Servicio diario - 20 de febrero de 2020


 

Educación Católica: Una alianza educativa para "una humanidad más fraterna"
Larissa I López

Estados Unidos: Finaliza la visita 'ad limina' de los obispos del país
Larissa I López

Congreso de Laicos 2020: "Despertar a la misión concreta en el día a día"
Rosa Die Alcolea

Santa Marta: Aceptar la humillación, el camino de Jesús
Larissa I López

Obispos de América: La Iglesia, "aliada de los migrantes"
Larissa I López

España: Aumentan en 27.000 las declaraciones de la Renta en favor de la Iglesia
Redacción

Palma Real, Amazonía de Perú: "La mujer que salvó a su hijo vendiendo escobas"
Redacción

España: Christopher West impartirá su curso sobre 'Teología del Cuerpo'
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Biblias para Venezuela: "El pan que más alimenta y la mejor medicina"
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Enrique Díaz: "Desarmar la violencia"
Enrique Díaz Díaz

San Pedro Damiani, 21 de febrero
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

20/02/2020-16:16
Larissa I. López

Educación Católica: Una alianza educativa para "una humanidad más fraterna"

(ZENIT – 20 febrero 2020).- “Hoy más que nunca, es necesario unir los esfuerzos por una alianza educativa amplia para formar personas maduras, capaces de superar fragmentaciones y contraposiciones y reconstruir el tejido de las relaciones por una humanidad más fraterna”, afirmó Francisco.

En la mañana de hoy, 20 de febrero de 2020, el Santo Padre recibió en audiencia a los participantes en la Plenaria de la Congregación para la Educación Católica (de los Institutos de Estudios).

En su discurso, Francisco expuso que "el fascinante mundo de la educación" "no es nunca una acción repetitiva, sino el arte del crecimiento, de la maduración". Después, definió la educación como una "realidad dinámica", un "movimiento" del cual remarcó cuatro características.

 

Movimiento ecológico

La primera de ellas es la de ser un movimiento ecológico: "La educación que tiene en el centro a la persona en su realidad integral tiene como finalidad llevarla al conocimiento de sí misma, de la casa común en la que vive, y sobre todo al descubrimiento de la fraternidad como relación que produce la composición multicultural de la humanidad, fuente de enriquecimiento mutuo", apuntó el Papa.

Se trata de un movimiento educativo, indica la Encíclica Laudato Sí', que contribuye a la recuperación de "los distintos niveles de equilibrio ecológico: el interno con uno mismo, el solidario con los demás, el natural con todos los seres vivos, el espiritual con Dios». Algo que requiere educadores "capaces de replantear los itinerarios pedagógicos de una ética ecológica, de manera que ayuden efectivamente a crecer en la solidaridad, la responsabilidad y el cuidado basado en la compasión (n. 210)".

 

Movimiento inclusivo

En cuanto al método, para el Pontífice, la educación es un movimiento inclusivo que se dirige a los excluidos: "por la pobreza, por la vulnerabilidad debida a guerras, hambrunas y desastres naturales, por la selectividad social, por las dificultades familiares y existenciales".

Esta inclusión, agregó, se concreta en "acciones educativas a favor de los refugiados, de las víctimas de la trata de seres humanos, de los migrantes, sin distinción alguna de sexo, religión o etnia".

"La inclusión no es un invento moderno, sino una parte integral del mensaje salvador cristiano. Hoy en día es necesario acelerar este movimiento inclusivo de educación para frenar la cultura del descarte, originada por el rechazo de la fraternidad como elemento constitutivo de la humanidad", aclaró.

 

Movimiento pacificador

Asimismo, el Obispo de Roma subrayó que el "movimiento educativo, "constructor de paz", es "una fuerza que hay que alimentar contra la 'egolatría' que genera la no paz, las rupturas entre generaciones, entre pueblos, entre culturas, entre poblaciones ricas y pobres, entre masculino y femenino, entre economía y ética, entre humanidad y medio ambiente (cf. Congregación para la Educación Católica, Pacto Educativo Mundial. Instrumentum laboris, 2020)". Y añadió que "estas fracturas y contraposiciones, que enferman las relaciones, esconden un miedo a la diversidad y a la diferencia".

Por todo ello, "la educación está llamada con su fuerza pacificadora a formar personas capaces de comprender que la diversidad no obstaculiza la unidad, sino que es indispensable para la riqueza de la propia identidad y de la de todos".

 

Movimiento en equipo

Otro rasgo de la educación es el de ser un movimiento en equipo, pues “nunca es la acción de una sola persona o institución”, describe el Papa Francisco. No obstante, este movimiento en equipo ha estado en crisis desde hace tiempo.

Por este motivo, el Santo Padre promueve el próximo 14 de mayo como el día del pacto educativo global, “un llamamiento a todos aquellos que tienen responsabilidades políticas, administrativas, religiosas y educativas para reconstruir el ‘pueblo de la educación’”.

El objetivo de este encuentro “no es desarrollar programas, sino encontrar el paso común para reavivar el compromiso por y con las jóvenes generaciones, renovando la pasión por una educación más abierta e incluyente, capaz de la escucha paciente, del diálogo constructivo y de la mutua comprensión”, puntualizó.

 

Alianza educativa

En la constitución de un pacto educativo global el Papa ve “la facilitación del crecimiento de una alianza interdisciplinaria y transdisciplinaria”, que la reciente Constitución Apostólica Veritatis gaudium indicaba para los estudios eclesiásticos y que se puede aplicar a todas las disciplinas.

Finalmente, Francisco pidió  a los presentes continuar “con provecho en la realización del programa para los próximos años, en particular en la elaboración de un Directorio, en la constitución de un Observatorio Mundial, así como en la cualificación y actualización de los estudios eclesiásticos y en una mayor solicitud por la pastoral universitaria como instrumento de la nueva evangelización”. Todos ellos, “esfuerzos que pueden contribuir eficazmente a consolidar el pacto”.

***

 

Discurso del Santo Padre

Señores Cardenales,

Queridos hermanos en el episcopado y en el sacerdocio,

Queridos hermanos y hermanas:

Agradezco al cardenal Versaldi las amables palabras de presentación y os saludo cordialmente a todos. Vuestra reunión en Asamblea Plenaria os ha brindado estos días la oportunidad, de releer el denso trabajo realizado en los últimos tres años y de delinear los esfuerzos futuros con corazón abierto y con esperanza. El campo de competencia del Dicasterio  os compromete a calaros en el fascinante mundo de la educación, que nunca es una acción repetitiva, sino el arte del crecimiento, de la maduración, y por esta razón nunca igual a sí mismo.

La educación es una realidad dinámica, es un movimiento que saca a la luz a las personas. Se trata de un tipo de movimiento peculiar, con características que lo convierten en un dinamismo de crecimiento, orientado al pleno desarrollo de la persona en su dimensión individual y social. Me gustaría detenerme en algunos de sus rasgos típicos.

Una propiedad de la educación es la de ser un movimiento ecológico. Es una de sus fuerzas motrices hacia el objetivo formativo completo. La educación que tiene en el centro a la persona en su realidad integral tiene como finalidad llevarla al conocimiento de sí misma, de la casa común en la que vive, y sobre todo al descubrimiento de la fraternidad como relación que produce la composición multicultural de la humanidad, fuente de enriquecimiento mutuo.

Este movimiento educativo, como escribí en la Encíclica Laudato sí, contribuye a la recuperación de «los distintos niveles de equilibrio ecológico: el interno con uno mismo, el solidario con los demás, el natural con todos los seres vivos, el espiritual con Dios». Esto requiere, por supuesto, educadores «capaces de replantear  los itinerarios pedagógicos de una ética ecológica, de manera que ayuden efectivamente a crecer en la solidaridad,  la responsabilidad y el cuidado basado en la compasión» (n. 210).

En cuanto al método, la educación es un movimiento inclusivo. Una inclusión que va hacia todos los excluidos: por la pobreza, por la vulnerabilidad debida a guerras, hambrunas y desastres naturales, por  la selectividad social, por  las dificultades familiares y existenciales. Una inclusión que se concretiza en acciones educativas a favor de los refugiados, de las víctimas de la trata de seres humanos, de  los migrantes, sin distinción  alguna de sexo, religión o etnia. La inclusión no es un invento moderno, sino una parte integral del mensaje salvífico cristiano. Hoy es necesario acelerar este movimiento inclusivo de  la educación para  poner coto a la cultura del descarte, cuyo origen es el rechazo de la fraternidad como elemento constitutivo de la humanidad.

Otra característica de la educación es la de ser un movimiento pacificador, portador de paz. Es armonioso –hablaré luego, pero están conectados- un movimiento pacificador, portador de paz. Lo testimonian los mismos jóvenes, que con su compromiso y su sed de verdad » nos recuerdan constantemente que la esperanza no es una utopía y la paz es un bien siempre posible.» (Discurso a los miembros del Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, 9 de enero de 2020). El movimiento educativo, constructor de paz es una fuerza que hay que alimentar contra la «egolatría» que genera la no paz, las rupturas entre generaciones, entre pueblos, entre culturas, entre poblaciones ricas y pobres, entre masculino y femenino, entre economía y ética, entre humanidad y medio ambiente (cf. CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA, Pacto Educativo Mundial. Instrumentum laboris, 2020). Estas fracturas y contraposiciones, que enferman las relaciones, esconden un miedo a la diversidad y a la diferencia. Por eso, la educación está llamada con su fuerza pacificadora a formar personas capaces de comprender que la diversidad no obstaculiza la unidad, sino que es indispensable para la riqueza de la propia identidad y de la de todos.

Otro elemento típico de la educación es el de ser un movimiento de equipo. Nunca es la acción de una sola persona o institución. La Declaración  conciliar Gravissimum educationis afirma que la escuela «constituye como un centro de cuya laboriosidad y de cuyos beneficios deben participar a un tiempo las familias, los maestros, las diversas asociaciones que promueven la vida cultural, cívica y religiosa, la sociedad civil y toda la comunidad humana » (n. 5). Por su parte, la Constitución Apostólica Ex corde Ecclesiae, que este año celebra el trigésimo aniversario de su promulgación, afirma que «la Universidad Católica persigue sus propios objetivos también mediante el esfuerzo por formar una comunidad auténticamente humana, animada por el espíritu de Cristo» (n. 21). Pero toda universidad está llamada a ser una «comunidad de estudio, de  investigación y de formación» (Constitución Apostólica Veritatis gaudium art. 11 § 1).

Este movimiento de equipo ha estado en crisis desde hace  tiempo por varias razones. Por eso, sentí la necesidad de promover el próximo 14 de mayo el día del pacto educativo global confiando la organización a la Congregación para la Educación Católica. Es un llamamiento a todos aquellos que tienen responsabilidades políticas, administrativas, religiosas y educativas para reconstruir el «pueblo de la educación». El objetivo de estar juntos no es desarrollar programas, sino encontrar el paso común » para reavivar el compromiso por y con las jóvenes generaciones, renovando la pasión por una educación más abierta e incluyente, capaz de la escucha paciente, del diálogo constructivo y de la mutua comprensión. El pacto educativo no debe ser un simple ordenamiento, no debe ser un “recocido” de los positivismos que hemos recibido de una educación ilustrada. Debe ser revolucionario.

Hoy más que nunca, es necesario unir los esfuerzos por una alianza educativa amplia para formar personas maduras, capaces de superar fragmentaciones y contraposiciones y reconstruir el tejido de las relaciones por una humanidad más fraterna. “Para lograr estos objetivos se necesita valentía: «La valentía de colocar a la persona en el centro […]. La valentía de invertir las mejores energías […] La valentía de formar personas disponibles  que se pongan al servicio de la comunidad» (Mensaje para el lanzamiento del Pacto Educativo, 12 de septiembre de 2019). La valentía de pagar bien a los educadores.

También veo en la constitución de un pacto educativo global la facilitación del crecimiento de una alianza interdisciplinaria y transdisciplinaria, que la reciente Constitución Apostólica Veritatis gaudium indicaba para los estudios eclesiásticos, como «el principio vital e intelectual de la unidad del saber en la diversidad y en el respeto de sus expresiones múltiples, conexas y convergentes” […] también en relación con el panorama actual fragmentado y no pocas veces desintegrado, de los estudios universitarios y con el pluralismo ambiguo, conflictivo o relativista de las convicciones y de las opciones culturales» (Proemio, 4 c).

En este amplio horizonte de formación os deseo que continuéis con provecho en la realización del programa para los próximos años, en particular en la elaboración de un Directorio, en la constitución de un Observatorio Mundial, así como en la cualificación y actualización de los estudios eclesiásticos y en una mayor solicitud por la pastoral universitaria como instrumento de la nueva evangelización. Todos estos son esfuerzos que pueden contribuir eficazmente a consolidar el pacto, en el sentido que nos enseña la Palabra de Dios: «El pacto entre Dios y los hombres, el pacto entre las generaciones, el pacto entre los pueblos y las culturas, el pacto ―en la escuela― entre los maestros y los alumnos, el pacto entre el hombre, los animales, las plantas e incluso las realidades inanimadas que hacen que nuestra casa común sea hermosa y variopinta. ¡Todo está relacionado con todo, todo está creado para ser un icono vivo de Dios que es Trinidad de Amor! “(Discurso a la Comunidad Académica del Instituto Universitario Sofía de Loppiano, 14 de noviembre de 2019).

Queridos hermanos y hermanas, os doy las gracias por el trabajo que hacéis con dedicación cada día. Invoco sobre vosotros los dones del Espíritu Santo para que os dé fortaleza en vuestro delicado ministerio en favor de la educación. Y os pido, por favor, que recéis por mí. Gracias.

 

© Librería Editorial Vaticano

 

 

 

 

20/02/2020-17:46
Larissa I. López

Estados Unidos: Finaliza la visita 'ad limina' de los obispos del país

(zenit— 13 feb. 2020).- Los obispos de Estados Unidos, divididos en 15 grupos separados, han participando en la visita ad Limina entre los meses de noviembre a febrero.

Hoy, 20 de febrero de 2020, se ha producido la última audiencia del Papa Francisco con los miembros del episcopado de Estados Unidos, en concreto, con los de la Iglesia Oriental del país.

 

Visitas ad Limina

Las visitas ad Limina apostolorum de los obispos a Roma tienen como objetivo fortalecer el vínculo de unidad de los obispos con el Santo Padre. A lo largo de la misma rezan ante las tumbas de Pedro y Pablo, también pueden visitar los diferentes templos y dicasterios de la Curia Vaticana y se reúnen con el Papa.

En el encuentro con el Pontífice se les consulta sobre lo que está sucediendo en sus diócesis y sus países, también pueden formular preguntas sobre su situación y conocer las iniciativas que se están realizando en Roma y en el mundo para servir a la comunidad católica universal.

 

Audiencias con las distintas regiones

La primera región, Boston y Hartford, se encontró con el Papa 7 de noviembre de 2019; la segunda, Nueva York, hizo lo propio el 14 de noviembre; y dos semanas después, el 28 de noviembre, fue el turno de los obispos de Newark y Filadelfia.

En diciembre, tuvieron lugar las audiencias de la cuarta región (Baltimore, Washington y los Servicios Militares), el día 2; la quinta (Lousiville, Mobile y Nueva Orleans), el 5; la sexta (Cincinati y Detroit) el 9; y, el 12, la séptima (Chicago, Louisville y Milwaukee).

Ya en enero de 2020, se reunieron con el Santo Padre los obispos de la octava región, San Pablo y Minneapolis, el día 13; 3 días después fue el turno del noveno grupo, procedente de Dubuque, Kansas City en Kansas, Omaha y Saint Louis; el 20 fue el de los prelados de Galveston- Houston, Oklahoma City y San Antonio; y el 27 los de Los Ángeles, San Francisco- y las diócesis sufragáneas de Hawaii/Nevada/California.

En el mes en curso, además de la de hoy, tuvieron lugar las audiencias del Pontífice con la décimo segunda (Anchorage, Portland en Oregón y Seattle), décimo tercera (Denver, Santa Fe, Diócesis de Salt Lake) y décimo cuarta región (Atlanta, Miami), los días 3, 7, y 13 de febrero.

 

 

 

20/02/2020-16:41
Rosa Die Alcolea

Congreso de Laicos 2020: "Despertar a la misión concreta en el día a día"

(zenit— 20 feb. 2020).- "El Congreso ha sido renovar mi 'sí' vocacional a Dios", comparte María José Aguilar Mateos, joven española, misionera de la Comunidad Católica Shalom, participó en el Congreso de Laicos 2020, celebrado en Madrid, del 14 al 16 de febrero, como parte del grupo diocesano de Granada.

El evento reunió más de 2.000 personas de parroquias, movimientos, asociaciones y congregaciones que trabajan en el ámbito de las diócesis de toda España, acompañadas por 70 obispos.

La andaluza opina que "todos los laicos deberíamos llevar en el corazón esta oración 'Sí Señor, nos has llamado y aquí estamos. Gracias por habernos elegido', y relata que gracias al Congreso "le ha quedado claro" que todos los laicos comparten misión y desafíos, "se pertenezca a movimiento o grupo, o al ámbito parroquial que desde luego es el hogar y punto de referencia por excelencia de los laicos".

 

Revitalizando la nueva Evangelización

Aguilar Mateos ha testimoniado a zenit que como misionera de la Comunidad cree que desde su carisma misionero y laico, como nueva forma de vida consagrada en el marco de la Iglesia en España, forman parte de este proceso que el Espíritu Santo está infundiendo en la Iglesia a nivel nacional y diocesano.

La joven laica ha expresado que esto significa “ser hombres y mujeres consagrados a Dios y dedicados a la evangelización, a vivir constantemente ese estar en salida, revitalizando y contribuyendo a la nueva evangelización en nuestro país con nuevos métodos y formas para hacer llegar el Evangelio especialmente a los jóvenes y a los pobres, y con ellos a toda la sociedad”.

El Papa Francisco escribió un mensaje dirigido a los participantes en el Congreso: Este evento tiene lugar en Madrid, España, del 14 al 16 de febrero bajo el lema “Pueblo de Dios en salida”.“Es la hora de ustedes, de hombres y mujeres comprometidos en el mundo de la cultura, de la política, de la industria… que con su modo de vivir sean capaces de llevar la novedad y la alegría del Evangelio allá donde estén”.

A continuación, pueden leer la entrevista completa que zenit ha realizado a María José Aguilar.

***

 

zenit: Personalmente, ¿cómo has vivido el encuentro? 

María José Aguilar: Para mí, tener la oportunidad de participar en este Congreso de Laicos ha sido una prueba más de la providencia de Dios en mi vida por poder formar parte de esta forma de un momento histórico en la Iglesia en España que atañe e incumbe a todos los laicos.

Lo he vivido con mucha alegría e interés. Primero la alegría de compartir con el resto de compañeros que hemos formado parte del grupo de diocesano de Granada, de vivirlo en fraternidad y comunión con todos junto a nuestro arzobispo. Y una vez allí, como Iglesia granadina poder sumarse a toda la Iglesia en España representada por distintos movimientos, grupos, asociaciones y parroquias de todo el país. Todos con un único espíritu y como un solo cuerpo.

He vivido con mucho interés las temáticas y líneas de trabajo, imposibles de abordar por su cantidad pero todas interesantes y de total actualidad en la vida cotidiana y ciudadana del siglo XXI, terreno de misión por excelencia de los laicos. Este Congreso no es algo ambiguo ni abstracto sino algo cuyo objetivo es tener aplicación directa en la realidad de cada diócesis particular revitalizando y motivando realmente a esta salida del pueblo de Dios hacia aquellos que están alejados o no lo conocen.

 

zenit: ¿Cómo ha sido la participación de la Comunidad Católica de Shalom?

María José Aguilar: La participación de la Comunidad en el Congreso ha sido dentro del grupo diocesano de Granada. Se ha participado desde la Comunidad activamente tanto en la etapa del pre-Congreso como en la preparación del Congreso y así será también en la etapa que vendrá a continuación.

Como misionera de la Comunidad creo que desde nuestro carisma misionero y laico, como nueva forma de vida consagrada en el marco de la Iglesia en España, formamos parte de este proceso que el Espíritu Santo está infundiendo en la iglesia a nivel nacional y diocesano de ser hombres y mujeres consagrados a Dios y dedicados a la evangelización, a vivir constantemente ese estar en salida, revitalizando y contribuyendo a la nueva evangelización en nuestro país con nuevos métodos y formas para hacer llegar el Evangelio especialmente a los jóvenes y a los pobres, y con ellos a toda la sociedad.

El carisma Shalom, nacido en medio de los jóvenes y con los jóvenes, es una respuesta suscitada por el Espíritu para los desafíos de la evangelización en el mundo y en este caso en nuestro país, contribuyendo con aquello que Dios nos da como vocación especifica para, formando parte del mismo cuerpo que es la Iglesia, llegar a todos aquellos que no conocen el amor de Dios. También, como toda vocación específica en la Iglesia, la Comunidad pienso que puede ser respuesta a las inquietudes vocacionales del laicado que se sienten llamados a una vida totalmente entregada a Dios como discípulos de Jesucristo en el siglo XXI.

 

zenit: ¿Qué te llevas a casa después de este Congreso?

María José Aguilar: Principalmente me llevo el fortalecimiento de mi vocación laical. Una conciencia más clara de nuestra elección como laicos por voluntad de Dios y la misión que comporta eso en la vida. En el Congreso se decía que no somos laicos por defecto, no somos laicos porque Dios no nos llamó a otra cosa, ser laico es una llamada y vocación propia en el seno de la Iglesia. Somos aquellos con los que Dios quiere dar sabor al mundo e iluminarlo, no por nuestros méritos sino por su gracia.

Me llevo la comprensión de lo rica y extensa que son las áreas y los campos de evangelización en la vida laical, la disposición al anuncio del Evangelio hay que llevarla cada día en el corazón y los labios desde que te levantas hasta que te acuestas. En el barrio, con los vecinos, en el trabajo, con la familia, en aquellos que nos encontramos, en todo momento el mundo necesita sal y luz.

También destacaría la sensación de saber que no estamos solos, a veces los laicos en los desafíos en ambientes cerrados a Dios nos sentimos solos. Gracias al Congreso me ha quedado claro que todos los laicos compartimos misión y desafíos, se pertenezca a movimiento o grupo, o al ámbito parroquial que desde luego es el hogar y punto de referencia por excelencia de los laicos.

Concluyo destacando que este Congreso también me ha motivado a pasar a la acción, en realmente dejarse renovar y transformar por el Espíritu, dejarse convertir, para que se lleguen a propuestas y proyectos concretos en el ámbito diocesano e incluso nacional que realmente hagan visible en España que el pueblo de Dios está en salida como Él quiere.

El Congreso ha sido renovar mi “sí” vocacional a Dios. Y creo que todos los laicos deberíamos llevar en el corazón esta oración “Sí Señor, nos has llamado y aquí estamos. Gracias por habernos elegido”.

 

zenit: ¿Cuál es la asignatura pendiente de los laicos en la Iglesia?

María José Aguilar: Despertar a la misión concreta en el día a día, la responsabilidad con la propia formación en la Doctrina Social de la Iglesia por ejemplo, entre otras cosas, y potenciar la unión, la comunión y el trabajo común entre los distintos grupos, movimientos, asociaciones y parroquias que en muchos casos no nos conocemos.

En la ponencia final del Congreso se decía: “Los laicos somos protagonistas de una película de acción, no actores secundarios”. Pues eso, creerse y tomar el protagonismo que tenemos, no por reconocimiento humano, sino por amor a Dios que cuenta con nosotros y quiere hacer una obra a través de cada uno de nosotros en el mundo.

 

zenit: Después de haber participado en el Congreso, ¿cuál crees que es la misión de los laicos en la Iglesia?

María José Aguilar: En general, diría que nuestra cometido es la misión y el anuncio explícito de Cristo en todo lo que tiene que ver con los ambientes seculares de la vida cotidiana del siglo XXI. Nuestros prójimos son especialmente los más heridos, los más alejados, los que viven en el desconocimiento de Jesucristo. En el mundo de hoy para ver estas heridas, estos sufrimientos hay que tener una mirada de misericordia sobre el mundo que adolece y en que proliferan nuevas formas de pobreza incluso entre la riqueza, la seguridad y el bienestar material.

Para esta misión vital y central de la Iglesia a través del laicado necesitamos también tener una sólida vida de oración y una conversión constante a partir de la salvación de Dios experimentada en nuestra propia vida.

Antes de anunciar a otros el amor de Dios y que Cristo es la Salvación del mundo yo tengo que haber experimentado en mi vida como cristiano de donde Dios me sacó, de aquellas cosas que me salvó y transformó mi vida y desde ahí con muchísima alegría hacer participes a otros de esa esperanza. Con Dios es posible ser feliz, es posible ser santos, es posible una vida nueva. Haber tenido una experiencia personal con Cristo es lo que da fuerza y verdad a la evangelización, no el proselitismo, ni la brillante oratoria. Desde luego el que tenga el don de la buena oratoria ¡que lo use también! poniéndolo a disposición del Evangelio.

 

zenit: “Pueblo de Dios en salida” ha sido el lema del encuentro. ¿Este congreso supone, de alguna manera, un punto de partida? ¿En qué sentido?

María José Aguilar: Yo diría, más que un punto de partida, un replanteamiento, un pararse a reflexionar con humildad. Donde estamos, qué hemos hecho hasta ahora, luces y sombras, cuales son las necesidades del mundo y como vamos como Iglesia a dar respuesta a los sufrimientos, necesidades y anhelos de la sociedad, en esta caso española, actual que busca sin saber y sufre por no conocer a Dios. Yo creo que el proceso sinodal que se está llevando a cabo en sus distintas etapas será sin duda un punto de partida de nuevas iniciativas que contribuirán a renovar, fortalecer y construir una nueva primavera en la Iglesia.

 

 

 

 

20/02/2020-13:55
Larissa I. López

Santa Marta: Aceptar la humillación, el camino de Jesús

(zenit – 20 febrero 2020).- El Papa Francisco indicó que el Evangelio muestra las tres etapas que recorrieron los apóstoles para saber quién es Jesús: conocer, confesar y aceptar el camino que Dios eligió para Él, el de la humillación.

Hoy, 20 de febrero de 2020, en la homilía de la Misa en la Casa Santa Marta, el Santo Padre reflexionó sobre las preguntas contenidas en el pasaje del Evangelio de la liturgia del día: “¿Quién dice la gente que soy?”, “¿Ustedes qué dicen?”.

 

Conocer y confesar a Jesús

Para Francisco, conocer a Jesús es lo que se hace cuando "tomamos el Evangelio, y tratamos de conocer a Jesús, o cuando llevamos a los niños al catecismo (...) al igual que cuando los llevamos a la Misa". No obstante, apuntó que este solo es lo el primer paso, el segundo consiste en confesar a Jesús.

"Y esto nosotros, solos, no podemos hacerlo. En la versión de Mateo, Jesús le dice a Pedro: 'Esto no viene de ti. El Padre te lo ha revelado'. Sólo podemos confesar a Jesús con el poder de Dios, con el poder del Espíritu Santo. Nadie puede decir que Jesús es el Señor y confesarlo sin el Espíritu Santo, dice Pablo. No podemos confesar a Jesús sin el Espíritu", explicó el Papa.

Por lo tanto, continuó, "la comunidad cristiana debe buscar siempre el poder del Espíritu Santo para confesar a Jesús, para decir que es Dios, que es el Hijo de Dios".

 

Aceptar el camino

El Pontífice describió que responder a la cuestión sobre cuál es el propósito de la vida de Jesús, de su venida, constituye la tercera etapa en el camino del conocimiento de Él: aceptar el camino. Y recordó que Jesús comenzó a enseñar a sus apóstoles que debía sufrir y que lo matarían para luego resucitar.

"Confesar a Jesús significa aceptar el camino que el Padre eligió para Él: la humillación. Pablo, escribiendo a los filipenses, [dice]: 'Dios envió a su Hijo, quien se anonadó a sí mismo, se hizo siervo, se humilló a sí mismo, hasta la muerte, muerte de cruz", describió el Obispo de Roma.

Pues, "si no aceptamos el camino de Jesús, el camino de la humillación que Él eligió para la redención, no sólo no somos cristianos, sino que merecemos lo que Jesús le dijo a Pedro: «¡Aléjate de mí, Satanás!", advirtió.

 

Camino de humillación

El Santo Padre señaló que Satanás sabe muy bien que Jesús es el Hijo de Dios, pero Jesús rechaza su "confesión" como alejó de sí mismo a Pedro cuando había rechazado el camino que Jesús había elegido.

"Confesar a Jesús es aceptar el camino de la humildad y de la humillación. Y cuando la Iglesia no va por este camino, se equivoca, se vuelve mundana", subrayó.

Y agregó que "cuando nosotros vemos a tantos buenos cristianos, con buena voluntad, pero que confunden la religión con un concepto social de bondad, de amistad, cuando vemos a tantos clérigos que dicen que siguen a Jesús, pero que buscan los honores, los caminos suntuosos, los caminos de la mundanidad, no buscan a Jesús: se buscan a sí mismos. No son cristianos; dicen que son cristianos, pero de nombre, porque no aceptan el camino de Jesús, de la humillación".

 

Coherencia cristiana

Igualmente, ante la historia de la Iglesia, en la que existen muchos obispos y papas mundanos, "que no conocieron el camino de la humillación, no lo aceptaron, debemos aprender que ese no es el camino", dijo el Papa.

Finalmente, Francisco invitó a pedir "la gracia de la coherencia cristiana" para "no usar el cristianismo para escalar". Esto significa, desear la gracia de seguir a Jesús en su mismo camino, hasta la humillación.

 

 

 

20/02/2020-13:21
Larissa I. López

Obispos de América: La Iglesia, "aliada de los migrantes"

(zenit — 19 febrero 2020).- La situación de los migrantes, los pueblos originarios, la Exhortación postsinodal "Querida Amazonia", la protección de los menores, la Nueva Evangelización o la acción conjunta con Caritas Internationalis constituyen algunos de los temas abordados por los obispos del continente americano en su encuentro bianual.

Del 17 al 20 de febrero de 2020, los directivos de la Iglesia de Canadá, Estados Unidos y del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) se reunieron para celebrar una nueva edición de la reunión de los Obispos de la Iglesia en América.

En su mensaje final, difundido por la Oficina de Prensa del CELAM, hablaron el presidente del mismo, Mons. Miguel Cabrejos; el presidente de la Conferencia Episcopal de Obispos Católicos de Estados Unidos, Mons. José Horacio Gómez; y el vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Canadá, Mons. Raymond Poisson.

 

Comunión, fraternidad y sinodalidad

Mons. Cabrejos destacó que esta ha sido una "reunión de comunión, fraternidad y sinodalidad, de espíritu de colegialidad, para tratar temas generales, comunes, de preocupación en toda América Latina y El Caribe, pero también en Estados Unidos y Canadá".

El prelado enumeró algunos de los temas discutidos, como la reciente Exhortación postsinodal del Papa Francisco, la defensa de la casa común o la cuestión de los pueblos indígenas en el continente americano. Todos ellos, retos que el Papa Francisco plantea para "atender a las periferias geográficas y existenciales".

Con respecto a la migración, el presidente del CELAM destacó una frase pronunciada a lo largo de la reunión: "Que la Iglesia sea una aliada de los migrantes".

 

Discípulos misioneros

Mons. José Horacio Gómez señaló que los obispos congregados conversaron especialmente sobre la Nueva Evangelización y cómo el Papa Francisco "nos ha llamado a convertirnos en discípulos misioneros".

También se refirió a las conversaciones en torno a realidad de la migración en Estados Unidos y en todo el continente. Su intervención en este evento estuvo orientada al tema de la evangelización en la unión americana con el reto del acompañamiento de una pastoral integradora para con los inmigrantes, así como de los caminos que deben encontrarse para acercarse a católicos que se "desafilian" de la Iglesia.

Mons. Raymond Poisson, por su parte, resaltó que es necesario trabajar en busca de la reconciliación, fortaleciendo las alianzas de norte a sur, unidos a las acciones de
Caritas Internationalis.

La reunión finalizó con una oración de agradecimiento por este encuentro fraterno, indica la citada fuente.

 

Reunión de los obispos en América

Se trata de un encuentro que cuenta con más de 40 años de tradición y busca mantener las relaciones de comunicación y diálogo fraterno entre los representantes de la Iglesia, así como intercambiar temas de interés común que fortalezcan la colegialidad episcopal de la Iglesia de las Américas.

La organización de la reunión es rotativa y se realiza cada dos años. En esta ocasión, se ha celebrado bajo la responsabilidad del CELAM y la próxima estará a cargo de la Conferencia Episcopal de Canadá.

 

 

 

20/02/2020-14:25
Redacción

España: Aumentan en 27.000 las declaraciones de la Renta en favor de la Iglesia

(zenit— 20 feb. 2020).- El número de declaraciones a favor de la Iglesia en España en el año 2019 ha sido de 7.191.387, han indicado esta mañana en la presentación celebrada en la Conferencia Episcopal Española.

El secretario general de la CEE, Mons. Luis Argüello, y el vicesecretario para Asuntos Económicos, Fernando Giménez Barriocanal, han presentado en rueda de prensa, el jueves 20 de febrero de 2020, los datos de la asignación tributaria registrados a favor de la Iglesia en la Declaración de la Renta de 2019, correspondiente a la actividad económica desarrollada en 2018.

Teniendo en cuenta las declaraciones conjuntas, más de 8,5 millones de contribuyentes destinan a la Iglesia el 0,7% de sus impuestos. Esto supone que el porcentaje de asignación asciende al 32,32%.

 

Campaña de la renta

Durante la campaña de la renta, 26.885 nuevas declaraciones marcaron la X de la Iglesia, lo que expresa el respaldo social y personal a la labor desarrollada por las instituciones religiosas. En general, el que marca la casilla no solo repite año a año, y cada año nuevos contribuyente marcan la casilla de la X por primera vez.

En relación a las cantidades, en la declaración de 2019 la cantidad destinada por los contribuyentes a la Iglesia católica aumenta en 16,6 millones y alcanza los 284,4 millones de euros, un incremento del 6,19% con respecto al año anterior. Es la cifra más alta desde el comienzo del actual sistema de asignación tributaria en 2007.

El aumento de la cantidad que los españoles destinan de sus impuestos a favor de la Iglesia católica en los últimos tres años se debe a la evolución de la situación económica en España, con un aumento significativo tanto del número de contribuyentes que realizan la declaración como de la renta declarada por los contribuyentes.

Esto significa que la Iglesia católica cuenta con más recursos para continuar con su actividad asistencial, educativa, evangelizadora, cultural y de servicio al conjunto de la sociedad.

 

Datos por Comunidades autónomas

La cantidad recaudada a favor de la Iglesia crece en todas las comunidades autónomas sin excepción, y en nueve de ellas, además, se constata también una subida del número de contribuyentes que marcan la X. Sobre todo, en Madrid, Andalucía, Murcia y Canarias. Por el contrario, Cataluña registra el mayor descenso.

Las regiones donde mayor porcentaje de personas decide colaborar con su IRPF al sostenimiento de la Iglesia son Castilla La Mancha (45%), La Rioja (44,9%), Extremadura (44%), Murcia (43,8%) y Castilla y León (42,2%). Casi la mitad de las declaraciones optan por sostener la labor de las entidades religiosas. En el otro extremo, Canarias (25,95%), Galicia (24.9%) y Cataluña (17,43%) marcan las tasas más bajas de asignación.

 

Datos en relación a otras variables

Las aportaciones a la Iglesia en la declaración de la renta se presentan también según otras variables. Por edades, el tramo de edad que más marca la X en la Declaración de la Renta es el de los contribuyentes entre 40 y 60 años. Los jóvenes menores de 19 años también lo hacen por encima del 32,6% y entre los de 20 y 29 años se han incorporado 10.000 nuevas declaraciones, indicadores ambos de la implicación de las nuevas generaciones.

En cuanto al sexo del declarante (o del primero en declaraciones conjuntas), las mujeres siguen siendo más proclives a poner la X. Lo hace un 34,90%, frente al 32,6% de los hombres. También son más las liquidaciones individuales a favor de la Iglesia que las conjuntas: un 34,02% frente a un 26,46%.

 

Más recursos para ayudar más

La Iglesia católica cuenta en esta ocasión con más recursos para seguir realizando su actividad al servicio de los cristianos y del conjunto de la sociedad española. Por eso agradece a todos aquellos españoles que contribuyen con este gesto de marcar la X y con el resto de campañas realizadas a lo largo del año a sostener la labor religiosa, espiritual y social al servicio de millones de españoles.

Así mismo, continúa con su esfuerzo de dar a conocer, a través de Xtantos, el mecanismo por el que los contribuyentes pueden decidir el destino de una pequeña parte de sus impuestos, el 0,7%, que puede dedicar a la Iglesia católica y a otros fines de interés social. Con esa decisión, el contribuyente ni tiene que pagar más ni se le devuelve menos. Solo en la actividad asistencial, cada euro que ingresan las diócesis españolas procedente de la Asignación Tributaria se multiplica por 2,5 euros cuando se retorna a la sociedad.

A lo largo de los próximos meses, la Iglesia católica irá dando cuenta del destino de todo el dinero que ha recibido de los contribuyentes a través de la Memoria de actividades de la Iglesia, y siempre a través de la oficina de Transparencia de la CEE.

 

 

 

 

20/02/2020-09:00
Redacción

Palma Real, Amazonía de Perú: "La mujer que salvó a su hijo vendiendo escobas"

Por: Beatriz García Blasco — CAAAP

 

(zenit— 20 febrero 2020).- Difícil saber, a ciencia cierta, cuántas décadas tiene Elsa. Casi tantas como las que lleva tejiendo, con infinita paciencia, lianas de tamshi en su humilde casa de la comunidad nativa de Palma Real, del pueblo Ese Eja (uno de tantos pueblos indígenas casi desconocidos para la mayoría de peruanos) en la frontera de Perú y Bolivia. Allí, a orillas del río Madre de Dios, la encuentras a cualquier hora perfeccionando un sombrero con casi un metro de diámetro, uno de los objetos más difíciles de tejer por la paciencia y precisión que requiere "para que no te salga chueco"; o 'craneando' cómo combinar colores para innovar con nuevos modelos de abanicos 100% naturales que su hija le ayudará a vender en las siguientes ferias de artesanía.

"Sí, te entiende", nos comenta su hija. Elsa nos mira y sonríe. Está sentada en el piso de madera, cobijándose del fuerte sol de mediodía. Teje con una sola mano, la derecha, pues desde su nacimiento carece de la otra extremidad superior, que concluye a la altura del codo. En su reemplazo, se sirve del dedo gordo de su pie para tensar la liana y lograr un entrelazado perfecto. La rodean varios sombreros y abanicos, que muestra con orgullo cuando nos interesamos por su trabajo. Ambos objetos son su especialidad, aunque en sus inicios como artesana más se dedicaba a las escobas y las cestas, no para la venta al público, sino para su uso en la vida cotidiana de la familia. Ahora las escobas ya no resultan rentables, pues se usa demasiado material, demasiada liana de tamshi, para el precio que se paga por ellas.

 

Elsa Viaeja Eteje

Hay que indagar en su testimonio para comprender y valorar íntegramente la historia personal de Elsa Viaeja Eteje, una de las sabias por excelencia del pueblo Ese Eja. Una vida que le llevó, en 2017, a ser reconocida como "Personalidad Meritoria de la Cultura" mediante la Resolución Ministerial N° 139-2017-MC firmada por el entonces ministro, Salvador del Solar.

Unos meses antes el sociólogo del pueblo Harakbut Héctor Sueyo, aquellos años al frente de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Madre de Dios, se interesó por confeccionar una reseña narrando la vida de la veterana artesana y cómo, a pesar de sus limitaciones físicas, había salvaguardado la sabiduría que en ella depositaron su madre y su abuela. Por si fuera poco, se había esforzado en enseñar, sensibilizar y retar a sus paisanas para que mejoraran sus técnicas. "Les decía, si yo con una mano puedo hacer esto. Tú que tienes dos manos, ¿por qué no puedes hacer más y mejor que yo?", recuerda Sueyo de aquellas largas conversaciones de años atrás.

Hoy su comunidad cuenta con una importante asociación de artesanas de más de 50 miembros que generan, gracias a este trabajo, ingresos económicos para sus familias.

Viajemos al año 1987 e imaginemos a una madre indígena que, con más de diez hijos, siente cómo el último de sus vástagos, recién nacido, se le muere por falta de alimento. "Mis pechos no daban leche", recuerda la anciana en un limitado castellano. ¿Qué hacer para salvarlo? "Cogí algunas escobas y cestos que había tejido y fui a Puerto Maldonado. Allí, en la Plaza de Armas, una señora me preguntó. Le dije que quería vender mi escoba para conseguirme leche para mi hijo, y ella me la compró. Así pude comprar la primera lata de leche", relata apoyada en la interpretación de sus familiares. Eran años en que los árboles de mango abundaban y sus hojas poblaban los patios de las casas más señoriales de la capital regional. Las escobas de tamhsi se convertían en un aliado perfecto en una ciudad con muy poca comunicación y comercio con otros puntos del país.

 

Sabiduría y artesanía

Muy pocos le daban la importancia debida a la sabiduría y la artesanía de los antepasados. "Hacer escobas y cestos era parte de la vida cotidiana, para cargar la castaña, el pescado... era una costumbre más", explica Sueyo. En el caso de Elsa, su limitación física y las orientaciones de su mamá condicionaron su especial interés por el tejido del tamshi. No podía realizar muchas actividades agrícolas, pues para casi todo se necesitan las dos manos. Tampoco podía recoger lianas, así que se dedicó a guardar los retazos que quedaban en el piso y, poco a poco, ir perfeccionando su técnica. Como recuerda Sueyo y ella misma narraba, en aquellos años 80 sus paisanos la miraban con extrañeza porque "entonces las comunidades eran más pescadoras y recolectoras, y también vivían de la madera. Eso les daba más rentabilidad, iban a Puerto (Maldonado) a vender su paco, gamitana, dorado, doncella...".

 

Importancia del Tamshi

Después de aquella primera escoba llegaron más. Elsa se dio cuenta de que el tamshi iba a ser su medio de vida, que gracias a él "podría alimentar a mis hijos". Por eso, dentro de una estricta humildad, en su casa nunca más falto un pequeño plato de comida. Cuando sus paisanos comprobaron que aquellos niños y jóvenes estaban bien atendidos, le preguntaban: "¿De dónde tienes plata? ¿Quién te ha regalado?". Y ella, con orgullo, les comentaba que todo era gracias a su trabajo. Su ejemplo, poco a poco, empezó a contagiar a otras mujeres. "Su historia me conmovió", confiesa Sueyo. De Elsa Viaeja destaca su naturalidad, su sencillez. Una personalidad que se plasma en la conversación que el sociólogo tuvo con la maestra artesana cuando, desde Lima, les notificaron que iba a recibir el reconocimiento como 'Personalidad Meritoria de la Cultura'.

  • En Lima el ministro Salvador del Solar quiere hacerte un reconocimiento por ser una artesana famosa de Madre de Dios, pero te tenemos que llevar a Lima. ¿Quieres ir?
  • No quiero. Yo nunca he volado en avión, me da miedo.
  • ¿No has volado en avión? Pero no te preocupes, pero puedes ir con alguna persona más, para que te ayuden.
  • No quiero. Nunca he viajado, no sé cómo será. ¿Qué tal muero adentro? Yo no me quiero morir.
  • Su respuesta, contundente, se repitió cuando le propusieron a su hija que fuera ella en representación de su mamá. "Si ella no quiere, yo tampoco", sentenció. Y el reconocimiento, finalmente, fue recogido en Lima por el líder y representante Ese Eja Gilberto Jojaj é.

Así es Elsa Viaeja Eteje. Uno de los grandes ejemplos de las lideresas indígenas invisibles. Lideresas que no enseñan con palabras, sino con su trabajo abnegado por conservar, con la ilusión de una niña, la memoria de sus ancestros.

 

 

 

20/02/2020-12:59
Christian Vallejo

España: Christopher West impartirá su curso sobre 'Teología del Cuerpo'

(zenit — 20 febrero 2020).- Por primera vez en Europa, Christopher West y su equipo impartirán su curso sobre Teología del Cuerpo (TOB1) en Madrid, España.

Así lo ha comunicado, a través de una nota de prensa, la Oficina de Comunicación y Prensa de la Universidad Francisco de Vitoria.

 

Teología del Cuerpo

La Teología del Cuerpo es el mensaje de las catequesis que escribió e impartió el Papa Juan Pablo II los miércoles en la plaza San Pedro del Vaticano, entre 1979 y 1984, como respuesta bíblica a la crisis de la revolución sexual de los años 60, la cual ha llevado a las generaciones posteriores a encontrarse en una profunda crisis de identidad.

Lo que experimentarán los asistentes constituye una ayuda para conocer el mensaje de Dios para cada persona, la complementariedad entre hombre y mujer y la llamada a ser uno, a su imagen y semejanza.

 

Christopher West

Christopher West es un norteamericano de 50 años, casado y padre de 5 hijos, que a finales de los años 80 descubrió las catequesis de Juan Pablo II sobre Teología del Cuerpo y vio la necesidad que tiene el mundo de esta doctrina del papa santo.

Desde entonces se ha dedicado a estudiar el mensaje de la Teología del Cuerpo y trasmitirlo a otros. De hecho, creó en Filadelfia el Theology of the Body Institute ( Instituto de Teología del Cuerpo), en el que se imparten estudios para formadores y catequistas en esta materia.

 

Primer curso

El TOB1 es el primero de los ocho cursos que componen la certificación en Teología del Cuerpo ofrecida por el Theology of the Body Institute, sustentado por la Universidad de Creighton.

La edición del mismo, que se celebrará en Madrid, constará de 30 horas impartidas a lo largo de cinco días, del 8 al 12 de julio de 2020, y estará organizado por el Instituto Desarrollo y Persona de la Universidad Francisco de Vitoria, con la colaboración de Regnum Christi.

Gracias a este TOB1 en la capital española, los alumnos europeos no tendrán que trasladarse a Estados Unidos para cursar estos estudios. Además, los participantes en esta formación obtendrán el mismo certificado que en la sede de Filadelfia. Es decir, una vez finalizado el TOB1 en Madrid, el estudiante podrá realizar el TOB2 en cualquier sede autorizada.

 

Contenidos

El curso proporciona una visión general de la Teología del Cuerpo de san Juan Pablo II y trata temas como: "Eros, anhelo por el infinito"; "Integración de cuerpo y alma"; "El plan original de Dios para el hombre y la mujer"; "Caída y redención del cuerpo y la sexualidad"; "El matrimonio eterno de Cristo y la Iglesia"; "La complementariedad del celibato y el matrimonio"; y "La sexualidad humana como imagen y participación en el amor divino".

Asimismo, formarán parte del mismo la oración, Misa, adoración, formación y convivencia en torno a los misterios meditados para, como señalan los organizadores del mismo, descubrir "cómo Dios habla a través de tu cuerpo".

 

 

 

20/02/2020-12:16
Christian Vallejo

Biblias para Venezuela: "El pan que más alimenta y la mejor medicina"

(zenit— 20 febrero 2020).- "La Biblia es la mejor medicina", asegura María Ruiz, feligresa en la Diócesis de Acarigua, en Venezuela, según una nota de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).

María tiene uno de los 3.000 ejemplares de la Biblia que su obispo, Mons. Juan Carlos Bravo, pidió a ACN.

 

Grupos de estudio

Mons. Bravo ha puesto en marcha grupos semanales de "Estudio del Evangelio", ya que cree que no solo se debe cuidar el estómago, sino también el alma. Para esas reuniones quiso contar con esas 3.000 Biblias y ahora con otras 5.000 más, motivo por el que ACN pide donaciones.

Antes de que surgiera la crisis de su país, María confiesa que era "una católica light, pero las circunstancias me han hecho buscar más a Dios. Esta situación es muy muy dura, falta de todo, mis hijos no están aquí, he tenido un cáncer y varias operaciones... No es lo mismo vivir junto a Jesús que vivir sin sentido".

Otra mujer que participa en esta iniciativa, cree que "no hay mejor pan que éste, en mi hogar también leen la Biblia mi marido y mi hija".

 

Situación de Venezuela

Según los datos ofrecidos por ACN, el 15% de la población venezolana, 4.5 millones de personas, han huido del país. El 30% de los niños en el territorio sufren problemas de desnutrición y casi medio millón de personas son enfermos crónicos que no tienen acceso a medicación.

Además, el sueldo medio al mes en Venezuela son 5$, mientras que la cesta básica para sobrevivir sería de 300$. Algunos productos como un cartón de huevos, harina y arroz cuestan 3,5, 1,1, y 1,6 $, respectivamente.

El 60% de los hogares busca alimento en las calles y el 40% de las embarazadas presentan desnutrición aguda.

 

Otros proyectos de ACN

La Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) sirve a la Iglesia católica en su labor evangelizadora, prioritariamente en las comunidades más necesitadas, discriminadas o perseguidas.

Cuenta con 23 oficinas en el mundo desde donde se informa y desarrollan campañas de sensibilización, oración y búsqueda de fondos para dar soporte a esas necesidades pastorales y caritativas de la Iglesia que más sufre.

En concreto, en Venezuela, además de en la citada campaña, obispos, sacerdotes, religiosas y laicos colaboran en proyectos de ACN que incluyen comedores para alimentar a personas en situación vulnerable y ayuda para el sustento de sacerdotes y comunidades de religiosas, así como para la formación de seminaristas, sacerdotes y jóvenes.

 

 

 

20/02/2020-08:00
Enrique Díaz Díaz

Enrique Díaz: "Desarmar la violencia"

Levítico: "Sean santos, porque yo, el Señor, soy santo"
Salmo 102: "El Señor es compasivo y misericordioso"
Corintios 3, 16-23: "Ustedes son templo de Dios y el Espíritu de Dios habita en ustedes"
San Mateo 5, 38-48: "Sean perfectos como su Padre celestial es perfecto"

 

Entre las anécdotas que se narran de Tatic Samuel hay una que siempre me ha llamado la atención, porque me la han narrado varias veces. Se refiere a su relación con "sus enemigos". Periodistas y entrevistadores con frecuencia trataban de amarrar navajas diciéndole que alguna persona había juzgado negativamente su labor. Y con frecuencia él contestaba "es que mi amigo verá las cosas de otra manera". Y cuando le reclamaban que tal personaje no podría ser su amigo porque buscaba hacerle daño, él, en tono entre sarcástico y divertido, contestaba: "De mi parte sólo tengo amigos. De su parte, él sabrá si es buen amigo o mal amigo". Y es verdad, Cristo nos invita a amar incluso a los enemigos y esa es la única forma de no tener enemigos

A nuestro mundo tan saturado de violencia, de odios, y de dudas; a personas tan sumidas en la angustia por la vida y en la pérdida de su sentido, sonarán como cañonazos explosivos las frases que provienen desde la montaña para cambiarnos la vida. El libro del Levítico nos recuerda la exigencia que Dios le hace a Moisés: "Sean santos porque yo, el Señor, soy santo". No es una afirmación ambigua, ni pretende una santidad estereotipada que nos aleja del mundo, sino que se traduce en actitudes muy concretas: "No odies a tu hermano ni en lo secreto de tu corazón... no te vengues ni guardes rencor... ama a tu prójimo como a ti mismo". ¿Está claro en qué consiste la santidad? Si reconocemos que tenemos un Dios que es bueno como el pan que a todos alimenta, que para todos se reparte, y si se nos invita a parecernos a Él, la santidad no quedará en aislamientos ni indiferencias. La santidad será como el sol que cada día, con una terca insistencia, pretende iluminar y dar calor a todos los humanos, sin hacer distinción de razas, de colores o de estados de ánimo. Así es nuestro Dios y así nos invita a vivir.

San Pablo nos lanza la segunda frase explosiva: "¿No saben ustedes que son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?" ¿Cómo podemos vivir con apatía e indiferencia? No somos poca cosa. Dios no hace basura y nos ha formado con gran dignidad. Valemos mucho como personas. Y mientras escribo estas reflexiones escucho las noticias de asesinatos, violencia y destrucción. ¿Habrá razones suficientes para acabar con la propia vida? Si no nos amamos nosotros, ¿cómo vamos a amar a los demás? El amor al prójimo está basado en el amor a nosotros mismos, pero necesitamos reconocer la propia dignidad. Y no se trata de falsos orgullos, sino de poner los cimientos de nuestro verdadero valor a tal grado que San Pablo dice: "Ustedes son de Cristo". Necesitamos vivir con esa dignidad, reconociéndonos templos llenos de la presencia de Dios. Nunca lo debemos olvidar y no podremos vivir de una manera negativa porque nosotros somos ese templo de Dios.

Y por si fuera poco, también desde la montaña, San Mateo nos recuerda una expresión explosiva y magnífica: "Sean perfectos como su Padre celestial es perfecto."Son las palabras de Jesús que invita a sus discípulos a romper la escalada que inicia con la violencia, que continúa con las venganzas y que finaliza dejando el corazón lleno de odios y resentimientos. La antigua ley que buscaba proteger al más desvalido y que exigía cobrar ojo por ojo y diente por diente, no solucionaba de fondo la violencia porque el corazón lleno de rencor no permite encontrar la paz. Quien se pudre por dentro para no aceptar al prójimo, para no amarlo, se queda lejos del hermano, pero acaba podrido para toda la vida. El otro no puede ser "enemigo", es un ser humano, alguien que sufre y goza, que busca y espera. Sí, ya sé que en la mente de muchos de nosotros no sólo estarán esas personas molestas y fastidiosas que nos cuesta mucho tratar diariamente con cariño, sino también estaremos pensando en los grandes asesinos y en los narcotraficantes y en los corruptos. ¿Cómo amar o aceptar a tales personas? Mi pregunta siempre será: ¿cómo los ama Dios? ¿Cómo da la vida Jesús también por ellos? La violencia nunca se solucionará con violencia. ¿No tendremos también nosotros otra propuesta?

A Cristo lo llamaron loco por proponer estas soluciones, pero son las únicas propuestas que pueden solucionar la violencia. Cristo nos invita a realizar cosas "extraordinarias". La vocación del cristiano es vocación a la locura y a lo extraordinario. No está llamado el cristiano a ser mediocre y conformista, sino a realizar grandes proezas: parecerse a Dios Santo, vivir como templo de Dios y ser perfecto como su Padre celestial es perfecto. La Palabra de Dios que hoy se nos presenta, no es letra muerta, sino viva y palpitante y nos deja inquietos. Estamos llamados a realizar cosas extraordinarias: el perdón, el amor sin condiciones, y la apertura a los diferentes. El amor cristiano nace de lo profundo de la persona, de saberse amado por Dios y quiere ser reflejo y expresión de ese amor del Padre que nos abraza a todos. Amar al prójimo significa hacerle bien pero también exige aceptarlo, respetarlo y descubrir lo que hay en él de presencia de Dios. El mal, a pesar de las apariencias, siempre será débil. El odio brota del miedo y se siente amenazado. La ofensa tiene necesidad de la venganza. En cambio, el amor es la única fuerza capaz de cortar de raíz la violencia. Es urgente un "¡ya basta!" a la violencia y aceptar la propuesta de la no violencia que Cristo nos ofrece. El cristiano es vencedor no cuando logra posesionarse de las armas del enemigo, sino cuando dejando las propias armas, lo convierte en amigo. La debilidad del amor es la única fuerza capaz de desarmar el mal.

Tomemos en serio las palabras que nos ofrece "La Palabra", reconozcámonos como personas valiosas, amadas por Dios. Dejémonos cuidar, abrazar y querer por Dios Padre para así lanzarnos en pos del gran ideal, que nos parece extraordinario: amar, perdonar, ser santos y vivir como templos del Espíritu.

Señor Jesús, que nos propones a Papá Dios como único modelo de amor y de paz, concédenos que, dejando las armas de la venganza y la violencia, nos arriesguemos a acompañarte en tu aventura de construir un mundo sin odios, un mundo de hermanos, un reino de paz. Amén.

 

 

 

20/02/2020-08:00
Isabel Orellana Vilches

San Pedro Damiani, 21 de febrero

"Este doctor de la Iglesia, obispo y cardenal de Ostia, entendió que la ofrenda de sus tendencias dominantes serían más efectivas espiritualmente que los instrumentos penitenciales que se aplicaba como castigo"

La penitencia, el ayuno de las pasiones, tiene en la vida santa una expresión concreta. Todo aquel que aspira a la perfección sabe, porque así lo indicó Cristo, que no puede alcanzarla si no está dispuesto a negarse a sí mismo. Ahora bien, durante siglos en la historia de la ascética las penitencias físicas tenían gran ascendente sobre otras opciones expiatorias. Sin embargo, la virulencia con la que muchos hombres y mujeres se aplicaron cilicios y disciplinas varias, no siempre dio los resultados que cabría esperar.

Pedro Damiani, que inició una vía purgativa alentada por la mortificación física, se percató después del alcance de esa entrega cotidiana que conllevan los heroicos y silenciosos sacrificios, siempre lacerantes, pero llenos de bendiciones. Nació en Ravena, Italia, en 1007. Pertenecía a una familia numerosa y pobre. Fue el último de los hijos y perdió a sus padres prematuramente. Entonces quedó a cargo de uno de sus hermanos, que le trató con inusitada dureza. Apenas sabía caminar y ya estaba cuidando puercos. Pero otro de sus hermanos, Damián, era arcipreste de Ravena y se ocupó de su formación. Cursó estudios en Faenza y en Parma con gran aprovechamiento, bajo su atenta mirada. Impresionado y agradecido por el trato fraternal que recibió, Pedro incorporó el nombre de pila de aquél al suyo; de ahí proviene Damiani. Acostumbrado a la rudeza de la vida, que sufrió tan tempranamente, la austeridad fue su gran aliada cuando determinó abandonar el mundo exterior ingresando en el convento de Fonte Avellana, donde residía una comunidad de ermitaños.

La divina Providencia alumbró sus reflexiones con la presencia inesperada de dos benedictinos que pertenecían al convento y que dieron respuesta satisfactoria a sus preguntas respecto a la forma de vida que llevaban. Experimentando con fuerza las tentaciones de la carne, no dudó en defenderse de los ataques del maligno arrancándose de las garras del pecado con duras mortificaciones. En conformidad con las costumbres de la época colocó debajo de su camisa un cilicio, se azotaba y ayunaba. Su cuerpo no estaba hecho a esta clase de durezas tan intensas y sintió el peso de su debilidad. Comprendió entonces que las penitencias deben ser otras, entendiendo que debía tener paciencia y cumplir los afanes del día a día, estudiando y trabajando con denuedo.

La severidad que se infligía, se tornaba misericordia e indulgencia con los demás, siempre atendiendo a la vivencia de la caridad. Había aprendido de su experiencia y enseñó a otros a que luchasen por el Reino de Dios; esa era su mejor y más fecunda penitencia en lugar de castigar su organismo. Se dedicó a estudiar las Sagradas Escrituras con tanto empeño que fue designado para suceder al abad, y en contra de su voluntad, ya que en manera alguna deseaba esa misión, la asumió en 1043. De su fecunda pluma surgieron textos dirigidos a los ermitaños. Señaló los deberes de clérigos y monjes, abordando también temas morales y disciplinares. Decía: "Es imposible restaurar la disciplina una vez que ésta decae; si nosotros, por negligencia, dejamos caer en desuso las reglas, las generaciones futuras no podrán volver a la primitiva observancia. Guardémonos de incurrir en semejante culpa y transmitamos fielmente a nuestros sucesores el legado de nuestros predecesores".

Es autor del Libro Gomorriano (por Gomorra), con el que quiso contrarrestar el poderoso influjo de las costumbres licenciosas de su tiempo. "Este mundo —escribió en esta obra—se hunde cada día de tal suerte en la corrupción, que todas las clases sociales están podridas. No hay pudor, ni decencia, ni religión; el brillante tropel de las santas virtudes ha huido de nosotros. Todos buscan su interés; están devorados por el apetito insaciable de los bienes de la tierra. El fin del mundo se acerca, y ellos no cesan de pecar. Hierven las olas furiosas del orgullo, y la lujuria levanta una tempestad general. El orden del matrimonio está confundido, y los cristianos viven como judíos. Todos, grandes y pequeños, están enredados en la concupiscencia, nadie tiene vergüenza del sacrilegio, del perjurio, de la lujuria, y el mundo es un abismo de envidia y de hediondez".

Promovió la comunión con la Sede Apostólica. Es conocida su actividad en contra de la simonía, frecuente en la época, que proporcionaba a la Iglesia gobernantes indignos de su oficio. Vivió austeramente hasta el final de su existencia. Huyendo del ocio como de la peste, cuando no se hallaba en la oración o estaba absorto en el trabajo, fabricaba utensilios diversos. Fundó otras cinco comunidades de ermitaños fomentando entre los monjes el espíritu de retiro, caridad y humildad. Además, estuvo al servicio de la Iglesia. Fue designado obispo y cardenal de Ostia en 1057. Su última misión fue solventar el controvertido asunto que implicaba al arzobispo de Ravena por indicación del papa Alejandro II. Aquél había sido excomulgado por sus atrocidades. Cuando llegó para entrevistarse con él, el arzobispo había muerto. Pero convirtió a sus cómplices, a quienes impuso la debida penitencia. En febrero de 1072 al regresar a Roma contrajo una fiebre de tal calibre que a los ocho días se produjo su muerte. En estos postreros instantes le acompañaron un grupo de monjes que residía en un monasterio establecido en una zona circundante a Faenza, que recitaron los maitines alrededor de su lecho. León XIII lo canonizó el año 1823, y él mismo lo declaró doctor de la Iglesia en 1828.