Servicio diario - 30 de mayo de 2019


 

Rumanía: Francisco, el Papa del diálogo, se encontrará con el Patriarca Daniel III
Rosa Die Alcolea

Viaje a Rumanía: Programa de celebraciones del Papa
Rosa Die Alcolea

Rumanía: Esta es la historia de los 7 obispos mártires que beatificará Francisco
Rosa Die Alcolea

Comunidad de Bose: La liturgia, fuente y cumbre de una vida “llena de fraternidad”
Rosa Die Alcolea

Venezuela: Los obispos piden “medidas inmediatas” para garantizar la vida de las personas detenidas
Rosa Die Alcolea

Colombia: San Vicente del Caguán, elevada a diócesis por el Papa Francisco
Rosa Die Alcolea

Monseñor Enrique Díaz Díaz: “Descubrir nuestro destino”
Enrique Díaz Díaz

Santa Bautista (Camila) de Varano, 31 de mayo
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

30/05/2019-17:44
Rosa Die Alcolea

Rumanía: Francisco, el Papa del diálogo, se encontrará con el Patriarca Daniel III

(ZENIT — 30 mayo 2019).- En la línea de su empeño apostólico por el diálogo interreligioso y ecuménico, el Papa Francisco se encontrará mañana con el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rumana, Daniel III, una de las más alejadas de la Iglesia Católica.

El viernes 31 de mayo comenzará el 30° viaje internacional de Francisco, en esta ocasión a Rumanía, país con mayoría de fieles ortodoxos, frente a un 7,4% de católicos. La Iglesia Ortodoxa Rumana es una de las iglesias autocéfalas integradas en la comunión ortodoxa. Pertenecen a ella la mayoría de los rumanos, el 87% de la población. Por el número de fieles (20 millones entre Rumanía, Moldavia y la diáspora), es la segunda de las iglesias ortodoxas autocéfalas, sólo por detrás de la Iglesia Ortodoxa Rusa.

En 1999 el Papa San Juan Pablo II visitó Rumanía, invocando el don de la unidad de los cristianos. Para la Iglesia Greco-Católica, esta visita significó el reconocimiento de su sacrificio supremo bajo el régimen comunista, por su fidelidad a la Santa Sede en Roma. Veinte años mas tarde, Papa Francisco visitará varias ciudades de Rumanía, como Bucarest, lasi, ?umuleu Ciuc y Blaj, invitando a la unidad de las iglesias y al diálogo fraterno.

Recientemente, el Santo Padre ha visitado numerosos países con mayoría de creyentes ortodoxos, como Bulgaria y Macedonia del Norte (mayo de 2019), Georgia (octubre de 2016), Armenia (junio de 2016) o Bosnia-Herzegovina (abril de 2015).

 

Propiedades eclesiásticas

Las relaciones con la Iglesia ortodoxa rumana, actualmente dirigida por el patriarca Daniel, están hoy en general marcadas por el diálogo, aunque no sin dificultad, para superar las heridas abiertas por el régimen anterior, incluida la antigua cuestión de la restitución a la Iglesia Greco-Católica de las propiedades eclesiásticas (alrededor de 2.600) de la cual fue despojada a favor de la Iglesia Ortodoxa o del Estado.

Estas relaciones comenzaron a registrar el progreso después del viaje apostólico del Papa Juan Pablo II al país del 7 al 9 de mayo de 1999 y después de la histórica reunión con el patriarca Teoctist, sellada por la firma de una declaración conjunta y seguida, en febrero de 2000, por la solicitud pública de perdón del mismo Patriarca por los males infligidos en el pasado a los católicos greco-rumanos.

 

Continuación del diálogo

Estos progresos se confirmaron con motivo de la visita a Rumania, en 2011, del cardenal polaco Stanislaw Dziwisz, arzobispo de Cracovia y, más recientemente, durante la reunión del patriarca Daniel con el cardenal Leonardo Sandri, con motivo de su visita al país de Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales en septiembre de 2017.

Además, la "continuación del diálogo" para la reconciliación entre la Iglesia Católica Griega y la Iglesia Ortodoxa en Rumania fue cálidamente fomentada en el 2000 por el mismo Juan Pablo II en la carta apostólica para el Tercer Centenario de la Unión de la Iglesia Católica Griega de Rumania con la Iglesia de Roma sancionada el 7 de mayo de 1700 por el Consejo de Alba lulia. En la Carta, el Pontífice enfatizó que entre los "méritos" particulares de la Iglesia Católica Griega Rumana se encuentra precisamente "el de haber mediado entre Oriente y Occidente", que comunica a todo el catolicismo los valores del Oriente cristiano, que debido a la división los existentes no eran muy accesibles "y que" a pesar de las muchas dificultades encontradas "en su historia," ha aparecido cada vez más como un testigo singular del valor inalienable de la unidad eclesial ".

 

Daniel III

El sexto y actual Patriarca de la Iglesia Ortodoxa RumanaDaniel III, de 67 años, fue elegido el 12 de septiembre —y entronizado el 30 de septiembre de 2007— como arzobispo de Bucarest y Metropolita de Muntenia y Dobrudgea. Anteriormente, Daniel 'lie Ciobotea fue Metropolita de Moldavia y Bucovina.

Las primeras palabras de su beatitud Daniel III como Patriarca de Rumanía fueron: "Expresamos el deseo de servir a la Iglesia. Teoctist dejó una herencia luminosa, rica, que debemos cultivar", declaró tras agradecer la confianza de los electores, los cuales tuvieron que elegir entre tres candidatos impuestos por el Santo Sínodo.

El papa emérito Benedicto XVI felicitó a Daniel, con motivo de su elección como Patriarca de Rumanía, el 27 de septiembre de 2007, con una carta: "Jesús dijo a sus discípulos: 'Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros' (Jn 13, 34). El mandamiento del Señor debe llevarnos sin cesar a todos hacia nuevas relaciones, prólogo de la unidad plena".

 

Relación con Bartolomé I

Francisco tiene muy buena relación con Bartolomé I, Patriarca Ecuménico de la Iglesia Ortodoxa, con sede en Constantinopla, líder honorífico de dicha Iglesia.

Así, en el 5° aniversario del pontificado de Francisco, el Patriarca de Constantinopla felicita al Romano Pontífice: "Rogamos al Señor Dios que le conceda la fuerza y ??el valor para continuar su ministerio en el servicio de la Iglesia," escribió en una carta firmada el 13 de marzo de 2018.

Del mismo modo, el Papa Francisco acostumbra a felicitar a Bartolomé cada año en la festividad de San Andrés Apóstol, el 30 de noviembre. El pasado año, lo hizo con estas palabras: "Le aseguro a Su Santidad mi oración para que Dios, fuente de reconciliación y paz, nos conceda a los cristianos "tener todos unos mismos sentimientos, ser compasivos, amarnos como hermanos".

 

 

 

30/05/2019-15:14
Rosa Die Alcolea

Viaje a Rumanía: Programa de celebraciones del Papa

(ZENIT — 30 mayo 2019).- El Santo Padre viajará mañana, 31 de mayo de 2109, a Rumanía, un país donde el 97% de la población se ha declarado cristiana, y la comunidad católica representa el 7,4%. A parte de la mayoría ortodoxa, en Rumanía vive una comunidad católica activa perteneciente a dos tradiciones: latina y bizantina.

Entre los momentos más importante del 30° viaje internacional del Papa Francisco, está previsto que se encuentre con el Patriarca Daniel, de la Iglesia Ortodoxa Rumana, el viernes, 31 de mayo, y con el Sínodo Permanente de dicha Iglesia a las 16:15 horas, a quienes ofrecerá un discurso; también rezará la oración del Padre Nuestro en la nueva catedral ortodoxa junto al Patriarca Daniel, a las 17 horas, y celebrará la Misa de beatificación de 7 obispos mártires greco-católicos, torturados entre 1950 y 1970 bajo el régimen comunista, el domingo, 2 de junio en Blaj.

 

Sábado, 1 de junio

El sábado, 1 de junio, Francisco presidirá la Santa Misa será a las 11:30 horas, en el Santuario de Sumuleu-Ciuc, el traslado en helicóptero del Santo Padre al aeropuerto de lasi se hará a las 16:10 horas.

A las 17:45 horas, tendrá lugar el Encuentro Mariano con la Juventud y con las Familias en la plaza frente al Palacio de la Cultura en lasi.

 

Domingo, 2 de junio

La Santa Sede informó de que el domingo, 2 de junio, a las 11 horas, tendrá lugar la beatificación de los 7 obispos greco-católicos mártires en el Campo de la Libertad en Blaj.

Por otro lado, ese mismo día, el Encuentro de la Comunidad Rom di Blaj, en el que Francisco ofrecerá unas palabras, será a las 15:45 horas, y a las 16:35 horas, el Santo Padre se trasladará en helicóptero al aeropuerto de Sibiu.

Por último, está previsto que el Pontífice llegue al aeropuerto de Roma-Ciampino el domingo por la tarde, a las 18:45 horas.

 

A continuación, ofrecemos el programa completo, publicado por la Oficina de Prensa de la Santa Sede. El horario del que se informa es local, es decir, en este caso, se trataría
de una hora más que en Roma (GMT+3).

 

Programa del viaje a Rumania

Viernes  31 mayo 2019
ROMA-BUCAREST
 
08:10 (07:10 Roma) Salida en avión desde el aeropuerto de Roma / Fiumicino a Bucarest.    
11:30 (10:30 Roma) Llegada al aeropuerto internacional Henri Coandă -Otopeni en Bucarest    
  RECEPCIÓN OFICIAL en el aeropuerto    
12:05 (11:05 Roma) CEREMONIA DE BIENVENIDA a la entrada del complejo del palacio presidencial de Cotroceni    
12:20 (11:20 Roma) VISITA DI CORTESIA AL PRESIDENTE DE  RUMANÍAen el palacio presidencial de Cotroceni    
  ENCUENTRO CON EL PRIMER MINISTRO en el Palacio Presidencial de Cotroceni    
13:00 (12:00 Roma) ENCUENTRO CON LAS AUTORIDADES, con la SOCIEDAD CIVIL y con el CUERPO DIPLOMÁTICO  en la sala Unirii del Palacio de Cotroceni Discurso del Santo Padre  
15:45 (14:45 Roma) ENCUENTRO PRIVADO CON EL PATRIARCA en el Palacio del Patriarcado    
16:15 (15:15 Roma) ENCUENTRO CON EL SÍNODO PERMANENTE DE LA IGLESIA ORTODOXA RUMANA en el Palacio del Patriarcado Discurso del Santo Padre  
17:00 (16:00 Roma) ORACIÓN DEL PADRE NUESTRO en la nueva catedral ortodoxa Saludo del Santo Padre  
18:10 (17:10 Roma) SANTA MISA en la catedral católica de San José Homilía  del Santo Padre  
       
       
Sábado 1 junio  2019

 

 

BUCAREST-BACAU-SUMULEU-CIUC-IASI-BUCAREST

09:30 (08:30 Roma) Salida en avión hacia Bacau    
10:10 (09:10 Roma) Llegada al aeropuerto de Bacau y traslado en helicóptero a la base aérea de la Brigada de Montaña de  Miercurea-Ciuc    
11:30 (10:30 Roma) SANTA MISA en el Santuario di Sumuleu-Ciuc Homilía del Santo Padre  
16:10 (15:10 Roma) Traslado en helicóptero del Santo Padre al aeropuerto de Iasi.    
17:25 (16:25 Roma) VISITA A LA CATEDRAL DE SANTA MARÍA REINA en Iasi    
17:45 (16:45 Roma) ENCUENTRO  MARIANO CON LA JUVENTUD Y CON LAS FAMILIAS  en la plaza frente al Palacio de la Cultura en Iasi Discurso del Santo Padre  
19:00 (18:00 Roma) Salida en avión hacia Bucarest    
20:00 (19:00 Roma) Llegada al aeropuerto Henri Coandă -Otopeni  de Bucarest    
       
       

Domingo 2 de junio de 2019
BUCAREST-SIBIU-BLAJ-SIBIU-ROMA
 
09:00 (08:00 Roma) Salida en avión hacia Sibiu.    
09:40 (08:40 Roma) Llegada al aeropuerto de Sibiu y traslado en helicóptero a Blaj.    
11:00 (10:00 Roma) DIVINA LITURGIA con beatificación de los 7 obispos greco-católicos mártires en el  Campo de la Libertad en Bla Homilía del Santo Padre

 

Regina Coeli

 
13:25 (12:25 Roma) Almuerzo con el séquito papal    
15:45 (14:45 Roma) ENCUENTRO CON LA COMUNIDAD  ROM DE BLAJ Saludo del Santo Padre  
16:35 (15:35 Roma) Traslado en helicóptero del Santo Padre al aeropuerto de Sibiu.    
       
17:20 (16:20 Roma) CEREMONIA DE  DESPEDIDA en el aeropuerto de Sibiu    
17:30 (16:30 Roma) Salida del avión papal hacia Roma / Ciampino      
18:45 (17:45 Roma) Llegada al aeropuerto de  Roma/Ciampino

 

 

 

 

30/05/2019-11:42
Rosa Die Alcolea

Rumanía: Esta es la historia de los 7 obispos mártires que beatificará Francisco

(ZENIT — 29 mayo 2019).- El Papa Francisco beatificará el próximo domingo, 2 de junio de 2019, en Rumanía —país que visitará a partir de mañana, viernes 31 de mayo— a siete obispos mártires greco-católicos, torturados bajo el régimen comunista soviético.

Esta será la primera vez que el Papa Francisco presida la Divina liturgia, es decir, la Misa por el rito bizantino. Así, Francisco celebrará la Santa Misa a partir de las 11 horas (10 h. en Roma), en el Campo de la Libertad de Blaj, donde beatificará a los 7 mártires rumanos, torturados y encarcelados en los años previos a que Nicolás Ceasucescu se convirtiera en el máximo responsable del país, cargo que asumió en 1967 hasta que fue ejecutado en 1989.

El decreto de Martirio para beatificar a Valeriu Traian Fren?iu, Vasile Aftenie, loan Suciu, Tit Liviu Chinezu, loan B?lan, Alexandru Rusu y luliu Hossu, asesinados entre los años 1950 y 1970, fue promulgado el 19 de marzo del 2019 por el Pontífice, a través de la Congregación para las Causas de los Santos.

El 25 de marzo del 2019 la Santa Sede confirma que el domingo 2 de junio del 2019 Papa Francisco beatificará a los siete obispos mártires en el Campo de la Libertad de Blaj.

 

Calvario de la Iglesia Greco-Católica

En 1945, vivían en Rumanía un millón y medio de católicos de rito oriental, una iglesia viva y pujante, que volvió a la unidad con Roma en 1698. Al final de la Segunda guerra mundial, Rumanía cae bajo la influencia de la Unión Soviética: El Partido Comunista Rumano, partido marxista-leninista de Rumanía, llegó al Gobierno el 30 de diciembre de 1947. Esto desencadena el calvario de la Iglesia Greco-Católica, que pasa a ser "ilegal" y todas sus propiedades son confiscadas.

Las autoridades comunistas, con la connivencia de la jerarquía ortodoxa, decidieron suprimir esta Iglesia siguiendo órdenes de Moscú. La intención, en todos los países de la órbita comunista, era separar a los católicos del Papa.

 

Ni un solo obispo cede

A pesar de las presiones que sufren el clero y la feligresía greco-católica para asimilarse a la iglesia oficial del estado, ni un solo obispo cede y así los siete obispos sufren encarcelamiento en régimen de exterminación y torturas. En este periodo, la Iglesia Greco-Católica siguió funcionando en clandestinidad y en diáspora. El comunismo en Rumanía duró hasta el derrocamiento del dictador Nicolás Ceausescu en 1989.

Primero se lanzó una campaña para que el clero greco-católico se integrara en la Iglesia Ortodoxa: de 1.600 sacerdotes sólo cedieron 38. A pesar de ello, se declaró disuelta a la Iglesia Greco-Católica y fueron confiscados sus edificios y sus bienes. Después llegó la persecución física: cientos de sacerdotes greco-católicos fueron detenidos y presionados, aunque casi ninguno cedió.

 

Valeriu Traian Frentiu

Fue Obispo de Oradea primero, y luego Administrador Apostólico de la Archidiócesis de Alba lulia y Fagaras. El régimen comunista le arrestó el 28 de octubre de 1948. Fue recluido en el campo de concentración de Dragoslavele, luego en el Monasterio de Caldarusani -convertido en centro de reclusión-, y, desde 1950 en el centro penitenciario de Sighetul Marmatiei.

 

loan Suciu

El obispo loan Suciu, de Alba-Julia, pronunció estas palabras en su catedral antes de ser detenido: "Nos someteremos a las leyes pero no haremos nada contra nuestra fe. Y si nos preguntan: ¿de qué parte estáis, de parte del pueblo o de parte del Papa?, responderemos: de parte de Dios, para que ayude a este pueblo". Lo detuvieron el 28 de octubre de 1948 y murió a causa de las repetidas torturas físicas después de 5 años de calvario.

 

Alexandru Rusu

El 13 de agosto de 1956, bajo el pretexto de ser recibido en audiencia por el ministro de asuntos religiosos, Petre Constantinescu-lasi, fue separado de los otros dos obispos y trasladado al monasterio de Coco?u de Niculi?el. En 1957, el tribunal militar de Cluj lo condenó a 25 años de trabajo forzado por instigación y alta traición. Fue encarcelado en Gherla, en la celda número 10, en el sótano, donde se comportó con gran dignidad.

En la primavera de 1963 fue golpeado por una enfermedad renal. El 9 de mayo, después de haber bendecido a los presentes y a sus compañeros de celda, dijo: "Mis hermanos, ahora voy a Dios para recibir mi recompensa por la vida recibida de Él, de la Iglesia y de los rumanos". Estas fueron sus últimas palabras. Fue enterrado sin ninguna ceremonia religiosa en el cementerio de los presos políticos de Gherla, en la tumba n° 133.

 

Vasile Aftenie

Obispo de Ulpiana. Fue arrestado el 28 de octubre de 1948 por las autoridades comunistas y trasladado primero a Dragoslavele y luego al campo de concentración construido en el Monasterio de Caldarusani, donde fue torturado y mutilado. Por último, fue encarcelado en la prisión de Vacaresti, donde murió el 10 de mayo de 1950.

 

Tit Liviu Chinezu

El prelado fue arrestado el 28 de octubre de 1948 junto a otros sacerdotes y obispos y trasladado al monasterio de Neamt. Después lo trasladaron a la cárcel de Caldarusani donde, el 3 de diciembre de 1949, recibió la ordenación episcopal de otros obispos prisioneros. Cuando la noticia de la ordenación llegó a las autoridades comunistas, el nuevo obispo fue trasladado al centro penitenciario de Sighetul Marmatiei. Allí padeció una grave enfermedad por culpa de los trabajos forzados, el hambre y el frío. Murió el 15 de enero de 1955 y fue enterrado en una fosa común.

 

loan Balan

Fue consagrado obispo de Lugoj en 1936 y más tarde fue nombrado metropolita. Fue arrestado el 28 de octubre de 1948 y recluido en Dragoslavele y luego en el monasterio de Caldarusani. En mayo de 1950 fue trasladado al centro penitenciario de Sighetul Marmatiei. En 1956 fue trasladado al monasterio de Ciorogarla donde enfermó gravemente. Murió el 4 de agosto de 1959.

 

luliu Hossu

Fue obispo de la Eparquía Greco-Católica de Gerla, en Transilvania. El 28 de octubre de 1948 fue arrestado por el gobierno comunista y deportado a Dragoslavele. Luego fue trasladado al monasterio de Caldarusani y más tarde a la cárcel de Sighetul Marmatiei. Tras pasar por otros centros de reclusión lo trasladaron de nuevo al monasterio de Caldarusani. Permaneció encarcelado hasta su muerte el 28 de mayo de 1970.

 

Algunos testimonios de muchos

Estos siete obispos greco-católicos son sólo algunos de los cristianos de Rumania, obispos, sacerdotes y laicos, que merecen la corona del martirio.

Uno entre muchos es loan Ploscaru, obispo, fallecido en 1998 a los 87 años de edad, de los cuales quince pasados en la cárcel en condiciones inhumanas; o Alexandru Todea, consagrado obispo en secreto en 1950 y encarcelado de 1951 a 1964. Tras permanecer 13 años en prisión, al salir reorganizó la Iglesia greco-católica en la clandestinidad y al caer el comunismo fue nombrado arzobispo y luego cardenal con Juan Pablo II.

 

 

 

30/05/2019-15:28
Rosa Die Alcolea

Comunidad de Bose: La liturgia, fuente y cumbre de una vida "llena de fraternidad"

(ZENIT — 30 mayo 2019).- El Papa Francisco ha enviado un mensaje al Fundador del Monasterio de Bose, Hermano Enzo Bianchi, con motivo del XVII Convenio Litúrgico Internacional bajo el tema "El altar — Adquisiciones recientes, nuevos problemas" que se celebra en el templo desde el 30 de mayo hasta el 1 de junio de 2019.

El Pontífice expresa en la carta su deseo de que las reflexiones del simposio "maduren cada vez más la comprensión de la liturgia como la fuente y la cumbre de una vida eclesial y personal llena de fraternidad" y se formen de esta manera "en la escuela del Evangelio", informa Vatican News en español.

El fundador de la comunidad ha leído las palabras del Santo Padre ante sus participantes al inicio de la sesión inaugural de la asamblea plenaria que ha tenido lugar esta mañana a las 9:30 horas.

Al final del mensaje —firmado por el Secretario de Estado de la Santa Sede, el Cardenal Pietro Parolin—, Francisco destaca sus "buenos deseos" y su cordial saludo a todos los participantes, así como su bendición apostólica a los promotores, los relatores y todos los presentes, señala el portal de información vaticano.

 

"Que todos sean uno"

La Comunidad nació el 8 de Diciembre de 1965, en el mismo día de la clausura del Concilio Vaticano II, cuando Enzo Bianchi empezó a vivir solo, en una casa alquilada, en la sección del pueblo de Magnano llamada Bose. Los primeros Hermanos llegaron tres años después, entre ellos una mujer y un Pastor reformado.

Desde entonces, por la mañana, al mediodía y por la tarde, se celebra la Liturgia de las Horas cantada, se trabaja, se acoge a los huéspedes, se estudian las Escrituras y la tradición monástica y se vive la difícil pero fecunda aventura monástica y ecuménica.

Hoy día la comunidad está formada por cerca de 80 personas, hombres y mujeres, algunos protestantes, seis presbíteros y un pastor. Sin esa pretensión inicial pero como un don del Espíritu, desde el principio, pertenecen a la comunidad cristianos de varias confesiones. Por ello, se ha intentado transformar este don en un compromiso por la Unidad de todos los cristianos en fidelidad a la palabra de Cristo: "Que todos sean uno" (Jn 17,21).

 

 

 

30/05/2019-12:49
Rosa Die Alcolea

Venezuela: Los obispos piden "medidas inmediatas" para garantizar la vida de las personas detenidas

(ZENIT — 30 mayo 2019).- La Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Venezolana condena la muerte de 30 personas privadas de libertad en las Instalaciones de la Comandancia General de la Policía en Acarigua, Estado Portuguesa, y otros tantos que resultaron heridos en este lugar la noche 24 de mayo de 2019.

Las autoridades venezolanas confirmaron el 25 de mayo de 2019 la muerte de al menos 29 detenidos y declararon que 19 policías resultaron heridos tras un motín e intento de fuga en un centro de detención policial en la localidad de Acarigua, en el oeste del país.

En este contexto, el obispo venezolano Mons. Roberto Lückert León y el sacerdote Seúl Ron Braasch, Presidente y Vicario General de la Comisión Episcopal de Justicia y Paz, respectivamente, hacen un llamado al Estado para que "adopte medidas inmediatas que garanticen la vida y la integridad de las personas detenidas".

 

Investigaciones correspondientes

Asimismo, piden que se "inicie, a través de las instancias pertinentes las investigaciones correspondientes, a fin de determinar la responsabilidad de los autores materiales e intelectuales que bien, por acción u omisión hayan promovido y suscitado estas muertes que además de ser crímenes, son violaciones flagrantes a los Derechos Humanos", señalan en un comunicado emitido el 30 de mayo de 2019.

"La custodia y el orden interno de los establecimientos penitenciarios no puede ser concedido o delegado por las autoridades estatales a particulares", sostienen los obispos, "específicamente a otras personas privadas de libertad que mediante la coacción y el ejercicio del terror mantengan un orden basado en la extorsión a los reclusos y sus familiares, en el ejercicio de la violencia y en diversos comercios ilícitos como el de estupefacientes, armas y otros".

 

Garantizar los derechos humanos

Dicha Comisión del Episcopado Venezolano recuerda nuevamente a las autoridades del Estado que es su deber indeclinable "garantizar y respetar todos y cada uno de los derechos humanos de la población privada de libertad, la cual se encuentra bajo su cuidado y cuido", uno de los grupos más vulnerables de la población.

Los prelados añaden que "corresponde a las autoridades garantizar el orden y la seguridad en los establecimientos penitenciarios, las autoridades están obligadas categóricamente a no permitir el ingreso de armas a los penales, a ejercer mediante personal profesional calificado en la materia el orden y la disciplina interna de modo de garantizar la vida y la integridad física de todos y cada uno de los reclusos y a asegurarse de que se mantenga la adecuada disciplina y orden interno para que se cumpla la reeducación y la reinserción social".

 

 

 

30/05/2019-13:37
Rosa Die Alcolea

Colombia: San Vicente del Caguán, elevada a diócesis por el Papa Francisco

(ZENIT — 30 mayo 2019).- El Papa Francisco ha elevado a Diócesis el Vicariato Apostólico de San Vicente del Caguán (Colombia), con la misma denominación y configuración territorial, lo que la hace sufragánea de la Sede Metropolitana de Ibagué.

Asimismo, ha nombrado primer Obispo de la Diócesis de San Vicente del Caguán a Mons. Francisco Javier Múnera Correa, consolato, hasta ahora Vicario Apostólico de la misma sede, concediéndole el título de Aguas Nuevas de Numidia. Al mismo tiempo, ordenó que esta diócesis pase a la Ley Común.

 

Nuevo obispo

El nuevo obispo de la diócesis nació en Copacabana (Medellín), el 21 de Octubre de 1956. Juan Pablo II lo nombró Obispo titular de Acque Nouve di Numidia y Vicario Apostólico de San Vicente de Puerto Leguízamo en 1998 y recibió su ordenación episcopal el 11 de febrero de 1999.

Ha estudiado en la Universidad Pontificia Javeriana de Bogot y en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Recibió la ordenación sacerdotal el 8 de Agosto de 1982 en La Ceja (Antioquia), incardinándose en el Instituto para las Misiones de la Consolata, en el que había hecho su profesión perpetua el 25 de diciembre de 1981.

Ha sido vicerrector en el Seminario Internacional Instituto Misiones Consolata de Bravetta, Roma; Vicario Parroquial y luego Párroco en Loyangallani, diócesis de Marsabit, Kenya y Rector del Seminario Internacional Instituto Misiones Consolata en Bogotá.

 

Segunda ciudad de la Amazonia colombiana

San Vicente del Caguán es un municipio colombiano localizado en el departamento del Cagueta, a 151 km al nororiente de Florencia, la capital departamental. Está bañado por los ríos Caguán y Yarí. Es la segunda ciudad más importante del departamento y de toda la región de la Amazonia colombiana tanto por su población como por su actividad económica, orientada principalmente a la ganadería, producción acuícola y frutas exóticas como el arazá, cocona, copoazú y maraco.

El Vicariato contaba en 2018 con 113.530 personas, de los cuales 93.000 son católicos, distribuidos en 14 parroquias. En San Vicente del Caguán viven 8 sacerdotes diocesanos y sacerdotes 12 religiosos, además hay 16 religiosos y 15 religiosas.

 

 

 

30/05/2019-07:00
Enrique Díaz Díaz

Monseñor Enrique Díaz Díaz: "Descubrir nuestro destino"

 

Hechos de los Apóstoles 1, 1-11: "Se fue elevando a la vista de sus apóstoles":
Salmo 46: "Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya".
Hebreos 9, 24-28; 10, 19-23: "Cristo entró en el cielo mismo".
San Lucas 24, 46, 53: "Mientras los bendecía, iba subiendo al cielo".

Primero creí que estaba jugando o haciéndose el gracioso: era joven pero muy desaliñado. Caminaba por el templo de un lado para otro, miraba fijamente a los fieles, salía a la calle y volvía a entrar y comenzaba a hacer lo mismo. Pronto muchas personas se sintieron incómodas y alguna hasta trató de cuestionarlo y de exigir una explicación. De pronto, en el silencio respetuoso que se hace durante la celebración de la Eucaristía, su voz resonó fuertemente: "¡Estoy perdido! ¡Alguien dígame dónde me encuentro! ¡¿,Dónde estoy?!" Alguno se atrevió a hacer un siseo pidiendo respeto a la celebración, otros trataron de acercarse a él, pero él continuaba gritando más fuerte: "¡Dónde estoy!", por fin salió corriendo de la iglesia. Al terminar la celebración, obviamente se hicieron los comentarios más ocurrentes, que si estaba mal de la cabeza, que doña fulanita lo conocía..., pocos datos y muy confusos acerca del joven que había invadido la celebración. Don Fermín, siempre agudo y observador, dijo finalmente: "Es como si nuestra conciencia nos estuviera hablando y preguntando: '¡¿,Dónde estoy?!' Y nos quedamos todos pensativos.

Nuestra civilización ha elevado su seguridad y desarrollo por encima de todas las esperanzas y expectativas de las generaciones precedentes. Sin embargo, no encuentra la felicidad ni el sentido de la vida que lo sostenga en sus afanes. Ha subido por los aires, rompe las barreras del sonido, conserva su voz y amplifica imágenes, supera las velocidades, domina los espacios, y sin embargo, el hombre no goza del verdadero júbilo de la victoria, sino únicamente el sentimiento aplastante de una vida que se escurre entre las manos y una inquietud grande de lo que vendrá. El mundo se ha hundido en un ambiente asfixiante porque ha tratado de suprimir a Dios y a pesar de haberlo sustituido por poderes y riquezas, no logra llenar sus aspiraciones. Ha perdido el eslabón que une el cielo con la tierra y entonces se encuentra sin brújula y desorientado. Hoy celebramos la fiesta de la Ascensión de Cristo a los cielos, es una fiesta que, bien entendida y vivida, da sentido y dirección a nuestras vidas, une el cielo con la tierra, fortalece nuestro caminar e ilumina la oscuridad que amenaza con engullir a la humanidad. La Ascensión es el triunfo del Dios hecho carne que toma consigo todos los sufrimientos y dolores para darles sentido. Es la meta de todos los esfuerzos y la cima desde donde podemos ver con claridad y detenimiento todos los caminos. La Ascensión es la respuesta a nuestra angustiante pregunta: "¿Dónde estoy?" Mirando a Jesús glorificado encontraremos el camino que va desde la tierra hasta el cielo.

San Lucas nos ofrece hoy una interesante perspectiva: al mismo tiempo que concluye su evangelio con la Ascensión, abre una nueva narración en el libro de "Los Hechos de los Apóstoles", con este mismo acontecimiento. La Ascensión es meta y comienzo. En el primer relato encontramos la meta de todos los verbos de movimiento que San Lucas utiliza para señalar hacia dónde se dirige Jesús. La Ascensión es la conclusión triunfal de la vida terrena de Jesús y la culminación de su itinerario; y es, al mismo tiempo, el comienzo del "tiempo de la Iglesia", inaugurado con el Espíritu Santo, prometido por Jesús. Dos presencias de Jesús en la búsqueda del Reino: una presencia física y otra presencia mística, real, en sus discípulos. Al recibir el Espíritu la comunidad de los creyentes asume en sí misma la misión de continuar el trabajo inaugurado por Jesús, de manifestar el Reino del Padre. Labor que comienza dando sentido a la vida de la humanidad pues deben predicar "a todas las naciones la necesidad de volverse a Dios para el perdón de los pecados". Es darle una brújula al caminante: dirigirse hacia Dios; además también una fuente de energía: el Espíritu Santo, "la fuerza de lo alto", y todo a partir de su realidad terrena de pecado y miseria.

Quien no tiene referencias ni puntos de apoyo, se pierde y queda suspendido en el vacío. Hay a quien el cielo y el Reino de Dios no le dicen nada; solamente piensa en el dinero, el placer, el poder, la diversión, gozar y derrochar la vida. Sus ambiciones y sus metas no pasan de lo terreno y tangible. Otros por el contrario desconocen la realidad humana, se olvidan del dolor y sufrimiento de los hombres y presentan el cielo como única realidad. Así aparecen las religiones y tendencias individualistas que ofrecen como si fuera lotería y cuestión de suerte (y ¡dinero!) el alcanzar la salvación. Ellos se quedan suspendidos, amorfos y sin compromiso, frente a la humanidad que lucha y se esfuerza en conquistar la justicia, la fraternidad y la equidad. Pero hoy Cristo nos ofrece una tercera opción: nos propone que impulsados por la auténtica esperanza construyamos el cielo desde aquí, en la tierra, mediante el amor, el trabajo y el servicio a los hermanos. No quiere Jesús discípulos "parados mirando al cielo", no acepta indiferentes ante las angustias de los hombres, no puede haber discípulos apáticos que se desinteresen por los dolores humanos. Tampoco son seguidores de Jesús quienes se limitan a sus placeres y a una cultura de hedonismo y consumo. Así el hombre pierde su sentido. La propuesta de Jesús está expresada en el kerigma que ofrece a los discípulos: a través del dolor y la muerte llegar a la resurrección. Partir desde el suelo para llegar al cielo. Seguir el camino de quien se ha encarnado y ha compartido con los hombres para llevarlos a una vida divina, que se tiene que hacer realidad desde ahora. La tierra es el único camino que conocemos para ir al cielo y así nos lo ha mostrado Jesús. Tendremos, pues, que ser constructores de esperanza y forjadores de sueños que se encarnen en nuestra realidad concreta.

En esta fiesta de la Ascensión tendremos que responder a muchas preguntas e inquietudes que pueden ayudarnos a buscar caminos de encuentro y compromiso: ¿Cómo asumo mi identidad de discípulo de Jesús que debe dar testimonio de un Reino posible que se construye desde aquí en la tierra? ¿Conozco y acepto el camino de entrega que Jesús nos enseñó? ¿Soy portador de buenas noticias y anuncio esperanza a quienes sufren y padecen? ¿En qué se nota que soy discípulo de Jesús?

Padre Bueno, hoy nos llena de júbilo la glorificación de Cristo Jesús. Descúbrenos que más allá de nuestros límites egoístas hay un Cielo posible, ilumina los ojos de nuestro corazón para que comprendamos cuál es la esperanza a la que nos llamas. Fortalece nuestros pasos, hazlos firmes para que cumplamos la tarea de construir un mundo conforme a tu corazón y de anunciar a todos la Buena Nueva de tu amor y de tu salvación. Amén.

 

 

 

30/05/2019-07:00
Isabel Orellana Vilches

Santa Bautista (Camila) de Varano, 31 de mayo

«La Pasión de Cristo: única razón, alimento y luz de vida para esta santa, que atravesó la juventud seducida por los placeres mundanos hasta que se convirtió. Se hizo ofrenda suplicando la reconciliación dentro de la Iglesia»

Se entregó generosamente a Cristo después de haber experimentado los goces mundanos que formaban parte de la clase social a la que pertenecía. Nació en Camerino, Macerata, Italia, el 9 de abril de 1458. Y aunque era hija ilegítima del príncipe Julio César de Varano y de Cecchina di maestro Giacomo, no le faltó el cariño de su padre y de su esposa Juana Malatesta. Hasta que llegó el momento de su conversión, esta mujer despierta e inteligente recibió una sólida formación conforme a los cánones renacentistas. Ello incluía el conocimiento de la literatura clásica y el dominio del latín. Aprendió a pintar, dominaba los juegos de mesa, y no se privó de los bailes de salón frecuentados por personas de su alcurnia.

Espiritualmente, cuando tenía alrededor de 10 años su inocente corazón quedó encendido por las palabras que oyó pronunciar a Domenico da Leonessa. Entonces elevó a voto la costumbre de meditar todos los viernes en la Pasión de Cristo y de verter alguna lágrima por Él, como le sugirió el bondadoso fraile. Cumplió esta promesa fielmente: «Por virtud del Espíritu Santo, aquella santa palabra quedó impresa de tal manera en mi tierno e infantil corazón, que ya nunca marchó del corazón ni de la memoria». Fray Pacífico da Urbino, otro insigne franciscano, le animó a perseverar en esta práctica piadosa. Pero a los 18 años quedó hechizada por lo fútil. Pesaron en su ánimo las ansias de vivir y de divertirse, quedando inmersa en el fulgor de la corte en la que determinados comportamientos escandalosos no se consideraban tales. «Todo el tiempo —recordó de forma retrospectiva— lo pasaba en serenatas, bailes, paseos, en vanidades y en otras cosas juveniles y mundanas que de éstas se siguen». Después añadiría: «Bienaventurada aquella criatura que por ninguna tentación deja el bien comenzado». Lo decía por experiencia, porque hasta los 21 años se debatió entre grandes luchas espirituales.

Aún seducida por los placeres, un persistente impulso interior le invitaba a seguir a Dios. En la Cuaresma de 1479 experimentó la gracia de comprender el don de la virginidad y el llamamiento a la vida consagrada. Eligió el convento de Santa Clara, pero al comunicar esta decisión a su padre no recibió su beneplácito. Firme en su propósito, dos años más tarde logró vencer la obstinación paterna y pudo ingresar en el monasterio de Urbino. Allí tomo el nombre de Bautista, inusual para una mujer en esa época.

El príncipe, aceptando que inevitablemente no podría desposarla con alguien de rancio abolengo, ni proveerla de una vida llena de riquezas, como había soñado, secundó el anhelo de su hija restaurando y ampliando el monasterio de Santa María Nuova. Debió pensar que era la mejor dote que podía ofrecerle sin ser rehusada por ella que había elegido la pobreza franciscana. Además, el convento estaba ubicado cerca de sus posesiones lo que emocionalmente tenía su enjundia para él, ya que al menos la mantendría en su entorno. A este lugar se trasladó Camila en 1484, después de profesar, junto a ocho religiosas. Durante su estancia, por indicación de su confesor Antonio de Segovia, redactó diversos tratados en medio de las numerosas gracias y favores celestiales que recibió; entre ellos se encuentra La pureza del corazón.

Pasó por etapas de gran aridez que expuso minuciosamente en su obra Vida espiritual. Esas experiencias fueron forjando su imparable ascenso espiritual que estuvo marcado por las renuncias, en medio de las cuales ofrendó su amor a Dios sin escatimar esfuerzos. Era el signo de una vida ascética impecable que tenía como soporte, junto a la Eucaristía y a la oración continua, esta aspiración: «entrar en el Sagrado Corazón de Jesús y ahogarse en el océano de sus dolorosísimos sufrimientos». En ese tiempo la Iglesia se estremecía por el impacto que las tesis luteranas estaban teniendo en Alemania. Paralelamente, la desidia, origen de tantos desmanes, se había apoderado del espíritu de muchos eclesiásticos. Y Camila se afligía viendo tambalearse los cimientos de la unidad. Por eso, en su oración y entrega incluía específicamente la intención de obtener de Cristo la gracia de la conversión y, con ella, la reconciliación dentro de la Iglesia.

En su corazón revivía su amor por el Redentor, suplicando: «haz que yo te restituya amor por amor, sangre por sangre, vida por vida». Pronto se le presentó la ocasión de cumplir tan ferviente deseo. En 1501 se desencadenó una aterradora tragedia familiar. Alejandro VI excomulgó al príncipe de Varano y lo privó de sus derechos. Al tiempo, arrasaron Camerino y asesinaron al padre y tres hermanos de Camila. Solo uno de ellos se libró de la muerte. La santa, en medio de su dolor, elevó sus súplicas por ellos al cielo y perdonó al asesino. El lema de su vida era: «Wacer el bien y sufrir el mal', y sufrirlo no solos, sino con Jesús en la cruz». Al año siguiente vio con preocupación que la masacre de Camerino podía reproducirse en el convento. Y huyendo del asedio de los Borgia, que ponía en peligro la vida de sus hermanas, partió a Fermo. No se diluyó el alto riesgo y como los señores de Fermo podían sufrir represalias por haberle dado cobijo, se dirigió a Atri, Nápoles, teniendo a su lado a Isabel Piccolomini Todeschini, que estaba casada con Mateo de Aguaviva de Aragón.

La muerte del papa Borgia le permitió regresar a Camerino. Después, coincidió que su hermano Juan, el único que había sobrevivido al asalto, fue nombrado jefe de estado de la ciudad por el papa Julio II. Este pontífice en 1505 encomendó a Camila la fundación de un nuevo monasterio en Fermo. Luego ella abrió otro en San Severino Marche ocupándose también de formar a las monjas. De ambos fue reelegida abadesa en diversas ocasiones. Su vida se apagó el 31 de mayo de 1524 a consecuencia de la peste que se desató en Camerino. Tenía 66 años, 43 de los cuales habían discurrido en la intimidad del claustro. Gregorio XVI la beatificó el 7 de abril de 1843. Benedicto XVI la canonizó el 17 de octubre de 2010.