Servicio diario - 23 de octubre de 2020


 

DICASTERIOS
La Iglesia extiende las indulgencias para los difuntos a todo noviembre
Larissa I. López
Decreto de la Penitenciaría Apostólica

TESTIMONIOS
COVID-19, retos para la educación: Entrevista al rector de la Universidad San Dámaso
Larissa I. López
D. Javier María Prades López

PAPA FRANCISCO
Encuentro Internacional de los Focolares: Mensaje del Papa
Larissa I. López
Sobre ecología integral

IGLESIA LOCAL
Venezuela: El CELAM pide “reflexión profunda” sobre la situación del país
Larissa I. López
Buscar soluciones a la crisis

DICASTERIOS
Encuentro Mundial de Movimientos Populares con el Vaticano
Gabriel Sales Triguero
El 24 de septiembre

IGLESIA LOCAL
Argentina: Posición de los obispos ante la ley del aborto
Larissa I. López
Piden “prudencia política”

ESPIRITUALIDAD
México: La basílica de Guadalupe, sin actividad en las Fiestas Guadalupanas
Redacción zenit
Artículo de ‘Desde la fe’

PAPAS
Los 100 años de san Juan Pablo II
José Antonio Varela Vidal
Celebración de su fiesta en su Centenario

ECOLOGÍA
Fundación ‘Centesimus Annus’: Conferencia sobre Ecología integral
Larissa I. López
En dos sesiones

ESPIRITUALIDAD
México: 26º Encuentro Mariano Diocesano Cancún
Gabriel Sales Triguero
Titulado “No tengáis miedo”

ANÁLISIS
Bioética: COVID-19, nuevas posibilidades en los métodos diagnósticos
Redacción zenit
Observatorio de Bioética – Universidad Católica de Valencia

TESTIMONIOS
San Luigi Guanella, 24 de octubre
Isabel Orellana Vilches
‘El padre de los pobres’


 

 

 

La Iglesia extiende las indulgencias para los difuntos a todo noviembre

Decreto de la Penitenciaría Apostólica

octubre 23, 2020 14:01

Dicasterios

(zenit – 23 oct. 2020) -. Las indulgencias para los difuntos han sido extendidas por todo el mes de noviembre, informa la Penitenciaría Apostólica del Vaticano en un Decreto difundido hoy, 23 de octubre de 2020.

El documento fue firmado ayer, 22 de octubre de 202, memoria litúrgica de san Juan Pablo II, en la sede de la Penitenciaría Apostólica, por parte del cardenal Mauro Piacenza, penitenciario mayor y del regente monseñor Krzysztof Nykiel.

 

Prórroga debido a la pandemia

En el citado Decreto se lee que, debido a las circunstancias ocasionadas por la pandemia de la COVID-19, las indulgencias plenarias para los fieles fallecidos “se prorrogarán durante todo el mes de noviembre, con la adecuación de las obras y condiciones para garantizar la seguridad de los fieles”.

La Penitenciaría Apostólica explica que ha recibido muchas peticiones de pastores solicitando que este año, debido a la emergencia sanitaria del coronavirus, “se conmutaran las obras piadosas para obtener las indulgencias plenarias aplicables a las almas del purgatorio, según el Manual de Indulgencias (conc. 29, § 1)”.

Por este motivo y por mandato especial del Papa Francisco, el Dicasterio “establece de muy buen grado y decide que este año, para evitar las aglomeraciones donde están prohibidas” que “la indulgencia plenaria para los que visiten un cementerio y recen por los difuntos, aunque solo sea mentalmente, establecida por regla general solo en días concretos del 1 al 8 de noviembre, podrá ser trasladada a otros días del mismo mes hasta que acabe”.

Estos días, elegidos de libremente por los fieles, “también pueden ser independientes entre sí”.

En segundo lugar, el texto establece que la indulgencia plenaria del 2 de noviembre, “establecida con ocasión de la conmemoración de Todos los Fieles Difuntos para los que visiten piadosamente una iglesia u oratorio y reciten allí el ‘Padre Nuestro’ y el ‘Credo’, puede ser transferida no solo al domingo anterior o posterior o al día de la solemnidad de Todos los Santos, sino también a otro día del mes de noviembre”, también libremente escogido por cada persona.

 

Ancianos y enfermos

Por otro lado, los ancianos, los enfermos y todos aquellos que por motivos graves no puedan salir de casa, por ejemplo a causa de las restricciones impuestas por la autoridad competente para el tiempo de la pandemia y para evitar que numerosos fieles se aglomeren en los lugares sagrados, “podrán obtener la indulgencia plenaria siempre que se unan espiritualmente a todos los demás fieles, completamente desapegados del pecado y con la intención de cumplir cuanto antes las tres condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración según las intenciones del Santo Padre), ante una imagen de Jesús o de la Santísima Virgen María, recen oraciones piadosas por los difuntos, por ejemplo, laudes y vísperas del Oficio de Difuntos, el rosario mariano, la corona de la Divina Misericordia, otras oraciones por los difuntos más apreciadas por los fieles, o se dediquen a la lectura meditada de alguno de los pasajes del Evangelio propuestos por la liturgia de los difuntos, o realicen una obra de misericordia ofreciendo a Dios los dolores y las dificultades de su propia vida”.

 

Confesiones, comunión y condiciones espirituales

Asimismo, para facilitar la obtención de la gracia divina por medio de la caridad pastoral, la Penitenciaría pide “a todos los sacerdotes con facultades adecuadas que se ofrezcan con particular generosidad a la celebración del sacramento de la Penitencia y administren la santa comunión a los enfermos”.

En lo referente a las condiciones espirituales para la plena consecución de la indulgencia, se recuerda que es preciso “recurrir a las indicaciones ya emanadas en la nota ‘Sobre el sacramento de la penitencia en la actual situación de pandemia’”, difundido por la propia Penitenciaría Apostólica el 19 de marzo de 2020.

Finalmente, ya que las almas del Purgatorio “son ayudadas por los sufragios de los fieles y especialmente por el sacrificio del altar agradable a Dios (cf. Conc. Tr. Sess. XXV, Decr. De Purgatorio)”, el texto invita encarecidamente a todos los sacerdotes “a celebrar tres veces la Santa Misa el día de la Conmemoración de Todos los fieles Difuntos, de acuerdo con la Constitución Apostólica Incruentum Altaris”, promulgada por el Papa Benedicto XV el 10 de agosto de 1915.

 

 

 

 

COVID-19, retos para la educación: Entrevista al rector de la Universidad San Dámaso

D. Javier María Prades López

octubre 23, 2020 10:36

Testimonios

(zenit – 20 sept. 2020)-. Es un hecho indudable que la irrupción de la pandemia de COVID-19 ha planteado grandes retos en el ámbito de la educación para este nuevo curso 2020/2021.

En los últimos meses, la emergencia sanitaria ha revolucionado nuestra forma de vida en el ámbito personal, social, familiar, laboral, y también en el educativo. La dinámica de nuestras rutinas y las relaciones se han transformado sustancialmente (distancia de seguridad, lavado de manos, uso de mascarillas…) y se han mediatizado a través de múltiples dispositivos y plataformas.

Para hablar sobre la incidencia de estos cambios en el ámbito educativo y conocer el modo en el que estas instituciones los han afrontado, zenit ha conversado con D. Javier María Prades López, rector de la Universidad Eclesiástica San Dámaso (UESD), en Madrid, España.

Javier María Prades López es sacerdote de la diócesis de Madrid, ordenado el 14 de marzo de 1987. Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid (1982) y doctor en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (1991), es catedrático de Teología Sistemática de la Universidad San Dámaso.

 

Universidad Eclesiástica de San Dámaso

Es una universidad de iniciativa social creada por la archidiócesis de Madrid. Erigida por la Santa Sede, esta institución goza de personalidad jurídica canónica y se rige por la legislación de la Iglesia.

Ubicada en el Madrid de los Austrias, la UESD es un espacio al servicio de un nuevo concepto de trabajo intelectual e investigación científica. Se trata de la única Universidad Eclesiástica en el ámbito de lengua española dedicada a las ciencias promovidas por la Iglesia (Teología, Derecho Canónico, Filosofía, Literatura Cristiana y Clásica, y Ciencias Religiosas).

A continuación, sigue la entrevista completa con D. Javier María Prades.

***

 

zenit: ¿Cómo se afrontó desde la Universidad de San Dámaso la llegada de la pandemia? ¿Cómo se adaptaron, tanto el centro como los alumnos, a la situación del confinamiento?

Javier María Prades: La pandemia irrumpió en Madrid y en España con una rapidez y una profundidad que nadie había previsto. Sus consecuencias iban más allá de lo que en cada momento se suponía que podía pasar, hasta que llegó el estado de alarma y un confinamiento de meses.

No podemos olvidar el profundo sufrimiento de la sociedad española en esos meses, con decenas de miles de muertos y un desconcierto generalizado. También ahora seguimos sufriendo las consecuencias tan graves para la salud, el trabajo, las relaciones humanas y sociales. Nos pone verdaderamente a prueba.

Las medidas que se adoptaron en la UESD quisieron ofrecer una respuesta lo más rápida posible a la emergencia, a partir de los recursos tecnológicos y de personal que tiene la universidad. La califico de admirable porque se afrontó una situación inimaginada.

En la adaptación a la didáctica online, el esfuerzo de la comunidad universitaria en su conjunto tuvo como resultado que se pudo concluir satisfactoriamente el curso académico.

 

zenit: La preparación de este nuevo curso ha contado con los desafíos que plantea la nueva situación de emergencia sanitaria por la COVID-19, ¿cuál ha sido el proceso de preparación para el comienzo del mismo en los meses previos? ¿Qué novedades principales han tenido que incorporar?

Javier María Prades: Para planear este nuevo curso se ha tenido en cuenta la experiencia adquirida en los meses anteriores en cuanto a la adaptación de alumnos, profesores y personal de administración y servicios (PAS) a la situación. Y también se valoró que, si la pandemia duraba más tiempo, había que mejorar la infraestructura informática de la universidad.

Además, se ha trabajado en un sistema de organización y de rotación de turnos que permita hacer uso de esta infraestructura informática.

 

zenit: El nuevo curso fue inaugurado el pasado 6 de octubre, cuéntenos sobre la experiencia de un acto de este tipo en streaming.

Javier María Prades: El acto del día 6 se celebró según la doble modalidad: presencial y en streaming. Presencial para algunas autoridades eclesiales y académicas y para los miembros del claustro de la universidad, mientras que el resto de la comunidad universitaria lo ha seguido mediante transmisión por videoconferencia.

Es una impresión extraña, muy distinta de la habitual, que esperamos se pueda ir superando cuanto antes para poder celebrar los actos con la presencia física de todos. Por otro lado, las medidas adoptadas han asegurado el cumplimiento de las normas de protección de la salud que las autoridades han ido promulgando.

Se trata de una experiencia ambivalente porque no hemos podido celebrar el acto solemne de inauguración del curso con su carga significativa en el modo que nos hubiera gustado, pero también tenemos la satisfacción de haberlo podido hacer respetando las exigencias de prevención.

 

 zenit: ¿Cómo se están desarrollando las clases en estas primeras semanas? ¿Han surgido nuevos retos?

Javier María Prades: Las clases han comenzado en un modelo mixto presencial físico y presencial online. A decir verdad, teníamos mucha expectación para ver si lográbamos responder al enorme desafío que se nos planteaba.

Gracias a Dios, los profesores, los estudiantes, el personal de administración y servicios se están adaptando en conjunto de una manera admirable a las condiciones en las que estamos trabajando.

Todos tenemos que hacer esfuerzos para responder a estos retos. Por ejemplo, cada profesor tiene que atender a la presencia de los estudiantes repartida entre el aula y la asistencia online, lo cual obliga a hacer adaptaciones didácticas y a no acomodarse a un único modelo.

Los estudiantes también tienen que adaptarse a un sistema rotatorio que modifica sus pautas habituales de trabajo. Y el personal de administración y servicios está haciendo un extraordinario esfuerzo para mantener la actividad académica que depende de ellos en estas condiciones.

 

zenit: ¿De qué manera tratan de garantizar la conexión con el alumnado para facilitar el proceso de enseñanza y aprendizaje? ¿Cuál está siendo la respuesta de los estudiantes?

Javier María Prades: Estamos procurando aprovechar lo mejor de cada circunstancia. Cuando estamos en el aula, valorando el contacto directo de los alumnos, que es el que consideramos prioritario y típico de San Dámaso y, al mismo tiempo, haciendo un uso mucho más continuo de los recursos online y los otros instrumentos telemáticos para facilitar el trabajo universitario.

En nuestra vida universitaria hay buena disposición. Se ha querido personalizar las situaciones académicas, atendiendo a las circunstancias de cada uno, para encontrar la fórmula más adecuada.

Los estudiantes en su conjunto están respondiendo con generosidad y con buen ánimo porque se dan cuenta de que el reto sigue siendo enorme.

 

zenit: ¿Qué beneficios desconocidos han descubierto a raíz de un mayor uso de las tecnologías? ¿Cómo tratan de lograr la proximidad con los estudiantes de la Universidad de San Dámaso en estas circunstancias especiales?

Javier María Prades: Hemos descubierto mejor el valor de las tecnologías online para la docencia. Nuestra universidad no estaba preparada para volcar su enseñanza en tecnología online, ni desde el punto de vista de los recursos y los instrumentos informáticos ni desde el punto de vista de la preparación y de la didáctica.

Todavía no hemos dado más que unos pocos pasos. Vemos las limitaciones que tienen la pedagogía y la enseñanza online pero también vemos sus ventajas para que, en un futuro próximo, atendiendo a las indicaciones de la Congregación para la Educación Católica, se puedan integrar e incorporar mucho más decididamente que hasta ahora en la docencia universitaria eclesiástica.

 

zenit: En las instalaciones del centro universitario, ¿qué medidas de bioseguridad se han tomado para prevenir contagios?

Javier María Prades: En la sede presencial de la universidad en Madrid se han seguido las recomendaciones del Ministerio de Educación, las indicaciones de las autoridades sanitarias y de los organismos de consulta, de acuerdo con los protocolos oficiales previstos.

Se han aplicado las medidas de carácter preventivo y se trabaja en la preparación ante eventuales situaciones que se puedan producir durante el curso.

Ahora bien, nadie puede controlar por completo lo que vaya sucediendo en el futuro. Encomendamos nuestro trabajo a la protección de san José y de María, trono de la sabiduría.

 

 

 

 

Encuentro Internacional de los Focolares: Mensaje del Papa

Sobre ecología integral

octubre 23, 2020 16:14

Papa Francisco

(zenit – 23 oct. 2020)-. El Papa Francisco ha enviado un mensaje a los participantes del Encuentro Internacional del Movimiento de los Focolares, que fue leído en la tarde de hoy, 23 de octubre de 2020.

Organizada en colaboración con el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el Movimiento Católico Mundial para el Clima y EcoOne, esta reunión se celebra del 23 al 25 de octubre en Castelgandolfo, Italia, sobre el tema “Nuevos caminos hacia la ecología integral: cinco años después de la Laudato si’”.

El Santo Padre destaca que este encuentro “plantea una visión relacional de la humanidad y el cuidado de nuestro mundo desde diferentes puntos de vista: ético, científico, social y teológico” y remite a la convicción de Chiara Lubich, fundadora de los Focolares, de que “el mundo lleva en sí mismo un carisma de unidad”.

 

“Todo está relacionado”

Y confía en que esta perspectiva “guíe vuestro trabajo en el reconocimiento de que ‘todo está relacionado’ y de que ‘se requiere una preocupación por el ambiente unida al amor sincero hacia los seres humanos y a un constante compromiso ante los problemas de la sociedad’ (Laudato sí’, 91)”.

Entre estos problemas, Francisco destaca la urgencia de un nuevo y más inclusivo paradigma socioeconómico, “que pueda reflejar la verdad de que somos ‘una única humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos’. (Enc. Fratelli tutti 8)”.

 

Responsabilidad compartida

Una solidaridad entre nosotros y con el mundo que requiere “una firme voluntad de elaborar y aplicar medidas concretas que favorezcan la dignidad de todas las personas en sus relaciones humanas, familiares y laborales, combatiendo al mismo tiempo las causas estructurales de la pobreza y trabajando para proteger el medio ambiente natural”.

Además, el Papa apunta que lograr una ecología integral exige una profunda conversión interior, a nivel personal y comunitario y desea que la labor de los participantes en el evento “contribuya a cultivar en el corazón de nuestros hermanos y hermanas una responsabilidad compartida los unos por los otros, como hijos de Dios, y un compromiso renovado de ser buenos administradores de la creación, regalo suyo (cf. Gn 2,15)”.

A continuación, sigue el mensaje completo del Papa.

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Mensaje del Santo Padre

¡Queridos hermanos y hermanas!

Envío un cordial saludo a todos los que participan en este Encuentro Internacional que se celebra en el marco del año especial dedicado al quinto aniversario de la carta encíclica Laudato Si’. Expreso mi gratitud a EcoOne, la iniciativa ecológica del Movimiento de los Focolares, y a los representantes del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y del Movimiento Católico Mundial para el Clima, que han colaborado para hacer posible este acontecimiento.

Vuestro encuentro, sobre el tema “Nuevos caminos hacia una ecología integral: cinco años después de la Laudato si’”, plantea una visión relacional de la humanidad y el cuidado de nuestro mundo desde diferentes puntos de vista: ético, científico, social y teológico. Recordando la convicción de Chiara Lubich de que el mundo lleva en sí mismo un carisma de unidad, confío en que esta perspectiva suya guíe vuestro trabajo en el reconocimiento de que “todo está relacionado” y de que “se requiere una preocupación por el ambiente unida al amor sincero hacia los seres humanos y a un constante compromiso ante los problemas de la sociedad” (Laudato sí, 91).

Entre estos problemas está la urgencia de un nuevo y más inclusivo paradigma socioeconómico, que pueda reflejar la verdad de que somos “una única humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos”. (Enc. Fratelli tutti 8). Esta solidaridad entre nosotros y con el mundo que nos rodea requiere una firme voluntad de elaborar y aplicar medidas concretas que favorezcan la dignidad de todas las personas en sus relaciones humanas, familiares y laborales, combatiendo al mismo tiempo las causas estructurales de la pobreza y trabajando para proteger el medio ambiente natural.

Lograr una ecología integral requiere una profunda conversión interior, tanto a nivel personal como comunitario. Mientras examináis los grandes desafíos a los que nos enfrentamos en estos momentos, entre ellos el cambio climático, la necesidad de un desarrollo sostenible y la contribución que la religión puede aportar a la crisis ambiental, es esencial romper con la lógica de la explotación y el egoísmo y promover la práctica de un modo de vida sobrio, sencillo y humilde (cf. Laudato Sí, 222-224). Espero que vuestra labor contribuya a cultivar en el corazón de nuestros hermanos y hermanas una responsabilidad compartida los unos por los otros, como hijos de Dios, y un compromiso renovado de ser buenos administradores de la creación, regalo suyo (cf. Gn 2,15).

Queridos amigos, os agradezco una vez más vuestra búsqueda y vuestros esfuerzos de colaboración para hallar nuevos caminos que conduzcan a una ecología integral, por el bien común de la familia humana y del mundo. Mientras expreso mis mejores deseos y la oración por vuestras deliberaciones durante este encuentro, invoco cordialmente sobre vosotros, vuestras familias y vuestros colaboradores la bendición de Dios, fuente de sabiduría, fortaleza y paz. Y os pido, por favor, que os acordéis de mí en vuestras oraciones.

Roma, San Juan de Letrán, 23 de octubre de 2020

 

© Librería Editora Vaticana

 

 

 

 

Venezuela: El CELAM pide “reflexión profunda” sobre la situación del país

Buscar soluciones a la crisis

octubre 23, 2020 17:28

Iglesia Local
Justicia y Paz

(zenit – 23 oct. 2020)-. La presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) advierte sobre la necesidad de una reflexión profunda que permita buscar soluciones concretas a la crisis que vive Venezuela.

En una nota difundida hoy, 23 de octubre de 2020, el CELAM señala que la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) hizo evidente la situación crítica del país en la exhortación pastoral titulada: “Sobre la dramática situación social, económica, moral y política que vive nuestro país”.

 

Carencias de los venezolanos

El organismo de comunión eclesial expresa su angustia ante las innumerables carencias que viven los ciudadanos venezolanos y que se han visto agudizadas por los efectos de la propagación de la COVID-19.

“Somos testigos del sufrimiento de las familias venezolanas, muchos de ellos muy jóvenes y con hijos pequeños, que vendiendo sus pocas pertenencias emprenden largas caminatas huyendo del sufrimiento de su propio país, siendo víctimas de múltiples vejámenes en su travesía. Son situaciones que claman al cielo y no deben continuar “, se lee en el mensaje.

 

Llamado del Papa

Asimismo, los prelados se unen al llamado del Papa Francisco en su encíclica Fratelli Tutti, en la que sostiene que no es aceptable que las autoridades busquen a toda costa perpetrarse en el poder sin importarles el sufrimiento de su pueblo, “como también es lamentable que ningún sector de la clase política presente una verdadera alternativa que promueva el bien común del país”, añaden.

De este modo, reiteran lo afirmado por el Santo Padre: “La política tiene que ser la expresión más alta de la Caridad y sustentada en la fraternidad, y “hace falta la mejor política puesta al servicio del verdadero bien común” (Fratelli Tutti 154, 180).

Finalmente, reconocen y agradecen el trabajo de la Iglesia venezolana que, pese a las limitaciones, acompaña y sostiene a la población, especialmente a los más pobres.

 

 

 

 

Encuentro Mundial de Movimientos Populares con el Vaticano

El 24 de septiembre

octubre 23, 2020 11:24

Dicasterios
Justicia y Paz

(zenit – 23 oct. 2020).- El Encuentro Mundial de los Movimientos Populares (EMMP) y el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral organizan una reunión de diálogo en el Vaticano para el próximo sábado, 24 de octubre de 2020.

El acto, que durará de las 14 a las 18 horas, será emitido en formato videoconferencia y retransmitido a través de las redes sociales, según ha informado la web del EMMP en una nota.

De acuerdo a la misma, el encuentro tiene tres objetivos de reflexión. El primero sobre la “pospandemia desde las claves de las 3T, tierra, techo y trabajo”. El segundo acerca de la encíclica Fratelli tutti del Papa Francisco desde la “perspectiva de los movimientos populares”. El tercero y último pondrá el foco en el “aporte de los movimientos populares” al evento de Economía de Franciscoprevisto para el mes de noviembre.

 

Acciones durante la pandemia

El encuentro de los Movimientos Populares con el Vaticano reserva un espacio para dar a conocer las acciones que la hermandad de organizaciones ha estado realizando durante la pandemia de COVID-19. De este modo, también se presentará el proyecto educativo integral y emancipatorio de la Universidad Latinoamericana de las Periferias (ULPe).

Participarán en el acto una representación de movimientos populares integrada por la Unión de Trabajadores de la Economía Popular de Argentina, la Vía Campesina brasileña, Slum Dwellers de Sudáfrica y el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos.

También se unirán el cardenal Michael Czerny y el cardenal Peter Turkson, subsecretario y prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, respectivamente.

 

Carta del Papa Francisco

Hace más de seis meses el Papa Francisco escribió una carta a los movimientos populares del mundo en un momento de “angustia y dificultad” como consecuencia del impacto del coronavirus.

En el texto, Francisco denunció que los trabajadores más humildes y desprotegidos “han sido excluidos de los beneficios de la globalización”, pero no de sus perjuicios: “los males que aquejan a todos, a ustedes los golpean doblemente”, de ahí que les alentara a seguir en la lucha por tierra, techo y trabajo.

El Santo Padre subrayó que era el momento de un salario universal para quienes no pueden trabajar y “resistir” el impacto de esta crisis sanitaria, socioambiental y económica, para así dignificar “las nobles e insustituibles tareas que realizan; capaz de garantizar y hacer realidad esa consigna tan humana y tan cristiana: ningún trabajador sin derechos”.

Al finalizar la carta, invitaba a pensar con él “en el proyecto de desarrollo humano integral que anhelamos” para el después de la crisis.

 

Encuentro Mundial de Movimientos Populares

Es un espacio de hermandad entre las organizaciones de base de los cinco continentes, una plataforma construida por diversos movimientos populares en torno a la invitación de Francisco a que los pobres y los pueblos organizados no se resignen y sean protagonistas del (proceso de) cambio, explican en su página web.

El EMMP promueve la cultura del encuentro con el propósito de que los movimientos populares den la batalla, sin soberbia pero con coraje, sin violencia pero con tenacidad, por la dignidad humana, por la naturaleza y por la justicia social.

En este sentido, el Encuentro responde a la necesidad de promover la organización de los excluidos para construir desde abajo la alternativa humana a esta globalización excluyente que nos arrebata hasta los derechos sagrados al techo, al trabajo y a la tierra.

 

 

 

 

Argentina: Posición de los obispos ante la ley del aborto

Piden “prudencia política”

octubre 23, 2020 18:08

Iglesia Local

(zenit – 23 oct. 2020)-. La Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) expresó su posición frente a la noticia de que el proyecto de ley del aborto (“Interrupción Voluntaria del Embarazo”) del Ejecutivo podría ser elevado al Congreso para su tratamiento en medio de la crisis sociosanitaria del coronavirus.

En este sentido, el episcopado invita, en una declaración difundida el 22 de octubre de 2020, a “la prudencia política para no desalentar la búsqueda de la máxima unidad posible en un cuerpo social herido por los desencuentros entre argentinos”.

 

Dignidad de la vida

“Así como la dignidad de la vida y la promoción de los derechos humanos son conceptos centrales en una agenda auténticamente democrática, la situación general de la Salud Pública, planteada por esta dolorosa coyuntura, hace insostenible e inoportuno cualquier intento de presentar y discutir una ley de estas características”, apunta el texto.

Igualmente, los prelados recuerdan que la pandemia de la COVID-19 “nos ha alertado que el Estado debe velar por el cuidado de la ‘salud pública’ es decir, el cuidado de la vida humana. No cuidar todas las vidas, toda la vida, sería una falta gravísima de un Estado que quiere proteger a sus habitantes”.

La declaración está firmada por monseñor Oscar Vicente Ojea, obispo de San Isidro y presidente; el cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires y vicepresidente primero; monseñor Marcelo Daniel Colombo, arzobispo de Mendoza y vicepresidente segundo; y monseñor Carlos Humberto Malfa, obispo de Chascomús y secretario general.

 

Antecedentes

Según explica el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) en una nota, la semana pasada el presidente de Argentina, Alberto Fernández, ratificó que el poder ejecutivo enviaría el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo para que continúe su curso para su tratamiento legislativo.

“Voy a mandar esa ley, no tenga ninguna duda. Solo que esperé todo este tiempo para que la pandemia reciba toda nuestra atención, también legislativa. Tengo una convicción. En Argentina las mujeres siguen muriendo por abortos mal practicados. En eso no ha cambiado un ápice“, indicó el primer mandatario de los argentinos.

 

 

 

 

México: La basílica de Guadalupe, sin actividad en las Fiestas Guadalupanas

Artículo de ‘Desde la fe’

octubre 23, 2020 17:01

Espiritualidad
Iglesia Local

(zenit – 23 oct. 2020)-. En virtud de la contingencia sanitaria por la pandemia de COVID-19 -que previsiblemente se ampliará varios meses más-, monseñor Salvador Martínez Ávila, rector de la basílica de Guadalupe, envió un comunicado al órgano de gobierno de la arquidiócesis primada de México, en el que le informó acerca de las posibles medidas que se estarían tomando, en coordinación con el Gobierno Federal y el Gobierno de la CDMX, a fin de evitar aglomeraciones los días 11 y 12 de diciembre, en el marco de las Fiestas Guadalupanas.

Para monseñor Salvador Martínez, en primer lugar, es importante contar con el apoyo de todas las diócesis de país, y en especial de las aledañas a la propia arquidiócesis de México, a fin de alentar a la población a celebrar a la Virgen de Guadalupe sin generar situaciones que puedan aumentar el riesgo de contagio entre la ciudadanía, como lo son, obviamente, las aglomeraciones.

Por tal motivo, las autoridades del santuario trabajan aún con los gobiernos federal y local en la definición de medidas sanitarias oficiales para estas fechas, sobre la base de los siguientes planteamientos:

  1. Alentar la celebración de las Fiestas Guadalupanas en las propias comunidades de origen, sea a nivel parroquial, de barrio o de familia. Siempre observando lo que las autoridades locales y sanitarias determinen en cada región para prevenir contagios.
  2. Promover activamente, de manera especial en la Arquidiócesis de México y en las diócesis aledañas, la información de que la mejor forma de celebrar este año las Fiestas Guadalupanas es en los propios lugares de origen, a fin de evitar la aglomeración que se suscita año con año los días 11 y 12 de diciembre. Para ello, la Basílica ofrece, en su página de internet, materiales como oraciones, ritos, catequesis y dinámicas virtuales para que las celebraciones puedan llevarse a cabo.
  3. Redirigir la visita de los fieles a la Basílica de Guadalupe a los meses de noviembre o enero, con el fin de evitar el riesgo de contagio; o bien, el no poder ingresar al recinto durante el mes de diciembre, en caso de que la autoridad civil lo determine.
  4. Animar a quienes deseen participar en “Las Mañanitas” a la Virgen y en las celebraciones litúrgicas del 11 y 12 de diciembre, a hacerlo a través de los medios de comunicación masiva, o bien por medio de las plataformas digitales donde se harán transmisiones diferidas del evento. De antemano, se prevé que los días 11 y 12 de diciembre en la Basílica de Guadalupe pueda no haber ninguna celebración litúrgica. El homenaje a la Morenita del Tepeyac se llevará a cabo de forma virtual.

 

 

 

 

Los 100 años de san Juan Pablo II

Celebración de su fiesta en su Centenario

octubre 23, 2020 16:41

Papas
Testimonios

(zenit – 23 oct. 2020) -. En medio de acciones urgentes para salvaguardar la vida humana frente a la COVID-19, se viene celebrando un año jubilar por el Centenario del nacimiento de san Juan Pablo II, que bien puede destacarse a nivel local con diversas celebraciones.

Ayer, 22 de octubre, fue su memoria litúrgica y, tanto su figura, como su mensaje, volvieron a tener una resonancia mundial.

Resulta que los católicos y muchos en el mundo lo recuerdan aún, como a alguien que siempre tuvo un mensaje orientador para los hombres y mujeres de su tiempo, especialmente, en lo referido a la proteccción de todas las etapas de la vida humana. Y también porque lo hizo hasta el final, hasta que no pudo más…

“Con la fuerza de un gigante”, describió el papa emérito Benedicto XVI este largo pontificado de 27 años, durante el cual reivindicó la esperanza del hombre en Cristo, “con una tendencia irreversible” que nadie pudo detener. Fue algo que no lo consiguieron frenar ni las balas, ni la censura y, menos aún, su larga enfermedad.

 

San Juan Pablo Magno

Es evidente que el papa Wojtyla utilizó su posición y su experiencia para impregnar las culturas con la naturalidad y la convicción de su ser cristiano, con un auténtico celo por la casa de Dios.

¿Por qué sus actividades se convirtieron en los sucesos más multitudinarios del planeta? y, ante su muerte, ¿por qué fue tan llorado? o, en sus exequias, ¿acaso no fue el más aplaudido, mientras se pedía su Canonización inmediata?

Digamos que todo esto sucedió porque animó y sostuvo a los cristianos -libres o impedidos de expresar su fe-, a través de aquel llamado inicial: “¡No tengan miedo!”.

Su discurso llenó al mundo de valentía, porque esa voz provenía de alguien que había sentido miedo frente a la persecución de dos dictaduras, en las cuales vio de cerca la carestía, la clandestinidad y el temor del Estado. Nadie olvidará que hasta al papado llegó un obispo venido de lejos, probado en su fe, cuyos estudios eclesiásticos debió hacerlos desde las catacumbas. Sería en medio de esas privaciones, desde donde se erguiría como artífice de la paz y la libertad en su natal Polonia. Luego de la elección papal, visitaría el país ocho veces, entre 1979 y 2002.

Durante los años de pontificado dejó un legado conformado por catorce encíclicas, quince exhortaciones apostólicas y cientos de mensajes, cartas y discursos a la humanidad. Entrañables fueron sus cartas a los niños, a las mujeres y a las familias, solo por citar algunas.

A esto hay que sumarle -entre otras innovaciones-, el Código de Derecho Canónico vigente, el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, así como el Catecismo de la Iglesia Católica y las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), de las cuales es su indiscutible patrono.

 

Un hombre de diálogo

Con esa autoridad bien ganada pudo hablar, alzar la voz y reclamar en casi todos los idiomas conocidos por las diversas culturas. Tuvo un liderazgo de servicio, que le permitía retomar la senda del diálogo e invocar la tolerancia hacia las minorías étnicas o religiosas. A él, no lo han elevado a los altares solo en tanto papa sino, principalmente, en cuanto fue un hombre valiente, sacrificado y tenaz al proponer la fe en la que creía.

Para alcanzar aquello, varios testigos aseguran que san Juan Pablo II rezaba día y noche, una costumbre de la que no se alejó nunca, ya que mientras estaba más enfermo, ¡más se arrodillaba!

Siempre habló a la mente y al corazón sin medias tintas; para eso, aprendió lenguas difíciles y lejanas, a fin de comunicarse mejor en sus viajes al África, Asia, Oceanía o a América Latina. Justamente este último lugar, al que él mismo llamó el “Continente de la Esperanza”, sintió su cercanía y presencia en las asambleas del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) de Puebla (1979) y Santo Domingo (1992), que luego devinieron en importantes documentos orientadores.

Hoy se puede constatar que todo lo que aportó a su tiempo, lo hizo sin violentar ninguna cultura ni credo, ni menos aún a alguna raza. Lo obtuvo de manera intuitiva, como quien sabe dejar la huella de Dios en todo ser y cultura que se abre al creador, y que acepta purificarse por medio de un Evangelio que libera y reconcilia a la vez.

Esto se cristalizó en sus cientos de viajes, mediante los cuales dejó para la posteridad mensajes, imágenes, cantos en su honor, estadios y plazas perennizadas, universidades y seminarios, coronados todos estos con su escudo, que llevaba de modo filial la M de María.

Junto a ello, el mundo lo seguirá recordando como aquel que pidió perdón por los excesos de la Iglesia y reinvindicó a Galileo. Entretanto, abría un espacio fresco al magisterio medioambiental, lo que abonó de modo favorable para que los esfuerzos del Papa Francisco dieran la certeza de la continuidad.

Las reliquias del santo se veneran hoy en un altar lateral de la basílica de San Pedro en el Vaticano. Allí lo visitan diariamente cientos de fieles, para encontrarse con su “papa amigo”.

 

 

 

 

Fundación ‘Centesimus Annus’: Conferencia sobre Ecología integral

En dos sesiones

octubre 23, 2020 14:29

Ecología

(zenit – 23 oct. 2020) -. La Fundación Centesimus Annus pro Pontifice celebra de manera online una conferencia internacional titulada “Los hitos de la ecología integral para una economía humana”, en dos sesiones, informa un comunicado de la citada organización.

De manera virtual, debido a la emergencia sanitaria de la COVID-19 y a través de la plataforma Zoom, el evento tendrá lugar en dos momentos con una semana de diferencia: hoy, viernes 23 de octubre (de 14 a 16:30 hora central europea), y el viernes 30 de octubre (de 14 a 16:30 horas).

La primera sesión de este viernes se centrará en la “Gobernanza y modelos de negocio”, mientras que la segunda, el 30 de octubre, se enfocará en “Educación y formación”.

Los trabajos de hoy comenzarán con los discursos introductorios de Anna Maria Tarantola, presidenta de la Fundación Centesimus Annus pro Pontifice, y de Giovanni Marseguerra, coordinador del Comité Científico de la Fundación.

 

23 de octubre

Asimismo, el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, dirigirá un momento de oración y dará el discurso de apertura. Después, François Villeroy de Galhau, gobernador del Banco de Francia, pronunciará un discurso sobre “El papel de los bancos centrales en la pospandemia para apoyar la economía sostenible”; Mariya Gabriel, comisaria europea de Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud, hablará sobre “La acción de la Unión Europea”.

Gian Maria Milesi Ferretti, subdirector del departamento de investigación del Fondo Monetario Internacional, por su parte, tratará los “Desafíos económicos en el período pospandémico”; para concluir, Claudio Descalzi, director general de ENI, abordará el tema “Lo que puede hacer una empresa que trabaja en el sector de la energía”.

 

30 de octubre

El viernes 30 de octubre los trabajos contarán con el informe de apertura, a cargo del cardenal Peter Turkson, prefecto del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral.

La sesión continuará con un discurso de Monseñor Guy-Réal Thivierge, secretario general de la Fundación Gravissimum Educationis, que será el moderador del debate entre K.J. Martijn Cremers, profesor de Finanzas en el Mendoza College de la Universidad de Notre Dame; Annamaria Lusardi, economista; y Alessandro Vespignani, físico y experto en epidemiología computacional, profesor de la Universidad de Boston.

La segunda y última sesión concluirá con monseñor Nunzio Galantino, presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica.

 

Fundación Centesimus Annus – Pro Pontífice

La ocasión histórica que dio origen a la idea de crear la Fundación Centesimus Annus – Pro Pontífice fue la encíclica Centesimus Annus promulgada Juan Pablo II el 1 de mayo de 1991 con motivo del centenario de la encíclica de León XIII Rerum novarum.

Se trata de una organización sin ánimo de lucro con fines religiosos y caritativos, cuyo objetivo específico es colaborar en el estudio y la difusión de la doctrina social cristiana.

 

 

 

 

México: 26º Encuentro Mariano Diocesano Cancún

Titulado “No tengáis miedo”

octubre 23, 2020 13:13

Espiritualidad
Iglesia Local

(zenit – 23 oct. 2020).- El próximo sábado 24 de octubre de 2020 tendrá lugar en México el 26º Encuentro Mariano Diocesano, organizado por la diócesis de Cancún Chetumal, la Vicaría de Pastoral y el Comité Organizador de los Encuentros Marianos, informa en una nota en su web el propio Encuentro Mariano Diocesano.

Bajo el lema “No tengáis miedo”, en esta ocasión, el evento se celebrará en formato virtual y gratuito, de 16 a 20, hora de Cancún.

Siguiendo los protocolos anti COVID-19 de las autoridades civiles y sanitarias, el acto se retransmitirá a través de Facebook y YouTube, respetando el carisma y la dinámica tradicional que han caracterizado a los pasados encuentros marianos.

 

Programa del Encuentro

El programa iniciará con la Entronización de la Santísima Virgen de Guadalupe, presidenta del encuentro en Cancún. Se continuará con el primer tema, que lleva el título “No tengáis miedo”, a cargo del señor canónigo y doctor Eduardo Chavez.

El marco de esta conferencia hará referencia a que no solo la pandemia ha causado grandes cambios en la sociedad, en la que muchas personas se han visto afectadas y han experimentado pérdidas de todo tipo. A este problema se suma la crisis política y social vivida en México, además de la violencia, la pobreza y la impunidad.

Precisamente en este contexto del ciudadano mexicano, cobra validez el mensaje de Nuestra Madre en el Tepeyac, que dice “No tengáis miedo. ¿Qué no estoy yo aquí que soy tu madre?”.

“Te doy gracias, Padre, porque así te ha parecido bien” es el título de la segunda conferencia, que será impartida por José González. El tema central será la acción de gracias en medio de lo que se vive, lo bueno y lo malo; agradecer para ser feliz, como signo de humildad que lleva a la gratitud.

 

Rosario y Adoración Eucarística

Uno de los momentos cumbre del encuentro mariano en Cancún será el rezo del Rosario y la Adoración Eucarística, que presentarán el tema de “La Iglesia de rodillas y el corazón de pie”. Estará dirigido por Eduardo Verástegui, actor y católico practicante.

El rezo del Santo Rosario ante Jesús Sacramentado servirá para pedir por las necesidades, dar gracias por los beneficios concedidos, ofrecer la misión evangelizadora y rezar por las vocaciones y por las familias.

 

Eucaristía y ordenación

Como en cada encuentro mariano desde hace 26 años, el cierre será la Eucaristía en la capilla del Seminario Mayor de Quintana Roo, presidida por monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas.

También tendrá lugar la ordenación sacerdotal del diácono Jesús Peña Velázquez, primer seminarista que, tras su preparación en el Seminario Menor del estado mexicano, recibe la orden sacerdotal.

 

Triple celebración en el Encuentro Mariano

Los fieles de Quintana Roo se han preparado durante los tres últimos años contemplando los siguientes temas: la Santa Eucaristía, el amparo de la Santísima Virgen María y la Santa Cruz del Señor Jesucristo, identidad particular de su iglesia.

2020 supone la culminación de este período de preparación y motivo de una triple celebración: la del 50 aniversario de la misión evangelizadora en esta tierra, la de la elevación de la prelatura a diócesis de Cancún-Chetumal y la de la confirmación de su primer obispo titular diocesano, monseñor Pedro Pablo Elizondo.

 

 

 

 

Bioética: COVID-19, nuevas posibilidades en los métodos diagnósticos

Observatorio de Bioética – Universidad Católica de Valencia

octubre 23, 2020 10:57

Análisis

(zenit – 23 oct. 2020).- A continuación ofrecemos un artículo del Observatorio de Bioética de la Universiad Católica de Valencia, en el que se habla de las nuevas posibilidades alcanzadas en los métodos diagnósticos de la COVID-19.

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El diagnóstico de la enfermedad COVID-19 así como la detección temprana de portadores sanos, es uno de los eslabones principales en la cadena de contención de la pandemia. La detección de la presencia del virus en exudado rinofaríngeo o saliva y de anticuerpos en la sangre de los pacientes constituyen las dos vías de evaluación de exposición al virus Sars-Cov-2.

La detección de la presencia del virus se ha realizado hasta ahora con técnicas de amplificación genómica, como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) que a día de hoy sigue siendo el gold standard o técnica de referencia para la detección del virus. Su alta especificidad, o capacidad para no arrojar falsos positivos junto a su gran sensibilidad, capacidad de detectar cantidades muy pequeñas de virus en las muestras ensayadas, la sitúan como técnica más fiable.

Una de sus limitaciones, según algunos estudios, es la de detectar fragmentos de RNA del virus ya inactivo, que arrojarían un resultado positivo en pacientes que han superado la enfermedad y en los que quedan estos residuos virales. El coste de la técnica y la demora en la obtención de resultados suponen dos de sus desventajas, que ha impulsado al diseño de nuevas técnicas más rápidas y económicas.

 

Posibilidades en métodos diagnósticos

Recientemente se han puesto a punto las nuevas técnicas de detección de antígenos virales, o proteínas de la cubierta del virus, que han mostrado una gran sensibilidad y especificidad, de más de 90 % comparada con las de las pruebas PCR. Su enorme ventaja parece ser la rapidez en la obtención de los resultados, de algunos minutos, su inferior coste y la posibilidad de ser realizadas sin el recurso a costosos equipos instrumentales, como es el caso de las PCR.

El hecho de que estos test rápidos de detección de antígenos puedan ser realizados en el punto de atención del paciente o en laboratorios de análisis clínicos, posibilita el extender los medios diagnósticos de detección de presencia viral a poblaciones mayores con resultados inmediatos, lo que incrementa la eficacia a la hora de identificar portadores y aislar a sus contactos. La extensión de su uso puede marcar un punto de inflexión en el control de la pandemia.

Finalmente, le determinación de anticuerpos en sangre, del tipo Inmunoglobulinas M (IgM) y G (IgG), ofrece información sobre la respuesta inmunológico del individuo tras su exposición al virus, así como, en su día, de la eficacia de la vacuna administrada. La aparición de anticuerpos IgM resulta indicativa de un proceso infeccioso reciente, en fase de resolución, mientras que los IgG indican la adquisición de inmunidad por una infección ya superada.

Todo parece indicar que esta inmunidad de mantiene en el tiempo, durante meses o años. No obstante no todos los pacientes que se han infectado desarrollan anticuerpos en cantidades medibles, debiendo tener en cuenta que, junto a esta inmunidad humoral o mediada por anticuerpos, se desarrolla una inmunidad celular, en la que implican los linfocitos T, que también puede proteger contra nuevas reinfecciones.

El diagnóstico más fiable de estos anticuerpos es mediante técnicas de enzimainmunoensayo (EIA) que ofrecen información sobre su presencia y cantidad. Alternativamente también existen test rápidos, menos sensibles y específicos pero fáciles de realizar y más económicos.

 

 

 

 

San Luigi Guanella, 24 de octubre

‘El padre de los pobres’

octubre 23, 2020 17:00

Testimonios

 

“Sacerdote, fundador de los Siervos de la Caridad y de las Hijas de Santa María de la Providencia, San Luigi Guanella fue conocido como el padre los pobres por haberse desvivido por ellos. Pío XI lo denominó el ‘Garibaldi’ de la caridad”

Nació en Fraciscio di Campodolcino, Italia, el 19 de diciembre de 1842, en un momento en el que se producía el tránsito de san José Benito Cottolengo. Don Bosco, tomando el testigo, daba inicio a su Oratorio. La vida de Luigi fue signada por la misericordia y un afán incontenible de asistir a los que nada poseen: “No podemos detenernos mientras haya pobres que socorrer”. Se preguntaba: “¿Cómo es posible creer que en la frente del pobre está esculpida la imagen de Dios y no correr a ayudarlo, a servirlo?”. Nada lo iba a detener: “¿Qué importa siquiera ir a prisión por los pobres, por la causa de los pobres? ¡Se llegaría a ser mártir!”.

Fue el noveno de trece hijos y experimentó tempranamente una inmensa piedad por los necesitados. Tenía 7 años cuando se dio de bruces con un anciano mendigo, famélico y solitario, que se acercó a él pidiendo ayuda. Rápidamente escondió los caramelos que su padre le acababa de comprar, antes de oír misa, para no tener que dárselos. El viejecito desapareció.

Según develó años más tarde, lo consideró una aparición. A esa edad la Virgen le hizo ver que debía dedicarse a los necesitados. Y a los 12, con madura determinación, comunicó a sus padres: “¡Quiero ser sacerdote!”. Partía con un caudal de bendiciones, llevando en su equipaje una fe bien cimentada y otras muchas cualidades y habilidades que aprendió en su hogar en las que se encerraban grandes valores como el sacrificio, el esfuerzo y el desprendimiento.

San Luigi Guanella se formó en el colegio Gallio de Como, y luego prosiguió estudios en el seminario diocesano. Fue ordenado por el obispo de Foggia en 1866. Su primera misión pastoral fue auxiliar a un anciano presbítero. Afligido por la lejanía de la Iglesia que algunos mostraban, inició un camino de ayunos y mortificaciones que unía a su oración suplicando la conversión de todos, hasta que el rigor que se impuso comenzó a dañar su salud, y el virtuoso y lúcido sacerdote se las vetó. El anticlericalismo acérrimo de ciertos ciudadanos vinculados a la política, y los declarados masones, le obligó a oficiar misa teniendo detrás a la policía que lo vigilaba.

En 1875 se trasladó a Turín con el fin de unirse a la labor apostólica de Don Bosco; consideraba que le serviría de gran ayuda para la misión que debía iniciar. Él le ofreció ir a América, pero aunque le hubiera gustado aceptar la oferta, se dejó guiar por la impresión espiritual que le instaba a responder a los mensajes sobrenaturales que había recibido.

Siendo vicario parroquial en Traona, en 1880 creó un colegio para niños pobres. Incomprendido por personas de la diócesis, tuvo que cerrarlo con todo el dolor de su corazón. Después pasó por Olmo dejando atrás soledad y sufrimientos, expectante por dilucidar la voluntad divina; esperaba ver los signos pertinentes para poder actuar en consecuencia.

Supo aguardar a que llegase lo que denominó: “la hora de la misericordia”, vislumbrada a sus 40 años. Tiempo atrás le había confiado a Don Bosco: “Tengo en el alma la caridad y la conciencia de que Dios nos ha enviado al mundo para construir una sociedad justa y convertirnos para estas personas en sus padres, madres o hermanos, y servir en esta alegría de vivir”.

Llegó a Pianello del Lario en 1881, por indicación del obispo, para ocuparse de una casa que había dejado al morir el P. Carlo Coppini. Desde 1878 cinco mujeres con inclinación a la vida religiosa ayudaban al desparecido sacerdote a auxiliar a los huérfanos y ancianos que había recogido. Ellas fueron el germen de una de las fundaciones de Guanella: las Hijas de Santa María de la Providencia surgidas en 1886, y de la que nació la Congregación de Siervos de la Caridad.

En 1890 Luigi ya albergaba a 200 enfermos y pobres de todas las edades y condiciones. Esta obra de caridad vio la luz en medio, y a pesar, de los muchos recelos surgidos en su entorno. A los que padecían alguna discapacidad nunca los calificó como retrasados, ni consintió que otros lo hicieran. Eran sus “buenos niños”, sus “tesoros”. Cuando en 1896 los extremistas prendieron fuego a esta Casa de la Providencia, condujo a todos al templo.

Mientras les consolaba, oraba así: “Señor, en tus designios has permitido que nuestra casa se quemase. Nos volveremos a alojar aquí en la tuya”. Sin perder tiempo, comenzaron a ponerla en pie. Un día, cuando levantaban la capilla, aunque nada permitía pensar en un accidente, dio la indicación de que se apartaran de la zona sin dilación. A renglón seguido el andamio caía en medio de gran estrépito, sin haber dañado a nadie.

Confiar en la providencia de Dios, esperar en Él, era su lema. Ante el asombro por los logros que obtenía, decía: “Dios es el que hace el trabajo”. Se ocupó de que hubiera una imagen de María dedicada a sus obreros, que denominó Nuestra Señora del Trabajo.

Las obras de beneficencia se multiplicaron dentro y fuera de Italia. No hay más que ver la expansión que se produjo en Roma con la ayuda de su amigo san Pío X. En 1903 se estableció en la colina romana de Monte Mario. En el terremoto de 1905 realizó una admirable labor asistiendo a los damnificados. En la colina del Gianicolo abrió un centro para ancianos en 1907. Dos años más tarde erigió una iglesia dedicada a san José, además de otras obras de carácter educativo.

San Luigi Guanella realizó un viaje apostólico al continente americano para visitar a los emigrantes, y al regreso siguió extendiendo su obra. Además, promovió la devoción a la Virgen de Lourdes e instituyó la Pía Unión del Tránsito de San José. En 1915 auxilió a los damnificados en el terremoto de Abruzzo.

Esto mermó su ya delicada salud por sus muchos afanes y sufrimientos. En septiembre de ese año quedó paralítico. No se recuperó y el 24 de octubre falleció en Como. Pablo VI lo beatificó el 24 de octubre de 1964. Benedicto XVI lo canonizó el 23 de octubre de 2011. Denominado “padre de los pobres”, Pío XI lo consideró el “Garibaldi de la caridad”.