Servicio diario - 24 de abril de 2020


 

Santa Marta: El Papa invita a acompañar a profesores y alumnos con la oración
Larissa I. López

COVID-19: Obispos de Estados Unidos y Canadá consagrarán ambos países a la Virgen
Larissa I. López

Europa: Conferencias episcopales exigen un “mecanismo de solidaridad” a la Unión Europea
Larissa I. López

América Latina: Continuo aumento de víctimas por el coronavirus
Christian Vallejo

Líderes católicos responden a la suspensión de la inmigración anunciada en Estados Unidos
Redacción

Sant’Egidio Nicaragua: “Si el contagio nos aleja, la solidaridad nos debe de unir”
Cristhian Alvarenga

República Dominicana: Obispos convocan Jornada Nacional de Oración por el fin de la pandemia
Larissa I. López

Red Eclesial Panamazónica: Llamado a atender la realidad indígena y rural ante el coronavirus
Larissa I. López

Paraguay: Prelados piden al Gobierno un reparto equitativo de las ayudas económicas
Larissa I. López

“No nos salvamos solos”: Mensaje de los obispos chilenos en la 120ª Asamblea Plenaria
Redacción

España: Los hermanos Sandoval, estrellas Michelin de la solidaridad
Rosa Die Alcolea

Estados Unidos: ¿Cómo viven la crisis los migrantes hispanos? (3)
Enrique Soros

España: Fabricación de viseras y salvaorejas en la Universidad Francisco de Vitoria
Redacción

Píldoras de esperanza (21): “Si hoy estuviera Jesús entre nosotros, ¿por qué lo seguirías?”
Ricardo Grzona

San Pedro de San José Betancur, 25 de abril
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

Santa Marta: El Papa invita a acompañar a profesores y alumnos con la oración

Cercanía de los pastores al Padre y al pueblo
(zenit – 24 abril 2020).- “Oremos hoy por los profesores que tienen que trabajar bastante para realizar lecciones a través de internet y otros medios de comunicación y oremos también por los estudiantes que tienen que hacer exámenes de una manera en la cual no están acostumbrados. Acompañémoslos con la oración”, pidió el Santo Padre.

El Papa Francisco presidió hoy, 24 de abril de 2020, viernes de la segunda semana de Pascua, la Misa en la Casa Santa Marta, transmitida por Vatican News y por la página de Facebook de zenit.

En su homilía, el Papa Francisco meditó en torno al Evangelio de hoy (Jn 6, 1-15), que habla de la multiplicación de los panes y los peces. En él Jesús pone a prueba a los apóstoles que no saben cómo alimentar a la gran multitud que les sigue.

 

Cercanía al pueblo

Jesús “buscaba la cercanía con el pueblo y buscaba formar los corazones de los pastores a la cercanía con el pueblo de Dios para servirles”, por eso corrigió a sus discípulos.

Francisco reconoció que “el pueblo de Dios cansa, porque siempre nos piden cosas concretas, siempre te piden algo concreto, quizás equivocado pero te piden cosas concretas. Y el pastor debe ocuparse de estas cosas”, debe demostrar cercanía.

Por eso, aunque los discípulos querían que la gente se marchara, les pone a prueba y les dice: “Denles ustedes de comer”. Esto, describe el Papa, “es lo que Jesús dice hoy a todos los pastores: ‘Denles ustedes de comer’. ‘¿Están angustiados? Denles ustedes consolación. ¿Están perdidos? Denles ustedes una salida. ¿Están equivocados? Denles ustedes algo para que resuelvan sus problemas… Denles… ‘”.

 

Cercanía al Padre

Después de esto, Jesús “se despide de los apóstoles y va a rezar, del Padre, la oración. Esta doble cercanía del pastor es lo que Jesús trata de ayudar a los apóstoles a entender para que se conviertan en grandes pastores”, la cercanía al Padre y al pueblo.

Después, el Obispo de Roma recordó que “el poder del pastor es el servicio, no tiene otro poder, y cuando se equivoca en otro poder arruina su vocación y se convierte, no sé, en gerente de empresas pastorales pero no en pastor. La estructura no hace la pastoral: el corazón del pastor es lo que hace el trabajo pastoral. Y el corazón de pastor es lo que Jesús nos está enseñando ahora”.

Así, finalmente, el Santo Padre exhortó al Señor “por los pastores de la Iglesia para que el Señor les hable siempre, porque los ama mucho: nos hable siempre, nos diga cómo son las cosas, nos explique y sobre todo nos enseñe a no temer al pueblo de Dios, a no tener miedo de estar cerca de él”.

A continuación, sigue la transcripción de la homilía completa de Francisco ofrecida por Vatican News.

***

 

Homilía del Papa

Esta frase de este pasaje nos hace pensar: «Decía esto para ponerlo a prueba. Sabía lo que iba a hacer». Esto es lo que Jesús tenía en mente cuando dijo, «¿Dónde podemos comprar pan para que puedan comer?». Pero lo decía para ponerlo a prueba. Él lo sabía. Aquí se puede ver la actitud de Jesús con los apóstoles. Continuamente los ponía a prueba para enseñarles, y cuando estaban fuera de los límites y fuera de esa función que tenían que hacer, los detenía y les enseñaba.

El Evangelio está lleno de estos gestos de Jesús para hacer crecer a sus discípulos hasta convertirse en pastores del pueblo de Dios, en este caso Obispos, pastores del pueblo de Dios. Y una de las cosas que Jesús más amaba era estar con la multitud porque esto también es un símbolo de la universalidad de la redención. Y una de las cosas que más les disgustaba a los apóstoles era la multitud, porque les gustaba estar cerca del Señor, sentir al Señor, escuchar todo lo que el Señor decía. Ese día fueron allí para tener un día de descanso – las otras versiones en los otros Evangelios dicen, porque los cuatro están hablando de ello … tal vez hay dos multiplicaciones de panes – y vinieron de una misión y el Señor dijo: «Vamos a ir a descansar un poco». Y fueron allí y la gente se dio cuenta de dónde iban junto al mar, y dieron vueltas y los esperaron allí. Y los discípulos no estaban contentos porque la gente había arruinado la «pasquetta», no podían tener esta fiesta con el Señor. A pesar de esto, Jesús comenzó a enseñar, ellos escuchaban, luego hablaban entre ellos y las horas pasaban, las horas, Jesús hablaba y la gente estaba feliz. Y ellos decían: «Nuestra fiesta está arruinada, nuestro descanso está arruinado».

Pero el Señor buscaba la cercanía con el pueblo y buscaba formar los corazones de los pastores a la cercanía con el pueblo de Dios para servirles. Y ellos, se entiende esto, fueron elegidos y se sintieron un poco como un círculo privilegiado, una clase privilegiada, «una aristocracia», por así decirlo, cerca del Señor, y muchas veces el Señor hizo gestos para corregirlos. Por ejemplo, pensamos con los niños. Ellos cuidaban al Señor: «No, no, no, no acerquen a los niños que molestan, molestan… No, los niños con sus padres». ¿Y Jesús? «Que vengan los niños». Y no lo entendieron. Después lo entendieron. Luego pienso en el camino a Jericó, ese otro que gritaba: «Jesús, hijo de David, ten piedad de mí». Y estos: «Pero cállate mientras el Señor pasa, no lo molestes». Y Jesús dice: «¿Pero quién es ese? Que venga». Otra vez el Señor. Y así les enseñaba esa cercanía con el pueblo de Dios.

Es cierto que el pueblo de Dios cansa al pastor, cansa: cuando hay un buen pastor las cosas se multiplican, porque la gente siempre va al buen pastor por una razón, por otra. Una vez, un gran pastor de un barrio sencillo y humilde de la diócesis… tenía la rectoría como una casa normal y la gente llamaba a la puerta o a la ventana, porque a cada hora… y una vez me dijo: «Pero me gustaría amurallar la puerta y la ventana para que me dejaran descansar». Pero se dio cuenta de que era un pastor y tenía que estar con la gente. Y Jesús forma, enseña a los discípulos, a los apóstoles, esta actitud pastoral que es la cercanía al pueblo de Dios.

Y el pueblo de Dios cansa, porque siempre nos piden cosas concretas, siempre te piden algo concreto, quizás equivocado pero te piden cosas concretas. Y el pastor debe ocuparse de estas cosas. La versión de los otros evangelistas cuando muestran a Jesús que las horas han pasado y la gente tiene que irse porque estaba oscureciendo y dicen: «Pero despide a la gente para que se pueda ir a comprar algo de comer», justo en el momento de la oscuridad, cuando estaba oscureciendo… ¿Pero qué tenían en mente? Al menos para tener una pequeña fiesta entre ellos, ese egoísmo no tan malo, pero se entiende, para estar con el pastor, para estar con Jesús que es el gran pastor, y Jesús responde, para ponerlos a prueba: «Denles ustedes de comer». Y esto es lo que Jesús dice hoy a todos los pastores: «Denles ustedes de comer». «¿Están angustiados? Denles ustedes consolación. ¿Están perdidos? Denles ustedes una salida. ¿Están equivocados? Denles ustedes algo para que resuelvan sus problemas… Denles… Y el pobre apóstol siente que debe dar, dar, dar, pero ¿de quién recibe? Jesús nos enseña, de la misma (persona) que Jesús recibió.

Después de esto, se despide de los apóstoles y va a rezar, del Padre, la oración. Esta doble cercanía del pastor es lo que Jesús trata de ayudar a los apóstoles a entender para que se conviertan en grandes pastores. Pero muchas veces la multitud se equivoca y aquí se ha equivocado. «Entonces el pueblo, al ver la señal que había hecho, dijo: ‘¡Este es en verdad el profeta, el que tenía que venir al mundo! Pero Jesús, sabiendo que venían a tomarlo para hacerlo rey, se retiró de nuevo». Tal vez – el Evangelio no lo dice – algunos de los apóstoles le habrían dicho: «Pero Señor, aprovechemos esto y tomemos el poder». Otra tentación. Y Jesús le muestra que ese no es el camino.

El poder del pastor es el servicio, no tiene otro poder, y cuando se equivoca en otro poder arruina su vocación y se convierte, no sé, en gerente de empresas pastorales pero no en pastor. La estructura no hace la pastoral: el corazón del pastor es lo que hace el trabajo pastoral. Y el corazón de pastor es lo que Jesús nos está enseñando ahora. Pidamos hoy al Señor por los pastores de la Iglesia para que el Señor les hable siempre, porque los ama mucho: nos hable siempre, nos diga cómo son las cosas, nos explique y sobre todo nos enseñe a no temer al pueblo de Dios, a no tener miedo de estar cerca de él.

Comunión espiritual, adoración y bendición Eucarística

Finalmente, el Papa terminó la celebración con la adoración y la bendición Eucarística, invitando a todos a realizar la comunión espiritual con esta oración:

“Creo, Jesús mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Pero como ahora no puedo recibirte sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. No permitas, Señor, que jamás me separe de Ti. Amén”.

Antes de salir de la capilla dedicada al Espíritu Santo, se entonó la antífona mariana que se canta en el tiempo pascual, el Regina Coeli.

 

Regína caeli laetáre, allelúia.
Quia quem merúisti portáre, allelúia.
Resurréxit, sicut dixit, allelúia.
Ora pro nobis Deum, allelúia.

 

 

 

 

COVID-19: Obispos de Estados Unidos y Canadá consagrarán ambos países a la Virgen

El próximo 1 de mayo
(zenit – 24 abril 2020).- En medio de la pandemia del coronavirus, el arzobispo José H. Gomez, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) anunció que los obispos de este país se unirán a la Conferencia de Obispos Católicos de Canadá el 1 de mayo para renovar las consagración de las dos naciones al cuidado de nuestra Santísima Madre.

Así informó la USCCB ayer, 23 de abril de 2020, a través de un comunicado.

El episcopado católico estadounidense recuerda que un acto de consagración “debe ser un recordatorio para los fieles del testimonio del Evangelio de la Santísima Madre para pedir su intercesión efectiva ante su Hijo en nombre de los necesitados” mediante una dedicación colectiva o un encargo de una nación a María.

Esta consagración del 1 de mayo tendrá lugar después de la realizada por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), que consagró sus naciones a Nuestra Señora de Guadalupe el domingo de Pascua.

 

Renovación de la consagración

La renovación de la consagración prevista Estados Unidos para el 1 de mayo “no cambia la designación de María como Patrona de Estados Unidos bajo el título de la Inmaculada Concepción”, indica la citada nota.

Más bien, continúa, “esta oración reafirma y renueva las encomiendas marianas anteriores, y nos une en solidaridad con nuestro Santo Padre, quien recientemente estableció el Memorial de la Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia, como fuente de protección y fortaleza”.

“Esto le dará a la Iglesia la oportunidad de orar por la protección continua de Nuestra Señora de los vulnerables, la curación de los enfermos y la sabiduría de aquellos que trabajan para curar este terrible virus”, declaró Mons. Gómez en una carta dirigida a los obispos de Estados Unidos.

Cada año, la Iglesia busca la intercesión especial de la Madre de Dios durante el mes de mayo: “Este año, buscamos la asistencia de Nuestra Señora aún más fervientemente mientras enfrentamos juntos los efectos de la pandemia global”, agregó.

 

Invitación a obispos y fieles

Mons. Gómez, arzobispo de los Ángeles, dirigirá una breve liturgia con la oración de reconsagración el viernes 1 de mayo a las 3 p.m., hora del este de Estados Unidos e invita a los obispos a unirse desde sus respectivas diócesis, pidiéndoles que extiendan la invitación a los fieles en sus diócesis para su participación.

Una guía de liturgia estará disponible para ayudar a los fieles que podrán unirse a través de las plataformas de redes sociales de la USCCB: FacebookTwitter e Instagram.

 

Protección de María

En la misma nota se recuerda que el obispo John Carroll de Baltimore, primer obispo del país, promovió la devoción a María, la Madre de Dios y colocó a Estados Unidos bajo su protección en una carta pastoral en 1792.

Posteriormente, en 1846, los veintiún obispos que asistieron al Sexto Consejo Provincial de Baltimore decidieron nombrar a la Santísima Virgen María, bajo el título de Inmaculada Concepción, como la Patrona de Estados Unidos. El Papa Pío XI aprobó esta decisión al año siguiente.

Ya en el siglo XX,  a dedicación del santuario nacional de la Inmaculada Concepción en Washington, DC, en 1959, constituyó una oportunidad para que los obispos consagraran una vez más la nación a la Santísima Madre.

Varios papas también han consagrado el mundo a María en varias ocasiones.

 

 

 

 

Europa: Conferencias episcopales exigen un “mecanismo de solidaridad” a la Unión Europea

Frente al fenómeno de la migración forzada
(zenit – 24 abril 2020).- “La pandemia no debe ser una excusa para dejar morir a los seres humanos en el Mar Mediterráneo”, afirma el secretario general de la COMECE (Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea), el P. Barrios Prieto.

Refiriéndose a los numerosos migrantes que no fueron desembarcados con prontitud y seguridad en el puerto más cercano de la Unión Europea (UE) en los últimos días, la COMECE pide “un mecanismo de solidaridad previsible acordado entre los Estados miembros de la UE”  un comunicado publicado hoy, 24 de abril de 2020.

 

Desembarcos rápidos y seguros

En dicha nota, la COMECE comparte la preocupación “expresada recientemente por la Conferencia Episcopal de Malta acerca de la suerte de 47 personas atrapadas durante días en un barco de rescate de una organización no gubernamental en la zona de búsqueda y salvamento de Malta (RAE), en una situación extremadamente precaria, y finalmente devueltas a Libia”.

Además, la comisión considera que la UE debería apoyar a sus Estados miembros “para garantizar el desembarco rápido y seguro de los migrantes y los solicitantes de asilo en el puerto seguro más cercano”. Este puerto “debería ser un puerto europeo, ya que los puertos libios no pueden considerarse seguros”, indica el P. Manuel Barrios Prieto.

Por otro lado, el comunicado recuerda que según lo dispuesto en la resolución MSC.167(78) del Comité de Seguridad Marítima de la Organización Marítima Internacional, “las personas rescatadas en el mar solo pueden ser desembarcadas en un puerto seguro”.

 

Situación de los migrantes

“Los migrantes y los solicitantes de asilo son a menudo sometidos a tortura, violencia y trato inhumano cuando son llevados de vuelta a los países de donde se embarcaron”, remarca el secretario general de COMECE.

Para evitar que el Mar Mediterráneo se convierta en un “vasto cementerio”, la COMECE pide a la Unión Europea y a sus Estados miembros que trabajen “en pro de una respuesta común a la migración forzosa”, estableciendo “un mecanismo de solidaridad previsible acordado entre los Estados miembros de la UE para hacer frente a las situaciones de emergencia de los migrantes vulnerables que se encuentran en peligro en el mar”.

A pesar de las dificultades actuales causadas por la actual pandemia de la COVID-19, la COMECE indica a todos los Estados Miembros de la UE, que los principios humanitarios “deben prevalecer siempre”. “Nadie debe quedar atrás, incluidos los migrantes en un barco de rescate”, aclara el sacerdote.

 

Palabras del Papa Francisco

Finalmente, la COMECE remite a las palabras del Papa Francisco en su Mensaje para la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado de 2019, “no se trata sólo de los migrantes: se trata de nuestra humanidad, se trata de ver que nadie sea excluido”.

“La UE es una comunidad de valores y principios con la concepción común de que los seres humanos son iguales en dignidad y merecen que se respeten sus derechos humanos y se les proteja, especialmente cuando se encuentran en una situación de gran vulnerabilidad”, concluye el comunicado.

 

Vigilar los derechos fundamentales

Por otro lado, recientemente, en otro comunicado, la COMECE manifestó su beneplácito en cuanto a la declaración dirigida a la Unión Europea por el Grupo Europeo de Ética de la Ciencia y de las Nuevas Tecnologías (GEE).

En ella se habla sobre la importancia de vigilar sobre la necesidad y la proporcionalidad de toda intervención política y tecnológica que en el contexto de la pandemia COVID-19 suspenda, incluso temporalmente, los derechos fundamentales.

 

Llamamiento de COMECE

En este sentido, la comisión afirma que “desde finales de febrero de 2020, la UE y sus Estados miembros han reaccionado a la pandemia de COVID-19 con una serie de medidas cautelares y legislativas que, si bien tienen por objeto rastrear y ralentizar el contagio, tienden a limitar temporalmente los derechos fundamentales en los que se basa la Unión Europea. Estas medidas incluyen el cierre de las fronteras, el alejamiento social, la cuarentena y la adopción de nuevos instrumentos tecnológicos”.

De ahí surge el llamamiento reiterado por el secretario general del COMECE, para que la UE y sus Estados miembros consideren “prioritario” “garantizar el restablecimiento de estos derechos fundamentales tan pronto como la situación sanitaria lo permita”.

 

 

 

 

América Latina: Continuo aumento de víctimas por el coronavirus

Más de 120.000 casos confirmados
(zenit – 24 abril 2020).- América Latina y el Caribe suman ya un total de 121.544 casos de contagios confirmados por COVID-19 y para las Naciones Unidas, “el continente se arriesga a la peor crisis económica de la historia”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) se preocupa especialmente por América Latina, ya que han aumento 20.000 casos en las últimas 48 horas y las cifras de fallecidos ya superan las 6.000 personas, informan desde Vatican News.

Brasil es el país que cuenta con más casos de infectados, pero el periodista Alfredo Luis Somoza, presidente del Instituto de Cooperación Económica Internacional de Milán, explica: “el brote más importante se da en la ciudad de Guayaquil, en el Ecuador y también en el Perú, el número de muertes está aumentando considerablemente”.

 

Sistema sanitario

“Si hubiera una situación como la que está sufriendo Europa, sin duda no podrían gestionar la epidemia, porque la salud pública está devastada en todas partes y la atención sanitaria privada es sólo para aquellos que pueden permitírsela”, añade Somoza.

Según la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe, se estima que en este año se producirá una caída del 5,3% del PIB en toda la zona debido a la pandemia, aseguran desde la fuente citada.

 

Consecuencias

Se producirá la reducción del comercio internacional, la caída de los precios de los productos básicos y la menor demanda de servicios turísticos, así como altas tasas de desempleo. “En este momento en que los estados deciden, como sucedió en Colombia, dar apoyo a los trabajadores en crisis, no se llega a estas personas, porque estadísticamente ni siquiera existen. Y estamos hablando de porcentajes que pueden estar cerca del 50% en Bolivia o Perú”, destaca Somoza.

Asimismo, preocupante es la situación Venezuela, donde la crisis sanitaria se suma a la política y económica ya existente con anterioridad. “Se estima que en los últimos años alrededor del 50% de los médicos han emigrado. Sólo en Argentina hay 4.000 que han llegado en este período, por lo que la estructura sanitaria se redujo al mínimo por falta de recursos, pero también por falta de profesionales. A esto se añade, y esta es la gran paradoja, que Venezuela está prácticamente sin petróleo, a pesar de ser uno de los países del mundo con más petróleo, ya no tiene la capacidad de refinarlo”, concluye el presidente del Instituto de Cooperación Económica Internacional de Milán.

 

 

 

 

Líderes católicos responden a la suspensión de la inmigración anunciada en Estados Unidos

Llamado a la unidad contra la COVID-19
(zenit – 24 abril 2020).- Con motivo de la proclamación del presidente Donald Trump, que anunció la suspensión temporal de la inmigración en Estados Unidos, varios líderes católicos han respondido alegando que “esta acción del presidente amenaza con alimentar la polarización y la animosidad”.

Los líderes católicos que forman parte de esta respuesta son: el arzobispo José H. Gómez, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), el obispo Mario E. Dorsonville, presidente del Comité de Migración de la USCCB, y el obispo Jaime Soto, presidente de la Junta de Directores de la Red Católica de Inmigración Legal, Inc. (CLINIC), tal y como comunicó ayer, 23 de abril de 2020, la USCCB a través de una nota.

 

“Humanidad común”

“En este momento, nuestra humanidad común es más evidente que nunca. El virus es despiadado al aprovecharse de la vida humana; no conoce fronteras ni nacionalidad. El Papa Francisco nos enseña que para vivir estos tiempos necesitamos emplear y encarnar la creatividad del amor”, comienzan los líderes católicos en su mensaje.

Asimismo, destacan que “la crisis global causada por COVID-19 exige la unidad y la creatividad del amor, no más división e indiferencia de una mentalidad desechable”.

 

Inmigración

“Hay poca evidencia de que los inmigrantes le quiten trabajos a los ciudadanos. Inmigrantes y ciudadanos juntos son socios para revivir la economía de la nación. Siempre debemos recordar que todos somos hijos e hijas de Dios unidos como una sola familia humana”, añaden los obispos.

Igualmente, muestran su preocupación por el anuncio del presidente de Estados Unidos, ya que “la decisión evita que ciertos familiares de inmigrantes se reúnan con sus seres queridos” y “prohíbe a los trabajadores religiosos que buscan venir a Estados Unidos, como residentes permanentes legales, apoyar el trabajo de nuestra Iglesia, así como de muchas otras religiones”.

Los prelados concluyen afirmando que estas medidas perjudican a la Iglesia Católica y a otras denominaciones de Estados Unidos, “disminuyendo su capacidad general para ministrar a los necesitados”.

 

 

 

 

Sant’Egidio Nicaragua: “Si el contagio nos aleja, la solidaridad nos debe de unir”

Distribución de mascarillas, jabón y alcohol
(zenit – 24 abril 2020).- La Comunidad de Sant’Egidio nace en Roma en 1968, como fruto del Concilio Vaticano II. En Nicaragua tienen mas de 47 años de estar presentes como una fraternidad de laicos: personas comunes comprometidos a vivir y poner en práctica el Evangelio.

Nadia Téllez, coordinadora de la comunidad, dijo que están presentes “en más de 70 países, de África, Asia, Europa y América. La espiritualidad de Sant’Egidio se basa en la oración, tanto personal como comunitaria, y en la amistad con el más necesitado”, recalcó.

 

Amigos de los pobres

“Llevar la palabra de Dios, pero también la de un amigo cercano, y en esta pandemia no se pueden dejar a los amigos solos”, cuenta Nadia, mientras reafirma que “toman las medidas de seguridad” cuando realizan su apostolado en la catedral de Managua y en el barrio Jorge Dimitrov, uno de los barrios más violentos de la capital nicaragüense.

“El salir a ayudar, es ser una comunidad, una Iglesia en salida a como nos lo dice el Papa Francisco, con quien nos identificamos, pero también es llevar la oración y la esperanza a esas personas vulnerables; si el contagio nos aleja, la solidaridad nos debe de unir” afirmó.

Nicaragua es uno de los pocos países en el mundo en el que las autoridades gubernamentales no han decretado una cuarentena ni han tomado medidas sanitarias para evitar la propagación de la COVID-19, pero la Sociedad Civil y la Iglesia Católica han emprendido una campaña de información pidiendo a la ciudadanía la auto protección frente a la pandemia que azota el mundo.

Sant’Egidio Nicaragua ha hecho una distribución de mascarillas a las personas en vulnerabilidad, así como jabón y alcohol, “vamos a continuar tomando las medidas ya que es probable que los contagios se den y vamos a seguir siendo cercanos con estas personas” dijo Téllez.

 

Alimento para los más necesitados

Cada sábado personas que viven todo el carisma y personas que son amigos de la comunidad acompañan en el servicio de la calle, “entregamos unos 100 platos de comida y damos paquetes alimenticios a padres de niños vulnerables con los que trabajamos”, recalcó Téllez.

“Este apostolado se da gracias a la red de protección que son personas que nos ayudan a coordinar ayudas para que podamos hacer posible los servicios”, concluyó.

 

 

 

 

República Dominicana: Obispos convocan Jornada Nacional de Oración por el fin de la pandemia

El domingo 26 de abril
(zenit – 24 abril 2020).- El Consejo Permanente de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) invita a la ciudadanía a unirse a la Jornada Nacional de Oración el próximo domingo 26 de abril.

Este evento se celebrará de 9 a.m. a 11:00 a.m. para pedir por el fin de la pandemia del coronavirus, informa la CED a través de un comunicado.

Asimismo, animan a los padres a dar seguimiento a los estudios de sus hijos y “fortalecer desde sus hogares la Iglesia doméstica, amar al prójimo quedándose en casa y ser creativos en la dinámica de la transmisión de la fe y los demás valores”.

 

“La Iglesia no está cerrada”

La nota recuerda que “la Iglesia no está cerrada” porque existe una Iglesia doméstica en cada hogar. Y aseguraron que continuarán desarrollando su pastoral social de asistencia a los enfermos, pobres, adultos mayores y privados de libertad.

Los prelados reconocen también a los “grandes héroes” que sirven a los demás y se exponen a ser contagiados, valoran las medidas de las autoridades estatales y las iniciativas de personas e instituciones y exhortan a mantenerse “vigilantes para que todo proceso se realice con transparencia y de acuerdo con lo establecido por nuestras leyes”.

Finalmente, motivan a “ser más estrictos en la observancia de las disposiciones sobre el distanciamiento social, confinamiento en sus casas en el horario establecido, uso de guantes y mascarillas, lavarse las manos con frecuencia, desinfectar las superficies y objetos de uso común, entre otras”.

 

Coronavirus en República Dominicana

Según los últimos datos oficiales ofrecidos por el Ministerio de Salud Pública de República Dominicana el número de casos de coronavirus en este país es de 5.543.

Hasta el momento se cuentan 265 fallecimientos y 674 personas recuperadas.

 

 

 

 

Red Eclesial Panamazónica: Llamado a atender la realidad indígena y rural ante el coronavirus

Urge plan sanitario, alimentario y de higiene
(zenit – 24 abril 2020).- Los obispos de la Amazonía del Perú, dividida desde el punto de vista eclesial en ocho vicariatos, indican que urge realizar una estrategia sanitaria de emergencia adecuada a la realidad indígena y rural de la Amazonía y otra que asegure alimentos y productos de higiene y limpieza.

Todos estos pastores han emitido un comunicado conjunto difundido ayer, 23 de abril de 2020, por la Red Eclesial Panamazónica (REPAM).

En un total de ocho puntos, la nota señala asuntos críticos como la vulnerabilidad especial que, ante este contexto de pandemia del coronavirus, presentan ciertos sectores de la población: “Aunque todo el país está amenazado por esta pandemia, no todos estamos en las mismas condiciones de responder a ella. Las desigualdades sociales dejan desprotegidos a los más débiles, haciéndolos más vulnerables ante el COVID-19”, expresan los prelados.

Asimismo, si bien se reconoce el esfuerzo gubernamental por tratar de disminuir las carencias económicas de la población, también se constata desde la zona que muchas familias con grandes necesidades no han sido beneficiadas por no encontrarse inscritas en el padrón.

 

Apoyo a las comunidades

El comunicado incluye un especial llamado de atención a la situación que viven muchos pueblos amazónicos, entre ellos muchos indígenas ,“que han migrado a las ciudades por motivos laborales” y que “se encuentran en una desprotección casi total”.

“Exhortamos a los gobiernos regionales de la Amazonía a que pongan especial énfasis en apoyarlos para el regreso a sus comunidades, asegurándose que cumplan rigurosamente los protocolos de seguridad dispuestos por el MINSA (Ministerio de Salud)”, declaran los obispos en este sentido.

Asimismo, urgen al Gobierno a realizar una estrategia sanitaria adecuada para las poblaciones rurales e indígenas de la Amazonía, así como otra en relación a la alimentación y los insumos de higiene.

 

“La Iglesia sigue viva”

Finalmente, los ocho representantes de la Iglesia en la Amazonía peruana realizan dos llamamientos. Por un lado, piden a los creyentes que se viva “este tiempo pascual sintiéndonos especialmente solidarios, cumpliendo las disposiciones decretadas por nuestras autoridades y siendo cercanos a los más necesitados, socorriéndoles desde lo que nos permite el aislamiento social establecido”.

Por otro, señalan que “la Iglesia sigue viva y su caridad no descansa” e invocan para que “María, Madre de la Vida nos contagie la esperanza de que juntos podremos salir de esta prueba”.

Los prelados que ha firmado este comunicado son: Mons. Gerardo Zerdin, obispo vicario apostólico de San Ramón; Mons. Juan Bautista Oliver, obispo vicario apostólico de Requena; Mons. José Javier Travieso, obispo vicario apostólico de San José del Amazonas; Mons. Alfredo G. Vizcarra, obispo vicario apostólico de Jaén; Mons. David Martínez de Aguirre, obispo vicario apostólico de Puerto Maldonado; Mons. Jesús María Aristín, administrador apostólico de Yurimaguas; Mons. Martín Quijano, obispo vicario apostólico de Pucallpa; y Mons. Miguel Fuertes, administrador apostólico de Iquitos.

 

 

 

 

Paraguay: Prelados piden al Gobierno un reparto equitativo de las ayudas económicas

Destinadas a paliar la crisis de COVID-19
(zenit – 24 abril 2020).- Ante la crisis económica provocada por el coronavirus, los obispos paraguayos solicitan a las autoridades “la administración transparente y la distribución equitativa de los recursos económicos que se han destinado para la asistencia social”.

Esta demanda formar parte de una exhortación titulada “Denles ustedes de comer”, elaborada por el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal Paraguaya y dirigida al país y a sus autoridades.

 

Recesión económica prolongada

En ella, los prelados manifiestan que si bien “los esfuerzos por aplanar la curva de difusión de esta enfermedad han tenido el resultado esperado, según los entendidos, en la contención sanitaria”, son conscientes de que “el plan de contención de la pandemia seguirá por varios meses más”.

Del mismo modo, sostienen que “los intentos por mitigar el impacto en la economía familiar y en la economía nacional, urgen una respuesta ponderada, ordenada y sostenible”, ya que “las perspectivas anunciadas por los economistas, pronostican un horizonte de austeridad y de recesión económica, que ya angustian a la población”.

 

Acompañamiento a las familias

Frente a este análisis, los miembros del episcopado paraguayo sienten “la urgencia de un acompañamiento cercano a las familias y a los grupos más vulnerables, no solo con alimentos, sino también con asistencia para una recuperación efectiva económica a corto, mediano y largo plazo”.

Al mismo tiempo, consideran que, tras el primer pico, es preciso preparar el sistema de salud para la nueva etapa de la pandemia y que se deben iniciar “acciones para paliar y sanar la crisis alimentaria y económica que acompaña el desarrollo de las medidas de aislamiento social”.

 

Vulnerabilidad y fragilidad

Después, la exhortación señala que la vulnerabilidad y la fragilidad de un amplio sector de la población, “se ve y se verá agravada en los próximos meses y no podemos aún dimensionar su alcance y gravedad”, pues “el hambre es un clamor actual, que no podemos desoír, mientras discernimos los caminos a seguir”

E indica que la Pastoral Social Nacional y las pastorales sociales de cada diócesis “están trabajando sin pausa con el apoyo de voluntarios y asociaciones civiles, para llevar auxilio a nuestros hermanos”.

No obstante, los pastores se muestran preocupados porque la seguridad social “se vea afectada al ir agravándose las necesidades, que no encuentran una atención”.

 

Trabajo conjunto

Con el fin de “enfrentar con prontitud y solvencia las condiciones de necesidad extrema de la población vulnerable de todo el país”, la Conferencia Episcopal Paraguaya exhorta y recomienda que todas las instituciones públicas del área social del Gobierno central y departamental trabajen conjuntamente “para que las familias reciban con urgencia alimentos en cantidad suficiente y de manera sostenida mientras duren las medidas de restricción”.

Por último, los obispos reiteran su “predisposición para colaborar, mientras seguimos orando con intensidad para que Dios nos auxilie y nos ayude a superar solidariamente las consecuencias de esta pandemia”.

 

 

 

 

“No nos salvamos solos”: Mensaje de los obispos chilenos en la 120ª Asamblea Plenaria

Concluida este 24 de abril
(zenit – 24 abril 2020).- “No nos salvamos solos” es el título del mensaje, dado a conocer este viernes 24 de abril, luego de concluir la 120ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile, que dedicó la casi totalidad de sus sesiones a abordar las consecuencias de la pandemia del coronavirus en la sociedad y en la Iglesia en Chile.

En su reflexión, los obispos y administradores animan a los católicos y a todos los ciudadanos a actuar con responsabilidad, siguiendo estrictamente las indicaciones de la autoridad sanitaria en cada lugar y momento, cuidándonos unos a otros, y muy especialmente a los más vulnerables.

Plantean que en este tiempo, el Señor nos urge a ser cercanos y atentos a los más pobres y desprotegidos ante la pandemia: “personas sin techo o sin hogar, adultos mayores, inmigrantes, grupos familiares que viven en hacinamiento, sin agua y sin condiciones de salubridad ni conectividad. Junto al dolor de quienes han perdido a familiares o los ven sufrir, nos conmueven también los episodios de violencia al interior de la familia, el miedo y los problemas de salud mental a causa de esta crisis”.

 

Ante el complejo escenario laboral y social

También se refieren los pastores a la incertidumbre sobre el año escolar, la quiebra de emprendimientos o el fracaso de proyectos. Y con especial preocupación ven que muchas personas y familias perderán sus fuentes laborales y que ello implica angustia y falta de recursos para la subsistencia familiar. “Este drama nos interpela a promover una solidaridad activa y a trabajar en un pacto social para aminorar el impacto de la cesantía y sus consecuencias. Este empeño requiere el esfuerzo de todos, sin excepción”.

Afirman que se sumarán esfuerzos desde la Iglesia para ofrecer una red de acompañamiento, escucha y solidaridad. “Queremos que nadie se sienta solo en este tiempo, que a nadie le falte una voz esperanzadora”, sostienen.

 

No nos salvamos solos

Además de poner a disposición de la autoridad recintos e instalaciones que se necesiten, anuncian que toda la pastoral social e instituciones de la Iglesia, a nivel nacional y en cada diócesis, están trabajando en proyectos que nos permitan una efectiva asistencia a los mas afectados por esta situación.

Junto con apreciar las políticas públicas que van en ayuda de los más necesitados, invitan a “vivir una solidaridad que nos comprometa y que exprese fuertemente nuestro deber de fraternidad, que brota del Evangelio”.

Con “infinito agradecimiento”, reconocen el generoso compromiso de autoridades políticas, del personal sanitario, auxiliares, agentes de seguridad y de las Fuerzas Armadas y de Orden, empresarios, trabajadores y voluntarios de distintos ámbitos que, con su esfuerzo, han permitido la atención de los enfermos y la ayuda a toda la población.

 

Nuestra liturgia y oración en este tiempo

El mensaje también se refiere a la drástica reducción de actividades pastorales y celebraciones litúrgicas, con el fin de prevenir posibles contagios de COVID-19 en aglomeraciones. “Somos conscientes de que muchas personas desearían volver a participar presencialmente en la vida sacramental, pero en las actuales circunstancias ello no resulta siempre posible. Es una medida excepcional y temporal, que esperamos revertir progresivamente cuando las condiciones lo permitan”.

La Iglesia seguirá utilizando de manera creativa la televisión, radio y plataformas digitales para que la Palabra de Dios y las celebraciones litúrgicas lleguen a los hogares. Los obispos y administradores agradecen el esfuerzo que han realizado los sacerdotes, diáconos y personal consagrado en este sentido.

 

El trasfondo es el drama humano

Recuerda el mensaje que la dignidad de la persona humana debe ser el centro de toda política pública, y el país espera de todos los actores y autoridades una actitud dialogante, no confrontacional.

“No es solo una estrategia; es un imperativo ético mirar más al bien común que a las causas o proyectos particulares. No basta el aplanamiento de una curva o el cumplimiento de una meta económica para superar esta crisis. El trasfondo, antes que sanitario o económico, es el drama humano ante nuestros ojos”.

 

Asuntos “que no podemos olvidar”

Agregan los pastores: “En Chile y en la Iglesia hay todavía muchos asuntos pendientes que no pueden ser olvidados. Las mesas de diálogo social que hoy se han abierto por la pandemia son un camino para retomar la búsqueda de un Chile más justo, solidario y dialogante”.

Además, estiman que ahora es tiempo de valorar la vida de los otros, de vivir austeramente, de revisar el modo en que nos relacionamos como pueblo y con la Creación. “Cuidarnos significa, ante todo, reconocernos como hermanos y tratarnos con respeto”.

 

Chile solo estará sano en solidaridad y justicia

Recordando el sentido de la resurrección de Cristo y su triunfo sobre la muerte, los obispos expresan: “Podremos recuperarnos de la COVID-19, pero Chile solo estará sano cuando podamos, superando el odio, la indiferencia y violencia, reconstruir las relaciones fraternales en solidaridad y justicia, a las que Jesucristo nos invita”.

Finalmente, confiados en la intercesión de la Virgen del Carmen, “salud de los enfermos” y “consuelo de los afligidos”, enfatizan que “nuestra esperanza se nutre de la certeza del Dios-con-nosotros que siempre vence el mal”.

 

Comunicaciones Conferencia Episcopal de Chile

 

 

 

 

España: Los hermanos Sandoval, estrellas Michelin de la solidaridad

Alta cocina para familias necesitadas
(zenit – 24 abril 2020).- A Mario, Rafael y Diego Sandoval no solo les valen las 2 estrellas Michelin, las 3 M en la Guía Metrópoli y los 3 Soles Repsol por su arte culinario, expresado en el restaurante “Coque”, también se distinguen por poner al servicio de los más pobres su gran talento.

En el momento en el que se vieron obligados a cerrar su afamado local, con motivo de la crisis del coronavirus en España, los prestigiosos cocineros madrileños se pusieron manos a la obra, relata Mario Sandoval en declaraciones exclusivas para zenit.

Frente a la disyuntiva de quedarse en casa a que pase la tormenta o remangarse las manos para ayudar a los demás, los hermanos Sandoval enviaron una carta al Ayuntamiento de Madrid, poniendo a disposición su restaurante y sus dones; el alcalde Juan Luis Martínez-Almeida agradeció el gesto, que días más tarde se convirtió en un hecho: el restaurante “Coque” llevaría comida para las 350 familias que comen en el Colegio Público Ramón María del Valle-Inclán, en el humilde barrio de San Blas.

 

Menú para 350 familias

Mil quinientas raciones para los viernes y mil trescientas para los lunes. Con esta dinámica, Mario y sus hermanos se zambullen en guisos de patatas, estofados de cordero, pucheros tradicionales o innovadores platos de pasta. Un menú de estrella Michelin para las familias obreras de la zona noreste de Madrid.

“Es súper gratificante hacer platos para personas necesitadas”, confiesa Mario Sandoval. “Lo más bonito que hemos hecho estos días es esto”, y asegura que ver que la sonrisa de un niño cuando le dan un plato de comida “es muy fuerte”.

No olvidemos que estos tres hermanos pertenecen a la primera familia que gana los tres grandes premios nacionales de gastronomía, la estirpe Sandoval cocina desde más de 40 años. “Bienvenidos al nuevo Coque, al Coque de siempre, al Coque del futuro” sugiere la presentación de su establecimiento en la calle Marqués de Riscal, número 11.

 

Tarjeta de regalo Cruz Roja

Además de cocinar para las familias del Colegio Ramón María del Valle-Inclán y colaborar con Caritas, los ambiciosos hosteleros han puesto en marcha una original iniciativa solidaria para el día de la madre.

Con la venta de la tarjeta regalo solidaria especial para el día de la madre, los hermanos Sandoval donarán el 10% de la inversión para ayudar en el programa de Cruz Roja Española. Las personas que dispongan de esta tarjeta disfrutarán de una experiencia completa en “Coque” en cuanto reabran sus puertas con toda seguridad.

 

 

 

 

Estados Unidos: ¿Cómo viven la crisis los migrantes hispanos? (3)

Una Iglesia en salida, real y virtual, junto al que sufre

(zenit – 24 abril 2020).- Una pandemia golpea con más fuerza a los más débiles. Esto está sucediendo con la comunidad hispana en Estados Unidos. Muchos inmigrantes vienen de situaciones gravísimas de violencia, persecución y pobreza extrema. Al llegar a Estados Unidos son los más vulnerables porque no tienen estabilidad de ningún tipo.

La Iglesia, desde hace varias décadas, está implementando una amplia pastoral de servicio integral, apoyando en las necesidades materiales, de salud, legales y, por supuesto, las espirituales. La evangelización llega al hermano necesitado en toda su dignidad, cumpliendo las palabras del Papa Francisco: “Se reza así. Se pide por el hermano, y después se le asiste. Así funciona la oración”.

Ofrecemos aquí la tercera edición (leer primera y segunda edición) sobre el drama de los hispanos en Estados Unidos ante la pandemia del coronavirus y la solidaridad de los miembros de la Iglesia.

 

Pastoral Migratoria: pastoral de escucha

Yohan García, mexicano, coordinador nacional de Formación de Pastoral Migratoria, reporta desde la arquidiócesis de Chicago: “Una de las primeras cosas que hicimos en Pastoral Migratoria cuando se dio el brote de la pandemia del coronavirus fue hacer caso a la exhortación del Papa Francisco de poner en práctica la pastoral de escucha. Esta iniciativa nos ha permitido acercarnos a través de un servicio telefónico de acompañamiento espiritual, pastoral y psicológico a quienes están confinados en sus hogares en las distintas diócesis del país”.

Y agrega García que “gran parte de nuestros hermanos inmigrantes se han visto afectados por la pérdida de sus empleos, ingresos económicos y estabilidad emocional. En particular, su salud emocional se ha visto severamente impactada por una ola de estrés, incertidumbre y miedo al no saber cuándo podrán salir de esta situación. Sin duda, estos dos últimos meses han sido bastante difíciles para todos los que trabajamos en el campo pastoral. No solo escuchamos las penas y las angustias de nuestra gente, sino también somos su paño de lágrimas y los brazos que los sostienen cuando nos comparten la noticia de que alguno de sus familiares ha sido ingresado al hospital o tristemente, ha fallecido”.

 

Dreamers, héroes de la historia

Adriana Visoso, mexicana, presidenta de “La Red, National Catholic Network de Pastoral Juvenil Hispana”, comparte desde Maryland que “a través de las redes sociales podemos ser testigos de cómo los jóvenes se lanzan a la misión de servicio al prójimo, desempeñando con amor y valentía los trabajos esenciales que muchos reconocen hoy en día, como los nuevos héroes de la historia. Entre estos jóvenes se encuentran los dreamers, o soñadores, en español”.

 

Qué son los dreamers

Los soñadores son jóvenes que llegaron de niños al país, que han forjado su vida en Estados Unidos, que no tienen relación con su país de origen y que se han presentado para pedir una prórroga a cualquier acción de parte de Migraciones, para no ser deportados por un período de dos años, con la posibilidad de renovar la solicitud de exención. El 5 de septiembre de 2017 el Gobierno de Trump ordenó el fin de DACA, el sistema que daba estado legal temporal a los soñadores.

 

Los soñadores salen a servir

Sobre los desafíos de los soñadores, agrega Visoso que “quien tiene el estatus de soñador vive momentos de angustia y ansiedad desde el día que llenó su solicitud para acogerse a DACA. La COVID-19 es una carga adicional que afrontan con esperanza al acompañar a quien les necesita, compartiendo su fe en Dios y creando comunidades virtuales. Integran a quien se encuentra solo y muestran como, ante situaciones difíciles, la comunidad ‘nueva familia’ es un refugio de paz para afrontar juntos las situaciones que se presenten” y cierra con un pensamiento esperanzador, común en el liderazgo hispano de Estados Unidos, afirmando que “la comunidad hispana seguirá bregando con firmeza por los derechos de los soñadores y de los desplazados, desde todas las formas posibles, incluyendo el cabildeo ante los congresistas, como lo estamos haciendo con frecuencia”.

 

Haciendo frente a la angustia

Yohan García remarca que las “necesidades inmediatas y angustias nos han impulsado a desarrollar iniciativas claves para poder proveer el acompañamiento tan necesario en momentos como estos. Algunas de las iniciativas que hemos desarrollado son los entrenamientos virtuales de las plataformas de comunicación “Círculos de Paz” para atender a las necesidades de salud emocional que vive nuestra gente, creando un espacio donde se escucha y comparte y un Rosario virtual semanal donde nos congregamos como una sola familia nacional y alzamos nuestra plegaria al Padre Celestial pidiendo por el cese de este virus”.

 

La importancia de la pastoral virtual

Esta pastoral de escucha y acompañamiento virtual continúa fortaleciendo nuestros lazos con hermanos y hermanas en ciudades como Baltimore, Chicago, Fresno, Nueva York, Kansas City-St. Joseph, Stockton California, Salt Lake City entre otras. Siendo que somos el Cuerpo de Cristo y vivimos nuestra humanidad más plena a medida que nos relacionamos con los demás, cuando un miembro del cuerpo sufre, todos sufrimos con él. Esta solidaridad encarnada en el Hijo de Dios nos invita a salir de nosotros mismos para unirnos en cuerpo y alma con aquellos hermanos y hermanas que sufren las consecuencias de esta pandemia.

 

Desde la oficina de Asuntos Hispanos del Episcopado

El obispo Arturo Cepeda, presidente de Asuntos Hispanos por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, envía un saludo esperanzador de Pascua a la comunidad hispana del país en el que, haciendo alusión a la crisis actual, expresa que “a pesar de los tiempos en que vivimos en este año de incertidumbre, temor y angustia, el Señor nos sale al encuentro día con día. Recordemos el pasaje de los discípulos de Emaús, ellos también se sentían con dolor, angustia e incertidumbre. Sin embargo nuestro Señor resucitado salió para acompañarles, para escuchar sus angustias, sus historias, sus frustraciones y sus temores”. Y continúa: “¡Lo mismo hace con nosotros en estos momentos! Él nos acompaña y comparte de su vida para que lo reconozcamos y con corazones ardientes demos la buena nueva a los demás. Somos gente de fe y le pertenecemos.”

 

Participar del Censo 2020

Al respecto de la participación hispana en la vida civil de EEUU, Cepeda motiva a que “sigamos abiertos a su invitación de ser testigos gozosos del Evangelio y sin importar los retos a nuestro alrededor, seamos luz para los demás”. Así invita “a que tomemos estos pasos – de manera práctica – por ejemplo, al participar activamente en el proceso del Censo 2020. Es nuestra oportunidad para que seamos contados como comunidad. Es nuestra oportunidad para que nuestra presencia dé voz a los grandes dones que hemos aportado y seguiremos aportando a nuestra nación”. Y concluye: “Es nuestra oportunidad para que las nuevas generaciones sean incluidas en decisiones que les ayuden tanto a crecer en áreas de educación, salud pública y bienestar social”.

 

 

 

 

España: Fabricación de viseras y salvaorejas en la Universidad Francisco de Vitoria

Con el apoyo de Fundación Mapfre
(zenit – 24 abril 2020).- Profesores de la Universidad Francisco de Vitoria, en Madrid (España), y alumnos de los grados en Arquitectura, Marketing e Ingeniería se han juntado para crear el “Equipo Anticovid” y fabricar viseras y salvaorejas para los sanitarios del país.

Esta iniciativa cuenta con el apoyo y la donación de materiales por parte de la Fundación Mapfre, así informaron desde la propia universidad ayer, 23 de abril de 2020, a través de una nota.

Tanto las viseras como los salvaorejas se están fabricando con impresoras 3D, cedidas por el laboratorio de fabricación de la Universidad Francisco de Vitoria, en las casas de profesores y alumnos, así como en las empresas Fábrica de Fabricantes  y EXarchitects.

 

Colaboradores

Fundación Mapfre, además de donar los componentes para fabricar las viseras, también está proporcionando las telas necesarias para confeccionar mascarillas y batas, así como apoyo logístico para hacer llegar estos equipos de protección a los hospitales, residencias de mayores, centros de salud y cuerpos de seguridad con el fin de protegerles y frenar la curva de infectados por la COVID-19.

Igualmente, de las 9.304 solicitudes que recibieron, ya han entregado más de 8.286 viseras para personal sanitario en más de 60 centros y hospitales de España, gracias a que las máquinas están produciendo todo el día y los bomberos de Fuenlabrada los distribuyen diariamente a los centros que lo han solicitado de la Comunidad de Madrid, garantizando que los EPIs llegan a sus solicitantes.

Recientemente también se ha unido a este proyecto Correos Express, de manera que también pueden distribuir a toda España. Otros colaboradores son: Colegio Virgen de Atocha, Colegio Mayor Aquinas, Ro&Ca Design, Coronavirus Makers, Presstik, Decoravit, VTC, Flowalistik, cartucho.es, Truyol Digital, Airbus, CrtlX, Tendam y Siete Hilos.

 

 

 

 

Píldoras de esperanza (21): “Si hoy estuviera Jesús entre nosotros, ¿por qué lo seguirías?”

Viernes de la II Semana de Pascua
Reflexión sobre los Evangelios diarios

Invocamos al Espíritu Santo

Ven Espíritu Santo a mi vida, llena de alegría y paz mi corazón y da sabiduría a mi mente para poder entender hoy lo que quieres decirme a través de la Palabra de Dios. Amén.

 

Evangelio según San Juan 6, 1-15

Jesús atravesó el mar de Galilea, llamado Tiberíades. Lo seguía una gran multitud, al ver los signos que hacía curando a los enfermos. Jesús subió a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Se acercaba la Pascua, la fiesta de los judíos.

Al levantar los ojos, Jesús vio que una gran multitud acudía a él y dijo a Felipe: “¿Dónde compraremos pan para darles de comer?”. Él decía esto para ponerlo a prueba, porque sabía bien lo que iba a hacer. Felipe le respondió: “Doscientos denarios no bastarían para que cada uno pudiera comer un pedazo de pan”.

Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: “Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero ¿qué es esto para tanta gente?”. Jesús le respondió: “Háganlos sentar”. Había mucho pasto en ese lugar. Todos se sentaron y eran unos cinco mil hombres.

Jesús tomó los panes, dio gracias y los distribuyó a los que estaban sentados. Lo mismo hizo con los pescados, dándoles todo lo que quisieron. Cuando todos quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: “Recojan los pedazos que sobran, para que no se pierda nada”.

Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos que sobraron de los cinco panes de cebada. Al ver el signo que Jesús acababa de hacer, la gente decía: “Este es, verdaderamente, el Profeta que debe venir al mundo”. Jesús, sabiendo que querían apoderarse de él para hacerlo rey, se retiró otra vez solo a la montaña.

Palabra del Señor

 

¿Qué dice el texto?

Jesús, sabiendo que querían apoderarse de él para hacerlo rey, se retiró otra vez solo a la montaña.

 

¿Qué nos dice Dios hoy en este texto?

Es muy conocido el pasaje donde Jesús multiplica los panes y los peces. San Juan, el evangelista lo pone como un signo, pues a través de este signo, Jesús quiere dar un mensaje. En este caso estará relacionado con el Pan de vida. Pero hoy quisiera centrarme en este último versículo. La gente, al ver no sólo las curaciones de los enfermos, sino este gran suceso de dar de comer a tantas personas, quieren apoderarse de Jesús.

Es increíble como la gente en vez de dar gracias a Dios quiere “raptarse a Jesús”. El texto dice porque querían hacerlo rey, pero en verdad lo que les interesaba era tener un rey que les solucionara la vida, les diera de comer, los curara de sus dolencias. No importa quien fuera, lo que habían descubierto era que había alguien que finalmente podía hacer lo que querían ellos que hiciera. Pero no les interesó el mensaje, sino el milagro.

Nuestra vida es muy parecida, hoy hacemos unas críticas muy fuertes a los políticos porque no solucionan y otros elevan a grandes categorías a aquellos que les solucionan la vida con grandes donativos a cambio de votos. No ahondaré en el tema. Pero sólo quiero hacer los paralelismos correspondientes, porque el Evangelio también habla de nosotros.

Si hoy estuviera Jesús entre nosotros, ¿por qué lo seguirías? ¿cuál sería tu interés en Jesús? ¿También quisieras raptarlo y tenerlo para ti trabajando para tus gustos y necesidades? La tentación es grande, tener a Jesús que trabaja para mi y para solucionar mis necesidades. No juzguemos a esta gente, si somos parecidos a ellos. Y aunque no nos demos cuenta, Jesús está con nosotros, de una manera misteriosa pero real. Él trabaja para nosotros, pero de maneras diferentes. Sobre todo, vino para enseñarnos un camino, para que recorramos ese camino. Jesús dijo: “Yo soy el Camino, la verdad y la vida… Quien me sigue no andará en tinieblas”.

Te sugiero que repitas varias veces una frase para acercarte al Señor, y lentamente irás configurando tu vida a la de Él:

JESÚS, QUIERO SEGUIRTE DONDE ME LLEVES, ACEPTO TU AMOR SIN CONDICIONES

Te invito a conocer más de nuestro trabajo diario sobre la Lectura Orante de la Biblia

 

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San Pedro de San José Betancur, 25 de abril

Se ocupó especialmente de los desheredados
“Este insigne apóstol de América central, sabio en misericordia, se ocupó especialmente de los desheredados, aunque derramó su caridad sobre todos. Un hombre de tanta ternura en su trato que fue denominado madre de Guatemala”

El humilde “Hermano Pedro”, gran apóstol de América central, nació en Vilaflor, Tenerife, Islas Canarias, España, el 21 de marzo de 1626, en el seno de una familia dedicada al pastoreo y a la agricultura. Tuvo cinco hermanos que, como él, recibieron de sus padres la preciada herencia de la fe. De niño hincaba el cayado en el suelo con la idea de que le sirviera como reloj de sol; de ese modo podía controlar los momentos en los que debía abstenerse de comer y beber a fin de guardar el ayuno eucarístico. Ya entonces hacía penitencia y oraba de rodillas con los brazos en cruz, alabando a Dios, sin medir el tiempo. Al perder a su padre se ocupó de gestionar el modesto patrimonio que poseían. Un pariente suyo, fray Luis, trajo noticias de las misiones y de la labor evangelizadora que se llevaba a cabo allende los mares. Pedro sintió grandes ansias de partir allí. No eran los planes de su madre, que soñaba en su matrimonio, pero su inclinación era servir a la Iglesia. Con todo, sometió a Dios su voluntad.

Tenía una tía a la que calificaba como “mujer de Iglesia”, y habiendo tomado un tiempo para orar quiso conocer su parecer. Ella le señaló las Indias: “Debes salir al encuentro de Dios, como Pedro sobre las aguas”. Poco tiempo después, otro anciano venerable ratificó este juicio. Pedro partió a La Habana donde llegó con 23 años. Trabajó como tejedor, pero no identificaba el lugar en el que habría de llevar a cabo su misión y se trasladó a Honduras. Al oír hablar de Guatemala tuvo la certeza de que era su destino.

Entró en Santiago de los Caballeros de Guatemala, la antigua capital, el 18 febrero de 1651, rezando la Salve Regina. Ese día tembló la tierra y fueron incontables los damnificados. Él mismo, agotado, cayó enfermo y fue ingresado en hospital real de Santiago. Solo, sin referencias, ni medios, tuvo ocasión de convivir con los pobres y abandonados, muchos de ellos indios y negros. Cuando sanó, entró en contacto con los terciarios franciscanos. Las buenas amistades que iba amasando le prestaban libros piadosos. Aprendió a leer y a escribir. Y a finales de 1653 ingresó en la Congregación mariana de los jesuitas y se hizo hermano de la cuerda de San Francisco. Al año siguiente se unió a la hermandad de la Virgen del Carmen.

Ya tenía 27 años y acariciaba el sueño de ser sacerdote, pero el latín se le resistía. Tras diversas peripecias desistió de este anhelo y se fue a Petapa. En la ermita de los dominicos rezó ante la imagen de la Virgen del Rosario. Salió con dos ideas claras. Una, olvidarse del tema del sacerdocio. Otra, que debía regresar a Guatemala. Su confesor, el padre Espino, le sugirió que viviese en el Calvario. Y el 8 de julio de 1656 fue recibido en la Orden Tercera franciscana. Le vetaron ciertas penitencias que quiso realizar con afán de mortificación, y se sometió humildemente al juicio de sus superiores: “Más vale el gordo alegre, humilde y obediente, que el flaco triste, soberbio y penitente”, decía. Alguien le preguntó qué es orar, y respondió: “estar en la presencia de Dios” […}. “Estarse todo el día y la noche alabando a Dios, amando a Dios, obrando por Dios, comunicando con Dios”. Una vez, viéndole a pleno sol, quisieron saber por qué no se cubría. En su réplica estaba la clave: su familiaridad con las Personas Divinas: “Bien está sin sombrero quien está en la presencia de Dios”.

Le encomendaron la tutela de la ermita del Calvario, cercana al convento, y fue su sacristán. En 1658, de la nada, confiando en la Providencia, abrió la “casita de la Virgen” que puso bajo el amparo de Santa María de Belén. Rememoraba con ella el modesto lugar donde Cristo nació. Allí inició una labor asistencial impregnada de misericordia. Las humildes moradas de los pobres, las cárceles y los hospitales comenzaron a sentir el influjo de la presencia de este gran apóstol. Se ocupó de los emigrantes que se hallaban sin trabajo, así como de los numerosos adolescentes que vagaban sin rumbo fijo y sin instrucción, cebo predilecto para desaprensivos, abocados a toda clase de males. Eran blancos, mestizos y negros. Los peligros no distinguen el color; acechan a cualquiera. De modo que pensando en tantos desheredados, puso en marcha una primera fundación para acogerlos. La formación humana y espiritual que les proporcionó seguía una línea pedagógica novedosa que continúa llamando la atención.

Pedro no se conformó con esta acción apostólica. Construyó una escuela, una enfermería, un hospital para convalecientes, un oratorio y una posada para estudiantes universitarios y clérigos que iban de paso, dos colectivos a los que les venía bien hallar alojamiento económico y seguro. La Eucaristía, la Pasión y el Nacimiento de Belén eran, junto a la oración, pilares de su vida. Perseguía, sobre todo, yacer oculto en Dios y desde esta centralidad suplicaba la conversión de los pecadores. Solía buscarlos por las calles de noche y de día con un mensaje transparente y directo: “Acordaos, hermanos, que un alma tenemos y, si la perdemos, no la recobramos”.

En 1665 el obispo le permitió llamarse Pedro de San José. Era tanta su virtud que poco a poco se fueron uniendo al proyecto otros terciarios. Le ayudaban y compartían con él la penitencia y la oración. Viendo que este vínculo establecido en su derredor había dado lugar a una vida comunitaria, escribió unas reglas que no solo les comprometían a ellos sino también a las mujeres encargadas de la educación de los niños. Así florecieron las órdenes de los bethlemitas y de las bethlemitas, reconocidas por la Santa Sede en 1673. Los ciudadanos guatemaltecos denominaron a Pedro: «Madre de Guatemala». Eso da idea de la impresión de tutela en todos los ámbitos que había ejercido con ellos con su admirable caridad. Murió el 25 de abril de 1667 debido a una bronconeumonía que atacó a su organismo debilitado por las mortificaciones y los ayunos. Apenas contaba con 41 años. Uno de sus biógrafos lo ha calificado como “sabio en misericordia”. Juan Pablo II lo beatificó el 22 de junio de 1980, y lo canonizó el 30 de julio de 2002.