Servicio diario - 09 de septiembre de 2020


AUDIENCIA GENERAL
Audiencia general: Catequesis del Papa sobre COVID-19, “Amor y bien común
Larissa I. López
Resumen de la reflexión

AUDIENCIA GENERAL
Día Internacional para la Protección de la Educación: Llamado del Papa
Larissa I. López
Proteger el derecho a la educación

AUDIENCIA GENERAL
Catequesis en la audiencia general: El amor, “respuesta cristiana” a la COVID-19
Larissa I. López
Trabajar juntos por el bien común

IGLESIA LOCAL
Televisión Cubana emite por primera vez la Misa por la Virgen de la Caridad
Rosa Die Alcolea
El 8 de septiembre

IGLESIA Y MUNDO
Video de misioneros del mundo: “Seguimos aquí”
Rosa Die Alcolea
Obras Misionales Pontificias

TESTIMONIOS
Despidiendo al padre Bachi
Redacción zenit
Cura villero fallecido por COVID-19

AUDIENCIA GENERAL
El Papa invita a tener “gestos de ternura” con el prójimo
Larissa I. López
Saludo a fieles de lengua española

IGLESIA LOCAL
Nicaragua: Obispos promueven semana de oración por la patria
Cristhian Alvarenga
Hasta el 15 de septiembre

AUDIENCIA GENERAL
Papa Francisco: Estudiantes y profesores, “arquitectos del futuro”
Larissa I. López
Palabras a visitantes árabes

ECOLOGÍA
Tiempo de la Creación: “Festival Verde Juvenil Interconfesional”
Rosa Die Alcolea
Marchas por el clima virtuales

AUDIENCIA GENERAL
Audiencia general: El Papa propone el ejemplo fructífero de la Virgen
Larissa I. López
Tras la fiesta de su Nacimiento

ANÁLISIS
Monseñor Felipe Arizmendi: “¡Concretezza!”
Felipe Arizmendi Esquivel
Expresión usada por el Papa Francisco

TESTIMONIOS
San Nicolás de Tolentino, 10 de septiembre
Isabel Orellana Vilches
Abogado de las almas del purgatorio


 

 

 

Audiencia general: Catequesis del Papa sobre COVID-19, “Amor y bien común”

Resumen de la reflexión

septiembre 09, 2020 11:01

Audiencia General

(zenit – 9 sept. 2020).- En la audiencia general de este miércoles, el Papa Francisco ha pronunciado su sexta catequesis de la serie dedicada a los desafíos de la COVID-19, titulada “Amor y bien común”.

Hoy, 9 de septiembre de 2020, el Santo Padre ha celebrado la segunda audiencia con presencia de fieles desde la llegada de la pandemia de COVID-19 en el patio de San Dámaso del Vaticano.

 

Buscar el bien común

Francisco considera que “para superar este momento difícil deberíamos buscar, entre todos, el bien común” y lamenta que, en esta situación de pandemia, algunos busquen “aprovecharse para obtener ventajas económicas o políticas”, “otros intentan dividir y fomentar conflictos”, y también que haya “personas que permanecen indiferentes ante el sufrimiento de los demás”.

Para el Papa, “la respuesta cristiana a esta situación es el amor y la búsqueda del bien común” y el amor verdadero “cura, sana, nos hace libres, nos hace fecundos, es expansivo e inclusivo. Amar como Dios nos ama no es fácil, pero es un arte que podemos aprender y mejorar”.

No se trata solo de amar a quien me ama, sino a todos, se trata de un amor que también se extiende “a las relaciones sociales, culturales, económicas y políticas, así como a la relación con la naturaleza”, aclara.

 

Amor generoso, sin límites

“El coronavirus nos muestra que el bien para cada uno es un bien para todos, que la salud de cada persona es también un bien público”, remarca el Pontífice. Por eso, “una sociedad sana es la que se hace cargo de la salud de todos”.

“Y a este virus —que no conoce fronteras ni hace distinciones sociales— es necesario que le respondamos con un amor generoso, sin límites, que no hace acepción de personas, que nos mueve a ser creativos y solidarios, y que hace surgir iniciativas concretas para el bien común”, concluye.

 

 

 

 

Día Internacional para la Protección de la Educación: Llamado del Papa

Proteger el derecho a la educación

septiembre 09, 2020 12:24

Audiencia General

(zenit – 9 sept. 2020).- En la audiencia general de este miércoles el Papa Francisco recordó que hoy es el I Día Internacional para la Protección de la Educación contra los Ataques en el contexto de los conflictos armados e hizo un llamamiento para garantizar a los niños y jóvenes el derecho a la educación de forma segura.

“Pido oraciones para los estudiantes que se ven tan gravemente privados del derecho a la educación debido a la guerra y el terrorismo. Exhorto a la comunidad internacional a trabajar para que se respeten los edificios que deberían proteger a los jóvenes estudiantes”, expresó el Santo Padre, al final de la catequesis de este 9 de septiembre de 2020.

“Que no falte el esfuerzo para garantizarles ambientes seguros para la formación, sobre todo en situaciones de emergencia humanitaria”, añadió.

 

Primera edición

Por decisión unánime, los Estados miembros de las Naciones Unidas (ONU) decidieron el pasado 30 de mayo que, a partir de este año 2020, cada 9 de septiembre se dedique a promover la protección de la educación de los ataques armados. El secretario general, António Guterres, aplaudió la medida y pidió garantizar a los niños y jóvenes un entorno seguro para aprender.

“Debemos asegurarnos de que nuestros niños tengan un entorno seguro en el que puedan adquirir los conocimientos y competencias que necesitarán en el futuro”, recalcó Guterres.

El Día Internacional para la Protección de la Educación contra los Ataques constituye una iniciativa que hoy se celebrará con una condena por parte de la Asamblea General de la ONU de los ataques a la educación y el uso militar de las escuelas en violación del derecho internacional.

 

Situación extrema

En una resolución promovida por Qatar y patrocinada por 62 países, la ONU pone de relieve la situación extrema en que se encuentran los más de 75 millones de niños de 3 a 18 años que viven en 35 países afectados por la crisis y que necesitan ayuda educativa urgente.

Asimismo, remarca que la lucha contra la pandemia de COVID-19 ha llevado al cierre de escuelas y afectado a más del 90% de los estudiantes del mundo.

 

Algunos datos

Según los datos del estudio Proteger la Educación de Ataques 2020, en los últimos cinco años, 22.000 alumnos, docentes y otros miembros del personal educativo resultaron heridos, asesinados o sufrieron daños por ataques contra la educación en situaciones de conflicto armado e inseguridad.

Entre 2015 y 2019, 93 países experimentaron al menos un ataque contra la educación. Los estudiantes y docentes se vieron gravemente afectados por incidentes de ataques contra escuelas en Afganistán, Camerún y Palestina.

Las fuerzas armadas y los grupos armados utilizaron escuelas y universidades con fines militares en 34 países entre 2015 y 2019, algunos como bases, centros de detención y almacenes de armas. En los últimos cinco años, las fuerzas armadas estatales o los grupos armados habrían reclutado a estudiantes de escuelas de 17 países.

 

 

 

 

Catequesis en la audiencia general: El amor, “respuesta cristiana” a la COVID-19

Trabajar juntos por el bien común

septiembre 09, 2020 13:45

Audiencia General

(zenit – 9 sept. 2020).- En la catequesis de la audiencia general de este miércoles, la sexta dentro del ciclo sobre la COVID-19, el Papa Francisco remarcó que “la respuesta cristiana a la pandemia y a las crisis se basa en el amor” y anima a todos a construir “una sociedad sana, inclusiva, justa y pacífica” encima “de la roca del bien común”.

El Santo Padre ha hablado esta vez del tema “Amor y bien común”. (Lecturas Mt 15,32-37). La audiencia general de hoy, 9 de septiembre de 2020, es la segunda celebrada públicamente en el patio de San Dámaso tras la irrupción del coronavirus.

 

Salir mejores

En primer lugar, Francisco recalcó que la crisis que estamos viviendo a causa de la emergencia sanitaria “golpea a todos” y que “podemos salir mejores si buscamos todos juntos el bien común; al contrario, saldremos peores”.

Y lamenta que existan personas que se aprovechan de la situación “para fomentar divisiones: para buscar ventajas económicas o políticas, generando o aumentando conflictos”. Para él, la respuesta cristiana a la pandemia y a las crisis socio-económicas que experimentamos es el amor, “ante todo el amor de Dios que siempre nos precede (cfr 1 Jn 4, 19). Él nos ama primero, Él siempre nos precede en el amor y en las soluciones”.

 

Un amor que incluya todos

No obstante, el amor verdadero incluye a todos, dice el Papa, “esta es la sabiduría cristiana, esta es la actitud de Jesús. Y el punto más alto de la santidad, digamos así, es amar a los enemigos, y no es fácil”.

“Cierto, amar a todos, incluidos los enemigos, es difícil -¡diría que es un arte! Pero es un arte que se puede aprender y mejorar. El amor verdadero, que nos hace fecundos y libres, es siempre expansivo e inclusivo. Este amor cura, sana y hace bien”, agregó.

Se trata de un amor ilimitado que engloba “las relaciones cívicas y políticas (cfr Catecismo de la Iglesia Católica [CCC], 1907-1912), incluso la relación con la naturaleza (Enc. Laudato si’ [LS], 231)”, pues “el amor inclusivo es social, es familiar, es político: ¡el amor lo impregna todo!”.

 

El bien común, verdadero bien

El Pontífice apuntó que el coronavirus “nos muestra que el verdadero bien para cada uno es un bien común y, viceversa, el bien común es un verdadero bien para la persona (cfr CCC, 1905-1906” y que la salud, además de individual, “es también un bien público. Una sociedad sana es la que cuida de la salud de todos”.

Además, describió que un virus como el que nos amenaza, “que no conoce barreras, fronteras o distinciones culturales y políticas debe ser afrontado con un amor sin barreras, fronteras o distinciones”. Si las soluciones a la pandemia están marcadas por el egoísmo, de personas, empresas o naciones, “quizá podamos salir del coronavirus, pero ciertamente no de la crisis humana y social que el virus ha resaltado y acentuado”, clarificó.

 

Desarrollar nuestro amor social

Por todo ello, el Papa Francisco indica que ahora es tiempo de desarrollar “nuestro amor social, contribuyendo todos, a partir de nuestra pequeñez”.

“Si cada uno pone de su parte, y si no se deja a nadie fuera, podremos regenerar buenas relaciones a nivel comunitario, nacional, internacional y también en armonía con el ambiente (cfr LS, 236)”, puntualizó.

A continuación, sigue la catequesis completa de Francisco.

***

 

Catequesis del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!:

La crisis que estamos viviendo a causa de la pandemia golpea a todos; podemos salir mejores si buscamos todos juntos el bien común; al contrario, saldremos peores. Lamentablemente, asistimos al surgimiento de intereses partidistas. Por ejemplo, hay quien quisiera apropiarse de posibles soluciones, como en el caso de las vacunas y después venderlas a los otros. Algunos aprovechan la situación para fomentar divisiones: para buscar ventajas económicas o políticas, generando o aumentando conflictos. Otros simplemente no se interesan por el sufrimiento de los demás, pasan por encima y van por su camino (cfr Lc 10, 30-32). Son los devotos de Poncio Pilato, se lavan las manos.

La respuesta cristiana a la pandemia y a las consecuentes crisis socio-económicas se basa en el amor, ante todo el amor de Dios que siempre nos precede (cfr 1 Jn 4, 19). Él nos ama primero, Él siempre nos precede en el amor y en las soluciones. Él nos ama incondicionalmente, y cuando acogemos este amor divino, entonces podemos responder de forma parecida. Amo no solo a quien me ama: mi familia, mis amigos, mi grupo, sino también a los que no me aman, amo también a los que no me conocen, amo también a lo que son extranjeros, y también a los que me hacen sufrir o que considero enemigos (cfr Mt 5, 44). Esta es la sabiduría cristiana, esta es la actitud de Jesús. Y el punto más alto de la santidad, digamos así, es amar a los enemigos, y no es fácil. Cierto, amar a todos, incluidos los enemigos, es difícil -¡diría que es un arte! Pero es un arte que se puede aprender y mejorar. El amor verdadero, que nos hace fecundos y libres, es siempre expansivo e inclusivo. Este amor cura, sana y hace bien. Muchas veces hace más bien una caricia que muchos argumentos, una caricia de perdón y no tantos argumentos para defenderse. Es el amor inclusivo que sana.

Por tanto, el amor no se limita a las relaciones entre dos o tres personas, o a los amigos, o a la familia, va más allá. Incluye las relaciones cívicas y políticas (cfr Catecismo de la Iglesia Católica [CCC], 1907-1912), incluso la relación con la naturaleza (Enc. Laudato si’ [LS], 231). Como somos seres sociales y políticos, una de las más altas expresiones de amor es precisamente la social y política, decisiva para el desarrollo humano y para afrontar todo tipo de crisis (ibid., 231). Sabemos que el amor fructifica a las familias y las amistades; pero está bien recordar que fructifica también las relaciones sociales, culturales, económicas y políticas, permitiéndonos construir una “civilización del amor”, como le gustaba decir a san Pablo VI [1] y, siguiendo la huella, san Juan Pablo II. Sin esta inspiración, prevalece la cultura del egoísmo, de la indiferencia, del descarte, es decir descartar lo que yo no quiero, lo que no puedo amar o aquellos que a mí me parece que son inútiles en la sociedad. Hoy a la entrada una pareja me ha dicho: “Rece por nosotros porque tenemos un hijo discapacitado”. Yo he preguntado: “¿Cuántos años tiene? – Tantos – ¿Y qué hace? – Nosotros le acompañamos, le ayudamos”. Toda una vida de los padres para ese hijo discapacitado. Esto es amor. Y los enemigos, los adversarios políticos, según nuestra opinión, parecen ser discapacitados políticos o sociales, pero parecen. Solo Dios sabe si lo son o no. Pero nosotros debemos amarlos, debemos dialogar, debemos construir esta civilización del amor, esta civilización política, social, de la unidad de toda la humanidad. Todo esto es lo opuesto a las guerras, divisiones, envidias, también de las guerras en familia. El amor inclusivo es social, es familiar, es político: ¡el amor lo impregna todo!

El coronavirus nos muestra que el verdadero bien para cada uno es un bien común y, viceversa, el bien común es un verdadero bien para la persona (cfr CCC, 1905-1906). Si una persona busca solamente el propio bien es un egoísta. Sin embargo, la persona es más persona, precisamente cuando el propio bien lo abre a todos, lo comparte. La salud, además de individual, es también un bien público. Una sociedad sana es la que cuida de la salud de todos.

Un virus que no conoce barreras, fronteras o distinciones culturales y políticas debe ser afrontado con un amor sin barreras, fronteras o distinciones. Este amor puede generar estructuras sociales que nos animen a compartir más que a competir, que nos permitan incluir a los más vulnerables y no descartarlos, y que nos ayuden a expresar lo mejor de nuestra naturaleza humana y no lo peor. El verdadero amor no conoce la cultura del descarte, no sabe qué es. De hecho, cuando amamos y generamos creatividad, cuando generamos confianza y solidaridad, es ahí que emergen iniciativas concretas por el bien común [2]. Y esto vale tanto a nivel de las pequeñas y grandes comunidades, como a nivel internacional.  Lo que se hace en familia, lo que se hace en el barrio, lo que se hace en el pueblo, lo que se hace en la gran ciudad e internacionalmente es lo mismo: es la misma semilla que crece y da fruto. Si tú en familia, en el barrio empiezas con la envidia, con la lucha, al final habrá la “guerra”. Sin embargo, si tú empiezas con el amor, a compartir el amor, el perdón, entonces habrá amor y perdón para todos.

Al contrario, si las soluciones a la pandemia llevan la huella del egoísmo, ya sea de personas, empresas o naciones, quizá podamos salir del coronavirus, pero ciertamente no de la crisis humana y social que el virus ha resaltado y acentuado. Por tanto, ¡estad atentos con construir sobre la arena (cfr Mt 7, 21-27)! Para construir una sociedad sana, inclusiva, justa y pacífica, debemos hacerlo encima de la roca del bien común [3]. El bien común es una roca. Y esto es tarea de todos nosotros, no solo de algún especialista. Santo Tomás de Aquino decía que la promoción del bien común es un deber de justicia que recae sobre cada ciudadano. Cada ciudadano es responsable del bien común. Y para los cristianos es también una misión. Como enseña san Ignacio de Loyola, orientar nuestros esfuerzos cotidianos hacia el bien común es una forma de recibir y difundir la gloria de Dios.

Lamentablemente, la política a menudo no goza de buena fama, y sabemos el porqué. Esto no quiere decir que los políticos sean todos malos, no, no quiero decir esto. Solamente digo que lamentablemente la política a menudo no goza de buena fama. Pero no hay que resignarse a esta visión negativa, sino reaccionar demostrando con los hechos que es posible, es más, necesaria una buena política [4], la que pone en el centro a la persona humana y el bien común. Si vosotros leéis la historia de la humanidad encontraréis muchos políticos santos que han ido por este camino. Es posible en la medida en la que cada ciudadano y, de forma particular, quien asume compromisos y encargos sociales y políticos, arraigue su actuación en los principios éticos y lo anima con el amor social y político. Los cristianos, de forma particular los fieles laicos, están llamados a dar buen testimonio de esto y pueden hacerlo gracias a la virtud de la caridad, cultivando la intrínseca dimensión social.

Es por tanto tiempo de incrementar nuestro amor social -quiero subrayar esto: nuestro amor social-, contribuyendo todos, a partir de nuestra pequeñez. El bien común requiere la participación de todos. Si cada uno pone de su parte, y si no se deja a nadie fuera, podremos regenerar buenas relaciones a nivel comunitario, nacional, internacional y también en armonía con el ambiente (cfr LS, 236). Así en nuestros gestos, también en los más humildes, se hará visible algo de la imagen de Dios que llevamos en nosotros, porque Dios es Trinidad, Dios es amor. Esta es la definición más bonita de Dios en la Biblia. Nos la da el apóstol Juan, que amaba mucho a Jesús: Dios es amor. Con su ayuda, podemos sanar al mundo trabajando todos juntos por el bien común, no solo por el propio bien, sino por el bien común, de todos.

 

© Librería Editorial Vaticana

 

 

 

 

Televisión Cubana emite por primera vez la Misa por la Virgen de la Caridad

El 8 de septiembre

septiembre 09, 2020 19:16

Iglesia Local

(zenit – 9 sept. 2020).- Por primera vez, la Televisión Cubana transmitió la celebración de la Misa en honor a la Virgen de la Caridad, patrona de Cuba, celebrada el 8 de septiembre, en su santuario de El Cobre, localidad cercana a la ciudad de Santiago de Cuba, informó la agencia Fides.

Este gesto presenta una novedad, dado que los eventos religiosos nunca han sido transmitidos por los medios gubernamentales.

La Eucaristía, presidida por el arzobispo Dionisio García de Santiago de Cuba, fue retransmitida por la noche por uno de los canales nacionales de la televisión cubana, en un espíritu de colaboración entre la Iglesia y el Estado, para que el rito religioso pudiera alcanzar el mayor número de fieles durante la actual pandemia de COVID-19.

 

Pequeña representación de fieles

Según informa la agencia católica, solo un pequeño grupo de fieles asistió a misa en la Basílica del Cobre. El propio prelado había explicado la semana pasada que las celebraciones previstas para la fiesta de la Virgen se adaptarían a las medidas preventivas debido a la epidemia.

El Secretariado de los Obispos Católicos ( COCC) había informado a los arzobispo y obispos de Cuba de que la Misa se emitiría en las ondas radiofónicas de cada provincia, y daban a conocer en su Sitio Web, mientras que anunciaban la posibilidad de que también fuera emitida en la televisión pública.

 

Virgen Mambisa

Asimismo, las radios provinciales transmitieron las oraciones de los obispos desde el pasado domingo, como acto de veneración a la Virgen de la Caridad, que todos los años por su fiesta reúnen miles de cubanos devotos de su Patrona.

Conocida entre los cubanos como la “Virgen Mambisa”, pues fue venerada por los aquellos que lucharon por la independencia cubana, quienes según la historia llevaron su imagen a los campos de batalla, fue proclamada Patrona de Cuba por el Papa Benedicto XV en 1916.

 

 

 

 

Video de misioneros del mundo: “Seguimos aquí”

Obras Misionales Pontificias

septiembre 09, 2020 18:24

Iglesia y Mundo

(zenit – 9 sept. 2020).- “Seguimos aquí” es el llamamiento que hacen en el video  los misioneros del mundo, uniendo su voz para dar un mensaje de esperanza al mundo en tiempo de COVID-19, proyecto lanzado por Obras Misionales Pontificias de España.

“El coronavirus ha cambiado el mundo. Vivimos días de muchas dudas e incertidumbre, pero una cosa es segura: los misioneros van a seguir junto a sus comunidades, su gente. No se rinden, porque ¡con Dios no hay nada imposible!”: Es el mensaje del video #WeAreStillHere (#SeguimosAquí), difundido el 8 de septiembre de 2020.

El proyecto, que muestra los rostros multirraciales de misioneros y misioneras que hablan diversos idiomas, es una iniciativa de varias direcciones nacionales de las Obras Misionales Pontificias, con el que se invita a “calentar motores” para la Jornada Mundial de las Misiones, que tendrá lugar el 18 de octubre en todo el mundo.

 

Misioneros de todas las razas

Este video recoge el testimonio de responsables de diócesis consideradas territorios de misión, como el cardenal Charles Maung Bo, arzobispo de Yangon (Myanmar), o el jesuita español Kike Figaredo, prefecto apostólico de Battambang (Camboya), informa la agencia de noticias Fides.

También ha contado con la participación de misioneros de diversas nacionalidades, como el español padre blanco José María Cantal Rivas, que desde Argelia trabaja en el diálogo interreligioso; sor Veronika, una misionera croata que está en Islas Salomón, con la comunidad Buma; o el padre Anton, misionero maltés en Guatemala, párroco en la selva tropical. Así como sor Francise, misionera irlandesa en Pakistán, con los más marginados de la sociedad.

Usando diversos lenguajes que muestran la universalidad de la Iglesia –inglés, francés, italiano, alemán, español, maltés, swahili, coreano, tagalo, birmano–, los misioneros lanzan un solo mensaje: la fidelidad a la misión, incluso en los momentos adversos como los que estamos viviendo. “Tener una misión es amar. Y el amor lo hace todo posible. Y por eso vamos a seguir aquí”.

 

 

 

 

Despidiendo al padre Bachi

Cura villero fallecido por COVID-19

septiembre 09, 2020 10:52

Testimonios

(Buenos Aires – 8 sept. 2020).- El pasado 29 de agosto falleció por COVID-19 el padre Bachi, sacerdote paraguayo-argentino Basilicio “Bachi” Brítez. Vivía y era párroco en una villa, un barrio popular muy muy humilde: Villa Palito en San Justo, en el gran cordón urbano que rodea la capital argentina.

Pero, ¿por qué le estamos poniendo la lupa a esta partida, si tantos han muerto víctimas de la pandemia que azota el globo sin distinciones?

El Papa Francisco tuvo, como obispo y cardenal, una cercanía grande y profunda con los sacerdotes que eligieron dar servicio en esas barriadas donde, aún hoy, falta de todo: agua, cloacas, las casas son precarias, todos los días hay que luchar para llevar el pan a la mesa. Muchas de esas barriadas estuvieron y están pobladas por hermanos llegados a la Argentina desde países vecinos como el Paraguay.

Cuando se enteró de la noticia, Francisco le envió una carta al vicario para las villas porteñas, monseñor Gustavo Carrara: “En este momento de dolor y tristeza del pueblo de Dios que vive en los barrios y en las villas de Gran Buenos Aires quiero asegurar mi cercanía y mi oración. Rezo por el padre Bachi, por su obispo, por el pueblo fiel al que dedicó su vida, por vos y todos los curas villeros”. Cuánto que conoce el Papa a estos curas, a estos vecinos, sus vidas.

 

De Paraguay a Argentina

El padre Bachi llegó de niño a Buenos Aires desde su Villa Rica natal en Paraguay y se instaló junto a su familia en una villa de la capital en el año 1971. Su papá Basilicio era zapatero y su mamá Julia trabajaba como empleada doméstica. Al erradicarse ese barrio sus padres migraron a Villa Palito, en el Gran Buenos Aires. En ese barrio Bachi encontró su vocación y fue párroco en la iglesia San Roque González y compañeros mártires, en ese barrio fundó el Hogar de Cristo donde “recibía la vida como viene” acompañando a los hermanos en situación de sufrimiento por consumo de drogas, fue él quien llevó el agua potable a los vecinos fomentando el criterio de integración urbana de los barrios populares periféricos a las urbes más consolidadas.

Bachi formaba parte del Equipo de Sacerdotes de Villas de Emergencia y Barrios Populares de Capital y Gran Buenos Aires, equipo tan sólido en lo social como en lo espiritual: la Virgen siempre primero. Su amada Virgencita de los Milagros de Caacupé estaba presente en su vida como una más, dando amparo y esperanza en cada decisión, en cada paso de su compromiso con el barrio. También integraba la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia, organismo de la Conferencia Episcopal Argentina.

 

Bachi y su sonrisa

Ambos espacios eclesiales se pronunciaron conjuntamente: “Hoy, 29 de agosto, falleció el padre Bachi. Basilicio Brítez, su nombre completo. Bachi para todos. Bachi y su poncho. Bachi y su sonrisa. Amigable y amigazo, estaba enfermo de COVID-19, agravado por sus enfermedades de base. Dio su batalla hasta el final y fue acompañado por la oración de todos los que lo conocían en las parroquias de las villas matanceras y de las comunidades de Añatuya. Su vida compartida y entregada en su entrañable Villa Palito, su compromiso personal y comunitario con el Equipo de Curas de Villas y su presencia tan testimonial en la Comisión de Pastoral de Adicciones hacen que estas palabras escritas en su recuerdo sean asumidas por ambos espacios de nuestra Iglesia argentina. Gracias, Bachi, por unirnos hasta el final en este mundo que, para vos, ya es eternidad junto al Padre. Querido samaritano, que la Virgen de Caacupé te reciba y abrace en tu nueva casa donde todo es luz”.

 

Despedida multitudinaria

La despedida de su barrio fue multitudinaria. Desde los altoparlantes que acompañaron el cortejo se escucharon el Himno a Nuestra Señora de Caacupé y canciones religiosas paraguayas que armonizaban arpas y guitarras. El pueblo, su pueblo, lo aclamó: “Bachi no te vas”.

El padre Nicolás “Tano” Angelotti, sacerdote villero también en San Justo, lo describe así: “Bachi recibió la vida como venía, le hizo lugar en su casa, la sentó en su mesa y la hizo su Familia. Hizo carne esa linda parte del Evangelio en donde Jesús nos dice: cuando des un banquete no invites a tus vecinos ricos porque ellos tienen cómo recompensarte. Cuando des un banquete, invita a los pobres, los lisiados, ciegos, y así serás dichoso. Porque aunque ellos no puedan devolverte la invitación, tu recompensa la recibirás en la resurrección de los justos. Es por eso que la vida de Bachi nos muestra en estos barrios cómo se vive el evangelio de Jesús, creemos firmemente que es un ‘santo de la puerta de al lado’, pastor de ovejas perdidas con entrañas de buen samaritano, Padre de hijos que pegan la vuelta a su casa. ‘Santo de la puerta de al lado, santito de Dios’, de corazón grande, soñador, buscador, atrevido, que primereaba, empujaba, le ardía  el pecho, le dolía en su carne y lo consumía el amor por su pueblo”.

 

“Se fue un santo”

Su papá, sus cinco hermanos, sus veintiún sobrinos y nueve sobrinos nietos pueden estar muy orgullosos de su Bachi. “Se fue un santo”, dijo una religiosa al despedirlo en el sanatorio en el que falleció. Un médico que lo trató durante su internación reconoció haber vuelto a rezar de solo mirarlo cuando estaba dormido y de ser testigo de su lucha cuando despertaba “y parecía un león”. Julia, su mamá, ya se abraza con su hijo en la eternidad: murió el martes 1 de septiembre, casi como un signo que cada uno sabrá enriquecer.

¡Tereho porãite, pa’i Bachi! ¡Aguije nde rekovere!

¡Buen viaje, padre Bachi! ¡Gracias por tu vida!

 

Virginia Bonard

 

 

 

 

El Papa invita a tener “gestos de ternura” con el prójimo

Saludo a fieles de lengua española

septiembre 09, 2020 16:49

Audiencia General

(zenit – 9 sept. 2020).- En la audiencia general de hoy, el Papa Francisco ha pedido al Señor “que nos ayude a cultivar la virtud de la caridad, a través de gestos de ternura, gestos de cercanía hacia nuestros hermanos. Así, con su ayuda, podremos curar el mundo, trabajando unidos por el bien común”.

Estas palabras han sido pronunciadas por el Santo Padre durante su habitual saludo a los fieles de lengua española, de España y Latinoamérica, emitido durante la audiencia general de los miércoles.

La de esta mañana, 9 de septiembre de 2020, ha sido la segunda cita con presencia de fieles desde la irrupción de la pandemia mundial de coronavirus.

 

“Amor y bien común”

En la sexta catequesis de la serie “Sanar al mundo”, sobre la pandemia de COVID-19, el Papa ha reflexionado en torno al tema “Amor y bien común”.

En ella el Pontífice ha subrayado que la respuesta cristiana al virus y a las crisis “se basa en el amor” y que “podemos salir mejores si buscamos todos juntos el bien común; al contrario, saldremos peores”.

Por ello, ha animado a todos construir “una sociedad sana, inclusiva, justa y pacífica” sobre “la roca del bien común”, el verdadero bien para las personas.

 

 

 

 

Nicaragua: Obispos promueven semana de oración por la patria

Hasta el 15 de septiembre

septiembre 09, 2020 12:38

Iglesia Local

(zenit – 8 sept. 2020).- Los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua promueve una semana de oración por la patria con la intención de orar por la paz, la reconciliación y la convivencia de todos los nicaragüenses.

La jornada inició el día 8 de septiembre, día en que se celebra el Nacimiento de la Virgen María y concluirá el 15 de septiembre con la celebración de la Virgen de los Dolores.

 

Acto de confianza y gratitud a Dios

En la introducción de la jornada de oración los obispos explican que “celebrar esta semana de oración por nuestra patria, es un acto de confianza y gratitud a Dios, es reconocer que en él están los destinos de nuestro pueblo”. Y servirá para pedir que Dios reine en esta patria.

“Hoy más que nunca, necesitamos volver nuestra mirada y nuestro corazón a Dios. Ante esta realidad socio-política y de crisis sanitaria, y de un crecimiento delincuencial, que ha provocado en la vida de muchos nicaragüenses, tristeza, dolor, hambre, angustia, pánico y miedo; pero la palabra de Jesús viene a resonar a nuestros oídos ‘no tengan miedo’ (Mt 14, 27)”, refieren los obispos.

 

Llamado a intensificar vida de oración

En el comunicado indican que, “como Conferencia Episcopal queremos animar a todos nuestros fieles y hombres de buena voluntad a intensificar nuestra vida de oración, para que estos momentos de crisis socio política y sanitaria, como hombres y mujeres en medio de tanto sufrimiento fortalezcamos nuestra fe, nuestra esperanza y hagamos posible una vida llena de caridad practicando el mandamiento del amor que se amen unos a otros como yo los he amado (Jn 13,34)”.

“Estamos llamados a ser protagonistas de contribuir a hacer una patria donde se respeten los derechos humanos, donde se tenga una justicia equitativa, donde la ‘vida humana debe estar siempre por encima de todo’ como se afirmaba en el comunicado del 24 de mayo del 2020”, expresan los prelados.

 

Llamado a actuar con responsabilidad

Así mismo, los prelados hacen un llamado a los que tienen el destino de la nación a actuar con responsabilidad y ofrecer soluciones a toda la coyuntura actual: “’No sirven para resolver el problema los discursos políticos vacíos de responsabilidad y contenido’, es necesario ‘recuperar el rumbo de la vida humana, devolverle su dignidad, su inviolabilidad, desde su concepción hasta su extinción natural; es necesario seguir el camino del amor’”.

“Queremos una patria donde reine la paz cimentada en la justicia y en la verdad. Donde tengamos un sistema de salud que responda ante la fragilidad y vulnerabilidad que vivimos, se requiere de una educación de calidad, de fuentes de empleos para sacar a nuestras familias de la pobreza y del hambre.  Además es necesario rescatar una verdadera política donde se trabaje por bien de la nación y no se siga buscando intereses mezquinos, injustos y partidarios”, señalan.

 

Una semana con itinerario espiritual

La primera etapa de esta semana, concebida como un itinerario espiritual, está dedicada a la situación política de Nicaragua, agitada desde 2018, tras el anuncio de una reforma del sistema de seguridad social, y las represiones violentas a las manifestaciones que exigían la salida del presidente.

El miércoles 9 de setiembre la intención de oración será por las familias, mientras que el jueves 10, día en que se reza por el por el personal de salud y las víctimas del COVID-19, se pide que en todas las parroquias se realicen horas santas virtuales orando por el fin de la pandemia y en reparación por los sacrilegios y profanaciones.

El viernes 11 de setiembre será una jornada de ayuno y la intención de oración será por la justicia. El sábado 12 por la libertad, el domingo por la reconciliación, el lunes 14 se realizarán Vía crucis virtuales en todas las parroquias y la oración será por la paz.

Por último, el martes 15, se meditarán los siete dolores de la Santísima Virgen María y se rezará por los que sufren, los encarcelados y los perseguidos.

 

 

 

 

Papa Francisco: Estudiantes y profesores, “arquitectos del futuro”

Palabras a visitantes árabes

septiembre 09, 2020 17:16

Audiencia General

(zenit – 9 sept. 2020).- El Papa Francisco ha indicado que “en una sociedad cada vez más sacudida por los grandes desafíos que enfrenta el hombre contemporáneo”, los estudiantes y los profesores, “son los verdaderos arquitectos del futuro”, refiriéndose a la vuelta a clase.

Este mensaje ha sido pronunciado en sus palabras a los visitantes de lengua árabe durante la audiencia general celebrada hoy, 9 de septiembre de 2020, en el patio de San Dámaso del Vaticano. Esta ha sido la segunda cita del Santo Padre con presencia de público tras la irrupción de la emergencia sanitaria.

 

Protagonistas de un mundo más justo

Después el Papa ha rogado por todos esos estudiantes y profesores que han regresado a la escuela en estos días: “Que el Señor os ayude a ser protagonistas de un mundo más justo y fraterno, más acogedor y solidario, donde la paz pueda triunfar en el rechazo de toda forma de violencia”.

Previamente, en su sexta catequesis del ciclo “Curar al mundo”, dedicado a los desafíos que plantea la pandemia de COVID-19, Francisco ha meditado en torno al tema “Amor y bien común”.

 

Amor inclusivo

Para el Papa, la respuesta cristiana a la situación actual “es el amor y la búsqueda del bien común”, pues el amor verdadero “cura, sana, nos hace libres, nos hace fecundos, es expansivo e inclusivo.

“Amar como Dios nos ama no es fácil”, apuntó, “pero es un arte que podemos aprender y mejorar”. No se trata solo de amar a quien me ama, sino a todos, se trata de un amor que también se extiende “a las relaciones sociales, culturales, económicas y políticas, así como a la relación con la naturaleza”.

 

 

 

 

Tiempo de la Creación: “Festival Verde Juvenil Interconfesional”

Marchas por el clima virtuales

septiembre 09, 2020 16:00

Ecología

(zenit – 9 sept. 2020).- Con motivo del Tiempo de la Creación, personas de todas las religiones participarán en el “Festival Verde Juvenil Interconfesional”, un seminario web en el que los jóvenes expresaran sus preocupaciones y esperanzas para el futuro.

El confinamiento debido a la COVID-19 ha afectado prácticamente a todas las instancias de incidencia política contra el cambio climático, pero tal vez las más afectadas por las restricciones son las poderosas e inspiradoras marchas por el clima que en los últimos años han sido lideradas por jóvenes de todo el mundo.

Fridays For Future, el movimiento mundial de marchas por el clima dirigido por la activista internacional Greta Thunberg, ha tenido que trasladarse a Internet y, en general, los jóvenes de algunas partes del mundo han tenido menos oportunidades de expresar su demanda de un futuro más limpio.

Justicia, Paz e Integridad de la Creación de los Franciscanos en África (JPIC-FA), junto con otras organizaciones, se dedicará a trabajar en esto durante el Tiempo de la Creación, la celebración ecuménica anual de oración y acción por nuestra casa común, que comenzó el 1 de septiembre y concluye el 4 de octubre.

Organizaciones y personas que representan a las religiones Bahá’í, católica, cristiana, Hare Krishna y musulmana en todo el continente y el mundo, serán los anfitriones y participarán en el “Festival Verde Juvenil Interconfesional”.

 

Los jóvenes asumen la responsabilidad

“Queremos ofrecer una plataforma para los niños pequeños de diferentes escuelas que han sido muy activos en las marchas por el clima”, dijo Steeven Kezamutima, coordinador regional de JPIC-FA, con el objetivo de “darles la oportunidad de asumir la responsabilidad del evento”.

Un número creciente de líderes juveniles de Kenia, Uganda, Tanzania, y potencialmente de Europa y Estados Unidos hablarán durante este seminario web. Los jóvenes, de entre 7 y 15 años, compartirán mensajes conmovedores para inspirar a sus compañeros y a los adultos a participar.

 

Marcha por el clima en línea

Los organizadores también promoverán una marcha por el clima en línea en la que los participantes cantarán y gritarán como si estuvieran en la calle, dándoles la oportunidad de expresarse a pesar de la imposibilidad de contar con encuentros presenciales en diferentes lugares del mundo.

“Quieren hablar sobre la importancia que tienen para ellos las marchas… sobre su futuro, por qué es importante”, dijo Kezamutima. La preocupación en el continente llega en un momento crucial para la energía limpia en la región.

 

“Reabastecimiento de combustible en África”

El jueves 10 de septiembre, a las 15 horas en Roma (9 h. en Nueva York/16 h. En Nairobi) tendrá lugar el segundo de los cuatro seminarios web del Tiempo de la Creación, “Reabastecimiento de combustible en África a través de la inversión ética”, sobre los retos y oportunidades que esperan a todo el continente africano al considerar más a fondo la moralidad de la inversión en combustibles fósiles.

En este debate intervendrán Mohamed Adow, director y fundador de Power Shift África, y Thuli Brilliance Makama, asesora principal de Oil Change International para África.

El curso se llevará a cabo en inglés y contará con interpretación simultánea al francés, español, italiano, polaco y portugués, totalmente gratis.

 

Oleoducto de crudo de África Oriental

En julio se entregó una petición con miles de firmas a Standard Bank, pidiéndoles que no financiaran el Oleoducto de crudo de África Oriental propuesto (EACOP), que recorrería 1.445 kilómetros, desde Uganda hasta el puerto de Tanga en Tanzania.

Si se construye, este oleoducto tendría efectos devastadores en las comunidades y el ecosistema circundantes. “Los gobiernos deben saber que estos niños no están tranquilos ni dormidos; están más vigilantes que nunca”, dijo Kezamutima.

JPIC-FA, la Universidad Católica de África Oriental, las Hermanas de la Misericordia, el Instituto de Armonía Turquesa, la Red Madre Tierra y los miembros de la Generación Laudato si’ del Movimiento Católico Mundial por el Clima en África son los organizadores de este seminario virtual.

 

 

 

 

Audiencia general: El Papa propone el ejemplo fructífero de la Virgen

Tras la fiesta de su Nacimiento

septiembre 09, 2020 18:04

Audiencia General

(zenit – 9 sept. 2020).- El Papa Francisco se ha referido varias veces a la fiesta litúrgica de la Natividad de la Virgen y al ejemplo de nuestra Madre a lo largo de la audiencia general de este miércoles, 9 de septiembre de 2020.

Así, en sus palabras a los ancianos, los jóvenes, los enfermos y los recién casados, el Santo Padre recordó la citada festividad de Nuestra Señora y pidió “que su ejemplo y su intercesión maternal inspiren y acompañen sus vidas”.

Previamente, en su saludo a los fieles de lengua alemana, Francisco recordó que “la Santísima Virgen María, cuya Natividad celebramos ayer, nos muestra que el Señor hace grandes cosas en aquellos que humildemente siguen su voluntad” y pidió “que nos ayude a vivir en esta conciencia para difundir el amor de Dios por todo el mundo”.

 

El ciento por uno

Después, al dirigirse a los polacos, el Papa apuntó que la fiesta de la Natividad de María es también llamada en Polonia “la fiesta de Nuestra Señora de la Siembra”: “Al bendecir el trigo para la siembra de este año, rezasteis para que todos los hombres, a imitación de María, dieran el ciento por uno de fruto”, afirmó.

“Ella ha dado al mundo un fruto inestimable: Jesús, nuestro Salvador. Nosotros también estamos llamados por Dios a dar fruto a través de las buenas obras. Alabado sea Jesucristo”, añadió el Pontífice.

 

Construir una sociedad inclusiva

La de hoy ha sido la segunda audiencia general del Santo Padre celebrada en el patio de San Dámaso con presencia de fieles desde la llegada de la pandemia de coronavirus y la sexta catequesis dedicada a los desafíos que plantea la COVID-19, titulada “Amor y bien común”.

En ella remarcó que “la respuesta cristiana a la pandemia y a las crisis se basa en el amor” e invitó a todos a construir “una sociedad sana, inclusiva, justa y pacífica” encima “de la roca del bien común”.

 

 

 

 

Monseñor Felipe Arizmendi: “¡Concretezza!”

Expresión usada por el Papa Francisco

septiembre 09, 2020 09:21

Análisis

(zenit – 2 sept. 2020).- Monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de San Cristóbal de Las Casas, y responsable de la Doctrina de la Fe en la Conferencia del Episcopado Mexicano, habla hoy de la expresión usada por el Papa Francisco “¡Concretezza!”, es decir, proponer y hacer cosas concretas, especialmente en el ámbito de trabajo pastoral y eclesial.

 

VER

Durante tres días de la semana pasada, los obispos de México, conectados entre 110 y 120 en forma virtual, nos encontramos para reflexionar sobre los retos pastorales que nos plantea el virus SARS-CoV2. Hubo interesantes exposiciones, intercambio de experiencias y tiempos de oración. En varios momentos, pudieron conectarse también muchas otras personas, sacerdotes, religiosas y laicos.

Un sacerdote argentino, Augusto Zampini, miembro de la Comisión que nombró el Papa Francisco para que la Iglesia responda adecuadamente a la COVID-19, en el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, nos platicó que, en una reunión con el Papa, éste les dijo: “¡Concretezza!”; es decir, propongan y hagan cosas concretas. En otras palabras, déjense de sólo discursos y elucubraciones, y realicen acciones que sirvan directamente a la solución del problema humano por esta pandemia. Es lo que él ha hecho: además de orar y predicar, ha enviado respiradores artificiales y otros implementos médicos a varias partes del mundo, no porque él sea rico, sino para compartir las ayudas que le llegan.

Es una advertencia muy oportuna. Porque algunos somos muy dados a hablar, discutir y hacer buenos discursos, pero no compartimos lo que tenemos. Como un hermano obispo, a quien se le pidió que platicara lo que se ha hecho en su diócesis ante esta emergencia, y todo su tiempo lo dedicó a recordar cosas de fe y de historia, ciertamente importantes, pero sin mencionar acciones concretas que hubieran llevado a cabo, y ciertamente las ha habido. Quizá no comprendió lo que se le pidió. Somos muy dados a filosofar, teologizar, buscar explicaciones de todo, dar consejos abstractos, a veces darnos palmaditas de ánimo, pero no todos abren su cartera para compartir de su propio dinero algo a hermanos obispos, a sacerdotes y a feligreses que están pasando graves carencias para sobrevivir. Mientras no compartamos lo que tenemos, todo se queda en ideas y en el aire. ¡Concretezza!

He conocido a miembros de organizaciones no gubernamentales que hablan mucho de los pobres y luchan por sus derechos, en particular por los indígenas, para lo cual reciben cuantiosos apoyos económicos y gozan de buenos sueldos, pero nada comparten de sus propios recursos. Hablan y hablan, pero nada concreto aportan. En cambio, cuando estuve en Chiapas, algunos hermanos obispos, sin pedírselo, me apoyaban con recursos económicos. Así, pude realizar mi misión sin graves angustias. ¡Concretezza!

 

PENSAR

De Jesús, los evangelistas relatan su oración y sus predicaciones, pero también su cercanía afectiva y efectiva a los aquejados por diversos males: “Todos los que tenían enfermos con diferentes males, los llevaron a Jesús, y él los sanaba imponiendo las manos sobre cada uno de ellos” (Lc 4,40). Con razón San Pedro resume así la vida de Jesús: “Pasó haciendo el bien y sanando a todos los que estaban oprimidos por el Diablo” (Hech 10,38). Es por ello que Jesús nos advierte que seremos juzgados de lo que hayamos hecho o no por los que sufren. Eso es lo que cuenta en definitiva, no muchas doctrinas y razones (Cf Mt 25,31-46; 1 Jn 3,17-18; Sant 2,14-17). ¡Concretezza!

El Papa Francisco, en su Exhortación Evangelii gaudium, dice: “Nuestra historia de Iglesia es gloriosa por ser historia de sacrificios, de esperanza, de lucha cotidiana, de vida deshilachada en el servicio, de constancia en el trabajo que cansa… En cambio, nos entretenemos vanidosos hablando sobre “lo que habría que hacer” –el pecado del “habriaqueísmo” – como maestros espirituales y sabios pastorales que señalan desde afuera. Cultivamos nuestra imaginación sin límites y perdemos contacto con la realidad sufrida de nuestro pueblo fiel” (96).

“Es una tremenda corrupción con apariencia de bien. Hay que evitarla poniendo a la Iglesia en movimiento de salida de sí, de misión centrada en Jesucristo, de entrega a los pobres. ¡Dios nos libre de una Iglesia mundana bajo ropajes espirituales o pastorales! Esta mundanidad asfixiante se sana tomándole el gusto al aire puro del Espíritu Santo, que nos libera de estar centrados en nosotros mismos, escondidos en una apariencia religiosa vacía de Dios. ¡No nos dejemos robar el Evangelio!” (97). ¡Concretezza!

 

ACTUAR

Abre tus ojos y tu corazón y date cuenta de personas que sufren más que tú, y haz algo concreto por ellas: una palabra, una oración, pero abre también tu cartera y compárteles algo de lo que tienes. Una visita sería muy oportuna, pero están restringidas por la pandemia. Que el Espíritu nos inspire, para que nuestro amor sea concreto. ¡Concretezza!

 

 

 

 

San Nicolás de Tolentino, 10 de septiembre

Abogado de las almas del purgatorio

septiembre 09, 2020 09:00

Testimonios

 

“Sacerdote agustino. Abogado de las almas del purgatorio. Se le considera protector de la buena muerte, de la maternidad y de la infancia. Es muy venerado en Europa y en América”

Nació en Sant´Angelo in Pontano, Italia, en 1245. Sus padres, que durante años esperaban descendencia, en el transcurso de una peregrinación a Bari prometieron que si lograban ser bendecidos por Dios con ella en el caso de que fuese un varón lo consagrarían a san Nicolás, titular de la ciudad. Y así lo hicieron atribuyéndole la pronta concepción de ese hijo tan deseado. El pequeño Nicolás creció dando muestras de la bondad y amabilidad que, junto a su desprendimiento y sensibilidad por los necesitados, caracterizaría su vida entera. Y es que el sensible y piadoso muchacho solía atender personalmente a los pobres que llegaban a su casa pidiendo ayuda. Los primeros conocimientos se los proporcionó el sacerdote en su localidad natal.

Puede que el ejemplo y educación que recibió de sus padres, junto con la cercana presencia de los ermitaños agustinos, despertara en él una temprana vocación, porque a los 12 años ingresó en el convento como “oblato”. Su idea no era recibir únicamente esa formación que completaría con creces la que pudo darle el bondadoso clérigo, sino que albergaba el sueño de ser agustino. A los 15 años inició el noviciado, y en 1261 profesó. En 1269 fue ordenado sacerdote por el obispo san Benito de Cíngoli. Después ejerció su misión pastoral en distintos puntos de la región de Las Marcas durante seis años. Pero sus superiores seguramente preocupados por su débil salud, viendo que ni siquiera le ayudaba en su restablecimiento la misión que le encomendaron de maestro de novicios que no exigía continuos desplazamientos, en 1275 determinaron enviarle a Tolentino donde permaneció el resto de su vida.

Fue un hombre de gran austeridad; es la característica que se subraya unánimemente cuando se configura su trayectoria espiritual. Su ascetismo, forjado en el fecundo aprendizaje que había tenido previamente en conventos herederos de la genuina tradición eremítica, estaba signado por la mortificación y el ayuno. Aparte de la frugalidad de su comida, y la radicalidad de su pobreza –mantenía un solo hábito que remendaba cuando era preciso, dormía poco y en condiciones no aptas precisamente para el rácano descanso y menos para una persona corpulenta como él: en un saco, con una piedra como almohada y cubriéndose solo con su propio manto–, no desestimaba todo lo que podía ayudarle a conquistar la perfección. Es decir, que estas asperezas penitenciales y las disciplinas físicas que también se aplicaba no sustituían a la donación de sí mismo. Se esforzaba en ofrendarse, como hacía por ejemplo, con su criterio. Así, aunque no le agradaba la carne, cuando el superior le recomendaba su ingesta por el bien de su salud, se doblegaba humildemente. De todos modos, con una lógica que excede a la ofrecida por textos científicos, en lo que a su bienestar concernía solía poner en duda la preeminencia del valor nutricional de la carne frente al de las hortalizas. No tenía duda de que si Dios quería para él una fortaleza física que estaba lejos de poseer, la ingesta de verduras le habría servido. Se cuenta que, en una ocasión, teniendo en el plato dos sabrosas perdices asadas, Nicolás les ordenó: “Seguid vuestro camino”. Y, al parecer, las aves emprendieron instantáneo vuelo.

Al margen de estas anécdotas, tal como se puso de relieve en el proceso de su canonización, fue un hombre obediente y fiel, efectuando lo que se le indicaba con prontitud y alegría; una persona dócil, sensible, entrañable, cercana, disponible, comprensiva, exquisita siempre en su trato que disfrutaba viendo gozar a los demás en el día a día. Era lo que cabía esperar de una persona como él que dedicaba a la oración 15 horas diarias. El resto del tiempo lo repartía en tareas apostólicas, confesión, lectura, meditación, asistencia al refectorio, al rezo del oficio divino…, y algún pequeño momento solaz en el recreo comunitario. ¡La multiplicación del tiempo, como se aprecia frecuentemente en esta sección de zenit, es otra gracia que reciben los santos! La continua presencia de Dios en él explica la profunda e incontenible emoción que sentía ante la Eucaristía, hecho que muchas personas pudieron constatar alguna vez, y también los favores extraordinarios que recibió, así como los numerosos milagros que obró. Su apostolado estuvo caracterizado por la dulzura y la amabilidad, rubricado por su admirable caridad. De ella sabían bien cercanos y lejanos, y de forma especial los enfermos y pobres a los que asistía sirviéndose de un bastón cuando ya no tenía fuerzas para deambular por sí mismo, así como los penitentes que se confesaban con él –casi toda la ciudad lo hacía–, y las tantas personas que le acogían con gusto en sus domicilios cuando los visitaba. Ésta era otra de las actividades apostólicas de Nicolás por la que sentía particular debilidad.

En una visión contempló el purgatorio después del fallecimiento de un religioso que hallándose en él, rogó sus oraciones. Sus penitencias y súplicas por él y por otros que purgaban sus penas, fueron escuchadas. De ahí que se le considere abogado de las almas del purgatorio. Su muerte se la anunció una estrella que apareció persistentemente durante varias jornadas, apuntando primeramente a su localidad natal y situándose después en Tolentino, justo encima del convento. Un religioso venerable, al que consultó, descifró su significado: “La estrella es símbolo de tu santidad. En el sitio donde se detiene se abrirá pronto una tumba; es tu tumba, que será bendecida en todo el mundo como manantial de prodigios, gracias y favores celestiales”. La estrella le siguió unos días hasta que el 10 de septiembre de 1305, invocando a María por la que tuvo desde niño gran devoción, y contemplando el preciado lignum crucis, falleció. Sus últimas palabras dirigidas a la comunidad habían sido: “Mis amados hermanos; mi conciencia no me reprocha nada; pero no por eso me siento justificado”. Eugenio IV lo canonizó el 1 de febrero de 1446.