Servicio diario - 16 de julio de 2020


 

Vaticano: Vademécum sobre procedimientos para tratar casos de abuso a menores
Larissa I. López

La fiesta de la Virgen del Carmen
Juan Dobado

Vaticano: Decreto para la aplicación de los procesos de licitación
Hélène Ginabat

Vademécum sobre casos de abusos a menores: Presentación del cardenal Luis Ladaria
Redacción zenit

Coronavirus: Red Eclesial Panamazónica convoca Asamblea Mundial por la Amazonía
Redacción zenit

Ucrania: Visita del limosnero apostólico del Papa
Anita Bourdin

Lourdes: Aniversario de la última aparición a santa Bernardita
Larissa I. López

Opus Dei: Comunicado sobre conclusión del proceso canónico contra D. Manuel Cociña
Redacción zenit

Bolivia: Monseñor Eugenio Scarpellini fallece por COVID-19
Larissa I. López

Evangelio del domingo 19 de julio: Reflexión de monseñor Enrique Díaz Díaz
Enrique Díaz Díaz

Nuestra Señora del Carmen, 16 de julio
Isabel Orellana Vilches

Beato Pablo (Pedro) Gojdič, 17 de julio
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

Vaticano: Vademécum sobre procedimientos para tratar casos de abuso a menores

Cometidos por clérigos

julio 16, 2020 16:51

Dicasterios
Documentos

(zenit – 16 julio 2020).- La Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) ha publicado un “Vademécum sobre algunas cuestiones procesales ante los casos de abuso sexual a menores cometidos por clérigos”.

Se trata de un de “manual” para llevar a cabo correctamente los casos en los que están implicados diáconos, sacerdotes y obispos acusados de abuso de menores.

El propio documento expone que este Vademécum no es “un texto normativo”, sino que “se propone clarificar el itinerario”. No obstante, continúa, “se recomienda su observancia, con la certeza de que una praxis homogénea contribuye a hacer más clara la administración de la justicia”.

 

Instrumento de ayuda

“El deseo es que este instrumento pueda ayudar a las diócesis, a los institutos de vida consagrada y a las sociedades de vida apostólica, a las conferencias episcopales y a las distintas circunscripciones eclesiásticas a comprender y a cumplir de la mejor forma las exigencias de la justicia respecto a un delictum gravius; el cual es para toda la Iglesia, una herida profunda y dolorosa que debe ser curada”, apunta el texto.

Solicitado durante el Encuentro de Presidentes de las Conferencias Episcopales del mundo sobre la Protección de los Menores en la Iglesia, realizado en el Vaticano en febrero de 2019, este manual cuenta como  referencias principales los dos códigos vigentes (CIC e CCEO); las Normas sobre los delitos reservados a la Congregación para la Doctrina de la Fe, en su versión enmendada de 2010, emanadas con el motu proprio Sacramentorum Sanctitatis Tutela, teniendo en cuenta las innovaciones aportadas por los Rescripta ex Audientia de 2019; el motu proprio Vos estis lux mundi; y la praxis de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Por otro lado, “al tratarse de un instrumento versátil, se prevé que pueda actualizarse periódicamente, cada vez que la normativa de referencia sea modificada o que la praxis de la Congregación necesite algún tipo de clarificación o enmienda”.

 

Respuestas

Apoyado en los citados documentos, el Vádemecum responde de manera clara y precisa a preguntas como “¿Qué configura un delito? ¿Cómo se desarrolla la investigación previa? ¿Cuáles son los posibles procedimientos penales?”.

El documento defiende en primer lugar la dignidad de la persona humana y exige el esfuerzo de las Autoridades Eclesiásticas “para que la presunta víctima y su familia sean tratados con dignidad y respeto, y deben acogerlos y ofrecerles escucha y seguimiento, incluso a través de servicios específicos, así como asistencia espiritual, médica y psicológica”, según cada caso.

Del mismo modo “se puede hacer respecto al acusado”, recordando la importancia de proteger “la buena fama de las personas implicadas”.

El proceso debe garantizar al acusado el ejercicio del derecho de defensa, “aun cuando sea evidente que cometió el delito” y desde que se tiene noticia de un posible delito “el acusado tiene derecho a solicitar la dispensa de todas las obligaciones inherentes al estado clerical, incluido del celibato, y, si fuera el caso, de los eventuales votos religiosos”.

Dicha solicitud debe ser presentada por escrito al Santo Padre, a través de la CDF. Además, el acusado puede apelar contra un procedimiento penal o contra un procedimiento administrativo, mientras que la decisión Pontífice es inapelable.

 

Verificación de la información

El manual también indica que ha de realizarse una verificación precisa de toda información sobre un presunto caso de abuso, sea cual sea su origen (noticia en medio o redes sociales, fuente anónima), aunque no exista una denuncia formal.

El sigilo sacramental se mantiene, de manera que el confesor debe “convencer al penitente para que haga conocer la información pertinente por otros medios”.

Del mismo modo, se habla de la obligación de respetar el “secreto de oficio”, aunque durante la investigación previa, la presunta víctima y los testigos no tienen la obligación de guardar “silencio respecto a los hechos”. En cambio, si se pide “evitar cualquier inoportuna e ilícita difusión de información al público que pueda perjudicar la eventual investigación previa que se estuviera siguiendo o dar la impresión de haber ya definido con certeza los hechos o la culpabilidad del clérigo en cuestión”.

 

Secuestro judicial

Por otro lado, se apunta que en el caso de que se produjese “un secuestro judicial o una orden de entrega de las actas de la investigación por parte de la Autoridad civil, no será posible para la Iglesia garantizar la confidencialidad de las declaraciones o de la documentación adquirida en sede canónica”.

En cuanto a los comunicados públicos, se establece que “es necesario tomar todas las precauciones para informar sobre los hechos, por ejemplo, usando un modo esencial y conciso, evitando anuncios clamorosos, absteniéndose de todo juicio anticipado sobre la culpabilidad o inocencia de la persona denunciada (…)”, evitando “cualquier afirmación en nombre de la Iglesia, del Instituto o de la Sociedad, o a título personal, que pudiera constituir una anticipación del juicio sobre el mérito de los hechos”.

 

Iglesia y Estado

El Vádemecum describe que el trabajo de investigación “debe realizarse respetando las leyes civiles de cada país”.

E “incluso en ausencia de una explícita obligación legal”, la Autoridad eclesiástica ha de dar “noticia a las Autoridades civiles competentes cada vez que considere que esto es indispensable para tutelar a la persona ofendida o a otros menores del peligro de eventuales actos delictivos”.

 

Medidas cautelares

Con respecto a las medidas cautelares, el texto puntualiza que estas no constituye una pena, “sino un acto administrativo” y que estas se deben “revocar si decae la causa que las aconsejó y cesan cuando termine el eventual proceso penal”. Asimismo, “pueden ser modificadas —agravándolas o aliviándolas— si las circunstancias lo requiriesen”, aunque se recomienda “una particular prudencia y discernimiento” en este punto.

En lo referente al empleo del término suspensión a divinis para indicar la prohibición del ejercicio del ministerio impuesto como medida cautelar a un clérigo, el manual explica que se debe evitar, sustituyéndola por “prohibición o limitación” del ejercicio del ministerio, ya que “en la vigente legislación la suspensión es una pena y en esta fase no puede ser impuesta todavía” .

Además, se indica que se ha de evadir “la opción de trasladar simplemente al clérigo implicado a otro oficio, jurisdicción o casa religiosa, considerando que su alejamiento del lugar del presunto delito o de las presuntas víctimas constituya una solución satisfactoria del caso”.

 

 

 

 

La fiesta de la Virgen del Carmen

Estrella del Mar y Abogada de los Difuntos

julio 16, 2020 09:45

Espiritualidad

(zenit – 16 julio 2020).- Ante la celebración en el día de hoy de la solemne fiesta de la Virgen del Carmen, el padre Juan Dobado, prior de los Carmelitas Descalzos del Santo Ángel de Sevilla ofrece el siguiente artículo en torno a la festividad y esta advocación de la Virgen.

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Hoy día 16 de Julio, tiene lugar una fiesta que concentra una de las advocaciones más universales de la Madre de Dios: Santa María del Monte Carmelo, la Virgen del Carmen, la Estrella del Mar, la Abogada de los Difuntos, la Intercesora del Escapulario, “la que más altares tiene”, como canta la popular copla.

Por ello, os invitamos a sumergiros en esta hermosa Advocación que habla de místicos, de claustros en silencio, de órdenes mendicantes, de cofradías multiplicadas por el mundo, de marineros enfervorecidos, de láminas antiguas sobre las camas, de fidelidad inquebrantable a una Madre vestida con el color de nuestra tierra y que nos ampara bajo su amplia capa de misericordia. Madres y abuelas con el escapulario en el pecho que se lo han puesto a sus hijos y nietos con la firme esperanza de que se verán liberados del pecado y de todo mal.

Tradicionalmente, son días de Novenas, Salutaciones, Besamanos o Procesiones, multiplicados en todas las ciudades y pueblos. Son días de Indulgencias, de gracias especiales que todos los papas han reiterado a lo largo de los siglos. Así lo recordaba el papa Pío XII o el querido san Juan Pablo II: “Yo llevo en mi pecho desde los trece años el Santo Escapulario del Carmen”.

Todos han querido cantar a la que es Reina y Hermosura del Carmelo, que impregna los corazones de la suave fragancia de la Madre de Dios, como José María Zandueta Munárriz:

“Déjame que yo te cante,
oh hermosura del Carmelo.
Todo el afán y el anhelo
de mi corazón amante
es pedirte suplicante
y con mucha devoción,
que atiendas mi petición.
Virgen del Carmen, te quiero
y muy confiado espero
tu divina protección”

 

Ella es la Madre y Reina del Carmelo en nuestra tierra, Coronada de amor y devoción en el mundo, presente de punta a punta, en los mares y en los valles, en los olivos y en las playas, y cantada también por nuestros poetas, como Rafael Alberti:

“¡Oh Virgen remadora, ya clarea
la alba luz sobre el llanto de los mares!
Contra mis casi hundidos tajamares
arremete el mastín de la marea.

Mi barca, sin timón caracolea
sobre el túmulo gris de los azares.
Deje tu pie descalzo los altares,
y la mar negra, verde pronto sea.

Toquen mis manos el cuadrado anzuelo
-tu Escapulario-, Virgen del Carmelo,
y hazme delfín, Señora, tú que puedes…

Sobre mis hombros te llevaré a nado
a las más hondas grutas del pescado
donde nunca jamás llegan las redes”

 

Madre Intercesora del Carmelo, que llenas la Iglesia de profetas valientes, de ermitaños ascetas, de místicos enamorados de Cristo, tu Hijo, de cantos en los claustros y en las misiones que llevan por todo el mundo el Santo Escapulario. Día de la Virgen del pueblo sencillo en todo el mundo, de la mayoría de las mujeres españolas que llevan su nombre, de las gentes de la mar, de naciones enteras como Chile o Bolivia, de las Fuerzas Armadas de la mayoría de los países hermanos de América, de numerosas instituciones del mundo.

El 16 de julio, la Iglesia y el mundo se visten de marrón carmelita, de ese Escapulario que como un gran lazo nos une a todos como hijos de esta Bendita Madre del Carmelo.

 

 

 

 

Vaticano: Decreto para la aplicación de los procesos de licitación

Disposiciones provisionales y urgentes

julio 16, 2020 12:03

Ciudad del Vaticano

(zenit – 16 julio 2020).- Con el fin de aplicar el nuevo código único para los procesos de licitación vaticanos, L’Osservatore Romano publica un Decreto de “disposiciones provisionales y urgentes” con fecha 14 de julio de 2020 y firmado por el prefecto de la Secretaría de Asuntos Económicos, padre Juan Antonio Guerrero Alves.

Estas disposiciones aplican el documento del Papa Francisco del 1 de junio de 2020, titulado “Sobre la transparencia, el control y la concurrencia en los procedimientos de adjudicación de contratos públicos de la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano” en los contratos administrativos y la contratación pública. El objetivo es una mejor gestión de los recursos y la lucha contra la corrupción.

El Decreto del padre Juan Antonio Guerrero Alves, delegado del Papa hasta el 31 de diciembre para la aplicación del código, contiene, entre otras cosas, disposiciones relativas a los procedimientos y contratos en curso, autorizaciones provisionales de los agentes económicos ya acreditados ante la Administración del patrimonio de la Sede Apostólica, registro de proveedores, precios de referencia, etc.

 

 

 

 

Vademécum sobre casos de abusos a menores: Presentación del cardenal Luis Ladaria

Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe

julio 16, 2020 15:36

Dicasterios
Documentos

(zenit – 16 julio 2020).- La Congregación para la Doctrina de la Fe ha publicado un “Vademécum sobre algunas cuestiones procesales ante los casos de abuso sexual a menores cometidos por clérigos”.

Se trata de un “manual” que, en 30 páginas y nueve capítulos, responde a los asuntos principales sobre algunos puntos de los procesos en el tratamiento de casos de abuso sexual de menores de edad cometidos por clérigos.

A continuación, sigue la presentación de este documento, ofrecida por el cardenal Luis Francisco Ladaria, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

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El “Vademécum sobre algunas cuestiones procesales ante los casos de abuso sexual a menores cometidos por clérigos” nace de las numerosas solicitudes que han llegado a la Congregación para la Doctrina de la Fe por parte de Obispos, Ordinarios, Superiores de Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, para disponer de un instrumento que les ayude en la delicada tarea de llevar correctamente los casos en los que están implicados diáconos, sacerdotes y obispos cuando son acusados de abusos a menores. La historia reciente atestigua la mayor atención de la Iglesia a este flagelo. El camino de la justicia por sí solo no puede agotar la acción de la Iglesia, pero es necesario para llegar a la verdad de los hechos. Es un camino articulado, que se adentra en el denso bosque de normas y prácticas, ante el cual los Ordinarios y Superiores se encuentran, a veces, en la incertidumbre de la dirección a seguir.

He aquí, pues, el Vademécum, escrito principalmente para ellos, así como para los juristas que les ayudan a tratar los casos. No es un texto normativo: no se promulga ninguna nueva ley, ni se emiten nuevas reglas. Se trata, en cambio, de un «manual de instrucciones», que tiene por objeto tomar la mano de quienes deben ocuparse concretamente de los casos de principio a fin, es decir, desde la primera noticia de un posible delito (notitia de delicto) hasta la conclusión final del caso (res iudicata). Entre estos dos extremos hay tiempos que observar, pasos que dar, comunicaciones que activar, decisiones que tomar.

La solicitud de este instrumento se formalizó en el Encuentro de los Presidentes de las Conferencias Episcopales del mundo sobre la Protección de los Menores en la Iglesia (21-24 de febrero de 2019). En esa ocasión el Santo Padre entregó 21 puntos de reflexión para orientar el trabajo, el primero de los cuales decía: “Elaborar un vademécum práctico en el que se especifiquen los pasos a seguir por la autoridad en todos los momentos clave de la aparición de un caso”. La propuesta fue recogida y relanzada por los participantes, de modo que en la conferencia de prensa final se tomó la elaboración del texto como una de las propuestas concretas a llevar a cabo.

Las fuentes de este texto son tanto jurídicas como prácticas. En el plano normativo las principales referencias son los Códigos vigentes, las normas sustantivas y procesales sobre los delitos reservados a la Congregación para la Doctrina de la Fe, promulgadas con el motu proprio Sacramentorum Sanctitatis Tutela (2001, actualizado en 2010 por Benedicto XVI), y el más reciente motu proprio Vos estis lux mundi (2019). Junto a las normas está la otra fuente del Vademécum: la práctica de la Congregación, madurada a lo largo de los años, en particular desde 2001, año de las primeras reglamentaciones.

 

 

 

 

Coronavirus: Red Eclesial Panamazónica convoca Asamblea Mundial por la Amazonía

Crece el sufrimiento con la pandemia

julio 16, 2020 11:41

Justicia y Paz

(zenit – 16 julio 2020).- La Red Eclesial Panamazónica (REPAM), informa que, dada la falta de compromiso por parte de los diferentes gobiernos ante el sufrimiento de los pueblos amazónicos en estos tiempos de coronavirus, denunciada repetidas veces por las organizaciones indígenas y sociales, así como por la Iglesia Católica, ha sido convocada la Asamblea Mundial por la Amazonía.

En una nota publicada en la web de la REPAM, se indica que la auto convocatoria, que este miércoles, 15 de julio, ya contaba con más de 700 adhesiones, entre ellas más de 300 organizaciones provenientes de diferentes países del mundo, es una tentativa de parar el etnocidio, el ecocidio y el extractivismo en la Amazonía, que se agrava con la pandemia de la COVID-19.

La asamblea tendrá lugar de forma virtual los días 18 y 19 de julio, aunque desde hoy, día 16, ya se llevarán a cabo webinars para contextualizar y dialogar sobre las campañas que pretenden ser emprendidas en común.

 

Iglesia aliada a los pueblos amazónicos

El comunicado recuerda que, en el Sínodo para la Amazonía, la Iglesia Católica se comprometió a ser aliada de los pueblos amazónicos, especialmente de los pueblos indígenas.

Fruto de esa alianza, la REPAM, a través de su secretario ejecutivo, Mauricio López, hizo una invitación a sumarse a la Asamblea Mundial por la Amazonía.

El secretario define la coyuntura actual como “un momento crucial en la historia, estamos ante una situación sin precedentes, esta pandemia nos ha puesto en una situación de vulnerabilidad que nunca antes habíamos vivido”.

Lo que se está viviendo, explica Mauricio, “desnuda y revela todas las situaciones de exclusión, desigualdad e injusticia que habíamos estado viviendo, sobre todo en los pueblos originarios y comunidades de la Amazonía”.

 

Levantar la voz por la Amazonía

Para una Iglesia aliada de los pueblos amazónicos, “es imposible no hacer un levantamiento de voz ante esta situación, donde estos territorios han contribuido para el supuesto desarrollo de nuestras sociedades y de nuestros países, y estén viviendo una situación de la magnitud que estamos viviendo ahora”, insiste el secretario ejecutivo de la REPAM.

De hecho, como recogen los datos ofrecidos por la propia REPAM, “estamos llegando cerca de 600 mil contagiados en el contagiados y cerca de 20 mil muertos, con más de 170 pueblos originarios afectados por esta pandemia”, constata López.

 

Sumar fuerzas

Por todo ello, el representante de la red eclesial manifesta que “este es un momento de sumar fuerzas, como Red Eclesial Panamazónica – REPAM, queremos suscribir esta iniciativa, sumarnos a los hermanos y hermanas indígenas de la COICA, al Foro Social Panamazónico – FOSPA, y a todos los que están sumando en esta convocatoria para levantar la voz, para buscar caminos juntos y sobre todo para hacer propuestas de futuro posible”.

Las palabras del secretario ejecutivo constituyen un eco de lo afirmado por el Papa Francisco en el Sínodo para la Amazonía, donde “nos invitaba firmemente a buscar alternativas y caminos que puedan liberar a la Amazonía de todos los males que la afectan”.

 

Los sueños del Papa Francisco

Mauricio recuerda en su mensaje los cuatro sueños recogidos en la exhortación postsinodal, “Querida Amazonía. En primer lugar, habla de “un sueño social, en defensa de los derechos de los pueblos originarios, de sus territorios, de su identidad”. Junto con eso, “un sueño cultural, en el respeto profundo de sus culturas, de su historia, de sus cosmovisiones, para un intercambio que nos enriquezca mutuamente y que le permita al mundo tener esa diversidad, esa pluriformidad que le enriquece”.

Un tercer sueño, al que se refiere Mauricio López, es el “sueño ecológico, que es poder proteger la vida, la belleza, el misterio de la Amazonía, que es fuente de vida para el mundo”. Finalmente habla de “un sueño eclesial, con una Iglesia mucho más encarnada, que pueda acompañar y vivir en esta realidad, para dar nuevas perspectivas de futuro junto con todos los que ahí habitan”.

 

Sumarse a la Asamblea

Movidos por todo lo anterior, desde la REPAM se afirma que “este es un momento en el que defendemos la vida, en clave de justicia, de Reino, de Evangelio para la Iglesia”, invitando a todos y todas, y pidiendo a los miembros de la REPAM a sumarse los próximos 18 y 19 de julio a la Asamblea Mundial por la Amazonía.

Se trata de “marcar, de la misma manera que esta pandemia está marcando un antes y un después, poder marcar también, juntos y juntas, un antes y un después en la respuesta para defender la vida, para defender el futuro, para acompañar a los pueblos y comunidades más amenazados en este territorio”, remarca Mauricio López.

Sin duda, este evento supone una nueva oportunidad de seguir avanzando en la construcción de un futuro mejor para la Amazonía y sus pueblos, concluye la nota.

 

 

 

 

Ucrania: Visita del limosnero apostólico del Papa

Para expresar la “cercanía” de Francisco

julio 16, 2020 17:40

Roma

(zenit – 16 julio 2020).- El limosnero apostólico, cardenal Konrad Krajewski, visitará Ucrania los días 17 y 18 de julio, por invitación del arzobispo católico de Lviv, Mieczyslav Mokshitsky, anuncia el blog italiano Il Sismografo, el 16 de julio de 2020, según la prensa local.

El cardenal polaco bendecirá un terreno donde se construirá un hogar para mujeres solteras y sin hogar, confiado a las monjas Albertinas.

Luego presidirá la consagración de una iglesia dedicada a san Juan Pablo II en Lviv-Sokolniki, en el marco del Centenario del nacimiento del papa Wojtyla en 1920. También participará en un almuerzo en las instalaciones de Cáritas Lviv.

Para monseñor Mokshitsky, la visita del cardenal Krajewski muestra la “cercanía” del Papa Francisco con el pueblo ucraniano y la Iglesia en Ucrania: “Es un gran gesto del Papa Francisco, así como del amor del cardenal Krajewski por el papa Juan Pablo II”.

Durante años, Francisco ha multiplicado los llamamientos en favor de las poblaciones desplazadas de Ucrania oriental y los gestos de solidaridad con las regiones afectadas por la guerra, en particular mediante el establecimiento del fondo “Pope For Ukraine” (“El Papa para Ucrania”).

El cardenal secretario de Estado Pietro Parolin visitó Ucrania en persona ya en 2016 para supervisar la aplicación de esta ayuda.

 

 

 

 

Lourdes: Aniversario de la última aparición a santa Bernardita

Hoy, 16 de julio

julio 16, 2020 10:40

Espiritualidad

(zenit – 16 julio 2020).- Hoy, 16 de julio, es el aniversario de la 18ª y última aparición de la Virgen de Lourdes a santa Bernardita, en 1858. La primera aparición se produjo el 11 de febrero de ese mismo año.

Con motivo de esta conmemoración, el santuario de Lourdes, en Francia, acoge  “Lourdes United”, una excepcional peregrinación online que tendrá lugar en directo desde la Gruta de las Apariciones.

 

Tres meses sin apariciones

La página web del santuario relata que, tal día como hoy en 1858, ya hace más de tres meses que Bernardita Soubirous no ha tenido ninguna aparición desde aquella en la que, el 25 de marzo, se presentó a ella diciendo: “Yo soy la Inmaculada Concepción”.

De hecho, la última aparición se produjo el miércoles de Pascua, el 7 de abril de 1858. Desde entonces muchos acontecimientos han tenido lugar en la gruta, sin que Bernardita participe en ellos.

 

Momentos de confusión

La confusión que reina durante cierto tiempo, obligó a las autoridades a prohibir el acceso a la gruta desde el 15 de junio, colocando carteles, tablas y barricadas.

Poco después, por cuestión de una situación insólita, el obispo también prohibió a los católicos que fueran a la gruta. Dos semanas después, el ambiente se había calmado un poco y el obispo levantó su veto. María puede volver a Massabielle.

 

Vuelta a la gruta

El 16 de julio por la tarde, Bernardita sintió de nuevo la atracción irresistible que la llevaba hasta la gruta.

Acompañada por Lucile Castérot, la menor de sus tías que tan solo tiene 20 años, se adaptó a las circunstancias. De este modo, llevaba ropa prestada, demasiado grande para ella, para no ser reconocida y eligió un itinerario para no ir directamente a la gruta.

 

Aparición en la gruta

Al llegar, Bernardita se arrodilló frente a la gruta, pero a una cierta distancia de la cavidad, son más o menos las 22: 30 horas. Lentamente, como le enseñó la Virgen María, hace la señal de la cruz y después empieza a rezar el rosario.

A su derecha, estaba la tía Lucile, y a su izquierda dos muchachas miembros de la cofradía parroquial de las Hijas de María con una vela encendida cada una. Es casi de noche, pero, gracias a la luz de las velas  sus tres acompañantes pueden ver la cara transfigurada de Bernardita, resplandeciente de felicidad.

La Virgen Inmaculada apareció allí por decimoctava vez. No intercambiaron palabra alguna, sin embargo, entre la Madre de Dios y la joven de Lourdes la comunión fue intensa.

 

“Más bella que nunca”

Tras esta última aparición, Bernardita dijo sencillamente: “María estaba más bella que nunca”. También precisó que había visto a la Santísima Virgen como durante las otras apariciones, es decir, muy cerca de ella.

Al mismo tiempo, Bernardita sabía que acababa de vivir su último encuentro con la Virgen Inmaculada en esta tierra.

 

 

 

 

Opus Dei: Comunicado sobre conclusión del proceso canónico contra D. Manuel Cociña

Denunciado por abuso sexual

julio 16, 2020 12:19

Iglesia y Mundo

(zenit – 16 julio 2020).- La Oficina de Información del Opus Dei ha emitido hoy, 16 de julio de 2020, un comunicado sobre la conclusión del proceso canónico contra D. Manuel Cociña, sacerdote de la prelatura.

Según informa el mismo, en agosto de 2018 el Opus Dei en España recibió una denuncia de abuso sexual contra D. Manuel Cociña ocurrido en Sevilla en el curso 2002-2003. “El denunciante era mayor de edad en el momento de los hechos”.

El vicario regional de la prelatura en España ordenó en septiembre de 2018 una investigación preliminar “y se adoptaron como medidas cautelares restringir su actividad pastoral al ámbito del centro de la Prelatura en el que reside y solo con mayores de 30 años”.

El expediente de la investigación se remitió a la Santa Sede (Congregación para la Doctrina de la Fe), en diciembre de 2018.

 

Condena por solicitación

Tras sopesar las pruebas que se presentaron, el procedimiento penal administrativo ordenado por la Congregación ha concluido, “con una condena por solicitación (cfr. canon 1387 del Código de Derecho Canónico)”, continúa el texto.

Del mismo modo, la nota señala que “esta decisión es firme desde ayer, 15 de julio de 2020, tras la conclusión del plazo para recurrir (cfr. canon 1737 del Código de Derecho Canónico)”, así como las siguientes medidas penales impuestas al sacerdote:

a) Prohibición durante 5 años de predicar y administrar sacramentos y sacramentales, salvo la Misa en privado (cánones 1336 § 1,3° y 1387 del Código de Derecho Canónico).

b) Cumplido el tiempo de la pena de prohibición del ejercicio del sacerdocio referida en el apartado anterior, su actividad pastoral quedará limitada, por un periodo de otros cinco años, al ámbito del centro de la prelatura en el que tiene su domicilio.

 

Contacto con el denunciante

El texto manifiesta que a lo largo de la investigación y del proceso, además del denunciante, otros dos adultos manifestaron “actuaciones canónicamente reprobables por parte del sacerdote” y que “no ha habido menores involucrados”.

Además, sostiene que el delegado de la prelatura este procedimiento, “ha mantenido contacto con el denunciante durante todo el proceso” y que el Opus Dei “está atendiendo los gastos médicos y psicológicos del denunciante, a través del arzobispado de Santiago de Chile”.

Finalmente, el comunicado concluye indicando que: “La prelatura del Opus Dei en España pide perdón y lamenta profundamente el sufrimiento generado en las víctimas. Pedimos a Dios que brinde consuelo y curación a las personas afectadas, e invitamos a rezar por ellas y por el mencionado sacerdote”.

 

 

 

 

Bolivia: Monseñor Eugenio Scarpellini fallece por COVID-19

Destacó por su entrega a los pobres

julio 16, 2020 17:07

Iglesia Local

(zenit – 16 julio 2020).- “Con profundo pesar damos a conocer que falleció tras el contagio de COVID-19, monseñor Eugenio Scarpellini, obispo de la diócesis de El Alto, la mañana de este miércoles, 15 de julio”, informa en una nota Iglesia Viva, Sistema de Información de la Iglesia Católica en Bolivia.

Monseñor Scarpelini, misionero italiano en Bolivia desde el año 1988, “destacó por su entrega a los más pobres y su lucha incansable por la justicia”, indica el comunicado.

De acuerdo al mismo, el prelado estaba internado en el Hospital Sagrado Corazón en la ciudad de El Alto, recuperándose del coronavirus. El día anterior tuvo dos paros cardiacos y “los médicos no pudieron hacer nada. Con él se lleva el cariño y gratitud del pueblo boliviano”.

En su última homilía del 12 de julio pidió a los feligreses “escuchar y meditar en el silencio del corazón las palabras del Señor, ser fieles a Él en el camino de la conversión, ser firmes como ella en las adversidades y así dar frutos abundantes: ser discípulos misioneros de Jesús en el mundo de hoy y constructores con Él del Reino del Padre”, concluye el texto.

 

Monseñor Eugenio Scarpellini

Nació en Verdellino, diócesis de Bérgamo, Italia, el 8 de enero de 1954. Concluida la escuela primaria, estudió en el Seminario Papa Giovanni XXIII de Bérgamo, donde se especializó en Filosofía y en Teología.

Fue ordenado sacerdote el 17 de junio de 1978 e incardinado en la Diócesis de Bérgamo.

Como pastor en Italia fue vicario parroquial en Boltiere, y en Nembro, situadas ambas en Bérgamo. En 1997 recibió la formación misionera en el Centro Unitario Misionero de Verona, Italia.

 

Misionero en Bolivia

En 1988 llegó a Bolivia como sacerdote fidei donum. En este país, se le encargó la parroquia Nuestra Señora de Copacabana de la arquidiócesis de La Paz y de la de “El Salvador”, zona El Tejar, en la misma arquidiócesis.

También ejerció como ecónomo del Seminario Mayor San Jerónimo de La Paz y de la arquidiócesis, así como director general del Colegio Marien Garten.

En el año 2004 fue nombrado director nacional de las Pontificias Obras Misionales y, en 2006, coordinador de las Pontificias Obras Misionales en toda América. Aquel mismo año fue elegido secretario general adjunto de la Conferencia Episcopal Boliviana.

 

Ordenación episcopal

El 15 de julio de 2010, el Papa Benedicto XVI lo nombró obispo auxiliar de la diócesis de El Alto y recibió la consagración episcopal el 9 de septiembre de ese mismo año.

En noviembre del 2012, en el curso de la XCIV Asamblea de los Obispos, fue designado secretario general de la Conferencia Episcopal Boliviana. El 26 de junio de 2013, el Santo Padre lo nombró obispo de la diócesis de El Alto.

 

 

 

 

Evangelio del domingo 19 de julio: Reflexión de monseñor Enrique Díaz Díaz

“¿Soy semilla del Reino?”

julio 16, 2020 09:16

Espiritualidad

Reflexión del Evangelio del domingo, 19 julio de 2020, Domingo XVI del Tiempo Ordinario, escrita por monseñor Enrique Díaz Díaz. El prelado reflexiona sobre varias parábolas y llama a cuestionarse: “¿Soy semilla del Reino? ¿Acepto, convivo y comparto con las otras semillas o desprecio, juzgo y condeno? ¿Tengo paciencia y perseverancia en las propuestas del Reino?”.

***

 

Sabiduría 12, 13.16-19: “Al pecador le das tiempo para que se arrepienta”

Salmo 85: “Tú, Señor, eres bueno y clemente”

Romanos 8, 26-27: “El Espíritu intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras”

San Mateo 13, 24-43: “Dejen que crezcan juntos hasta el tiempo de la cosecha”

 

La historia se repite y hoy sucede lo mismo que en tiempos de Jesús: se divide el mundo en buenos y malos, y claro que nosotros nos ponemos siempre del lado de los buenos. Se condena a los demás, se les quiere destruir, se les mira con recelo. Los fariseos y los escribas más que buscar signos de esperanza parecen dispuestos a juzgar, a mirar la paja ajena y a declarar impurezas. Las parábolas del Reino que hoy nos cuenta Jesús aportan un tesoro de humanidad y misericordia que el Antiguo Testamento no se atreve ni siquiera a soñar. Siempre se ligaba la bondad y la rectitud con el progreso y con la riqueza. Jesús ahora abre un nuevo horizonte y con sus parábolas da un brusco giro a toda esta teología: no se puede condenar sin el riesgo de matar brotes de vida, el tiempo del hombre no es el tiempo de Dios. Frente a la impaciencia de los que no pueden ver el bien y el mal, está la paciencia misericordiosa de un “dueño” que aguarda hasta el final para descubrir el interior del hombre. El Reino de Dios se hace presente en la ambigüedad de la historia que debe ir madurando, dando frutos y esperar hasta el momento final. El recurso fácil y hasta tendencioso, de dividir a las personas en buenas y malas, no solamente puede resultar falso, sino que trastoca los valores del Reino y destruye a las personas.

¿Cuántas veces nos hemos encontrado que la justicia ha condenado a quien era inocente? Recuerdo un pobre borrachito al que se le negó su misa de funeral por haberse suicidado, para después de algunos meses descubrir que lo habían asesinado. ¿Cómo juzgar el corazón del hermano y condenarlo? Es cierto que existe el mal y lo comprobamos a diario, pero también es cierto que a nosotros no nos toca juzgar y que con nuestra mirada miope nos equivocamos con muchísima frecuencia. La cizaña ha pasado a ser sinónimo de maldad, de división y de zancadilla,   sin embargo el Buen Dios Misericordioso sigue esperando una respuesta de amor de aquella a quien todos condenan. El discípulo de Jesús lejos de constituirse en juez, tiene que aprender del silencio del crecimiento del trigo que debe madurar junto a los demás y no sólo, sino enriquecerse de su presencia. Jesús nos enseña a entrar en diálogo con el hermano que vive junto a nosotros, con sus problemas e inquietudes reales, sin pretender imponer nuestra supuesta superioridad o nuestros mejores criterios. El Reino de los cielos requiere paciencia, no aceleración de procesos.

Pero junto a la aceptación de la convivencia genuina con los demás, hoy se impone al discípulo una fuerte dosis de esperanza, de constancia y de fe. Con demasiada frecuencia nos invaden las actitudes negativas por los pobres resultados obtenidos con ingentes esfuerzos. Lo vemos en  lo  poco que hemos avanzado en justicia, en la búsqueda de la verdad, en la educación y hasta en nuestro propio crecimiento. Descubrir la maldad en las personas cercanas nos duele mucho, pero ser consciente de los propios fracasos, captar que también hay cizaña en nuestro corazón, puede llevarnos al desaliento y al pesimismo. Hoy Jesús nos enseña que el Reino se va formando de pequeñas acciones, que los pequeños son los importantes en su proceso, que  no siempre lo que suena más fuerte es lo más importante. Al mismo Jesús lo tildaron de nefasto e ineficaz, solamente por proceder de un lugar pequeño del que nada bueno podría salir, sin embargo Él fue trigo que se sembró con generosidad en el surco, que sepultado y en tinieblas esperó la resurrección y que en el anonimato del silencio hizo florecer la vida. El discípulo ha de convertirse a Jesús, pero al Jesús sencillo, pobre, al Jesús de Nazaret. Solamente en la vida de Jesús podremos entender la forma de construir el Reino, pues desde la Nazaret ignorada, desde lo pequeño, ha hecho Jesús su estilo de vida y nos ha enseñado que las grandes obras se construyen desde lo pequeño y con los pequeños, con el silencio, con la constancia y con mucha esperanza. Hoy también vemos brotes de esperanza en muchos sitios y en personas que parecen desconocidas, no apaguemos esa mecha que está encendiendo, no despreciemos esos pequeños esfuerzos, no matemos la esperanza. La construcción del Reino requiere paciencia y mucha fe.

Pero no pensemos que las parábolas de Jesús, que nos invitan a mirar a lo pequeño y poner nuestra esperanza en la mano de Dios que da el crecimiento, nos deben conducir a la pasividad. Por el contrario queda muy claro en las parábolas la acción responsable de la persona: “La semilla de mostaza que un hombre siembra en un huerto”, “un poco de levadura que una mujer tomó y mezcló”. El Reino de Dios necesita para su realización, del trabajo y la acción comprometida de hombres y mujeres. Nuestra vida, nuestro compromiso, nuestras actitudes, que parecen insignificantes, van haciendo posible la realización del Reino. La levadura es muy pequeña pero tiene que estar presente si no, no habrá fermento de la masa. Tendrá que deshacerse, “perderse” en toda la masa. Y a nosotros que nos gusta más aparecer, distinguirnos, recibir reconocimientos y actuar poco. Necesitamos dejar actuar a Dios pues Él obra dentro de la masa, en el corazón de la historia y no al margen de las realidades humanas y sociales.  Si la levadura no se mezcla e introduce en las realidades de cada día, en el corazón de nuestro mundo, esta sociedad no fermentará y seguirá sin ser Reino.

Hoy reflexionamos varias parábolas y cada una de ellas deja en nuestro corazón un eco que debe resonar y cuestionarnos: ¿Soy semilla del Reino? ¿Acepto, convivo y comparto con las otras semillas o desprecio, juzgo y condeno? ¿Tengo paciencia y perseverancia en las propuestas del Reino?

Papá Dios, Padre Bueno, míranos con amor y multiplica en nosotros los dones de tu gracia para que aprendamos a crecer juntos con los hermanos, en la pequeñez, en el silencio y en la esperanza.  Amén.

 

 

 

 

Nuestra Señora del Carmen, 16 de julio

Patrona del mar

julio 16, 2020 09:06

Espiritualidad

 

“No solo es patrona de la Armada Española y del mar. También adoptan su patronazgo numerosos países de Europa y de Latinoamérica”

La Virgen, Stella Maris, tiene en ésta advocación del Carmen una de las más bellas que se le han conferido. Ha sido adoptada por los valientes hombres y mujeres de la mar que van meciéndola entre las olas, mientras de sus gargantas brotan las notas de la Salve Marinera, esa oración que elevan al cielo y que les acompaña noche tras noche mientras faenan, plegaria que nubla los ojos y conmueve el corazón. Emoción y sentimiento, la devoción y la fe, se abren paso este día entre las sirenas de las embarcaciones y traineras tributando un sentido canto de amor a la Madre que es su guía y su luz, para dejarlo impreso en el aire perfumado del estío.

La tradición sitúa esta devoción en el Monte Carmelo, lugar de ancestral y rica historia eremítica, que tuvo su amparo en la Virgen María. En este monte el profeta Elías vivió con esperanza la vuelta del pueblo de Israel al Dios de la vida, después de haberse apartado de Él. Más tarde, además de su discípulo Eliseo, numerosos ermitaños moraron en las oquedades de la montaña llevando vida ascética. Ellos fueron secundados por sucesivas generaciones de monjes en los siglos II y III d.C. Tomando el testigo que dejaron estos venerables hombres de Dios, la Orden de los carmelitas, cuyo origen se halla en las laderas del monte, ha difundido la veneración por la Virgen del Carmen en todo el mundo, especialmente en los lugares donde fueron estableciéndose a través del tiempo. Se cuenta que cuando los sarracenos invadieron el Monte Carmelo, y los carmelitas se vieron obligados a abandonar el lugar, entonaron la Salve Regina a la Madre, y Ella se les apareció súbitamente asegurándoles que sería su Estrella del Mar. Las sedes del Apostolado del Mar radicadas en los establecimientos portuarios llevan este nombre de Stella Maris. Es así como los carmelitas, ya en la Edad Media, consideraban a la Madre de Dios.

Esta festividad se conmemora el 16 de julio porque un día como éste, pero de 1251, fecha no constatada pero acogida por la mayoría, la Virgen del Carmen, rodeada de ángeles, se le apareció al carmelita y general de la Orden, san Simón Stock; le hizo entrega de su escapulario, diciéndole: “Este será el privilegio para ti y todos los carmelitas; quien muriere con él no padecerá el fuego eterno, es decir, el que con él muriere se salvará”. Él la denominó “Flor del Carmelo”. En un inciso, cabe recordar que el pasado 29 de marzo en la sección se dio cumplida cuenta de los orígenes de esta Orden al exponer la vida del beato Bertoldo del Monte Carmelo. Y el 16 de mayo la inserción de la biografía de san Simón Stock en la mencionada sección permitió matizar convenientemente lo relativo al escapulario y a la milagrosa aparición de la Virgen del Carmen.

Desde luego, los marineros españoles no tardaron en ponerse bajo el amparo de María bajo esta advocación, aunque la popularidad de esta festividad tiene un hito singular en el siglo XVIII cuando un almirante de Mallorca, Antonio Barceló Pont de la Terra, se convirtió en el máximo difusor de esta celebración. Hasta ese momento, el patrón de los marineros era san Telmo, pero a partir de esa fecha, la Virgen del Carmen, a la que se encomiendan depositando en Ella sus vidas tantas veces expuestas a las violentas tempestades, fue convirtiéndose en su patrona, como lo es de la Armada. Pero en otros países de Europa y de Latinoamérica también le profesan gran devoción y se hallan igualmente bajo su amparo y patronazgo. Tal sucede en Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Chile, Guatemala, Panamá, Perú y Venezuela, entre otros.

 

 

 

 

Beato Pablo (Pedro) Gojdič, 17 de julio

Defensor de los judíos

julio 16, 2020 08:50

Testimonios

 

“Obispo mártir del comunismo en Checoslovaquia, murió en prisión por causa de la fe, defensor de los judíos, reconocido ‘Justo entre las Naciones’ por el Yad Vashem”

 Este prelado, que murió siendo prisionero por defender la fe, logró lo que se propuso al asumir la sede de su diócesis: “Con la ayuda de Dios, yo quiero ser un padre de los huérfanos, de los pobres y consuelo de los afligidos”. En él se cumplió el vaticinio de Pío XI cuando el 29 de marzo de 1927 le recibió en audiencia y le obsequió con una cruz pectoral de oro, diciéndole: “Esta cruz es sólo un débil símbolo de las pesadas cruces que Dios enviará sobre ti, hijo mío, en tu trabajo como obispo”.

Nació el 17 de julio de 1888 en Ruské Peklany, localidad cercana a Prešov, Eslovaquia. Su padre era un sacerdote de la iglesia greco-católica (bizantina). Estudió en Cigelka, Bardejov y Prešov. En esta última ciudad cursó estudios de teología, que completó en el seminario de Budapest. Llevado de su gran devoción por el Sagrado Corazón, se había consagrado a él y diariamente reiteraba su promesa diciendo: “Todas las oraciones, sacrificios y cruz las ofrezco para compensar los pecados de todo el mundo”. Fue ordenado junto a su hermano en 1911 y durante unos meses auxilió a su padre.

Un año más tarde comenzó a asumir misiones que permitían vislumbrar una carrera imparable. Fue prefecto de una escuela-hogar infantil, instructor de religión de centros docentes de secundaria, coadjutor en Sabinov, y canciller del obispado, entre otras. Pero él ambicionaba una vida escondida. Y en 1922 tomó una decisión, acogida con sorpresa por quienes le conocían: ingresó en el monasterio de San Nicolás, en Chernecha Hora, perteneciente a la Orden de san Basilio el Grande. Emitió los votos al año siguiente y eligió el nombre de Pablo. Pensaba que la austeridad del claustro era la vía más excelente para poder servir a Dios. Pero la Providencia actuó en una línea distinta de la que soñó, y en 1926 fue nombrado administrador apostólico de la eparquía de Prešov.

Su afán por consolar a todos, como enseguida anunció, debió vivirlo con tanto celo que la gente terminó reconociéndole como un «hombre de corazón de oro». Se sentía orgulloso de sus raíces eslavas, y su primera carta pastoral fue dedicada al 1100 aniversario del nacimiento del apóstol que evangelizó su país, san Cirilo. Fue director del apostolado de la oración, fuente de la que se alimentaba junto con la Eucaristía. Pasaba gran parte de la noche en la capilla, delante del Sagrario. Esa entrega orante explicaba la dilatación milagrosa del tiempo; revertía en multitud de acciones apostólicas. En 1927 fue designado obispo titular de Harpasa y consagrado en la basílica de san Clemente de Roma. En 1939 pusieron bajo su responsabilidad la administración apostólica de Mukačevo. Su acción pastoral tuvo tal repercusión que se convirtió en un «aguijón en la carne» para el gobierno eslovaco. Presentó su renuncia, pero el Papa no la admitió. Es más, en 1940 le nombro obispo titular de Prešov, y en 1946 asumió la jurisdicción de la iglesia greco-latina de toda Checoslovaquia. Como tenía gran devoción por María puso a la eparquía, y a sí mismo, bajo la protección de la Virgen de Klokočov.

Fue adalid de la causa judía, prestó ayuda a los refugiados y prisioneros, y liberó a presos de los campos de concentración. Por todo ello los servicios de seguridad eslovacos lo tenían en el punto de mira. Antiguos miembros de la Iglesia católica que se habían pasado al otro bando no ocultaban su hostilidad por su labor; no entendieron el ósculo fraterno que depositó públicamente en la frente de los judíos que se habían convertido. En 1950 el gobierno comunista lo detuvo, y lo recluyó en la cárcel. En un simulacro de juicio fue procesado y condenado a cadena perpetua. Los judíos escribieron al presidente checo, pero fue en balde. Los opresores trataron de disuadirle ofreciéndole la posibilidad de salir del país, pero él lo rechazó. Sabía que se jugaba la vida; antes le habían ido aislando del clero y de los fieles. Le temían porque sus obras de caridad, su esfuerzo para promover la vida espiritual y fortalecer la fe católica era algo que había calado hondamente en gran parte del pueblo. Ahí estaban las obras de un gran apóstol: parroquias nuevas, orfanatos, escuelas católicas, colegios, textos de espiritualidad, etc. Siempre apoyando a los huérfanos, jóvenes, comunidades y prensa religiosas. Una labor prodigiosa.

Cuando le propusieron renunciar a la fe católica y separarse de la Sede Apostólica manifestó: “Tengo 62 años, sacrificaré mis bienes y mi residencia, pero no negaré mi fe de ningún modo porque quiero salvar mi alma…”. Lo trasladaron de prisión en prisión para engañar a la gente, haciendo creer que no estaba preso. Le obligaron a realizar trabajos humillantes, fue maltratado psicológicamente y sometido a crueles torturas, recluido en celdas de aislamiento, etc. No se quejó. Rezaba y decía misa clandestinamente. En 1953 mediante amnistía conmutaron su pena de cadena perpetua a 25 años de prisión, pero no quiso acogerla. Al cumplir los 70 de vida Pío XII le felicitó con un telegrama asegurándole que no olvidaría nunca a tan heroico hijo. Había ido enfermando de gravedad. Y cuando le condujeron a la clínica de Brno, después de haber pasado por la consulta de varios médicos que decían no haber hallado nada en su organismo, se le diagnosticó cáncer terminal.

Murió en la prisión eslovaca de Leopoldov el 17 de julio de 1960, justamente el día de su 72 cumpleaños, habiendo podido confesarse y recibir los sacramentos. Llevaba diez de martirio en los que había asegurado: “La persecución y el sufrimiento sólo fortalecerá nuestra fe y acercarnos más a Cristo y a su Iglesia”. “Yo no odio a mis enemigos. Quiero acercarlos a Cristo, por supuesto, no por la fuerza o el engaño, sino por el amor y la verdad”. El gobierno lo rehabilitó en 1990. Juan Pablo II lo beatificó el 4 de noviembre de 2001. En 2007 fue reconocido “Justo entre las Naciones por el Yad Vashem.