Boletín Diario de Zenit


 

 

Servicio diario - 17 de diciembre de 2020


 

PAPA FRANCISCO
54ª Jornada Mundial de la Paz: Mensaje del Papa
Larissa I. López
Celebrada el próximo 1 de enero

CIUDAD DEL VATICANO
Primera conversación pública del cardenal Pell con la prensa
Deborah Castellano Lubov
Presentación de su libro

PAPA FRANCISCO
¡Feliz 84 cumpleaños, Papa Francisco!
Larissa I. López
En su octavo año de pontificado

PAPA FRANCISCO
Netflix estrenará serie documental con el Papa Francisco
Larissa I. López
Sobre la sabiduría de los ancianos

CIUDAD DEL VATICANO
La Limosnería Apostólica ofrece productos sanitarios a varias ciudades de Italia
Larissa I. López
Cercanía del Santo Padre

PAPA FRANCISCO
España: El Papa recibe en audiencia privada al obispo de Ávila
Larissa I. López
Acompañado por representantes civiles

PAPA FRANCISCO
Bielorrusia: El presidente Lukashenko recibe al enviado del Papa
Anne Kurian-Montabone
Preocupación por la situación del país

CIUDAD DEL VATICANO
Vaticano: Mons. Rueda, nuevo subsecretario para la Tercera Sección de la Secretaría de Estado
Redacción zenit
Nombrado por Francisco

IGLESIA LOCAL
Uruguay: Navidad con dignidad para la Casa San Martín de Porres
Redacción zenit
Campaña “Sembramos Hogar”

IGLESIA LOCAL
Francia: Ex nuncio condenado a ocho meses de prisión condicional
Anne Kurian-Montabone
Podría apelar la sentencia

ESPIRITUALIDAD
Cuarto domingo de Adviento: Reflexión de monseñor Enrique Díaz
Enrique Díaz Díaz
“Buscando una casita”

TESTIMONIOS
Beata Julia Nemesia Valle, 18 de diciembre
Isabel Orellana Vilches
Edificante caridad


 

 

 

54ª Jornada Mundial de la Paz: Mensaje del Papa

Celebrada el próximo 1 de enero

diciembre 17, 2020 12:07

Papa Francisco

(zenit – 17 dic. 2020).- El Mensaje del Papa Francisco para la 54ª Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1 de enero de 2021 bajo el tema “La cultura del cuidado como camino de paz”, ha sido publicado hoy, 17 de diciembre de 2020.

En el texto, el Santo Padre señala que el año 2020 se caracterizó “por la gran crisis sanitaria de COVID-19, que se ha convertido en un fenómeno multisectorial y mundial, que agrava las crisis fuertemente interrelacionadas, como la climática, alimentaria, económica y migratoria, y causa grandes sufrimientos y penurias”.

Recordando a las personas que han perdido a seres queridos y el trabajo y rindiendo homenaje a aquellos sectores de la sociedad que se han esforzado por aliviar el sufrimiento de los enfermos, Francisco expone que “es doloroso constatar que, lamentablemente, junto a numerosos testimonios de caridad y solidaridad, están cobrando un nuevo impulso diversas formas de nacionalismo, racismo, xenofobia e incluso guerras y conflictos que siembran muerte y destrucción”.

 

La cultura del cuidado

Después, explica que ha elegido el tema de este mensaje: “La cultura del cuidado como camino de paz” como una propuesta “para erradicar la cultura de la indiferencia, del rechazo y de la confrontación, que suele prevalecer hoy en día”.

Al principio del texto, el Papa propone varios apartados en los que explica el fundamento de los siguientes enunciados, basándose en las Escrituras: “Dios Creador, origen de la vocación humana al cuidado”, “Dios Creador, origen de la vocación humana al cuidado”, “Dios Creador, modelo del cuidado”, “El cuidado en el ministerio de Jesús” y “La cultura del cuidado en la vida de los seguidores de Jesús”.

 

Doctrina Social de la Iglesia

Después, Francisco se refiere también a “Los principios de la doctrina social de la Iglesia como fundamento de la cultura del cuidado”.

La diakonia de los orígenes, enriquecida por la reflexión de los Padres y animada, a lo largo de los siglos, por la caridad activa de tantos testigos elocuentes de la fe, se ha convertido en el corazón palpitante de la doctrina social de la Iglesia, ofreciéndose a todos los hombres de buena voluntad como un rico patrimonio de principios, criterios e indicaciones, del que extraer la ‘gramática’ del cuidado: la promoción de la dignidad de toda persona humana, la solidaridad con los pobres y los indefensos, la preocupación por el bien común y la salvaguardia de la creación”, se lee en el texto.

 

La brújula para un rumbo común

“En una época dominada por la cultura del descarte, frente al agravamiento de  las desigualdades dentro de las naciones y entre ellas, quisiera por tanto invitar a los responsables de las organizaciones internacionales y de los gobiernos, del sector económico y del científico, de la comunicación social y de las instituciones educativas a tomar en mano la ‘brújula’ de los principios anteriormente mencionados, para dar un rumbo común al proceso de globalización, ·un rumbo realmente humano”, apunta el Pontífice citando su encíclica Fratelli Tutti.

Esta “permitiría apreciar el valor y la dignidad de cada persona, actuar juntos y en solidaridad por el bien común, aliviando a los que sufren a causa de la pobreza, la enfermedad, la esclavitud, la discriminación y los conflictos”. A través de esta brújula, anima a todos “a convertirse en profetas y testigos de la cultura del cuidado, para superar tantas desigualdades sociales. Y esto será posible sólo con un fuerte y amplio protagonismo de las mujeres, en la familia y en todos los ámbitos sociales, políticos e institucionales”.

En este apartado, el Obispo de Roma remarca el derroche de recursos existente “para las armas, en particular para las nucleares, recursos que podrían utilizarse para prioridades más importantes a fin de garantizar la seguridad de las personas, como la promoción de la paz y del desarrollo humano integral, la lucha contra la pobreza y la satisfacción de las necesidades de salud”.

En este sentido, insiste, “qué valiente decisión sería ‘constituir con el dinero que se usa en armas y otros gastos militares un Fondo mundial para poder derrotar definitivamente el hambre y ayudar al desarrollo de los países más pobres’”.

 

Educar a la cultura del cuidado

Para el Papa Francisco, la promoción de la cultura del cuidado “requiere un proceso educativo” y la brújula de los principios sociales “se plantea con esta finalidad, como un instrumento fiable para diferentes contextos relacionados entre sí”.

Al respecto, ofrece algunos ejemplos, indicando que la educación para el cuidado “nace en la familia, núcleo natural y fundamental de la sociedad, donde se aprende a vivir en relación y en respeto mutuo. Sin embargo, es necesario poner a la familia en condiciones de cumplir esta tarea vital e indispensable”.

En colaboración con la familia, se encuentran la escuela y la universidad: “llamados a transmitir un sistema de valores basado en el reconocimiento de la dignidad de cada persona, de cada comunidad lingüística, étnica y religiosa, de cada pueblo y de los derechos fundamentales que derivan de estos”.

Asimismo, las religiones en general, y los líderes religiosos en particular, “pueden desempeñar un papel insustituible en la transmisión a los fieles y a la sociedad de los valores de la solidaridad, el respeto a las diferencias, la acogida y el cuidado de los hermanos y hermanas más frágiles”.

Finalmente, anima de nuevo a todos los “comprometidos al servicio de las poblaciones, en las organizaciones internacionales gubernamentales y no gubernamentales” y a los que “trabajan en el campo de la educación y la investigación” a lograr “el objetivo de una educación ‘más abierta e incluyente, capaz de la escucha paciente, del diálogo constructivo y de la mutua comprensión’”.

 

No hay paz sin la cultura del cuidado

Francisco sostiene que la cultura del cuidado “es un camino privilegiado para construir la paz”.  En este tiempo, “en el que la barca de la humanidad, sacudida por la tempestad de la crisis, avanza con dificultad en busca de un horizonte más tranquilo y sereno, el timón de la dignidad de la persona humana y la ‘brújula’ de los principios sociales fundamentales pueden permitirnos navegar con un rumbo seguro y común”.

Como cristianos, subraya, “fijemos nuestra mirada en la Virgen María, Estrella del Mar y Madre de la Esperanza. Trabajemos todos juntos para avanzar hacia un nuevo horizonte de amor y paz, de fraternidad y solidaridad, de apoyo mutuo y acogida”.

“No cedamos a la tentación de desinteresarnos de los demás, especialmente de los más débiles; no nos acostumbremos a desviar la mirada, sino comprometámonos cada día concretamente para ‘formar una comunidad compuesta de hermanos que se acogen recíprocamente y se preocupan los unos de los otros’”, concluye.

A continuación, sigue el mensaje completo del Papa.

***

 

 

MENSAJE DEL SANTO PADRE
FRANCISCO
PARA LA CELEBRACIÓN DE LA
54 JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ

 

1 DE ENERO DE 2021

 

 

La cultura del cuidado como camino de paz

  1. En el umbral del Año Nuevo, deseo presentar mi más respetuoso saludo a los Jefes de Estado y de Gobierno, a los responsables de las organizaciones internacionales, a los líderes espirituales y a los fieles de diversas religiones, y a los hombres y mujeres de buena voluntad. A todos les hago llegar mis mejores deseos para que la humanidad pueda progresar en este año por el camino de la fraternidad, la justicia y la paz entre las personas, las comunidades, los pueblos y los Estados.

El año 2020 se caracterizó por la gran crisis sanitaria de COVID-19, que se ha convertido en un fenómeno multisectorial y mundial, que agrava las crisis fuertemente interrelacionadas, como la climática, alimentaria, económica y migratoria, y causa grandes sufrimientos y penurias. Pienso en primer lugar en los que han perdido a un familiar o un ser querido, pero también en los que se han quedado sin trabajo. Recuerdo especialmente a los médicos, enfermeros, farmacéuticos, investigadores, voluntarios, capellanes y personal de los hospitales y centros de salud, que se han esforzado y siguen haciéndolo, con gran dedicación y sacrificio, hasta el punto de que algunos de ellos han fallecido procurando estar cerca de los enfermos, aliviar su sufrimiento o salvar sus vidas. Al rendir homenaje a estas personas, renuevo mi llamamiento a los responsables políticos y al sector privado para que adopten las medidas adecuadas a fin de garantizar el acceso a las vacunas contra el COVID-19 y a las tecnologías esenciales necesarias para prestar asistencia a los enfermos y a los más pobres y frágiles[1].

Es doloroso constatar que, lamentablemente, junto a numerosos testimonios de caridad y solidaridad, están cobrando un nuevo impulso diversas formas de nacionalismo, racismo, xenofobia e incluso guerras y conflictos que siembran muerte y destrucción.

Estos y otros eventos, que han marcado el camino de la humanidad en el último año, nos enseñan la importancia de hacernos cargo los unos de los otros y también de la creación, para construir una sociedad basada en relaciones de fraternidad. Por eso he elegido como tema de este mensaje: La cultura del cuidado como camino de paz. Cultura del cuidado para erradicar la cultura de la indiferencia, del rechazo y de la confrontación, que suele prevalecer hoy en día.

  1. Dios Creador, origen de la vocación humana al cuidado

En muchas tradiciones religiosas, hay narraciones que se refieren al origen del hombre, a su relación con el Creador, con la naturaleza y con sus semejantes. En la Biblia, el Libro del Génesis revela, desde el principio, la importancia del cuidado o de la custodia en el proyecto de Dios por la humanidad, poniendo en evidencia la relación entre el hombre (’adam) y la tierra (’adamah), y entre los hermanos. En el relato bíblico de la creación, Dios confía el jardín “plantado en el Edén” (cf. Gn 2,8) a las manos de Adán con la tarea de “cultivarlo y cuidarlo” (cf. Gn 2,15). Esto significa, por un lado, hacer que la tierra sea productiva y, por otro, protegerla y hacer que mantenga su capacidad para sostener la vida[2]. Los verbos “cultivar” y “cuidar” describen la relación de Adán con su casa-jardín e indican también la confianza que Dios deposita en él al constituirlo señor y guardián de toda la creación.

El nacimiento de Caín y Abel dio origen a una historia de hermanos, cuya relación sería interpretada —negativamente— por Caín en términos de protección o custodia. Caín, después de matar a su hermano Abel, respondió así a la pregunta de Dios: “¿Acaso yo soy guardián de mi hermano?” (Gn 4,9)[3]. Sí, ciertamente. Caín era el “guardián” de su hermano. “En estos relatos tan antiguos, cargados de profundo simbolismo, ya estaba contenida una convicción actual: que todo está relacionado, y que el auténtico cuidado de nuestra propia vida y de nuestras relaciones con la naturaleza es inseparable de la fraternidad, la justicia y la fidelidad a los demás”[4].

  1. Dios Creador, modelo del cuidado

La Sagrada Escritura presenta a Dios no sólo como Creador, sino también como Aquel que cuida de sus criaturas, especialmente de Adán, de Eva y de sus hijos. El mismo Caín, aunque cayera sobre él el peso de la maldición por el crimen que cometió, recibió como don del Creador una señal de protección para que su vida fuera salvaguardada (cf. Gn 4,15). Este hecho, si bien confirma la dignidad inviolable de la persona, creada a imagen y semejanza de Dios, también manifiesta el plan divino de preservar la armonía de la creación, porque “la paz y la violencia no pueden habitar juntas”[5].

Precisamente el cuidado de la creación está en la base de la institución del Shabbat que, además de regular el culto divino, tenía como objetivo restablecer el orden social y el cuidado de los pobres (cf. Gn 1,1-3; Lv 25,4). La celebración del Jubileo, con ocasión del séptimo año sabático, permitía una tregua a la tierra, a los esclavos y a los endeudados. En ese año de gracia, se protegía a los más débiles, ofreciéndoles una nueva perspectiva de la vida, para que no hubiera personas necesitadas en la comunidad (cf. Dt 15,4).

También es digna de mención la tradición profética, donde la cumbre de la comprensión bíblica de la justicia se manifestaba en la forma en que una comunidad trataba a los más débiles que estaban en ella. Por eso Amós (2,6-8; 8) e Isaías (58), en particular, hacían oír continuamente su voz en favor de la justicia para los pobres, quienes, por su vulnerabilidad y falta de poder, eran escuchados sólo por Dios, que los cuidaba (cf. Sal 34,7; 113,7-8).

  1. El cuidado en el ministerio de Jesús

La vida y el ministerio de Jesús encarnan el punto culminante de la revelación del amor del Padre por la humanidad (cf. Jn 3,16). En la sinagoga de Nazaret, Jesús se manifestó como Aquel a quien el Señor ungió “para anunciar la buena noticia a los pobres, ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dejar en libertad a los oprimidos” (Lc 4,18). Estas acciones mesiánicas, típicas de los jubileos, constituyen el testimonio más elocuente de la misión que le confió el Padre. En su compasión, Cristo se acercaba a los enfermos del cuerpo y del espíritu y los curaba; perdonaba a los pecadores y les daba una vida nueva. Jesús era el Buen Pastor que cuidaba de las ovejas (cf. Jn 10,11-18; Ez 34,1-31); era el Buen Samaritano que se inclinaba sobre el hombre herido, vendaba sus heridas y se ocupaba de él (cf. Lc 10,30-37).

En la cúspide de su misión, Jesús selló su cuidado hacia nosotros ofreciéndose a sí mismo en la cruz y liberándonos de la esclavitud del pecado y de la muerte. Así, con el don de su vida y su sacrificio, nos abrió el camino del amor y dice a cada uno: “Sígueme y haz lo mismo” (cf. Lc 10,37).

  1. La cultura del cuidado en la vida de los seguidores de Jesús

Las obras de misericordia espirituales y corporales constituyen el núcleo del servicio de caridad de la Iglesia primitiva. Los cristianos de la primera generación compartían lo que tenían para que nadie entre ellos pasara necesidad (cf. Hch 4,34-35) y se esforzaban por hacer de la comunidad un hogar acogedor, abierto a todas las situaciones humanas, listo para hacerse cargo de los más frágiles. Así, se hizo costumbre realizar ofrendas voluntarias para dar de comer a los pobres, enterrar a los muertos y sustentar a los huérfanos, a los ancianos y a las víctimas de desastres, como los náufragos. Y cuando, en períodos posteriores, la generosidad de los cristianos perdió un poco de dinamismo, algunos Padres de la Iglesia insistieron en que la propiedad es querida por Dios para el bien común. Ambrosio sostenía que “la naturaleza ha vertido todas las cosas para el bien común. […] Por lo tanto, la naturaleza ha producido un derecho común para todos, pero la codicia lo ha convertido en un derecho para unos pocos” [6]. Habiendo superado las persecuciones de los primeros siglos, la Iglesia aprovechó la libertad para inspirar a la sociedad y su cultura. “Las necesidades de la época exigían nuevos compromisos al servicio de la caridad cristiana. Las crónicas de la historia reportan innumerables ejemplos de obras de misericordia. De esos esfuerzos concertados han surgido numerosas instituciones para el alivio de todas las necesidades humanas: hospitales, hospicios para los pobres, orfanatos, hogares para niños, refugios para peregrinos, entre otras”[7].

  1. Los principios de la doctrina social de la Iglesia como fundamento de la cultura del cuidado

La diakonia de los orígenes, enriquecida por la reflexión de los Padres y animada, a lo largo de los siglos, por la caridad activa de tantos testigos elocuentes de la fe, se ha convertido en el corazón palpitante de la doctrina social de la Iglesia, ofreciéndose a todos los hombres de buena voluntad como un rico patrimonio de principios, criterios e indicaciones, del que extraer la “gramática” del cuidado: la promoción de la dignidad de toda persona humana, la solidaridad con los pobres y los indefensos, la preocupación por el bien común y la salvaguardia de la creación.

* El cuidado como promoción de la dignidad y de los derechos de la persona.

“El concepto de persona, nacido y madurado en el cristianismo, ayuda a perseguir un desarrollo plenamente humano. Porque persona significa siempre relación, no individualismo, afirma la inclusión y no la exclusión, la dignidad única e inviolable y no la explotación”[8]. Cada persona humana es un fin en sí misma, nunca un simple instrumento que se aprecia sólo por su utilidad, y ha sido creada para convivir en la familia, en la comunidad, en la sociedad, donde todos los miembros tienen la misma dignidad. De esta dignidad derivan los derechos humanos, así como los deberes, que recuerdan, por ejemplo, la responsabilidad de acoger y ayudar a los pobres, a los enfermos, a los marginados, a cada uno de nuestros “prójimos, cercanos o lejanos en el tiempo o en el espacio” [9].

* El cuidado del bien común.

Cada aspecto de la vida social, política y económica encuentra su realización cuando está al servicio del bien común, es decir del “conjunto de aquellas condiciones de la vida social que permiten a los grupos y cada uno de sus miembros conseguir más plena y fácilmente su propia perfección” [10]. Por lo tanto, nuestros planes y esfuerzos siempre deben tener en cuenta sus efectos sobre toda la familia humana, sopesando las consecuencias para el momento presente y para las generaciones futuras. La pandemia de Covid-19 nos muestra cuán cierto y actual es esto, puesto que “nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos”[11], porque “nadie se salva solo” [12] y ningún Estado nacional aislado puede asegurar el bien común de la propia población[13].

* El cuidado mediante la solidaridad.

La solidaridad expresa concretamente el amor por el otro, no como un sentimiento vago, sino como “determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos”[14]. La solidaridad nos ayuda a ver al otro —entendido como persona o, en sentido más amplio, como pueblo o nación— no como una estadística, o un medio para ser explotado y luego desechado cuando ya no es útil, sino como nuestro prójimo, compañero de camino, llamado a participar, como nosotros, en el banquete de la vida al que todos están invitados igualmente por Dios.

* El cuidado y la protección de la creación.

La encíclica Laudato si’ constata plenamente la interconexión de toda la realidad creada y destaca la necesidad de escuchar al mismo tiempo el clamor de los necesitados y el de la creación. De esta escucha atenta y constante puede surgir un cuidado eficaz de la tierra, nuestra casa común, y de los pobres. A este respecto, deseo reafirmar que “no puede ser real un sentimiento de íntima unión con los demás seres de la naturaleza si al mismo tiempo en el corazón no hay ternura, compasión y preocupación por los seres humanos” [15]. “Paz, justicia y conservación de la creación son tres temas absolutamente ligados, que no podrán apartarse para ser tratados individualmente so pena de caer nuevamente en el reduccionismo” [16].

  1. La brújula para un rumbo común

En una época dominada por la cultura del descarte, frente al agravamiento de las desigualdades dentro de las naciones y entre ellas[17], quisiera por tanto invitar a los responsables de las organizaciones internacionales y de los gobiernos, del sector económico y del científico, de la comunicación social y de las instituciones educativas a tomar en mano la “brújula” de los principios anteriormente mencionados, para dar un rumbo común al proceso de globalización, “un rumbo realmente humano”[18]. Esta permitiría apreciar el valor y la dignidad de cada persona, actuar juntos y en solidaridad por el bien común, aliviando a los que sufren a causa de la pobreza, la enfermedad, la esclavitud, la discriminación y los conflictos. A través de esta brújula, animo a todos a convertirse en profetas y testigos de la cultura del cuidado, para superar tantas desigualdades sociales. Y esto será posible sólo con un fuerte y amplio protagonismo de las mujeres, en la familia y en todos los ámbitos sociales, políticos e institucionales.

La brújula de los principios sociales, necesaria para promover la cultura del cuidado, es también indicativa para las relaciones entre las naciones, que deberían inspirarse en la fraternidad, el respeto mutuo, la solidaridad y el cumplimiento del derecho internacional. A este respecto, debe reafirmarse la protección y la promoción de los derechos humanos fundamentales, que son inalienables, universales e indivisibles[19].

También cabe mencionar el respeto del derecho humanitario, especialmente en este tiempo en que los conflictos y las guerras se suceden sin interrupción. Lamentablemente, muchas regiones y comunidades ya no recuerdan una época en la que vivían en paz y seguridad. Muchas ciudades se han convertido en epicentros de inseguridad: sus habitantes luchan por mantener sus ritmos normales porque son atacados y bombardeados indiscriminadamente por explosivos, artillería y armas ligeras. Los niños no pueden estudiar. Los hombres y las mujeres no pueden trabajar para mantener a sus familias. La hambruna echa raíces donde antes era desconocida. Las personas se ven obligadas a huir, dejando atrás no sólo sus hogares, sino también la historia familiar y las raíces culturales.

Las causas del conflicto son muchas, pero el resultado es siempre el mismo: destrucción y crisis humanitaria. Debemos detenernos y preguntarnos: ¿qué ha llevado a la normalización de los conflictos en el mundo? Y, sobre todo, ¿cómo podemos convertir nuestro corazón y cambiar nuestra mentalidad para buscar verdaderamente la paz en solidaridad y fraternidad?

Cuánto derroche de recursos hay para las armas, en particular para las nucleares[20], recursos que podrían utilizarse para prioridades más importantes a fin de garantizar la seguridad de las personas, como la promoción de la paz y del desarrollo humano integral, la lucha contra la pobreza y la satisfacción de las necesidades de salud. Además, esto se manifiesta a causa de los problemas mundiales como la actual pandemia de Covid-19 y el cambio climático. Qué valiente decisión sería “constituir con el dinero que se usa en armas y otros gastos militares ‘un Fondo mundial’ para poder derrotar definitivamente el hambre y ayudar al desarrollo de los países más pobres”[21].

  1. Para educar a la cultura del cuidado

La promoción de la cultura del cuidado requiere un proceso educativo y la brújula de los principios sociales se plantea con esta finalidad, como un instrumento fiable para diferentes contextos relacionados entre sí. Me gustaría ofrecer algunos ejemplos al respecto.

— La educación para el cuidado nace en la familia, núcleo natural y fundamental de la sociedad, donde se aprende a vivir en relación y en respeto mutuo. Sin embargo, es necesario poner a la familia en condiciones de cumplir esta tarea vital e indispensable.

— Siempre en colaboración con la familia, otros sujetos encargados de la educación son la escuela y la universidad y, de igual manera, en ciertos aspectos, los agentes de la comunicación social[22]. Dichos sujetos están llamados a transmitir un sistema de valores basado en el reconocimiento de la dignidad de cada persona, de cada comunidad lingüística, étnica y religiosa, de cada pueblo y de los derechos fundamentales que derivan de estos. La educación constituye uno de los pilares más justos y solidarios de la sociedad.

— Las religiones en general, y los líderes religiosos en particular, pueden desempeñar un papel insustituible en la transmisión a los fieles y a la sociedad de los valores de la solidaridad, el respeto a las diferencias, la acogida y el cuidado de los hermanos y hermanas más frágiles. A este respecto, recuerdo las palabras del Papa Pablo VI dirigidas al Parlamento ugandés en 1969: “No temáis a la Iglesia. Ella os honra, os forma ciudadanos honrados y leales, no fomenta rivalidades ni divisiones, trata de promover la sana libertad, la justicia social, la paz; si tiene alguna preferencia es para los pobres, para la educación de los pequeños y del pueblo, para la asistencia a los abandonados y a cuantos sufren”[23].

— A todos los que están comprometidos al servicio de las poblaciones, en las organizaciones internacionales gubernamentales y no gubernamentales, que desempeñan una misión educativa, y a todos los que, de diversas maneras, trabajan en el campo de la educación y la investigación, los animo nuevamente, para que se logre el objetivo de una educación “más abierta e incluyente, capaz de la escucha paciente, del diálogo constructivo y de la mutua comprensión” [24]. Espero que esta invitación, hecha en el contexto del Pacto educativo global, reciba un amplio y renovado apoyo.

  1. No hay paz sin la cultura del cuidado

La cultura del cuidado, como compromiso común, solidario y participativo para proteger y promover la dignidad y el bien de todos, como una disposición al cuidado, a la atención, a la compasión, a la reconciliación y a la recuperación, al respeto y a la aceptación mutuos, es un camino privilegiado para construir la paz. “En muchos lugares del mundo hacen falta caminos de paz que lleven a cicatrizar las heridas, se necesitan artesanos de paz dispuestos a generar procesos de sanación y de reencuentro con ingenio y audacia” [25].

En este tiempo, en el que la barca de la humanidad, sacudida por la tempestad de la crisis, avanza con dificultad en busca de un horizonte más tranquilo y sereno, el timón de la dignidad de la persona humana y la “brújula” de los principios sociales fundamentales pueden permitirnos navegar con un rumbo seguro y común. Como cristianos, fijemos nuestra mirada en la Virgen María, Estrella del Mar y Madre de la Esperanza. Trabajemos todos juntos para avanzar hacia un nuevo horizonte de amor y paz, de fraternidad y solidaridad, de apoyo mutuo y acogida. No cedamos a la tentación de desinteresarnos de los demás, especialmente de los más débiles; no nos acostumbremos a desviar la mirada[26], sino comprometámonos cada día concretamente para “formar una comunidad compuesta de hermanos que se acogen recíprocamente y se preocupan los unos de los otros”[27].

 

Vaticano, 8 de diciembre de 2020

 

Francisco

 

 


[1] Cf. Videomensaje con motivo de la 75.ª Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, 25 septiembre 2020.

[2] Cf. Carta enc. Laudato si’ (24 mayo 2015), 67.

[3] Cf. La fraternidad, fundamento y camino para la paz”. Mensaje para la celebración de la 47.a Jornada Mundial de la Paz1 enero 2014 (8 diciembre 2013), 2.

[4] Carta enc. Laudato si’ (24 mayo 2015), 70.

[5] Pontificio Consejo “Justicia y Paz”, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 488.

[6] De officiis, 1, 28, 132: PL 16, 67.

[7] K. Bihlmeyer – H. Tüchle, Church History, vol.1, Westminster, The Newman Press, 1958, pp. 373-374.

[8] Discurso a los participantes en el Congreso organizado por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral en el 50.o aniversario de la Carta encíclica “Populorum progressio (4 abril 2017).

[9] Mensaje a la 22.ª Sesión de la Conferencia de las Partes de la Convención marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP22), 10 noviembre 2016. Cf. Grupo de Trabajo interdicasterial de la Santa Sede sobre la Ecología Integral, En camino para el cuidado de la casa común. A cinco años de la Laudato si’, LEV, 31 mayo 2020.

[10] Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, 26.

[11] Momento extraordinario de oración en tiempos de pandemia, 27 marzo 2020.

[12] Ibíd.

[13] Cf. Carta enc. Fratelli tutti (3 octubre 2020), 8153.

[14] S. Juan Pablo II, Carta. enc. Sollicitudo rei socialis (30 diciembre 1987), 38.

[15] Carta enc. Laudato si’ (24 mayo 2015), 91.

[16] Conferencia del Episcopado Dominicano, Carta pastoral Sobre la relación del hombre con la naturaleza (21 enero 1987); cf. Carta enc. Laudato si’ (24 mayo 2015), 92.

[17] Cf. Carta enc. Fratelli tutti (3 octubre 2020), 125.

[18] Ibíd., 29.

[19] Cf. Mensaje a los participantes en la Conferencia internacional “Los derechos humanos en el mundo contemporáneo: conquistas, omisiones, negaciones”, Roma, 10-11 diciembre 2018.

[20] Cf. Mensaje a la Conferencia de la ONU para la negociación de un instrumento jurídicamente vinculante sobre la prohibición de las armas nucleares que conduzca a su total eliminación, 23 marzo 2017.

[21] Videomensaje para la Jornada Mundial de la Alimentación, 16 octubre 2020.

[22] Cf. Benedicto XVI, “Educar a los jóvenes en la justicia y la paz”. Mensaje para la celebración de la 45.a Jornada Mundial de la Paz, 1 enero 2012 (8 diciembre 2011), 2; “Vence la indiferencia y conquista la paz”. Mensaje para la celebración de la 49.a Jornada Mundial de la Paz, 1 enero 2016 (8 diciembre 2015), 6.

[23] Discurso a los Diputados y Senadores de UgandaKampala, 1 agosto 1969.

[24] Mensaje para el lanzamiento del Pacto Educativo, 12 septiembre 2019.

[25]  Carta. enc. Fratelli tutti (3 octubre 2020), 225.

[26]Cf. Ibíd., 64.

[27] Ibíd., 96; cf. “La fraternidad, fundamento y camino para la paz”. Mensaje para la 47.ª Jornada Mundial de la Paz1 enero 2014 (8 diciembre 2013), 1.

 

© Librería Editora Vaticana

 

 

 

 

Primera conversación pública del cardenal Pell con la prensa

Presentación de su libro

diciembre 17, 2020 17:28

Ciudad del Vaticano

(zenit – 17 dic. 2020).- El cardenal australiano George Pell ha hablado con la prensa sobre su nuevo libro y su injusta persecución.

Para presentar su libro Prison Journal: The Cardinal Makes His Appeal (Diario de la Prisión: El Cardenal hace Su Apelación), publicado con Ignatius press y escrito en forma de diario durante los más de 400 días de prisión del purpurado, antes de que el Tribunal Supremo de Australia votara unánimemente que era inocente, se celebró una reunión virtual de Zoom entre el cardenal Pell, zenit y otros periodistas de todo el mundo.

La obra aborda, con sus propias, cómo el prelado fue condenado injustamente por abuso sexual hasta que su apelación fue unánimemente anulada por el Tribunal Superior de Australia, y sus 404 días de confinamiento en solitario.

Con la certeza de que los cargos en su contra eran falsos, el cardenal Pell dejó voluntariamente Roma para ser juzgado en Australia. El juicio terminó con un jurado en desacuerdo, pero cuando se volvió a juzgar el caso, el prelado fue declarado culpable y condenado a seis años de prisión. El 7 de abril de 2020, después de 59 semanas de cárcel, el Tribunal Superior de Australia anuló su condena y el purpurado quedó finalmente libre.

El biógrafo del Papa Juan Pablo II, George Weigel, moderador del acto, expresó : “Como dije en mi prefacio, el libro que estamos discutiendo hoy nunca debió haber sido escrito”.

Sin embargo, el hecho de que esté escrito, continúa el distinguido miembro principal del Centro de Ética y Política Pública de Washington, “es una bendición” y una “gracia”, ya que muestra “la mente y el alma de un gran hombre de la iglesia”.

“He conocido al cardenal Pell desde hace 53 años, y aunque pensé que lo conocía bastante bien durante esas cinco décadas, aquí fui realmente capaz de conocerlo aún mejor. “Aquí”, dijo Weigel, “uno llega a conocer al verdadero George Pell, no la caricatura perpetrada por muchos medios australianos”.

La fe y los valores del cardenal Pell que le han dado poder durante toda su vida, observó Weigel, le permitieron enfrentar “una injusta condena y encarcelamiento con valor y gracia”, recordando que el purpurado tomó el “No tengáis miedo” de Juan Pablo II como su lema episcopal.

El cardenal australiano expresó a algunos antes del encarcelamiento que imaginaba lo que haría como una especie de “retiro prolongado”, lo cual -describe George Weigel- es exactamente lo que hizo: “un retiro donde permaneció en conversación con Dios”.

“Una grave injusticia, convertida en un gran testimonio cristiano, y testimonio del poder de la fe”, declaró.

Sin ofrecer un discurso propio, el cardenal se puso inmediatamente a disposición de los periodistas. Uno de ellos preguntó, que, ante la posibilidad de haber pasado el resto de su vida en la cárcel, ¿escribió todo para tener un registro histórico de su experiencia, o como una disciplina espiritual para sí mismo?

 

“Nunca pensé que estaría en la cárcel para siempre”

“Nunca pensé que estaría en la cárcel por el resto de mi vida. Fui condenado a seis años, tuve libertad condicional después de tres. Nunca pensé que estaría allí para siempre…”. Y mencionó cómo se planteó seriamente abandonar cuando se perdió su apelación.

Dos son las razones por las que escribió el libro, apuntó el ex prefecto de la Secretaría de Economía, para tener “un registro histórico de un tiempo extraño”, y “en segundo lugar, y quizás más importante, precisamente porque pensé que mis reflexiones podrían ayudar a la gente, no solo a los que están en la cárcel, a pasar por tiempos difíciles”.

Al preguntársele sobre las expresiones de apoyo que recibió de todo el mundo, admitió: “Nunca imaginé que recibiría todas estas cartas”, expresando su alegría al saber que su experiencia ha llevado a algunos a volver a la Iglesia e incluso los ateos empezaron a rezar a Dios, tal y como supo de una madre y su hija que le escribieron.

Alguien le preguntó su opinión sobre cómo el anticatolicismo presente en el sistema judicial de Australia influyó en su caso.

“Esa es una pregunta capciosa. No estoy seguro de que sea la mejor manera de verlo”, indicó, mientras reconocía que hay una cierta mentalidad común, que, a veces. “puede ser desconcertante…”.

“Me desconciertan las decisiones de algunas personas muy educadas que se dice que son sabias. Pero esa es otra cuestión…”, añadió.

 

El apoyo del Papa Francisco

Alguien le preguntó cómo interpretó la respuesta y el enfoque del Vaticano después de su condena inicial.

Aclarando inmediatamente que “las autoridades católicas en todas partes se propusieron respetar la ley y las autoridades”, el cardenal Pell expuso: “Y en general, no tengo ningún problema con lo que hicieron el Vaticano o los obispos australianos”.

“El Papa Francisco fue muy respetuoso, al igual que el Vaticano, del debido proceso. Pero no es ningún secreto para mí y, en privado, me expresó su creencia en mi inocencia y me apoyó…”.

El cardenal señaló que el apoyo de Mons. Anthony Fisher, arzobispo de Sydney, fue muy efectivo y “estoy muy agradecido por ello”.

Algunos le preguntaron sobre su estancia en Roma hasta ahora y a quién había conocido. Reconoció que entre ellos se encuentra su sucesor en la Secretaría de Economía, el P. Guerrero Alves.

El P. Guerrero, dijo el Cardenal Pell, “parece capaz y honesto. Espero que reciba todo el apoyo que necesita”.

Al apuntar que se ha reunido con muchos, pero no con el cardenal Becciu, Pell indicó que sí visitó al papa emérito Benedicto XVI: “Espero que en el futuro sea doctor de la Iglesia”.

Presionado a hablar por sus comentarios que sugieren la necesidad de tener protocolos para los papas eméritos en la Iglesia Católica, el cardenal sugirió que aunque no hay problemas entre Francisco y Benedicto, la posibilidad de eventualidades en el futuro podría ser un inconveniente”.

“No he encontrado una sola persona aquí en Roma que no piense que debe haber protocolos para un papa que se retira. Obviamente amamos a los papas, tenemos un gran respeto por ellos. Pero las necesidades de la situación – la unidad de la iglesia – está en otro nivel que va más allá de una personalidad”.

“Creo que la unidad de la Iglesia no es algo automático. Hemos visto a los ortodoxos….”.

Alguien preguntó si consideraría un puesto potencial en el Vaticano en el futuro.

“No es una opción [que vuelva a trabajar en el Vaticano]. Me faltan meses para cumplir 80 años. La edad de jubilación es de 75 años. No voy a volver a ningún trabajo formal”. También mencionó su nivel de energía, diciendo que era “agotador luchar por la reforma financiera aquí”.

“Estoy agradecido de que algo de la verdad esté saliendo a la luz. Al menos en esos días, trabajar por la reforma financiera en el Vaticano era muy difícil”, contó.

 

La voluntad de perdonar

La corresponsal de zenit en el Vaticano recordó cómo en el diario se lee: “La decisión de perdonar es un poco como el acto de fe”, remarcando que debe ser alimentada continuamente. Le pidió su consejo sobre cómo se puede alimentar el perdón, y consejos para aquellos que de igual manera podrían ser falsamente acusados y han de luchar por perdonar.

“En primer lugar, hay que seguir rezando. Rezar el breviario. Incluso yendo a Misa. El Nuevo Testamento nos sigue hostigando, mucho más que el Antiguo Testamento, recordándonos retos difíciles como el de perdonar. Recuerdo años y años atrás de una reunión de asesoramiento matrimonial que una pareja estaba tomando sobre el perdón entre marido y mujer. Y dijeron que el paso importante es perdonar, hacer un acto de voluntad, perdonar. En muchos casos, los sentimientos pueden seguir…”.

Y recordó con humor las palabras de Joyce Brothers, psicóloga americana y personalidad de la televisión, que dijo: “Mi marido y yo nunca hemos considerado el divorcio… el asesinato a veces, pero nunca el divorcio”.

“Primero decides perdonar y luego los sentimientos a menudo se suceden. Y de vez en cuando, siento una oleada de animosidad, y supongo que hay que reprimirla”.

“No puedes perdonar sin fe y tienes que seguir rezando”, agregó.

 

“Sabía que Dios estaba conmigo”

Cuando le preguntaron sobre el hecho de que no pudo celebrar la Misa durante más de 400 días, dijo: “Para mí, no fue tan malo como podría haber sido, porque me di cuenta de que no había manera en la tierra de que esto sucediera. Tenía que llevarlo lo mejor que pudiera. Sabía que Dios estaba conmigo…”.

“Las autoridades de la prisión”, relató, “fueron amables conmigo y me dejaron tener mi breviario desde la primera noche. Tenía una Biblia. Rezaba constantemente, comulgaba una vez a la semana. Obviamente, me perdí decir la Misa… especialmente para las fiestas… Pascua, Navidad, Semana Santa, Pentecostés…”. Incluso mencionó divertidamente que los domingos por la mañana a veces veía algunos sermones evangélicos protestantes y los criticaba.

Cuando se le preguntó si después de todo ello, ve esta experiencia como una gracia, dijo: “Dios escribe en renglones torcidos”.

En el libro, el cardenal señaló que cada día rezaba por las víctimas de abusos. Preguntado si en su opinión, la Iglesia reza lo suficiente por las víctimas de abusos, y qué podría hacer mejor la Iglesia en este sentido, sugirió que hasta cierto punto, esto depende de dónde. “En Australia”, expuso, “hay un renovado énfasis en ello después de la Real Comisión”.

Subrayando la necesidad de disponer de servicios de asesoramiento y de reparación financiera, el cardenal también se refirió a las numerosas víctimas que han mantenido su fe.

“Lo sé porque muchos me escribieron”, compartió: “Muchos no son hostiles a la Iglesia a pesar de las cosas que se les ha hecho”.

Afirmando que “tenemos que hacerlo lo mejor posible”, el prelado resaltó que “en general, estamos avanzando en una dirección positiva”.

“Un punto es importante: En Australia, rompimos el espinazo al asunto, deteniendo estos problemas a mediados de los 90. Casi ninguno de los casos se produjo en este siglo. La mayoría fueron antes de los 90”.

 

Humo sin pruebas de fuego

Associated Press preguntó acerca de una reciente entrevista donde el cardenal quizás hizo una conexión entre su procesamiento en Australia y su trabajo en el Vaticano sobre las reformas financieras.

“No tenemos pruebas de una conexión en este sentido de que el dinero de Roma fuera usado para pervertir en algún sentido la causa de la justicia. Nunca he afirmado eso. Y he hecho todo lo posible para dejarlo bien claro”.

“Lo que podemos decir es que uno de los monseñores que ha sido acusado -según los periódicos romanos, estas historias empezaron en Roma- ha dicho que ha visto pruebas de que el dinero provenía de Roma”.

“Yo mismo estoy bastante seguro”, continuó el cardenal Pell, “de que el dinero fue de Roma a Australia en ese tiempo. Pero no tengo pruebas de dónde terminó. Por lo tanto, he dicho que hay pruebas, pero no hay pruebas. Otra imagen que he usado es que hay humo, pero no tenemos pruebas de fuego…”.

Alguien preguntó sobre sus más deprimentes y buenos recuerdos durante su “retiro”.

Bromeando, indicó: “Tengo algo de sangre irlandesa, así que empecemos por lo más deprimente”. Pell considera que esto “fue que los jueces del Tribunal Supremo de Australia dijeran que yo era culpable. La sensación era que la fiscalía lo había hecho muy mal, ya que no tenían pruebas”.

“Había muchas cosas buenas: El maravilloso apoyo de mi familia y amigos, las cartas que recibí, también de otros prisioneros. Había un asesino en serie a mi lado y me deseó lo mejor el día de mi apelación… La gente me envió muchos artículos, muchas cosas intelectualmente estimulantes. El capellán hizo un trabajo maravilloso y ha estado en las cárceles durante 25 años”.

Otro periodista preguntó si había algo que echaba de menos o que recordara con cariño de su retiro.

“Hmmm… interesante pregunta… Bueno…. Solía cerrar cada noche con una taza de té de manzanilla y dos filas de chocolate Cadbury. Y ciertamente disfrutaba de eso”.

Cuando un periodista australiano le preguntó si consideraría la posibilidad de presentar demandas contra el Estado de Victoria, y contra los medios de comunicación australianos por difamación, Pell confesó: “Me estás poniendo ante una serie de tentaciones”.

“La respuesta corta”, explicó, “es no”. “No vamos a hacer eso. Me han dicho que las posibilidades de éxito de obtener una compensación del Gobierno son muy poco probables… Así que la respuesta larga y corta es no”.

Otro australiano preguntó si Pell cree que la policía de Victoria fue engañada o descuidada.

“Honestamente, no lo sé. Probablemente un poco de ambas cosas”, respondió, y prosiguió: “Las cosas fueron descuidadas en el mejor de los casos”.

Cuando le preguntaron si volvería a Australia, el cardenal dijo sin dudarlo: “Por supuesto, volveré. Volveré todos los años”. Remitió a algún periodo muy agradable en Australia desde su calvario.

Entre algunos recuerdos de la cárcel, indicó haber visto el Tour de Francia. “Lo disfruté mucho. La campiña francesa es hermosa. Perdí mucho peso. La comida era bastante buena, pero las porciones eran mucho más de lo que necesitaba”. Señaló que era al estilo inglés, con mucha carne, almidones y tres verduras de tres colores.

“El punto culminante fue un pastel de carne, (especialidad inglesa). Poder comer eso cuando salí del gimnasio, fue bastante maravilloso”.

Un periodista señaló que en la página 191, se mencionan acertados nombramientos del presidente Trump a la Corte Suprema de los Estados Unidos.

“Trump”, subrayó, “es bastante controvertido”, señalando que incluso expuso una vez que puede ser un “poco bárbaro”.

Sin embargo, continuó, ha hecho “algunos espléndidos nombramientos a la Corte Suprema y muchos otros nombramientos”.

Llamando al presidente Trump un presidente “inusual”, el cardenal australiano sostiene que “fue inusual también porque cumplió sus promesas: la economía siguió avanzando, candidaturas adecuadas, no entró en ninguna guerra, incluso envió una tarjeta de Navidad. ¿Puedes imaginarte eso?”.

Expresando su agradecimiento a Trump por apoyar la Marcha por la Vida y la vida, el cardenal Pell apuntó: “luchó por mantener los valores cristianos en la vida pública”.

“En general, creo que Trump ha contribuido positivamente a la causa cristiana”, manifestó.

Por otro lado, el purpurado admitió, “No estoy seguro de que esté siendo suficientemente respetuoso del proceso político. No es poca cosa debilitar la confianza pública en las grandes instituciones”.

El cardenal George Pell, anteriormente arzobispo de Sydney (2001-2014) y de Melbourne (1996-2001), Australia, fue nombrado en 2014 por el Papa Francisco como prefecto de la Secretaría de Economía del Vaticano. También fue miembro del Consejo de Cardenales del actual Pontífice.

El pastor obtuvo la licenciatura en Sagrada Teología en la Universidad Urbanianum de Roma y el doctorado en Teología en la Universidad de Oxford. Sus libros anteriores incluyen Test Everything y Issues of Faith and Morals.

El “Diario de la Cárcel” del cardenal contiene sus reflexiones no solo sobre el dolor de ser falsamente acusado y encarcelado injustamente, sino también sobre el significado del sufrimiento en la vida de un cristiano y el mandato divino de perdonar a los enemigos.

 

Traducido por Nicolás J. López

 

 

 

 

¡Feliz 84 cumpleaños, Papa Francisco!

En su octavo año de pontificado

diciembre 17, 2020 10:21

Papa Francisco

(zenit– 17 dic. 2019).- Hoy, 17 de diciembre de 2020, es el 84 cumpleaños del Papa Francisco. Se trata del octavo cumpleaños de Jorge Mario Bergoglio como Sumo Pontífice.

Vatican News ha preguntado al director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, cómo está pasando el Santo Padre esta fecha especial. Bruni indica que lo está haciendo “con gratitud y sencillez”, como en los años anteriores, en la oración y junto a otras personas con las que comparte su vida diaria en la Residencia en Casa Santa Marta.

De acuerdo al medio vaticano, a través de la Limosnería Apostólica, un grupo de pobres ha enviado al Pontífice un ramo de girasoles, que ya adornan la capilla y el Santísimo de Casa Santa Marta, y “recuerdan la necesidad de orientar la vida siempre hacia el Señor, presente en los más débiles”.

Por su parte, Francisco envió hoy 4 ventiladores pulmonares a Venezuela, dirigidos a los niños que padecen patologías pulmonares.

En el día del nacimiento del actual Sucesor de Pedro conviene recordar que la petición de oraciones por él es constante en sus discursos: “Por favor, no os olvidéis rezar por mí”, repite en prácticamente en todas sus alocuciones.

 

El año 2020 del Papa

En este año, marcado por la emergencia sanitaria de la COVID-19, han existido momentos memorables para el Papa Francisco y la Iglesia. A continuación, recordamos algunos de ellos.

El 12 de febrero de 2020 fue publicada la exhortación apostólica postsinodal del Santo Padre “Querida Amazonia”, documento fruto de la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica “Amazonía: Nuevos Caminos para la Iglesia y para una ecología integral” celebrado en el Vaticano del 6 al 27 de octubre de 2019.

 

La pandemia de COVID-19

Tras la irrupción del coronavirus, el viernes 27 de marzo el Papa presidió un momento extraordinario de oración por el fin de la misma en el que impartió la bendición Urbi et Orbi a Roma y el mundo.

En una tarde lluviosa y ante una plaza de San Pedro vacía debido a las medidas de prevención dispuestas por las autoridades sanitarias para superar la COVID-19, Francisco invitó a la humanidad a “abrazar al Señor para abrazar la esperanza” con el objetivo de combatir el miedo en la crisis causada por el virus: “Esta es la fuerza de la fe, que libera del miedo y da esperanza”, añadió.

Por otro lado, en el mes de abril, el Santo Padre creó un fondo de emergencia en las Obras Misionales Pontificias y otro para las Iglesias Orientales con el fin de ayudar a las personas y comunidades que están siendo trágicamente afectadas por la propagación del coronavirus. A través de ellos se han canalizado múltiples ayudas a distintos países.

 

Fratelli tutti

Más recientemente, el 8 de octubre de 2020, se publicó la tercera encíclica del Pontífice, Fratelli tuttiHermanos todos, que pretende favorecer una aspiración mundial a la fraternidad y la amistad social.

Dividido en 8 capítulos, este documento desea ofrecer cuáles son los grandes ideales, pero también los caminos concretos a recorrer para quienes quieren construir un mundo más justo y fraterno en sus relaciones cotidianas, en la vida social, en la política y en las instituciones.

 

Educación, paz, economía

En ese mismo mes, el Obispo de Roma llamó a unirse al Pacto Educativo Global para “humanizar el mundo” y junto a representantes de las principales religiones del mundo firmó un Llamamiento por la Paz durante el 34º Encuentro Internacional de Oración por la Paz en la plaza del Capitolio de Roma, Italia.

Ya en noviembre, durante la clausura del evento Economía de Francisco, el actual Sucesor de Pedro envió un videomensaje a los jóvenes participantes, conectados con la basílica de San Francisco de Asís, Italia. Un pacto que el Santo Padre quiso firmar, virtualmente, para una nueva economía a escala humana.

“El Papa Francisco y los jóvenes de todo el mundo para la economía del mañana”, evento internacional promovido por el Pontífice, reunió a jóvenes economistas y empresarios de todo el mundo. En él los invitó a adquirir un compromiso compartido, un proceso de cambio global, inspirado en el espíritu de san Francisco.

 

Año dedicado a san José

A través de la Carta Apostólica Patris corde (Con corazón de padre), publicada el pasado 8 de diciembre, el Pontífice recuerda el 150 aniversario de la declaración de san José como Patrono de la Iglesia Universal y, con motivo de esta ocasión, a partir de ese día y hasta el 8 de diciembre de 2021 se celebra un año dedicado especialmente a él.

Además, por medio de un Decreto, la Penitenciaría Apostólica ha decidido conceder la Indulgencia Plenaria hasta el 8 de diciembre de 2021 en las condiciones habituales: confesión sacramental, comunión eucarística y oración según las intenciones del Papa.

 

Biografía del Santo Padre

Jorge Mario Bergoglio nació en Buenos Aires, Argentina, en 1936, hijo de emigrantes italianos. El joven Jorge descubrió su vocación el 21 de septiembre de 1953, día en el que se celebra la memoria de san Mateo, el recaudador de impuestos que se convirtió cuando Jesús le invitó a seguirle.

Durante una confesión tuvo una profunda experiencia de la misericordia de Dios, algo que le condujo a tomar la decisión de ser sacerdote. En 1958 entró en el seminario y optó por realizar su noviciado en la Compañía de Jesús.

 

Ordenaciones y creación como cardenal

Recibió la ordenación sacerdotal el 13 de diciembre de 1969 con la imposición de manos del arzobispo de Córdoba, Mons. Ramón José Castellano.

En 1973 fue nombrado provincial de los jesuitas de Argentina. En 1992 recibió la ordenación episcopal y en 1998 fue nombrado arzobispo de Buenos Aires, primado de Argentina. En el consistorio del 21 de febrero de 2001, san Juan Pablo II lo creó cardenal.

 

Elección como Papa

El 13 de marzo de 2013, el ya cardenal Jorge Mario Bergoglio, se convirtió en el primer Papa procedente del continente americano.

También fue el primer jesuita y pionero en elegir el nombre de Francisco, en honor al santo de Asís. Este tuvo como amigos a los pobres, los últimos, los enfermos, las criaturas de la Tierra, la Hermana Luna y el Hermano Sol y paz del corazón entre hombres y naciones, “amigos” que inspirarán las palabras y los gestos de su Pontificado, indica Vatican News.

 

 

 

 

Netflix estrenará serie documental con el Papa Francisco

Sobre la sabiduría de los ancianos

diciembre 17, 2020 13:56

Papa Francisco

(zenit – 17 dic. 2020).- Loyola Press anunció hoy que Netflix producirá una serie de documentales originales basados en su galardonado libro Sharing the Wisdom of Time (Compartiendo la sabiduría del tiempo) del Papa Francisco y sus amigos.

La serie documental, producida por Stand by Me Productions, está programada para su lanzamiento global en Netflix en 2021, informa la agencia PRNewswire en una nota.

 

Historias de ancianos del mundo

El libro Sharing the Wisdom of Time constituye una colección de historias sobre ancianos de más de 30 países. A través de las mismas, expresan la sabiduría gestada a lo largo de sus respectivas experiencias vitales.

Se trata de una obra que responde al llamamiento del Pontífice a las generaciones más jóvenes para que reconozcan a los ancianos como reservorios de sabiduría y memoria histórica. El Santo Padre contribuye, como un anciano, ofreciendo el Prefacio, su propia historia en cada capítulo, y una reflexión sobre docenas de historias de otros.

De este modo, la serie de documentales incluirá entrevistas con las personas mayores del libro, contadas a través de los ojos de la generación más joven, cineastas menores de 30 años que residen en el país del anciano. La serie también incluirá un comentario especial del Obispo de Roma.

Unbound, organización de patrocinio sin fines de lucro, colaboró con Loyola Press en el libro, reuniendo historias y fotos de sus ancianos patrocinados en todo el mundo sobre temas que van desde el amor a la salud y la muerte.

Se incluyeron en el libro 23 ancianos patrocinados y un miembro del personal de Unbound. Unbound también contribuye a este nuevo proyecto, organizando entrevistas con ancianos de cuatro continentes.

Sharing the Wisdom of Time ha sido una fuente de inspiración para varias iniciativas mundiales, incluida la campaña del Dicasterio Vaticano para los Laicos, la Familia y la Vida “Cada anciano es tu abuelo” que insta a los jóvenes a enviar un abrazo virtual a abuelos en medio de la pandemia.

 

Loyola Press

Apostolado de la Provincia del Medio Oeste de los Estados Unidos de la Compañía de Jesús, Loyola Press abraza la pasión jesuita por ayudar a la gente a encontrar a Dios en todas las cosas.

Loyola Press continúa la tradición jesuita de excelencia y servicio proporcionando contenidos inspiradores llenos de fe para niños y adultos.

 

Unbound

Es una organización internacional sin fines de lucro que apoya a niños, familias y ancianos en sus esfuerzos por superar los desafíos de la pobreza extrema en todo el mundo. Fundada por católicos laicos en 1981, Unbound ha crecido hasta convertirse en una comunidad mundial con más de un millón de participantes cada año.

Se trata de la organización de más alto rango de su tipo en los Estados Unidos, y una de las únicas organizaciones importantes que ofrece patrocinio para los ancianos.

 

 

 

 

La Limosnería Apostólica ofrece productos sanitarios a varias ciudades de Italia

Cercanía del Santo Padre

diciembre 17, 2020 14:33

Ciudad del Vaticano

(zenit – 17 dic. 2020).- “Como signo de la cercanía y solidaridad del Papa Francisco”, la Limosnería Apostólica del Vaticano ha ofrecido productos sanitarios en varias ciudades de Italia, informa la Oficina de Prensa de la Santa Sede hoy, 17 de diciembre de 2020.

Se trata de un nuevo gesto del Vaticano, en “este momento de prueba y dificultad”, que a través de esta Oficina caritativa del Santo Padre ha distribuido “la semana pasada en Nápoles, ayer en Bolonia y hoy en Siena, medicamentos contra los resfriados y la gripe, mascarillas y productos para la higiene personal”.

En los últimos meses, en medio de la pandemia de la COVID-19, la Limosnería Apostólica ha enviado material sanitario a varios países, especialmente en América Latina y África.

La Limosnería Apostólica es la Oficina de la Santa Sede que tiene la tarea de practicar la caridad con los pobres en nombre del Sumo Pontífice.

 

 

 

 

España: El Papa recibe en audiencia privada al obispo de Ávila

Acompañado por representantes civiles

diciembre 17, 2020 16:19

Papa Francisco

(zenit – 17 dic. 2020).- El Papa Francisco ha recibido en una audiencia privada al obispo de Ávila, España, en la mañana de este jueves 17 de diciembre, coincidiendo además con el cumpleaños del Santo Padre.

Mons. Gil Tamayo ha estado acompañado del alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, y del presidente de la Diputación Provincial, Carlos García González.

De acuerdo a una nota de la diócesis de Ávila, la audiencia, que ha durado 30 minutos, ha mantenido un “tono cordial y muy cercano”. Tanto el obispo, como el alcalde y el presidente de la Diputación han señalado que el Papa Francisco se ha mostrado “cariñosísimo” con todos ellos.

En esta reunión han querido informar personalmente al Papa del Congreso “Teresa de Jesús, mujer excepcional”, que se va a celebrar en Ávila la próxima primavera con motivo del aniversario de la proclamación de santa Teresa como doctora de la Iglesia.

 

Invitación a España

Asimismo, han tenido la oportunidad de reiterar, de forma personal y directa al Sucesor de Pedro, la invitación para que pueda visitar la ciudad española en los próximos años.

De acuerdo a la diócesis, una ocasión propicia es el hecho de que en 2022 se celebra el IV Centenario de la canonización de la insigne carmelita abulense, que fue además proclamada santa junto a san Ignacio de Loyola, san Francisco Javier, san Isidro Labrador y san Felipe Neri el 12 de marzo de 1622.

Ante esta invitación, Francisco les ha transmitido que “todo está abierto”, pero ha reiterado también que su opción preferente siempre son los países más pequeños, lo que él llama las periferias.

 

Realidad de Ávila

Por otra parte, han conversado con el Papa sobre la realidad socioeconómica de Ávila, el grave problema endémico que sufre con la despoblación y los retos demográficos a los que se enfrenta, para lo que se necesitaría un mayor apoyo y ayuda de las instituciones.

En este sentido, el Pontífice “ha querido profundizar algo más en esta conversación, hablando con los presentes sobre lo que ha denominado la epidemia de soledad que sufren nuestros ancianos, y que se ha visto agudizada en muchos casos por la pandemia de la COVID-19”, se lee en la nota.

 

Regalos

Durante el encuentro, se ha hecho entrega al Obispo de Roma de varios regalos. En concreto, Mons. Gil Tamayo ha querido obsequiarle con una imagen del Papa que proclamó doctora de la Iglesia a Santa Teresa: un busto de San Pablo VI (réplica del que se encuentra en la capilla de la Conferencia Episcopal), obra de Fernando Montero de Espinosa.

Asimismo, también le ha regalado una imagen de santa Teresa, réplica de la escultura que se encuentra a las puertas del Monasterio de la Encarnación (Ávila), obra de Cruz Solís, y que representa “a la santa en actitud andariega, con su característico cayado”.

Por su parte, el alcalde de Ávila ha obsequiado al Papa Francisco con una reproducción del Libro de las Fundaciones, “una de las obras cumbres de santa Teresa que da testimonio de la gran empresa que llevó a cabo en vida. La reproducción con la que el Ayuntamiento quiere obsequiar al Papa es un facsímil de la obra original que se encuentra en la biblioteca del Real Monasterio del Escorial”.

Finalmente, la Diputación Provincial ha ofrecido al Sucesor de Pedro una bella escultura: “la Rosa del artista abulense Florencio Galindo, fundida en bronce según el modelo diseñado por el propio autor, fallecido en 2016; la rosa es un elemento esencial en la obra pictórica de Galindo, que el propio artista llevó también a su producción escultórica”, explica el texto.

El Santo Padre “se ha mostrado agradecido por los presentes, especialmente por los dulces que acompañaban a los mismos”, ya que, por su cumpleaños, le han hecho entrega además de las conocidas Yemas de Santa Teresa.

Como detalle emotivo, el comunicado destaca el hecho de que el alcalde le ha mostrado al Papa la fotografía de la hija de un policía local de Ávila, que está enferma de cáncer: “El Santo Padre ha impuesto las manos encima de la fotografía, rezando unos instantes sobre ella, y finalmente se ha quedado con la misma para poder seguir teniendo en sus oraciones a la pequeña”.

 

 

 

 

Bielorrusia: El presidente Lukashenko recibe al enviado del Papa

Preocupación por la situación del país

diciembre 17, 2020 12:38

Papa Francisco

(zenit – 17 dic. 2020).- El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha recibido a un enviado especial del Papa Francisco este 17 de diciembre de 2020, según informa el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.

El ex nuncio de Bielorrusia, Mons. Claudio Gugerotti, fue enviado “para expresar la preocupación y el interés del Papa por la situación actual del país”, dijo Bruni.

A mediados de agosto, el Santo Padre pidió “respeto por la justicia y la ley” en Bielorrusia, donde las tensiones sociales aumentan tras la controvertida reelección del presidente (que obtuvo oficialmente el 80% de los votos el 9 de agosto). Semana tras semana, las manifestaciones y los arrestos se suceden.

Del 11 al 14 de septiembre pasado, Mons. Paul Richard Gallagher, secretario de Relaciones con los Estados, estuvo en Bielorrusia para una visita con tintes diplomáticos y ecuménicos. En ese momento ya había expresado la preocupación del Papa Francisco.

La visita también tuvo lugar en el contexto de la prohibición impuesta por las autoridades bielorrusas al arzobispo de Minsk, monseñor Kondrusiewicz, que se encuentra en Polonia desde el 31 de agosto, de regresar a Bielorrusia

 

 

 

 

Vaticano: Mons. Rueda, nuevo subsecretario para la Tercera Sección de la Secretaría de Estado

Nombrado por Francisco

diciembre 17, 2020 15:03

Ciudad del Vaticano

(zenit – 17 dic. 2020).- El Papa Francisco ha nombrado subsecretario de la Sección para el Personal Diplomático del Vaticano, Tercera Sección de la Secretaría de Estado, a Mons. Mauricio Rueda Beltz, consejero de la nunciatura apostólica en Portugal.

Según informa Vatican News, también se ha anunciado que cambiará la denominación del encargo desempeñado por el actual responsable de la Tercera Sección de la Secretaría de Estado, el arzobispo Jan Romeo Pawlowski, nombrado hace cinco años delegado de las Representaciones Pontificias.

A partir de hoy el cargo será denominado “secretario de las Representaciones Pontificias”, un título que lo pone a la altura de los jefes de las otras dos secciones, el sustituto y el secretario de Relaciones con los Estados.

Este cambio tiene lugar en previsión de lo que contendrá la nueva Constitución Apostólica que reforma la Curia Romana, la Praedicate Evangelium, actualmente discutida en el Consejo de Cardenales.

La Tercera Sección trata exclusivamente de cuestiones relativas a las personas que trabajan en el servicio diplomático de la Santa Sede o que se preparan para entrar en él. Fue creada para mostrar la atención y la cercanía del Pontífice y de los superiores de la Secretaría de Estado al personal del servicio diplomático.

 

Mons. Mauricio Rueda Beltz

Nacido en Bogotá (Colombia) el 8 de enero de 1970. Ordenado sacerdote el 19 de diciembre de 1996, se incardina en Bogotá. Es licenciado en Derecho Canónico y habla italiano, inglés y francés.

Ingresó en el Servicio Diplomático de la Santa Sede el 1º de julio de 2004, sirviendo sucesivamente en las representaciones pontificias de Guinea, Chile, Estados Unidos de América y Jordania.

El 1 de julio de 2014 fue transferido a la Sección de Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado.

Desde el 22 de febrero de 2016 hasta el 30 de junio de 2020 estuvo a cargo de los viajes pontificios. Desde el 1 de julio de 2020 presta servicio en la nunciatura apostólica de Portugal.

 

 

 

 

Uruguay: Navidad con dignidad para la Casa San Martín de Porres

Campaña “Sembramos Hogar”

diciembre 17, 2020 17:41

Iglesia Local

(zenit – 17 dic. 2020).- El proyecto de la Casa San Martín de Porres es un hogar de acogida para mujeres y sus hijos e hijas del interior de Uruguay que reciben tratamientos oncológicos en varios hospitales de la ciudad de Montevideo.

Selvas Amazónicas, la entidad misionera de los dominicos de la Provincia de Hispania, lanza la Campaña #SembramosHogar a través de su plataforma Sembramos Flores de Dignidad para responder a las dificultades que están atravesando actualmente.

“Acudimos nuevamente a vuestra solidaridad y generosidad para seguir ayudando a los niños y madres, porque queremos seguir dignificando las vidas de éstas personas que realmente necesitan de la solidaridad de todos. Esperanzados creemos que es ‘la única manera de vivir el sueño de la hermandad, único camino de una esperanza real, única posibilidad de una alegría verdadera’”, expone el P. Felipe Lujén, misionero dominico que junto con la Comunidad Parroquial de Ntra. Sra. del Rosario y Sto. Domingo hace posible este refugio durante la enfermedad.

La Casa San Martín de Porres ofrece cama, baño, comida caliente, acogida y acompañamiento. Antes de la creación de la casa, muchas de estas pacientes tenían que dormir en los pasillos del hospital. Es un verdadero hogar donde la dignidad de la persona se sitúa en el centro. En un contexto de crisis sanitaria a nivel mundial, “los esfuerzos de Selvas Amazónicas están especialmente enfocados esta Navidad a responder al llamado del Papa Francisco y trabajar, más si cabe, por la construcción de una fraternidad universal y la defensa de la dignidad de las personas más vulnerables”, afirma el padre Francisco Faragó, director de la entidad.

La situación que atravesamos a nivel mundial con la COVID-19 y las crisis derivadas, han afectado al sostenimiento de la Casa San Martín de Porres. Una casa de hospitalidad y calidez, donde la cercanía y el trato humano marca la diferencia.

Felipe Lujén explica queen este contexto de crisis, la Casa San Martín de Porres recibió un impacto fuerte, han disminuido notablemente nuestros ingresos. Desde la Comunidad Parroquial acompañamos esta obra tan noble pero la reducción de Misas y otras celebraciones han afectado considerablemente los ingresos y nos está generando un esfuerzo muy grande mantener la Casa San Martín ya que apenas estamos cubriendo los gastos”.

Desde Selvas Amazónicas son conscientes del gran esfuerzo individual y colectivo que todas las personas están realizando, desde todos los rincones del planeta, para responder al unísono ante la pandemia del coronavirus, pero afirman que “No viviremos una esperanza real sin el ejercicio convencido y transversal de una hermandad universal. Es por ello que os agradecemos de antemano toda la ayuda que podáis hacerle llegar a nuestras hermanas y hermanos de la Casa San Martín de Porres en Uruguay”.

 

 

 

 

Francia: Ex nuncio condenado a ocho meses de prisión condicional

Podría apelar la sentencia

diciembre 17, 2020 13:15

Iglesia Local

(zenit – 16 dic. 2020).- Mons. Luigi Ventura, ex nuncio apostólico en Francia, ha sido condenado por el tribunal penal de París a ocho meses de prisión con una sentencia condicional, informó Le Figaro el 16 de diciembre de 2020. Condenado por abuso sexual de hombres, podría apelar la sentencia.

En la audiencia del 10 de noviembre, el fiscal había pedido 10 meses de prisión condicional. La abogada defensora Solange Doumic había pedido la absolución, alegando que el nuncio “nunca tuvo ninguna intención sexual”.

La decisión se ha dictado hoy: ocho meses y una indemnización para las víctimas de entre 2000 y 6000 euros. Mons. Ventura “está considerando apelar, pero está destruido por este caso”, comentó su abogado.

Se han presentado cuatro denuncias contra él, tres de ellas por presunta agresión sexual. Mons. Ventura siempre ha clamado su inocencia, pero ha expresado su voluntad de colaborar con las autoridades judiciales francesas. A principios de abril de 2019, fue escuchado por la policía francesa, antes de ser confrontado con los demandantes un mes después. A principios del verano de 2019, la Santa Sede levantó la inmunidad de jurisdicción del prelado.

Su renuncia fue aceptada por el Papa Francisco en diciembre de 2019 – bajo la regla del límite de edad de 75 años – después de 10 años en el cargo. Su sucesor, Mons. Celestino Migliore, fue nombrado al mes siguiente, en enero de 2020.

 

 

 

 

Cuarto domingo de Adviento: Reflexión de monseñor Enrique Díaz

“Buscando una casita”

diciembre 17, 2020 09:00

Espiritualidad

(zenit – 17 dic. 2020).- Monseñor Enrique Díaz Díaz comparte con los lectores de zenit su reflexión “Buscando una casita” en torno al Evangelio del próximo 20 de diciembre, cuarto Domingo de Adviento.

***

 

II Samuel 7, 1-5. 8-12. 14. 16: “El reino de David permanecerá para siempre en presencia del Señor”

Salmo 88: “Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor”

Romanos 16, 25-27: Se ha revelado el misterio oculto durante siglos”

San Lucas 1, 26-38: “Concebirás y darás a luz un hijo”

 

La Anunciación

¿No es fácil encontrar una casa? Ciertamente que para la mayoría de las personas es muy difícil encontrar algún lugar que responda a nuestras necesidades y que esté al alcance de nuestro presupuesto, si es que hay alguno.

Ahora imaginemos que para quien tenemos que buscar esa casa es nada menos que  el Mesías esperado, para el Rey de cielos y tierra, para el Todopoderoso, para El que tiene en sus manos el destino de los tiempos… No nos asustemos y acerquémonos a mirar las exigencias del que está por llegar.

San Lucas se encarga de manifestarnos los deseos y las expectativas de este “enviado” que está por llegar. Lo hace a su estilo y con formas literarias que nos manifiestan no tanto la historia sino la intención de presentar a un personaje extraordinario.

Lo hace utilizando un esquema que se llama “Anuncio” o “Anunciación” y que era muy utilizado no solamente por los escritores bíblicos, sino por otros escritores de la región que buscaban manifestar la importancia de la persona que habían que presentar. San Lucas así lo hace cuando nos introduce en la vida de Juan el Bautista.

Algo tendrá que ver, pues, todo lo que ahora nos dice. Primeramente destaca el lugar. Mientras que para el Bautista nos coloca en la solemnidad del Santuario, entre los inciensos y las ofrendas, para el Mesías escoge Nazaret, ahora reconocida por todos, pero en aquel tiempo totalmente desconocida, jamás nombrada en el Antiguo Testamento, considerada como una región pagana, no está ligada a ninguna promesa o expectativa mesiánica.

Si acaso como lugar cercano al paso entre poblaciones importantes y en una región mezclada de razas ligadas al comercio y expuestas a todos los paganismos. ¿Qué nos querrá decir? No sé, quizás que la salvación llega desde los lugares humildes, ignorados, sencillos y no tanto desde los lujos o las grandes instituciones de Israel.

 

Zacarías y María

El Anuncio del Bautista nos causaba ya cierto desconcierto porque el Ángel es enviado a dos ancianos estériles, con todo lo que esto provoca entre las malas lenguas vecinas, considerados no propiamente fuertes para educar y sostener a un profeta.

Pero al menos teníamos la justificación de que Zacarías y su esposa eran personas rectas, irreprochables y que seguían en todo la ley del Señor, y los dos considerados descendientes de tribus ilustres de Israel.

Pero para el Mesías al presentarnos a María, no nos dice nada de sus antepasados, y si algún mérito de buena familia tiene es ser la prometida de José, él sí que es descendiente de la estirpe David. No se nos habla nada de observancia de leyes pero ciertamente a José lo presenta como un hombre justo. ¡Pero José no estaba a la hora del anuncio!

Así que, siguiendo nuestra comparación, mientras Isabel ya había perdido toda esperanza de tener un hijo, María no estaba preparada y ni por asomo esperaba en aquel momento tener un hijo. Así nos encontramos con una jovencita, sin blasones importantes de familia, sin títulos ni reconocimientos, como una clara representante de los “pobres de Israel”, que era muy fiel a Dios pero que no tenía ninguna relevancia social.

A la hora del anuncio las reacciones son muy distintas. Mientras Zacarías se llena de temor, se muestra incrédulo, pide pruebas y nunca da su consentimiento, María es muy claro que se sobresalta y hasta se preocupa al sentirse alabada, pide explicaciones porque no sabe cómo puede ser eso, pero al final se pone como esclava y como fiel servidora de la palabra del Señor.

Dos personajes contrastantes, dos actitudes contrastantes y dos resultados contrastantes: mientras Zacarías permanece mudo por su incredulidad, María engendra la Palabra, con rapidez la lleva a las montañas y se transforma en anunciadora del Todopoderoso.

 

Un sí que compromete

Los días ya se acercan y Jesús busca casa donde nacer. No son muchas sus exigencias  en cuanto a comodidades y riquezas, solamente pide corazones sencillos, compartidos y desapegados de lujos, de riquezas, de honores, y de ambiciones.

Nosotros podemos ahora escuchar esa solicitud de Jesús: “Busco casita”, y apresurarnos a responder con la generosidad de María, con un sí seguro y confiado, con un “fíat” que compromete y dispone, con un “yo soy la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”, confiando en un amor mucho más grande que el nuestro.

No temamos, también para cada uno de nosotros son las palabras de Gabriel: “Alégrate. El Señor está contigo”. Claro que a nosotros no nos puede decir que estamos llenos de gracia, porque nuestros delitos nos abruman y nuestras miserias saltan a la vista.

Pero el Señor es tan generoso que a pesar de nuestras miserias también nos escoge para pesebre, cueva, o casita, donde pueda nacer el Salvador. No importan las apariencias externas, lo importante es la limpieza interior y la apertura de corazón para recibir a Jesús.

No olvidemos que con Jesús llegan también los pastores, los pecadores, los enfermos, los despreciados… entonces, sí exige una puerta grande y noble para aceptar a todos como hermanos. No podemos poner a la entrada el consabido: “Nos reservamos el derecho de admisión”, porque Jesús, como buen mexicano, llega acompañado de todos sus hermanos, sin hacer distinciones para todo el que acepte su invitación.

Rompe esos abismos que se abren entre pobres y ricos. Destruye las barreras que separan. Ya sabemos su estilo: escoge a los pequeños, no le importa el ruido ni el llanto de los niños y para todos es como un pan, ¿cómo un pan? ¡Para todos se vuelve alimento, luz y vida!

Así, que si de verdad queremos ofrecer nuestro corazón como casa, preparémonos para las consecuencias porque tendremos que vivir al estilo de Jesús y pasar una Navidad bajo sus condiciones, pero si no estamos dispuestos a todos estos riesgos, ¿por qué, entonces, nos seguimos llamando cristianos?

Son los últimos días de este Adviento y el contemplar tan cerca el nacimiento de Jesús nos obliga preguntarnos: ¿Cómo voy a acoger a Dios-Niño que se hace presencia viva y concreta en medio de nosotros? ¿Cómo voy a vivir y cómo voy a expresar a este Dios ternura que se acerca hasta convertirse en uno de nosotros? ¿Cómo voy a dar calor y compañía al recién nacido en mi corazón y en mi casa?

 Señor, por el anuncio de tu Ángel has dado a conocer a María tu amoroso designio de salvación y la has hecho partícipe de la Encarnación, concédenos abrir nuestro corazón y convertirnos, por medio de tu Espíritu, en casa y portal donde nazca Jesús y sean bienvenidos todos los hombres porque son nuestros hermanos. Amén.

 

 

 

 

Beata Julia Nemesia Valle, 18 de diciembre

Edificante caridad

diciembre 17, 2020 09:00

Testimonios

 

“La difícil situación familiar de la beata Julia Nemesia, que llenó años de su infancia, fortaleció a esta integrante de las Hijas de la Caridad que se caracterizó por su edificante caridad. Se entregó de tal modo que fue denominada el ángel de Tortona”

Hoy, festividad de Nuestra Señora de la Esperanza, la Iglesia celebra la vida de esta beata que derrochó caridad y generosidad en su entorno. Además, en el convento experimentó el gozo que acompaña a los seguidores de Cristo, gozo que su propio hogar le había hurtado por diversas circunstancias.

Natural de Aosta, Italia, nació el 26 de junio de 1847, después de que hubieran fallecido prematuramente dos hermanos anteriores. El trabajo de sus padres, comerciantes y propietarios de un negocio de costura, le permitieron disfrutar de una vida holgada y sin sobresaltos en la que puso nueva nota de singular alegría el nacimiento de su hermano Vicente.

Su madre fue inculcándole valores esenciales, como la generosidad. Pero cuando la beata Julia Nemesia Valle tenía 5 años, hallándose afincada toda la familia en Besançon, ella falleció y la situación dio un giro radical. Para empezar, su padre envió a los dos hijos a casa de unos parientes suyos que residían en Aosta.

Otros familiares maternos establecidos en Donnas reemplazaron a éstos en la delicada tarea educativa, un vaivén que no fue gravoso para los pequeños a los que no faltó nada. En Donnas, además de cursar estudios en la escuela, recibieron formación en las verdades de la fe que les proporcionaba en su propia casa un sacerdote, amigo de sus allegados.

A los 11 años Julia se trasladó a Besançon, a un pensionado francés que regían las Hermanas de la Caridad fundadas por santa Juana Antida Thouret. Aunque podía haberse acostumbrado a las separaciones familiares, no era el caso, y nuevamente sufrió con ésta.

La falta del calor que hubiera podido tener junto a su padre y hermano, la hallaba en Jesús: “el Señor que tiene a su lado a su mamá”. Bien formada intelectual y humanamente, y dando muestras de gran delicadeza y bondad, cinco años más tarde, cuando tenía 16 años, regresó junto a su padre.

Y se encontró con un escenario completamente distinto al que dejó al partir siendo una niña. Su progenitor había contraído nuevo matrimonio, y residía en Pont Saint Martín. Los problemas convivenciales enturbiaban de tal forma el trato comunitario que, al final, su hermano Vicente se fue de casa, y su pista se perdió para siempre.

Por fortuna, las Hermanas de la Caridad abrieron casa en la localidad, y la beata Julia Nemesia Valle poco a poco fue conociendo más de cerca su forma de vida, con lo cual, cuando su padre le mencionó la posibilidad de contraer matrimonio, ya había decidido ser religiosa.

El 8 de septiembre de 1866 inició el noviciado en Vercelli, en el convento de Santa Margarita. Su padre no se opuso y la acompañó ese día; una vez más, la separación fue dolorosa para ella. Pero la serenidad que halló en el monasterio inundó su acontecer de alegría y le reportó la paz que no había conseguido antes.

Decidida a luchar para alcanzar la perfección, suplicaba: “Jesús despójame de mí misma y, revísteme de Vos. Jesús por ti vivo, por ti muero…”. Al profesar tomó el nombre de Nemesia en honor a una santa mártir, con el anhelo de entregar su vida a Cristo siéndole fiel hasta el final. Fue destinada a Tortona. Y allí impartió clases de lengua francesa a escolares de primaria y a otros alumnos de cursos superiores.

Pronto destacó por su bondad y generosidad no solo en su cercano entorno religioso y académico sino en todos los demás. Entre otros, asistió cuanto le fue posible a Luigi Orione, el fundador de los Hijos de la Divina Providencia y acogió en varias ocasiones a la beata Teresa Grillo Michel, fundadora de las Hermanas de la Divina Providencia en Alessandria.

Así abrió vías de colaboración apostólica con ellos, compartiendo el mismo ideal de amor cristiano. Los que habían constatado su capacidad para suavizar las aristas del sufrimiento y las carencias: pobres, huérfanos, familias, soldados e incluso los sacerdotes del seminario, se sentían tratados por la beata Julia Nemesia Valle de una forma singular, reclamaban su presencia y agradecían su atención.

Da idea de esta convicción común el comentario popular: “¡Oh, qué corazón el de la hermana Nemesia!”. Por su caridad fue denominada “ángel de Tortona”.

A los 40 años de edad fue nombrada superiora, misión que ejerció con el espíritu de servicio, humildad y generosidad que le caracterizaba. Decía: “Enfrentar el paso, sin volver atrás, fijando una única meta: ¡Sólo Dios! […] A Él la gloria, a los otros la alegría, a mí el precio a pagar, sufrir mas jamás hacer sufrir. Seré severa conmigo misma y toda caridad con las hermanas: el amor que se dona es la única cosa que permanece”.

Fue bondadosa y comprensiva, paciente y sutil. Supo consolar y acompañar a cada una de sus hermanas dando el consejo certero que convenía a su psicología. A todas alentó a vivir la virtud. Sabía que “la santidad no consiste en hacer muchas cosas o en hacer grandes cosas, sino en hacer lo que Dios nos pide hacer, y hacerlo con paciencia, amor y sobre todo en la fidelidad como es nuestro deber, fruto de un gran amor”.

En 1903 abandonó Tortona, donde llevaba treinta y seis años, y partió a Borgari. Dejó una nota a las novicias: “Me voy contenta, las confío a la Virgen […]. Las seguiré en cada momento del día”. En Borgari, su forma de trato, tan estimado por sus novicias, no era compartido por la superiora provincial, mujer inclinada a la rigidez y a la exigencia desmedida.

Pero la beata Julia Nemesia Vallea cogió en silencio y sonriendo las reprimendas y humillaciones que sufrió. Permaneció allí trece años. Alrededor de 500 religiosas fueron formadas por ella. Murió el 18 de diciembre de 1916 de una pulmonía. Juan Pablo II la beatificó el 25 de abril de 2004.