Servicio diario - 02 de julio de 2018


 

Limosnería apostólica: Francisco celebró con los pobres la creación de cardenales
Rosa Die Alcolea

Bari: La visita del Papa será un "don de respiro universal", según su arzobispo
Rosa Die Alcolea

Bolivia: El Papa Francisco dialogó en persona con Evo Morales
Rosa Die Alcolea

México: Los obispos se ofrecen a colaborar con el nuevo presidente
Redacción

Beata María Ana Mogas Fontcuberta, 3 de julio
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

02/07/2018-14:11
Rosa Die Alcolea

Limosnería apostólica: Francisco celebró con los pobres la creación de cardenales

(ZENIT – 2 julio 2018).- El Papa Francisco apareció por sorpresa el pasado jueves, 28 de junio, en la cena especial con 280 pobres, refugiados y expresidiarios que celebró en el Vaticano Mons. Konrad Krajewski, Limosnero Pontificio, tras haber sido consagrado Cardenal en el Consistorio presidido por el Santo Padre ese mismo día.

El nuevo cardenal Konrad Krajewski celebró así “la púrpura” recibida en el Consistorio Ordinario Público del 28 de junio de 2018 con una cena especial en el Vaticano junto a 280 pobres, refugiados y expresidiarios, informa el medio del Vaticano ‘Vatican News’.

La cena tuvo lugar el viernes, 29 de junio de 2018, en la fiesta de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo: Los participantes se sentaron a la mesa en una sala grande, donde fueron servidos y asistidos por 80 voluntarios, entre ellos diáconos permanentes y las Misioneras de la Caridad, que colaboran con la Limosnería apostólica distribuyendo comida a quienes viven en dificultades o no tienen casa en las estaciones ferroviarias romanas.

 

Sorpresa del Papa

La fiesta fue preparada por el cardenal Konrad Krajewski, en la solemnidad de los Patronos de Roma, después de que éste concelebrara la Misa junto al Pontífice, los otros nuevos cardenales y los 28 arzobispos metropolitanos que recibieron el palio.

El Papa Francisco sorprendió a todos con su llegada alrededor de las 18:30 horas –señala ‘Vatican News’– deseoso de unirse a la celebración y compartir mesa con todos los allí presentes, incluidos los familiares del neo purpurado, popularmente conocido como “don Corrado”, oriundo de Polonia.

“Mira, don Corrado, que no he venido por ti ¡sino por todos ellos!”, dijo el Obispo de Roma bromeando antes de sentarse y permanecer allí unas dos horas, hablando con todos y escuchando sus historias, a menudo cargadas de sufrimientos pero también de tantas esperanzas.

 

Bendición a una niña siria

Entre las numerosas conversaciones que Francisco mantuvo a lo largo de la cena con los refugiados, destacó la presencia de una niña siria nacida en Roma, que recibió ese mismo día el sacramento del Bautismo. El Papa la bendijo y manifestó su conmoción sobre la cuestión de los niños migrantes, que están siendo separados de sus madres en las zonas de la frontera entre Estados Unidos y México.

Asimismo, el Papa estuvo con los voluntarios de la comunidad de San Egidio, que colaboran con la Limosnería apostólica del Vaticano y trabajan por acoger a migrantes y refugiados.

 

Anécdotas

El ambiente de familiaridad y fraternidad marcaron la velada, en la que muchos testimonios de diferentes personas “tocaron el corazón de Francisco”, indica el medio de comunicación vaticano.

Hubo también espacio para las fotos en grupo y momentos de risas, como el que surgió cuando uno de los participantes de la cena, con una larga barba blanca (véase en la foto del artículo), tomó el solideo rojo del cardenal Konrad Krajewski y se lo colocó para “posar en el retrato”, señala ‘Vatican News’.

 

 

 

02/07/2018-17:40
Rosa Die Alcolea

Bari: La visita del Papa será un "don de respiro universal", según su arzobispo

(ZENIT – 2 julio 2018).- La visita del Santo Padre a Bari (Italia), el próximo sábado, 7 de julio de 2018, será un “don de respiro universal y con una valencia histórica aún más excepcional”, asegura Mons. Francisco Cacucci, arzobispo de Bari-Bitonto, en una entrevista concedida a ‘Vatican News’ este lunes, 2 de julio de 2018.

Este viaje será un encuentro ecuménico de reflexión y oración por la paz en Oriente Medio querido por el Papa Francisco, un evento eclesial –subraya el prelado– “auténticamente ecuménico”.

“Me refiero a la capacidad de conjugar la visión ecuménica entre las Iglesias cristianas y la atención particular al Oriente Medio, para invocar la paz, pero también para ser cercanos a nuestros hermanos cristianos que viven en el sufrimiento”, ha declarado Mons. Francisco Cacucci.

Pero el arzobispo de Bari-Bitonto no habla sólo de “nuestros hermanos cristianos”: Se trata de pasar de una visión que, si bien encomiable, está ligada a nuestra Iglesia y al mundo católico, para tener un respiro auténticamente ecuménico, ha explicado.

 

Camino ecuménico

El prelado ha narrado cómo viven ese “respiro ecuménico” en la ciudad: “Pienso en los etíopes, los eritreos – entre otros, los georgianos que celebran su liturgia en las Iglesias de la Bari vieja, en nuestras iglesias católicas que yo he querido poner a disposición y ofrecer a estos hermanos. Cuando en diciembre de 2016, Bartolomé I vino a Bari, ofrecimos una Iglesia dedicada al Sagrado corazón en el centro de la ciudad”.

“El camino ecuménico no es un camino que se improvisa”, ha aclarado el prelado.  “Subrayo siempre que, inmediatamente después del Concilio Vaticano II, monseñor Nicodemo, el arzobispo de entonces, a su regreso del Concilio abrió la cripta de San Nicolás a los ortodoxos con una pequeña capilla con iconostasio dedicada a ellos. Fue el primer acto de ese tipo a nivel mundial. Y así, el camino continuó a través de un diálogo constante con las otras confesiones cristianas pero, sobre todo, con el mundo oriental que continuamente viene aquí a San Nicolás para venerar las reliquias del taumaturgo. Se subraya mucho la presencia del mundo ruso, pero me gustaría decir que no es sólo el mundo ruso, sino todo el mundo oriental. Además, también hay muchos evangélicos, la Iglesia Anglicana y otras Iglesias Evangélicas”.

 

Comunidades

Las otras comunidades estarán presentes y vivirán con gran participación este evento del 7 de julio –ha indicado el Arzobispo Cacucci–. “Nosotros tenemos encuentros constantes con los hermanos de las otras confesiones: es una espera coral. En un encuentro que tuve con los delegados del ecumenismo de las diversas diócesis de Apulia, capté esta espera y esta participación, porque no es un evento que concierne solo a la Iglesia local de Bari sino a toda la Región”, ha indicado Mons. Francisco Cacucci.

 

 

02/07/2018-16:26
Rosa Die Alcolea

Bolivia: El Papa Francisco dialogó en persona con Evo Morales

(ZENIT – 2 julio 2018).- El Papa Francisco recibió en audiencia al Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Juan Evo Morales Ayma, el sábado 30 de junio de 2018.

Según un comunicado emitido por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, las conversaciones con el presidente cuyo país el Pontífice argentino visitó en julio de 2015, junto con Ecuador y Paraguay, fueron cordiales.

“Durante las cordiales conversaciones” –decía la breve declaración– “se evocaron las relaciones positivas entre la Santa Sede y Bolivia, con especial referencia a la implementación de los acuerdos bilaterales, y hubo un intercambio de puntos de vista sobre la situación regional”.

Después de reunirse con el Santo Padre, el presidente se reunió con el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, y el arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario de Relaciones con los Estados.

 

6º encuentro con Evo Morales

Este ha sido el sexto encuentro del Papa Francisco con el presidente boliviano. El pasado 15 de diciembre de 2017, el Pontífice Francisco se encontró con Juan Evo Morales Ayma en la Santa Sede.

El 8 de julio de 2015, el Santo Padre visitó a Evo Morales en el Palacio de Gobierno, en La Paz, capital de Bolivia.

Asimismo, las reuniones privadas en el Vaticano han sido 4: El Papa Francisco y el Presidente Morales se encontraron el 6 de septiembre de 2013 en el Vaticano; En octubre de 2014 cenaron juntos en la Casa de Santa Marta, en el Vaticano, y la visita más reciente fue el 15 de abril de 2016, que conversaron en el Palacio Apostólico del Vaticano.

 

 

 

02/07/2018-17:15
Redacción

México: Los obispos se ofrecen a colaborar con el nuevo presidente

(ZENIT — 2 julio 2018).- Los obispos de la Conferencia del Episcopado Mexicano han expresado su reconocimiento al nuevo presidente Andrés Manuel López Obrador y han declarado que "todos estamos llamados a colaborar, de forma positiva con nuestras autoridades electas".

Así lo han afirmado en un comunicado de prensa, este lunes, 2 de julio de 2018, publicado por la propia Conferencia del Episcopado Mexicano, que reproducimos a continuación de manera íntegra:

***

 

Comunicado de los obispos mexicanos

El 1 de julio de 2018 millones de mexicanos ejercieron su derecho a votar para elegir nuevas autoridades civiles. La jornada fue en general, ordenada y serena. Detrás de este esfuerzo democrático está la dignidad y libertad de cada ser humano, llamado a participar en la vida social.

Nuestro reconocimiento a las autoridades electorales, así como a todos los ciudadanos en general. Gobierno y sociedad, trabajando juntos, podemos hacer grandes cosas.

Saludamos y felicitamos, con respeto y cercanía, al Lic. Andrés Manuel López Obrador, a quien los resultados preliminares del Instituto Nacional Electoral han declarado ganador. Todos estamos llamados a colaborar, de forma positiva con nuestras autoridades electas.

Sólo podremos crear mejores condiciones de desarrollo para todos, si nos involucramos en primera persona, en el mejoramiento de nuestros municipios, entidades federativas y de toda la República Mexicana. Ningún gobernante por sí mismo tiene todas las ideas y todas las soluciones. Es responsabilidad nuestra seguir participando cívicamente, siempre con respeto de los derechos humanos y del auténtico bien común.

La educación y el combate a la pobreza, la verdad y la libertad, el respeto a la diferencia y la búsqueda de consensos, son los caminos para vencer la desigualdad, el egoísmo y el abuso. Reprobamos los actos de violencia suscitados en algunas localidades del país, especialmente aquellos que atentaron en contra de la vida humana.

Llamamos a todos los creyentes a unirnos en oración, para agradecer y consolidar este momento cívico-político. A los católicos, en especial, los exhortamos a redoblar su compromiso para que el testimonio de nuestra entrega y generosidad, iluminen la vida social, con el evangelio de la vida, de la paz y de la solidaridad.

Seguiremos implorando la protección maternal de Santa María de Guadalupe, quien nos impulsa a construir un México reconciliado, justo y fraterno que reivindique la dignidad de los más pobres y excluidos, la vida del no-nacido, el bien de nuestras familias y la auténtica libertad religiosa. La Virgen del Tepeyac es Patrona de nuestra libertad y lugar de acogida para todos. Por su intercesión la ayuda del cielo nunca nos faltará.

 

 

02/07/2018-10:59
Isabel Orellana Vilches

Beata María Ana Mogas Fontcuberta, 3 de julio

«Amor y sacrificio: santo y seña de una vida heroica. Padeció al ver escindida en dos ramas su fundación que se asentó sobre pilares de cariz franciscano. Siempre anheló poseer un corazón puro que fuese guiado por recta intención».

María Ana comparte con otros integrantes de la vida santa haber nacido en una respetable familia, con medios económicos y perteneciente a una clase social elevada, lo que significaba contar con un horizonte halagüeño para todo lo que hubiera podido desear. Hay quienes no saben encajar los privilegios de un ambiente selecto que ofrece tantas posibilidades para la vida. Pueden constituir una atadura, ¡cuántos se aferran a cualquier capricho! En cambio, para ella no lo fue en absoluto. Cuando Cristo tocó su corazón, poseía la madurez que le proporcionó la prematura pérdida de sus padres. El sufrimiento le acompañó desde los primeros años de vida.

Nació en Corró del Vall-Granollers, Barcelona, España, el 13 de enero de 1827. Sus padres eran creyentes. María Ana y sus tres hermanos tuvieron cercano ejemplo de cómo se materializa el amor a Dios en los gestos de piedad que de ellos aprendieron. Cuando tenía 7 años falleció su padre, y hallándose en los 14 murió su madre. Su tía y madrina, que no tenía hijos, se la llevó consigo a Barcelona. Hizo todo lo que estuvo a su alcance para que el escenario de su vida no sufriera excesiva alteración. La cuidó y la mimó como una madre, ocupándose de que recibiera una buena educación, abriéndole las puertas del privilegiado entorno social del que formaba parte. Al mismo tiempo, la beata, que se había integrado plenamente en las actividades parroquiales en Santa María del Mar, poco a poco entrañaba dentro de sí a Cristo, orientada por su director espiritual, el padre Gorgas.

Pródiga en la piedad con quien lo necesitase, fue descubriendo que era llamada a una sólida donación que debía rebasar la caridad social. Cristo la quería para sí. Y a sus 21 años conoció a dos capuchinas que por razones políticas se hallaban fuera del convento. Orientaban su quehacer enseñando a los niños dirigidas por otro capuchino que se encontraba en la misma situación, el padre José Tous. En el aire flotaba el proyecto, aún sin perfilar, de poner en marcha una obra de carácter docente, y ella pareció a todos la indicada para formar parte de la misma. Monseñor Casadevall, prelado de Vic, acogió la idea, y puso en sus manos la escuela de Ripoll, Gerona. María Ana tuvo que sortear distintos escollos hasta que el padre Tous la animó diciéndole: «Vete, María Ana, te llaman para fundar». No la dejó sola. Fue con ella a Ripoll, donde la aguardaban las dos religiosas, en junio de 1850. Y se incorporó llena de fe y confianza a la tarea ya iniciada.

Esos primeros momentos estuvieron marcados por la indiferencia y la palpable disconformidad de las autoridades locales. Se desentendieron de ellas vulnerando la responsabilidad contraída, y ello hizo que todas pasaran por ciertas penalidades; no tenían medios ni para costearse el alimento y tuvieron que recurrir a la limosna. María Ana echaba mano de su fe, suplicando: «Afianzad, Señor, y asegurad los pasos que he comenzado a dar en el camino de vuestro servicio de tal forma que ninguna cosa de este mundo sea capaz de dar mis pies atrás».E1 padre Tous y el párroco de Ripoll vieron conveniente que una de ellas se pusiera al frente del quehacer interno y externo. Era el paso para ir consolidando formalmente lo que vivían, dotándolo de un espíritu fraterno. María Ana fue elegida para encabezar la comunidad, aunque tuvo noticia de ello al momento de profesar; tanta madurez, capacidad y virtud habían visto en la beata como para poner sobre sus hombros esa carga siendo todavía una novicia. La Virgen alumbraba la naciente fundación de claro matiz franciscano.

En 1853 María Ana obtuvo el título de magisterio exigido para dirigir la escuela, y durante un tiempo se mantuvo al frente de lamisma, cosechando grandes frutos apostólicos. Hasta que la misteriosa Providencia la condujo a la localidad madrileña de Ciempozuelos, de acuerdo con el padre Tous, para hacerse cargo de una labor impulsada por el obispo dimisionario, monseñor Serra y una persona integrante de la nobleza. Se trataba de ayudar a mujeres que habían caído en las redes de la prostitución. Llegó junto a cinco religiosas en 1865. Pero ella sentía que estaba desviándose del camino, que ese no era el carisma con el que había nacido la fundación; además, el resto de las religiosas habían quedado lejos. La dificultad de dilucidar qué decisión debía tomar, cuál podría ser la voluntad divina..., sentimientos, entre otros, que exponía al padre Tous, le causaban gran aflicción.

Ante la opción de asumir la dirección de una nueva escuela, eligió esta vía, lo comunicó al director espiritual y salieron de Ciempozuelos; fue asesorada por san Antonio María Claret. Pero ya se habían escindido las religiosas que quedaron en Ripoll respecto a las de Madrid, lo cual añadió mayores dosis de sufrimiento a la fundadora. Ella, que solía pedir con insistencia: «Dadme, Dios mío, un corazón puro, acompañado de recta intención», luchó indeciblemente para evitar la ruptura, pero no pudo lograrlo. Del tronco común quedaron dos ramas: en Barcelona, las Franciscanas Capuchinas de la Divina Pastora, y en Madrid, las Franciscanas de la Divina Pastora, sin compartir las constituciones fechadas en 1872 con la aprobación de los respectivos ordinarios del lugar.

Este hecho supuso para María Ana un antes y un después en su vida; incluso quedó afectada su salud. En 1878 sufrió un ataque de apoplejía. Y siguió encarnando su lema: «Amor y sacrificio», perdonando, tratando con exquisita caridad a todos, unida al Sagrado Corazón de Jesús y a María, hecha oblación, en religioso silencio. En 1884 humildemente escribía: «Les pido por amor de nuestro Señor Jesucristo que me digan en qué las he ofendido: yo estoy pronta a ponerme en camino para postrarme a los pies de todas...». El excelso legado que dejó a sus hijas fue: «Amaos como yo os he amado, y sufríos como yo os he sufrido. Caridad, caridad verdadera. Amor y sacrificio». Falleció en Madrid el 3 de julio de 1886. Juan Pablo II la beatificó el 6 de octubre de 1996.