Servicio diario - 21 de agosto de 2019


 

Hechos de los Apóstoles: La comunidad cristiana crece cuando comparte
Rosa Die Alcolea

Australia: La Corte Suprema de Victoria rechaza las apelaciones del cardenal Pell
Larissa I. López

“Compartir”, la verdadera señal de que tu corazón se ha convertido – Catequesis completa
Rosa Die Alcolea

Iglesia de Australia: Reacciones ante el rechazo a la apelación del cardenal Pell
Larissa I. López

El Papa pide rezar por la niña “tan guapa” que interrumpió su catequesis
Rosa Die Alcolea

Colombia: Celebración del Encuentro Presinodal Amazónico en Bogotá
Larissa I. López

El Papa invita a los visitantes de lengua española a “vencer toda hipocresía”
Rosa Die Alcolea

Perú: La Conferencia Episcopal lanza un curso sobre ‘Lucha contra la corrupción’
Redacción

Francisco anima a los ancianos y enfermos a “salir al encuentro de Jesucristo”
Rosa Die Alcolea

Oriente Medio: La comunión con Dios es “la comunión con los hermanos”
Rosa Die Alcolea

Monseñor Felipe Arizmendi: “Jóvenes que permanecen adolescentes”
Felipe Arizmendi Esquivel

San Felipe Benizi (o Benicio), 22 de agosto
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

21/08/2019-09:17
Rosa Die Alcolea

Hechos de los Apóstoles: La comunidad cristiana crece cuando comparte

(ZENIT – 21 agosto 2019).- “La comunidad cristiana nace de la efusión del Espíritu Santo y crece cuando comparte con los demás lo que posee”, ha predicado el Papa esta mañana, 21 de agosto de 2019, en la audiencia general.

El Santo Padre, ha retomado el ciclo de catequesis sobre los Hechos de los Apóstoles. La audiencia ha comenzado a las 9:15 horas en el aula Pablo VI, donde el Papa ha saludado a su llegada a los peregrinos de Italia y de diversos países del mundo.

Hoy, el Pontífice ha centrado su meditación en el tema: “Todo era común entre ellos” (Hch 4,32). Comunión integral en la comunidad de los creyentes”, del libro bíblico de los Hechos de los Apóstoles 4, 32. 34-35.

En este sentido, “según los Hechos de los Apóstoles, entre los creyentes no había necesitados, porque ponían todo en común”, ha asegurado el Papa.
Francisco ha explicado que el término griego Koinonia, que significa “poner en común”, “compartir”, tiene una dimensión importante desde los orígenes de la Iglesia. “De la participación en el Cuerpo y Sangre de Cristo, derivaba la unión fraterna que llevaba a compartir todo lo que tenían”, ha indicado.

Así, el Papa ha narrado dos ejemplos que se encuentran en la Biblia. El ejemplo de Bernabé, que vendió un campo y dio lo recaudado a los Apóstoles para distribuirlo a los necesitados. Y, junto a este buen ejemplo, se encuentra uno negativo: Ananías y su mujer Safira vendieron un terreno y entregaron sólo una parte a los Apóstoles, quedándose con la otra. Este engaño los llevó a la muerte, porque habían mentido no sólo a los hombres sino a Dios.

“Estos ejemplos nos enseñan que cuando la sinceridad en el compartir no se respeta se cae en la hipocresía, alejándose de la verdad, que provoca la muerte interior”, ha señalado el Pontífice. “Los que se comportan así transitan en la Iglesia como en un albergue, y no la tienen como su casa, ni como su familia”.

 

 

 

21/08/2019-09:32
Larissa I. López

Australia: La Corte Suprema de Victoria rechaza las apelaciones del cardenal Pell

(ZENIT – 21 agosto 2019).- La Corte Suprema de Victoria, en Australia, ha confirmado la condena contra el cardenal George Pell, emitida en febrero en el juicio en primera instancia por abusos sexuales contra menores.

Así lo ha informado hoy, 21 de agosto de 2019, Vatican News.

A partir de ahora, los abogados defensores del cardenal australiano cuentan con 28 días para presentar la última apelación posible ante la Alta Corte australiana.

En la madrugada de este miércoles 21 de agosto se anunció esta decisión de los jueces, producida después de la audiencia de apelación celebrada a principios de junio. Se trata de una disposición posterior a un primer juicio por delitos de abuso sexual que concluyó sin veredicto.

Esto supuso la celebración de un nuevo juicio en el que el jurado finalmente emitió un veredicto de culpabilidad. Un segundo proceso judicial, por otra parte, fue rechazado por el tribunal por falta de pruebas admisibles.

 

Comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede

Hoy mismo, ratificando su respeto por el sistema judicial australiano, como se señaló el pasado 26 de febrero, después del anuncio la sentencia en primera instancia, la Oficina de Prensa de la Santa Sede, a través de unas declaraciones de su director, Matteo Bruni, ha manifestado que toma nota de la decisión del tribunal de desestimar la apelación del cardenal Pell.

Asimismo, junto con la Iglesia en Australia, confirma su cercanía a las víctimas de abusos sexuales, así como su compromiso de perseguir a los miembros del clero que son responsables de ello.

La Santa Sede recuerda que el purpurado siempre ha mantenido su inocencia durante todo el proceso judicial y que tiene derecho a apelar ante la Alta Corte australiana.

Por otro lado, Matteo Bruni ha aclarado que, como en otros casos, “la Congregación para la Doctrina de la Fe está esperando el resultado de los procedimientos en curso y la conclusión del proceso de apelación” antes de ocuparse del caso.

Y ha añadido que, tal y como declaró la Oficina de Prensa de la Santa Sede el pasado 26 de febrero, el Santo Padre ya había confirmado las medidas cautelares impuestas al cardenal Pell a su regreso a Australia, esto es, como es habitual, “la prohibición de ejercer el ministerio público y de todo contacto voluntario con menores”.

 

Cardenal George Pell

Mons. George Pell, que ahora cuenta con 77 años, fue creado cardenal en el año 2003 y desde 2013 era miembro del Consejo de Cardenales, conocido como C9, que asesora al Pontífice en la reforma de la Curia. En 2014 fue nombrado prefecto de la Secretaría para la Economía, dicasterio que se encarga de las finanzas de la Iglesia.

También en 2014 fue llamado a declarar por la comisión australiana que investiga los casos de abusos en el país, sobre presuntos encubrimientos a sacerdotes abusadores en la década de los setenta. La acusación se formalizó en diciembre de 2015, aunque el sacerdote negó conocer alguna denuncia.

En octubre de 2016 fue acusado de abusos en Melbourne. La acusación se hizo oficial en 2017 y en julio de ese año el cardenal Pell dejó sus responsabilidades en la Curia romana para regresar a Australia y defenderse personalmente de las acusaciones.

El mismo día de ese anuncio, la Santa Sede difundió una declaración en la que explicaba que el Papa Francisco concedía al purpurado un período de permiso para permitirle “defenderse” en Australia.

El pasado 26 de febrero, igualmente, en la declaración ya nombrada de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Pontífice ratificó las medidas cautelares ya adoptadas contra el cardenal australiano por el Ordinario local en Australia cuando volvió al país.

El cardenal Pell, por su parte, siempre ha defendido su inocencia y ha denunciado ser víctima de un ataque contra su persona.

 

Los cargos

En mayo de 2018, el purpurado presentó una solicitud de “no culpabilidad” ante la Corte de Magistrados de Melbourne, que le ordenó comparecer para el juicio, indica el mismo medio vaticano.

Los cargos dieron lugar a dos procedimientos denominados “Juicio de la catedral” y “Juicio de los nadadores”, respectivamente.

En el primer caso, el cardenal Pell fue acusado de actos obscenos y de agresión sexual contra dos chicos del coro en la sacristía de la catedral de Melbourne, después de la Misa del mediodía, a finales de 1996 y a principios de 1997.

En el segundo caso, los cargos fueron de agresión sexual a dos chicos que lo habían acusado de haberlos palpado mientras estaban en la piscina a finales de los setenta.

 

“Juicio de la catedral”

El “Juicio de la catedral” se inició en agosto de 2018, pero los jurados no lograron un veredicto unánime o mayoritario. De este modo, en noviembre de ese mismo año, se celebró un nuevo juicio con un jurado distinto y formado por tres personas. Sobre la base de las pruebas presentadas en el tribunal, el jurado concluyó que el cardenal es culpable.

No obstante, el veredicto de condena se anunció el 26 de febrero de 2019, ya que en Australia existe la Suppression order (orden de la ley australiana que impide a los medios de comunicación difundir los hechos de un juicio en curso) para proteger el derecho del acusado a un posterior juicio ecuánime, como era, en este caso, el de los nadadores.

En esa fecha, al mismo tiempo, se hizo público que dicho segundo juicio, previsto para abril, no se celebraría por falta de pruebas admisibles.

 

Después del juicio

El 12 de diciembre de 2018, el entonces Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Greg Burke, comunicó que a finales de octubre Francisco había despedido al cardenal Pell del Consejo de Cardenales debido a su “avanzada edad”.

Más tarde, a finales de febrero de 2019, el director ad interim de la citada Oficina de Prensa, Alessandro Gisotti, aclaró que el mandato de cinco años del cardenal Pell como prefecto de la Secretaría para la Economía, comenzado en febrero de 2014, concluía y, en consecuencia, dejaba de prestar servicios al Vaticano.

 

Sentencia y apelación

El 13 de marzo de 2019 tuvo lugar la audiencia para establecer la sentencia. El cardenal fue condenado a seis años de prisión, con posibilidad de pedir libertad condicional una vez transcurridos 3 años y 8 meses.

El cardenal apeló y, más tarde, fue trasladado a la cárcel, donde comenzó a cumplir su condena. La audiencia de apelación se celebró los días 5 y 6 de junio y hoy se ha conocido su resolución.

 

 

 

21/08/2019-16:29
Rosa Die Alcolea

“Compartir”, la verdadera señal de que tu corazón se ha convertido – Catequesis completa

(ZENIT – 21 agosto 2019).- “El vínculo con Cristo establece un vínculo entre hermanos que converge y se expresa también en la comunión de bienes materiales”, ha recordado el Papa Francisco esta mañana en la audiencia general.

“La señal de que tu corazón se ha convertido es cuando la conversión llega a tus bolsillos, cuánto toca tu propio interés: allí es donde ves si uno es generoso con los demás, si uno ayuda a los más débiles, a los más pobres: cuando la conversión llega allí, asegúrate de que es una verdadera conversión”, ha reflexionado el Santo Padre.

Tras una pausa en las audiencia generales el pasado 14 de agosto, el Pontífice ha continuado hoy, 21 de agosto de 2019, el ciclo de catequesis sobre los Hechos de los Apóstoles. Como es habitual en el mes de agosto, la audiencia se ha celebrado en el aula Pablo VI, debido al intenso calor en Roma.

En la catequesis pronunciada este miércoles, el Papa ha comentado la expresión “Lo tenían todo en común” (Hch 4,32). ¿Cómo sabes “si eres generoso con los demás”? “Si ayudamos a los más débiles, a los más pobres”, ha asegurado.

 

La koinonia, dinamismo central

La koinonia es una palabra griega que significa “poner en comunión”, “compartir”, ser como una comunidad, no aislada. “Esta es la experiencia de la primera comunidad cristiana”, ha indicado el Santo Padre, es decir, “compartir”, “comunicar, participar”, no aislarse.

La comunidad, o koinonia, se convierte así en el nuevo modo de relación entre los discípulos del Señor, ha señalado. “Los cristianos experimentan una nueva forma de estar entre ellos, de comportarse”. Este camino era el amor. “Pero no el amor a las palabras, no el amor falso: el amor a las obras, a ayudarse unos a otros, el amor concreto, la concreción del amor”, ha matizado el Papa.

 

Turistas de catacumbas

El Papa ha advertido del riesgo de ser “turistas de catacumbas” y ha aclarado que “no debemos ser turistas en la Iglesia, sino hermanos entre nosotros”. Así lo ha expresado: “Hay muchos turistas en la Iglesia que están siempre de paso, pero nunca entran en la Iglesia: es el turismo espiritual el que les hace creer que son cristianos, mientras que sólo son turistas de las catacumbas”.

Francisco se ha referido así a los que actúan con hipocresía, advirtiendo de que la hipocresía “es el peor enemigo de esta comunidad cristiana, de este amor cristiano: fingir que nos amamos unos a otros, pero sólo buscando el propio interés”.

Sigue la catequesis completa pronunciada en italiano por el Santo Padre, esta mañana en la audiencia general.

***

 

Catequesis del Papa Francisco

La comunidad cristiana nace del derramamiento sobreabundante del Espíritu Santo y crece gracias al fermento del compartir entre hermanos y hermanas en Cristo. Hay un dinamismo de solidaridad que construye la Iglesia como familia de Dios, donde la experiencia de la koinonia es central. ¿Qué quiere decir esta palabra rara? Es una palabra griega que significa “poner en comunión”, “compartir”, ser como una comunidad, no aislada. Esta es la experiencia de la primera comunidad cristiana, es decir, compartir, “compartir”, “comunicar, participar”, no aislarse.

En la Iglesia de sus orígenes, esta koinonia, esta comunidad se refiere sobre todo a la participación en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Por eso, cuando comulgamos decimos “nos comunicamos”, entramos en comunión con Jesús y desde esta comunión con Jesús llegamos a la comunión con nuestros hermanos y hermanas. Y esta comunión con el Cuerpo y la Sangre de Cristo que se realiza en la Santa Misa se traduce en unión fraterna, y por tanto también en lo que nos resulta más difícil: poner en común nuestros bienes y recoger dinero para la colecta en favor de la Iglesia Madre de Jerusalén (cf. Rom 12, 13; 2 Cor 8-9) y de las demás Iglesias.

Si queréis saber si sois buenos cristianos debéis orar, tratad de acercaros a la comunión, el sacramento de la reconciliación. Pero la señal de que tu corazón se ha convertido es cuando la conversión llega a tus bolsillos, cuánto toca tu propio interés: allí es donde ves si uno es generoso con los demás, si uno ayuda a los más débiles, a los más pobres: cuando la conversión llega allí, asegúrate de que es una verdadera conversión. Si se queda sólo en palabras, no es una buena conversión.

La vida eucarística, las oraciones, la predicación de los Apóstoles y la experiencia de comunión (cf. Hch 2,42) hacen de los creyentes una multitud de personas que tienen -dice el Libro de los Hechos de los Apóstoles- “un solo corazón y una sola alma” y que no consideran su propiedad como lo que poseen, sino que lo tienen todo en común (cf. Hch 4,32). Es un modelo de vida tan fuerte que nos ayuda a ser generosos y no mezquinos.

Por eso, “ninguno de ellos […] tenía necesidad, porque los que poseían -dice el Libro- campos o casas los vendían, traían el producto de lo que se había vendido y lo ponían a los pies de los apóstoles; luego se repartía a cada uno según su necesidad” (Hch 4,34-35). La Iglesia siempre ha tenido este gesto de cristianos que se despojaban de las cosas que tenían de más, de las cosas que no eran necesarias para dar a los necesitados. Y no sólo dinero, sino tiempo. ¡Cuántos cristianos –ustedes, por ejemplo, aquí en Italia–, cuántos cristianos hacen voluntariado! ¡Esto es hermoso! Es comunión, compartir mi tiempo con los demás, ayudar a los necesitados. Y así, el voluntariado, las obras de caridad, las visitas a los enfermos; se presta siempre a compartir con los demás, y no sólo buscar nuestro propio interés.

La comunidad, o koinonia, se convierte así en el nuevo modo de relación entre los discípulos del Señor. Los cristianos experimentan una nueva forma de estar entre ellos, de comportarse. Y es el modo cristiano adecuado, hasta el punto de que los paganos miraban a los cristianos y decían: “¡Mirad cómo se aman!”. El amor era el camino. Pero no el amor a las palabras, no el amor falso: el amor a las obras, a ayudarse unos a otros, el amor concreto, la concreción del amor.

El vínculo con Cristo establece un vínculo entre hermanos que converge y se expresa también en la comunión de bienes materiales. Sí, esta forma de estar juntos, este amor llega a tus bolsillos, llega incluso a despojarte del impedimento del dinero para dárselo a los demás, yendo en contra de tus propios intereses. Ser miembros del Cuerpo de Cristo hace que los creyentes sean corresponsables unos de otros. Ser creyentes en Jesús nos hace a todos corresponsables los unos de los otros. “Pero mira eso, el problema que tiene, no me importa, es asunto suyo”. No, entre los cristianos no podemos decir: “Pobre, tiene un problema en casa, está pasando por esta dificultad familiar”. Yo debo rezar, lo llevo conmigo, no soy indiferente. Esto es ser cristiano.Por eso los fuertes apoyan a los débiles (cf. Rom 15,1) y nadie experimenta la pobreza que humilla y desfigura la dignidad humana, porque viven esta comunidad: tener el corazón en común. Se aman el uno al otro. Esta es la señal: amor concreto.

Santiago, Pedro y Juan, que son los tres apóstoles como las “columnas” de la Iglesia de Jerusalén, establecen comunitariamente que Pablo y Bernabé evangelizan a los paganos mientras ellos evangelizan a los judíos, y simplemente piden a Pablo y Bernabé, una condición: no olvidar a los pobres, recordar a los pobres (cfr. Gal 2, 9-10). No sólo los pobres materiales, sino también los pobres espirituales, las personas que tienen problemas y necesitan nuestra cercanía. El cristiano siempre parte de sí mismo, de su propio corazón, y se acerca a los demás como Jesús se acercó a nosotros. Esta es la primera comunidad cristiana.

Un ejemplo concreto del compartir y de la comunión de bienes nos viene del testimonio de Bernabé: posee un campo y lo vende para entregarlo a los Apóstoles (cf. Hch 4, 36-37). Pero junto a su ejemplo positivo aparece otro tristemente negativo: Ananías y su esposa Saffira, vendieron un terreno, decidieron entregar sólo una parte a los Apóstoles y guardar la otra para sí mismos (cf. Hch 5,1-2). Este engaño rompe la cadena del compartir libre, sereno, desinteresado y las consecuencias son trágicas, fatales (Hch 5,5.10). El apóstol Pedro desenmascara la mala conducta de Ananías y de su esposa y le dice: “¿Por qué llenó Satanás tu corazón, para que mintieras al Espíritu Santo y guardaras una parte de las ganancias del campo? […] No habéis mentido a los hombres, sino a Dios” (Hch 5:3-4). Podríamos decir que Ananías mintió a Dios por una conciencia aislada, una conciencia hipócrita, es decir, por una pertenencia eclesial “negociada”, parcial y oportunista.

La hipocresía es el peor enemigo de esta comunidad cristiana, de este amor cristiano: fingir que nos amamos unos a otros, pero sólo buscando el propio interés. Fallar en la sinceridad de compartir, de hecho, o fallar en la sinceridad del amor, es cultivar la hipocresía, distanciarse de la verdad, volverse egoísta, apagar el fuego de la comunión y destinarse al frío de la muerte interior. Los que se comportan así pasan por la Iglesia como turistas. Hay muchos turistas en la Iglesia que están siempre de paso, pero nunca entran en la Iglesia: es el turismo espiritual el que les hace creer que son cristianos, mientras que sólo son turistas de las catacumbas.

No, no debemos ser turistas en la Iglesia, sino hermanos entre nosotros. Una vida basada sólo en el beneficio y el aprovechamiento de las situaciones en detrimento de los demás, inevitablemente causa la muerte interior. Y cuánta gente dice estar cerca de la Iglesia, ser amigos de los sacerdotes, obispos, buscando sólo su propio interés. ¡Estas son las hipocresías que destruyen a la Iglesia! El Señor –lo pido por todos nosotros– derrame sobre nosotros su Espíritu de ternura, que supera toda hipocresía y pone en circulación esa verdad que alimenta la solidaridad cristiana, que lejos de ser una actividad de asistencia social, es la expresión indispensable de la naturaleza de la Iglesia, la tierna madre de todos, especialmente de los más pobres.

 

 

© Traduction de zenit, Rosa Die Alcolea

 

 

 

21/08/2019-12:28
Larissa I. López

Iglesia de Australia: Reacciones ante el rechazo a la apelación del cardenal Pell

(ZENIT – 21 agosto 2019).- La Iglesia local en Australia, al igual que lo ha hecho la Santa Sede, ha reaccionado ante la decisión de la Corte Suprema de Victoria, Australia, sobre la desestimación de la apelación del cardenal George Pell.

Así, esta resolución, hecha pública hoy, 21 de agosto de 2019, ha provocado la difusión de declaraciones por parte del presidente de la Conferencia Episcopal Australiana, del arzobispo de Melbourne y del arzobispo de Sidney, respectivamente.

Un portavoz del cardenal Pell, por su parte, ha transmitido a través de un comunicado la reacción del mismo.

 

Comunicado del portavoz del cardenal Pell

El texto de la nota describe que el cardenal Pell se encuentra “obviamente decepcionado con la decisión de hoy” y que su equipo jurídico examinará a fondo la sentencia a fin de determinar “una solicitud de licencia especial al Tribunal Superior”.

Al mismo tiempo, el contenido del comunicado expone que el purpurado continúa defendiendo su inocencia.

 

Declaración de la Conferencia Episcopal Australiana

El presidente de la Conferencia Episcopal Católica Australiana, Mons. Mark Coleridge, emitió una declaración en la que los obispos reconocen que “todos los australianos deben ser iguales ante la ley y aceptar el juicio de hoy en consecuencia”.

Por otra parte, los miembros del episcopado se muestran conscientes de que este ha sido y sigue siendo un momento “muy difícil” para los supervivientes del abuso infantil y de todos los que les apoyan. Además, reconocen el dolor que los que han sido abusados por el clero han experimentado a lo largo del extenso proceso judicial y de apelación del cardenal Pell.

Finalmente, confirman su compromiso de hacer todo lo posible “para sanar a los que han sufrido en gran medida y para asegurar que los espacios católicos sean lo más seguros posibles para todas las personas, pero especialmente para niños y adultos vulnerables”.

 

Comunicado del arzobispo de Melbourne

En su comunicado, el arzobispo de Melbourne, Mons. Peter Comensoli, expuso que ha recibido la noticia “con respeto” y anima a todo el mundo a hacer lo mismo. Asimismo, reconoció que la búsqueda de la verdad en este caso, ha “puesto a prueba” a muchos y probablemente, seguirá haciéndolo.

Por otro lado, también apuntó que sus “pensamientos y oraciones” están con el demandante, a quien ofrece “ayuda pastoral y espiritual”, en caso de que la busque y agregó que, “en la caridad cristiana”, se asegurará de que el cardenal “reciba apoyo pastoral y espiritual” mientras cumple su condena.

 

Declaración del arzobispo de Sidney

El arzobispo de Sidney, Mons. Anthony Fisher, señaló en su declaración que la decisión, confirmada hoy y dividida 2-1 entre los 3 jueces, “es consistente con los diferentes puntos de vista de los jurados en el primer y segundo juicio, así como con las opiniones divididas entre los comentaristas legales y el público en general” y ha invitado a todos a mantener “la calma y civilidad”.

Además, recuerda en el comunicado que los asuntos referentes al status de cardenal Pell dentro de la Iglesia solo pueden ser determinados por el Vaticano y no por la Iglesia en Australia.

De este modo, tal y como el propio director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede Matteo Bruni ha explicado esta mañana, la Congregación para la Doctrina de la Fe se encuentra a la espera de que el proceso se haya completado antes de ocuparse del caso.

Por último, el arzobispo confiesa que sabe que existen muchas personas en la comunidad católica y fuera de ella a las que les resultará difícil aceptar la decisión del juicio, especialmente a los que conocen al cardenal. A ellos les da las gracias “por perseverar en la fe, la esperanza y el amor” y también ofrece “apoyo pastoral a los católicos que pueden haber encontrado su fe probada”.

 

 

 

21/08/2019-12:03
Rosa Die Alcolea

El Papa pide rezar por la niña “tan guapa” que interrumpió su catequesis

(ZENIT – 21 agosto 2019).- Esta mañana, durante la audiencia general, celebrada este miércoles, 21 de agosto en el aula Pablo VI, una niña, víctima de un trastorno, inconsciente de lo que hace, ha subido las escaleras del estrado donde se sienta el Santo Padre, e interrumpiendo su intervención, le ha estrechado la mano.

El Papa, que en ese momento estaba impartiendo la catequesis en italiano, indicó a los responsables de seguridad que no le impidieran estar allí: “Déjala tranquila. Dios habla por medio de los niños. Déjala, déjala”, palabras que suscitaron un gran aplauso por parte de los peregrinos que estaban en la sala.

Después, la niña ha estado jugando, corriendo y haciendo palmas en la misma tarima de manera inconsciente, ajena a lo que sucedía a su alrededor. El Santo Padre ha bendecido a la hermosa muchacha y a sus padres al término de la audiencia, en el aula Pablo VI.

Antes de finalizar la audiencia, el Papa ha pedido a todos los presentes rezar por esta chica “tan bella”, ha especificado, “porque es bella”, “víctima de una enfermedad, no sabe lo que hace”, recordando que “siempre que vemos a una persona que sufre debemos orar”.

El Pontífice se ha dirigido a todas las personas presentes en la sala: “Yo pregunto una cosa, pero cada uno que responde en su corazón: ¿He rezado por ella, viéndola, he rezado para que el Señor la cure, la proteja?”. ¿He rezado por sus padres y por su familia?”.

“Siempre que veamos a una persona que sufre, debemos rezar”, ha exhortado Francisco. “Que esta situación nos ayude siempre a hacernos la siguiente pregunta: ¿He orado por esta persona que he visto, que se puede ver que está sufriendo?”.

 

 

 

21/08/2019-16:29
Larissa I. López

Colombia: Celebración del Encuentro Presinodal Amazónico en Bogotá

(ZENIT – 21 agosto 2019).- Recientemente, en Bogotá (Colombia), se desarrolló un encuentro presinodal amazónico, organizado por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) como preparación a la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos que se celebrará en Roma del 5 al 27 de octubre.

En el evento, titulado “Una Iglesia con rostro amazónico”, se ha trabajado en torno a los “Nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”, presentó como objetivo reflexionar sobre la realidad actual del territorio y de los pueblos amazónicos y compartir y discernir el Documento de Trabajo elaborado el año pasado por las comunidades amazónicas de los 9 países que componen la región.

Celebrada del 13 al 14 de agosto de 2019, en esta reunión participaron entidades eclesiásticas, del Estado, académicas, organizaciones indígenas y campesinas del Amazonas, la comunidad afro, la ambiental y la población en general.

 

Camino de renovación

Durante la inauguración de la asamblea, de acuerdo a lo indicado por la CEC en una nota del 13 de agosto, Mons. Óscar Urbina, arzobispo de Villavicencio y presidente de la CEC, destacó la diversidad étnica, cultural, natural y religiosa del bioma amazónico, cuya conservación, puntualizó, “exige cambios estructurales y personales de todos los seres humanos, de los estados y de la Iglesia”.

Además, se expuso que escuchar, discernir y actuar, son los verbos propuestos para el camino de renovación eclesial con el que se espera responder a “los desafíos del anuncio del evangelio con nuevas formas, nuevos medios, más adaptado a la realidad. También, asumir los retos que representa el cuidado de la vida humana y la promoción del desarrollo integral de estas comunidades”.

 

Ruta del encuentro

Durante un encuentro con la prensa, según informó la CEC el pasado 14 de agosto, Mons. Héctor Fabio Henao Gaviria, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social, describió los aspectos fundamentales que definieron la ruta de análisis y estudio de este encuentro previo al Sínodo de la Amazonía.

En primer lugar, se refirió a la importancia de relevar el papel que cumplen las comunidades que habitan la Amazonía: los indígenas, campesinos y la comunidad afro. Se trata de una población que, en general, ayuda a cuidar la Amazonía y a preservar su enorme biodiversidad.

Después, aludió a la necesidad de exponer los grandes temas en torno al agotamiento de la biodiversidad, tales como la deforestación, la erosión y la gran amenaza que existe sobre la selva del Amazonas, considerado el pulmón del planeta Tierra.

Por otro lado, Mons. Henao Gaviria, declaró que los participantes en esta reunión presinodal aunaron sus respectivos esfuerzos y voluntades para trabajar de forma conjunta en la conservación de la Amazonía y en la preservación de la biodiversidad.

 

Desafíos para la Iglesia en la Amazonía

El director del Secretariado Nacional de Pastoral Social resaltó la riqueza de la biodiversidad que Colombia ostenta con respecto a otros países de la región panamazónica. Igualmente, advirtió que este territorio está amenazado por la ingente deforestación, que devasta la sostenibilidad de la Amazonía y sobre la responsabilidad ante el legado que se dejará a las generaciones futuras.

Así, manifestó que “se requiere en la Amazonía unos planes concretos de ordenamiento territorial que sean capaces de garantizar la sostenibilidad de estos territorios (...). Se requiere asociar a las comunidades indígenas en un proyecto a largo plazo para que sean capaces de darle vida a unos planes sostenibles, que sean amigables con la ecología y el medio ambiente. Aquí también las comunidades campesinas y pobladores juegan un papel muy importante en este campo”.

Por otra parte, también apuntó a otros problemas que afectan al área amazónica, entre los que se encuentran actividades ilícitas y descontroladas como el narcotráfico, la minería desordenada, y el control territorial: “Todo esto va en contra de lo que es la ecología, vemos que la Amazonía vive un tiempo de urgencia de conservación, este es un tiempo apremiante para dar respuesta (...). Queremos decir claramente, que vivimos una urgencia ecológica, ambiental, humana y social”, expresó.

 

Asesinatos de líderes indígenas

Además, habló sobre las amenazas y asesinatos sufridos por líderes indígenas, que este año han supuesto unas cifras preocupantes. Ante ello, expresó la disponibilidad y cercanía que la Iglesia siempre ha tenido con dichas comunidades autóctonas, acompañándolas y proporcionándoles una asistencia humanitaria integral, y realizó un un llamamiento para que se brinden las medidas de protección especiales a estas comunidades.

“Tenemos en cierto sentido claro, el accionar de grupos armados ilegales y criminales, pero por otro lado tenemos todo un desafío de lo que significa la territorialidad, que le ha sido reconocida a las comunidades indígenas y afros, pero que hoy están siendo fuertemente amenazadas (...). El llamado al Gobierno y a la sociedad es para articular mucho más los esfuerzos y activar todas las instancias que existen y que vienen de los acuerdos de paz, para que las entidades debidamente coordinadas den una respuesta definitiva y contundente frente a esta problemática”, aclaró Mons. Henao Gaviria.

 

Acción de la Iglesia

El director explicó que, con el objetivo de promover el cuidado de la “casa común”, nuestro planeta, la Iglesia creó la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), que junto con campesinos, indígenas y autoridades, trabaja para resolver los problemas presentes en la Amazonía colombiana.

“Nuestro aporte es elevar la conciencia, pero también hacer seguimiento a los planes de desarrollo que se ofrecen, fiscalizar que realmente se ejecuten de forma amigable y coherente con la protección del medio ambiente. Existen proyectos de minería y otros que deben ser dialogados pasando por la consulta y escucha de los pueblos que habitan la Amazonía, con ellos se debe trabajar para poder ver las mejores maneras de efectuar el desarrollo”, especificó el sacerdote.

De acuerdo a los datos ofrecidos por el episcopado, Colombia contará con una representación de 16 obispos en el próximo Sínodo de la Amazonía. En él, los prelados presentarán un documento que constituirá la aportación de Colombia al mismo, reflejo del trabajo de una Iglesia comprometida con la conservación de la Amazonía.

 

 

 

21/08/2019-10:33
Rosa Die Alcolea

El Papa invita a los visitantes de lengua española a “vencer toda hipocresía”

(ZENIT – 21 agosto 2019).- El Santo Padre ha saludado cordialmente a los peregrinos de lengua española venidos de España y Latinoamérica, esta mañana, 21 de agosto de 2019, en la audiencia general.

“Pido al Señor que nos conceda su Espíritu para vencer toda hipocresía y colocar al centro de nuestra vida la verdad, que alimenta la solidaridad cristiana, y está llamada a ofrecer a todos el amor de Dios con obras concretas”, ha expresado el Papa al dirigirse a los peregrinos procedentes de España y de los países latinoamericanos que han participado en la audiencia general.

El Papa ha dedicado su catequesis de hoy a la comunidad cristiana, haciendo referencia a la cita evangélica “Entre ellos todo era común” (At 4, 32), y “La comunión integral en la comunidad de los creyentes”, del Libro de los Hechos de los Apóstoles.

El Papa Francisco ha indicado en la catequesis de hoy que “según los Hechos de los Apóstoles, entre los creyentes no había necesitados, porque ponían todo en común”, y ha ilustrado con dos ejemplos.

 

Sinceridad en el compartir

El ejemplo de Bernabé, que vendió un campo y dio lo recaudado a los Apóstoles para distribuirlo a los necesitados. Y, junto a este buen ejemplo, se encuentra uno negativo: Ananías y su mujer Safira vendieron un terreno y entregaron sólo una parte a los Apóstoles, quedándose con la otra. Este engaño los llevó a la muerte, porque habían mentido no sólo a los hombres sino a Dios.

“Estos ejemplos nos enseñan que cuando la sinceridad en el compartir no se respeta se cae en la hipocresía, alejándose de la verdad, que provoca la muerte interior”, ha señalado el Pontífice. “Los que se comportan así transitan en la Iglesia como en un albergue, y no la tienen como su casa, ni como su familia”.

 

Saludo al obispo de Córdoba

Al final de la audiencia, el Papa ha saludado de manera personal a Mons. Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, España. El prelado español ha participado en la audiencia general esta mañana acompañado de una representación de la Delegación diocesana de Juventud.

Monseñor Demetrio Fernández (Toledo, 1950) fue nombrado obispo de Córdoba el 18 de febrero de 2010 por el Papa Benedicto XVI. Inició su ministerio episcopal en la Sede de Osio el día 20 de marzo de 2010. Es miembro de la Congregación para las Causas de los Santos en el Vaticano.

 

 

 

21/08/2019-14:59
Redacción

Perú: La Conferencia Episcopal lanza un curso sobre ‘Lucha contra la corrupción’

(ZENIT – 21 agosto 2019).- Ayer, martes 20 de agosto de 2019, en una conferencia de prensa celebrada en la sede del episcopado peruano, se presentó el “Curso Virtual sobre Lucha contra la Corrupción”.

Así lo comunicó, el citado día, la Oficina de Prensa de la Conferencia Episcopal de Perú a través de una nota de prensa.

Se trata de un curso que será impartido a partir de este mismo mes de agosto por las once universidades católicas del país agrupadas en la filial de Perú de la Organización de Universidades Católica de América Latina y El Caribe (ODUCAL), con el apoyo del Instituto de Estudios Social Cristianos y la Fundación Konrad-Adenauer-Stiftung.

 

La corrupción en Perú

El acto fue presidido por Mons. Miguel Cabrejos, arzobispo metropolitano de Trujillo, presidente de la Conferencia Episcopal Peruana y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), que expuso los grandes objetivos del curso en medio del panorama actual del país: “Este virus social de la corrupción infecta nuestras instituciones públicas y privadas, y menoscaba los recursos que necesita el Estado para atender la lucha contra la pobreza”.

Y añadió: “Sin embargo, el daño también se produce sobre la forma cómo los peruanos normalizamos las situaciones de corrupción a nuestro alrededor. Tomando en cuenta esta situación, la Iglesia, a través de las Universidades Católicas del Perú, ha unido esfuerzos para elaborar y dictar este ‘Curso sobre la Lucha Contra la Corrupción’, porque queremos enfrentar este problema desde las bases, desde la educación de nuestros jóvenes, porque en sus manos está la transformación moral y cívica del Perú”.

 

Francisco: la corrupción es evitable

Además, el presidente del CELAM recordó la visita que el Francisco realizó a Perú en enero de 2018 y remitió al mensaje que el Pontífice transmitió: “Nos decía el Papa Francisco que la ‘Corrupción es evitable y exige el compromiso de todos’. Por eso, tenemos que esmerarnos desde todos los ámbitos de la vida social para que nuestro país deje de ser un lugar de escándalos de corrupción, para dar paso a un lugar de oportunidades donde todos nos sintamos identificados con el bien común, la honestidad y la equidad, ya que los que sufren las consecuencias de la corrupción son los más pobres”.

Y continuó destacando la importancia de la aportación de las universidades católicas para que los jóvenes aprendan “cómo se ha dado este fenómeno a lo largo de nuestra historia, y cómo podemos luchar contra él desde el lugar en el que nos toque estar. Este curso es una expresión de que la batalla aún no ha culminado y que el Perú libre y honesto es más fuerte que cualquier forma de impunidad”.

 

Temas del curso

Los temas que serán abordados en el consabido curso están relacionados con la historia de la corrupción en el Perú y la corrupción en el mundo, así como la corrupción y los Derechos Humanos y la corrupción en la vida pública y en la vida del individuo.

Por otro lado, también se estudiarán las consecuencias de la corrupción en la vida económica-social y en la vida política y cultural, los principios éticos de la doctrina social y las enseñanzas de Juan Pablo II y el Papa Francisco.

Además, se profundizará sobre medidas de prevención y mecanismos de control para evitar la corrupción, sobre sistemas de sanciones para disuadirla y sobre las virtudes cívicas para frenarla.

 

Universidades Católicas de Perú

Durante la presentación, el padre Juan José Lydon, rector de la Universidad Católica de Trujillo y coordinador del curso, explicó que las universidades católicas ofrecerán este curso por crédito o como material disponible para otros cursos de su currículo actual.

Igualmente, subrayó que esta formación puede dirigirse al público en general según su política y plan académico respectivos. Tanto el curso como sus materiales estarán disponibles para cualquier otra universidad que lo solicite, así como para colegios que expresen su deseo de impartirlo entre los estudiantes de secundaria a nivel nacional.

En concreto, las universidades católicas que comenzarán a dictar este curso virtual son: la Pontificia Universidad Católica de Perú (PUCP), la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo (USAT), la Universidad Católica de San Pablo (UCSP), la Universidad Católica de Trujillo (UCT), la Universidad Católica Los Ángeles de Chimbote (ULADECH), la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM), la Universidad Católica Sedes Sapiencie (UCSS), la Universidad Privada de Tacna (UPT), la Universidad La Salle Arequipa (ULS), la Universidad Femenina del Sagrado Corazón (UNIFE) y la Universidad Católica de Santa María –(UCSM).

 

 

 

21/08/2019-17:16
Rosa Die Alcolea

Francisco anima a los ancianos y enfermos a “salir al encuentro de Jesucristo”

(ZENIT – 21 agosto 2019).- Siguiendo el ejemplo del santo pontífice Pío X, cuya fiesta es hoy, el Papa ha invitado a los jóvenes, recién casados, ancianos y enfermos a “salir al encuentro de Jesucristo con la escucha de su Evangelio y con las buenas obras”.

Este es el pensamiento que el Papa Francisco ha dirigido a estos grupos, presentes en el aula Pablo VI, esta mañana, miércoles, 21 de agosto de 2019, donde se ha celebrado la audiencia general.

“Que el Espíritu Santo os sostenga en vuestro camino” les ha deseado el Pontífice.

 

 

 

21/08/2019-17:37
Rosa Die Alcolea

Oriente Medio: La comunión con Dios es “la comunión con los hermanos”

(ZENIT – 21 agosto 2019).- El Santo Padre ha dado la bienvenida a los peregrinos de habla árabe, especialmente a los del Líbano, Jordania y Oriente Medio, presentes en la audiencia general este miércoles, 21 de agosto de 2019.

La comunión con Dios se traduce en la “comunión” y en el “compartir” con los hermanos, “porque si uno dijera: ‘Yo amo a Dios’, y odiase a su hermano, sería un mentiroso. Porque el que no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve” (1 Jn 4, 20).

“¡Que el Señor os bendiga y os proteja siempre del maligno!”, se ha despedido el Pontífice de los visitantes de lengua árabe que han participado en la audiencia.

 

 

 

21/08/2019-08:31
Felipe Arizmendi Esquivel

Monseñor Felipe Arizmendi: “Jóvenes que permanecen adolescentes”

+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo Emérito de San Cristóbal de Las Casas

 

VER

Asistí al matrimonio canónico de una sobrina nieta, que duró algunos años viviendo con su pareja, tuvieron un hijo, pero no se decidían a casarse por ninguna ley, por las dudas sobre si eran el uno para el otro y si podrían llevar la vida juntos para siempre, más por sus limitaciones económicas. Son ya mayores de 30 años, pero su incertidumbre para asumir compromisos definitivos les llevó a retrasar su matrimonio.

Hace años, era común que las muchachas se casaran entre 16 y 22 años, y los muchachos entre 18 y 25. Desde esa edad, decidían comprometerse para siempre, y eran pocos los que rompían esta opción. Hoy, se retrasa mucho el matrimonio, no sólo el religioso, sino también el civil y aún la convivencia conyugal, por las inconsistencias económicas, por la prolongación de los estudios universitarios, pero sobre todo por su resistencia a asumir decisiones para toda la vida. Es más cómodo ser adolescente por largos años, depender económicamente de sus padres, nunca terminar de estudiar y gozar una libertad de solteros sin responsabilidades permanentes y definitivas.

En las comunidades indígenas, era común que los papás casaran a sus hijas entre los 14 y 16 años, muchas veces sin un noviazgo previo, y a los muchachos entre 16 y 17 años, cosa que a todas luces es inhumana, pero casi no había casos de separación o divorcio. Las mujeres así lo asumían como algo propio de su cultura. Hoy todo esto ha cambiado. Como ya estudian incluso carreras universitarias, ya viven un noviazgo, retrasan también su casamiento y conviven maritalmente, como una nueva cultura.

Yo fui ordenado sacerdote apenas con un poco más de 23 años, y asumí con entera libertad y conciencia esta consagración de por vida. El 25 de agosto cumplo 56 años de ordenación, y nunca me he arrepentido del regalo de Dios y de mi compromiso con El y con su Pueblo. Hoy, muchos jóvenes seminaristas son ordenados cerca de los 30 años, o más, y algunos retrasan su consagración porque nunca se les acaban las dudas vocacionales, padecen una inconsistencia psicológica que les hace prolongar demasiado su adolescencia y no decidirse a un compromiso de por vida.

Acabo de conocer a un joven que participó en un Preseminario, fue aceptado para ingresar al Seminario, ya terminó el bachillerato, tiene muchos deseos de ser sacerdote, pero no se decide a dar este paso y va a cursar una carrera universitaria, a ver cuándo se le pasa la adolescencia...

 

PENSAR

El Papa Francisco, en su Exhortación Christus vivit, afirma: “La juventud, fase del desarrollo de la personalidad, está marcada por sueños que van tomando cuerpo, por elecciones que construyen gradualmente un proyecto de vida. En este período de la vida, los jóvenes están llamados a proyectarse hacia adelante sin cortar con sus raíces, a construir autonomía, pero no en solitario” (137).

“Algunos jóvenes quizás rechazan esta etapa de la vida, porque quisieran seguir siendo niños, o desean una prolongación indefinida de la adolescencia y el aplazamiento de las decisiones; el miedo a lo definitivo genera así una especie de parálisis en la toma de decisiones. La juventud, sin embargo, no puede ser un tiempo en suspenso: es la edad de las decisiones y precisamente en esto consiste su atractivo y su mayor cometido. Los jóvenes toman decisiones en el ámbito profesional, social, político, y otras más radicales que darán una configuración determinante a su existencia. También toman decisiones en lo que tiene que ver con el amor, en la elección de la pareja y en la opción de tener los primeros hijos” (140).

“Pero en contra de los sueños que movilizan decisiones, siempre «existe la amenaza del lamento, de la resignación. Esto lo dejamos para aquellos que siguen a la ‘diosa lamentación’. Es un engaño: te hace tomar la senda equivocada. Cuando todo parece paralizado y estancado, cuando los problemas personales nos inquietan, los malestares sociales no encuentran las debidas respuestas, no es bueno darse por vencido. El camino es Jesús: hacerle subir a nuestra barca y remar mar adentro con Él. ¡Él es el Señor! Él cambia la perspectiva de la vida. La fe en Jesús conduce a una esperanza que va más allá, a una certeza fundada no sólo en nuestras cualidades y habilidades, sino en la Palabra de Dios, en la invitación que viene de Él. Sin hacer demasiados cálculos humanos ni preocuparse por verificar si la realidad que los rodea coincide con sus seguridades. Remen mar adentro, salgan de ustedes mismos” (141).

“Jóvenes, no renuncien a lo mejor de su juventud, no observen la vida desde un balcón. No confundan la felicidad con un diván ni vivan toda su vida detrás de una pantalla. Tampoco se conviertan en el triste espectáculo de un vehículo abandonado. No sean autos estacionados, mejor dejen brotar los sueños y tomen decisiones. Arriesguen, aunque se equivoquen. No sobrevivan con el alma anestesiada ni miren el mundo como si fueran turistas. ¡Hagan lío! Echen fuera los miedos que los paralizan, para que no se conviertan en jóvenes momificados. ¡Vivan! ¡Entréguense a lo mejor de la vida! ¡Abran la puerta de la jaula y salgan a volar! Por favor, no se jubilen antes de tiempo” (143).

 

ACTUAR

¡Jóvenes! Decídanse ya. Entreguen todo su dinamismo vital a construir su presente y su futuro, a su familia, a su comunidad, a su patria, a su Iglesia.

¡Padres de familia! Eduquen a sus hijos para que progresivamente se vayan haciendo responsables de su vida, y no los hagan eternos dependientes.

 

 

 

21/08/2019-08:47
Isabel Orellana Vilches

San Felipe Benizi (o Benicio), 22 de agosto

«Siervo de María, en cuya Orden ingresó a instancias de Ella. Fue un extraordinario apóstol de la concordia, restaurador de la paz. Cristo crucificado fue el libro de su vida»

Hoy festividad de Santa María Virgen Reina se celebra la vida de este santo que procedía de la ilustre familia de los Benizi, de Florencia, donde nació el 15 de agosto de 1233. Ese día se fundó la Orden de los Servitas, un hecho providente que involucraría en su momento a Felipe. Fue hijo único, y muy deseado durante años. De su formación se ocupó un preceptor, y después cursó estudios en París y en Padua. Y aquí puede que se hubiera doctorado en medicina y filosofía a los 19 años, si bien la doble graduación académica es un dato que precisa ser corroborado. Inclinado a la vida espiritual asiduamente visitaba la iglesia de la Annunziata, regida por los servitas, ubicada en el barrio florentino de Cafaggio.

Hallándose en el templo, mientras se oficiaba la misa en la pascua de 1254 le aconteció un hecho extraordinario que supuso un giro copernicano para su vida. El texto evangélico que le movió a actuar está reflejado en los Hechos de los Apóstoles (8, 29), y pertenecía a la lectura del día. Cuando Felipe es instado por el Espíritu Santo para que evangelice al ministro de la reina de Etiopía con estas palabras: «Acércate y camina junto a su carro». Benizi las acogió como suyas. Vio en ellas un signo de la Providencia que le llamaba por ese camino, lo cual fue corroborado cuando más tarde, orando en sus aposentos, tuvo un éxtasis. En él se veía transitando por un sendero farragoso y suplicó ayuda. Nuevamente escuchó la voz de la Virgen que iba al frente de un carro repitiendo las mismas palabras oídas en el templo, mientras le mostraba el hábito de los servitas. Un religioso que debía cerrar el recinto interrumpió el celeste instante justo cuando Felipe se disponía a dar cumplida respuesta a María. Se marchó algo incomodado por el hecho y estando en su casa volvió a escuchar la misma proposición de la Virgen. Estaba claro que la Madre le ampararía dentro de la Orden. Así que al día siguiente narró el hecho al prior de la comunidad ingresando en el convento de Cafaggio.

Fue recibido por Bonaldi, uno de los siete fundadores de la Orden, aunque buscando sosiego hubo de partir a Monte Senario. Allí se curtió en la oración y en las mortificaciones. Le agradaba la austeridad que llevaba siendo lego, trabajando en labores humildes, pero fue trasladado a Siena. Un día, el hermano que viajaba con él constató el rigor y altura de los argumentos que esgrimió para defender los dogmas, en una discusión entablada con unos dominicos. Quedó tan deslumbrado, especialmente porque la comunidad ignoraba la excepcional formación que poseía, que a pesar de sus reiteradas peticiones para que fuera absolutamente discreto, el religioso lo comunicó a los superiores. Éstos determinaron que la sabiduría de Benizi, unida a su modestia y piedad, era apta para otras misiones. Y en 1259, aunque hubiera preferido seguir una vida de anonimato, fue ordenado sacerdote. Luego sería maestro de novicios, definidor general, y general, aunque siempre tendió a querer ser eximido de estas responsabilidades que únicamente aceptó por obediencia. Siendo general reformó los estatutos de la Orden, y trabajó incansablemente por la conversión de todos.

Tenía una gran visión que era enriquecida por la gracia, de otro modo no habría vaticinado, como hizo, la santidad de personas que conocía, tanto las que pertenecían a la Orden como otras foráneas. En 1269 estuvo a punto de ser elegido pontífice, sucesor de Clemente IV, pero movido por su sentimiento de indignidad, huyó y buscó refugio en una oquedad del monte Amiata. Allí entendió que debía difundir el amor a María. Volvió a reaparecer cuando se hizo pública la elección de Gregorio X.

Después de viajar a Francia y Alemania en visita apostólica, regresó a Italia en 1272. Participó en el Concilio de Lyon con intervenciones memorables. A fuerza de insistente oración y fe libró a la fundación de la supresión que se cernía sobre ella junto a otras órdenes mendicantes. Inocencio V, tras el Concilio de Lyon de 1274 del que había emanado la indicación, comunicó al santo en 1276 la abolición de los servitas. Benizi tuvo la luz oportuna para enfocar la situación ante la Santa Sede de un modo que no peligrara su carisma inicial. Y lo logró. Se trasladó a Roma, pero Inocencio V falleció. Fue Juan XXI quien mantuvo la Orden con sus pilares primitivos.

El santo tuvo un papel esencial en la pacificación de varios estados italianos que se hallaban enemistados. Y con esta misión conciliadora viajó a Alemania a petición de Nicolás III. En 1283 fue maltratado en Forli con insultos y golpes como respuesta a una predicación en la que defendió la moral frente a la depravación. Con su virtud arrebató el arrepentimiento y conversión de su ofensor Peregrino Laziosi, que luego sería ejemplar religioso servita. Su ayuda fue decisiva para que santa Juliana Falconieri pudiera fundar la Tercera Orden de las Siervas de María que impulsó por distintos puntos de Europa.

Felipe abrió en Todi una casa para mujeres arrepentidas de su mala vida. Dos de ellas, que se hallaban entre las primeras acogidas, anteriormente habían querido tentarle, y él las convirtió. Incansable en su apostolado y en la confirmación de la fe de sus hermanos, como no podía ir a pie porque su salud estaba ya muy debilitada, viajaba en un borriquito que le proporcionaron. La Orden tenía diez mil religiosos cuando sintió que llegaba su última hora. Se refugió en Todi, musitando ante el altar de María: «Este será para siempre el lugar de mi reposo». Tenía un pequeño crucifijo, recuerdo de sus padres, que tomó en sus manos, diciendo: «Este es mi libro. Aquí es donde he aprendido el camino del cielo». Abrazado a la cruz, sintiendo la presencia de María, murió el 22 de agosto de 1285. Clemente X lo canonizó el 12 de abril de 1671.