Servicio diario - 17 de junio de 2020


 

Audiencia general: 5 características de Moisés en la catequesis del Papa
Rosa Die Alcolea

Videomensaje del Papa Francisco a los trabajadores del mar
Larissa I. López

Llamamiento del Papa Francisco en el “Día de la conciencia”
Rosa Die Alcolea

Audiencia general: Ciclo de catequesis del Papa sobre la oración (7)
Rosa Die Alcolea

Jornada de santificación sacerdotal: El Papa invita a rezar por los sacerdotes
Rosa Die Alcolea

Vaticano: Firma de protocolo entre la Autoridad Financiera y el Auditor General
Larissa I. López

Papa Francisco: Nuevo libro reflexiona sobre el vocabulario del Pontífice
Larissa I. López

“Por un Perú sin hambre”: Campaña de los obispos y la Fundación Teletón
Larissa I. López

Audiencia general: Saludo del Pontífice a los fieles de habla árabe
Rosa Die Alcolea

COVID-19: Cáritas Bolivia alerta que los mayores son los más vulnerables
Larissa I. López

Píldoras de esperanza: “¡En tu voluntad, Señor, encontramos nuestra paz!”
Ricardo Grzona

Monseñor Felipe Arizmendi: “El mejor antivirus, la solidaridad”
Felipe Arizmendi Esquivel

San Gregorio Barbarigo, 18 de junio
Isabel Orellana Vilches

España: El cardenal Omella participa en un diálogo sobre el mundo tras el COVID-19
Redacción


 

 

 

Audiencia general: 5 características de Moisés en la catequesis del Papa

Texto completo

junio 17, 2020 13:39

Audiencia General

(zenit – 17 junio 2020).- El Papa Francisco ha pronunciado la séptima catequesis sobre la oración: “La oración de Moisés” (Gen 32, 25-30), desde la audiencia general celebrada en la biblioteca del Palacio Apostólico hoy, miércoles 17 de junio de 2020.

En este itinerario sobre el tema de la oración, el Papa señaló que Dios nunca amó tratar con orantes “fáciles” y ni siquiera Moisés será un interlocutor “débil”, desde el primer día de su vocación.

El Santo Padre ha destacado cinco característica de Moisés, el profeta de Madián, a través de las que el hombre se verá reflejada al orar con Dios: amistad con el Señor, coherencia con sus raíces, humanidad y temor, intercesión a Dios y puente de unión entre Dios y los hombres.

 

Amigo de Dios

Moisés es tan amigo de Dios “como para poder hablar con Él cara a cara”, describe Francisco. “Y será tan amigo de los hombres como para sentir misericordia por sus pecados, por sus tentaciones, por la nostalgia repentina que los exiliados sienten por el pasado, pensando en cuando estaban en Egipto”.

 

No reniega de su pueblo

“Es un hombre del pueblo” asegura el Pontífice. Moisés no reniega de Dios, pero ni siquiera reniega de su pueblo. “Es coherente con su sangre, es coherente con la voz de Dios. Moisés no es, por lo tanto, un líder autoritario y despótico”.

Además, el Obispo de Roma indica que Moisés nunca perdió la memoria de su pueblo, y asegura que esta “es una grandeza de los pastores: no olvidar al pueblo, no olvidar las raíces”.

 

Intercesor

“Pensemos en Moisés, el intercesor”, ha aconsejado el Papa: “Cuando nos entren las ganas de condenar a alguien y nos enfademos por dentro –enfadarse hace bien, pero condenar no hace bien– intercedamos por él: esto nos ayudará mucho”.

En este sentido, el profeta “nos anima a rezar con el mismo ardor que Jesús, a interceder por el mundo, a recordar que este, a pesar de sus fragilidades, pertenece siempre a Dios”.

 

Humano

El Papa Francisco describe a Moisés como “un hombre como nosotros” y revela que tenía en el corazón temores, dudas y miedos. “¿Cómo puede rezar Moisés?” planteó Francisco. “También esto nos sucede a nosotros: cuando tenemos dudas, ¿pero cómo podemos rezar? No nos apetece rezar. Y es por su debilidad, más que por su fuerza, por lo que quedamos impresionados”.

 

Puente

“Moisés no cambia al pueblo”, apunta el Santo Padre. “Es el puente, es el intercesor. Los dos, el pueblo y Dios y él está en el medio. No vende a su gente para hacer carrera. No es un arribista, es un intercesor: por su gente, por su carne, por su historia, por su pueblo y por Dios que lo ha llamado. Es el puente”.

Y también hoy, afirma el Santo Padre, “Jesús es el pontifex, es el puente entre nosotros y el Padre. Y Jesús intercede por nosotros, hace ver al Padre las llagas que son el precio de nuestra salvación e intercede. Y Moisés es la figura de Jesús que hoy reza por nosotros, intercede por nosotros”.

A continuación sigue la catequesis del Papa Francisco completa:

***

 

Catequesis del Papa Francisco

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En nuestro itinerario sobre el tema de la oración, nos estamos dando cuenta de que Dios nunca amó tratar con orantes “fáciles”. Y ni siquiera Moisés será un interlocutor “débil”, desde el primer día de su vocación.

Cuando Dios lo llama, Moisés es humanamente “un fracasado”. El libro del Éxodo nos lo representa en la tierra de Madián como un fugitivo. De joven había sentido piedad por su gente y había tomado partido en defensa de los oprimidos. Pero pronto descubre que, a pesar de sus buenos propósitos, de sus manos no brota justicia, si acaso, violencia. He aquí los sueños de gloria que se hacen trizas: Moisés ya no es un funcionario prometedor, destinado a una carrera rápida, sino alguien que se ha jugado las oportunidades, y ahora pastorea un rebaño que ni siquiera es suyo. Y es precisamente en el silencio del desierto de Madián donde Dios convoca a Moisés a la revelación de la zarza ardiente: “Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Moisés se cubrió el rostro, porque temía ver a Dios” (Éxodo 3,6).

A Dios que habla, que le invita a ocuparse de nuevo del pueblo de Israel, Moisés opone sus temores y sus objeciones: no es digno de esa misión, no conoce el nombre de Dios, no será creído por los israelitas, tiene una lengua que tartamudea… Y así tantas objeciones. La palabra que florece más a menudo de los labios de Moisés, en cada oración que dirige a Dios, es la pregunta “¿por qué?”. ¿Por qué me has enviado? ¿Por qué quieres liberar a este pueblo? En el Pentateuco hay, de hecho, un pasaje dramático en el que Dios reprocha a Moisés su falta de confianza, falta que le impedirá la entrada en la tierra prometida. (cf. Números 20,12).

Con estos temores, con este corazón que a menudo vacila, ¿cómo puede rezar Moisés? Es más, Moisés parece un hombre como nosotros. Y también esto nos sucede a nosotros: cuando tenemos dudas, ¿pero cómo podemos rezar? No nos apetece rezar. Y es por su debilidad, más que por su fuerza, por lo que quedamos impresionados. Encargado por Dios de transmitir la Ley a su pueblo, fundador del culto divino, mediador de los misterios más altos, no por ello dejará de mantener vínculos estrechos con su pueblo, especialmente en la hora de la tentación y del pecado. Siempre ligado al pueblo. Moisés nunca perdió la memoria de su pueblo. Y esta es una grandeza de los pastores: no olvidar al pueblo, no olvidar las raíces. Es lo que dice Pablo a su amado joven obispo Timoteo: “Acuérdate de tu madre y de tu abuela, de tus raíces, de tu pueblo”. Moisés es tan amigo de Dios como para poder hablar con Él cara a cara (cf. Éxodo 33,11); y será tan amigo de los hombres como para sentir misericordia por sus pecados, por sus tentaciones, por la nostalgia repentina que los exiliados sienten por el pasado, pensando en cuando estaban en Egipto.

Moisés no reniega de Dios, pero ni siquiera reniega de su pueblo. Es coherente con su sangre, es coherente con la voz de Dios. Moisés no es, por lo tanto, un líder autoritario y despótico; es más, el libro de los Números lo define como “un hombre muy humilde, más que hombre alguno sobre la haz de la tierra” (cf. 12, 3). A pesar de su condición de privilegiado, Moisés no deja de pertenecer a ese grupo de pobres de espíritu que viven haciendo de la confianza en Dios el consuelo de su camino. Es un hombre del pueblo.

Así, el modo más proprio de rezar de Moisés será la intercesión (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 2574). Su fe en Dios se funde con el sentido de paternidad que cultiva por su pueblo. La Escritura lo suele representar con las manos tendidas hacia lo alto, hacia Dios, como para actuar como un puente con su propia persona entre el cielo y la tierra. Incluso en los momentos más difíciles, incluso el día en que el pueblo repudia a Dios y a él mismo como guía para hacerse un becerro de oro, Moisés no es capaz de dejar de lado a su pueblo. Es mi pueblo. Es tu pueblo. Es mi pueblo. No reniega ni de Dios ni del pueblo. Y dice a Dios: “¡Ay! Este pueblo ha cometido un gran pecado al hacerse un dios de oro. Con todo, si te dignas perdonar su pecado…, y si no, bórrame del libro que has escrito” (Éxodo 32,31-32). Moisés no cambia al pueblo. Es el puente, es el intercesor. Los dos, el pueblo y Dios y él está en el medio. No vende a su gente para hacer carrera. No es un arribista, es un intercesor: por su gente, por su carne, por su historia, por su pueblo y por Dios que lo ha llamado. Es el puente. Qué hermoso ejemplo para todos los pastores que deben ser “puente”. Por eso, se les llama pontifex, puentes. Los pastores son puentes entre el pueblo al que pertenecen y Dios, al que pertenecen por vocación. Así es Moisés: “Perdona Señor su pecado, de otro modo, si Tú no perdonas, bórrame de tu libro que has escrito. No quiero hacer carrera con mi pueblo”. Y esta es la oración que los verdaderos creyentes cultivan en su vida espiritual. Incluso si experimentan los defectos de la gente y su lejanía de Dios, estos orantes no los condenan, no los rechazan. La actitud de intercesión es propia de los santos, que, a imitación de Jesús, son “puentes” entre Dios y su pueblo. Moisés, en este sentido, ha sido el profeta más grande de Jesús, nuestro abogado e intercesor. (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 2577). Y también hoy, Jesús es el pontifex, es el puente entre nosotros y el Padre. Y Jesús intercede por nosotros, hace ver al Padre las llagas que son el precio de nuestra salvación e intercede. Y Moisés es la figura de Jesús que hoy reza por nosotros, intercede por nosotros.

Moisés nos anima a rezar con el mismo ardor que Jesús, a interceder por el mundo, a recordar que este, a pesar de sus fragilidades, pertenece siempre a Dios. Todos pertenecen a Dios. Los peores pecadores, la gente más malvada, los dirigentes más corruptos son hijos de Dios y Jesús siente esto e intercede por todos. Y el mundo vive y prospera gracias a la bendición del justo, a la oración de piedad, a esta oración de piedad, el santo, el justo, el intercesor, el sacerdote, el obispo, el Papa, el laico, cualquier bautizado eleva incesantemente por los hombres, en todo lugar y en todo tiempo de la historia. Pensemos en Moisés, el intercesor. Y cuando nos entren las ganas de condenar a alguien y nos enfademos por dentro –enfadarse hace bien, pero condenar no hace bien– intercedamos por él: esto nos ayudará mucho.

 

© Librería Editorial Vaticano

 

 

 

 

Videomensaje del Papa Francisco a los trabajadores del mar

“Sabed que no estáis solos”

junio 17, 2020 16:50

Papa y Santa Sede

(zenit – 17 junio 2020).- El Papa Francisco envía un videomensaje a los trabajadores del mar y a sus familias en el que les agradece su labor y les recuerda: “sabed que no estáis solos y que no estáis olvidados”.

En el video, difundido este 17 de junio de 2020 por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Santo Padre les dedica unas palabras en estos “tiempos difíciles para el mundo porque nos enfrentamos al sufrimiento causado por el coronavirus”.

Francisco expresa su cercanía a los marineros y pescadores, pues él mismo les acompaña en la oración junto con los capellanes y voluntarios de Stella Maris.

 

Oración de alivio y consuelo

“Hoy deseo enviaros un mensaje y una oración de esperanza, una oración de alivio y de consuelo contra toda adversidad. Al mismo tiempo, animo también a todos los que trabajan con vosotros en el apostolado del mar”, concluye el Santo Padre.

En su videomensaje, Francisco señala que el trabajo de este colectivo “se ha vuelto aún más importante, para proveer a la gran familia humana de alimentos y otros géneros de primera necesidad”.

 

Agradecimiento

Igualmente, el Pontífice manifiesta que “os estamos muy agradecidos” porque “sois una categoría muy expuesta” y en estos últimos meses vuestra vida y vuestro trabajo han cambiado considerablemente y os habéis enfrentado —y todavía os enfrentáis— a muchos sacrificios, a largos períodos de alejamiento a bordo de los barcos sin poder bajar a tierra”.

“Que el Señor bendiga a cada uno de vosotros, bendiga vuestro trabajo y a vuestras familias; y que la Virgen María, Estrella del Mar, os proteja siempre. Yo también os bendigo y rezo por vosotros. Y vosotros, por favor, no os olvidéis de rezar por mí. Gracias”, concluye el Obispo de Roma.

 

 

 

 

 

 

Llamamiento del Papa Francisco en el “Día de la conciencia”

En memoria de Sousa Mendes

junio 17, 2020 12:50

Jornadas Mundiales
Papa y Santa Sede

(zenit – 17 junio 2020).- Hoy es el “Día de la conciencia”, inspirado en el testimonio del diplomático portugués Aristides de Sousa Mendes, que hace ochenta años “decidió seguir la voz de la conciencia y salvó la vida de miles de judíos y otros perseguidos”, ha recordado el Papa Francisco en la audiencia general.

Desde la biblioteca del Palacio Apostólico, este miércoles, 17 de junio de 2020, el Santo Padre ha exhortado a “que se respete siempre y en todas partes la libertad de conciencia” y que “cada cristiano dé ejemplo de coherencia con una conciencia recta e iluminada por la Palabra de Dios”.

 

Sousa Mendes, un fascista justo

En la primavera de 1940, Sousa Mendes era el cónsul general de Portugal en Bordeaux, Francia, cuando la blitzkrieg (guerra relámpago) nazi desbordó las defensas francesas en Sedán, el 14 de mayo.

Una multitud de refugiados de diversas nacionalidades, entre ellos miles de judíos, llegó a la ciudad francesa con la esperanza de obtener una visa de tránsito hacia Portugal para luego viajar a América.

A pesar de las directivas del gobierno del dictador portugués Antonio de Oliveira Salazar, que prohibían a sus diplomáticos extender visas a judíos expulsados de sus países de origen, Sousa Mendes emitió miles de permisos de tránsito no sólo en Bordeaux sino también en Bayona y en las calles de Hendaya, en la frontera con España. Gracias a su gestión alrededor de treinta mil refugiados recibieron ayuda, entre ellos diez mil judíos que evitaron una muerte segura en las cámaras de gas.

 

Desobedecer

Él arguyó que fue un comando de su dios: “Si tengo que desobedecer, prefiero que sea una orden de los hombres y no una del Señor”, dijo entonces, místico, recoge en su relato el periodista Martín Caparrós. Y desobedeció: “A partir de ahora daré visas a todos; ya no hay nacionalidades, razas o religiones”, dijo.

El Gobierno de Portugal entonces lo suspendió, lo juzgó y lo echó del servicio. Pero, sin embargo, honró a su conciencia y dio aquellas visas: un papel sellado era, todavía, un compromiso. Según Caparrós, Aristides de Sousa murió arruinado en 1954. Más tarde, en 1966 el Yad Vashem –Memorial del Holocausto, en Jerusalén– lo declaró “justo entre los hombres” y plantó 20 árboles para su memoria. Desde entonces, se celebran numerosos homenajes en su memoria.

 

 

 

 

Audiencia general: Ciclo de catequesis del Papa sobre la oración (7)

“La oración de Moisés”

junio 17, 2020 11:51

Audiencia General

(zenit – 17 junio 2020).- Moisés era tan amigo de Dios que hablaba con Él “cara a cara”, ha enseñado esta mañana el Papa Francisco en su catequesis sobre la oración, en el marco de la audiencia general.

El Pontífice ha ofrecido este miércoles, 17 de junio de 2020, la séptima reflexión sobre la “oración”, un tema indispensable para el católico.

Tomando como referencia a Moisés, Francisco recuerda que su oración era de “intercesión”, siendo esta la “plegaria de los verdaderos creyentes”, que a pesar de sus fragilidades tratan de ser “puentes” entre Dios y su pueblo. Además, ha indicado que el profeta “siguió siendo tan amigo de los hombres que tenía misericordia por sus pecados e rezaba por ellos”.

 

Temores y dudas

Moisés presentó a Dios sus temores y objeciones ante la misión que le confería, de volver a Egipto y de ocuparse de su pueblo que sufría, ha aclarado el Papa. “No se consideraba digno de esa tarea, tartamudeaba; no conocía el nombre de Dios para presentarse ante los israelitas”. Con estos miedos y vacilaciones, ha advertido, “vemos en Moisés a un hombre como nosotros”. Y Dios, sin embargo, “le confió grandes responsabilidades y, a pesar de ellas, supo mantener lazos de solidaridad con su pueblo”.

Su oración estaba siempre cargada de “porqués”, recuerda el Pontífice. “¿Por qué me enviaste? ¿Por qué quieres liberar a esta gente? Esta falta de confianza en Dios le impidió entrar en la tierra prometida”.

 

Moisés, fugitivo

En el itinerario sobre el tema de la oración que ha planteado el Santo Padre, se ha visto que “a Dios le gusta tratar con personas a veces ‘difíciles’, y lo comprobamos con Moisés”, ha explicado Francisco.

“Cuando Dios lo llamó, Moisés era humanamente ‘un fracaso’”, ha señalado. “El libro del Éxodo lo describe como un fugitivo en la tierra de Madián, después de haber defendido a uno de su pueblo. Sus sueños de gloria se esfumaron: Moisés ya no era un funcionario prometedor, sino un fracasado que pastoreaba un rebaño que ni siquiera le pertenecía. Y es precisamente en el silencio del desierto donde Dios se le reveló en la zarza ardiente: ‘Yo soy el Dios de tus padres’, le dijo, y le encomendó la liberación de Israel”.

 

Éxodo 32:11-14

El Papa Francisco se ha inspirado en este pasaje del Evangelio para meditar sobre Moisés:

Entonces Moisés suplicó ante el Señor su Dios, y dijo: Oh Señor, ¿por qué se enciende tu ira contra tu pueblo, que tú has sacado de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte? ¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: “Con malas intenciones los ha sacado, para matarlos en los montes y para exterminarlos de la faz de la tierra”? Vuélvete del ardor de tu ira, y desiste de hacer daño a tu pueblo. Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel, siervos tuyos, a quienes juraste por ti mismo, y les dijiste: “Yo multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo, y toda esta tierra de la cual he hablado, daré a vuestros descendientes, y ellos la heredarán para siempre”. Y el Señor desistió de hacer el daño que había dicho que haría a su pueblo.

 

 

 

 

Jornada de santificación sacerdotal: El Papa invita a rezar por los sacerdotes

En la fiesta del Sagrado Corazón

junio 17, 2020 14:39

Audiencia General

(zenit – 17 junio 2020).- A escasos días de la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, y de la Jornada de santificación sacerdotal, el Papa Francisco invita a rezar por los sacerdotes, “por vuestro párroco, por aquellos que están cerca de ustedes y conocen… para que a través de vuestra oración el Señor los fortalezca en su vocación, los conforte en su ministerio y sean siempre ministros de la Alegría del Evangelio para todas las gentes”.

Esas han sido sus palabras en la audiencia general, este miércoles, 17 de junio de 2020, al terminar de resumir en español la catequesis sobre “La oración de Moisés”, momento que aprovecha para saludar a los fieles de lengua española que siguen la audiencia a través de los medios de comunicación.

 

Oración por la Santificación de los Sacerdotes

En la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, la Iglesia también celebra la Jornada Mundial de Oración por la Santificación de los Sacerdotes, convocada por san Juan Pablo II a través de la Congregación para el Clero.

“Pidamos también sacerdotes santos, formados ‘según el Sagrado Corazón de Cristo’”, decía San Juan Pablo II, quien estableció que esta jornada de oración se realice en el día del Corazón de Jesús.

El Santo Padre ha continuado con el ciclo de catequesis sobre la oración este miércoles desde la biblioteca del Palacio Apostólico, donde se reúne con representantes de diferentes idiomas para celebrar la audiencia general en streaming, frente a las cámaras.

Después de resumir su meditación en diversas lenguas, el Pontífice ha saludado a los fieles y luego ha dirigido un llamamiento con motivo del Día de la Conciencia que se celebra hoy, en memoria del diplomático portugués Aristides Sousa Mendes.

 

 

 

 

Vaticano: Firma de protocolo entre la Autoridad Financiera y el Auditor General

Para mejorar el desarrollo de sus funciones

junio 17, 2020 18:16

Vaticano

(zenit – 17 junio 2020).- La Autoridad de Información Financiera (AIF) y la Oficina del Auditor General firmaron un protocolo de entendimiento el pasado 16 de junio, indica la Oficina de Prensa de la Santa Sede en un comunicado.

Este documento, firmado por el presidente de la AIF, Dr. Carmelo Barbagallo, y el auditor general ad interim, Dr. Alessandro Cassinis Righini, está destinado a fortalecer “las ya intensas relaciones de colaboración existentes entre ambas Autoridades, también mediante la celebración de reuniones periódicas tanto a nivel estratégico como operativo”.

Además, el protocolo permitirá “cumplir mejor las funciones asignadas por la ley vaticana, respectivamente, a la AIF en lo que respecta a la lucha contra el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo y, a la Oficina del Auditor General, en lo que respecta a la lucha contra la corrupción”, concluye la nota.

 

Autoridad de Información Financiera

La Autoridad de Información Financiera (AIF) es la autoridad competente del Estado de la Ciudad del Vaticano para la lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.

En los últimos meses, el Papa Francisco ha realizado una serie de nombramientos y renovado los cargos de esta oficina como parte de los pasos destinados a garantizar la transparencia en la entidad.

 

Oficina del Auditor General

El 24 de febrero de 2014, el Santo Padre, a través de la Carta Apostólica en forma de Motu Proprio Fidelis dispensator et prudens, confió a la Oficina del Auditor General la tarea de auditar los Dicasterios de la Curia Romana, las instituciones relacionadas con la Santa Sede o aquellas relacionadas con ella, así como las administraciones del Gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano.

Además de llevar a cabo con autonomía e independencia las auditorías financieras de las entidades de la Santa Sede y del Estado Vaticano, esta oficina actúa como Autoridad Anticorrupción de conformidad con la Convención de Mérida, vigente para la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano desde el 19 de octubre de 2016.

 

 

 

 

Papa Francisco: Nuevo libro reflexiona sobre el vocabulario del Pontífice

Prefacio de Bartolomé I

junio 17, 2020 11:24

Libros y recensiones
Papa y Santa Sede

(zenit – 17 junio 2020).- La Librería Editorial Vaticana publica un libro sobre la terminología utilizada por el Santo Padre, titulado Un Vocabulario del Papa Francisco (Un vocabolario di Papa Francesco), informa L’Osservatore Romano.

Desde la “B” de “Bautismo” a la “S” de “Speranza” (en italiano), el volumen propone reflexiones a través de las palabras clave del mensaje y el ministerio del Pontífice. Editado por Joshua J. McElwee y Cindy Wooden, el prefacio está escrito por el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, y la introducción por el cardenal arzobispo de Boston, monseñor Sean O’Malley.

 

La “sacralidad de las palabras”

Tal y como señala el patriarca Bartolomé, “las palabras son una expresión intrínseca de la vida, nuestro más íntimo reflejo de la divinidad, la identidad misma de Dios: ‘En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios’ (Juan 1,1)”.

Asimismo, señala que, a través de  las palabras y reflexiones del Santo Padre “hemos experimentado la sacralidad de las palabras”: “Recordamos y somos conscientes de que las palabras son capaces de construir puentes, pero también muros. Por lo tanto, juntos, hemos buscado promulgar un diálogo de amor y verdad, ‘actuando según la verdad en la caridad’ (Ef 4:15)”.

 

Principios fundamentales del Papa

El líder ortodoxo describe que los términos seleccionados en este volumen “son los que distinguen y evocan los principios fundamentales que el Papa Francisco ha privilegiado y hecho suyos”.

En este sentido, señala cómo el ministerio del actual Pontífice está “enteramente dedicado a Jesús y a la Iglesia como el Cuerpo de Cristo, mientras que al mismo tiempo cuenta con poner de relieve los abusos clericales y fomentar un mayor reclutamiento de responsabilidad”; y cómo “se esfuerza por relacionar los sacramentos de la Iglesia con la vida concreta del mundo, desde el Bautismo hasta las lágrimas”.

Bartolomé I continúa apuntando que Francisco “dentro de la Iglesia como institución, desea menos clericalismo y más colegialidad, mientras continúa advirtiendo contra la indiferencia y apoyando el discernimiento” y en la relación entre la Iglesia Católica y otras iglesias “promueve el diálogo y el ecumenismo, el encuentro y el abrazo”.

Y resalta que en lo referente la comunidad global el Papa “revela la compleja conexión entre el capitalismo y la creación, la persecución y los refugiados”, así como su preocupación por la familia, las mujeres, los niños y la familia y los abuelos.

 

Las virtudes de Francisco

No obstante, al patriarca ecuménico le llama especialmente la atención sobre el Obispo de Roma son “sus virtudes específicas, que definen su mensaje y dan testimonio de él”:  dignidad y justicia, misericordia y esperanza y, sobre todo, el amor y la alegría.

“Este libro trasciende las meras palabras. Es un hermoso mosaico de mentes coloridas y atractivas que revelan al hombre misericordioso y compasivo que conocimos como el Papa Francisco”, concluye el prefacio de Bartolomé I en su prefacio.

 

 

 

 

“Por un Perú sin hambre”: Campaña de los obispos y la Fundación Teletón

A partir del 19 de junio

junio 17, 2020 12:31

Conferencias Episcopales

(zenit – 17 junio 2020).- La Conferencia Episcopal Peruana (CEP) y la Fundación Teletón han lanzado la campaña “Por un Perú sin hambre” para recaudar fondos destinados ofrecer, a través de Cáritas Perú, alimentación a las familias más vulnerables en todo el país.

Tal y como informa un comunicado del episcopado, debido a la emergencia sanitaria de COVID-19, “la pobreza en nuestro país se agudiza con el pasar de los días y con ello la vulnerabilidad en poblaciones en situación de pobreza”

Es por ello que el evento anual de recaudación para ayudar en la rehabilitación de cientos de niños de la Clínica San Juan de Dios de la Fundación Teletón, en esta ocasión, “se pone al servicio de todos los peruanos”.

 

“Cruzada de solidaridad”

De este modo, la Fundación Teletón San Juan de Dios se une a la Conferencia Episcopal Peruana, a través de su iniciativa “Denles Ustedes de Comer” (Mt. 14,16), para presentar “Por un Perú Sin Hambre”, definida en la nota como “una gran cruzada de solidaridad nacional que busca apoyar a través de Cáritas del Perú para brindar alimentación a las familias más vulnerables a lo largo del país”.

El próximo viernes, 19 de junio, comienza la campaña y tendrá lugar el evento central: una maratón de 5 horas ininterrumpidas, desde las 7 pm hasta las 12 pm, que se podrá seguir a través de la página de Facebook y canal de Youtube de Teletón Perú.

La iniciativa, que durará 7 días, constituye una invitación a la solidaridad de todos los peruanos, ya que con esas donaciones se podrán abastecer a 100 comedores parroquiales distribuidos en las 46 jurisdicciones eclesiásticas, que se encuentran en todas las regiones del Perú y que atenderán diariamente a 10 mil personas.

 

Celebridades nacionales e internacionales

En este evento participarán diversas celebridades nacionales, entre los que se encuentran Jefferson Farfán, Gisela Valcárcel, María Pía Copello, Cristian Rivero, Paco Bazán, Susana Baca, Patricia Barreto, Sofía Mulanovich y Andrea Llosa; y de personalidades de los principales canales de televisión del Perú.

También con el apoyo de artistas internacionales, como la cantante mexicana Yuri o los cantantes españoles Rozalén y Raphael, que intervendrán en el evento central el próximo 19 de junio.

Un grupo de empresas bancarias del país también se unirá al evento con el fin de facilitar las transferencias interbancarias para recaudar los donativos y que estos puedan efectuarse de manera segura, inmediata y gratuita.

 

Donaciones

Para realizar donaciones, los interesados podrán acceder a la página web de Teletón y operar con todas las tarjetas Visa y Mastercard del Perú y del extranjero.

Los clientes de Scotiabank – Interbank – BBVA – BanBbif, por su parte, podrán contribuir a través de PLIN al número 984 200 200. Utilizar los canales digitales BCP – Banca Móvil – Banca por Internet y Yape. También, las cajas recaudadoras de Plaza Vea y Vivanda y la página web de Promart.

 

 

 

 

Audiencia general: Saludo del Pontífice a los fieles de habla árabe

“Moisés nos insta a rezar”

junio 17, 2020 18:03

Audiencia General

(zenit – 17 junio 2020).- El Papa Francisco ha dirigido su tradicional saludo a los fieles de habla árabe que han seguido la audiencia general esta mañana, 17 de junio de 2020, a través de los medios de comunicación.

“Moisés nos insta a rezar con el mismo ardor que Jesús, a interceder por el mundo, a recordar que éste, a pesar de todas sus fragilidades, siempre pertenece a Dios”, ha expresado el Santo Padre, quien ha dedicado la catequesis a “La oración de Moisés”, mostrándolo como un hombre intercesor, de pueblo, fiel a sus raíces y amigo de Dios.

Así, ha continuado Francisco, “el mundo vive y prospera gracias a la bendición de los justos, a la oración de piedad que los santos elevan sin cesar a los hombres”, ha matizado. “¡Que el Señor los bendiga a todos y los proteja siempre de todo mal!”, ha deseado a los hermanos de lengua árabe.

 

Saludo en otras lenguas

Como es costumbre, en la audiencia general, el Pontífice pronuncia en italiano la catequesis completa, y luego resume su meditación en diversas lenguas.

Al saludar a los fieles de lengua alemana, recordó la figura del patriarca Moisés, que no reza por sí mismo, reza por los demás, se convierte en el gran intercesor del pueblo de Dios. “También nosotros debemos comprender que nunca estamos ante Dios sólo como individuos, sino también como miembros de la Iglesia e hijos de la única familia humana”, de modo que “debería ser visible en la forma en que rezamos por el otro”.

En portugués, Francisco animó a que con la  oración de intercesión y el ejemplo de vida cristiana, nos convirtamos en “luz” para nuestros  hermanos y hermanas, especialmente para los que están en la oscuridad de su fragilidad, para que se dejen iluminar por la misericordia divina.

 

 

 

 

COVID-19: Cáritas Bolivia alerta que los mayores son los más vulnerables

Llamado a una mayor protección

junio 17, 2020 14:34

Organizaciones caritativas y de voluntarios

(zenit – 17 junio 2020).- “Las personas mayores son las más vulnerables y, por lo tanto, las que corren mayor riesgo ante la pandemia de coronavirus. Es por ello que se necesita más protección para protegerlos”, advierte la Pastoral Social-Cáritas Bolivia en una nota.

El comunicado fue emitido con motivo de la Jornada de Sensibilización sobre el Maltrato a los Ancianos, celebrada el pasado 15 de junio y está firmado por monseñor Cristóbal Bialasik, presidente de la Pastoral Social-Cáritas del país.

 

Falta de atención de la sociedad

Según datos del Ministerio de Salud boliviano, actualizados al 22 de mayo, “el 53% de las muertes debidas a la COVID-19 son causadas en personas de edad avanzada”, algo que evidencia “la cruda realidad” de una población “precaria” e “incapaz de prestar la debida atención” a este grupo de edad.

El texto señala que el país cuenta con una normativa que establece la atención preferente a las personas de la tercera edad por parte del sector público y privado, que antes de la emergencia sanitaria se cumplía relativamente, pero que “lamentablemente en la actualidad se observan personas adultas mayores en largas filas para acceder al cobro de la Renta Dignidad que para más del 70% de esta población resulta su única fuente de ingreso”.

 

Víctimas de prejuicios y discriminación

Por otro lado, la organización caritativa de la Iglesia subraya que debido a la pandemia, las personas mayores son cada vez más víctimas de estereotipos, prejuicios y discriminación.

Ante la patente situación de “vulnerabilidad” de estas personas, la Pastoral Social-Cáritas Bolivia llama al gobierno, a la sociedad civil y a las familias a considerar que los mayores son el principal grupo de riesgo ante la COVID-19 y, por ello, “deben ser sujetos de atención preferente y diferenciada en esta crisis sanitaria, para garantizar que todos gocen de sus derechos por igual”.

Igualmente, indican que se debe prestar atención médica a este grupo de población, sin discriminación basada en factores como la “edad o la capacidad productiva”.

 

Aportar soluciones

La nota exhorta a las autoridades competentes para que aporten soluciones a las dificultades que están experimentando los centros públicos de acogida y atención de ancianos en este período de emergencia sanitaria.

De este modo, esperan que “se formulen estrategias y se promulguen políticas públicas para poner fin al abuso de los ancianos y promover un envejecimiento activo y positivo de la población”.

 

 

 

 

Píldoras de esperanza: “¡En tu voluntad, Señor, encontramos nuestra paz!”

Miércoles, 17 de junio

junio 17, 2020 09:30

Espiritualidad y oración

 

Reflexión de los Evangelios diarios

Invocamos al Espíritu Santo

Espíritu Santo ven a estos momentos donde nos disponemos de corazón y mente para escuchar el mensaje de Dios y ponerlo en acción en nuestra vida. Amén

 

Evangelio según San Mateo 6, 1-6.16-18

“Tengan cuidado de no hacer su justicia en público para ser vistos por otros. Si lo hacen, no recibirán ninguna recompensa de su Padre en los cielos.

Cuando des limosna, no digas lo que has hecho, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles. Hacen esto para ser felicitados por otros. En verdad les digo que ya han recibido su recompensa. Pero cuando des limosna a alguien, que tu mano izquierda no se entere de lo que hace la derecha, de esta manera tu limosna estará en secreto, y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará la recompensa.

Cuando oren, no sean como los hipócritas que les gusta rezar de pie en las sinagogas y las esquinas de las calles para ser vistos por otros. En verdad les digo que ya han recibido su recompensa. Pero cuando ores, ve a tu habitación, cierra la puerta y reza a tu Padre que está en lo secreto, y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará la recompensa.

Cuando ayunen, no hagan una cara triste como lo hacen los hipócritas, porque lo hacen para que todos sepan que están ayunando. Ciertamente les digo que ya han recibido su recompensa. Pero cuando tú ayunes, lávate la cara y peina tu cabello para que otros no sepan que estás ayunando, sino solo tu Padre que está en lo secreto sabrá que estás ayunando, y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará la recompensa”.

Palabra del Señor

 

¿Qué dice el texto?

“…y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará la recompensa.”

 

¿Qué nos dice Dios en este día a nosotros a través del texto?

Seguramente has leído y escuchado este texto en muchas ocasiones. Me gustaría entender contigo el término que usa Jesús y lo explicamos:

Hipócrita es el adjetivo que se le da a quien actúa con hipocresía, sea porque finge o aparenta lo que no siente, o porque finge ser lo que no es.

La palabra hipócrita proviene del latín hypocrĭta, que se deriva del griego ὑποκριτής (hipocrités), que significa ‘actor o actriz’. Esta, a su vez, se desprende del verbo ὑποκρίσιν (hipocrísin), que traduce ‘actuar, pretender’. En su origen, el término hipócrita no tenía connotaciones negativas, pues hacía referencia a la función de desempeñar un papel, de actuar. Posteriormente, en esta misma cultura, se utilizó el término para referirse a aquellos que “actuaban” en la vida cotidiana, es decir, que fingían ser personas que no eran.

Si nos damos cuenta, con estas definiciones, Jesús no habla de los actores de los teatros griegos conocidos en su momento, habla de aquellos que fingen una vida religiosa, que en verdad no tienen en el interior. Hipócrita es quien desea demostrar algo para que los demás lo vean, pero en su corazón no está interesado en absoluto con esta forma exterior.

Hoy vemos a muchos personajes públicos que se acercan a la Iglesia para que los vean los demás. Es curioso para muchos de nosotros incluso cuando hay un uso excesivo de relaciones públicas con los sectores religiosos. Ejemplos abundan por todos los países y en todas las formas públicas. Y evidentemente nosotros los categorizamos como hipócritas.

Pero pensemos también en nosotros. ¿Qué hay en nuestro interior en la fe y en la relación con el Señor? Te invito a que te encuentres con Jesús en el interior, a Él puedes contarle de verdad lo que sientes. Si dices que ya los has hecho, pero no aún no ves los frutos, inténtalo tantas veces como sea necesario. La relación íntima, en lo secreto con el Señor, es lo que finalmente nos dará la recompensa. Pero no lo hagas buscando la recompensa, encuéntrate con Él por mantener esta hermosa relación que crece con el tiempo. No desesperes, no pierdas la calma. Con serenidad repite varias veces durante el día esta frase que está en la liturgia de las horas:

¡En tu voluntad, Señor, encontramos nuestra paz!

Te invito a conocer más de nuestro trabajo diario sobre la Lectura Orante de la Biblia.

 

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Monseñor Felipe Arizmendi: “El mejor antivirus, la solidaridad”

Ayudar a los que sufren

junio 17, 2020 09:10

Análisis

+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo emérito de San Cristóbal de Las Casas

 

VER

Miguel Angel Escamilla, un adulto mayor de Toluca, hace como dos meses vino a donde resido y me entregó una cantidad de dinero, para apoyarme en esta pandemia, en nombre de varios amigos suyos con quienes yo había trabajado en la pastoral juvenil hace casi cincuenta años, en el movimiento de Jornadas de Vida Cristiana. Lo mismo hizo con otros sacerdotes con los que formamos equipo en aquellos tiempos, Jesús Márquez, Antonio Zamora y Samuel Marín, como una señal de agradecimiento por nuestro servicio en su juventud. ¡Qué hermoso signo de solidaridad y de gratitud! Lamentablemente, Miguel Angel acaba de fallecer. Que descanse en paz.

El confinamiento en casa y la paralización de la economía por el COVID-19 han traído mucho desempleo, más hambre y angustia en muchos hogares. Sin embargo, por todas partes han surgido iniciativas solidarias, para ayudar a quienes han quedado desprotegidos, incluso a los que reciben programas sociales del gobierno. Ha habido empresarios, diócesis, parroquias y grupos que han ideado formas de ayudar a esas personas, aunque la mayoría de sus acciones son desconocidas y no divulgadas en los medios informativos. Son incontables los apoyos que se implementan a favor de los más desfavorecidos, a veces entre vecinos y familiares. La campaña “Familia sin hambre”, promovida por el episcopado mexicano, ha sacado de apuros a más de 61 mil familias. Yo no me quedo con los brazos cruzados, sólo mirando desde mi trinchera, pero Jesús dice que eso sólo Dios Padre lo conozca.

En sentido contrario, muchos han confirmado su egoísmo, que no es de ahora. Son insensibles e incapaces de compartir. Se imaginan que, si ayudan a otras personas, se van a quedar sin lo necesario para sí y los suyos. No han experimentado la felicidad profunda que trae hacer felices a otros. Una amarga soledad será su peor recompensa…

 

PENSAR

Dice el Evangelio que “Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias. Al ver a las multitudes se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y desamparadas, como ovejas sin pastor” (Mt 9, 35-36). Cuando los apóstoles querían desentenderse de la gente, Jesús les dice: “Denles ustedes de comer” y, con cinco panes y dos peces, alimenta a multitudes (cf Mt 14,13-21; Jn 6,1-10). Con razón, Pedro define así toda la vida de Jesús: “Pasó haciendo el bien” (Hech 10,38). ¡Ojalá que nuestra propia vida así se sintetizara!

La primera comunidad cristiana era muy solidaria: “La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie decía que sus bienes eran propios, sino que todo lo tenían en común. Los apóstoles daban testimonio con gran fuerza de la resurrección del Señor Jesús, y eran bien vistos por todos. No había ningún necesitado entre ellos, porque todos los que poseían campos o casas los vendían, llevaban el importe de la venta y lo ponían a disposición de los apóstoles, para que lo distribuyeran según las necesidades de cada uno” (Hech 4,32-35; cf 2,44-45). Esto sigue pasando entre nosotros, con sus matices. Eso es ser cristiano, católico, verdadero creyente: compartir, ser solidario, interesarse por los demás, sobre todo por los que pasan alguna necesidad.

Todavía no es posible que se abran los templos, que los fieles participen en las Misas como de ordinario y que puedan recibir la comunión sacramental, pero la solidaridad fraterna es otra forma de vivir la fe, como acaba de decir el Papa Francisco, con ocasión de la fiesta del Corpus Christi: “En la Eucaristía encontramos las energías necesarias para vivir con fuerza cristiana los momentos difíciles. Este año no es posible celebrar la Eucaristía con manifestaciones públicas; sin embargo, podemos realizar una vida eucarística… La hostia consagrada contiene la persona de Cristo. Estamos llamados a buscarlo delante del Sagrario en la iglesia, pero también en aquel sagrario que son los últimos, los que sufren, las personas solas y pobres. El mismo Jesús lo dijo” (10-VI-2020).

 

ACTUAR

¿Quieres demostrar que eres una persona verdaderamente católica? Participa en Misa y demás sacramentos, en la medida de lo posible; lee la Biblia y haz oración. Pero lo demostrarás, en forma definitiva, en tu solidaridad con los que sufren, en cualquier tiempo y lugar, sobre todo ahora que hace falta tu solidaridad para enfrentar el virus del hambre, de la soledad, de la violencia, de la enfermedad y de la muerte. ¡Animo; sí se puede!

 

 

 

 

San Gregorio Barbarigo, 18 de junio

Reformador del clero y promotor de la fe

junio 17, 2020 09:00

Testimonios de la Fe

 

“Gran obispo y cardenal, reformador del clero y promotor de la fe. En dos ocasiones pudo haber sido elegido pontífice, pero declinó tan altísima misión. Juan XXIII admiró profundamente sus numerosas cualidades y virtudes”

Que Juan XXIII reparase en su grandeza humana, intelectual y espiritual lo dice todo. Su vasta cultura científica y literaria, así como el conocimiento de la realidad histórica y eclesial de su tiempo, le permitió abordar con rigor áreas diversas. Ser políglota le facilitó holgado acceso a muchas personas. Pero, por encima de estas y otras muchas cualidades que poseía, el “papa bueno subrayó lo esencial: “cultivó ante todo un espíritu exquisito de santidad auténtica, purísima, que le permitió conservar la inocencia bautismal y crecer año tras año en el ejercicio de las virtudes sacerdotales más altas y edificantes […] una fe que lo puso en guardia contra las sutilezas del quietismo y del galicanismo, una confianza en Dios que le hacía familiar la elevación continuada de su espíritu hacia Jesús, mediante jaculatorias continuas como dardos de amor, una fortaleza impertérrita en circunstancias angustiosas que le hicieron decir con el puño cerrado sobre el pecho: ‘color de púrpura, color de sangre; y que esto os diga que por la justicia y por el buen derecho de Dios yo estoy dispuesto a sacrificar mi vida’. Una caridad inflamada de padre y de pastor desarrollada en las formas más abundantes y variadas de la entrega de un gran corazón de hombre insigne y de sacerdote venerable”.

 Nació en Venecia, Italia, el 16 de septiembre de 1625 en el seno de una familia aristocrática de origen dálmata. Fue el primogénito de cuatro hermanos. Su padre Gianfrancesco era senador de la República. Siendo un niño perdió a su madre, y aquél se ocupó personalmente de que recibiera una esmerada educación espiritual e intelectual. Hizo de Gregorio un hombre competente, sincero, responsable y fiel. Sembró en su corazón la semilla de la fe incluyendo en su catecismo cotidiano la oración y la comunión, prácticas que fueron impregnando su vida. Muy joven ingresó en la carrera diplomática. Fue secretario del embajador de Venecia y junto a él intervino en 1648 en el Tratado de Wetsfalia integrando el equipo de los que pusieron fin a la guerra de los Treinta Años.

 Su amigo Fabio Chigi, luego pontífice Alejandro VII, le impulsó al sacerdocio. Compartían la oración y también intercambiaban sus impresiones; estudios y afanes elevados eran tema común. Gregorio huía de la farándula. Tenía la oportunidad de ir a teatros, a festivales…, pero elegía la lectura de profundas obras como la del jesuita padre Hayneufe. Chigi le obsequió con un ejemplar de la Introducción a la vida devota de san Francisco de Sales recordándole que en él ambos hallarían la fuente que estimularía su voluntad incendiando su corazón.

 Culminados sus estudios en Padua, como habían convenido, fue ordenado sacerdote. Dos meses más tarde, el recién aclamado pontífice lo llamó. Puso en sus manos altas misiones, entre otras, ser prelado de la Casa Pontificia. En el transcurso de la epidemia de peste bubónica estuvo al frente del campo de operaciones establecido en el Trastévere por indicación de Alejandro VII. Sin poder evitar el temor que inicialmente le produjo hallarse entre los leprosos, extrajo de la oración su fortaleza y ejerció una labor admirable. Se desvivió atendiendo a los damnificados y consoló a los que perdían a sus seres queridos, ocupándose incluso de sepultar a los muertos.

 En 1657 fue designado obispo de Bergamo. Aceptó después de haber oficiado la Santa Misa para dilucidar la voluntad divina al respecto. Al llegar a su nueva sede puso un signo que denotaba su impronta apostólica y honestidad evangélica. Determinó que el dinero destinado a costear su acogida fuese donado íntegramente a los pobres. Él mismo se desprendió de sus bienes y los repartió entre ellos. Sencillo y extraordinariamente cercano compartía con los feligreses su fe y viandas en sus domicilios fueran selectos o humildes. Carlos Borromeo, por su celo reformador, y Francisco de Sales por su dulzura fueron modelos que tuvo en cuenta. “Trabajar bien y sufrir el mal es el pan de cada día de todos los siervos de Dios, pero sobre todo de los obispos, decía.

Nuevamente Alejandro VII lo reclamó y tuvo que volver a Roma. A toda costa hubiera querido desembarazarse de la misión que le mantuvo allí un año y regresar a su diócesis. Pero en 1664 el papa lo trasladó a Padua para ser su obispo. Los feligreses de Bergamo se despidieron con aflicción de quien ya glosaban su santidad. También él partía con un sentimiento de dolor por los «escándalos» y debilidades que algunas veces constató, sin saber siempre cómo afrontarlos debidamente. Aludiendo a los que estaban presos de estas flaquezas, decía: “Estos hermanos son mis angustias, mis males, estas mis lágrimas”. En Padua siguió impulsando la formación de los niños y de los jóvenes, recorrió uno por uno todos los recodos de la diócesis, creó imprentas a través de las cuales proporcionaba a la gente lecturas formativas; fue un apóstol incansable del evangelio. Allí completó la reforma del clero y de los fieles emprendida en Bergamo.

 Bajo su égida pastoral los seminaristas y sacerdotes recibieron una preparación excepcional. No escatimó esfuerzos para que tuviesen los mejores medios materiales, con un nuevo seminario, y los humanos recurriendo a expertos profesores de otros lugares. Confió a su amigo el gran duque Cósimo III: “El seminario es la única diversión que encuentro entre las espinas del gobierno episcopal. Fue artífice de instituciones benéficas, escuelas, y centros para el estudio de idiomas. En 1667 el papa lo nombró cardenal. Dos veces pudo haber sido elegido pontífice, y en ambas se negó. Fue un gran promotor de la fe, de la unidad de las iglesias, y fundador de la Congregación de los Oblatos de los Santos Prodóscimo y Antonio, en Padua. Siempre dijo: “Un obispo no debe saber lo que es el descanso; dio fehacientes pruebas de ello. Murió el 17 de junio del año 1697 en Padua. Clemente XIV lo beatificó el 6 de junio de 1771. Juan XXIII lo canonizó el 26 de mayo de 1960.

 

 

 

 

España: El cardenal Omella participa en un diálogo sobre el mundo tras el COVID-19

Con el vicepresidente del BCE

junio 17, 2020 17:24

Conferencias Episcopales

(zenit – 17 junio 2020).- El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), cardenal Juan José Omella, ha participado en el diálogo “¿Una nueva globalización?”, en el que ha debatido junto al vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, aspectos que serán vitales para superar la crisis del coronavirus.

El acto, moderado el presentador de La Tarde de COPE, Fernando de Haro, ha sido organizado por la Fundación Pablo VI. Se trata del último diálogo de la serie especial de Foros de Encuentros Interdisciplinares sobre el mundo post COVID-19, que arrancó el mes de mayo en la Fundación Pablo  VI, informa la propia CEE en un comunicado.

Ambos han abordado cuestiones de primer orden como el futuro de la Unión Europea, la solidaridad entre países o la lucha por su hegemonía, además del papel que juegan las instituciones internacionales y los nuevos desafíos del mundo globalizado tras la COVID-19.

 

La pandemia, oportunidad de doble sentido

El presidente de la CEE, Juan José Omella, ha afirmado que la pandemia ha sido una oportunidad en doble sentido: “Por un lado, nos ha permitido observar que todos necesitamos de todos para temas tan importantes que nos plantea la vida misma. Por otro, ha destacado que esta crisis nos ha hecho valorar más a cada persona“.

Asimismo, ha reflexionado sobre el papel del continente europeo en este momento: “Yo creo que la historia de la constitución de Europa parte con una ilusión de proyecto común, proyecto de amor a esta tierra. Cuando no hay un proyecto común y cuando se vive con un cierto complejo entonces no avanzamos. Europa ha marcado un ritmo muy importante de unir países diversos en un proyecto común y ese es el camino. Hay que volver a las raíces. Solo unidos podemos avanzar”.

 

Proceso de digitalización

Sobre el proceso de digitalización que está sufriendo el mundo, de Guindos ha afirmado que “la economía va a ser cada vez más digital, y eso es un desafío porque no todo el mundo tiene las mismas posibilidades. Allí pueden surgir faltas de oportunidades para todos y eso es un tema muy relevante”. Y ha añadido que “ahora lo importante es salir pronto de la recesión, todavía no somos conscientes de las cicatrices que esto va a dejar”.

En este sentido, el presidente de la CEE ha destacado: “Hay mucha gente que no tiene acceso a este mundo digital, esto nos tiene que abrir los ojos. Todos necesitamos las tres ‘T’ que nos ha dicho el Papa, tierra, trabajo y techo. Tenemos que volver a esa mirada de los pobres para que todos vayamos a un ritmo más o menos cercano”.

El cardenal Omella ha finalizado su intervención destacando que “la Iglesia camina con el pueblo, está en el mundo y los sufrimientos y gozos también son de ella. La Iglesia quiere ser una luz en el camino, alguna vez ilumina mejor y otra peor, pero sigue allí, al lado del pueblo”.