Servicio diario - 18 de junio de 2020


 

Laudato si’: Presentado el documento ‘En camino para el cuidado de la casa común’
Rosa Die Alcolea

Benedicto XVI viaja a Alemania para visitar a su hermano enfermo
Deborah Castellano Lubov

COVID-19: El futuro de la educación y el Pacto Educativo Global del Papa Francisco
Larissa I. López

Nuevo documento sobre Laudato si’ – Resumen del texto
Rosa Die Alcolea

COVID-19 en Latinoamérica: Monseñor Cabrejos advierte sobre la salud pública
Larissa I. López

Laudato si’: Reflexión de Gallagher sobre el documento vaticano
Deborah Castellano Lubov

Conferencia Episcopal Española: Nota sobre el nuevo Proyecto de Ley de Educación
Larissa I. López

Día del Refugiado: Misiones Salesianas piden atención para 79 millones de personas
Larissa I. López

Venezuela: El Papa nombra al obispo auxiliar de San Cristóbal
Redacción

Píldoras de esperanza: “¡Señor, Tú me sondeas y me conoces!”
Ricardo Grzona

Evangelio del domingo 21 de junio: Reflexión de monseñor Enrique Díaz Díaz
Enrique Díaz Díaz

Santa Juliana Falconieri, 19 de junio
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

Laudato si’: Presentado el documento ‘En camino para el cuidado de la casa común’

5º aniversario de la Encíclica

junio 18, 2020 15:55

Naturaleza y ambiente
Vaticano

(zenit – 18 junio 2020).- Esta mañana ha tenido lugar la presentación del documento En camino para el cuidado de la casa común – Cinco años después de la Laudato si’, elaborado por la Mesa Interdicasterial de la Santa Sede sobre la ecología integral.

A las 11:30 horas, del 18 de junio de 2020, se ha celebrado la rueda de prensa en el aula Juan Pablo II de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, cuatro meses después de que se cerrara a los usuarios por el confinamiento en Italia debido a la pandemia del coronavirus.

El documento se difunde hoy con ocasión del quinto aniversario de la Encíclica Laudato si’, firmada por el Papa Francisco el 24 de mayo de 2015 y publicada el 18 de junio del mismo año.

En el marco del año especial de aniversario de la Laudato si’, la Santa Sede propone con este texto una “hoja de ruta” para aplicar la encíclica de manera concreta, mediante la Mesa formada por los diferentes dicasterios y la colaboración de los Estados: un camino hacia la “ecología integral” que propone Francisco.

Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa del Vaticano, ha abierto la sesión, y a continuación han intervenido Mons. Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado; Mons. Fernando Vérgez Alzaga, secretario general de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano; Mons. Angelo Vincenzo Zani, secretario de la Congregación para la Educación Católica (de los Institutos de Estudios), Mons. Bruno Marie Duffé, secretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral; Aloysius John, secretario general de Caritas Internationalis; y Tomás Insúa, cofundador y director Ejecutivo del Global Catholic Climate Movement.

 

Entidades colaboradoras

El libro presentado es fruto del trabajo colegiado de numerosas entidades que trabajan dentro de la Santa Sede y la Iglesia Católica. La Mesa Interdicasterial del Vaticano sobre ecología integral ha contado con la colaboración de muchas realidades, además de las representadas en la conferencia de prensa.

Entre ellas, la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, el Dicasterio para la Comunicación, los Consejos Pontificios para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, para el Diálogo Interreligioso, para la Cultura, para la Promoción de la Nueva Evangelización, las Academias Pontificias de Ciencias y de Ciencias Sociales, el Sínodo de los Obispos y numerosas Conferencias Episcopales.

 

Objetivos

Los objetivos del texto, según ha expuesto el arzobispo Gallagher, son tres: relanzar la riqueza del contenido de una encíclica que “sigue siendo de gran actualidad”, como hemos visto a causa de la pandemia de COVID-19, ofrecer orientación sobre la lectura de la encíclica, y fomentar la colaboración entre los dicasterios de la Curia Romana y las instituciones católicas que participan en la difusión y aplicación de la Laudato si’.

Asimismo, monseñor Gallagher ha anunciado la próxima adhesión de la Santa Sede a la Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que destruyen la capa de ozono, instrumento destinado a combatir tanto el problema del llamado “agujero de la capa de ozono” como el fenómeno del cambio climático. “Un instrumento que va en la dirección deseada por el Santo Padre”, ha ratificado el secretario pontificio para las Relaciones con los Estados.

 

Medidas ecológicas en el Vaticano

Por su parte, monseñor Fernando Vérgez Alzaga, secretario general de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, expuso las medidas que se han llevado a cabo en el Estado Vaticano para “cuidar de la creación a través de pequeñas acciones cotidianas que se transformen en un estilo de vida”.

Desde la Gobernación del Estado Vaticano, apuestan por el reciclaje de los residuos, el respeto por las zonas verdes, el ahorro del consumo de agua y energía, la elección de fuentes renovables, evitar los gases de efecto invernadero, favorecer cada vez menos la contaminación atmosférica fomentando el transporte eléctrico y la elección de pesticidas y fertilizantes ecológicos que respeten la tierra y sus frutos.

Así, el secretario de Gobernación ha mencionado las diferentes medidas concretadas aplicadas en Ciudad del Vaticano, como por ejemplo, la instalación de paneles fotovoltaicos en el techo del Aula Pablo VI, la colocación de diferentes tipos de paneles solares en instancias pontificas, o la “continua sustitución de las instalaciones eléctricas por aparatos de iluminación LED”, por mencionar algunas.

 

Laudato si’ y Pacto Educativo

La encíclica Laudato si’, con sus llamadas a la educación, “atañe directamente a la Congregación para la Educación Católica por su responsabilidad hacia las escuelas y universidades”, ha remarcado el secretario de la Congregación para la Educación Católica, Mons. Angelo Vincenzo Zani.

El prelado ha recordado que el próximo 15 octubre de 2020, se celebrará de forma telemática el evento del “Pacto Educativo Mundial” convocado para el Papa Francisco en un principio para el pasado 14 de mayo, y que no se pudo celebrar por la pandemia de COVID-19. El Vaticano prevé que se celebre presencialmente en el año 2021.

En este contexto, el obispo ha indicado que el contenido del documento “atañe directamente a los procesos educativos a todos los niveles y sin duda ofrece preguntas y estímulos para la investigación científica no solo sobre el fondo de las cuestiones sino también sobre el método”.

De este modo, ha mencionado algunos ejemplos puestos en marcha a nivel universitario: a) la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá ha creado un Instituto de Estudios Superiores para promover la “Casa Común”, coordinando numerosas iniciativas en América Latina; b) Red de Universidades Católicas está promoviendo proyectos de investigación en varios continentes a través de las Facultades de Agricultura y con la participación de instituciones públicas locales; c) las Universidades Pontificias Romanas han creado un Diploma Conjunto en Ecología Integral.

 

Actuar en favor del desarrollo

Bruno Marie Duffé, secretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, ha ofrecido su visión desde este ámbito de trabajo en el Vaticano, y ha testimoniado que según su experiencia, el proyecto y la elaboración de la Encíclica Laudato si’ proponen, en sí mismos, “un enfoque”. Se trata, ante todo, de observar el mundo en el que vivimos, y en el que algunos “sobreviven”. “Observar, escuchar y dejarse conmover por lo que vivimos y por aquellos con quienes vivimos”, ha señalado.

Ha recordado que la Encíclica del Papa nos lleva a “Contemplar la belleza y la promesa de lo que se nos ha encomendado en la Creación del Padre y en el amor de Cristo” y nos impulsa a “Actuar y decidir en favor de otro desarrollo que ya no se defina como un ‘cada vez más’ y una ‘huida hacia delante’ que agota todas las formas de vida”.

Así, ha invitado a invocar la oración por el fin de la pandemia que el Papa Francisco realizó el 27 de marzo de 2020 en la plaza de San Pedro –incluida en el nuevo documento– y a leer la Encíclica Laudato si’, que sigue siendo “fuente de inspiración y de iniciativa”.

 

 

 

 

Benedicto XVI viaja a Alemania para visitar a su hermano enfermo

Matteo Bruni lo confirma a ‘zenit’

junio 18, 2020 16:45

Benedicto XVI

(zenit – 18 junio 2020).- El papa emérito Benedicto XVI ha dejado el Vaticano para visitar a su hermano enfermo, monseñor Georg Ratzinger en Baviera.

El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, lo ha confirmado a la edición de zenit en inglés, esta tarde.

“Puedo confirmar que esta mañana el papa emérito viajó a Alemania a visitar a su hermano enfermo. El papa emérito está ahora en la ciudad de Ratisbona, donde pasará el tiempo necesario”.

“Junto con él”, continuó, “están su secretario, monseñor Georg Gaenswein, un médico, una enfermera, uno de los memores domini y el comandante adjunto del Cuerpo de Gendarmería del Estado de la Ciudad del Vaticano”.

Durante el viaje de zenit a Baviera para seguir los pasos de Joseph Ratzinger, nuestra corresponsal en el Vaticano, Deborah Castellano Luboh, habló con monseñor Georg Ratzinger en su casa de Ratisbona. Se puede leer su relato (en ingés) aquí.

 

 

 

 

COVID-19: El futuro de la educación y el Pacto Educativo Global del Papa Francisco

75 años de la Confederación Interamericana de Educación Católica

junio 18, 2020 10:52

Entrevistas

(zenit – 17 junio 2020).- En el marco del 75º aniversario de la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC), zenit ha conversado con su director, Óscar Pérez Sayago, para hablar sobre esta conmemoración, así como de los retos que la irrupción de la COVID-19 supone para la educación y el próximo evento sobre el Pacto educativo global, convocado por el Papa Francisco.

La CIEC, creada por el Primer Congreso de Educación Católica (1945), es una institución de derecho civil, sin ánimo de lucro, al servicio de la Educación Católica de América, integrada en la actualidad por las Federaciones educacionales de 23 países miembros, agrupados en cinco regiones correspondientes a Norte, Caribe, Centroamérica, Andina y Sur.

 

75 aniversario de la CIEC

Sobre su aniversario, cuya fecha marcada fue pasado 7 de junio de 2020, Óscar Pérez Sayago señala las palabras del cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga, director espiritual de la CIEC, “son 75 años de servicio, 75 de amor, 75 años de una creatividad grande”. De este modo, “celebrar con júbilo un aniversario quiere decir mirar para atrás para dar gracias a Dios por todo el bien que se ha hecho, mirar el presente, porque tenemos desafíos y retos muy grandes y mirar al futuro con esperanza”.

Para celebrar todos estos años de labor, indica el presidente de la CIEC, la organización ha renovado su portal web, se ha lanzado un video de todos los presidentes de escuelas católicas de América, se ha ofrecido una amplia oferta de formación para escuelas y colegios y se han lanzado tres libros.

Igualmente, dado que la fecha ha coincidido con la irrupción del coronavirus, “esperamos el año entrante en nuestro IV Encuentro Interamericano de Pastoral Educativa celebrar con las personas”.

 

Nuevos retos en la educación

Sin duda, el sector educativo ha sido uno de los más afectados por la pandemia. Es por ello que zenit ha planteado a Sayago cuáles son los principales retos observados desde esta Confederación Interamericana y a los que este ámbito se enfrenta ante el panorama generado por la situación excepcional de emergencia sanitaria actual.

“En el corto plazo, la primera cuestión a plantearse es el efecto que va a tener en el aprendizaje de los alumnos la sustitución de las clases presenciales por la formación online y a distancia”, explica, y agrega que “puede ser difícil lograr que algunos niños y  jóvenes regresen a la escuela y permanezcan en el sistema cuando los centros escolares vuelvan a abrir”.

En cuanto a los desafíos concretos, destaca la brecha digital, ya que hay alumnos “que tienen poca o ninguna tecnología”y la falta de un espacio “adecuado para aprender”.

Es también un reto el hecho de que el alumnado suele estar acompañado por “adultos con poca escolarización” y la necesidad de “repensar los contenidos, pedagogías y modelos de aprendizaje”, de manera que en la gestión educativa “se exigen nuevas prácticas, competencias e innovaciones”.

 

Llegada del nuevo curso

Con respecto al futuro más inmediato, a la llegada del nuevo curso, que en numerosos países de Latinoamérica tiene lugar entre agosto y septiembre, Óscar apunta que la mayoría de ellos ha anunciado el regreso a las clases.

En esta línea, señala que las escuelas deben abordar nuevas cuestiones debido la nueva situación: escalonar el comienzo y cierre de la jornada escolar y el horario de las comidas; mover las aulas a espacios provisionales o al aire libre; crear turnos para reducir el número de alumnos por clases, así como garantizar el distanciamiento físico y las prácticas de higiene dentro de la comunidad educativa.

 

Pacto Educativo Global de Francisco

El pasado mes de mayo estaba previsto el encuentro Pacto Educativo Global, que fue aplazado por la COVID-19 al próximo 15 octubre y será realizado por conexión telemática, esperando que en 2021 pueda realizarse un evento presencial.

Se trata de una cita internacional en el que el Papa Francisco desea que se dialogue sobre el modo en el que se construye el futuro de nuestro planeta y llama a todos a “unir los esfuerzos por una alianza educativa amplia para formar personas maduras, capaces de superar fragmentaciones y contraposiciones y reconstruir el tejido de las relaciones por una humanidad más fraterna”.

Una alianza, continúa el Pontífice, “entre los habitantes de la Tierra y la casa común, a la que debemos cuidado y respeto. Una alianza que suscite paz, justicia y acogida entre todos los pueblos de la familia humana, como también de diálogo entre las religiones”.

Sobre la relevancia de este acontecimiento, que se acentúa en los tiempos actuales de la COVID-19, el director de la CIEC remite a las palabras la Congregación de Educación Católica: “La tragedia común de la pandemia, que une como nunca a todos los pueblos de la Tierra, hace que este llamamiento sea aún más conmemorativo”.

 

Construir una nueva humanidad

“El Pacto Educativo Global propuesto por el Papa nos invita a compartir, respetar y acoger a los demás, a construir una nueva humanidad que cuide no solo de sus hijos sino también de la naturaleza que la rodea y de cuya maravilla se alimenta”, apunta Pérez Sayago.

“De igual manera, no podemos volver a la normalidad de antes sino más bien un compromiso de conversión personal y comunitaria para reconstruir nuestro planeta”, añade.

Sobre este compromiso con el mensaje del Santo Padre, el presidente de la CIEC, subraya la labor de su organización “por animar la evangelización de los pueblos a través de la educación con un compromiso fuerte por asumir la propuesta de ecología integral como clave interpretativa de la realidad en su conjunto”.

De hecho, como parte de la preparación del evento, se han dispuesto “cantidad de materiales que presentamos a nuestras escuelas sobre el papel educativo hoy, el cuidado de la casa común y la necesidad de establecer alianzas”.

 

Reconversión, biocentrismo y fraternidad cósmica

Entre estos aportes, destaca el lanzamiento del libro Cuidar la casa común. Nuestro aporte al pacto educativo mundial durante la cuarentena, en el que se plantean tres caminos para concienciar a la población y a las escuelas sobre la necesidad de la alianza global demandada por Francisco.

En primer lugar, relata el presidente, “se nos impone toda una reconversión; se nos plantea a todos la necesidad de una revolución cultural, un cambio sustancial en la manera de experimentar la realidad y las relaciones humanas y con la naturaleza, una transformación en el modo de interpretar la vida, de vivir y de convivir”.

“En segundo lugar, se nos imponen el paso del antropocentrismo al biocentrismo, es decir, pasar de una visión de los seres humanos como dueños y dominadores de la naturaleza a entendernos como seres entre los demás seres vivos, que tenemos que vivir en armonía y comunión con el resto de la naturaleza”, prosigue.

Finalmente, en tercer lugar, el libro indica que “el camino hacia la fraternidad cósmica está señalado por la superación de la racionalidad instrumental, como único criterio de la acción humana, y la integración del pathos (sentimiento) y del eros (comunión afectiva y amorosa) también en las relaciones con la naturaleza”.

 

 

 

 

Nuevo documento sobre Laudato si’ – Resumen del texto

Presentado hoy en el Vaticano

junio 18, 2020 18:49

Desarrollo y población

(zenit – 18 junio 2020).- En camino para el cuidado de la casa común: Un nuevo documento interdicasterial sobre la Laudato si’ ha sido presentado esta mañana, 18 de junio de 2020 en la Santa Sede, en conmemoración del quinto aniversario del lanzamiento de la Encíclica del Papa Francisco.

Con el objetivo de ofrecer una orientación a las acciones de los católicos y de todos, y de llamar a cada cristiano a una sana relación con la Creación, la “Mesa Interdicasterial de la Santa Sede sobre la ecología integral” ha redactado el texto, creada en 2015 para analizar cómo promover e implementar la ecología integral.

Publicado en italiano –a la espera de ser traducido próximamente la Santa Sede en otros idiomas–, el documento se compone de cuatro partes, distribuidos en 210 páginas: Una introducción y guía de lectura, dos capítulos principales (Educación y conversión ecológica; Ecología integral y desarrollo humano integral) y una parte final dedicada al compromiso del Estado de la Ciudad del Vaticano con el reto por el cuidado del medio ambiente.

Los dos principales capítulos están formados cada uno por 12 capítulos, y presenta el mismo esquema en cada episodio: Una introducción y contextualización sobre el tema, libros y textos de referencia, buenas prácticas y algunas pistas de acción.

 

“Educación y conversión ecológica”

El texto aborda una llamada a la “conversión ecológica” desde diversos ámbitos de actuación, actualizando el mensaje principal de la Encíclica: “Todo está conectado, no hay crisis separadas, sino una única y compleja crisis socio-ambiental que requiere una verdadera conversión ecológica”.

El primer gran capítulo, “Educación y conversión ecológica”, se abre con el llamado a la necesidad de una conversión ecológica, a un cambio de mentalidad que lleve al cuidado de la vida y la Creación, al diálogo con el otro y a la toma de conciencia de la profunda conexión entre los problemas del mundo.

En el nuevo texto se sugiere el fomentar iniciativas como el “Tiempo de la Creación”, y tradiciones monásticas que enseñan la contemplación, la oración, el trabajo y el servicio. Todo para educar al conocimiento del vínculo entre equilibrio personal, social y ambiental, desde la unidad familiar hasta la formación adulta, pasando por la educación en la escuela y la universidad.

 

“Ecología integral y desarrollo humano integral”

Desde el amplio mundo del agua hasta la gestión de las finanzas, este documento recoge una serie de pautas prácticas a tener en cuenta para que los cristianos “de a pie” logren adaptar sus estilos de vida hacia un mayor cuidado de la casa común y un nuevo modelo de desarrollo sostenible.

Por otro lado, el segundo capítulo estudia la “Ecología integral y desarrollo humano integral” y abarca el tema de la alimentación, condenando el desperdicio alimentario como un “acto de injusticia”, al mismo tiempo que invitan a promover una agricultura “diversificada y sostenible”, en defensa de los pequeños productores y de los recursos naturales, y la urgencia de una educación alimentaria sana, tanto en cantidad como en calidad.

También se hace un fuerte llamamiento para que se combatan fenómenos como el acaparamiento de tierras, los grandes proyectos agroindustriales contaminantes y para que se tutele la biodiversidad. Ecos de este llamamiento se encuentran también en el capítulo dedicado al agua, cuyo acceso es “un derecho humano esencial”.

Asimismo, se aborda la temática de los mares y océanos, el buen uso de las finanzas, apuntando a la “primacía del bien común” y tratando de poner fin a la pobreza. En el ámbito de las instituciones, el documento subraya la “primacía de la sociedad civil”, al servicio de la cual deben estar la política, los gobiernos y las administraciones. Se exhorta a la globalización de la democracia sustancial, social y participativa, a una visión a largo plazo basada en justicia y moralidad y a la lucha contra la corrupción.

 

Nuevo modelo de desarrollo

Por último, el documento aborda la cuestión del clima –último capítulo de la tercera parte– conscientes de que tiene “una profunda relevancia” ambiental, ética, económica, política y social “que repercute sobre todo en los más pobres”.

En este sentido, plantean la necesidad de “un nuevo modelo de desarrollo” que vincule de manera sinérgica la lucha contra el cambio climático y la lucha contra la pobreza, “en sintonía con la Doctrina Social de la Iglesia”.

Consciente de que “no se puede actuar solos”, el documento pide un compromiso con un desarrollo sostenible “con bajo contenido de carbono” para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y propone la reforestación de zonas como la Amazonía y el apoyo al proceso internacional encaminado a definir la categoría de “prófugo/refugiado climático” para garantizar la “tutela jurídica y humanitaria necesaria”.

 

Compromiso del Estado Vaticano

El último capítulo del texto está dedicado al compromiso del Estado de la Ciudad del Vaticano, tal y como ha señalado Mons. Richard Gallagher en la presentación del texto esta mañana en la Santa Sede.

En este ámbito, se señalan cuatro áreas operacionales en las que se aplican las indicaciones de Laudato si’: Protección del medio ambiente (por ejemplo: recogida diferenciada de residuos iniciada en todas las oficinas); protección de los recursos hídricos (por ejemplo: circuitos cerrados para el agua de las fuentes); cuidado de las zonas verdes (por ejemplo: reducción progresiva de los productos fitosanitarios nocivos); y consumo de recursos energéticos (sistemas fotovoltaicos, nuevos sistemas de iluminación de ahorro energético, etc).

 

 

 

 

COVID-19 en Latinoamérica: Monseñor Cabrejos advierte sobre la salud pública

“Está en niveles inhumanos”

junio 18, 2020 14:34

Conferencias Episcopales

(zenit – 18 junio 2020).- Latinoamérica es ahora el epicentro del coronavirus en cuanto a nuevos contagios, donde “las perspectivas no son buenas” y las cifras oficiales “no parecen reflejar la gravedad de la situación”, indica monseñor Miguel Cabrejos, presidente del Consejo del Episcopado Latinomericano (CELAM) en una entrevista a la Agencia de Información SIR.

“En Perú, Chile, Brasil mismo, se hicieron un mayor número de hisopos. Probablemente no se pueda decir lo mismo de Argentina, Bolivia, Ecuador, Panamá, incluso claramente la situación no se puede entender completamente”, describe el también arzobispo de Trujillo.

 

Crisis económica

Asimismo, la emergencia sanitaria acarrea una crisis económica  que agrava la “difícil” situación anterior. “El Fondo Monetario Internacional dijo que América Latina es el área de menor crecimiento en el mundo, y CEPAL (la Comisión de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe) ha denunciado que los últimos 5 han sido los peores desde los años 70”.

Y añade que “conocemos la crisis política y social de varios países, Venezuela sobre todo, pero también la situación de la deuda argentina. Estas son crisis estructurales, tratadas hasta ahora con políticas a corto plazo. El empeoramiento del problema económico corre el riesgo de crear tensiones sociales, después de las del otoño pasado”.

En cuanto a la situación de los sistemas de salud en el continente, el presidente del CELAM los define como inhumanos: “El nivel de salud pública, en muchos casos, es incomprensible e inhumano. ¡Muchos hospitales se han derrumbado! ¡Muchos!”.

 

Labor caritativa de la Iglesia

En este panorama, el prelado destaca la labor caritativa de la Iglesia: “Cáritas, pastoral social, tanto a nivel de diócesis nacional como individual, congregaciones religiosas y asociaciones. Muchos se han organizado sobre todo para brindar ayuda en alimentos y necesidades básicas, comedores… Esto resalta que los gobiernos también pueden hablar de reactivación económica, pero el punto central sigue siendo el trabajo, si falta no comerán”.

Del mismo modo, puso el ejemplo de Iquitos, Perú, población que ha sido especialmente castigada y donde la Iglesia ha comprado oxígeno, respiradores y ventiladores para pacientes con COVID-19.

 

Preocupación por la Panamazonía

Por otro, lado, resalta que además de todas las áreas del continente, la preocupación principal es la Panamazonía y la población indígena, que está particularmente expuesta al virus: “Es un asunto muy serio, el número de personas infectadas ha aumentado enormemente”.

En esta línea, indica que la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) “está haciendo un gran trabajo en colaboración con el CELAM” y destaca que el reciente nacimiento del Organismo Episcopal Panamazónico, que fue el resultado del reciente Sínodo, “es motivo de esperanza”.

 

Migrantes

A lo largo de la entrevista, monseñor Cabrejos también habló sobre el problema de los migrantes, tanto de América del Sur – con el movimiento de venezolanos – como en América Central.

En esta línea, aludió a la “Red Clamor”, que agrupa a todos los sujetos involucrados en la asistencia y recepción de migrantes. “Está haciendo lo mejor que puede. En Perú, por ejemplo, hay más de un millón de venezolanos, y el drama es que ahora no tienen trabajo, es realmente un drama. Y a menudo entre los migrantes hay mujeres y niños”. Antes de concluir, habla de su experiencia y colaboración en Perú, especialmente en cinco áreas: “ayuda humanitaria, reflexión, acompañamiento, conciencia, capacitación y espiritualidad, comunicación, impacto y vigilancia social”.

 

Camino sinodal de la Iglesia

Finalmente, al ser cuestionado sobre cuál es la visión de la Iglesia latinoamericana que vislumbra ante la situación excepcional que estamos viviendo, afirmó: “He notado un camino maravilloso, la Iglesia no será la misma que antes. Ciertamente hay un camino sinodal que nos enfrenta y que estamos viviendo como CELAM, dentro de un replanteamiento de nuestra estructura”.

“Al mismo tiempo, la Iglesia es llamada a ser más simple, esencial, cercano a las personas, fraterno y solidario. Todos debemos sentirnos parte de la misma Iglesia universal y caminar juntos: obispos, sacerdotes, religiosos, laicos…”, concluyó el presidente del CELAM.

 

 

 

 

Laudato si’: Reflexión de Gallagher sobre el documento vaticano

“Creemos firmemente en el multilaterismo”

junio 18, 2020 18:18

Dicasterios y diplomacia del Vaticano

(zenit – 18 junio 2020).- “Creemos firmemente en el multilaterismo… Debemos trabajar juntos…”. Esto es lo que el arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario vaticano para las Relaciones con los Estados, ha expresado a zenit durante la primera conferencia de prensa, desde el confinamiento, celebrada con algunos periodistas acreditados en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, hoy, 18 de junio de 2020, a las 11:30 horas.

La conferencia se ha celebrado para presentar el documento titulado En camino para el cuidado de la casa común – Cinco años después de la Laudato si’, fruto de la colaboración interdicasterial vaticana en materia de ecología integral.

La Oficina de Prensa pasó de celebrar conferencias virtuales privadas en este período a la de hoy en persona. Al entrar, tomaron la temperatura de cada periodista, proporcionaron un desinfectante y establecieron canales para entrar y salir de la sala. La prensa acreditada por el Vaticano necesitaba usar mascarillas y sentarse en asientos designados, socialmente distantes.

Junto con el arzobispo Gallagher, han intervenido monseñor Mons. Fernando Vérgez Alzaga, secretario general de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano; Mons. Angelo Vincenzo Zani, secretario de la Congregación para la Educación Católica (de los Institutos de Estudios), Mons. Bruno Marie Duffé, secretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral; Aloysius John, secretario general de Caritas Internationalis; y Tomás Insúa, cofundador y director Ejecutivo del Global Catholic Climate Movement.

zenit preguntó al ministro de Asuntos Exteriores del Vaticano sobre dónde el documento habla sobre la “ética en las relaciones internacionales” en la página 144, y cómo se refiere a los desafíos que no pueden ser resueltos solamente a nivel de los estados individuales. Reconociendo que en los últimos tiempos, a menudo se observa que instituciones internacionales como las Naciones Unidas, por ejemplo, no tienen la fuerza para imponer normas y leyes vinculantes a los estados soberanos individuales, preguntaron “¿cómo espera que los jefes de los distintos estados adopten esta ética que este documento invoca?”.

“Creemos firmemente en el multilateralismo”, respondió el ministro de Asuntos Exteriores del Vaticano, subrayando: “Creemos que las organizaciones multilaterales, que se establecieron después de la Segunda Guerra Mundial, son indispensables para el futuro, para el mundo y para nuestra sociedad”.

“Pero al mismo tiempo –dijo– ni siquiera creemos que estas organizaciones sean perfectas, por lo que también deben acoger las críticas y estar abiertas a la reforma”.

La cuestión, señaló, “es que sin una reforma, sin un compromiso renovado y una colaboración mutua, no es posible, como dijo, enfrentar problemas que no están contenidos dentro de las fronteras de un solo país, por ahora”.

“También lo vemos con la pandemia, que no respeta fronteras, pero se extiende por todas partes”.

Por esta razón, monseñor Gallagher subrayó, “tenemos que trabajar juntos, y las organizaciones multilaterales son una herramienta indispensable en esta lucha”.

El Vaticano informó de que el documento de 227 páginas será traducido a otros idiomas en un futuro próximo.

A continuación, sigue la intervención completa del arzobispo Gallagher en la conferencia de prensa.

***

 

Intervención del arzobispo Gallagher

Queridas Excelencias, Señoras y Señores,

Es un placer para mí estar aquí con vosotros para la presentación del texto “En camino hacia el cuidado de la casa común – Cinco años después de la Laudato Si`, elaborado por la Mesa Interdicasterial de la Santa Sede sobre ecología integral, que comenzó este trabajo en 2018, cuando recibió la aprobación del Santo Padre, a quien tuve el privilegio de entregar la primera publicación ayer por la tarde.

Puede ser interesante repasar brevemente la génesis de este texto, cuyo principal objetivo, conviene subrayar, no es duplicar la Laudato Si’ a través de reflexiones de valor ético ya bien desarrolladas en la propia encíclica.

Los objetivos del texto, son de hecho, diversos y múltiples:

– relanzar la riqueza del contenido de una encíclica que, aunque acaba de cumplir cinco años, sigue siendo de gran actualidad, como lo demuestra aún más la situación mundial provocada por la pandemia de Covid-19.

– ofrecer orientación sobre la lectura de la encíclica, promoviendo los elementos operacionales que surjan de sus reflexiones y minimizando el riesgo de malentendidos.

– fomentar la colaboración entre los dicasterios de la Curia Romana y las instituciones católicas que participan en la difusión y aplicación de la Laudato sí’, valorando al máximo sus numerosas sinergias.

El libro que tenéis ante vosotros es, de hecho, el fruto del trabajo colegiado de numerosas entidades que trabajan dentro de la Santa Sede y la Iglesia Católica, a las que damos las gracias. La Mesa Interdicasterial de la Santa Sede sobre ecología integral ha contado con la colaboración de muchas realidades, además de las que están representadas en esta conferencia de prensa. Puedo citar por ejemplo la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, el Dicasterio para la Comunicación, los Consejos Pontificios para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, para el Diálogo Interreligioso, para la Cultura, para la Promoción de la Nueva Evangelización, las Academias Pontificias de Ciencias y de Ciencias Sociales, el Sínodo de los Obispos, numerosas Conferencias Episcopales, a menudo representadas por sus reuniones internacionales, como SECAM para África, FABC para Asia, FCBCO para Oceanía, CELAM para América Latina, CCEE y COMECE para Europa, las Uniones Internacionales de las y de los Superiores Generales, algunas redes de organizaciones no gubernamentales como la CIDSE.

Además de la participación de las instituciones antes mencionadas, también se involucraron las nunciaturas apostólicas, a las que se pidió que dieran indicaciones sobre buenas prácticas y modelos operativos para la aplicación de la Laudato si’ que hubieran sido realizadas en sus países por las realidades locales relacionadas con la Iglesia Católica.

Sólo esta larga lista pone de relieve el intenso trabajo que ha llevado a la redacción de un texto que ha visto la sucesión de numerosos borradores y que se ha enriquecido cada vez más en contenido, manteniendo ,sin embargo, una dimensión simple, concisa y orientada a la acción, y permaneciendo anclado en el enfoque en el que se centra la encíclica: el de la ecología integral.

A este respecto, se ha intentado ofrecer al lector respuestas a una pregunta que aparece en la conclusión del texto: “¿Y nosotros qué debemos hacer?”, ajustándose al enfoque de Laudato si‘ al tener en cuenta una amplia gama de situaciones que van desde la vida cotidiana de la economía nacional hasta las consecuencias para la comunidad internacional.

En relación con este último aspecto y como una prueba más de este compromiso, me complace informaros de la próxima adhesión de la Santa Sede a la Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que empobrecen la capa de ozono, instrumento destinado a combatir tanto el problema del llamado “agujero de la capa de ozono” como el fenómeno del cambio climático. Un instrumento que va en la dirección deseada por el Santo Padre, cuando afirma en Laudato sí, en el n. 112, que “la libertad humana es capaz de limitar la técnica, orientarla y ponerla al servicio de otro tipo de progreso, más sano, más humano, más social, más integral”.

Queridas Excelencias, Señoras y Señores,

La pandemia del Covid-19 nos empuja aún más a hacer de la crisis socioeconómica, ecológica y ética que estamos viviendo un momento propicio para la conversión y para la toma de decisiones concretas e impostergables, como bien se evidencia en el texto que tenéis ante vosotros.

Para ello, necesitamos una propuesta operativa, que en este caso es la ecología integral. Como se indica en el texto, esta requiere una “visión integral de la vida para elaborar lo mejor posible políticas, indicadores, procesos de investigación e inversión, criterios de evaluación, evitando concepciones erróneas del desarrollo y el crecimiento” (pág. 9); una “visión de futuro, que debe concretarse en los lugares y espacios donde se cultivan y transmiten la educación y la cultura, se crea conciencia, se forma la responsabilidad política, científica y económica y, en general, se actúa responsablemente” (pág. 11).

Esto representa un reto exigente, pero también una oportunidad muy actual para “diseñar y construir juntos un futuro que nos vea unidos en la custodia de la vida que se nos ha dado y en el cultivo de la creación que nos ha sido confiada por Dios para que la hagamos fructificar sin excluir ni desechar a ninguno de nuestros hermanos y hermanas” (pág. 16). Es una tarea compleja y llena de escollos dictada por la dificultad de que prevalezcan los intereses comunes sobre los particulares, de reconocer que “el todo es superior a la parte” (Evangelii gaudium, n. 237). Se trata de una tarea que requiere un “diálogo honesto y coherente sobre el bien común, capaz de potenciar el multilateralismo y la cooperación entre los Estados y destinado a evitar los peligros de la explotación política y económica” (pág. 219). Cooperación multilateral que, es bueno repetir, es necesaria pero no suficiente para dar una respuesta adecuada, integral e inclusiva al gran y estimulante desafío que enfrenta nuestro tiempo y que debe ser abordado con urgencia.

Nuestro deseo es que este texto pueda ser una contribución eficaz a la formulación de esta respuesta.

¡Gracias!

 

© Librería Editorial Vaticana

 

 

 

 

Conferencia Episcopal Española: Nota sobre el nuevo Proyecto de Ley de Educación

Publicado durante el “estado de alarma”

junio 18, 2020 13:17

Conferencias Episcopales

(zenit – 18 junio 2020).- La Comisión Episcopal para la Educación y Cultura de la Conferencia Episcopal Española ha emitido una nota sobre el Proyecto de Ley de Educación publicado por el Gobierno español durante el “estado de alarma” ocasionado por la pandemia del coronavirus.

Según informa la Confederación Española de Colegios Concertados (CECE), esta Ley elimina la demanda social como criterio de programación de plazas gratuitas y permite la distribución del alumnado por la administración educativa sin tener en cuenta la libertad de elección de los padres.

También habla de un derecho a la educación pública que difiere del mero derecho a la educación reconocido en la Constitución; introduce la figura de un comisario político en los centros concertados; y posterga la enseñanza de la Religión, imponiendo una nueva asignatura en valores éticos y cívicos que no se apoya en valores consensuados.

Del mismo modo, limita la autonomía de los centros, arremete contra la educación diferenciada y pone en duda la supervivencia de los centros específicos de Educación Especial.

 

Derecho a la educación y a la libertad

Dado que este Proyecto de Ley afecta a toda la sociedad española y al futuro de todos, la Comisión para la Educación y la Cultura, tras examinarlo, insiste “en la necesidad de proteger y promover el derecho a la educación y la libertad de enseñanza, tal como se explicitan en la Constitución y en su interpretación jurisprudencial”.

Igualmente, el comunicado expresa la preocupación de que “se recojan plenamente las consecuencias de estos principios en la nueva Ley, y en primer lugar el respeto por la responsabilidad y los derechos de los padres en la educación de los hijos”.

“Si el Estado tiene una tarea principal en la defensa y la promoción del bien de la educación para todos, no es sin embargo el sujeto del derecho educativo”, aclara.

En este sentido, se expone como necesario que, a diferencia del actual Proyecto, “la futura Ley siga recogiendo la ‘demanda social’ en todas las etapas del proceso educativo, desde la libertad de elección de centro escolar, que incluye la gratuidad de la enseñanza sin discriminaciones, al trato en igualdad de condiciones de los diversos centros y a la libertad para su creación”.

 

Asignatura de Religión

Debido a que la formación integral es un principio educativo recogido también por la Constitución Española, la Comisión apunta que, en consecuencia, “no puede excluirse del ámbito escolar la educación de la dimensión moral y religiosa de la persona, de modo que ésta pueda crecer como sujeto responsable y libre”, recogida en la asignatura de Religión y reconocida en otros sistemas educativos europeos.

Del mismo modo, insiste en que dicha materia “no puede plantearse de manera ajena a la identidad cultural, moral y religiosa de la persona” y que el conocimiento de la sociedad actual “no se entendería sin conocer y comprender la fe cristiana”: “Conocer y comprender la propia realidad es el método adecuado para poder luego actuar con libertad”.

El texto clarifica también que la asignatura de Religión “puede ser integrada de varios modos en el área de conocimiento que le corresponda en el currículo, de modo que no se generen para nadie agravios comparativos y debe ser una asignatura comparable a otras asignaturas fundamentales” y, por tanto, evaluable de igual manera.

 

Disponibilidad para el diálogo

Además, el comunicado subraya que estos derechos y libertades, estos bienes relativos a la educación, recogidos en la Constitución, “han sido también confirmados en varias ocasiones por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional” y están contenidos en los Acuerdos del Estado español con la Santa Sede.

Finalmente, la Conferencia Episcopal Española recuerda que no se puede ignorar el marco jurídico fundamental, que, “defendiendo los derechos y libertades fundamentales, constituye la base no solo de nuestro ‘pacto social’, sino también de un muy deseable ‘pacto escolar’” y ofrece su “plena disponibilidad” para dialogar y colaborar en el proceso de preparación de la nueva Ley de Educación.

 

 

 

 

Día del Refugiado: Misiones Salesianas piden atención para 79 millones de personas

A la comunidad internacional

junio 18, 2020 17:31

Jornadas Mundiales

(zenit – 18 junio 2020).- En el Día Mundial del Refugiado, Misiones Salesianas pide a la comunidad internacional que en estos tiempos de pandemia no se olvide a los más de 79,5 millones de personas desplazadas o refugiadas.

Este llamado, difundido a través de una nota de la propia Misiones Salesianas, se produce ante la llegada del Día Mundial del Refugiado, celebrado el 20 de junio de 2020.

En la misma, se señala que el coronavirus sigue afectando a la mayoría de países del mundo y que “la pandemia no ha distinguido entre países desarrollados y en vías de desarrollo, entre economías solventes con sistemas sanitarios modélicos y regiones endeudadas y poblaciones desprotegidas”.

No obstante, continúa el texto, “estas últimas son las que más están sufriendo las consecuencias al haberse quedado sin trabajo y no tener acceso a los alimentos ni a los productos de higiene” y la población refugiada “es una de las más afectadas por la pandemia”.

 

Situación en los campos de refugiados

“La COVID-19 supone un alto riesgo en un campo de refugiados y es difícil cumplir con los protocolos de seguridad y la distancia”, explica el misionero Lazar Arasu que trabaja en el asentamiento de refugiados de Palabek, en el norte Uganda. En este asentamiento viven más de 56.000 personas y, como otros campos de refugiados, constituye un lugar de alto riesgo.

La nota insiste en el hecho de que más de 79,5 millones de personas en el mundo viven lejos de lugares de origen y que más de 34 millones lo hacen, además, en otro país, convirtiéndose en refugiados.

Cada día 37.000 personas se ven obligadas a abandonar sus hogares y el coronavirus no ha interrumpido esta situación. “Al miedo al contagio y a que se produzca un brote entre las personas refugiadas se suman la falta de alimentos, la falta de acceso a la sanidad, el cierre de las escuelas y de las parroquias y la obligación de permanecer en casa confinados”, indica el comunicado.

 

Asentamiento en Palabek, Uganda

Así, por ejemplo, en el asentamiento de refugiados Palabek en Uganda hay alrededor de 30.000 niños y niñas sursudaneses y “ahora no tienen nada que hacer. Tras el cierre de los colegios y la difícil situación a la que se enfrentan están teniendo problemas de ansiedad y han visto empeorada su escasa calidad de vida”, explica Arasu.

Hace unos días se detectó el primer positivo en el asentamiento de una persona que viajó desde Sudán del Sur. “El asentamiento sólo tiene dos centros de salud y una ambulancia, pero durante algunos días vinieron muchas más de la ciudad para llevarse a más de 40 personas con las que había tenido contacto la enferma, así que esperemos que no se extienda”, relata el misionero salesiano en Palabek Ubaldino Andrade.

También, debido a la pandemia, las raciones de alimentos para los refugiados se han reducido en un 30%. “Con lo que reciben los refugiados es imposible poder sobrevivir”, recalcan los misioneros.

“No podemos volver a fallar a estas personas que no tienen nada, que dejaron atrás sus hogares, su familia, sus amigos… para salvar la vida. Debemos ser refugio”, advierte José Antonio San Martín, director de la organización.

 

Misiones Salesianas

Nace en 1875, cuando San Juan Bosco envía un grupo de diez misioneros a la Patagonia Argentina. Han pasado más de 140 años desde entonces, en los que más de 10.000 salesianos han sido enviados a países de misión. Hoy en día, su presencia alcanza más de 130 países en los que desarrollan proyectos en favor de la infancia más desfavorecida.

Desde Misiones Salesianas se atiende a más de 400.000 personas refugiadas y desplazadas. Trabajamos en campos como el de Kakuma, en Kenia, o Palabek en Uganda y también a personas en las fronteras como la de México con EE.UU o en Colombia y Perú con los desplazados venezolanos.

Igualmente, trabajan en Egipto con refugiados sursudaneses, en Turquía con refugiados de Afganistán, Siria y Pakistán y en Europa ofreciendo alternativas a las personas que llegan con dificultades, sobre todo a los menores no acompañados (MENAS).

 

 

 

 

Venezuela: El Papa nombra al obispo auxiliar de San Cristóbal

Rev. Juan Alberto Ayala Ramírez

junio 18, 2020 12:45

Iglesia católica

(zenit – 18 junio 2020).- El Papa Francisco ha nombrado obispo auxiliar de la diócesis de San Cristóbal de Venezuela (Venezuela) al reverendo Juan Alberto Ayala Ramírez, del clero de la diócesis de San Cristóbal de Venezuela, hasta ahora vicario episcopal del área territorial Espíritu Santo y párroco de Nuestra Señora de los Ángeles en La Grita, asignándole la sede titular de Rusubisir.

El nombramiento ha sido anunciado hoy, 18 de junio de 2020, por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

 

Rev. Juan Alberto Ayala Ramírez

Nació en San Pedro de Pregonero, Municipio Uribante, en la diócesis de San Cristóbal de Venezuela, el 15 de noviembre de 1973. Completó su formación sacerdotal en el Seminario Mayor diocesano.

Obtuvo la Licenciatura en Educación en el Instituto Universitario Eclesiástico Santo Tomás de Aquino de Tariba (Venezuela), asistió a un curso de especialización en Formación Sacerdotal y Pastoral Vocacional en Milán (Italia) de la Universidad Pontificia Regina Apostolorum de Roma y al Máster en Neurocompetencias para la Educación de la Universidad Internacional del Caribe, en Curaçao.

Recibió la ordenación sacerdotal el 1 de noviembre de 2002. incardinado en la diócesis de San Cristóbal de Venezuela.

 

Encargos pastorales

En su labor pastoral, ha ocupado los siguientes cargos: secretario del obispo, secretario de la Curia Diocesana, notario del Tribunal Diocesano, canciller de la Curia, director de la Pastoral Vocacional y profesor del Instituto Universitario Eclesiástico Santo Tomás de Aquino.

También ha ejercido como vicerrector del Seminario Menor, director de la Unidad educativa del Seminario menor Santo Tomás de Aquino, profesor del Seminario Mayor, párroco de Nuestra Señora de los Ángeles en La Grita y vicario episcopal del área territorial Espíritu Santo.

 

 

 

 

Píldoras de esperanza: “¡Señor, Tú me sondeas y me conoces!”

Jueves, 18 junio 2020

junio 18, 2020 09:20

Espiritualidad y oración

 

Reflexión de los Evangelios diarios

Invocamos al Espíritu Santo

“Espíritu Santo llena de alegría y paz mi corazón y da sabiduría a mi mente para poder entender la Palabra de Dios. Amén”

 

Evangelio según San Mateo 6,7-15

“Cuando estén orando, no digan palabras repetidas sin sentido, como hacen los paganos, porque ellos piensan que serán escuchados por su palabrería. No sean como ellos, porque antes de pedir, su Padre ya sabe lo que necesitan. Por tanto, ustedes oren así:

‘Padre Nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga tu reino, hágase tu voluntad en el cielo como en la tierra. Danos hoy el pan nuestro de cada día. Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a quienes nos ofenden, y no nos dejes entrar en la tentación, sino líbranos del mal’.

Porque si perdonan a las personas sus faltas, su Padre, en el cielo, también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a estas personas, tampoco su Padre perdonará a ustedes sus ofensas”.

Palabra del Señor

 

¿Qué dice el texto?

“…Porque antes de pedir, su Padre ya sabe lo que necesitan…”.

 

¿Qué nos dice Dios hoy a nosotros Dios en el texto?

Tal vez de los textos más conocidos y repetidos en la historia del cristianismo sea la oración llamada del Padre Nuestro. Y la hemos estudiado y recitado muchísimas veces en nuestra vida. Y ¡qué hermoso! cuando vamos a comer y no tenemos otras palabras para darle gracias a Dios, que recitar esta oración. Cuando queremos pedir por alguna necesidad de alguien lo hacemos y así seguimos con amor respondiendo al Señor con esta oración.

Pero veamos qué nos dice el Señor: que antes de pedir algo, nuestro Padre ya sabe lo que necesitamos. Es bueno preguntarnos de verdad si creemos en que Dios conoce nuestro interior. Y es válido preguntarnos, de verdad, si el Señor conoce estas necesidades, por qué no nos ayuda sin que se lo pidamos… Este cuestionamiento es lógico desde un punto de vista humano. Pero Jesús está invitándonos a la humildad, a ser de verdad receptivos de la gracia de Dios. No sería bueno para nosotros que todo nos salga bien sin saber el porqué. Es bueno pedirle al Señor lo que necesitamos para vivir, pero sobre todo para vivir en profundidad.

¿Cómo te sientes hoy día? Estás con tristeza, melancolía, ánimos altos y grandes horizontes… de cualquier manera Dios conoce esta situación tuya y Él te acompaña. Te invito a que vuelva a recitar esta oración diciendo con fe, muy lentamente las palabras del Padre Nuestro. Poniéndote en manos del Señor con fe y con esperanza. Sabiendo incluso que las dudas son humanas.

Te invito a que repitas durante el día esta frase del Salmo 139:

“¡Señor, Tú me sondeas y me conoces!”

Te invito a conocer más de nuestro trabajo diario sobre la Lectura Orante de la Biblia.

 

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Fundación Ramón Pané

 

 

 

 

Evangelio del domingo 21 de junio: Reflexión de monseñor Enrique Díaz Díaz

“No tengan miedo”

junio 18, 2020 10:02

Espiritualidad y oración

 

XII Domingo Ordinario

Jeremías 20, 10-13: “El Señor ha salvado la vida de su pobre de la mano de los malvados”

Salmo 68: “Escúchame, Señor, porque eres bueno”

Romanos 5, 12-15: “El don de Dios supera con mucho el delito” 

San Mateo 10, 26-33: “No tengan miedo a los que matan el cuerpo”

 

Por las ramas

Era un árbol del que estaba orgullosa toda la colonia. Era como un referente para todos sus habitantes; a su sombra habían jugado cuando eran niños, sus ramas conocían sus primeras travesuras y todos lo miraban con cariño. Por eso cuando llegó una plaga y empezó a manchar sus hojas, se organizaron y pronto buscaron los mejores insecticidas y pesticidas para salvarlo. Y lo lograron, por aquella vez, pero, las recientes lluvias con sus fuertes vientos lo derribaron y dejaron al descubierto sus raíces carcomidas por los drenajes y las plagas que nunca conocieron. “Nosotros curábamos sus ramas y sus hojas, pero él se estaba pudriendo por dentro”, dijo con tristeza un colono.

 

No tengan miedo

El temor y la inseguridad, como lo demuestran muchas encuestas, son el pan de cada día y una de las mayores preocupaciones de nuestro tiempo. No podemos abandonar la casa, no podemos caminar con seguridad, no podemos ni siquiera confiar en los más cercanos. De todos se duda, la desconfianza ha ganado un espacio en nuestro corazón. Por eso me llama mucho la atención la insistencia del Evangelio de este día: “No tengan miedo”. Se lo dice a sus apóstoles que realmente corrían graves peligros. El pasaje evangélico que hoy leemos forma parte de las instrucciones que Jesús da a sus discípulos cuando los envía a la misión, como lo veíamos hace ocho días. Los exhorta a no dejarse vencer por el desánimo, el temor o las críticas de los hombres. Incluso se entiende como una advertencia a no temer a los grupos armados y a las fuerzas que de una y otra parte surgían: Roma para mantener subyugados a los pueblos tributarios y las innumerables rebeliones que buscaban atacar y dañar a Roma. Y, en medio de los conflictos, los mensajeros del Evangelio. ¿Cómo no tener miedo?

 

Invitación a confiar

La invitación a no tener miedo se repite varias veces y recuerda pasajes como el de Jeremías que tenía que proclamar un mensaje molesto para los demás y peligroso para él. Pero en la misma primera lectura, el profeta aparece confiado en las manos de Dios. Las enseñanzas de Jesús se dirigen a sus discípulos y pretenden infundir fortaleza y valor ante el rechazo o la persecución. Cada vez que se invita a no temer, se mencionan los motivos por los cuales los testigos del Evangelio no deben temer miedo. Así, cada una de las expresiones. “No tengan miedo” va seguida de una nueva razón. En primer lugar el Evangelio posee una fuerza imparable y el mensaje que Jesús ha encargado terminará por hacerse público. En segundo lugar se sitúa a los discípulos ante el juicio final para hacerles comprender que el juicio de los hombres no es definitivo, sino el de Dios. No dependen de la estima que tengan los hombres por ellos, sino de su real fidelidad al amor y a la Palabra de Dios. Por último se establece la mayor seguridad: estamos en manos Dios, padre providente, cuya solicitud llega a vencer extremos insospechados. El Evangelio, la verdad y el amor de Dios-Padre, son las razones que Jesús ofrece para seguridad de sus discípulos.

 

Barrotes y cerraduras

¿Nosotros en qué basamos nuestra seguridad? Construimos fortalezas, ponemos nuevas cerraduras, doble candado y alarma; y terminamos prisioneros de nosotros mismos y con el enemigo dentro de nuestros hogares. Crece entre nosotros el miedo social, la sospecha de todo, la inseguridad y la necesidad de defenderse y buscar cada uno la salida a su propia vida. Pero muchas veces descuidamos lo esencial. Llevamos a nuestros hogares la envidia y el orgullo, la valoración superficial de la persona, se utiliza la mentira, se engaña y se prostituye… Tememos a los que matan el cuerpo, pero llevamos con nosotros a los que matan el alma. El miedo hace imposible la construcción de una sociedad más humana, el miedo destruye la libertad, el miedo ata y empobrece.

 

¿Cómo educamos?

Me impresiona este evangelio porque Cristo es muy consciente de los peligros que afrontarán sus discípulos, pero también da una seguridad en la Buena Nueva que se anuncia, en la verdad que se proclama y en el amor en que confiamos. Me cuestiona sobre todo por lo que hacemos todos los días y en especial a el nivel educativo. No estamos educando en los verdaderos valores, en el servicio y en amor. Desde la infancia se adquieren miedos y complejos, ansias y anhelos que no son los que propone Cristo. Queremos salvar el árbol fumigando solamente las ramas, pero no vamos a la raíz. Cuando un corazón está vacío ¿cómo podremos convencerlo que luche por grandes ideales? Cuando se ha aprendido a depender en todo momento de las cosas materiales, ¿cómo pedir que se entusiasmen por el proyecto de Jesús que nos pide amar a todos? Cuando lo que importa es el que dirían ¿cómo construir un corazón sincero y recto? La fama, el dinero, el placer son los criterios que van aprendiendo los niños en casa. Y después se sienten desprotegidos pues no hay dinero suficiente que forje un verdadero hombre o una verdadera mujer, si no se han sembrado los valores en su corazón.

Platiquemos con Jesús cuáles son nuestros miedos, cuáles son nuestras seguridades, si estamos dando más importancia a los que matan el cuerpo o a los que matan el alma, si hemos entrado en la espiral de la violencia. ¿Qué pensamos cuando Cristo nos dice que no tengamos miedo y nos ofrece como seguridad los brazos amorosos de un Padre providente?

Padre misericordioso, ayúdanos a descubrir cuáles son los verdaderos peligros que están destruyendo nuestras familias, nuestra sociedad y nuestra Iglesia; y danos la fortaleza y sabiduría necesarias para afrontarlos. Amén.

 

 

 

 

Santa Juliana Falconieri, 19 de junio

Pasión por el Santísimo Sacramento

junio 18, 2020 09:00

Testimonios de la Fe

 

“Pasión por el Santísimo Sacramento. A punto de morir se obró un prodigioso milagro que le permitió recibir el Cuerpo de Cristo en unas circunstancias que le hubieran impedido comulgar como suplicó con vehemencia”

Se la considera fundadora de las Siervas de la Virgen María, aunque en realidad fue contemporánea de los iniciadores de la misma. Tal reconocimiento devino al transcurrir el tiempo ya que muchas jóvenes desearon seguir sus pasos. Los hechos verificables de su vida los proporciona fray Pablo Attavanti, quien en el siglo XV recogió testimonios orales acerca de la santa en sus “Diálogos sobre el origen de la Orden” y “Cuaresmario”. Nació en Florencia, Italia, en 1270. Era sobrina de san Alejo Falconieri, al que escuchó predicar sobre el juicio final cuando era adolescente. A su familia, que poseía cuantiosos bienes, se debía la construcción de la iglesia de la Annunziata cuyos claustros se acostumbró a recorrer buscando la soledad y el silencio para elevar sus plegarias a Dios y recibir la Eucaristía; la devoción por ella caracterizó su vida. En esta etapa consagró su virginidad y determinó seguir a Cristo.

Su tío era uno de los siete fundadores de los Siervos de María, y al conocer el estilo de vida que llevaban se sintió llamada a encarnarlo. Se encomendó a María y cuando obtuvo el permiso correspondiente de su familia vistió el hábito de esa Orden, que le impuso san Felipe Benicio; era la primera mujer que lo hacía, ya que se trataba de una institución integrada por varones. Siguió viviendo en su domicilio porque su padre había muerto y se ocupaba de atender a su madre. Entre tanto, otras jóvenes que compartían su mismo ideal frecuentaban la Annunziata, donde se hallaban los Siervos, hasta que todas se congregaron para vivir unidas en una casa colindante a la iglesia. Se cubrieron con una capa larga –de ahí su nombre de Mantellate–, que simbolizaba su espíritu penitencial, y se propusieron contemplar la Pasión y muerte de Cristo meditando en el dolor de la Virgen. Juliana era muy devota de Ella, a la que dedicaba los sábados, como hacía los viernes con la Pasión de Cristo.

Fue creciendo espiritualmente siguiendo las pautas evangélicas, ayudada por la oración y un ayuno tan severo que afectó a su estómago al punto que fue incapaz de retener los alimentos; las vigilias y cilicios la dejaban extenuada. Así dominó las tentaciones que le sobrevinieron. El maligno la tuvo en su punto de mira. Insultos, golpes, intentos de mancillar su pureza… Todo en vano; no pudo arrastrarla consigo. Era noble; estaba llena de inocencia evangélica. La simple idea del mal le horrorizaba: “prefiero morir antes que manchar mi alma con la culpa más pequeña”. Su caridad y bondad, junto con su espíritu obsequioso, indujo a muchas personas a la conversión. Daba tales pruebas de amor a Dios que sus conversaciones eran más persuasivas que el sermón de los más insignes predicadores. Fue solícita con los pobres a los que trató con ternura.

Las jóvenes que comenzaron a imitar su forma de vida adoptaron junto a ella el carisma de los Siervos de María. Cuando el número creció, tomaron el nombre de “Siervas de la Virgen María”. La santa redactó un reglamento, aprobado nada menos que por cuatro pontífices (Honorio IV, Nicolás IV, Benedicto XI y Martín V), y encabezó su cumplimiento. Después de la muerte de su madre se desprendió de todos sus bienes, que dio a los pobres, y en 1302 se trasladó con la comunidad. En 1306 fue unánimemente elegida superiora tal como san Felipe Benicio le vaticinó que sucedería siendo una niña. Acogió con lágrimas esta misión, que en absoluto deseaba para ella, puesto que únicamente quería cumplir con fidelidad la observancia, pero la encarnó de manera admirable. Su ascesis y cuantas mortificaciones realizaba las ofrecía también por las almas del purgatorio. A través de sus ayunos y oraciones obtenía la gracia de restaurar la paz donde había discordia.

Dios quiso premiar su virtud con una serie de signos extraordinarios. Muchos enfermos solían curarse con el simple roce de sus manos. Pero el hecho más significativo sucedió en el momento de su muerte a la que llegó habiendo cultivado su honda devoción mariana y un apasionado amor a la Eucaristía. Como su estómago no podía contener ningún alimento, pasó por la prueba más dolorosa de sus días al ver que no podía recibir el Cuerpo de Cristo porque corría el riesgo de vomitarlo. Ya llevaba un tiempo sin comulgar, pero en ese último trance rogó vehementemente al padre Giacomo da Campo Reggio que al menos pudieran permitirle ver y adorar la Eucaristía. El sacerdote atendió esta súplica, y Juliana le pidió que se la pusieran sobre su pecho ya que su organismo no la admitía. Lo hicieron. Le colocaron un mantel blanco, elemento litúrgico, y sobre él la Forma consagrada que desapareció milagrosamente, tras lo cual expiró musitando: “Mi dulce Jesús”.

Al amortajarla sus hermanas vieron que sobre su piel, a la altura del corazón, se apreciaba claramente la huella de una cicatriz que tenía los visos de haber sido el lugar por donde penetró la Sagrada Forma. La iconografía acostumbra a representarla reproduciendo este milagroso hecho. Inocencio XI la beatificó el 8 de julio de 1678. Y Clemente XII la canonizó el 16 de junio de 1737.