Servicio diario - 03 de noviembre de 2020


 

PAPA FRANCISCO
Papa Francisco: “La misericordia”, el mejor testimonio de los cristianos
Gabriel Sales Triguero
Entrevista de la revista serbia ‘Politika’

PAPA FRANCISCO
Austria: Pésame del Papa tras el atentado de Viena
Larissa I. López
Oración por víctimas y heridos

IGLESIA LOCAL
Austria: Palabras del cardenal Schönborn tras el atentado en Viena
Larissa I. López
Nada puede justificar la violencia

IGLESIA LOCAL
Colombia: Celebración de la Jornada Nacional en favor de la niñez
Larissa I. López
Programa Centralidad de la Niñez

ARCHIVES
República Dominicana: Joaquín Domínguez, enlace entre Iglesia y Gobierno
Redacción zenit
Designado por el presidente de la República

CAUSAS DE SANTOS
Causas de los Santos: María Teresa del Corazón de Jesús
Marina Droujinina
Virtudes heroicas reconocidas

IGLESIA Y MUNDO
Egipto: Traslado del obispo de la eparquía de Sohag a la sede de Minya
Redacción zenit
Y nombramiento del obispo de Sohag

ESPIRITUALIDAD
Evangelio del 8 de noviembre: Reflexión del padre Antonio Rivero
Antonio Rivero
“Llevar la lámpara de la fe encendida”

TESTIMONIOS
San Carlos Borromeo, 4 de noviembre
Isabel Orellana Vilches
Cardenal de gran caridad


 

 

 

Papa Francisco: “La misericordia”, el mejor testimonio de los cristianos

Entrevista de la revista serbia ‘Politika’

noviembre 03, 2020 17:11

Papa Francisco

(zenit – 3 nov. 2020).- El Papa Francisco ha afirmado en una entrevista que “lo mejor que podemos testimoniar con nuestra vida es que los cristianos somos hombres y mujeres encontrados y perdonados por Jesucristo, la misericordia del Padre. Y es Él quién nos impulsa siempre a ir más allá para que a nadie le falte la caricia de este anuncio”.

Con motivo del centenario de la presencia de la Nunciatura Apostólica en Serbia, el Santo Padre ha dirigido unas palabras en exclusiva al diario de Belgrado Politika, el periódico más influyente del país y más antiguo de todos los Balcanes, señalando que “la injusticia nunca puede resolverse con prácticas injustas”.

Para Francisco, “los cristianos no podemos mirar para el lado y hacernos los distraídos de lo que pasa a nuestro alrededor, es más, estamos llamados a hacernos prójimos de todos y de todas las situaciones en nombre de esa solidaridad que nace de la compasión del Señor”.

 

Salir de la crisis

Con respecto a la situación actual de pandemia de COVID-19, insiste nuevamente en que de una crisis “no se sale igual; podemos salir mejores o peores, pero nunca iguales”. Las crisis pueden “amplificar las injusticias existentes a las que nos habíamos acostumbrado” o “potenciar las mejores prácticas y reacciones entre nosotros”.

Durante este tiempo de coronavirus el Papa distingue dos actitudes: la de los “auténticos ‘héroes urbanos’ armados con la solidaridad y la entrega silenciosa”; y la de los “especuladores” que sacan “rédito de la desgracia ajena” o de aquellos que “pensaban sólo en sí mismos, protestaban y se lamentaban de determinadas medidas restrictivas” para enfrentar la pandemia.

Del mismo modo, apunta cómo la emergencia sanitaria “puso en crisis nuestros modelos de organización y desarrollo, puso al descubierto muchas inequidades, graves silencios y omisiones sociales y sanitarias con muchos hermanos nuestros sometidos a procesos de exclusión y degradación”.

 

Nueva normalidad como misión

Las transformaciones “siempre tienen un costo y debemos preguntarnos quiénes lo están pagando”. Como Iglesia “estamos llamados a convocar a otros actores y estimular procesos que nos ayuden a liberar la mirada cautiva de un mundo que se organizó en torno al poder, la riqueza y la codicia”.

El Pontífice convoca entonces a crear una “(nueva) normalidad” vivida como “misión”: “Aprender a asumir y abrirnos al dolor y a la vulnerabilidad del prójimo humanizará nuestras comunidades y nos regalará una (nueva) normalidad donde la dignidad de las personas no sea una declaración de principios sino una convicción que se traduce en prácticas y estilos de vida bien concretos”.

 

Pérdida de identidad

Al ser cuestionado sobre la pérdida de identidad cristiana, cultural y personal de la sociedad actual, el Pontífice explica que son varias las generaciones “que crecieron en un mundo en cenizas de promesas incumplidas, de violencias de distintos tipos y del crecimiento exponencial y hasta obsceno de beneficios para algunos y de grandes privaciones para muchos“.

Prueba de ello es la dificultad que tienen para encontrar trabajo los jóvenes: “Sin trabajo les privamos a ellos y a la sociedad toda de la capacidad transformadora y de la oportunidad de sentirse activos protagonistas de un futuro que nos involucra y necesita a todos”. Una cultura “se vuelve estéril cuando no logra abrir espacios para que las generaciones más jóvenes se desarrollen por medio de la acción y del trabajo”, remarca.

Así, “sutilmente” se instala “un manto de orfandad social, comunitaria y espiritual: jóvenes y adultos sin referencias, sin hogar, sin comunidad”, un terreno “fecundo para el crecimiento de los populismos e integrismos”.

 

Volver a las raíces

En este sentido, el Obispo de Roma vuelve a tratar la importancia de “volver a las raíces, al rico patrimonio histórico, cultural y espiritual que cada tierra supo gestar”, pues ahí se encuentra “un antídoto natural y cultural a los nacionalismos y a todos los procesos de fragmentación y enfrentamiento”.

“Porque las raíces no son anclas que nos atan a otras épocas, sino que son un punto de arraigo que nos permite desarrollarnos y responder a los nuevos desafíos”, agrega.

A lo largo de la entrevista, el Papa Francisco habla también sobre cómo “caemos con rapidez en la tentación de creer que el odio y la violencia son una manera rápida y eficaz para la resolución de conflictos”, pero, finalmente “lo único que terminan por generar es un espiral de mayor violencia”.

Para él, “los conflictos no se resuelven en el olvido, en la ignorancia o en el borrón y cuenta nueva, sino en el diálogo que implica el reconocimiento del otro y la aceptación gozosa que estamos invitados a ampliar la mirada para reconocer un bien mayor que nos beneficiará a todos”.

 

Dialogar para amar

A continuación, expone que “el diálogo es uno de los instrumentos más privilegiadas que poseemos no solo contra la COVID, sino contra todos los demás conflictos a encarar. En este sentido las religiones tenemos una misión ineludible a desarrollar”, dijo remitiendo al Documento por la Fratenidad.

“Hay esperanza porque en muchos rincones de nuestras ciudades y pueblos se respira la sana virtud de la amistad y la buena práctica de la vecindad; condición básica para romper todo tipo de repliegue ideológico de una cultura o religión”.

 

Lampedusa, llegar a las periferias

Refiriéndose al motivo de elección de sus viajes a otros países, Francisco ha indicado que intenta “priorizar aquellos lugares donde todavía no habían recibido la visita de un Papa, inclusive en aquellas regiones en las que la presencia de la Iglesia Católica era casi nula”.

También relata cómo que su primer viaje apostólico fuera a la isla de Lampedusa en 2013: “Al leer una carta de un párroco que cuenta la historia de los supervivientes del Mediterráneo que se acercaron en situaciones dramáticas”, describe, “sentí la presencia del Señor que me mostró el camino”. Se trataba de ir allí “para unirme al grito de estos hermanos”.

Lampedusa “será un signo de lo que el Señor me invitaba a mirar y priorizar”, continúa el Pontífice: “ir a la periferia para ver mejor, para comprender mejor no solo el Evangelio sino también nuestra propia humanidad”. De este modo, en sus viajes, privilegió las regiones donde la presencia de la Iglesia estaba menos presente: “¿esos hermanos nuestros por ser pocos tienen menos derechos que el resto?”, respondió a los objetores.

Por ello, desde el comienzo de su pontificado, a menudo ha puesto de relieve a los “exiliados ocultos” que, por tener discapacidades son “tratados como cuerpos extraños en la sociedad”, a los ancianos que son considerados una “carga” porque no son “útiles”, a los migrantes que son “estigmatizados” y empleados como “chivos expiatorios” para justificar políticas discriminatorias, así como las personas que viven en las prisiones.

 

Con Larissa I. López

 

 

 

 

Austria: Pésame del Papa tras el atentado de Viena

Oración por víctimas y heridos

noviembre 03, 2020 15:50

Papa Francisco

(zenit – 3 nov. 2020).- El Papa Francisco ha mandado un telegrama de pésame por las víctimas del atentado que tuvo lugar anoche en Viena, Austria.

El mensaje ha sido enviado en nombre del Santo Padre a través del secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, al arzobispo de esa ciudad, cardenal Christoph Schönborn, y ha sido difundido hoy, 3 de noviembre de 2020, por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

 

Pésame y oraciones

En el telegrama se lee que Francisco “está profundamente entristecido por los terribles actos de violencia en Viena que han causado muerte y dolor a personas inocentes”.

El Papa manifiesta “su más profundo pésame a los familiares de los fallecidos y a todo el pueblo austriaco”, se muestra “cerca de los heridos” y reza “por su rápida recuperación”.

 

Cese de la violencia

Finalmente, el Pontífice “encomienda a las víctimas a la misericordia de Dios y pide al Señor que cesen la violencia y el odio y se promueva la coexistencia pacífica en la sociedad”. Asimismo, “acompaña de todo corazón a todos los afectados por esta tragedia con su bendición”.

Sobre esta tragedia, el Obispo de Roma también ha publicado el siguiente tweet en el día de hoy: “Expreso mi dolor y consternación por el ataque terrorista en Viena y rezo por las víctimas y sus familias. ¡Basta de violencia! Construyamos juntos la paz y la fraternidad. Solo el amor extingue el odio”.

 

Los hechos

El atentado contra seis lugares diferentes en Viena comenzó el lunes 2 de noviembre por la noche con disparos en la sinagoga Stadttempel. Cuatro personas perdieron la vida y otros quince están hospitalizados, siete de ellos en estado grave.

El agresor, de 20 años, es “simpatizante” del grupo yihadista autodenominado Estado Islámico, originario del norte de Macedonia y presenta también nacionalidad austríaca, de acuerdo a la información ofrecida por las autoridades.

 

 

 

 

Austria: Palabras del cardenal Schönborn tras el atentado en Viena

Nada puede justificar la violencia

noviembre 03, 2020 10:35

Iglesia Local
Justicia y Paz

(zenit – 3 nov. 2020).- El arzobispo de Viena, cardenal Christoph Schönborn, emitió una declaración ayer, martes 3 de noviembre de 2020, tras el atentado sucedido en la capital de Austria.

Un comando armado compuesto por al menos cuatro personas golpeó el centro de Viena anoche: el balance provisional es de cuatro muertos y 17 heridos.

“Cualquiera que sea el contexto del ataque de hoy, debe quedar claro que la violencia ciega no puede justificarse por nada”, expresó el prelado en su mensaje publicado en el sitio web de la Conferencia Episcopal Austríaca.

 

Oración

El cardenal Christoph Schönborn pidió que se rezara por las víctimas del ataque y por los servicios de emergencia: “En estas horas dramáticas rezo junto con muchos otros que están siguiendo los trágicos acontecimientos en el corazón de nuestra ciudad a través de los medios de comunicación, por las víctimas, por los servicios de emergencia y para que no haya más derramamiento de sangre”.

“El hecho de que se volvieran a hacer disparos directamente frente al templo municipal de la comunidad religiosa judía me recuerda al sangriento ataque a la sinagoga en 1981. Cualquiera que sea el contexto del ataque de hoy, debe quedar claro que la violencia ciega no puede ser justificada por nada”, dijo.

 

Tweets del purpurado

En las últimas horas, el prelado ha compartido dos mensajes en su cuenta de twitter: “Austria no debe convertirse en una sociedad que se cierra en el miedo, sino que debe seguir abierta a los demás: Incluso si ahora tenemos que mantener la distancia debido a la pandemia, con el corazón no tenemos que mantener esta distancia”.

Y “el odio no debe ser la respuesta a este odio ciego. Continuemos por el camino de la solidaridad, la comunidad y la consideración. Estos son los valores que han dado forma a Austria”.

 

 

 

 

Colombia: Celebración de la Jornada Nacional en favor de la niñez

Programa Centralidad de la Niñez

noviembre 03, 2020 13:31

Iglesia Local

(zenit – 3 nov. 2020).- El Programa Centralidad de la Niñez (PCN) abrió las inscripciones para participar en las conferencias centrales de la Jornada Nacional hacia la consolidación de una red en Colombia, por los niños y adolescentes, informa la Conferencia Episcopal de Colombia en una nota.

Se trata de una invitación dirigida a toda la comunidad latinoamericana y caribeña, vinculada al trabajo con niños, niñas y adolescentes.

El PCN es un esfuerzo interinstitucional entre el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), World Vision América Latina y el Caribe, Secretariado Latinoamericano y de Caribe Cáritas y la Federación Internacional Fe y Alegría, que tiene como objetivo la promoción, en equidad, de la centralidad de la niñez junto con las Conferencias Episcopales, Pastorales de la Niñez, Oficinas Nacionales de World Vision de la región y la Red de Escuelas del movimiento Fe y Alegría.

 

6 de noviembre

La cita es el 6 de noviembre a las 9 am (hora de Colombia), vía zoom, con transmisión a través de la página de Facebook del CELAM.

En esta ocasión, tres importantes referentes de América Latina reflexionarán sobre los desafíos y logros que consigo trae el trabajo en red. Es una oportunidad única para trazar los caminos que la Iglesia demanda en pos de articular esfuerzos en favor de la niñez, sobre todo para constituir iniciativas que prevengan todo tipo de violencia.

Los interesados en participar podrán inscribirse antes del 4 de noviembre haciendo clic en el siguiente enlace: Gran Jornada Nacional.

 

Antesala otras acciones

La jornada nacional que se ha preparado en Colombia es la antesala de las distintas acciones que los socios del Programa Centralidad de la Niñez tienen previstas para toda América Latina y El Caribe como parte de la continuidad de la campaña “Cero violencia, 100 por ciento ternura”, cuya actividad emblemática fue la caminata Huellas de Ternura.

Todas las actividades del PCN cuentan con el aval de sus organizaciones socias, mencionadas anteriormente.

A continuación, se ofrece el perfil de los ponentes del evento del próximo 6 de noviembre.

 

João Gutemberg

Nuevo secretario ejecutivo de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) abordará el tema “Experiencias desde la REPAM como expresión de sinodalidad en la Iglesia amazónica”.

Es misionero marista y forma parte de esta instancia eclesial desde su fundación contribuyendo en los últimos años al eje de Formación y Métodos Pastorales. Es brasileño.

 

Harold Segura

Director de Fe y Desarrollo de World Vision América Latina, presentará Fundamentación Yeológica para el trabajo en red desde el compromiso con los niños, niñas y adolescentes.

Desde su capacidad ecuménica y promotor de diálogo interconfesional ha logrado importantes alianzas entre católicos y evangélicos para el trabajo en red. Fue uno de los cuatro pastores evangélicos que participó de la Conferencia de Aparecida en 2007. Es colombiano.

 

Elvy Monzant

Secretario ejecutivo de la red CLAMOR. Fue el primer laico en ocupar el Departamento de Justicia y Solidaridad del CELAM entre 2015-2019, donde animó 14 programas pastorales, donde el trabajo en red fue clave.

Presentará las Experiencias desde la red CLAMOR para la articulación intereclesial. Es venezolano.

 

 

 

 

República Dominicana: Joaquín Domínguez, enlace entre Iglesia y Gobierno

Designado por el presidente de la República

noviembre 03, 2020 10:41

Iglesia Local

(zenit – 3 nov. 2020).- El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, ha designado al padre José Joaquín Domínguez Ureña como enlace entre el Poder Ejecutivo y la Iglesia Católica.

Según ha informado en una nota la Conferencia del Episcopado Dominicano, la asignación del nuevo puesto al actual secretario general adjunto se produjo mediante el decreto 583-20 el pasado 23 de octubre de 2020.

 

Joaquín Domínguez Ureña

Nació en Santiago de los Caballeros en 1977. Realizó los estudios secundarios en el Seminario Menor San Pío X (Licey, Santiago). Obtuvo el título de grado en Filosofía (Summa cum laude) en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM).

Como alumno del Almo Collegio Capranica frecuentó la Pontificia Universidad Gregoriana, Roma, y obtuvo título de grado en Teología (magna cum laude), y de posgrado en Derecho Canónico (magna cum laude). Diplomados: Pedagogía Universitaria y Comunicar para Educar, Iglesia, Comunicación y Educación, PUCMM.

Fue ordenado sacerdote en 2007, por Benedicto XVI, en la Basílica Papal de San Pedro (Vaticano), para el clero de la diócesis de Baní.

Ha desempeñado las siguientes funciones pastorales: profesor en la Escuela de Teología para Laicos (Fray Vicente Rubio, O.P.), administrador parroquial de la Parroquia Santa Cruz, Baní y capellán de la Escuela Nacional de Seguridad Ciudadana P.N. Párroco de la parroquia Santa Mónica. Secretario general adjunto de la Conferencia del Episcopado Dominicano.

Actualmente es canciller, vicario judicial, miembro del Consejo Presbiteral y del Colegio de Consultores de la Diócesis de Baní; párroco de la parroquia Cristo Salvador, San Cristóbal; capellán de la Academia para Cadetes P.N. y canciller del Ordinariato Castrense para la República Dominicana, miembro del Consejo Económico y Social y de la Junta de Directores de CENAPEC.

También es profesor y director de la Escuela de Teología (PUCMM). Colaborador del Semanario Católico Nacional Camino. Juez-presidente del Tribunal Eclesiástico Nacional de Segunda Instancia.

En el 2015 publicó un libro titulado La verdad en la caridad. A propósito de reflexiones y cánones.

 

 

 

 

Causas de los Santos: María Teresa del Corazón de Jesús

Virtudes heroicas reconocidas

noviembre 03, 2020 10:17

Causas de Santos
Testimonios

(zenit – 03 nov. 2020)-. El Vaticano ha reconocido las virtudes heroicas de la sierva de Dios María Teresa del Corazón de Jesús (1844-1908), monja española, cofundadora de las Esclavas del Divino Corazón.

El Papa Francisco ha autorizado a la Congregación para las Causas de los Santos la promulgación de ocho decretos relativos a tres milagros, cuatro mártires y dos reconocimientos de “virtudes heroicas”, durante una audiencia concedida al nuevo prefecto, el cardenal Marcello Semararo, el pasado 27 de octubre de 2020.

El reconocimiento de un milagro abriría la puerta a su beatificación.

 

Biografía de María Teresa del Corazón de Jesús

María Teresa del Corazón de Jesús nació con el nombre de Celia Méndez y Delgado el 11 de febrero de 1844 en Fuentes de Andalucía, Sevilla, en una familia acomodada de la alta sociedad.

A los 17 años se casó con Paulino Fernández de Córdoba y Vera de Aragón, marqués de la Puebla de Obando, once años mayor que ella. A petición de Celia, se distribuyeron mil panes a los pobres por la ocasión.

Cuando tenía 30, Mª Teresa del Corazón de Jesús era viuda y sin hijos. Para ella, la muerte de su marido fue “una terrible desgracia que la envolvió en soledad y tristeza”, tal y como puede leerse en su biografía publicada en español en la página web de la Congregación de las Esclavas del Divino Corazón.

En 1876, con la ayuda del padre Marcelo Spínola, futuro cardenal y fundador de las Esclavas del Divino Corazón, creó una escuela para niñas pobres, donde se convirtió en maestra. En 1884 acompañó a Spínola a Coria, Cáceres, donde iba a ser el nuevo obispo.

A la edad de 41 años, Celia confirmó su decisión de convertirse en monja y cambiar su nombre al de madre María Teresa del Corazón de Jesús. El 26 de julio de 1885, junto con Spínola, fundó la Congregación de las Esclavas del Divino Corazón, cuya vocación era “anunciar a todos los hombres el amor personal que Jesucristo nos tiene” a través de la educación.

En un momento en que las mujeres no tenían acceso al estudio, la Congregación les ofrecía educación y formación. “El estilo con el que las siervas establecen su relación con el Señor es el de María, la primera Sierva”.

Desde Coria, las monjas se trasladaron a Puente Genil y, tras un periodo de dificultades, en 1893 abrieron una casa y un colegio en Ronda, Málaga. En 1896 se trasladaron a Corteconcepción, y en 1899 a Moguer, dos fundaciones de la provincia de Huelva.

Ese mismo año, las esclavas se trasladaron a Sevilla y en 1903 a Linares, Jaén. En la actualidad, además de España, la Congregación tiene casas en Italia, Argentina, Paraguay, Ecuador, Brasil, Venezuela, Japón, Filipinas y Angola. En 2017, el Instituto tenía 288 hermanas religiosas en 44 casas.

“Después de años de duro trabajo y dedicación a estas fundaciones”, la Madre María Teresa del Corazón de Jesús murió en Sevilla el 2 de junio de 1908, a la edad de 64 años.

 

 

 

 

Egipto: Traslado del obispo de la eparquía de Sohag a la sede de Minya

Y nombramiento del obispo de Sohag

noviembre 03, 2020 17:46

Iglesia y Mundo

(zenit – 3 nov. 2020).- Mons. Ibrahim Isaac Sedrak, patriarca de Alejandría de los Coptos, con el consentimiento del Sínodo de Obispos de la Iglesia Copta y después de haber informado a la Sede Apostólica, ha trasladado al obispo Basilios Fawzy Al-Dabe de la Sede eparquial de Sohag a la de Minya, Egipto.

Igualmente, el Sínodo de Obispos de la Iglesia Patriarcal de Alejandría de los Coptos eligió como obispo de la Eparquía de Sohag, Egipto, a monseñor Thomas Halim Habib, actual consejero de la nunciatura apostólica en Malta, a quien el Santo Padre había dado su consentimiento.

Por último, el Sínodo de la Iglesia Patriarcal de Alejandría de los Coptos ha aceptado la renuncia al oficio de obispo de la Curia Patriarcal presentada por Mons. Youhanna Golta, obispo titular de Andrópolis.

Así ha informado hoy, 3 de noviembre de 2020, la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

 

Basilios Fawzy Al-Dabe

Nació el 16 de diciembre de 1956. En 1978 se graduó en Arte en la Universidad de El Cairo. Estudió Filosofía y Teología en el Seminario de Maadi y fue ordenado sacerdote el 28 de marzo de 1980 para la Eparquía de Minya de los Coptos.

En los años siguientes, fue párroco en Maghaga y Minya y durante veinticinco años director de las escuelas católicas de la eparquía.

El 14 de junio de 2019 se publicó su elección como obispo de la eparquía de Sohag; recibió la consagración episcopal el 3 de agosto del mismo año.

 

Mons. Thomas Halim Habib

Nació en Sohag, Egipto, el 6 de julio de 1963. Antes de entrar en el Seminario, se graduó en Derecho y ejerció la abogacía en Egipto. Recibió la ordenación sacerdotal el 27 de marzo de 1994, siendo incardinado en la eparquía patriarcal de Alejandría de los Coptos.

Completó su ciclo institucional en la Pontificia Universidad Urbaniana y obtuvo un doctorado en Derecho Canónico en el Pontificio Instituto Oriental. Fue nombrado responsable de la comunidad copta de Roma.

Después de sus estudios en la Academia Eclesiástica Académica Pontificia, el 13 de junio de 1998, entró en el Servicio Diplomático de la Santa Sede. Estuvo en las Representaciones Pontificias de Honduras, Rwanda, Kuwait, Irán, Irak, Líbano, Países Bajos, Argelia, Siria y Malta, primero como secretario y luego como consejero.

 

 

 

 

Evangelio del 8 de noviembre: Reflexión del padre Antonio Rivero

“Llevar la lámpara de la fe encendida”

noviembre 03, 2020 09:40

Espiritualidad

Comentario del Evangelio del domingo 8 de noviembre de 2020, Domingo XXXII del Tiempo Ordinario, escrito por el padre Antonio Rivero L.C. En su columna, titulada “Durante nuestra peregrinación hacia el cielo no olvidemos llevar la lámpara de la fe encendida y el aceite de la caridad”, habla sobre cómo mantener en vigilancia la fe hasta que el Señor vuelva.

 

DOMINGO XXXII DEL TIEMPO ORDINARIO

Ciclo A

Textos: Sap 6, 12-16; 1 Tes 4, 13-18; Mateo 25, 1-13

 

Idea principal: Dado que es incierto el día en que llegará el Señor para pedirnos cuentas de nuestra vida es de prudentes y sabios vivir en vigilancia perenne ahora, con la lámpara de la fe encendida, llena del aceite de nuestra caridad o buenas obras.

Síntesis del mensaje: el año litúrgico se encamina a su término y la Palabra de Dios nos invita este domingo a dirigir la mirada de la fe hacia “las cosas últimas”. Es de sabios meditar en las cosas venideras (primera lectura).

Esta dimensión del más allá (escatológica) tiene que estar siempre en nuestro presupuesto existencial: ¿tendremos a la hora de la muerte la lámpara de nuestra fe encendida, las cuentas exactas y saldadas, y con el aceite de la caridad a tope para alimentar la lámpara y no quedarnos a medio camino? Después de la muerte, ya no podemos llenar la lámpara.

 

Puntos de la idea principal

En primer lugar, miremos a estas muchachas del evangelio de hoy. Son necias y desprevenidas. Por eso hacen cuatro cosas inútiles: ruegan a las otras que las salven –ya no es tiempo-, salen de noche a buscar vendedores –es absurdo-, llegan a puerta cerrada –obvio- y gritan –sin ser oídas-: “Señor, Señor, ábrenos”. ¿Resultado? “No os conozco”. ¿Moraleja?

Tenemos que estar preparados para esta segunda venida de Cristo y no estar perdiendo el aceite de nuestra lámpara durante el camino de la vida por negligencia, por estar jugando en el carrusel de la fortuna y a los dados del placer. Yo, como san Pablo, sí creo en la segunda venida (segunda lectura).

Y por eso quiero estar preparado y despierto. Y quiero ayudar a otros a prepararse conmigo. De esta manera, cuando venga el Señor nos encontrará con la lámpara de la fe encendida, con el aceite de la caridad derramándose por esa lámpara, con la conciencia tranquila y con la paz en el alma esperando el abrazo de Dios.

En segundo lugar, miremos a Cristo, aquí presentado como Esposo, pues lo que allá tendremos y saborearemos serán las bodas eternas con nuestro Salvador y sus amigos que se mantuvieron fieles a la alianza. La metáfora de las bodas simboliza la relación de amor, de índole nupcial, que se entabla entre Dios y cada uno de nosotros.

¿Por qué este Esposo Cristo llega tarde, de improviso? ¿Por qué ese grito en la noche? Cristo abre la puerta a las muchachas sensatas que estaban despiertas y tenían todo preparado y entran en la fiesta de bodas. Y, tras ellas, la puerta se cierra.

Pudieron ingresar porque llenaron de aceite sus frascos, y así impidieron que la caridad, que es la llama del alma, se extinguiera. No podemos dormir. Un automovilista no puede permitirse el lujo de conducir durmiendo; un médico no puede ausentarse de una operación delicada e irse a dormir; un piloto de avión no puede convertir su cabina en salón dormitorio.Un solo instante de sueño sería fatal para tales personas y causaría un desastre nunca justificable. Así en nuestra vida cristiana.

Finalmente, y a nosotros, ¿qué nos dice esta parábola tan aleccionadora? Justamente esto: primero que estamos en la vida para ir hacia la eternidad, es decir, ese encuentro con Cristo que está ya preparando ese banquete de bodas definitivo, pues aquí en la tierra el banquete de la Eucaristía es a través del signo y del velo del sacramento; no perdamos la ruta.

Segundo, que tenemos que llenar siempre la lámpara de nuestra fe con el aceite de la caridad y amor, pues sólo así Jesús nos reconocerá y daremos con la puerta en medio de la oscuridad del camino; finalmente,  que si no hacemos esto entraremos desgraciadamente dentro del grupo de los necios y fatuos y seremos excluidos del banquete y escucharemos de Cristo: “No te conozco”.

Con esto, el Señor nos está alertando que junto con la posibilidad de la salvación final, existe la de la condenación eterna, que muchos hoy quieren negar, escudándose en este sofisma: “Dios es tan bueno, que no permitirá que ninguno se condene”. Dios es serio. “De Dios nadie se burla. Lo que el hombre siembre, eso cosechará” (cf. Gál 6, 7).

Si estuvimos jugando con la lámpara de la fe comprando otras velas en el supermercado de las sectas, tal vez se quebrará. Quien no alimenta esa lámpara con la caridad, se apagará.

Para reflexionar: ¿Tengo preparadas las maletas para mi último viaje hacia Dios? ¿Cuido mi lámpara de la fe cristiana y católica, íntegra e incontaminada? ¿Llevo aceite de caridad de repuesto durante el trayecto hacia la eternidad?

Para rezar: Señor, hazme sensato. Señor, ayúdame para no tropezar durante el camino y dejar caer mi lámpara. Señor, que camine feliz y radiante durante el trayecto hacia Ti, ayudando a mis hermanos que me necesiten, repartiendo el aceite de mi fe y amor, antes de que sea ya tarde. ¡Ven, Señor Jesús! Amén.

 

Para cualquier duda, pregunta o sugerencia, aquí tienen el email del padre Antonio, arivero@legionaries.org

 

 

 

 

San Carlos Borromeo, 4 de noviembre

Cardenal de gran caridad

noviembre 03, 2020 09:00

Testimonios

 

“Cardenal arzobispo de Milán, otra de las grandes figuras de la Iglesia. San Carlos Borromeo ascendió al cardenalato apenas entrado en la veintena. Ejerció su fecunda misión pastoral sellándola con su gran caridad, ardor apostólico, piedad y devoción”

Entre otros santos, este ilustre cardenal fue contemporáneo de Felipe Neri, Ignacio de Loyola, y Francisco de Borja. Se convertiría en una de las figuras representativas de la Contrarreforma. California honra su memoria con una misión que lleva su nombre gracias al gran apóstol franciscano y santo mallorquín, fray Junípero Serra, que lo eligió para nominar su segunda fundación en 1770. Los restos mortales de este heroico misionero, que fue beatificado por Juan Pablo II el 25 de septiembre de 1988, se custodian en el Duomo de Milán.

Carlos nació el 2 de octubre de 1538 en la fortaleza de Arona, propiedad de sus padres, los nobles Gilberto Borromeo y Margarita de Médicis, hermana del papa Pío IV. Era el tercero de seis vástagos, aunque la familia vivió la tragedia de la desaparición del primogénito que se cayó de un caballo.

Precisamente este suceso fue interpretado por el santo como una señal del cielo que le invitaba a centrarse en la búsqueda del bien, para no ser sorprendido por la postrera llamada de Dios sin estar preparado. Fue un niño devoto, prematuro en su vocación, muy responsable, como lo fue en la asunción de las altas misiones que le serían confiadas.

Con solo 12 años, san Carlos Borromeo recibió la tonsura. Luego cursó estudios en Milán y en la universidad de Pavía, formación que completó provechosamente, a pesar de que no era excesivamente brillante, y además tenía una seria dificultad para expresarse. Su conducta intachable, en la que se advertía su gran madurez, le convirtió en modelo para otros estudiantes.

Ya había muerto su hermano mayor, cuando determinó ser ordenado sacerdote después de renunciar a sus derechos sucesorios y a los bienes que llevaba anejos. También se alejó de una vida, que sin ser disipada, era bastante despreocupada, por así decir.

El lujo, la música, y el ajedrez formaban parte de su acontecer. Se doctoró a los 22 años. Unos meses antes, en enero de 1560, su tío Giovanni, elegido pontífice Pío IV tras la muerte de Pablo IV, lo designó cardenal diácono. Con posterioridad le encomendó la sede de Milán, a la que ascendió como arzobispo a la edad de 25 años, y en la que permaneció hasta el fin de sus días. Evidentemente, su carrera estaba siendo meteórica.

Por si fuera poco, el pontífice añadió nuevas misiones como legado de Bolonia, de la Romagna, de la Marca de Ancona, del protectorado de Portugal, de los Países Bajos, de los cantones de Suiza y otras. Fueron tantas y de tal envergadura las responsabilidades que recayeron sobre él que no pueden sintetizarse en este espacio. Asumió todas con dignidad, y lo más sorprendente: aún sacaba tiempo para ocuparse de asuntos familiares, hacer ejercicio y escuchar música.

Como Pío IV lo retuvo junto a él, inicialmente san Carlos Borromeo no pudo afrontar in situ los graves desórdenes que había en Milán. Un día el arzobispo de Braga, Bartolomé de Martyribus, acudió a Roma, y Carlos le confesó: “Ya veis la posición que ocupo. Ya sabéis lo que significa ser sobrino, y sobrino predilecto de un Papa, y no ignoráis lo que es vivir en la corte romana. Los peligros son inmensos. ¿Qué puedo hacer yo, joven inexperto? Mi mayor penitencia es el fervor que Dios me ha dado y, con frecuencia, pienso en retirarme a un monasterio a vivir como si solo Dios y yo existiésemos”.

El consejo que le dio el noble prelado luso fue que se mantuviese fiel a su misión. Pero más tarde, Carlos supo que el motivo del viaje de este obispo había sido renunciar a la suya, y naturalmente le pidió una explicación, que aquél le proporcionó con sumo tacto y delicadeza.

Gracias a su fe, tesón y energía logró que salieran adelante proyectos de gran calado en circunstancias adversas y sumamente difíciles. Fue un hombre de oración, caritativo, exigente y severo consigo mismo, piadoso y misericordioso con los demás, muy generoso con los pobres a los que constantemente daba limosna; un gran diplomático y defensor de la fe, así como restaurador del clero.

Convocó sínodos, erigió seminarios y casas de formación para los sacerdotes,  construyó hospitales y hospicios donando sus bienes, visitó en distintas ocasiones la diócesis, alentó en la vivencia de las verdades de la fe a todos, etc. Fue un ejemplar pastor entregado a su grey que luchó contra la opresión de los poderosos, e hizo frente también a las herejías, además de cercenar las costumbres licenciosas. “Las almas se conquistan con las rodillas”, solía decir, sabiendo el valor incomparable que tiene la oración, siempre bendecida por Dios.

Pío IV murió en 1565 y san Carlos Borromeo pudo regresar a Milán. Desempeñó un papel decisivo en el Concilio de Trento y no tuvo reparos en sujetar a los religiosos y al clero con una severa disciplina. Por este motivo, los violentos se cebaran en él al punto de atentar contra su vida, como hizo Farina en su fallido intento el 26 de octubre de 1569, después de haberla tasado en veinte monedas de oro.

Durante la epidemia de peste su objetivo principal fue atender a los enfermos acogidos en su propia casa; palió las carencias que tenían para poder vestirse utilizando los cortinajes del palacio episcopal. En 1572 participó en el cónclave que eligió a Gregorio XIII. Ese mismo año se convirtió en miembro de la Penitenciaría Apostólica.

Cuando en Milán se desató la epidemia de peste en 1576, socorrió a los damnificados, consoló a los afligidos enfermos en los lazaretos y ayudó a dar sepultura a los fallecidos. En 1578 fundó los Oblatos de San Ambrosio, congregación de sacerdotes seculares, las «escuelas dominicanas», una academia en el Vaticano, fundó el Colegio helvético para ayudar a los católicos suizos, y encomendó a Palestrina la composición de la Missa Papae Maecelli, entre otras acciones.

Maestro y confesor de san Luís Gonzaga, san Carlos Borromeo le dio la primera comunión en julio de 1580. Sus conferencias y reflexiones se hallan compendiadas en la obra Noctes Vaticanae. Murió el 3 de noviembre de 1584. Pablo V lo beatificó el 12 de mayo de 1602, y también lo canonizó el 1 de noviembre de 1610.