Servicio diario - 12 de febrero de 2018


 

Tráfico de personas: Supervivientes se encuentran con el Papa Francisco
Redacción

Santa Marta: "La paciencia cristiana no es resignación"
Rosa Die Alcolea

Sínodo Greco-Melquita: "Necesitamos pastores pobres, portadores del Alto"
Rosa Die Alcolea

Bangladesh: El Papa conversa con Sheikh Hasina, Primera Ministra
Redacción

ENTREVISTA: Misionero Juan Pablo López: "Importa lo que somos, no lo que tenemos"
Rosa Die Alcolea

Padre Antonio Rivero: "Polvo eres y al polvo volverás"
Antonio Rivero

Beato Jordán de Sajonia, 13 de febrero
Isabel Orellana Vilches


 

 

12/02/2018-20:47
Redacción

Tráfico de personas: Supervivientes se encuentran con el Papa Francisco

(ZENIT — 12 feb. 2018).- Para 110 sobrevivientes de la trata de personas, el 12 de febrero de 2018, fue realmente un día para recordar en un sentido positivo, ya que fueron recibidos por el Papa Francisco en la Sala Clementina del Palacio Apostólico en el Vaticano.

Estas personas habían venido a Roma para participar en la Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas del 8 de febrero. Ese día se celebra la memoria litúrgica de Josefina Bakhita, patrona de las víctimas de la trata de personas.

Esta fue la primera vez que el Santo Padre se reunió con las víctimas del tráfico humano, junto con la celebración del Día Internacional, según ‘Vatican News’ y su mensaje fue claro y consistente: “Nunca he perdido la oportunidad de denunciar este crimen contra la humanidad”.

Al responder las preguntas de los presentes, el Papa sugirió que la falta de acción para abordar la trata de personas no se debe solo a la ignorancia del problema, sino también a la falta de voluntad de algunos para enfrentar el problema. Gran parte del desafío es luchar contra las organizaciones delictivas y la corrupción.

Citando la historia de José en el Antiguo Testamento, vendida a la esclavitud por sus celosos hermanos, el Papa lamentó que muchas de las víctimas de la trata de personas son primero victimizadas por sus familias. José se convirtió en esclavo en Egipto, pero finalmente ascendió a la grandeza. El Santo Padre dijo que eso es lo que hace que la educación y el apoyo de la Iglesia sean tan importantes para las víctimas de la trata de personas.

El Papa y otros líderes de la Iglesia en los últimos días han enfatizado la necesidad de resolver la crisis del tráfico humano.

“Estamos haciendo esto por el bien de las víctimas y los sobrevivientes y no nos desviaremos”, dijo el Cardenal Vincent Nichols, arzobispo de Westminster y presidente de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales, y presidente del “Grupo Santa Marta”, en una entrevista exclusiva con ZENIT el 10 de febrero de 2018.

El Papa Francisco alentó el trabajo del Grupo de Santa Marta el 9 de febrero de 2018, en un discurso a sus miembros en el Sala Clementina del Palacio Apostólico Vaticano. El grupo, establecido por el Santo Padre en 2014, para combatir el tráfico y la esclavitud.

“La experiencia muestra que tales formas modernas de esclavitud están mucho más extendidas de lo que se había imaginado hasta, incluso, para nuestro escándalo y vergüenza, dentro de las sociedades más prósperas de nuestra sociedad”, dijo el Papa.

“Como líderes en la aplicación de la ley, la investigación, las políticas públicas, y la asistencia pastoral, ofrecen una contribución esencial para abordar las causas y los efectos de este flagelo moderno, que continúa causando un sufrimiento humano incalculable”.

Jim Fair

 

 

 

12/02/2018-17:31
Rosa Die Alcolea

Santa Marta: "La paciencia cristiana no es resignación"

(ZENIT — 12 feb. 2018).- El Papa Francisco ha invitado a pedir al Señor "la virtud de la paciencia", que es propia de quien está en camino y lleva sobre sus espaldas las dificultades y las pruebas, como muchos de los hermanos cristianos perseguidos en Oriente Medio.

Esta ha sido su reflexión en la misa matutina, celebrada en la Capilla de Santa Marta, el lunes, 12 de febrero de 2018. Francisco se inspiró a partir de la Primera Lectura propuesta por la liturgia del día en la que el Apóstol Santiago escribe que "su fe, puesta a la prueba, produce paciencia".

"¿Qué significa ser pacientes en la vida y ante las pruebas?", ha planteado el Santo Padre. Haciendo una distinción entre la paciencia cristiana y la "resignación" y la actitud de la "derrota", Francisco ha mostrado la "paciencia" como la "virtud" de "quien está en camino", no de quien está "detenido" y "cerrado".

Así, el Papa ha explicado que su significado lleva consigo el sentido de la responsabilidad, porque el "paciente no deja el sufrimiento, lo lleva consigo", y lo hace "con gozo, regocijo, 'perfecta alegría, como dice el Apóstol":
"Paciencia significa 'llevar consigo' y no encomendar a otro que lleve el problema, que lleve la dificultad: 'La llevo yo, ésta es mi dificultad, es mi problema. ¿Me hace sufrir? ¡Ciertamente! Pero lo llevo'. Llevarlo. Y también la paciencia es la sabiduría de saber dialogar con el límite. Hay tantos límites en la vida, pero el impaciente no los quiere, los ignora porque no sabe dialogar con los límites. Hay alguna fantasía de omnipotencia o de pereza, no sabemos... Pero no sabe", ha señalado el Pontífice.

 

Cristianos perseguidos

Francisco ha dirigido un pensamiento a nuestros hermanos perseguidos en Oriente Medio, expulsados por ser cristianos: "Han entrado en paciencia como el Señor ha entrado en paciencia".

Así el Santo Padre ha animado a rezar con estas ideas y ha invitado a decir: 'Señor, da a tu pueblo la paciencia para cargar con sus pruebas'. Y también rezar por nosotros. Tantas veces somos impacientes: cuando una cosa no va, regañamos... 'Pero detente un poco', piensa en la paciencia de Dios Padre, entra en paciencia como Jesús'. Es una bella virtud la paciencia. Pidámosla al Señor".

 

 

12/02/2018-17:05
Rosa Die Alcolea

Sínodo Greco-Melquita: "Necesitamos pastores pobres, portadores del Alto"

(ZENIT — 12 feb. 2018).- Francisco ha expresado a los obispos y sacerdotes greco-melquitas su deseo de que "puedan alentar a los fieles a permanecer en la tierra donde la Divina Providencia quiso que nacieran" con su testimonio de vida.

Esta mañana, 12 de febrero de 2018, a las 11:45 horas, el Papa Francisco ha recibido en audiencia a los miembros del Sínodo Greco-Melquita.

"Necesitamos tanto pastores que abracen la vida con la amplitud del corazón de Dios —ha anunciado Francisco— sin asentarse en las satisfacciones terrenales, sin contentarse con sacar adelante lo que ya está allí, sino apuntando siempre en alto: pastores portadores del Alto, libres de la tentación de permanecer "a baja altura", liberados de las medidas restringidas de una vida tibia y rutinaria; pastores pobres, no apegados al dinero y al lujo, en medio de un pueblo pobre que sufre; anunciadores coherentes de la esperanza pascual, en camino perpetuo con los hermanos y las hermanas".

El Papa Francisco ha expresado su alegría por la manifestación pública de la comunión eclesiástica, que tendrá lugar mañana por la mañana durante la celebración eucarística, y que concedió a su Beatitud Youssef Absi, tras ser elegido el pasado 22 de junio de 2017 como nuevo patriarca de la Iglesia greco-melquita por parte del Sínodo de los Obispos.

Así, Francisco le ha asegurado su "constante cercanía en la oración" y ha añadido que es una oración que "no puede disociarse de aquella por la amada Siria" y por todo Oriente Medio: región en la que su Iglesia está profundamente arraigada y desempeña un valioso servicio para el bien del pueblo de Dios.

El Papa también ha manifestado su cercanía y oración por los fieles en la diáspora y a sus pastores.

En este difícil período histórico —ha indicado el Pontífice— tantas comunidades cristianas en Medio Oriente están llamadas a vivir la fe en el Señor Jesús en medio de muchas pruebas. "Sinceramente espero que con su testimonio de vida, los obispos y sacerdotes greco-melquitas puedan alentar a los fieles a permanecer en la tierra donde la Divina Providencia quiso que nacieran".

En la mencionada carta de junio recordaba que "en este tiempo particularmente difícil los pastores están llamados a manifestar comunión, unidad, cercanía, solidaridad y transparencia ante el pueblo de Dios que sufre".

 

Oración y ayuno por la paz

Asimismo, el Papa Francisco ha recordado la convocatoria del 23 de este mes para celebrar un día de oración y ayuno por la paz, y ha señalado que no dejará de mencionar, de manera especial, a Siria, azotada en los últimos años por sufrimientos indescriptibles.

Al final de la reunión, el Santo Padre les ha bendecido: "Cuando regreséis a vuestras sedes y encontréis a los sacerdotes, a los religiosos, a las religiosas y a los fieles, recordadles que están en el corazón y en la oración del Papa. La Santísima Madre de Dios, Reina de la Paz, os guarde y proteja".

 

 

12/02/2018-12:23
Redacción

Bangladesh: El Papa conversa con Sheikh Hasina, Primera Ministra

(ZENIT — 12 feb. 2018).- Francisco ha conversado con la Primera Ministra de Bangladesh del esfuerzo del Estado por promover la coexistencia pacífica entre las diversas comunidades religiosas y le ha expresado el aprecio por la acogida de los Rohingya, manifestando el deseo de una "solución justa y duradera" para su drama.

El lunes, 12 de febrero de 2018, el Santo Padre Francisco ha recibido en audiencia, en el Palacio Apostólico, a la Primera Ministra de la República Popular de Bangladesh, Sheikh Hasina, quien sucesivamente se encontró con el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, acompañado por Mons. Antoine Camilleri, Subsecretario de Relaciones con los Estados, ha informado la Santa Sede.

 

Reciente viaje a Bangladesh

Durante las conversaciones, desarrolladas en una atmósfera de cordialidad, se recordaron las buenas relaciones bilaterales, así como la satisfacción por el reciente Viaje Apostólico del Santo Padre a Bangladesh y por la calurosa participación en el evento por parte de la población, incluidos muchos no católicos.

Posteriormente se habló de la contribución de la Iglesia en el país, especialmente en el campo educativo, y del esfuerzo del Estado por promover la coexistencia pacífica entre las diversas comunidades religiosas y en defensa de las minorías y de los refugiados, expresando aprecio por la acogida de los Rohingya y manifestando el deseo de una solución justa y duradera para su drama.

 

 

12/02/2018-11:58
Rosa Die Alcolea

ENTREVISTA: Misionero Juan Pablo López: "Importa lo que somos, no lo que tenemos"

(ZENIT – 12 feb. 2018).- “Comparte lo que importa” es la campaña anual de Manos Unidas contra el hambre y la pobreza . Ayer, domingo, 11 de febrero de 2018, se celebró en España la Jornada Nacional de Manos Unidas con una colecta especial en todas las parroquias.

Este año la propuesta de la ONG pone el foco en la palabra “compartir” para que, más allá de la enorme cantidad de mensajes que cada día se comparten en redes sociales, la sociedad comparta más información sobre la realidad de los países más pobres y sobre las posibles soluciones y alternativas a nuestro actual modelo de producción y consumo.

La propuesta de la Organización para este 2018 tiene como fin último sumar apoyos para mejorar las condiciones de vida de los 815 millones de personas que pasan hambre en el mundo; un mundo donde la desnutrición crónica infantil afecta a 155 millones de niños menores de 5 años y 15,3 millones de personas fueron desplazadas debido a crisis alimentarias provocadas por conflictos.

 

21 años de misión

30 misioneros han venido a España a presentar la campaña, y Zenit ha hablado con Juan Pablo López Mendía, quien visitó la Archidiócesis de Madrid.

El misionero vivió durante 21 años en Fô-Bouré, pueblo al norte de Benín, de unos 3.000 habitantes, situado en de la región de Sinandé, con unos 92.000 habitantes.

Juan Pablo López Mendía es sacerdote de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, se ordenó en 1988, estuvo 4 años en Logroño, en dos parroquias, y luego 4 años en la sierra, más arriba del Monasterio de Valvanera, patrona de La Rioja.

El riojano recuerda como de niño escribía a su tía, misionera, madre blanca, que vivía en Mali y en Burkina. De ahí, y del grupo de animación misionera del Seminario, se fraguó su vocación misionera. Tras ordenarse, se ofreció a salir a evangelizar fuera de su país y así fue como Juan Pablo se fue a Benín en septiembre del año 96, donde ha vivido 21 años.

Él dice que los verdaderos misioneros son sus padres, “porque yo voy, pero ellos son los que hacen el ofrecimiento de decir: vete”, comenta. Para él, “es un regalo de Dios anunciar el Evangelio fuera de mi país y de mi diócesis”.

 

La Campaña de Manos Unidas de este año se llama “Comparte lo que importa”. ¿Qué es lo que importa?

Importa lo que somos, no lo que tenemos, o lo que creemos necesitar. Lo que somos. ¿Tú que eres? Eres una persona, con una vida que Dios te ha dado y con tu fe. Eso es lo que somos. Y con tu alegría, o con tu espíritu de superación o de salir adelante, eso sí que somos. Saber llorar juntos y saber reír juntos, eso sí que somos. ¿Tener? Lo que tenemos no importa para nada, y en eso, África da ejemplo porque en África no hay nada, con lo cual, coges el pantalón de repuesto y te vas a otro sitio. ¿Qué más da? Compartir lo que somos.

 

Con esta Campaña finaliza el Trienio de Lucha contra el Hambre (2016-2018) en el que Manos Unidas está trabajando para dar respuesta a las causas y problemas que provocan el hambre en el mundo. ¿Qué respuesta habéis encontrado?

La presidenta de Manos Unidas decía en la rueda de prensa que ha sido un fracaso. El hambre ha aumentado en el mundo, según la FAO. Venía bajando en los últimos años y este año ha aumentado. Y dice que para ella es un fracaso total. Yo considero que eso es así porque hay cada vez más guerras y más desplazamientos de gente. Y cuando hay guerras y desplazamientos… entonces… A mí me pregunta la gente: ¿La gente en Benín se muere de hambre? Y les digo: No, la gente en Benín no se muere de hambre, pero la gente no puede repetir. Es muy justa la comida, y siempre es la misma comida. Pasta de maíz o pasta de “yame”, el boniato grande. No hay más. Un trozo pequeño de carne a la semana en el mejor de los casos. Benín es muy pobre. No hay agua tampoco.

 

De 10 millones de habitantes que tiene el país, ¿cuántos son católicos? ¿Qué otras religiones hay?

En las cifras oficiales dan un 40% de católicos. Benín es como Portugal y Orense y Pontevedra, es tan largo como eso. Hay 60 etnias, 60 lenguas. No tiene nada que ver el sur, súper poblado, con unas etnias concretas, donde está la capital económica y todo eso, con donde estaba yo, que es la sabana perdida. Son 500 kilómetros, no tiene nada que ver, ni en clima ni en alimentación, ni en forma de vivir ni de festejar, ni de comer… Son etnias distintas. La franja de abajo es la más católica. En nuestra zona, yo calculo que un 4 ó 5% de católicos. Hay musulmanes y la religión tradicional. Sí que es verdad que en Fô-Bouré, el 55% de los habitantes son católicos.

 

Uno de los mensajes más repetidos por el Papa Francisco es la necesidad de salir a las periferias para llevar el Evangelio. Es exactamente lo que hacen los misioneros. ¿Cómo es su día a día en Benín?

6 de la mañana arriba, hasta las 7 rezando; a las 7 Misa; 7:30 empezar de nuevo a trabajar o lo que haya: preparar catequesis, preparar encuentros, preparar reuniones, estudiar, leer, rezar, reuniones con la Diócesis, con los otros curas y monjas de la Diócesis… o con catequistas. Hasta las 12, que comía. Luego una siesta porque no hay nada que hacer a esa hora, y a las 3:30-4 coger el coche e ir a donde toque: a hay bautizados, a celebrar Misa; si no hay bautizados, catequesis. Sin asfalto, 1 hora- hora media de viaje. Al volver, sobre las 8 cena, y descansar un poco y a la cama. Sobre todo, mi misión era estar ahí y evangelizar, estar con los catequistas y presidentes de las comunidades.

 

¿Qué proyectos tenéis en Fô-Bouré con Manos Unidas?

Los proyectos que tenemos son de formación para mujeres, agua y electricidad. Esto es en toda la zona, no solo en Fô-Bouré.

Todo parte de la mujer. La mujer que se sienta, que charla y que busca soluciones. Tenemos varios capítulos con la mujer: Formación en higiene, en salud, nutrición, derechos de la mujer y derechos del niño, y alfabetización. Eso el programa de formación.

 

Cooperativas

De ahí saltamos a cooperativas. Son las cooperativas que se les proporciona a esas mujeres que saben sentarse, que saben tratarse, que saben charlar, que saben discutir entre ellas porque llevan un tiempo reuniéndose, les damos una máquina, una máquina para hacer más llevadero el trabajo de cada día. Entonces, transformación del aceite de karité. Ellas, es el aceite que utilizan para comer. Es un árbol silvestre, no lo ha plantado el hombre. Entonces, cuando empieza la época de lluvias, van a recoger las bayas, caen, y eso lo guardan para todo el año. Entonces, cuando eso lo transforman, lo utilizan ellas de aceite o para hacer jabón, no para belleza. Es una nuez, como las castañas de aquí. La cooperativa de karité son 18 mujeres que reciben a otras mujeres que les llevan la nuez, entonces les hacen con la máquina alguna de las partes del proceso para sacar el aceite. Y después esas mujeres se reparten los beneficios entre ellas, una vez que han pagado los gatos de la máquinas y de electricidad. Ese es el molino de karité, luego está el de cereal. También hay descascarilladora de arroz, y otro tipo de cooperativa es la cría de animales, de cerdos en concreto.

 

Tercera etapa: Tractor

Son agricultores, ellos y ellas. Manos unidas nos proporcionó 2 tractores y 2 arados. Con eso, mejora el rendimiento de los cultivos. Las mujeres que están en cooperativa, cuando piden el tractor, pagan la mitad de otras personas que piden el tractor y tienen beneficios. Y luego, con los beneficios que sacan del resto del año, porque hay dos meses que están trabajando con los tractores y los arados, pero el resto del año, tienen una carreta también para el transporte de arena, transporte de madera, transporte de sacos de maíz… Todo eso, con ese dinero que sacan del transporte, pagan la formación.

Durante muchos años, la formación ha sido pagada por Manos Unidas y otras entidades, y ahora son autónomas, desde hace tres años, gestionadas por las animadoras, que se pagan su salario, se pagan sus motos, sus transportes… para ir a estos pueblos. Autofinanciación.

Y de ahí, han pasado al cuarto nivel, que son las bancas. Bancas de préstamo. A mí no me termina de convencer, porque las mujeres tienen muchas deudas. Entonces, las mujeres que quieren, ponen el dinero entre ellas, cada una pone una cantidad, lo que quieran. Lo juntan. Llegan a tanto. Les prestan dinero a quien ellas creen que puede lograr un buen proyecto. Ahora también dejan entrar a hombres, antes no.

 

Dispensario

Las mujeres pidieron también un dispensario. A mí, si hay una cosa que me ponía la piel de gallina, era oír que otra mujer había muerto en el parto. Y esto es tan repetitivo que yo me ponía malo. Con “Solidaridad con Benín”, de Asturias, pusimos dispensarios y maternidad en un mismo edificio, en todos los pueblos. Nosotros hacemos el edificio y damos una cantidad para que funcione al principio, pero es del Estado, y el Estado se encarga de poner el personal y de que eso funcione. Porque antes solo había dispensarios en 4 pueblos, de los 28. Ahora hay dispensarios en los 28 pueblos.

Y luego nos dicen las mujeres: Oye, que nuestros hijos, cuando cumplen 12 años se tienen que ir a la ciudad, y ya no volvemos a verlos. Entonces hicimos los institutos: Institutos de Secundaria, y luego el Bachiller. El Bachiller solo lo hay en dos sitios, pero Secundaria en muchos más. Así los chavales están en sus pueblos estudiando. Nosotros construimos el edificio y el Estado se encarga de poner el personal.

 

Agua

Desde hace muchísimos años, se hacían pozos. En Benín llueve durante 5 meses, en nuestra zona, los otros 7 no cae ni una gota. Y luego además no hay ningún río. Pues ahí retener el agua de lluvia. Las mujeres nos dijeron: Ya estamos hartas de ir kilómetros y kilómetros a por el agua. Queremos agua buena, abundante y cercana. Entonces, removiendo Roma con Santiago y empleando a la gente a tope, porque no teníamos nada más que 2 albañiles, y 2 fontaneros, vamos a hacerlo. Buscamos el agua donde esté, y desde ahí con sistema solar, se lleva el agua hasta el pueblo, y en medio del pueblo se hace un depósito de agua. En las plazas del pueblo, se hacen diferentes fuentes. Se vende el agua, y con ese dinero pagamos a los fontaneros que están al tanto de todo, si hay averías, se pagan las averías, y si sobra, que sobra siempre, se emplea para mejorar algo del pueblo. Pagar maestros, que el Estado no paga, echar alevines en los embalses para después pescar, mejorar la maternidad, mejorar los pozos, mejorar la maternidad, lo que el pueblo determine que es importante.

En cada pueblo hay un delegado. Esa persona, con sus notables, van al comité de agua, que está en el pueblo, que no somos nosotros, y les dicen: necesitamos que nos echéis una mano para esto y esto, ellos lo analizan y lo estudian. Nosotros trabajamos con la gente del pueblo. Sinandé es la única provincia que tiene agua, en Benín hay 67 provincias.

 

Luz

Después de haber terminado con los pozos, dijeron: ¿y por qué vamos a estar con un candil de petróleo o con una linterna? Quieren tener luz, empezamos con 144 farolas autónomas en 14 pueblos. Las hicimos con “Energía sin fronteras”, y ya cambió radicalmente la vida de la gente, porque el día ya no se acababa a las 7 de la tarde, seguía la gente seguía funcionando: las mujeres trenzándose, los hombres picando piedra… los mayores jugando a las cartas, los maestros preparándose, los niños estudiando, no había robos, podían enviar a los niños a casas de los familiares o amigos sin problemas. Entonces ya dijimos: Bueno, aquí hay que hacer campos solares. Con 200 paneles solares y con unas baterías, das luz a todo un pueblo. Luz que es 2 bombillas y un enchufe en toda casa, una bombilla fuera y otra bombilla dentro. Y todo eso se hace con gente local, con chavales del pueblo, para que los chavales no se vayan a las ciudades grandes.

 

¿Cómo describiría la situación social y económica de la mujer ahora en Benín?

Las mujeres de las cooperativas son muy respetadas. Los hombres, al principio, no querían que las mujeres asistieran a la formación, y los hombres suelen decir que ellos son los que alimentan a las mujeres, pero Juan Pablo les dice: Mentira! La mujer os está alimentando a vosotros. Por una cuestión muy simple: El hombre es agricultor, entonces él siembre y cosecha, eso es una vez al año, y el dinero que saca, con eso, si es muy bueno, dará algo a su mujer, si es como “los del montón” se dedicará a beber y a otras chicas. Y son las mujeres las que se encargan, desde el principio del día hasta el final de la noche, de buscar algo, de hacer comercio, para sacar los 5, los 10, los 20 que les permitan poner ropa a los críos, llevarlos al dispensario, comprar comida, etc.

 

¿Qué se puede hacer desde España para luchar contra el hambre?

Lo primero es ver que es importante y qué es accesorio. ¿Por qué nos empeñamos en seguir consumiendo más, en seguir comiendo más, en seguir gastando más, en seguir teniendo más? ¿Por qué? Segundo, cuando nos dicen que hay hambre en el mundo, creerlo. Esto no es ninguna película, esto es real. Una de las cosas que más sorprende de todos los gastos de dinero, por ejemplo, es la iluminación de Navidad de una calle pequeña, que podría iluminar todo un pueblo en África. Esto es así: Una pequeña calle en Europa, o en España, podría dar luz a todo un pueblo en África.

Y luego, darnos las manos. Tu mano no puede hacer mucho, pero con la mía ya podemos hacer más. Y eso viene bien para aplicarlo entre aquí y el tercer mundo, como entre los organismos de aquí, como en la gente de allá. Cada uno con su dignidad. Nosotros no somos los que vamos ahí a decirles lo que hay que hacer. Son ellos, son tan dignos como nosotros. Eso hay que respetarlo. Los procesos son los procesos de ellos.

 

© Fotografías: Iciar de la Peña y Juan Pablo López Mendía

 

 

 

12/02/2018-10:29
Antonio Rivero

Padre Antonio Rivero: "Polvo eres y al polvo volverás"

Miércoles de Ceniza
Ciclo C
Textos: Joel 2, 12-18; Sal 50, 3-6.12-14-17; 2 Co 5, 20-6,2; Mt 6, 1-6.16-18

Antonio Rivero, Legionario de Cristo, Doctor en Teología Espiritual, profesor en el Noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey (México) y asistente del Centro Sacerdotal Logos en México y Centroamérica, para la formación de sacerdotes diocesanos.

Idea principal: Conversión para avanzar en el camino de la santidad que nos conduce al Cristo Pascual.

Síntesis del mensaje: la ceniza que ahora nos será impuesta nos debe recordar que somos poca cosa, que no podemos sentirnos orgullosos, ni tener odios, ni egoísmos... y de esta manera alcancemos "por medio de las prácticas cuaresmales, el perdón de los pecados; y alcancemos, a imagen de tu Hijo resucitado, la vida nueva de tu reino".

 

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, un poco de historia. En los siglos VIII y IX la imposición de la ceniza se unía, en el contexto litúrgico, a la penitencia pública. Aquel día se mandaba salir a los "penitentes" de la iglesia. Y este gesto repetía, de alguna manera, aquél otro de Dios arrojando a Adán y Eva, pecadores, del paraíso... En esta perspectiva se colocan las palabras del Génesis que se refieren precisamente a este episodio: "Con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella te sacaron; pues eres polvo y al polvo volverás... Y el Señor Dios lo expulsó del jardín del Edén, para que labrase el suelo de donde lo había sacado"(Gn 3,19s). Sólo más tarde la imposición de la ceniza tomó un simbolismo distinto: el de la fragilidad y brevedad de la vida. El recuerdo de la muerte. La referencia a la tumba. Me parece, sin embargo, que es válido, sobre todo, el significado primitivo, que expresa penitencia, expiación por el pecado. "El hombre-polvo" quiere decir el hombre que se ha alejado de Dios, que ha rehusado el diálogo, que ha sido echado de su casa, que ha rechazado el dinamismo del amor para caminar siguiendo una trayectoria de desilusión y de muerte. "El hombre-polvo" es el hombre que se opone a Dios, da la espalda a su propio ser y se condena a la nada. Pero en este dramático itinerario de alejamiento y visitación, existe la posibilidad del retorno. Retorno al origen. En lugar de precipitarse hacia la tumba, es posible cambiar de dirección -¡he ahí la conversión¡- y volver a la fuente. "Acuérdate que eres polvo y como polvo volverás... a Dios". Con tal que lo quieras. Ya, en este momento.

En segundo lugar, y Dios, ¿qué espera de nosotros? ¡Conversión, cambio de vida, vuelta a comenzar! Me vuelvo tierra y me confío al Constructor para que me rehaga del todo. Me he equivocado. He perdido el camino de la vida. He perdido el reino. He comprometido incluso a los otros en mi pecado (todo pecado es un pecado "público" con consecuencias desastrosas para toda la comunidad eclesial). Es justo que se me ponga a la puerta. Pero, a la vuelta de la esquina, vuelvo a condición de... polvo. O sea, de materia prima. Y él se inclinará aún sobre este polvo para darle el aliento de vida. Así mi "nada" es tocada por la plenitud divina. De la ceniza salta una chispa de vida. Y ahora la sutil capa de polvo ya no puede ocultar el esplendor del rostro de un hijo de Dios. Todo, pues, comienza de nuevo. Puede ser "nuevo" si acepto no el... fin, sino el principio. No el montoncito de ceniza de la tumba. Sino el puñado de tierra en las manos del Artífice. El poco de tierra dispuesta a recibir el "aliento". Y convertirse así, de nuevo, en un "viviente". La cita, pues, con la ceniza es fundamentalmente la cita con la Vida. ¡La ceniza me recuerda la cuna, no la tumba!

Finalmente, los medios que Dios pone en nuestras manos en esta cuaresma para llevar a cabo nuestra conversión son los que Jesús nos recomienda en el evangelio de hoy: oración, limosna o caridad y ayuno. Oración: Intensificar nuestros espacios de oración. Pero sobre todo orar mejor. Ayuno: Ayunar de las muchas cosas que empequeñecen nuestra vida cristiana. Limosna: la llamamos también "caridad": amor. El amor al
hermano, sobre todo al necesitado, en quien Cristo se hace más presente, pasa por el socorro material suficiente y digno, no mezquino. Todo eso se convierte entonces en un gran empuje para avanzar, para caminar. Jesús, en el evangelio, nos ha hablado de este camino. Nos ha dicho que tenemos que dar de lo nuestro a los que lo necesitan; nos ha dicho que tenemos que orar, que tenemos que acercarnos a Dios con todo nuestro ser; nos ha dicho que tenemos que ayunar, que tenemos que renunciar a tantas cosas (comida, televisión, diversión, lo que sea) para dedicarnos con más ahínco al Evangelio. Y nos ha dicho que todo eso lo tenemos que hacer no para que nos vean y nos feliciten, sino por fe, por amor, por deseo de fidelidad. En este tiempo de Cuaresma hemos de vivir intensamente este empuje para avanzar. Cada uno de nosotros tenemos que proponernos hacer de esta Cuaresma un verdadero paso adelante en la vida cristiana. Reconociendo el propio pecado, poniendo toda nuestra confianza en Dios, esforzándonos de verdad en el seguimiento de Jesucristo. Para llegar llenos de gozo a la Pascua.

Para reflexionar: la llamada sigue siendo la misma: ¿das de verdad limosna, sí o no? Y esto quiere decir: ¿compartes con los otros y vas a compartir más aún durante esta cuaresma?; ¿rezas o no rezas, y estás dispuesto a rezar más durante esta cuaresma?; ¿aceptarás una vida más ascética para salir de la comodidad... y también para poder compartir un poco más? No hay nada que nos impida escoger otros esfuerzos, otros progresos; no faltan sugerencias para ello en el evangelio. Lo que debe animarnos y hasta entusiasmarnos es que una cuaresma tomada así, en serio, puede marcar profundamente nuestra vida.

Para rezar: Recemos con el salmo 50, 9-11: Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis iniquidades. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de tu presencia, y no quites de mí tu santo Espíritu.

 

 

12/02/2018-20:55
Isabel Orellana Vilches

Beato Jordán de Sajonia, 13 de febrero

«Tras las huellas de santo Domingo de Guzmán, al que sucedió como maestro general de la Orden, este apóstol infatigable que evangelizó dentro y fuera de Europa, es considerado patrón de la obra de las vocaciones dominicanas»

Sería un error subestimar el juicio de las gentes sencillas cuando aclaman espontáneamente a una persona que refleja con su vida el Evangelio. El sentimiento popular no hace más que colocar en el candelero las virtudes que ratifican la autencidad de una entrega, esa que en numerosas ocasiones ha tenido en cuenta la Iglesia para encumbrar a los altares a los que el pueblo había canonizado previamente en su corazón. El olfato espiritual de los testigos contemporáneos de Jordán, que le hicieron acreedor de su veneración, era formidable. No hay más que examinar sus escritos para constatar su finura y sagacidad, la profundidad y capacidad de penetración mística que destilan.
Gran parte de su existencia aparece ligada a la de santo Domingo, a quien sucedió como maestro general de la Orden. Pero este insigne teólogo alemán, como todos los que han dado respuesta a la llamada de Cristo, tuvo su particular trayectoria en el camino de la perfección. ¿Cómo llegó a la vida religiosa?, ¿qué factores influyeron en su decisión? Partía con multitud de prebendas humanas, pero tenía que conquistar el único tesoro: a Dios.
Había nacido en el castillo de Burgberg, Westfalia, hacia el año 1176, propiedad de su ilustre familia, los condes de Eberstein. Trasladado a París para cursar estudios cuando tenía alrededor de 30 años, el patrimonio vital y espiritual que llevaba consigo: «inteligencia viva, noble voluntad, corazón generoso y siempre dispuesto a la ayuda» fue significativo no solo en el camino que habría de tomar sino en sus estudios que le llevaron a convertirse en un afamado maestro en artes y bachiller en teología el año 1219.

Justamente ese año, el fundador de los dominicos predicaba en el convento Saint-Jacques de París. Jordán pudo conversar con él en dos significativas ocasiones. Fue un momento propicio para su vida, absolutamente providencial, ya que su corazón andaba inquieto buscando la vía espiritual que debía seguir.

Dios escuchó sus súplicas y anhelos, y le respondió a través de Domingo que le explicó las características del carisma dominicano. Quedó seducido por sus palabras, y manifestó su deseo de ordenarse diácono. El fundador lo acogió con prudencia y respeto, cuidando con verdadero mimo esta pujante vocación. El paso definitivo del beato en su compromiso fue la prédica de Reinaldo de Orleáns en 1220, tras la cual ingresó en los dominicos abrazándose al ideal de pobreza y estudio del que se había enamorado. A partir de ese momento ya se le identifica en el capítulo general de la Orden, que tuvo lugar en Bolonia ese mismo año, dos meses más tarde de haber tomado el hábito. Allí le encomendaron la docencia de Sagradas Escrituras en París.

Al año siguiente le responsabilizaron de la provincia de Lombardía. Es obvio que veían en él a un hombre íntegro, formado, piadoso, con rasgos dignos de confianza y signos de esperanza para el futuro de la fundación. Y de hecho, en 1222, tras la muerte de Domingo acaecida en agosto de 1221, pusieron bajo sus hombros la bellísima, y a la par delicada misión, de seguir los pasos del fundador manteniendo vivo su carisma como maestro general de la Orden.
Mientras se hallaba en Bolonia, ciudad en la que fundó el convento de santa Inés el año 1223, había instituido el rezo de la Salve Regina efectuado después de la oración de completas, que más tarde se haría extensivo a toda la Iglesia. La elección que había recaído sobre él fue ciertamente inspirada, porque con su fidelidad y amor al fundador dirigió la Orden «con sabiduría, equilibro y sagacidad poco comunes». La vivencia de la caridad, la alegría, la humildad, el amor al estudio, la unidad y colegialidad fueron algunos de sus rasgos característicos. Era un celoso defensor del Evangelio, apóstol infatigable que viajó incesantemente dentro y fuera de Europa.
Los frutos de su apostolado se cuentan por un millar de vocaciones, muchas de ellas surgidas entre personas bien preparadas intelectualmente. Entre otros, se señala a san Alberto Magno. Es el primer biógrafo de santo Domingo de Guzmán, y promotor de su canonización. Es autor del Libellus, crónica sobre el origen de la Orden, de las Constituciones, de numerosas cartas, sermones y escritos de carácter doctrinal, además de comentarios al Apocalipsis y otros de carácter filosófico-teólogico; todo ello sin contar las obras que se perdieron. Fue un experto en el evangelio de san Lucas. Gregorio IX lo tuvo entre sus dilectos consejeros.

Mantuvo una importante correspondencia epistolar con religiosas de distintas órdenes. Es significativa la que dirigió a santa Inés de Bolonia, a santa Lutgarda de Aywiéres y a Diana de Andaló. Estas dos últimas fueron dirigidas por él. En una de sus cartas a Diana decía: «Quienes deseamos llegar a la inmortalidad futura, hemos de conformarnos de algún modo, ya en el presente, con aquella vida venidera, poner nuestros corazones en el poder de Dios y trabajar según nuestras posibilidades para afianzar en el Señor toda nuestra esperanza. De este modo imitaremos en lo posible a Dios en su estabilidad y quietud. Él es un refugio seguro que nunca falla y siempre permanece...».
El Padre le llamó junto a sí al regreso de uno de sus múltiples viajes apostólicos. Justamente procedía de Tierra Santa, y se encaminaba a visitar a la comunidad de Nápoles, cuando el barco que lo traía naufragó en las costas de Siria frente a Ptolemaida (San Juan de Acre, actual Akko). Era el 13 de febrero de 1237.

Junto a su vida, además de perderse la de 99 personas, murieron también otros dos frailes que le acompañaban. Sus restos, rescatados del mar, fueron enterrados en esa ciudad, siendo objeto de culto de forma inmediata, culto confirmado por el papa León XII el 10 de mayo de 1826. Desde 1955 es el patrón de la obra de las vocaciones dominicanas, determinado así por el capítulo general celebrado ese año.