Servicio diario - 27 de octubre de 2020


 

PAPA FRANCISCO
Papa Francisco a Europa: “¡Sé tú misma!”
Larissa I. López
Carta al cardenal Pietro Parolin

EVENTOS ESPECIALES
Conferencia de prensa: presentación de ‘La Economía de Francisco’
Gabriel Sales Triguero
Evento del 19 al 21 de noviembre

CIUDAD DEL VATICANO
Los 107 cardenales del Papa Francisco
Redacción zenit
Durante su pontificado

ESPIRITUALIDAD
Nicaragua: La Iglesia orienta sobre la celebración de las fiestas marianas
Cristhian Alvarenga
Disposiciones del arzobispo de Managua

ANÁLISIS
España: Mons. Argüello aclara aspectos sobre el documental ‘Francesco’
Larissa I. López
Carta a sacerdotes de Valladolid

ESPIRITUALIDAD
Eduardo Verástegui: “Nuevamente, un millón de Rosarios”
Redacción zenit
Iniciativa “Rosario por el mundo”

IGLESIA LOCAL
Ecuador: El Papa nombra al obispo coadjuntor de Riobamba
Redacción zenit
Mons. Gerardo M. Nieves Loja

ESPIRITUALIDAD
Solemnidad de Todos los Santos, 1 de noviembre: Reflexión del padre Antonio Rivero
Antonio Rivero
La santidad, “deber de todo bautizado”

TESTIMONIOS
San Rodrigo Aguilar Alemán, 28 de octubre
Isabel Orellana Vilches
Mártir de la cristiada mexicana


 

 

 

Papa Francisco a Europa: “¡Sé tú misma!”

Carta al cardenal Pietro Parolin

octubre 27, 2020 14:09

Papa Francisco

(zenit – 23 oct. 2020)-. El Papa Francisco exhorta a Europa: “¡Vuelve a encontrarte! Vuelve a descubrir tus ideales, que tienen raíces profundas. ¡Sé tú misma! No tengas miedo de tu historia milenaria, que es una ventana abierta al futuro más que al pasado”.

Estas palabras están incluidas en la carta que el Santo Padre firmó en el Vaticano, el pasado 22 de octubre de 2020, memoria de san Juan Pablo II, dirigida al cardenal secretario de Estado Pietro Parolin con ocasión del 40º aniversario de la Comisión de los Episcopados de la Unión Europea (COMECE), el 50º aniversario de las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y la Unión Europea y el 50º aniversario de la presencia de la Santa Sede como Observador Permanente ante el Consejo de Europa.

En coincidencia con estos aniversarios, se había programado, del 28 al 30 de octubre de 2020, una visita del cardenal Parolin a Bruselas, cancelada a causa del empeoramiento de la emergencia sanitaria por la COVID-19.

No obstante, al principio del texto se indica que prevé “que las reuniones con las autoridades de la Unión Europea y los miembros de la COMECE puedan efectuarse en video-conexión”.

 

Colaboración entre Europa y la Santa Sede

Francisco comienza su carta señalando que hace cincuenta años se concretó la colaboración entre la Santa Sede y las Instituciones europeas surgidas después de la Segunda Guerra Mundial, mediante el establecimiento de las relaciones diplomáticas con las entonces llamadas Comunidades Europeas y la presencia de la Santa Sede como observador ante el Consejo de Europa.

En 1980, recuerda el Papa, se creó la Comisión de los Episcopados de las Comunidades Europeas (COMECE), en la que participan con un delegado propio todas las Conferencias Episcopales de los Estados Miembros de la Unión Europea, con el objetivo de favorecer “una colaboración más estrecha entre dichos Episcopados, en orden a las cuestiones pastorales relacionadas con el desarrollo de las competencias y de las actividades de la Unión”.

Asimismo, este año se celebró el 70º aniversario de la Declaración Schuman, “un acontecimiento de gran importancia que ha inspirado el largo camino de integración del continente, haciendo posible que se superen las hostilidades producidas a causa de los dos conflictos mundiales”.

 

El futuro de Europa

Después, el Pontífice comparte algunas reflexiones sobre el futuro del continente, “que me es particularmente querido, no solo por los orígenes familiares, sino también por el rol central que este ha tenido y pienso que todavía debe tener —si bien con tonos diversos— en la historia de la humanidad”.

Este rol de Europa “se vuelve todavía más relevante en el contexto de pandemia que estamos atravesando”, pues, de hecho, “el proyecto europeo surge como voluntad de poner fin a las divisiones del pasado” y  “nace de la conciencia de que juntos y unidos somos más fuertes, que ‘la unidad es superior al conflicto’ y que la solidaridad puede ser ‘un modo de hacer la historia, un ámbito viviente donde los conflictos, las tensiones y los opuestos pueden alcanzar una unidad pluriforme que engendra nueva vida’”.

En este sentido, el Obispo de Roma sostiene que el tiempo actual “da muestras de estar volviendo atrás” y en el que prevalece “la idea de ir cada uno por su cuenta”. La pandemia “constituye como una línea divisoria que obliga a hacer una elección: o se sigue el camino tomado en el último decenio, alentado por la tentación de la autonomía, enfrentando crecientes incomprensiones, contraposiciones y conflictos; o bien se redescubre ese camino de la fraternidad” que inspiró y animó a los padres fundadores de la Europa moderna.

 

Camino de fraternidad

Para el Papa Francisco, en las noticias europeas de los últimos meses, la pandemia puso en evidencia todo esto: “la tentación de ir cada uno por su cuenta, buscando soluciones unilaterales a un problema que trasciende los límites de los Estados, pero también, gracias al gran espíritu de mediación que caracteriza a las Instituciones europeas, el deseo de recorrer con convicción el camino de la fraternidad que es además camino de la solidaridad, poniendo en marcha la creatividad y nuevas iniciativas”.

Frente a ello, subraya que es “necesario consolidar las medidas adoptadas para evitar que los empujes centrífugos recobren fuerza” y remite a la actualidad de las palabras que san Juan Pablo II pronunció en el Acto europeo en Santiago de Compostela: Europa, “vuelve a encontrarte. Sé tú misma”.

“En este momento, quisiera decirle a Europa: Tú, que has sido una fragua de ideales durante siglos y ahora parece que pierdes tu impulso, no te detengas a mirar tu pasado como un álbum de recuerdos”, afirma Francisco en este sentido.

 

“No tengas miedo”

“Europa, ¡vuelve a encontrarte! Vuelve a descubrir tus ideales, que tienen raíces profundas. ¡Sé tú misma! No tengas miedo de tu historia milenaria, que es una ventana abierta al futuro más que al pasado”, pide el Santo Padre.

“No tengas miedo de tu anhelo de verdad, que desde la antigua Grecia abrazó la tierra, sacando a la luz los interrogantes más profundos de todo ser humano; de tu sed de justicia, que se desarrolló con el derecho romano y, con el paso del tiempo, se convirtió en respeto por todo ser humano y por sus derechos; de tu deseo de eternidad, enriquecido por el encuentro con la tradición judeo-cristiana, que se refleja en tu patrimonio de fe, de arte y de cultura”, añade.

Hoy, “mientras en Europa tantos se interrogan con desconfianza sobre su futuro, muchos otros la miran con esperanza, convencidos de que todavía tiene algo que ofrecer al mundo y a la humanidad”, se lee en la carta.

 

Los sueños de Francisco

El Sucesor de Pedro comparte también sus sueños: “Una Europa amiga de la persona y de las personas. Una tierra donde sea respetada la dignidad de todos, donde la persona sea un valor en sí y no el objeto de un cálculo económico o una mercancía”.

Una tierra, prosigue “que cuide la vida en todas sus etapas, desde que surge invisible en el seno materno hasta su fin natural, porque ningún ser humano es dueño de la vida, sea propia o ajena. Una tierra que favorezca el trabajo como medio privilegiado para el crecimiento personal y para la edificación del bien común, creando fuentes de empleo especialmente para los más jóvenes”.

Además, sueña una Europa “que sea una familia y una comunidad. Un lugar que sepa valorar las peculiaridades de todas las personas y los pueblos, sin olvidar que estos están unidos por responsabilidades comunes”. Ser familia significa “vivir la unidad teniendo en cuenta la diversidad, a partir de la diferencia fundamental entre hombre y mujer”.

 

Comunidad solidaria

El Papa también anhela una Europa “solidaria y generosa”. Un lugar “acogedor y hospitalario, donde la caridad —que es la mayor virtud cristiana— venza toda forma de indiferencia y egoísmo”. Y habla de una “solidaridad inteligente” que “no se limite solamente a asistir las necesidades fundamentales en casos puntuales”.

La solidaridad “se nutre de gratuidad y engendra gratitud”. Y la gratitud “nos lleva a mirar al otro con amor; pero cuando nos olvidamos de agradecer por los beneficios recibidos, somos más propensos a cerrarnos en nosotros mismos y a vivir con miedo a todo lo que nos rodea y es diferente a nosotros”, prosigue.

Esto, apunta, “lo vemos en los numerosos temores que atraviesan nuestras sociedades actuales, entre los que no puedo callar el recelo respecto a los migrantes”. Solo una Europa que sea “comunidad solidaria puede hacer frente a este desafío de forma provechosa, mientras que las soluciones parciales ya han demostrado su insuficiencia”.

 

Una Europa “sanamente laica”

Finalmente, el Pontífice sueña con una Europa “sanamente laica, donde Dios y el César sean distintos, pero no contrapuestos”. Una tierra “abierta a la trascendencia, donde el que es creyente sea libre de profesar públicamente la fe y de proponer el propio punto de vista en la sociedad”.

Los cristianos, advierte, “tienen hoy una gran responsabilidad: como la levadura en la masa, están llamados a despertar la conciencia de Europa, para animar procesos que generen nuevos dinamismos en la sociedad”, motivo por el que los exhorta “a comprometerse con valentía y determinación a ofrecer su colaboración en cada ámbito donde viven y trabajan”.

A continuación, sigue la carta completa de Francisco.

***

 

Carta del Santo Padre

Publicamos a continuación la carta que el Santo Padre ha dirigido al Emmo. Secretario de Estado con ocasión del 40º aniversario de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE), el 50º aniversario de las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y la Unión Europea y el 50º aniversario de la presencia de la Santa Sede como Observador Permanente ante el Consejo de Europa.

En coincidencia con estos aniversarios, estaba programada, del 28 al 30 de octubre, una visita del cardenal Parolin a Bruselas, que ha sido cancelada debido al empeoramiento de la emergencia sanitaria. Se prevé que las reuniones con las autoridades de la Unión Europea y los miembros de la COMECE puedan efectuarse en video-conexión.

 

 

Al Venerado Hermano

Señor Cardenal PIETRO PAROLIN

Secretario de Estado

 

En este año, la Santa Sede y la Iglesia en Europa celebran algunos acontecimientos significativos. Hace cincuenta años se concretó la colaboración entre la Santa Sede y las Instituciones europeas surgidas después de la segunda guerra mundial, mediante el establecimiento de las relaciones diplomáticas con las entonces Comunidades Europeas y la presencia de la Santa Sede como Observador ante el Consejo de Europa. Después, en 1980, se creó la Comisión de los Episcopados de las Comunidades Europeas (COMECE), en la que participan con un delegado propio todas las Conferencias Episcopales de los Estados Miembros de la Unión Europea, con el objetivo de favorecer “una colaboración más estrecha entre dichos Episcopados, en orden a las cuestiones pastorales relacionadas con el desarrollo de las competencias y de las actividades de la Unión”.[1] Además, este año se celebró el 70.º aniversario de la Declaración Schuman, un acontecimiento de gran importancia que ha inspirado el largo camino de integración del continente, haciendo posible que se superen las hostilidades producidas a causa de los dos conflictos mundiales.

A la luz de estos acontecimientos, usted tiene previsto próximamente visitas significativas a las Autoridades de la Unión Europea, a la Asamblea Plenaria de la COMECE y a las Autoridades del Consejo de Europa, por lo que considero oportuno compartirle algunas reflexiones sobre el futuro de este continente, que me es particularmente querido, no sólo por los orígenes familiares, sino también por el rol central que este ha tenido y pienso que todavía debe tener —si bien con tonos diversos— en la historia de la humanidad.

Ese rol se vuelve todavía más relevante en el contexto de pandemia que estamos atravesando. De hecho, el proyecto europeo surge como voluntad de poner fin a las divisiones del pasado. Nace de la conciencia de que juntos y unidos somos más fuertes, que “la unidad es superior al conflicto”[2] y que la solidaridad puede ser “un modo de hacer la historia, un ámbito viviente donde los conflictos, las tensiones y los opuestos pueden alcanzar una unidad pluriforme que engendra nueva vida”.[3] En nuestro tiempo, que “da muestras de estar volviendo atrás”,[4] en el que prevalece la idea de ir cada uno por su cuenta, la pandemia constituye como una línea divisoria que obliga a hacer una elección: o se sigue el camino tomado en el último decenio, alentado por la tentación de la autonomía, enfrentando crecientes incomprensiones, contraposiciones y conflictos; o bien se redescubre ese camino de la fraternidad, que sin duda fue el que inspiró y animó a los Padres fundadores de la Europa moderna, a partir justamente de Robert Schuman.

En las noticias europeas de los últimos meses, la pandemia puso en evidencia todo esto: la tentación de ir cada uno por su cuenta, buscando soluciones unilaterales a un problema que trasciende los límites de los Estados, pero también, gracias al gran espíritu de mediación que caracteriza a las Instituciones europeas, el deseo de recorrer con convicción el camino de la fraternidad que es además camino de la solidaridad, poniendo en marcha la creatividad y nuevas iniciativas.

Sin embargo, es necesario consolidar las medidas adoptadas para evitar que los empujes centrífugos recobren fuerza. Resuenan hoy con gran actualidad las palabras que san Juan Pablo II pronunció en el Acto europeo en Santiago de Compostela: Europa, “vuelve a encontrarte. Sé tú misma”.[5] En un tiempo de cambios repentinos se corre el riesgo de perder la propia identidad, especialmente cuando desaparecen los valores compartidos sobre los que se funda la sociedad.

En este momento, quisiera decirle a Europa: Tú, que has sido una fragua de ideales durante siglos y ahora parece que pierdes tu impulso, no te detengas a mirar tu pasado como un álbum de recuerdos. Con el tiempo, aun las memorias más hermosas se desvanecen y acaban siendo olvidadas. Tarde o temprano nos damos cuenta de que los contornos del propio rostro se esfuman, nos encontramos cansados y agobiados de vivir el tiempo presente, y con poca esperanza de mirar al futuro. Sin una noble motivación nos descubrimos frágiles y divididos, y más inclinados a lamentarnos y a dejarnos atraer por quien hace de las quejas y de la división un estilo de vida personal, social y político.

Europa, ¡vuelve a encontrarte! Vuelve a descubrir tus ideales, que tienen raíces profundas. ¡Sé tú misma! No tengas miedo de tu historia milenaria, que es una ventana abierta al futuro más que al pasado. No tengas miedo de tu anhelo de verdad, que desde la antigua Grecia abrazó la tierra, sacando a la luz los interrogantes más profundos de todo ser humano; de tu sed de justicia, que se desarrolló con el derecho romano y, con el paso del tiempo, se convirtió en respeto por todo ser humano y por sus derechos; de tu deseo de eternidad, enriquecido por el encuentro con la tradición judeo-cristiana, que se refleja en tu patrimonio de fe, de arte y de cultura.

Hoy, mientras en Europa tantos se interrogan con desconfianza sobre su futuro, muchos otros la miran con esperanza, convencidos de que todavía tiene algo que ofrecer al mundo y a la humanidad. Es la misma confianza que inspiró a Robert Schuman, consciente de que “la contribución que una Europa organizada y viva puede aportar a la civilización es indispensable para el mantenimiento de unas relaciones pacíficas”.[6] Es la misma confianza que podemos tener nosotros, a partir de valores compartidos y arraigados en la historia y en la cultura de esta tierra.

Por tanto, ¿qué Europa soñamos para el futuro? ¿En qué consiste su contribución original? En el mundo actual, no se trata de recuperar una hegemonía política o una centralidad geográfica, ni se trata de elaborar soluciones innovadoras a los problemas económicos y sociales. La originalidad europea está sobre todo en su concepción del hombre y de la realidad; en su capacidad de iniciativa y en su solidaridad dinámica.

Sueño, entonces, una Europa amiga de la persona y de las personas. Una tierra donde sea respetada la dignidad de todos, donde la persona sea un valor en sí y no el objeto de un cálculo económico o una mercancía. Una tierra que cuide la vida en todas sus etapas, desde que surge invisible en el seno materno hasta su fin natural, porque ningún ser humano es dueño de la vida, sea propia o ajena. Una tierra que favorezca el trabajo como medio privilegiado para el crecimiento personal y para la edificación del bien común, creando fuentes de empleo especialmente para los más jóvenes. Ser amigos de la persona significa colaborar con su instrucción y su desarrollo cultural. Significa proteger al que es más frágil y débil, especialmente a los ancianos, los enfermos que necesitan tratamientos costosos y las personas con discapacidad. Ser amigos de la persona significa tutelar los derechos, pero también señalar los deberes. Significa recordar que cada uno está llamado a ofrecer la propia contribución a la sociedad, porque ninguno es un universo cerrado en sí mismo y no se puede exigir respeto para sí, sin respeto por los demás; no se puede recibir si al mismo tiempo no se está dispuesto a dar.

Sueño una Europa que sea una familia y una comunidad. Un lugar que sepa valorar las peculiaridades de todas las personas y los pueblos, sin olvidar que estos están unidos por responsabilidades comunes. Ser familia significa vivir la unidad teniendo en cuenta la diversidad, a partir de la diferencia fundamental entre hombre y mujer. En este sentido, Europa es una auténtica familia de pueblos, distintos entre sí, pero sin embargo unidos por una historia y un destino común. Los últimos años, y aún más la pandemia, han demostrado que nadie puede salir adelante solo y que un cierto modo individualista de entender la vida y la sociedad lleva solamente al desánimo y a la soledad. Todo ser humano aspira a ser parte de una comunidad, es decir, de una realidad más grande que lo trasciende y que da sentido a su individualidad. Una Europa dividida, compuesta de realidades solitarias e independientes, fácilmente se encontrará incapaz de hacer frente a los desafíos del futuro. En cambio, una Europa comunidad, solidaria y fraterna, sabrá aprovechar las diferencias y el aporte de cada uno para afrontar juntos las cuestiones que le esperan, comenzando por la pandemia, pero también por el desafío ecológico, que no se limita sólo a la protección de los recursos naturales y a la calidad del ambiente en que vivimos. Se trata de elegir entre un modelo de vida que descarta personas y cosas, y uno inclusivo que valora lo creado y a las criaturas.

Sueño una Europa solidaria y generosa. Un lugar acogedor y hospitalario, donde la caridad —que es la mayor virtud cristiana— venza toda forma de indiferencia y egoísmo. La solidaridad es expresión fundamental de toda comunidad y exige que cada uno se haga cargo del otro. Ciertamente hablamos de una “solidaridad inteligente” que no se limite solamente a asistir las necesidades fundamentales en casos puntuales.

Ser solidarios significa guiar al más débil por un camino de crecimiento personal y social, para que un día este pueda a su vez ayudar a los demás. Como un buen médico, que no se limita a suministrar una medicina, sino que acompaña al paciente hasta la recuperación total.

Ser solidarios implica hacerse prójimos. Para Europa significa particularmente hacerse disponible, cercana y diligente para sostener —a través de la cooperación internacional— a los otros continentes —pienso especialmente en África—, de modo que se resuelvan los conflictos en curso y se ponga en marcha un desarrollo humano sostenible.

Además, la solidaridad se nutre de gratuidad y engendra gratitud. Y la gratitud nos lleva a mirar al otro con amor; pero cuando nos olvidamos de agradecer por los beneficios recibidos, somos más propensos a cerrarnos en nosotros mismos y a vivir con miedo a todo lo que nos rodea y es diferente a nosotros.

Lo vemos en los numerosos temores que atraviesan nuestras sociedades actuales, entre los que no puedo callar el recelo respecto a los migrantes. Sólo una Europa que sea comunidad solidaria puede hacer frente a este desafío de forma provechosa, mientras que las soluciones parciales ya han demostrado su insuficiencia. Es evidente, en efecto, que la necesaria acogida de los migrantes no puede limitarse a simples operaciones de asistencia al que llega, a menudo escapando de conflictos, hambre o desastres naturales, sino que debe consentir su integración para que puedan “conocer, respetar y también asimilar la cultura y las tradiciones de la nación que los acoge”.[7]

Sueño una Europa sanamente laica, donde Dios y el César sean distintos, pero no contrapuestos. Una tierra abierta a la trascendencia, donde el que es creyente sea libre de profesar públicamente la fe y de proponer el propio punto de vista en la sociedad. Han terminado los tiempos de los confesionalismos, pero —se espera— también el de un cierto laicismo que cierra las puertas a los demás y sobre todo a Dios,[8] porque es evidente que una cultura o un sistema político que no respete la apertura a la trascendencia, no respeta adecuadamente a la persona humana.

Los cristianos tienen hoy una gran responsabilidad: como la levadura en la masa, están llamados a despertar la conciencia de Europa, para animar procesos que generen nuevos dinamismos en la sociedad.[9] Los exhorto, pues, a comprometerse con valentía y determinación a ofrecer su colaboración en cada ámbito donde viven y trabajan.

Señor Cardenal:

Estas breves palabras nacen de mi solicitud de Pastor y de la certeza de que Europa aún tiene mucho que dar al mundo. No tienen, por tanto, otra pretensión que la de ser un aporte personal a la reflexión tan necesaria sobre su futuro. Le agradecería si puede compartir su contenido en los diálogos que tendrá usted los próximos días con las Autoridades europeas y con los miembros de la COMECE, que exhorto a colaborar con espíritu de comunión fraterna con todos los obispos del continente, reunidos en el Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE). Le ruego que lleve a cada uno mi saludo personal y el signo de mi cercanía a los pueblos que representan. Sus encuentros serán ciertamente una ocasión propicia para profundizar las relaciones de la Santa Sede con la Unión Europea y con el Consejo de Europa, y para confirmar a la Iglesia en su misión evangelizadora y en su servicio al bien común.

Que no le falte a nuestra querida Europa la protección de sus santos Patronos: san Benito, los santos Cirilo y Metodio, santa Brígida, santa Catalina y santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein), hombres y mujeres que por amor al Señor han trabajado sin cesar en el servicio de los más pobres y en favor del desarrollo humano, social y cultural de todos los pueblos europeos.

Mientras me encomiendo a sus oraciones y a las de cuantos tendrá ocasión de encontrar durante su viaje, le pido que lleve a todos mi Bendición.

 

Vaticano, 22 de octubre de 2020,

memoria de san Juan Pablo II.

 FRANCISCO

 

 _________________________

[1] Estatuto de la COMECE, art. 1.

[2] Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 228.

[3] Ibíd.

[4] Carta. enc. Fratelli tutti (3 octubre 2020), 11.

[5] 9 noviembre 1982, 4.

[6] Declaración Schuman, París, 9 mayo 1950.

[7] Discurso a los participantes en la Conferencia “Repensando Europa” (28 octubre 2017).

[8] Cf. Entrevista al semanario católico belga “Tertio” (7 diciembre 2016).

[9] Discurso a los participantes en la Conferencia “Repensando Europa”.

 

© Librería Editora Vaticana

 

 

 

 

Conferencia de prensa: presentación de ‘La Economía de Francisco’

Evento del 19 al 21 de noviembre

octubre 27, 2020 17:52

Eventos especiales

(zenit – 27 octubre 2020).- La rueda de prensa de presentación del evento “Economía de Francisco, El Papa Francisco y los jóvenes de todo el mundo para la economía del mañana” se ha celebrado en la sala Juan Pablo II de la Oficina de Prensa de la Santa Sede hoy, 27 de octubre de 2020

Esta cita internacional reunirá a jóvenes y empresarios de todo el mundo y se celebrará del 19 al 21 de noviembre de 2020 vía streaming en directo. Se ha confirmado que el Santo Padre participará al final del acto, informa en un comunicado la basílica de San Francisco de Asís.

En la conferencia de prensa han intervenido el padre Enzo Fortunato, director de la Oficina de Prensa del Sagrado Convento de Asís y jefe de la estructura de información de Economía de Francisco; Luigino Bruni, catedrático de Economía Política en la Universidad Libre Maria Santissima Assunta de Roma y director científico de Economía de Francisco; sor Alessandra Smerilli, profesora titular de Economía Política en la Pontificia Facultad de Ciencias de la Educación Auxilium y miembro del Comité Científico de Economía de Francisco; Francesca Di Maolo, presidenta del Instituto Seráfico de Asís y miembro del Comité Organizador de Economía de Francisco; y Florencia Locascio, miembro de Economía de Francisco a distancia desde Argentina.

 

Jóvenes comprometidos con nueva economía

En su intervención, Luigino Bruni, la ha definido como “el mayor movimiento de jóvenes economistas y empresarios del mundo”. El primer gran e importante resultado de Economía de Francisco es que ya existen jóvenes comprometidos “con una nueva economía, a la altura de los nuevos tiempos, que están demostrando la obsolescencia de la economía del siglo XX, pero también de la anterior a enero de 2020”.

“Hemos entrado en la era de los bienes comunes y necesitamos una nueva economía”, subraya. Al mismo tiempo, Bruni considera que “una economía verde no es suficiente para tener una economía de Francisco. También hacen falta la inclusión de los pobres, el protagonismo de los jóvenes, el cultivo de la vida interior”.

La Economía de Francisco, expone, no puede ser solo ecológica, pues “el grito de la tierra y el grito de los pobres son el mismo grito, como nos recuerda Laudato si’, y ahora también Fratelli tutti. Una fraternidad con la tierra que no incluya la fraternidad con los últimos no es completa”.

 

Construir el mensaje

Sor Alessandra Smerilli explicó que Economía de Francisco “significa sobre todo juventud, esperanza y concreción. No se trata de invitar a los jóvenes a difundir un mensaje, sino de pedirles que contribuyan a construirlo. Este es el significado de la llamada del Papa Francisco y de su invitación a reunirse con ellos en Asís”.

Asimismo, resaltó cómo el Santo Padre “nos invita a mirar más allá, a preparar el futuro, y a hacerlo de manera concreta, con la mirada siempre puesta en aquellos que atraviesan por más dificultades” . Y cómo los jóvenes “están respondiendo a esta invitación”.

Por otro lado, se refirió al tema transversal de la reevaluación de la atención (care) dentro de la sociedad y la economía, “como clave para configurar el futuro, junto con la necesidad de una perspectiva más femenina y una mayor participación de las mujeres para una economía y unas finanzas más inclusivas”.

 

Participación del Instituto Seráfico

Francesca Di Maolo, presidenta del Instituto Seráfico, anunció que el evento se abrirá con un video realizado por los chicos del Seráfico “que habla del sueño secreto que guardan en su alma”.

El Instituto Seráfico es un centro de salud que durante casi 150 años ha atendido a niños y jóvenes con discapacidades severas y participa en Economía de Francisco para dar voz a tantas personas heridas por la pobreza, el límite, la enfermedad y el abandono”, para ayudar a los jóvenes economistas a mantener sus ojos fijos en la gente que está en los márgenes de nuestras calles”.

Estamos seguros de que los jóvenes podrán llegar a desear este cambio a través de los ojos de las personas heridas por la vida, y cuando un sueño parte del corazón y vuela sobre las alas de la fraternidad, nada puede detenerlo”, añadió Maola.

 

Espacio online

Florencia Locascio, conectada desde Argentina, habló sobre la gran oportunidad que la participación online supone en esta iniciativa, de manera que el protagonismo de los diferentes puntos del mundo es ahora más fuerte en Economía de Francisco.

Además, contó que el 20 de noviembre habrá un maratón ininterrumpido a través de las diferentes zonas horarias. En ella cada país tendrá a disposición un slot para mostrar videos, actividades, experiencias o datos de investigación particularmente relevantes para su territorio, y relacionados con los temas y propuestas en los que hemos estado trabajando en los últimos meses.

Los jóvenes participantes son los que preparan estos slots del maratón, que pueden seguirse en streaming como el resto del programa.

 

Regenerar el sistema económico

El padre Enzo Fortunato, responsable de comunicación, subrayó que “la pandemia está desvelando el sistema económico actual”. “Estamos ante un sistema llamado a regenerarse a través del camino que ayer Francisco con sus hijos y el Papa hoy han indicado a la sociedad de entonces y de ahora”.

Igualmente, considera que “estamos llamados a replantear las perspectivas con las que soñamos. No podemos olvidar los escritos de San Francisco: ‘Y trabajaba con mis manos y quiero trabajar… quiero que todos trabajen’ es la expresión que resume de manera emblemática el momento histórico que estamos viviendo”.

 

Economía de Francisco

Desde el pasado mes de marzo hasta la fecha, casi mil jóvenes han trabajado activamente en las 12 aldeas temáticas de esta iniciativa: trabajo y cuidado; gestión y donación; finanzas y humanidad; agricultura y justicia; energía y pobreza; beneficio y vocación; políticas para la felicidad; CO2 de la desigualdad; negocios y paz; economía y mujeres; negocios en transición; vida y estilos de vida.

Las actividades de cada aldea fueron coordinadas por dos figuras elegidas por el Comité Científico (un miembro junior y un miembro senior) y, en promedio, por unos 10 colaboradores. Se organizaron unos 300 actos para preparar Economía de Francisco y una serie de seminarios virtuales.

En total se transmitieron 27 seminarios online por el canal oficial de Youtube del evento y se tradujeron a cuatro idiomas.

 

Participantes y oradores

Dos mil menores de 35 años de todo el mundo, 56% hombres y 44% mujeres se inscribieron para el evento de noviembre. 120 países estarán conectados durante 4 horas al día, más un maratón de 24 horas el segundo día, con la contribución de más de 20 países.

Los periodistas acreditados hasta ahora para cubrir el evento de manera remota, son unos 300. El programa cuenta con conferencias con oradores de renombre internacional, entre ellos el Premio Nobel Muhammad Yunus y, entre otros, economistas y expertos como Kate Raworth, Jeffrey Sachs, Vandana Shiva, Stefano Zamagni, Mauro Magatti, Juan Camilo Cárdenas, Jennifer Nedelsky, la hermana Cécile Renouard, así como numerosos empresarios con experiencia y conocimientos consolidados.

 

Con Larissa I. López

 

 

 

 

Los 107 cardenales del Papa Francisco

Durante su pontificado

octubre 27, 2020 11:43

Ciudad del Vaticano
Papa Francisco

(zenit – 27 octubre 2020).- En promedio, el Papa Francisco ha convocado un Consistorio – para la creación de 107 nuevos cardenales – cada 13 meses durante su pontificado, desde febrero de 2014 hasta noviembre de 2020.

A finales de noviembre, salvo que se produzcan nuevos cambios, el Colegio Cardenalicio debería contar con 128 electores y 104 no electores en caso de cónclave. Las estadísticas han sido publicadas en italiano en el blog Il Sismografo.

El pasado domingo 25 de octubre, el Papa convocó para el próximo 28 de noviembre un Consistorio para la “creación” de 13 nuevos cardenales.

El franciscano Mauro Gambetti, cuidador del Convento de Asís, el padre capuchino Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia, y el padre Enrico Feroci, rector del santuario mariano del Divino Amor de Roma y ex director de Cáritas en la capital italiana, podrán elegir si reciben o no la ordenación episcopal antes de recibir el birrete de cardenal.

Después de siete años y siete meses de pontificado, el 28 de noviembre, fecha del séptimo Consistorio anunciado por el Santo Padre Francisco, este ha “creado” 85 cardenales electores y 22 no electores (107 en total). El 22 de febrero de 2014 fueron 16 votantes y 3 no votantes.

El 14 de febrero del año siguiente 15 y 5, respectivamente. El 19 de noviembre de 2016, 13 y 4. El 28 de junio de 2017, 5 y ningún no elector.

En el mismo mes de 2018, 11 y 3. El 5 de octubre del año pasado, 16 y 3. Por último, el 28 de noviembre de este año, 9 y 4.

 

Colegio de cardenales para el 28 de noviembre de 2020

Son un total de 128 votantes, 16 creados por san Juan Pablo II, 39 por Benedicto XVI y 73 por Francisco. El número de no votantes son 104, medio centenar creados por el primero, 31 por el segundo y 23 por el actual Obispo de Roma.

El cardenal Giovanni Angelo Becciu, a quien el Papa Francisco suprimió los derechos y prerrogativas del cardenalato el pasado 24 de septiembre de 2020, ya no es un elector. El cardenal Wuerl, que celebra su 80 cumpleaños el próximo 12 de noviembre, ya no será votante en caso de cónclave.

En total existen 232 cardenales: 66 creados por Juan Pablo II, 70 por Benedicto XVI y 96 por Francisco.

 

 

 

 

Nicaragua: La Iglesia orienta sobre la celebración de las fiestas marianas

Disposiciones del arzobispo de Managua

octubre 27, 2020 10:44

Espiritualidad
Iglesia Local

(zenit – 27 octubre 2020)-. El arzobispo de Managua, cardenal Leopoldo José Brenes, llamó el pasado domingo 25 de octubre de 2020, al pueblo católico a celebrar “en un ambiente familiar” la tradicional novena a la Purísima Concepción de María, y orientó cambios para la realización de la “Gritería” en su territorio pastoral, una de las fiestas marianas más grandes de Nicaragua.

La arquidiócesis de Managua informó este domingo sus disposiciones para la celebración de las actividades características de diciembre, que también incluyen la cancelación de caravanas, procesiones, pastorelas y pases de Navidad para evitar multitudes y prevenir contagios de la COVID-19 en las fiestas de fin de año.

 

Prohibición de procesiones y caravanas

En la Misa celebrada desde un altar improvisado en su casa de Managua y transmitida por medios de comunicación de la Conferencia Episcopal, como hacen desde el inicio de la pandemia, el arzobispo Brenes dispuso que, “como comunidad cristiana y con sentido de responsabilidad, no realizaremos las procesiones, caravanas vehiculares, pastorelas, pases y otras actividades que impliquen concentración de personas. Ofreceremos estas limitaciones circunstanciales con espíritu penitencial implorando el fin de la pandemia”.

La circular del arzobispo se produjo cuando el independiente Observatorio Ciudadano COVID-19, una red de médicos y voluntarios que da seguimiento a la pandemia, informó de 2.780 fallecimientos por neumonía y otros síntomas relacionados con el nuevo coronavirus, así como 10.778 casos sospechosos.

Mientras tanto, las autoridades del Gobierno de Nicaragua han informado cada semana sobre el avance de la pandemia, “desde el inicio de la pandemia hasta el día de hoy, (pasado 20 de octubre) hemos atendido y dado seguimiento responsable y cuidadoso a 4.362 personas. Continuamos trabajando para dar atención a las familias nicaragüenses”, dice una nota de prensa del Ministerio de Salud.

 

Cambios en la “Gritería” a la Purísima

La “Gritería”, celebrada en todo Nicaragua la noche del 7 de diciembre, aglomera a centenares de miles de nicaragüenses que cantan a la Virgen y reciben “brindis” o “gorras” de parte de los devotos que pagan su promesa por favores recibidos.

“En la tradicional Gritería, hacer los altares en las parroquias y hogares, evitar aglomeraciones, reduciendo el tiempo de visita a dichos altares. El brindis y otras promesas podrán sustituirse por obras de misericordia, teniendo en cuenta la austeridad exigida por estos tiempos difíciles”, indica la circular.

 

Fiestas en un ambiente familiar

Mons. Brenes recomendó que las actividades en honor de la Purísima Concepción de María y del Niño Dios, a partir de noviembre próximo, se celebraran “en un ambiente especialmente familiar”.

El purpurado mandó a los sacerdotes celebrar la Eucaristía bajo un protocolo sanitario que incluyera el distanciamiento social, uso de mascarillas, entre otras normas, o bien “usando las redes sociales y medios de comunicación”, con el objetivo de evitar las multitudes.

Las fiestas religiosas de fin de año en Nicaragua suelen extenderse desde noviembre hasta la primera semana de enero.

 

 

 

 

España: Mons. Argüello aclara aspectos sobre el documental ‘Francesco’

Carta a sacerdotes de Valladolid

octubre 27, 2020 12:58

Análisis
Matrimonio y Familia

(zenit – 27 oct. 2020)-. Monseñor Luis Argüello, secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), ha enviado una carta a los sacerdotes de Valladolid, diócesis de la que es auxiliar, para aclarar ciertos aspectos del documental Francesco, en el que el Papa Francisco habla sobre la defensa de la dignidad de las personas homosexuales y las uniones entre ellas.

Dada la “confusión, algún alborozo y debate tanto entre católicos como no católicos de distintos países, también entre nosotros”, el prelado destaca tres cuestiones que están en juego sobre este asunto: las posibilidades y límites de los medios de comunicación; las diversas formas de comunicarse el Papa, magisterio y palabras de un Papa; y las cuestiones referidas a los homosexuales.

 

Posibilidades y límites de los medios de comunicación

El obispo auxiliar de Valladolid relata cómo después del estreno de Francesco, el pasado 21 de octubre, dieron la vuelta al mundo a través de los medios unos minutos del film porque supuestamente “por primera vez se ve y escucha al Papa apoyar ‘la familia homosexual’ y una ‘ley de convivencia civil’ (traducida al inglés por los realizadores del documental como “civil union law”, ley de unión civil) para personas homosexuales.

El documental, tal y como resaltamos la semana pasada en zenit y explica el prelado, utiliza diversas entrevistas realizadas a Francisco con anterioridad. En concreto, “para el pasaje de la polémica”, se emplea la realizada por la vaticanista mexicana Valentina Alazraki en mayo de 2019.

El portavoz de la CEE señala que la entrevista utilizada de Televisa, ya previamente editada, fue “editada” de nuevo por el autor de Francesco.

Así, su director, Evgeny Afineevsky, presenta al Papa Francisco diciendo: “Las personas homosexuales tienen derecho a estar en la familia. Son hijos de Dios, tienen derecho a una familia. No se puede echar de la familia a nadie, ni hacer la vida imposible por eso. Lo que tenemos que hacer es una ley de convivencia civil. Tienen derecho a estar cubiertos legalmente. Yo defendí eso”.

No obstante, según la comparación de los videos que realiza Aciprensa, Afineevsky habría hecho una peculiar edición de las palabras del Papa. En la carta de Mons. Argüello pueden leerse la respuesta completa del Pontífice que el cineasta utilizó parcialmente en el montaje, extraída, efectivamente, de un texto más amplio.

La parte final de la declaración del Obispo de Roma (“Lo que tenemos que hacer es una ley de convivencia civil. Tienen derecho a estar cubiertos legalmente. Yo defendí eso”), dice la misiva, “no había sido divulgada por Televisa y constituye la novedad de Francesco”.

Asimismo, la frase “convivencia civil”, aclara Argüello, fue traducida por el equipo de Afineevsky como “unión civil”.

Con respecto a los titulares de prensa en todo el mundo hablando del “cambio histórico en la posición de la Iglesia”, el miembro del episcopado español resalta que en el texto completo del Papa Francisco “se percibe la incomodidad” del Sucesor de Pedro por “el contraste entre sus palabras y los titulares de los medios”.

“Es la permanente tensión entre declaraciones completas, edición de las declaraciones y titular”, agrega el prelado, de manera que “se cumple una ley de los medios: ponen el foco en lo que parece más importante o llamativo, pero al poner el foco, desenfocan”.

 

Las diversas formas de comunicarse de Francisco

El segundo tema que aborda Mons. Argüello gira en torno a las diversas formas de comunicarse del Santo Padre. En este sentido, apunta que el Pontífice “escribe textos magisteriales (encíclicas, exhortaciones apostólicas, cartas apostólicas, Motu proprio, breves apostólicos)”.

El Magisterio, que puede ser solemne u ordinario, “expresa la autoridad y responsabilidad para enseñar sobre materias de fe y moral que el Señor Jesús confió al Papa y los obispos en comunión con él”.

Otros textos del Obispo de Roma (mensajes, homilías, discursos por celebraciones o encuentros…) “no son incluidos en el magisterio ordinario pero sí recibidos como palabras del Papa de singular referencia para la vida espiritual y pastoral de la Iglesia”.

Francisco también predica en las homilías de Santa Marta y concede entrevistas “que llegan a la opinión pública y al pueblo de Dios en forma de titulares más o menos acertados” y está presente en las redes sociales.

Aunque todas estas intervenciones son “palabra del Papa”, “con la relevancia que eso tiene en la Iglesia Católica y con la autoridad moral que le reconocen tantos no católicos”, la carta de Mons. Argüello matiza que “no todas constituyen Magisterio, menos aún los resúmenes y los titulares”.

De este modo, en la comunidad católica “hemos de aprender a distinguir los distintos ‘géneros literarios” y las finalidades de cada uno de ellos”.

 

Cuestiones referidas a los homosexuales

Por último, el secretario general de la CEE se refiere a la cuestión de las personas homosexuales, sobre las que el Papa Francisco “vuelve a ratificar la radical dignidad de todos los hijos de Dios” y “afirma el derecho a la familia propia o de origen e indica que no se puede echar de esa familia a nadie por ser homosexual. No habla de una nueva familia basada en la relación de dos personas del mismo sexo”.

Igualmente, el Pontífice “habla de una ley de ‘convivencia civil’ para dar cobertura legal. No emplea la expresión uniones civiles. Desde la llamada revolución sexual de los años 60, con la propuesta del ‘amor libre’, se inició el proceso de desinstitucionalización de la familia. Más tarde comienza a reclamarse que las relaciones ‘libres, abiertas y diversas’ no sufran discriminación con respecto a la llamada despectivamente ‘familia tradicional’”, narra.

Tras referirse a las figuras jurídicas que el derecho comparado utiliza para “dar cobertura legal” a las relaciones entre personas, el prelado remarca que el Papa “en declaraciones magisteriales y en otro tipo de comunicaciones, ha insistido en el matrimonio entre varón y mujer como único matrimonio y fundamento de la vida familiar, y nos anima a la acogida y acompañamiento de todas las personas en la verdad de su situación ofreciendo cercanía y ayuda fraterna”.

Y añade que “las leyes de convivencia civil son propias de los Estados y deben ayudar a evitar discriminaciones, las que se dan en personas que conviven respecto a algunos derechos”, pero “sin llegar a discriminar, en la manera de regular la cobertura, a la institución matrimonial”.

 

 

 

 

Eduardo Verástegui: “Nuevamente, un millón de Rosarios”

Iniciativa “Rosario por el mundo”

octubre 27, 2020 18:30

Espiritualidad

(zenit – 27 oct. 2020)-. En una maratón de 5 Rosarios rezados el pasado domingo, 25 de octubre de 2020, a través de las redes sociales junto a Eduardo Verástegui, un millón de personas pidieron a la Virgen su intercesión por el fin de la pandemia y la paz en el mundo, informa una nota sobre el evento.

Los Rosarios se rezaron en vivo en las 4 redes sociales de Verástegui: Facebook, Youtube, TwitterInstagram. La invitación se enmarca en un movimiento y “comunidad de oración” que el activista de DDHH, actor y productor de cine, y fundador del Movimiento Viva México, viene desarrollando desde el 22 de marzo pasado, con el rezo diario de la oración mariana: “Rosario por el mundo”.

 

Intenciones

Entre las intenciones que se pusieron en manos de María el pasado domingo estaban rezar por el fin de la pandemia, la pronta recuperación de todos los enfermos afectados por la COVID-19 y por quienes los cuidan, por quienes buscan la cura definitiva de este mal, por el eterno descanso de quienes fallecieron por causa del coronavirus y por quienes se encuentran desprotegidos frente a esta pandemia.

También se oró por la Iglesia, los sacerdotes, consagrados y consagradas que han llevado los sacramentos y palabras de aliento y de consuelo a los enfermos; la paz en el mundo, la unidad de las familias, la unidad de todos los cristianos, los niños y niñas víctimas de trata, el Movimiento Viva México y la película Sound of Freedom (Sonido de Libertad).

 

La Virgen, Madre y mediadora

“Estamos en nuestro rincón guadalupano, junto a nuestra mamá que nos dice cada día: ‘Los escucho…, los tengo en el pliego de mi manto, en el hueco de mis brazos. ¿No estoy acaso yo aquí, que soy su madre?’, dijo Verástegui en el rosario de las 4 pm.

“Ella es nuestro refugio, nuestra mediadora, nuestra Madre. En su amor nos acogemos. Junto a Ella vamos a Jesús”, añadió.

 

Oración desde todo el mundo

Compartieron esta maratón de oración personas de los cuatro puntos cardinales, desde Polonia e Italia hasta El Salvador, Estados Unidos, Argentina, México, España, Canadá y mucho más.

“Un millón de personas pidiendo a la Virgen María que interceda ante el Señor por cada una de las intenciones que llevamos en nuestro corazón”, subrayó Verástegui, quien dio gracias a todos los que se sumaron.

 

5 Rosarios

A las 3 de la mañana, el primer Rosario (Misterios Dolorosos) convocó a miles de personas en vivo, y se multiplicó hasta las 12 de la noche, con reproducciones que no se detuvieron en todo el día.

Lo mismo sucedió con los otros cuatro Rosarios, rezados a las 1 pm (hora de Ciudad de México), a las 4 pm (estos dos, con los Misterios Gloriosos), a las 9:15 pm (Misterios Gozosos) y a las 11:30 pm (Misterios Luminosos).

 

 

 

 

Ecuador: El Papa nombra al obispo coadjuntor de Riobamba

Mons. Gerardo M. Nieves Loja

octubre 27, 2020 18:05

Iglesia Local

(zenit – 27 oct. 2020)-. El Papa Francisco ha nombrado obispo coadjutor de la diócesis de Riobamba, Ecuador, a Mons. Gerardo Miguel Nieves Loja, actualmente vicario general y párroco de la misma diócesis.

Así ha informado hoy, 27 de octubre de 2020, la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

 

Monseñor Gerardo Miguel Nieves Loja

Nació el 13 de junio de 1963 en El Valle, archidiócesis de Cuenca. Completó sus estudios eclesiásticos en el Seminario de Cuenca y en el de Misioneros Javerianos de Yarumal. Obtuvo un doctorado en Filosofía en la Universidad de Estrasburgo.

Fue ordenado sacerdote el 12 de diciembre de 1993, incardinándose en el Instituto de Misiones Extranjeras de Yarumal.

Tras un período de misión en Camerún (1994-1996) regresó a Ecuador donde fue incardinado en la diócesis de Riobamba.

Ha ocupado los siguientes cargos: profesor y rector del Seminario Diocesano de Riobamba, profesor de la Universidad Nacional de Chimborazo, coordinador de Pastoral juvenil diocesana y párroco de varias parroquias.

Hasta ahora ha sido párroco y vicario general de la diócesis de Riobamba.

 

 

 

 

Solemnidad de Todos los Santos, 1 de noviembre: Reflexión del padre Antonio Rivero

La santidad, “deber de todo bautizado”

octubre 27, 2020 09:46

Espiritualidad

Comentario del Evangelio del domingo 1 de noviembre de 2020, Solemnidad de Todos los Santos, escrito por el padre Antonio Rivero L.C. En su columna, titulada “La santidad no es un privilegio de algunos. Es un deber de todo bautizado”, habla sobre la oportunidad que nos brinda la multitud de personas que ya gozan de Dios en el cielo.

 

SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS, 1 DE NOVIEMBRE

Ciclo A

Textos: Ap 7, 2-4.9-14; 1 Jn 3, 1-3; Mt 5, 1-12a.

 

Idea principal: La santidad no es un privilegio de algunos. Es un deber de todo bautizado.

Síntesis del mensaje: Hoy celebramos el misterio de esa multitud innumerable de personas de carne y hueso, como cada uno de nosotros, que ya gozan de Dios y siguen en comunión con nosotros desde el cielo. Fiesta que nos transmite alegría y optimismo. Si ellos pudieron, ¿por qué no nosotros?

Los que alcanzaron la santidad son más de los que podemos registrar. La Fiesta de Todos los Santos, además de ser una oportunidad para conmemorarlos, debería ser también una llamada a imitarlos: si ellos pudieron ser fieles a Jesús, ¿por qué nosotros no?

 

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, la santidad es el destino de la Iglesia. No es la misión de determinadas personas, ni un camino individual, ni un mérito propio. Es el llamado para todos los cristianos, en el que se nos invita a ser como Jesús y a identificarnos con Él. Todas las condiciones de vida son caminos de santidad, y por lo tanto todos estamos llamados a ser santos: cumpliendo los mandamientos, aprovechando los sacramentos y la oración, poniendo nuestras virtudes al servicio de los demás y siendo testimonio vivo del amor de Dios en nuestra vida cotidiana.

En resumen: viviendo en su amor de manera permanente. Nuestros talentos, que son dones de Dios, son las semillas con las que podemos empezar. Los gestos y acciones que hagamos por los demás cada día, van a ir haciendo de nosotros mejores personas, más abiertas y disponibles.

La santidad es un don. Para poder recorrer este camino y vivirlo con alegría, lo único que hay que hacer es dejar actuar a Dios en nuestras vidas y abandonarnos en su amor.

En segundo lugar, a lo largo de la historia, además de los mártires hubo muchos hombres y mujeres que, sin dejar de ser lo que eran, llegaron a ser santos. En sus trabajos, en sus familias, entre sus amigos, en cada una de sus obligaciones. Día a día, aceptaron el impulso del Espíritu Santo, tomaron como modelo el amor de Jesús y supieron ponerlo al servicio de los demás. Hay tantas formas de llegar a la santidad como personalidades, vocaciones, virtudes, realidades.

Lo que sí se comparte en todos los casos, es que siempre se llega a ser santo partiendo desde la propia humanidad. Santo fue san Isidro labrador y el humilde fraile san Martín de Porres. Santa fue la exesclava Bakhita y la gran mística santa Teresa de Jesús. Santo fue el monaguillo san Tarsicio y el obispo Monseñor Guízar y Valencia. Camino de la santidad va la niña madrileña Alexia, que murió a los 14 años a causa de un proceso tumoral en la columna vertebral conocido como sarcoma de Ewing y santo fue Rafael Arnáiz Barón, monje trapense, a quien Dios quiso probar misteriosamente con una penosa enfermedad –la diabetes sacarina– que le obligó a abandonar tres veces el monasterio, adonde otras tantas volvió en aras de una respuesta generosa y fiel a lo que sentía ser la llamada de Dios.

Santificado en la gozosa fidelidad a la vida monástica y en la aceptación amorosa de los planes de Dios, consumó su vida en la madrugada del 26 de abril de 1938, recién estrenados los 27 años, siendo sepultado en el cementerio del monasterio. Pronto voló imparable su fama de santidad allende los muros del monasterio. Con la fragancia de su vida, sus numerosos escritos continúan difundiéndose con gran aceptación y bien para cuantos entran en contacto con él.

Finalmente, sólo faltamos tú y yo en esta carrera por la santidad. Ya sabemos el camino: las bienaventuranzas. Ya tenemos la gasolinera durante el camino: la Eucaristía. Ya tenemos el cayado donde sostenernos: la cruz. Ya tenemos el taller por si se rompe alguna rueda: la confesión. Y en los momentos de oscuridad o tormenta, ahí está la brújula del evangelio y el faro del magisterio de la Iglesia. Y no vamos solos, a nuestra derecha y a nuestra izquierda, adelante y atrás, van caminando otros hermanos: dejémonos ayudar por ellos y ayudémosles también a ellos.

No olvidemos: la santidad es para todos. Lo que pasa es que tenemos muchos interesados en que no seamos santos. El primero es Satanás, luego el mundo cuando no tiene a Dios, y también nosotros mismos cuando nos movemos por intereses personales, por el pecado y por el placer desmedido. Varios santos, como San Francisco de Sales (que celebramos el mes pasado), fueron precisamente predicadores de la santidad al alcance de todos. Los santos también tenían sus defectos, muchos sintieron la pereza, la ira, el miedo, las tentaciones contra la castidad, contra la humildad, y mucho más.

Pero hubo un momento en el que se decidieron a dejar esa vida en la que se agradaban a ellos mismos y pasaron a agradar a Dios. En ese momento la oración pasó a ser como el alimento que diariamente comían; la bondad y caridad para con los demás pasó a ser como el aire que todos los días respiraban; la aceptación de las cruces pasó a ser como la ropa que todos los días vestían. ¡Sólo faltas tú y yo!

Para reflexionar: reflexiona conmigo: ¡Tú puedes ser santo, tú puedes ser santa! No tienes que hacer nada especial, sólo déjate guiar por Dios, búscalo, ámalo, y déjate amar. Vive tu vida normal, pero ofrece todo a Dios. Si duermes, ofrécelo a Dios; si comes, ríes, cantas o trabajas, hazlo con Dios y por Él; si eres feliz o tienes dificultades, acércate a Él, pues te dará lo que buscas. Claro, no creas que será fácil, como nada en esta vida es fácil (dímelo tú que sabes lo costoso que es tratar de ser bueno en esta vida…), pero ¿quieres hacer la prueba? ¡Te aseguro que nunca te arrepentirás!

Para rezar: Señor, quiero ser santo. Ayúdame. Santos del cielo, interceded por mí.

 

Para cualquier duda, pregunta o sugerencia, aquí tienen el email del padre Antonio, arivero@legionaries.org

 

 

 

 

San Rodrigo Aguilar Alemán, 28 de octubre

Mártir de la cristiada mexicana

octubre 27, 2020 09:00

Testimonios

 

“Este sacerdote, talentoso escritor y poeta, enamorado de Cristo y devoto de María, engrosa el importante número de mártires de la Cristiada que sacudió México entre los años 1926 y 1929”

Este valeroso mártir de la fe nació en la localidad mejicana de Sayula, Jalisco, el 13 de marzo de 1875. Era el mayor de una numerosa prole compuesta por doce hermanos. En 1888 ingresó en el seminario auxiliar de Zapotlán el Grande, (actual Ciudad Guzmán). Estudioso y ejemplar en su forma de vida, mostraba también sus dotes como literato y, de hecho, cultivó la prosa y la poesía con acierto.

Sus reflexiones tenían un sesgo apostólico y la prensa de Ciudad Guzmán no tenía reparos en insertar en sus páginas artículos suyos que versaban sobre el Santísimo Sacramento, la Virgen María, y otros temas eclesiales y pastorales que reportaban gran bien a los lectores. Fue consagrado diácono en enero de 1903 en el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, de Guadalajara. Y a la Virgen se encomendaría siempre.

Ordenado sacerdote ese mismo enero de 1903 por el arzobispo de la capital, José de Jesús Ortiz, depositó en el regazo de la Virgen de Guadalupe su consagración. Emprendió una labor pastoral por diversos lugares, entre los que se hallaban Atotonilco, Lagos de Moreno, La Yesca y Nayarit, donde evangelizó y bautizó a indios huicholes, algunos de avanzadísima edad (superaban el centenar de años) que escuchaban por vez primera el nombre de Jesús.

Sucesivamente fue párroco y capellán de distintas parroquias y haciendas; vicario cooperador en Sayula y en Zapotiltic, hasta que en julio de 1923, a la muerte del párroco, fue designado para sucederle. En todos los lugares por los que pasó iba dejando su impronta apostólica de paciencia y caridad en las gentes, lo que ponía de relieve la autenticidad de su vocación sacerdotal. Incrementaba el apostolado de la oración, fomentaba círculos de estudio y fortalecía los existentes, además de poner en marcha asociaciones dirigidas a los laicos.

En una ocasión peregrinó a Tierra Santa plasmando en la obra Mi viaje a Jerusalén la honda impresión espiritual que le causó. Sintió entonces un profundo anhelo de morir mártir. El 20 de marzo de 1925 fue nombrado párroco de Unión de Tula, y ese mismo afán de derramar su sangre por Cristo estuvo presente en sus oraciones. Es como si tuviese el secreto presentimiento de que se cumpliría esa súplica. Quizá por eso rogó a sus más cercanos que lo encomendaran ante Dios en sus peticiones, uniendo a las suyas ese ardiente deseo martirial que compartió con ellos. Pronto serían escuchadas.

En efecto, el estío de 1926 trajo las primeras turbulencias con la suspensión del culto decretado por las autoridades civiles. Y el 12 de enero de 1927 sufrió persecución simplemente por su condición sacerdotal. Busco refugio en un rancho, pero fue delatado por el propietario. Se fugó nuevamente y llegó a Ejutla el 26 de enero.

Durante unos meses pudo permanecer a resguardo, acogido por las adoratrices de Jesús Sacramentado en el colegio de San Ignacio; incluso llegó a administrar los sacramentos y oficiar la misa. Previendo cómo iba a ser el fin de sus días, había dicho: “Los soldados nos podrán quitarla vida, pero la fe nunca”.

El 27 de octubre de ese año 1927 un ejército compuesto por 600 federales al mando del general Izaguirre, y otros agradistas capitaneados por Donato Aréchiga, invadieron Ejutla y asaltaron el convento. Ni Rodrigo ni otros sacerdotes y seminaristas pudieron escapar. Cuando uno de los estudiantes, que después logró huir, intentó ayudarle, le dijo: Se me llegó mi hora, usted váyase. Aún a costa de su vida, poco antes de ser apresado logró destruir expedientes de seminaristas.

Fue por eso que quedó a merced de los soldados que le detuvieron, aunque no hubiera podido llegar lejos porque tenía lastimados los pies. Dispuesto a todo, cuando le pidieron que se identificase, respondió: “¡Soy sacerdote! ”. Tal como supuso, esta respuesta desencadenó una turba de injurias y chanzas soeces que le acompañaron al lugar de su martirio. La venganza de un cabecilla al que vetó un matrimonio ilegítimo estaba en marcha.

Poco después se despedía de otros seminaristas y religiosas con un emocionante y esperanzador: “Nos veremos en el cielo”. Lo decía porque todos ellos habían sido apresados como él, aunque iban a ser conducidos a lugares distintos para ser ajusticiados. El padre Aguilar afrontaba su destino serenamente, rogando: “Señor, danos la gracia de padecer en tu nombre, de sellar nuestra fe con nuestra sangre y coronar nuestro sacerdocio con el martirio ¡Fiat voluntas tua!”.

El 28 de octubre, de madrugada, fue conducido a la plaza de Ejutla. Lo dispusieron para morir ahorcado mientras bendecía y perdonaba a sus verdugos, incluso a uno de ellos le obsequió con su rosario. Este es el talante de los mártires, sin excepción. Bondadosos, generosísimos, inundados de fe y de caridad, llenos de esperanza, sin emitir juicio alguno contra nadie, dispuestos a unirse a la Pasión redentora de Cristo en rescate de quienes se han dejado atrapar en las viscosas redes del odio. De otro modo, hubieran renegado de su creencia.

Con la soga en el cuello, instrumento de su martirio que antes había bendecido, Rodrigo respondió a la pregunta “¿Quién vive?”…, que le formularon en tres ocasiones mientras iban tensando la gruesa cuerda: “Cristo Rey y Santa María de Guadalupe”.

Este fue su último testimonio de fe. Pronunció por tercera vez estas palabras cuando apenas tenía aliento, entregando su alma a Dios. Luego lo abandonaron dejando que su cuerpo pendiese del corpulento árbol de mango durante horas. Fue beatificado por Juan Pablo II el 22 de noviembre de 1992, quien lo canonizó el 21 de mayo del año 2000.