuridad de la noche de tantos compañeros que aún no conocen la alegría de la vida nueva en Jesús.

Cleofás y el otro discípulo, después de haber encontrado a Jesús, sintieron la necesidad vital de estar con su comunidad. No hay verdadera alegría si no la compartimos con los demás. «¡Qué bueno y qué agradable es que los hermanos vivan unidos!» (Sal 133,1). Me imagino que están contentos de haber participado en este Fórum. Y ahora que llega el momento de despedirse, quizás sientan cierta nostalgia… Y Roma estará más tranquila. Es normal que suceda así. Forma parte de la experiencia humana. Tampoco los discípulos de Emaús querían que su “huésped misterioso” se fuera… «Quédate con nosotros», decían, intentando convencerlo de que se quedara con ellos. En otros episodios del Evangelio también aflora este mismo sentimiento. Recordemos, por ejemplo, la transfiguración, cuando Pedro, Santiago y Juan querían hacer tiendas, carpas, y quedarse en el monte. O cuando María Magdalena se encontró con el Resucitado y quería retenerlo. Pero «su Cuerpo resucitado no es un tesoro para retener, sino un Misterio para compartir» (Documento Final del Sínodo, 115). A Jesús lo encontramos, sobre todo, en la comunidad y por los caminos del mundo. Cuanto más lo llevemos a los demás, más lo sentiremos presente en nuestras vidas. Y estoy seguro de que ustedes lo harán cuando vuelvan a sus lugares de origen. El texto de Emaús dice que Jesús encendió un fuego en los corazones de los discípulos (cf. Lc 24,32). Como saben, el fuego, para que no se apague, tiene que expandirse, sino se convierte en cenizas, tiene que propagarse. Por ello, ¡alimenten y propaguen el fuego de Cristo que tienen en ustedes!

Queridos jóvenes, les repito una vez más: ¡Ustedes son el hoy de Dios, el hoy de la Iglesia! No sólo el futuro, no, el hoy. O la juegan hoy o perdieron el partido. Hoy. La Iglesia los necesita para ser plenamente ella misma. Como Iglesia, ustedes son el Cuerpo del Señor Resucitado presente en el mundo. Quiero que recuerden siempre que ustedes son miembros de un único cuerpo, de esta comunidad. Están unidos el uno al otro y solos no sobrevivirían. Se necesitan mutuamente para marcar, de verdad, la diferencia en un mundo cada vez más tentado por las divisiones. Piensen esto: En el mundo cada vez más son las divisiones; y las divisiones traen guerras, traen enemistad. Y ustedes tienen que ser el mensaje de la unidad. Que vale la pena andar por este camino. Solo caminando juntos seremos de verdad fuertes. ¡Con Cristo, Pan de Vida que nos da fuerza para el camino, llevemos la luz de su fuego a las noches de este mundo!

Quisiera aprovechar esta oportunidad para hacerles un anuncio importante. Como ustedes saben, el camino de preparación al Sínodo de 2018 coincidió en gran parte con el itinerario de la JMJ de Panamá, que tuvo lugar solo 3 meses después. En mi mensaje a los jóvenes de 2017 expresé la esperanza de que hubiera una gran armonía entre estos dos caminos (cf. también Documento Preparatorio, III, 5) ¡Pues bien!, la próxima edición internacional de la JMJ será en Lisboa en 2022. Y hay una portuguesa entusiasta allí… Para esta etapa de peregrinación intercontinental de los jóvenes elegí como tema: “María se levantó y partió sin demora” (Lc 1,39). Y para los dos años precedentes los invito a meditar sobre los versículos: ¡Joven, a ti te digo, levántate! (cf. Lc 7,14; Christus vivit, 20) y ¡Levántate! ¡Te hago testigo de las cosas que has visto! (cf. Hch 26,16). Con esto, deseo también esta vez que haya sintonía entre el itinerario hacia la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa y el camino post-sinodal. No ignoren la voz de Dios que los empuja a levantarse y a seguir los caminos que Él preparó para ustedes. Como María, y junto a ella, sean cada día portadores de su alegría y de su amor. Dice que María se levantó sin demora y apurada fue a ver a su prima. Siempre dispuestos, siempre apurados, pero no ansiosos, no ansiosos. Les pido que recen por mí y ahora les doy la bendición. Todos juntos, cada uno en su lengua, pero todos juntos, recemos el Ave María: Dios te salve María

 

© Librería Editorial Vaticana

 

 

 

24/06/2019-14:16
Redacción

Vaticano: Visita de una delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla

(ZENIT- 24 junio 2019).- En el marco del intercambio tradicional de delegaciones para las respectivas fiestas patronales, una delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla efectuará una visita a Roma del 27 al 29 de junio de 2019, para la celebración de los santos apóstoles Pedro y Pablo.

Así ha informado hoy, 24 de junio de 2019, el Pontificio Consejo para Promoción de la Unidad de los Cristianos a través de un comunicado.

El viernes 28 de junio, la delegación del Patriarcado será recibida en audiencia por el Santo Padre y mantendrá conversaciones con el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. El sábado 29 de junio asistirá a la solemne celebración eucarística presidida por el Papa Francisco.

El 30 de noviembre de 2019, con motivo de la festividad de san Andrés apóstol, tendrá lugar un nuevo intercambio en Estambul.

La delegación estará encabezada por el arzobispo de Telmissos, Job, representante del Patriarcado Ecuménico en el Consejo Ecuménico de Iglesias y copresidente de la Comisión mixta internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa. El arzobispo Job estará acompañado por el obispo de Melitene, Maximos y el diácono Bosphorios Mangafas.

 

 

 

24/06/2019-17:09
Larissa I. López

San Juan Bautista, una figura que siempre "deja espacio a Dios" — Homilía del cardenal Becciu

(ZENIT- 24 junio 2019).- El cardenal Becciu ha subrayado que la misión y estilo de san Juan Bautista se resumen en que "nunca está en el centro" y que siempre "deja espacio a Dios": "La suya es una apariencia fuerte y elocuente, pero está en silencio ante la voz del Señor que viene; la suya es verdadera grandeza delante de Dios, pero se hace pequeña, disminuye, para que Cristo crezca".

Con motivo de la fiesta de la Natividad de San Juan Bautista, patrono de la Orden de Malta, el cardenal Giovanni Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y delegado Especial de la Orden Soberana Hospitalaria y Militar de San Juan de Jerusalén de Rodas y Malta ha celebrado, en la mañana de hoy, la Santa Misa en la iglesia romana de Santa María en Aventino.

Así ha informado hoy, 24 de junio de 2019, la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

Para el cardenal, "la audacia de una palabra franca, la indignación por el mal y el egoísmo (...)" y el desapego hacia los hombres poderosos caracterizaban la actitud moral de un hombre como san Juan, cuyo único deseo era "ver realizadas las acciones del Mesías".

El prefecto ha instado a que el ejemplo de Juan Bautista inspire la vida personal de los creyentes y de los miembros de la Orden de Malta para, como él, preparar el camino al Señor: "Ante un mundo cada vez más secularizado, una sociedad que elimina los valores cristianos, nosotros los creyentes, y especialmente aquellos que ostentan el título público de pertenecer a una Orden eclesiástica como la de la Orden de Malta, están llamados a dar con su propio testimonio de vida respuestas creíbles y atrayentes".

Con respecto a las actividades caritativas y asistenciales de la Orden, por un lado, ha indicado a los presentes que deben sentirse orgullosos de ellas, y, por otro, les ha instado a desterrar la tentación de manipularlas "para obtener consenso en torno a vosotros, haced, en cambio, que sirvan para indicar siempre y solo a Jesucristo como la única razón de vuestra misión y la única esperanza del mundo. Entonces vuestro testimonio será verdaderamente auténtico, profundo, cristianamente creíble".

Por último, ha exhortado a Dios el "don de la perseverancia, para dar testimonio de la fe en Cristo con palabras y gestos de esperanza y caridad. A todos se nos pide que seamos cada día, en los diversos entornos existenciales (familia, trabajo, lugares de reunión y ocio), testigos alegres de los dones del Jesús resucitado y, sobre todo, de la nueva vida que nos dio en su resurrección".

A continuación exponemos los fragmentos completos de la homilía del cardenal Becciu.

***

 

"La devoción de los miembros de la Orden de Malta a San Juan Bautista es una antigua tradición. Su figura siempre ha sido vista como una figura ejemplar, no tanto por sus rasgos ascéticos, sino por su estilo, por su misión. Un estilo y una misión que son siempre actuales y que pueden resumirse así: nunca está en el centro, pero es uno que siempre está en una posición que señala, que deja espacio a Cristo. La suya es una apariencia fuerte y elocuente, pero está en silencio ante la voz del Señor que viene; la suya es verdadera grandeza delante de Dios, pero se hace pequeña, disminuye, para que Cristo crezca. Y luego su actitud moral: la audacia de una palabra franca, la indignación por el mal y el egoísmo como una manifestación de su pasión por Dios y por su prójimo, siendo consciente de tener que pagar por cada palabra pronunciada, su despego con respecto a los hombres de poder. Finalmente, el único deseo que lo habitaba: ver realizadas las acciones del Mesías".

"El recuerdo de la figura de Juan el Bautista no puede dejarnos indiferentes, es una oportunidad preciosa para renovar el propósito de inspirar nuestra vida personal y nuestra obra en la Iglesia y en el mundo en aquel que se puso al servicio de Jesús, preparando el camino. Hoy nos toca a nosotros encontrar la inteligencia y la fuerza para preparar un camino para el Señor, de modo que ea posible percibir su presencia dentro de la Iglesia y, por lo tanto, también dentro de nuestra Orden. Ante un mundo cada vez más secularizado, una sociedad que elimina los valores cristianos, nosotros los creyentes, y especialmente aquellos que ostentan el título público de pertenecer a una Orden eclesiástica como la de la Orden de Malta, están llamados a dar con su propio testimonio de vida respuestas creíbles y atrayentes. El mundo, pobre de Dios, sediento de verdad, necesita más que nunca gente que muestren el camino para encontrar una vida salvada, una vida significativa. Todos debemos ser conscientes de que pertenecer a la Orden de Malta no es un privilegio, no es un título honorífico del que presumir ante el mundo, sino un don de Dios, que hay que recibir con gratitud y humildad. El don en la economía de la salvación siempre está acompañado por la asignación de una misión. Una persona bautizada no puede mantener la fe para sí misma, sino que debe compartirla con los demás. Un miembro de la Orden de Malta no puede contemplarse a sí mismo y los éxitos logrados, sino que debe esforzarse diariamente para asimilar el carisma y dejarse llevar por la preocupación de vivir sus características específicas de manera coherente: la tuitio fidei y el obsequium pauperum. Queridos hermanos, no podemos dispersar los dones de Dios, no podemos derrochar la obra de Dios que se nos ha dado. Frente a Dios, debemos preguntarnos si cada uno de nosotros contribuye a garantizar que la Orden de Malta refleje el carisma original en su esencia y si el compromiso de reforma en vigor tiene como objetivo hacer visible, incluso en sus estructuras organizativas, la misión que el Señor le ha encomendado. Una misión que debe contar con personas límpidas, generosas, desinteresadas, fieles a la Iglesia y apasionadas por Dios".

"Son numerosas las actividades caritativas y de asistencia que los miembros de la Orden llevan a cabo en todo el mundo y de las cuales se puede estar justamente orgulloso. Permitidme recordaros que a través de estas actividades están llamados a ser precursores y centinelas en las lindes de los desiertos modernos de la humanidad. A imitación de San Juan Bautista, desterrad de vuestro corazón la tentación de manipularlas para obtener consenso en torno a vosotros, haced, en cambio, que sirvan para indicar siempre y solo a Jesucristo como la única razón de vuestra misión y la única esperanza del mundo. Entonces vuestro testimonio será verdaderamente auténtico, profundo, cristianamente creíble".

"Pidamos al Señor el don de la perseverancia, para dar testimonio de la fe en Cristo con palabras y gestos de esperanza y caridad. A todos se nos pide que seamos cada día, en los diversos entornos existenciales (familia, trabajo, lugares de reunión y ocio), testigos alegres de los dones del Jesús resucitado y, sobre todo, de la nueva vida que nos dio en su resurrección. ¡Que este sea vuestro deseo constante! Os lo deseo de corazón, mientras os doy las gracias por vuestro precioso servicio al Evangelio y a la Iglesia, enriquecido por la fidelidad perseverante al Santo Padre, por quien queremos orar en esta santa misa, como un signo de devoción filial hacia su persona y de sincera adhesión a su magisterio".

 

© Librería Editorial Vaticana

 

 

 

24/06/2019-15:42
Redacción

China: Fallecimiento de Mons. Stefano Li Side, obispo de Tianjin

(ZENIT- 24 junio 2019).- En la víspera de Pentecostés, el pasado 8 de junio de 2019, a la edad de 93 años, falleció Mons. Stefano Li Side, obispo de la diócesis de Tianjin (China continental), después de varios años sufriendo una enfermedad crónica.

Así ha informado hoy, 24 de junio de 2019, la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

 

Mons. Stefano Li Side

Nació el 2 de octubre de 1926 en Zunhua, provincia de Hebei, en el seno de una familia de tradición católica. Desde la infancia sintió la llamada a consagrarse al Señor.

En 1940 entró en el seminario menor local. El 10 de julio de 1955 fue ordenado sacerdote de la diócesis de Tianjin.

En el grave contexto de la década de los cincuenta en la China comunista, fue arrestado en 1958, liberado en 1962, y nuevamente encarcelado en 1963. Igualmente, fue sentenciado a trabajos forzados hasta 1980.

En 1982 regresó a su ministerio pastoral en la catedral de San José y fue consagrado obispo, sin ser reconocido por el gobierno.

 

Arrestado hasta su muerte

En 1989 fue encarcelado por tercera vez, hasta 1991. En 1992, las autoridades le obligaron a permanecer en arresto domiciliario en la remota aldea de montaña de Liang Zhuang Zi, en el distrito de Jixian, donde permaneció hasta su muerte, pudiendo salir solo para ir al hospital.

A pesar del exilio y la lejanía, siempre fueron muchos los fieles que acudían a visitarlo.

El prelado siempre defendió los principios de la Iglesia Católica y fue testigo del Evangelio de Cristo, permaneciendo heroicamente en comunión con el Sucesor de Pedro.

 

Pastor fiel y servicial

Mons. Stefano Li Side fue muy querido y se mantuvo siempre como un punto de referencia para los sacerdotes y los fieles laicos. Profundamente devoto de la Virgen María, estuvo muy atento a la evangelización y la misión de la Iglesia.

Se ocupó de las vocaciones al sacerdocio y en 1994 fundó la Congregación de las Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María. También prestó atención pastoral a los más necesitados.

Hombre de oración, completamente dedicado al servicio de Dios, el obispo Li Side vivió en la pobreza y con profunda humildad. Siempre exhortó a los fieles a respetar las leyes del país y a ayudar a los pobres.

A pesar de las dolorosas y diversas vicisitudes que marcaron su larga vida, nunca se lamentó, aceptando cada una de ellas como la voluntad del Señor.

 

Misas y duelos

Las Misas conmemorativas, las condolencias y las ceremonias de duelo se celebraron en un depósito de cadáveres en el distrito de Jizhou y no en la catedral de San José en Tianjin. Sus restos descansan en el distrito de Jizhou.

En la actualidad, la diócesis de Tianjin tiene cerca de 60 mil fieles, 65 sacerdotes y 2 congregaciones femeninas con aproximadamente 70 hermanas.

 

 

 

24/06/2019-11:42
Deborah Castellano Lubov

ENTREVISTA al Patriarca Twal: "Los cristianos de Tierra Santa existimos, pero hemos perdido nuestra influencia"

(ZENIT — 21 junio 2019).- Los cristianos en Tierra Santa pueden existir, pero han perdido la influencia que solían tener en la política internacional, dice el Patriarca Fouad Twal de Jerusalén.

En una entrevista exclusiva con Zenit en Amman, Jordania, el Patriarca Emérito de Jerusalén, residente en Jordania, comentó el dato.

El Papa Francisco visitó Jordania, sede del Bautismo de Jesús, en 2014, durante el viaje a Tierra Santa. Lo hizo siguiendo los pasos de Benedicto XVI (2009) y de San Juan Pablo II (2000). Jordania, con una amplia mayoría islámica, donde los católicos representan menos del 1% de la población, tiene la reputación de ser un país pacífico y tolerante en Oriente Medio.

En esta entrevista, el Patriarca Twal habla de la muy pequeña presencia que aún existe en Tierra Santa, y mientras agradece a los cristianos que todavía están allí, se lamenta: "Creo que ya no tenemos influencia en la política internacional".

Lamentando la reducida presencia cristiana en el gobierno, señala: "Ellos tienen su propia agenda y nosotros no figuramos en ella. Su existencia o inexistencia no importa a la política internacional".

También menciona el documento del Papa sobre la Fraternidad Humana, firmado junto con el Gran Imán de Al Azhar Al Tayyeb el 4 de febrero de 2019, en Abu Dhabi, durante el primer viaje de un papa a la Península Arábiga, el gesto histórico de los presidentes de Israel y Palestina de plantar un árbol para la paz en los Jardines del Vaticano, y la conferencia internacional que tuvo lugar en Amman.

La conferencia internacional "Los medios de comunicación y su papel en la defensa de la verdad", que reflexiona sobre el diálogo entre las religiones y los pueblos de Oriente Medio, tuvo lugar en la capital jordana del 18 al 20 de junio de 2019.

La reunión ha sido promovida por el Consejo de Patriarcas Católicos del Este, el Centro Católico de Estudios y Medios de Comunicación de Jordania, con la colaboración de la Plataforma para el Diálogo y la Cooperación entre Líderes Religiosos e Instituciones del Mundo Árabe" y la Oficina Jordana de Turismo.

Deborah Castellano Lubov, corresponsal de Zenit en el Vaticano, ha estado en Amman para hablar en la conferencia sobre "Medios de comunicación y verdad: ¿cuál es la relación?"

Sigue la entrevista realizada por Castellano al Patriarca Emérito de Jerusalén, residente en Jordania:

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ZENIT: Su Beatitud, ¿por qué está aquí hoy?

Patriarca Twal: Bueno, sólo estoy invitado a escuchar y seguir este evento que aprecio mucho, mucho, porque la comunicación es realmente importante. Estamos en Jordania, pero creo que estamos con una perspectiva muy abierta hacia el mundo. Jordania es un punto central de Oriente Medio. Y el encuentro, en sí mismo, es muy común. Conocemos los desafíos contra este acontecimiento, contra esta comunicación, contra los medios de comunicación. Los medios de comunicación deben utilizarse en beneficio de la población.

Una pregunta se refiere a la libertad de comunicación. Este es el punto. Creo que a cada gobierno le interesa tener al periodista, tener el periodismo, bajo su protección, al servicio del régimen, más que al servicio de la verdad o de la realidad. Este es el gran reto, de si somos totalmente libres o si hay intereses especiales.

 

ZENIT: ¿Cuál diría usted que es la situación de la prensa en Tierra Santa? ¿Es justa, o hay intereses por parte de alguien?

Patriarca Twal: No, no lo he experimentado cuando cumplía mi mandato, cuando teníamos periodistas que hacían entrevistas en el Patriarcado de Jerusalén. Lo que solía contar era realmente nuestra vida diaria. Lo que solía escuchar era: "No sé si podré publicar lo que estás diciendo ahora", como diciendo que podría ser corregido, editado o modificado. Tengo esa experiencia personal. Es triste, pero esta es la realidad. Eran periodistas de todo el mundo, incluso de Italia y Alemania. Ellos entendieron la sensibilidad relacionada con Israel y la Tierra Santa. Sin embargo, solían calificar: "No sé si podré publicar todo lo que dices...".

 

ZENIT: ¿Cuál es la importancia de que el "Código de Ética de los Medios de Comunicación", de diez puntos, sea aprobado en esta conferencia sobre medios de comunucación en Amman?

Patriarca Twal: No estoy seguro de que podamos poner esto en práctica porque después de muchos, muchos años con este control de nuestra libertad, no podemos, con un trozo de papel, cambiar toda la situación. Necesitamos otros equipos y educación. Necesitamos mucha más educación y más independencia, también independencia económica, para ver la verdad. Hay numerosos elementos que no lo hacen fácil. Es bueno empezar. Esperamos y hacemos todo lo posible. Debemos trabajar con las escuelas, las universidades, con las instituciones, lo que no es tan fácil. Es escribir mi nombre en un código, pero no es fácil cambiar una atmósfera entera.

 

ZENIT: ¿Cuál es la situación actual de los cristianos en Tierra Santa?

Patriarca Twal: Bueno, estamos a menos del 2 por ciento, 1 por ciento. Creo que ya no tenemos influencia en la política internacional. Es estupendo que podamos existir y seguir viviendo en Tierra Santa, ser un elemento pequeño, sal, sal para la sociedad, sal para la tierra, pero ya no tenemos tanta influencia que antes. En cualquier gobierno, nuestra presencia es tan reducida. No podemos cambiar [la política].

 

ZENIT: Teniendo en cuenta a todos los cristianos que han tenido que huir de Oriente Medio, la supervivencia de las raíces cristianas de la región está realmente en peligro. ¿Cómo se puede detener este fenómeno?

Patriarca Twal: Es muy fácil. Necesitamos paz. Si lo hacemos, si tenemos paz, ellos se quedarán. Mientras no haya paz, huyen. Tienen miedo. Se van. La cuestión es también que esta cuestión de la salida de los cristianos de Tierra Santa no interesa a la política internacional. Tienen sus propios intereses y nosotros no figuramos en ellos. Nuestra existencia o inexistencia no importa a la política internacional. Siguen sus agendas políticas, y dependiendo de cómo vaya eso, podemos ser víctimas, o no serlo. No significamos mucho para ellos. Tenemos hasta ahora, gracias a Dios, un pueblo cristiano, familias cristianas, pero ya no tenemos un gobierno cristiano. Lo que tenemos es un gobierno, pero no un gobierno cristiano, un gobierno judío. Ya no es un gobierno cristiano. ¿Gente? Sí, todavía tenemos gente. (Todavía tenemos) buena gente, familias, grupos, asociaciones. Gracias a Dios. Pero este es el dilema de nuestra presencia aquí.

 

ZENIT: ¿Cuáles son las buenas noticias de los cristianos? ¿Qué es lo que la prensa no le dice a menudo que le gustaría compartir?

Patriarca Twal: Todavía tenemos algunas personas allí, viviendo allí. Ellos son testigos de que todavía estamos allí. Estoy seguro de que siempre estaremos allí. Estoy seguro que recordamos las palabras del Señor cuando dijo: "No os preocupéis, a pesar de todo, nunca os dejaré solos, amigos míos". Estoy contigo todo el tiempo. Así que esta cuestión de la fe está ahí. Por lo tanto, este es nuestro apoyo, nuestra oración y nuestro valor para permanecer y trabajar, a pesar de todo lo demás. Sepa que no estamos solos en esta misión. Alguien —dice mirando hacia arriba— está con nosotros.

 

ZENIT: En esta conferencia, se han enfocado mucho en los medios de comunicación y en la verdad. En el contexto del diálogo interreligioso, cuando se habla de la verdad, con el Islam, ¿es correcto y apropiado hablar de toda la verdad o es necesario ser más diplomático?

Patriarca Twal: Me alegró mucho ver a algunos periodistas que estaban aquí hablando, y lo conscientes que están de la situación. También son conscientes de que cada gobierno, cada régimen, está interesado en tenerlos bajo su control. Son conscientes de todo esto. Me alegró oírles hablar de la verdadera situación y decir la verdad.

Cada verdad es un poco relativa para los gobiernos y para nosotros. Conozco al gobierno, al régimen, incluso cuando era patriarca, siempre quisieron que estuviera de su lado, todo el tiempo. Es verdad que no toda la verdad es buena para decir, dependiendo de su público, y de quién recibirá esta verdad. Aquí, a veces, la verdad no siempre se utiliza en beneficio de la gente. Es muy, muy importante, pero muy, muy complejo al mismo tiempo. Pero confiamos en ustedes, periodistas, para que digan lo más posible, para que digan la verdad, para que ayuden a la gente, para que acentúen la verdad, incluso cuando a veces la verdad les hace sufrir.

 

ZENIT: El Documento de Abu Dhabi, al que muchos se refieren, sobre la Fraternidad Humana, ¿lo consideraba un paso adelante o no?

Patriarca Twal: Es bueno, pero es entre líderes. Para nuestro público, en la calle, en el pueblo, la gente sencilla, está muy lejos esta pregunta. Muy lejos... Los cristianos
hemos vivido con el pueblo musulmán desde los primeros siglos sin este documento, no lo necesitamos.

 

ZENIT: Última pregunta. Han pasado casi cinco años desde la plantación del árbol en los jardines del Vaticano con los Presidentes de Israel y Palestina, en un gesto histórico de paz. ¿Cuál es el impacto de ese momento, cinco años después?

Patriarca Twal: Bueno, yo asistí a esta ceremonia. Salimos de Jerusalén cuando el Papa no pudo reunir a los presidentes en Jerusalén ni en Belén. Dijo: "Lo haremos en el Vaticano". Por lo tanto, fuimos a los jardines, y ellos plantaron este pequeño árbol. El árbol, creo que sigue creciendo, gracias a Dios, pero no el proyecto en sí mismo, no las personas. Está en el pasado.

 

ZENIT: ¿Hay algún llamamiento que le gustaría hacer?

Patriarca Twal: A no perder la esperanza. Nos mantenemos en esta esperanza. El árbol está creciendo en el Vaticano, pero la gente y los proyectos ya están en el pasado.

 

 

 

24/06/2019-15:10
Anne Kurian

San Juan Bautista: Atraer no a uno mismo, sino a Jesús

(ZENIT — 24 junio 2019).- "El ejemplo de san Juan Bautista nos invita a ser una Iglesia siempre al servicio de la Palabra de Dios; una Iglesia que no quiere atraer a sí misma, sino a Jesucristo". Este es el tweet del Papa Francisco publicado el 24 de junio de 2019, la fiesta de san Juan Bautista.

Al celebrar la Misa en la Casa Santa Marta, el 24 de junio de 2014, el Papa rindió homenaje a este santo que "preparó el camino para el Señor sin tomar nada por él". Sus palabras fueron fuertes, llegaron al corazón. Tal vez estaba tentado a creer que era "importante", pero no cedió. Y subrayar "tres vocaciones en un solo hombre": "preparar, discernir, dejar crecer al Señor disminuyéndose a sí mismo", tres vocaciones que son "la vocación del cristiano".

Al año siguiente, dio su ejemplo a los jóvenes en la audiencia general de la Plaza de San Pedro: "Queridos jóvenes... que la radicalidad evangélica del Precursor os lleve a hacer elecciones valientes para el bien".

 

 

 

24/06/2019-07:00
Isabel Orellana Vilches

San Guillermo de Vercelli, 25 de junio

«Abad. Fundador de monasterios. Muy estimado por el rey normando Rogelio II de Nápoles. Un gran penitente que recibió la gracia de atraer a multitudes; realizó numerosos prodigios»

Nació en Vercelli, Italia, en 1085. Procedía de una familia piamontesa de noble ascendencia. No pudo gozar de sus padres porque le dejaron huérfano tempranamente; entonces se hicieron cargo de él unos familiares. La vida austera con su sacrificio le llamaba invitándole a emprender esa vía cuánto antes. Tanto le urgía que, siendo un adolescente, con un rasgo de madurez inusual a esa edad, renunció a la herencia que le correspondía y se dispuso a peregrinar a Compostela; como tantos romeros quería postrarse ante la tumba del apóstol Santiago. Llegar a España en esa época era toda una hazaña, como él constató. Sin embargo, debieron parecerle una minucia las dificultades ya que, a las inclemencias meteorológicas y penalidades del camino, añadió un instrumento de penitencia que ciñó a su cuello para mortificarse: dos aros de hierro forjados por un hábil herrero con un resorte que le permitía desprenderse de ellos cuando lo deseaba.

Más de un lustro tardó en llegar a su destino. Un periodo que le permitió profundizar en el amor de Dios manteniendo su presencia constante en su mente, y compartir las delicias de la unión con Él con las numerosas personas que halló al paso. Progresaba en su vida ascética y con ella iba incrementándose su devoción y piedad, una simbiosis coronada por la oración que tenía su expresión en el más completo abandono. Los pies desnudos, pan y agua por todo alimento, o, como mucho, alguna verdura aliñada exclusivamente con vinagre, y el mínimo descanso efectuado al aire libre; esto era todo lo que se permitía. Y fue fortaleciéndose, viendo cómo se acrecentaba vertiginosamente el anhelo de darse a sí mismo por amor a Dios.

Tras un periodo de tiempo impreciso de permanencia en España, regresó a Italia. Entonces se propuso emprender nueva peregrinación para llegar a Tierra Santa. De camino recorrió diversos lugares de Italia. Solía detenerse en los templos de las ciudades compartiendo la devoción de los habitantes por los santos venerados en ellos. En Taranto sufrió un grave percance; fue atacado por unos ladrones. El hecho, que juzgó providencial, le hizo comprender que tal vez su destino era otro. Mientras se reponía del asalto tuvo ocasión de dilucidarlo. Acudió a san Juan de Matera, que había fundado en Taranto una congregación regida por la regla benedictina, y le hizo partícipe de su inquietud. Juan convino con él en la pertinencia de ese episodio que parecía esconder un signo de la voluntad divina. En unos días Guillermo determinó renunciar al viaje y permanecer en Italia. La decisión fue corroborada con una visión en la que se le hizo ver que sería artífice de una nueva congregación dedicada a la Virgen. Despejada toda duda, buscó el lugar más conveniente para dedicarse a la meditación adoptando el espíritu del yermo.

Después de haber convivido junto a san Juan de Matera, cruzó Basilicata y llegó a Irpinia. Atrás dejaba una bien ganada fama que le persiguió por algún que otro prodigio realizado en Monteserico y en el Sasso Barisano, cerca de Matera. Huía de aclamaciones populares; sería uno de los signos que iban a acompañarle. Donde llegaba, con su virtud atraía a las multitudes. Eso le sucedió en el monte Partenio, aunque lo eligió buscando la soledad, refugiándose en una de sus cimas a efecto de recluirse en oración y penitencia. Los años de permanencia en el lugar no le permitieron lograr plenamente su propósito. Era una época floreciente para la vida eremítica, y no tardaron en unirse a él nuevos aspirantes que integraron la primera comunidad. A ésta se debe la construcción de la iglesia dedicada a la Virgen, cuyas obras culminaron en 1124; a partir de entonces, el monte comenzó a denominase Montevergine.

Este hombre austero, célebre también por su forma de comparecer en público —chocante para una mayoría— aherrojado con cadenas y grilletes como un presidiario, tenía como modelo a Cristo Redentor; pensaba en los atroces suplicios que padeció por el género humano. Como no le asustaban las penitencias del grado que fueran, la regla que dio a sus discípulos para que la siguieran en su día a día, impregnada por este sentimiento, y fundamentada en la de san Benito, no contentó a todos. Y eso que había proporcionado a los suyos pautas claras, sencillas, inspiradas en el evangelio, como las siguientes: «Soy del parecer, hermanos, que trabajando con nuestras manos nos ganemos la comida y el vestido para nosotros y para los pobres. Pero ello no debe ocupar todo el día, ya que debemos encontrar tiempo suficiente para dedicarlo al cuidado de la oración con la que granjeamos nuestra salvación y la de nuestros hermanos».

Guillermo perseguía el sosiego requerido para dialogar con Dios. Cuatro años más tarde abandonó Partenio y se dirigió a Goleto. Allí creó un monasterio para mujeres, atendidas espiritualmente por varones. Fue otra estación de paso. A partir de ahí, emprendió una constante peregrinación por Irpinia, Sannio, Lucania, Apulia, donde, junto a Juan de Matera, fundó Monte Laceno, y Sicilia. En todos los lugares quedaba marcada la huella de sus muchas virtudes. Los monasterios que erigía tenían la misma regla. Una vez que estaban en marcha los dejaba bajo custodia de un prior, y se encaminaba a realizar nueva fundación; ese fue siempre su criterio.

El rey normando Rogelio II de Nápoles, que logró unificar Sicilia, Calabria y Apulia, le tuvo en gran estima; lo nombró consejero. En todo momento gozó de su protección y generosa ayuda para sus fundaciones, y Guillermo se hizo cargo de otras que el monarca puso bajo su amparo. Murió con fama de santidad en Goleto el 25 de junio de 1142. Su culto fue aprobado por la Santa Sede en 1728 y lo difundió a la Iglesia en 1785. En 1807 sus restos fueron trasladados a Montevergine. Pío XII lo declaró patrono de Irpinia en 1942.